Levon

Lucille

Me encontraba plácidamente embebida en mis pensamientos sobre todo lo que había ocurrido durante el viaje. Seguía exhaustivamente preocupada por Blake. Y en mayor cantidad por que no podía aún comunicarme vía psíquica con él...
En brevedad se abrió la puerta de par en par y ante mis etsaban el joven Elliot y el joven Naibaf con un semblante serio, tal parecían que era momento de discutir algo importante.
—Elliot...por supuesto...- dije esto en voz firme tras abrazarlo en forma de bienvenida.

 

Eliott

Entramos una vez que se nos fue cedido el paso y cerramos la puerta. Naibaf se quedó cuidando la puerta no muy lejos para escuchar y yo me senté en un escritorio invitando a la chica a sentarse --lucille... Primero, ¿serias tan amable de contarme lo que ha pasado en mi ausencia? ¿Donde está Blake? --Interrogue siendo directo

 

Lucille

—Discúlpame Elliot, pero en realidad no hay tanto que contar, simplemente nos dirijíamos hacia el punto donde ordenaste reunirnos y en el camino , esa criatura de la noche despreciable apareció y secuestró a Blake, así sin más... He tratado de comunicarme telepáticamente con él pero sólo escucho susurros difusos en mi mente, y apesar de eso, puedo sentirlo, eso es la única noción que tengo que me hace saber a ciegas que el Fenrir esta vivo...- explique conmocionada y con semblante serio para con Elliot.

 

Eliott

Mi rostro no expresaba ninguna emoción al escuchar cada palabra con atención --ya veo...--fue lo único que pronuncie sin cambiar mi posición --lucielle, como ya sabes, la bruja Blanca de esta aldea está en agonía, de eso quería hablar a solas contigo -- hice una pequeña pausa y suspiré recargandome en el respaldo de la silla --Lucielle, sólo la magia de un unicornio puede salvarla -- la mire a los ojos Cerio --tienes que darle toda tu magia y parte de tu sangre a beber--estaba seguro de que esto era muy incorrecto de pedírselo pero aún así continúe --corres el riesgo de morir -- voltie a ver de reojo a aquel caballero que nos acompañaba, se mostraba, por alguna extraña razón, nervioso y ansioso --una cosa más, si decides ayudar, tendrás que quedarte aquí y no podrás acompañarme a ir por Blake...--note su reaccion, trague un poco de aire y me sentí aún más triste y dolorido, aunque no quisiera aceptarlo, le tenía cierto afecto a esa chiquilla, y saber que probablemente moriría no me tranquilizaba --tienes que tomar cuy decisión... Lamento apresurarte, pero no podemos esperar más tiempo --

 

Lucille

El semblante de Elliot era especialmente demacrado, se respiraba en la habitación una pesantez sofocante que estrangulaba el pecho.
Lo escuché con suma atención y mientras sucedía cada una de sus palabras penetraba como un taladro en mi mente.
—Lo haré...sin duda lo haré- respondí tras pronunciar la última palabra de Elliot.
Mi corazón palpitaba a golpes, y mi cuerpo temblaba suavemente de manera casi imperceptible.
—No tengo miedo a morir... soy un ser cuya existencia es dar vida a los demás a costa de la propia...no tengo miedo a morir- dije en voz baja con la cara agachada.
Levanté el rostro para revelarle mi cara a Elliot ante sus ojos.
— Tengo miedo a no volver a verlos nunca más...- tras decir esto con voz temblorosa un par lágrima brillantes y gruesas caían de mis bellos ojos violetas.
Tomé las manos de Elliot entre las mías y las llevé a mis labios para besarlas con infinito sentimiento.
—Todos ustedes me han regalado mis más bellas memorias...me han hecho sentir amada...y que a pesar de todo valía la pena estar en este mundo...- decía estas plabras desde la parte más pura de mi corazón y con los labios rotos.
Abracé a Elliot con todo mi amor.
—Necesito ver a Taya...- dije tras mirarlo con gran conmoción

Contenido oculto

@Alisse Madness @Nekita

 

Lucille

Mi cuerpo seguía temblando con las lágrimas en las manos , me alejé del cuarto donde hablábamos , con lentitud ,me dispuse a buscar la habitación de Taya entre toda la oscuridad me era difícil visualizar los grandes pasillos del palacio.
Hice mi cuerpo entero iluminarse con una luz cálida y suave que hacia brillar todo mi rostro, mi largo cabello y mi completo vestido.
Tras seguir caminando al fin encontré la puerta.
Entré sin hacer ruido, y tras acercarme a Taya quien yacía durmiendo plácidamente, mi luz tenue la hizo reaccionar...

 

Taya

El dormir era la mejor cosa que podría haber hecho, tantos días sin poder hacerlo por estar preocupada por X o Y razón, pesadillas, un barco que casi es hundido por criaturas, asesinatos, etc. la lista era larga y se podía seguir alargando de una forma muy peculiar, aunque aun no era consciente si había dormido un par de horas o incluso el día entero, lo único que había en mi cabeza era: que se sentía bien descansar.

Hasta que, una tenue luz me hizo despertar un poco iba a cubrirme con un par de cosas hasta que logré visualizar la causante de la luz: Lucille, preguntarle sobre que estaba pasando tampoco era muy coherente para mi, porque no habría venido a mi habitación para luego no decirme algo importante o relevante. Me reincorporé lentamente hasta quedar sentada sobre mi capa mientras me peinaba con las manos en una media coleta y me frotaba los ojos un poco para despertar completamente.

— ¿Lucille? — dije en un bostezo que fue sofocado al cubrir mi boca con la palma de mi mano mientras luchaba por no volver a recostarme en la cama

 

Lucille

Taya estaba justo en frente de mi ahora despierta.
Me senté en la cama a su lado con la expresión profundamente emotiva...
La observé fijamente con detenimiento y clavé mis grandes ojos púrpuras con infinita ternura en los suyos.
Tomé su pequeño y fino rostro entre mis pálidas y suaves manos , dejándole sentir todo ese inmenso sentimiento que el más bello de todos...
—El amor que siento por ti, es tan grande, tan inmenso, tan benevolente , tan infinito que hasta duele aquí...- le dije con voz suave y quebrada al coger su mano y ponerla sobre mi pecho.
—P-per...Pe-erdóname...-. susurré en un hilo de voz mientras mis pupilas brillantes tilitaban llenas de tristeza.

 

Taya

Lucille caminó hacia mi y se sentó a mi lado mirándome directamente como casi siempre solía hacer cuando hablaba conmigo, después como también solía acostumbrar tomó mi rostro entre sus manos para decirme algo, que desde mi punto de vista me tomó por sorpresa, ¿le dolía quererme?, y aclaro que para mi era "querer" ya que, amar sería para Makoto o tan siquiera así veía yo las cosas.

Y eso no era lo unico anormal del asunto, ¡Lucille parecía querer llorar y no tenía la mínima idea de que lo causó! — ¿P-Perdonarte? — pregunté sin mirarla, no podía ver llorar a las personas, menos si estaban tan cerca mio — ¿Perdonarte de que?...

 

Lucille

Taya me miraba con esos ojos expectantes con los que solía hacer cuando no comprendía del todo las cosas.
—De haber sido tan dura contigo la última vez...- respondí serenamente.
Tomé una de las lágrimas de mis manos. Era traslúcida, brillante, luminiscente, y a contra luz reflejaba todos los colores posibles en el mundo.
Me quité el colgante de corazón rosado que yacía en mi pecho desde que Makoto me lo había obsequiado hace tanto tiempo. Lo guardé y sólo tomé la cadena. Até la lágrima y la puse alrededor del cuello de Taya.
—¡Mi dulce niña! Tu eres mi más amada... amiga. Quiero que lo lleves contigo...- dije con infinita dulzura.
—Tengo que quedarme aquí cuando ustedes partan, y no estoy segura si vuelva a esos lindos ojitos tuyos, nosé si vuelva a ver a nadie otra vez.- proseguí con el corazón encogido.
Tomé una de sus manos y le entregué la otra lágrima.
—Dásela a Blake cuando lo veas por mí... te lo suplico. Y dile... dile que ... que lo amo.- tras decir esto mis ojos comenzaron a temblar y a desbordarse en lágrimas amargas de miedo y desolación.
Sumí mi rostro en el pecho de Taya aferrándome a sus brazos con fuerza.
—Necesito que seas muy fuerte... ¡Prométeme que vas a vivir!! ¡¡Prométeme que regresarás con Blake!! ¡Te amo tanto mi niña!! ...- expresé a duras penas humedeciendo sus ropas a media madrugada.

 

Taya

— No... No tienes la culpa de eso en realidad, no hay necesidad de disculparse conmigo en realidad — dije notando como se deshacía de una de sus lagrimas y tragué un poco de saliva, iba a llorar, Lucille iba a comenzara llorar y no había nadie cerca que me dijera que hacer.

Se descolgó el collar que llevaba en su cuello y allí es cuando comencé a preocuparme más de la cuenta, ¿por qué se lo quitaba si eso era tan preciado para ella? "Quiero que lo lleves contigo...Tengo que quedarme aquí cuando ustedes partan, y no estoy segura si vuelva a esos lindos ojitos tuyos, nosé si vuelva a ver a nadie otra vez" ¿No iba?, ¿nos iba a dejar? ¿por qué posiblemente no nos iba a volver a ver?.

Tomó mi mano y me entregó una de sus lagrimas, y mi mano no podía parar de temblar, ¡pero que estaba diciendo!, y a la par que terminó de decirme su encargo comenzó a llorar y a temblara un poco para después rápidamente pegarse a mi pecho y seguir llorando, y yo no me movía, en mi vida había sabido que hacer cuando alguien llora, porque claro, jamás había visto a alguien llorar así como lo estaba siendo ella.

"Necesito que seas muy fuerte... ¡Prométeme que vas a vivir!! ¡¡Prométeme que regresarás con Blake!! ¡Te amo tanto mi niña!! ..."

¿Qué sea fuerte?, si en ese preciso momento por suerte no estaba viendo mi rostro que estaría igual de ella, con rastros de lagrimas que me limpiaba continuamente mientras que con mi otra mano abrazaba a Lucille y sostenía lo que le daría a Blake. — N-No...— negué como pude sin que mi voz pareciera quebrada — T-Tú no te pue-puedes ir así... — respiré profundamente entre sollozos — T-Tú vas a estar bien...¿cierto?... si yo me mantengo con vida...¿tú lo harás verdad? — ya para este punto mi voz sonaba igual de quebrada que la de ella

— T-Tú... tú también...de-debes ver a Blake... es-eso querías..

 

Eliott

La respuesta de lucielle me formó un nudo en la garganta pero trate de aguantarlo y seguí escuchando lo que tenía por decir, mi alma se desgarro por completo, más de lo que ya estaba, sentí el bello Rose de sus labios en mis manos, sentí como esa ternura y esa inocencia de ella se hacía presente en su semblante, cuando una lágrima corrió por sus labios, no pude evitar hacerlo también, reciba su abrazo, un abrazo similar a los de mi madre, me solté en llanto y correspondi su abrazo --No digas eso-- susurre a su oído acariciando su suave cabello --volverás a verlo... Te lo prometo --finalice.

Aquel joven guerrero vio la escena con tal nostalgia, me separe de ella y coloque una de mis manos en su hombro apretandolo un poco --tenemos que ser fuertes --le mencioné aún con lágrimas en los ojos y me di la vuelta.

Me dirigí a la puerta, y le hice señas a Naibaf para que salieramos los dos, caminé por los pasillos yendo a mi habitación, una vez entrando cerré la puerta y mi cabeza cayó en el hombro de aquel chiquillo, finalmente estaba desahogado todo lo que tenía guardado, mis lágrimas molaban su hombro y el sólo sonreía y susurraba --tranquilo.. Confío en usted, logrará todo, --

 

Lucille

Taya...
Por mi culpa ahora estaba llorando junto a mi.
Era la primera vez que la veía abriéndome su corazón por completo.
Su pequeño corazón que era tan precioso, tan sublime...
Agradecí al cielo por que en ese instante tan mágico y tan perfecto supe entonces que mi ser había trascendido en ella. Pasara lo que pasara, yo ya había dejado una parte de mi esencia es esa bella criatura...
Mi corazón se regocijó de dicha porque Taya también me amaba.
Me separé de ella con suavidad y sequé sus lágrimas de su carita con mis manos.
Le esbocé una dulce sonrisa con el rostro húmedo y le miré con infinita ternura.
—Yo nunca me iré de ti...- le dije a duras penas para depués señalar la lágrima que pendía de su cuello.
— Mira... Mi luz siempre brillará para ti...- le susurré con dulzura.
Me acerqué y le deposité un precioso beso en su pequeña frente.
—Si tu estas bien... Yo.. Yo estoy bien...mi niña...- respondí sonriente.
—Vamos...a ver a Blake...juntas, es una promesa...- dije con el coraón en la mano, para después estrecharla con tanto amor.

Taya ahora no lo sabía pero en ese momento me estaba despidiendo de ella.
Elliot había sido muy claro. Salvar a la bruja blanca era como lazar una moneda al aire. Y esa moneda era mi vida.

 

Contenido oculto

Eli, no me regañes Dx
Lucille...recuerda que Taya es mía Dx
tu ya tienes a Makoto y Blake =3=

 

Contenido oculto

Eli siempre nos regaña D: , me regañará por el spam ^^ , Lineve! Yase que taya es tuya XDD lucille no tendra besos apasionados ni hijitos con ella XDDD decuida! ^^ es amor maternal!

 

Taya

A pesar de que me dijera que se quedaría no era lo mismo lo que ahora colgaba de mi cuello a que ella estuviera físicamente aquí conmigo, aunque me regañara en situaciones que se debían — Quiero que estés tú...— me quejé limpiándome nuevamente un par de lagrimas y luego sentir como besaba mi frente. ¡Pero no era justo!, ¿por qué se debía quedar y no volver con nosotros?

— Si vienes con nosotros lo podrás ver antes... ¿así no es mejor? — pregunté tallandome un poco mis ojos mirandola para seguir protestando por su decisión de quedarse y decir que no nos volvería a ver otra vez

 

Pasaron las horas y se necesitaba reunir a todos lo antes posible. El joven caballero se hizo cargo de despertar a los que dormían con una sartén y una cuchara, nada coherente, pero me hizo recordar a cierta personita que lo hacia.

Estando todos en mi habitación me pose en frente de ellos y comencé a hablar --tenemos que rescatar a Blake, Kira y lucielle se quedarán aquí con Naibaf quien les guiará, más a ti, lucielle, Kira sólo te apoyará en lo que se ofrezca--hise una pequeña pausa cambiando la mirada a una triste, pero no permití que me vieran, les di la espalda y prosegui --los demás me acompañarán al rescate ¿alguna duda u objeción? --Finalice ideando las probables respuestas de mi pregunta

 

Estaba haciendo mi vigilancia, hasta que llegaron a reunirme, justo como lo hacia Kodoku y lo vi muy descortés, como si quisiera imitarlo, pero aquí yo era el intruso y había otras normas, por lo que me fue imposible decir algo al respecto. Nos reunimos a todos y escuchamos.
- Lucille...¿no va? - pregunte mientras entrecerraba los ojos. - Me niego.

 

Eliott

Sonreí al saber que lo predecible estaba pasando --no es una opción pero... Yo no dejaré a mi amigo, a mi hermano en manos de esa terrible bruja--me crucé de brazos y lo voltie a ver serio --¿alguie más se quiere quedar si hacer nada por Blake? Puedo ir sólo --

 

Taya

Y como hace mucho tiempo el sonido molesto llegó a mis oídos, teníamos que reunirnos y miré a Lucille una vez más antes de obligarme a levantarme de la cama y dirigirme al cuarto de baño para lavarme el rostro y borrar por completo todo rastro de lo que había pasado, el collar que ella me habia pasado a estar oculto bajo el cuello de la sudadera gris que tenía y lo que debía dar a Blake a salvo en uno de sus bolsillos.

Forzosamente me despedí de ella, esperando a que cumpliera su promesa y fui hasta su origen: Eliott estaba de vuelta al parecer, me coloqué cerca y con la mirada clavada en el suelo escuché lo que tenía que decir y ahora también se quedaba Kira, ¿qué asunto eratan importante como para que ellas se quedaran?. Suspiré los que quedamos eran: Hansamu, bebé dragón, Makoto, Eliott, y lastimosamente yo... pero ahora el asunto nuevo es que Hansamu tampoco iba a ir. ¿Iríamos cuatro personas solamente?.

Y aunque yo debí de haberme negado tendría que darle el encargo de Lucille a Blake e ir a intentar salvarlo-aunque tendría que intentar salvarme la vida a mi primero en el transcurso del viaje- para poder darle el mensaje y el objeto para él. Tan solo esperaba que no iniciara una discusión