Por culpa Gajeel Redfox [Gruvia]

¡Hola hermosuras!
Les traigo un nuevo proyecto, originalmente era un capitulo único, pero ahora puede ser un Long-fic o un Two-Shot si es largo o no eso lo decidirán ustedes.

Pido disculpas de ante mano si me he salido de las personalidades de los personajes, esta es mi primera vez en este Fandom y no estoy familiarizada aun.
Por ultimo aclaro que este fic es un regalo para la linda de Dany (que espero haga una cuenta pronto) ¡Espero les guste a todos!
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Por culpa Gajeel Redfox

Argumento: Juvia después de declarar por tercera vez su amor decide tomar el consejo de una ebria Cana y tratar de olvidar (sin muchos logros) a el mago de hielo. Gray esta harto de ver a Juvia pasar tanto tiempo con Gajeel. Los celos no son siempre la peor compañía ¿Verdad Gray?

Palabras del capitulo: 1,121

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Capitulo 1.

Causas​

Era una mañana como cualquier otra en el gremio más fuerte de todo Fiore: Fairy Tail.

Pedazos de lo que antes eran muebles volaban de un lado a otro impactándose en las paredes, las apuesta sobre quien ganaría la reciente pelea de Natsu y Gray—claro hasta que el pastel de Titania murió—iban en aumento. Algunos de los miembros ignoraban olímpicamente el desorden siguiendo con su día. Paredes se derrumbaban y a otras tantas les salían agujeros producto de los golpes, gatos reclamaban pescados y el alcohol y la cerveza fluían con naturalidad.

¡Ah! Un día tranquilo en Fairy Tail…

El Fullbuster chasqueo la lengua al divisar a lo lejos al Dragon Slayer de Hierro hablar animadamente con Juvia.

Un ataque de hielo paso rozando la mejilla del Redfox.

— ¡Maldita nevera con patas!—Grito molesto colocándose frente a la chica a modo de protección, acción que solo aumento la ira en su rival— ¡Si quieres pelar hazlo de frente! ¡Cobarde!

¡Oh! No sería un día tranquilo después de todo…

— ¡¿A quién llamas cobarde?! ¡Desgraciado! —le respondió el mago de hielo más cabreado que antes.

Natsu iba a reclamar que su pelea se había quedado a medias cuando su rubia compañera lo jalo—Creo que esto es algo más personal, ven Natsu vamos con Mira-chan—susurro sin perder de vista a sus dos amigos, el pelirrosa no parecía muy convencido pero de todas formas se dejó llevar.

— ¿Desgraciado yo? No me hagas reír—Gajeel se veía tranquilo pero era obvio que ya estaba harto, Levy le dirigió una mirada nerviosa—.Es la quinta ves esta semana que estas apunto de golpearme sin yo haberte provocado….—su extraña risilla lleno el lugar—Siempre es cuando estoy con Juvia

La nombrada se sonrojo y volteo a ver al Dragon en busca de algún rastro de broma, al no encontrarlo volteo a ver a su amado Gray-sama.

Su rival se congelo viéndolo con—de ser posible—más ira, mesclada con confusión.

—No te creas muy importante—su voz detonaba el doble sentido—.Todas han sido accidentes….Además ¿Por qué metes a Juvia en esto? Ni que fuera alguien importante para mí— su enojo ahora se centró en la chica.

La Loxar abrió sus ojos cuan grandes eran mostrando las recientes lagrimas que amenazaban con andar libres en su rostro en cualquier momento. El gremio callo y el Fullbuster también lo hizo al ver la reacción de la maga elemental, había metido la pata hasta el fondo y él lo sabía pero era muy tarde para echarse atrás.

— ¿Gray-sama? ¿J-juvia no es nadie para usted? —La voz le temblaba y aquello no pudo más que sorprenderle al mago de hielo al darse cuenta del parecido con aquel día, si aquel en el que se había empezado a comportar como estúpido.

Aquella mañana Fairy Tail empezó como las demás, sin grandes prisas pero con grandes problemas.

Gray sabía que estaba siendo demasiado cruel y ¿Por qué no decirlo a estas alturas? Tan bien idiota. Él no estaba hecho para compromisos serios, ya ni hablemos de una relación, fue por eso que al tener enfrente a la maga de agua con las mejillas sonrosadas esperando una respuesta con sus labios temblando ligeramente debido al tiempo que él se estaba tardando en contestar opto por la razón que sonaba más lógica.

Que sonó más lógica en ese momento.

—Juvia te lo he dicho antes —dijo con expresión seria— eres una gran amiga y una genial compañera, pero nunca podremos llegar a más—la miro con neutralidad haciendo que el alma de la chica se fuera hasta el piso—.No estoy hecho para relaciones, no es nada personal—las lágrimas brotaron libremente por el rostro de la chica.

En definitiva era idiota. La maga elemental parecía que se quebraría en cualquier momento tan contraria aquella ocasión, esa donde después de declararle sus sentimientos por tercera ocasión, se decidió a cambiar de rumbo.

La tormenta había dejado atrapados a varios miembros atrapados en el gremio que aburridos de su encierro hacían cualquier cosa por mantenerse un rato entretenidos.

—¡Juvia! —Canturreo de manera cansada la maga celestial a lado de las dos albinas—¿Segura que no puedes hacer que pare?

—Juvia está segura no puede parar esta tormenta, es deseo de la tierra llover eso es todo—la joven sonaba afligida por razones que sus amigas no pudieron comprender.

La muchacha de azules cabellos se perdió en su mundo hasta que algo en la conversación de sus amigas le llamo la atención.

—Enserio Lissana creo que deberías de dejar de rogarle a Fred, si él no demuestra interés no puedes pasarte la vida tras de él—Dijo mientras se empinaba la botella y bebía un gran sorbo, si ella era la voz de la experiencia.

—¡Cana! No digas esas cosas, en primera yo no le he rogado a nadie…—Mascullo avergonzada la menor de los Strauss.

—Declararte, rogar, pedir ¡Da igual! —Grito moviendo su mano dando seña de su desinterés.

A Juvia le pico la curiosidad.

—Disculpe Lissana-san, pero Juvia quiere saber ¿Cuántas veces se le a declarado a Fred-san?—pregunto con cierto deje de vergüenza no quería que la tacharan de entrometida.

—Pues solo una vez—contesto la albina con calma.

¿Una vez? Entonces porque decía Cana que ella le rogaba.

—E-entonces porque Cana-san dice que…

—El la rechazo y ella sigue fingiendo que nada pasa ¡Eso es malo! Solo te lastimas más y Fred debe de creer que te tendrá a su disposición siempre que quiera.

—Primero ¡El no me rechazo! Dijo que lo pensaría—intento defenderse.

—¡De eso hace más de un mes! Querida solo supéralo, te darás cuenta de que debe de haber alguien que está detrás de ti…El rubiecito ese de Sabertooth por ejemplo—el alcohol no solo volvía a Cana molesta, a veces también le daba una actitud maternalista.

Lissana desvió la mirada con las mejillas sonrosadas.

—¿Y-Y una persona que se ha declarado más de una vez y la han rechazado? ¿E-Esa persona debería retirarse y buscar a alguien más?—Pregunto la maga de agua con nerviosismo ¿Y si solamente se había estado haciendo ilusiones?¿Y si Gray no cambiaba de opinión?

Cana pareció pensarlo—Solo creo que debería buscar un mejor camino, hay posibilidad de que esa persona cambie y te acepte pero mientras tanto (de llegar a suceder) pierdes mucho más que solo tiempo.

La peliazul se quedó congelada en su lugar sin saber cómo actuar en ese momento pero por alguna razón que su consiente no alcanzo a comprender, no estaba triste. Tan solo decepcionada ¿Seria acaso que su amor por Gray-sama se había acabado? No, no era asi pero de todas formas seguía sin hallar respuestas.

Tal vez solo había que continuar.

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Espero les halla gustado y de ser asi me lo hagan saber en un comentario al igual que si quieren que sea fic largo o corto.

Besos.

¡...Nos leemos pronto!

 

Hola! Como han estado mis amores?
La momento la tardanza tenia un bloqueo mental del tamaño del mundo.
Gracias por sus comentarios, me gustas etc.
Lamento que este corto. Pero¡Ya empieza lo bueno!

Cap.2

Consecuencias.


El gremio callo de sorpresa entrando en un singular silencio, las miradas pasaban con rapidez entre los involucrados de manera rápida.

—¿Gray-sama? ¿J-juvia no es nadie para usted? —La voz le temblaba y aquello no pudo más que sorprenderle al mago de hielo al darse cuenta del parecido con aquel día.

Gray miro a ambos lados descolocado antes de con un extraño dolor contestar.

—Solo eres un miembro más, de aquellos que nadie nota— Juvia lo miro de una forma que él no recordaba haber visto en su rostro, la chica no soporto esas palabras tan duras y con las pocas fuerzas que le quedaban después de aquello se echó a correr por la puerta del gremio mientras una fuerte tormenta se desataba.

Gajeel al ver a su amiga de esa forma no dudo en deshacerse del abrazo en que lo había envuelto Levy de una manera un tanto brusca y salir del gremio como un rayo.

—¡Gajeel! Espera…—Levy se quedó con una mano extendía y un extraño sentimiento en su pecho, Gray chasqueo la lengua muerto de celos.

—¡Mujer! ¿Dónde te has metido? —aun desde el interior los gritos del Dragon prevalecían sobre el grabe sonido de la lluvia

Las cosas no habían salido bien desde que él había estado actuando como un idiota, pero ¿Cómo no hacerlo? ¡Hasta Levy lo había notado! Después de haberle roto el corazón a la maga de agua—por tercera ocasión consecutiva— Gajeel había empezado a faltar a sus citas con la pequeña maga de escritura sólida, cuando esta le pedía una explicación—sin alterarse mucho al principio— el mago solo le respondía que había tenido cosas más importantes que hacer. No paso mucho tiempo antes de que tanto Levy como Gray descubrieran cuales eran exactamente esas cosas importantes. Juvia siempre lo esperaba debajo de un cerezo en el parque central, sentada en una banca con su bonito vestido azul de verano y una canasta repleta de comida a un lado, justo a sus pies Lily solía estar disfrutando una nueva delicia.

Fue una mera coincidencia haberlos visto, Gray y Levy habían partido juntos a un trabajo donde un misterioso castillo de hielo se había alzado congelando todo el lugar y las únicas pistas que se tenían para detenerlas estaban escritas en una extraña lengua, venían de regreso de aquel lugar la pequeña maga había insistido en terminar rápido para poder llegar a tiempo a su cita. No lo había logrado iba treinta minutos retrasada y aun no se había podido cambiar de ropa, decidieron tomar un atajo atravesando el parque…Grave error, la mujer de largos y azules cabellos reía como en mucho tiempo no la había visto hacerlo, el mago de hielo no pudo evitar fruncir el ceño molesto mientras bajaba la vista hacia su compañera de misión. La encontró llorando sin razón aparente, regreso su vista al cuadro anterior acostado sobre la mullida hierba esta la razón de la risa alegre de la mujer de la lluvia; Gajeel Redfox.

No pudo apartar sus ojos de ese lugar sin embargo pudo escuchar a Levy murmurar “Creí que estaría esperándome”

Sin embargo eso fue solo el principio.

Un día el Dragon de hierro y la pequeña maga de azules cabellos habían anunciado su compromiso al gremio, todos se había vuelto en un segundo gritos y porras por parte de los demás miembros, felicitaciones y lágrimas por parte de los excompañeros de la chica. Algunos pésame hacia el futuro novio y vagas felicitaciones por parte de sus amigos, la futura novia dirigió su vista al Redfox y tanto esta como el Fullbuster se encontraron con una escena bastante peculiar.

Entre toda la alegría y la fiesta sin ser notada, la—ahora—frágil maga elemental miraba a su compañero con los ojos cristalizados de llanto reprimido, con las manos sobre su pecho como si eso ayudara a amortiguar el dolor y el Dragon le regresaba la mirada con una tormenta de emociones en sus orbes carmín, pero hubo algo que los otros tres pudieron leer a la perfección: culpa. Ese era el sentimiento más marcado de todos y el que más reflejaban los ojos rojos. Las lágrimas no pudieron seguir presas y se deslizaron como perlas brillantes por el blanco rostro de la maga, afuera una tormenta se creaba.


—Gray-sama ¿Usted ama a Juvia? — había preguntado con un nudo en la garganta por tercera y la que prometió seria la última ocasión.

—Te lo he dicho antes, eres una gran compañera. Pero nada más—respondió de forma fría son saber exactamente el porqué.

Gray Fullbuster era un idiota y pagaba caro las consecuencias de sus actos; haber unido más de la cuenta a la mujer de la lluvia y al Dragon de Hierro, aun a costa de la pequeña maga de escritura.

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¿Que les pareció?
¿Tuvieron parte favorita?
¿Que opinan de la situacion?
¿Que creen que pase entre Gray y Juvia?
¿O con Gajeel y Levy?
¿ Y Gajeel y Juvia?

Me despido, besos.
¡...Nos leemos pronto!

Si no hay comentarios me tardare el doble (?

 

Hola! Como han estado mis amores?
Lamento la demora, he estado un poco delicada de salud.
¡Se viene lo bueno!
Espero les guste tome un consejo de un comentario sobra poner el punto de vista de alguien mas y aunque no es exactamente primera persona y es relativamente poco ¡Aquí esta el punto de vista de Levy!

¡Espero les guste!

Se agradecen mucho todos sus comentarios y realmente lamento mucho no poder contestarlos pero no he tenido mucho tiempo (nada de tiempo), he vuelto a recaer en mis enfermedades de siempre y parece que me darán lata hasta los ¡18 años! Pero la buena noticia es que no tengo tan atrofiados los ojos como para dejar de escribir.

Aqui tienen su capitulo de hoy. Nos Leemos el próximo miércoles.

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Cap. 3 El punto en una relación.


Soltó un suspiro ahogado mientras hundía su rostro en el libro que descansaba sobre la mesa y que llevaba leyendo un par de horas, un par de horas en las que no había parado de llover.

Todos la miraban, todos los miraban. Lo sentía, sentía como toda la atención del gremio iba y venía de ella a él alquimista de Hielo y eso le daba ganas de llorar; estaba preocupada Gajeel no había regresado, no sabía exactamente porque ese extraño sentimiento—al que no quiso ponerle nombre—crecía cada vez que pensaba en su prometido en la fuerte lluvia solo por ir al rescate de ella. Nunca había sido celosa, jamás en los varios años que llevaba con el Dragon en una relación entonces ¿Por qué ahora así? No tenía razones, Juvia y Gajeel se conocían desde pequeños eran como hermanos ¿No es así? Es normal que el muchacho se preocupara de esa manera por ella ¿No? Si, era normal.

Junto con un fuerte trueno las puertas se abrieron con un estruendo igual de fuerte dejando ver a una alta, fuerte y muy empapada figura. Solo una.

Gajeel no había encontrado a Juvia.

Y está furioso. Sus ojos parecían dos hogueras ardientes que reclamaban la sangre de alguien ¡Y por él que lo iba a conseguir! Lo sabía Gajeel no descansaría hasta ver a alguien pagando por lo que padecía la maga de agua. Y eso no podía mas que ese sentimiento regresara a su pecho.

—¡Gajeel! —lo llamo mientras se intentaba acercarse a él. Imposible.

—¡Tu! —Grito tan pronto diviso al Fullbuster y se le acercó peligrosamente, como un depredador hambriento—¡Si algo le pasa a Juvia date por muerto! —le advirtió y sus ojos dejaban ver que no era ninguna mentira.

—Oe…Tranquilo Gajeel—Natsu intervino tan pronto el Redfox sujeto de la camisa al acusado—¡Tal vez si Gray va…!

—¡Escúchame flamita! ¡Si este imbécil se le llega a acercar a mi mujer lo mato de todas formas! — Escupió de forma territorial.

Gray le dedico una mirada asesina—¿Tu mujer? ¡No me hagas reir! —le grito mientras se levantaba del suelo.

—Asi es, ¿Tienes algún problema, nevera con patas?

Y ante la atenta mirada de los demás el mago de hielo se lanzó sobre el Redfox.

Juraría que estaba llorando, lo haría sino tan solo no tuviera todas esas miradas sobre ella. Se sentía traicionada, entonces era cierto. Era de esperarse ¿No? Ellos eran grandes amigos, solo era cuestión de tiempo. Ella decía conocer a Gajeel, Juvia le había cerrado la boca una vez acerca de eso sin darse cuenta.

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—Gajeel es demasiado seco a veces y suele ser muy orgulloso, es bastante desesperante y muy celoso. No acepta un no por respuesta y ¡Nunca sabe lo que quiere o lo que le gusta! Lo único que se come son los pedazos de hierro ¿Dime Juvia, como lo logras sobrellevar?—había preguntado en un momento de desesperación poco antes de cumplir tres años de relación.

—Gajeel-kun no es seco Levy-chan—le dijo con una voz extrañamente fría—solo no sabe cómo expresarse correctamente—siguió hablando con normalidad—, hay que saber notar los pequeños detalles. No voy a negar que sea orgulloso, pero si lo llevas con calma suele ceder. Yo diría que más que celoso es territorial, creo que eso se debe a su pasado—Levy sintió la necesidad de preguntar exactamente a que se refería— Suele perecer autoritario pero en la mayoría de las veces lo hace porque cree que es lo mejor para todos. Siempre sabe lo que quiere pero le gusta discutir y llevar la contraria. Le gusta el color rojo, los días nublados, dormir hasta tarde, las misiones largas, los gatos adorables y los anímeles pequeños —Juvia cubrió su boca con las manos consiente de que había dicho de mas—¡Juvia se equivocó! —Exclamo—¡A Gajeel-kun no le gustan los anímeles adorables! ¡Y tampoco le prohibió a Juvia decirlo!—intento explicar pero fue obvio que está mintiendo.

Levy la miro con la boca levemente abierta, mientras se arrepentía poco a poco de lo que había dicho; Ella no conocía a Gajeel Redfox.
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—¡Eh Levy! — Natsu la llamo con preocupación seguido de Lucy—No te lo tomes a pecho, no lo dijo enserio, somos muy territoriales con lo que creemos nuestro—ante eso se ganó un codazo de la rubia—¡No-o me refiero a lo que tú crees! Es que somos territoriales con los nuestros—Levy agradeció con una sonrisa triste los esfuerzos de sus amigos por animarla—Gajeel nunca hubiera salido con tigo si no te quisiera—otra débil sonrisa se escapó de sus labios.

El pelirrosa le sonrió antes de voltearse hacia donde aun seguían peleando sus dos amigos.

—¡Eh Gajeel! —Lo llamo—¿Por qué tanto alboroto? ¡Juvia es fuerte no creo que le pase algo! —grito con ánimo recibiendo por respuesta una fulminante mirada.

La luz proveniente de un rayo se reflejó en los ojos del Redfox.

—¿Y crees que no se eso? —pregunto con voz gruesa mientras aun sosteniéndolo de la camisa azotaba a Gray contra una pared—¡Claro que lo sé! —grito furioso—Ella se puede defender muy bien…El problema es de lo que no se puede defender—dijo en voz baja lamentándose mentalmente el no poder estar con la maga.

—¿A qué te refieres? —pregunto Gray con nerviosismo.

El Dragon lo soltó y el cayó al piso de golpe, otro tueno se escuchó.

—Esos rayos—dijo mientras señalaba las tintineantes luces a lo lejos—representan un grave peligro para Juvia.

—¿No fue Juvia la que invoco la tormenta para que no la siguiéramos? —pregunto Lucy

—Juvia invoco la tormenta porque estaba triste—gruño—no lo controla, pero solo invoco la lluvia, no los rayos—. La incomprensión reflejada en los ojos del gremio le dio a entender que tenía que seguir hablando—.El cuerpo de Juvia esta hecho de agua—aclaro—Cuando está afuera es algo así como un para rayos humano, la única diferencia es que para ella cada golpe puede ser más fatal que para cualquiera de nosotros. Incluso si no la golpea directamente—su preocupación fue más que evidente.

El nerviosismo del gremio—aún más del alquimista—fue clara como el agua.

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—¡Eh mujer! ¿Dónde te has metido? —la ruda forma en la que hablaba ese niño de ocho años—dos años más que ella— sumado a su hostil aspecto hacían que se encogiera más detrás de los arbustos, un trueno se escuchó. Tenía miedo y eso había atraído una tormenta más grande de lo usual.

—Vamos Juvia sé que estás ahí—hablo el niño cuando vio a los arbustos moverse.

La niña se asomó sobre su las plantas dejando apenas ver su rostro—Juvia no quiere ir Gajeel-kun, le da miedo el pueblo. Siempre la corren de las ciudades porque atrae la lluvia—se lamentó sin hacer amago de moverse de su escondite.

—¡Escúchame mujer! Solo lo diré una vez—su voz sonaba tan decidida que la niña no pudo evitar alzar la cabeza de su escondite—¡Si alguien intenta ponerte una mano encima se las verá con migo el Dragon de hierro! —Dijo alzando los puños—Porque ahora la mujer de la lluvia no está sola ¿Entendido? —dijo con un deje de ternura en su voz.

Los sonidos de un llanto lo alarmaron.

—¡Oe! ¿E-estas bien? ¡N-No quería que lloraras…!—dejo de hablar cuando sintió un par de brazos rodear su cuello.

—¡Gracias! Gracias…Muchas gracias Gajeel-kun desde que está contigo Juvia ya no se siente sola—dijo mientras enterraba su rostro en el cuello del niño.

Gajeel sonrió libremente al saber que la niña no lo podía ver.

—¡Pues claro mujer! —su extraña risita lleno el ambiente—¿Para que esta la familia?

Juvia sonrió como Gajeel nunca la había visto sonreír y no pudo evitar pensar que nunca había visto algo tan bonito.


Porque la primera vez que Juvia se sintió en casa no fue en Fairy Tail ni mucho menos con su adorado Gray-sama, la primera vez que Juvia se sintió en su hogar fue en medio de un bosque con la fuerte lluvia golpeándola cubierta de barro y lodo mientras abrazaba a un fiero Dragon. Ahí Juvia verdaderamente se sintió feliz.

Y la primera vez que Gajeel vio algo más que oscuridad después de la partida de Metalica fue en la inocente sonrisa de la niña dedicada únicamente a él. Justo ahí se sintió seguro.

Aquel día de tormenta cubiertos de barro y lodo hasta los huesos la mujer de la lluvia comprendió que si tenía un lugar al cual volver, un lugar donde era sumamente feliz. El Dragon entendió que tal vez no todo era oscuridad y miedo que había luz incluso en la peor de las tormentas y que esa luz era la más hermosa de todas. Solo había algo que realmente comprendían y aceptaban a tan corta edad algo había hecho que se encontraran hace una semana el destino los había puesto ahí, porque Gajeel Redfox no funcionaba sin Juvia Loxar a su lado y Juvia Loxar no sonreía sin Gajeel Redfox.

Solo sabían algo; el destino trabaja muy extraño.

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Confianza.

Eso era lo único que le había pedido Gajeel cuando empezaron a salir, ante todo confianza. ¿Pero cómo podía confiar en el con lo que acababa de decir?

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¿Tuvieron parte favorita?

¿Cual?

¿Que opinan de la situacion?

¿Que tal los pensamientos de Levy?

¿A que creen que se refería Gajeel cuando le dijo "Mi mujer" a Juvia?

¡...Nos leemos pronto!

Sin comentarios me tardare el doble en actualizas (?

 

Hola, Como han estado mis amores?

Primero que nada pido disculpas por la horrorosa tardanza, como dije antes no he estado muy bien de salud y el doctor solo me ha dado una hora al día en la computadora para poder mejorar la salud de mis ojos, ¡Pero afortunadamente he encontrado una solución! he de escribir mi borrador en un cuaderno y nuestra querida Made-chan me escribe el resto en la computadora, nos pasamos horas dando los toques finales pero ella tiene a paciencia del mundo. En fin ¡Espero te guste tu regalo Dany!

Y a todos los lectores gracias por su comprencion y paciencia, así como lo bienvenida que ha sido mi historia.

En este capitulo vemos como empezó la relación de Gajeel y Juvia.

¡Espero les guste!

Cap. 4

Lazos.

Las gruesas gotas de agua golpeaban fuertemente contra las ventanas siendo en cielo el escenario de una estruendosa orquesta que rebotaba contra las paredes y se colaba por sus oídos.

—E-entonces —la delgada voz de Lissana se escuchó por sobre la tormenta—Mientras Juvia-chan este afuera ¿Estará en peligro? —pregunto con nerviosismo y preocupación por su compañera.

Gajeel soltó un gruñido de desesperación—¡Si, eso es lo que intento decir! — Soltó con fastidio, Levy quien curaba algunos pequeños raspones en su piel retrocedió ante un grave gruñido. Estaba asustada y herida. Sentía que se quebraría en mil partes en cualquier momento, nunca había visto al Redfox actuar de esa manera tan fría…Bueno tal vez sí. La primera vez que se encontró con Gajeel, aquella horripilante noche que no quería recordar, solo en aquella ocasión lo había visto tan sediento de sangre.

Aquello le revivía un temor olvidado al mismo tiempo que le provocaba aquel extraño sentimiento; celos. Lily, Gajeel y ella misma habían formado una pequeña y muy extraña familia, si bien en un momento no se acomodó a la idea, término aceptando a la maga de agua como un miembro definitivo de su familia. Uno muy extraño si tenía que ser sincera.

Solo una vez había preguntado al Dragon el cómo había conocido a la maga elemental. Los ojos carmín habían mostrado nostalgia y sus labios se habían limitado a soltar "Fue hace mucho…Antes de que hubiera algo" Levy se había consternado, cuando intento hacer otra pregunta se encontró con el hombre dormido con la cabeza sobre su regazo. Eran cosas que en aquel momento, no parecían importar.

Se levanto lenta y amenazadoramente. Estaba furioso.

—¡Voy a ir a buscar a Juvia! —les miro—Ya que aquí parece que a nadie le importa lo que le pase—gruño mientras se acercaba a la puerta.

—¡Gajeel! —la potente voz de Titania se escucho—¡No hables de nosotros asi! Claro que nos importa Juvia, pero primero hay que pensar.

Y eso era cierto. La tormenta había aumentado, era demasiado fuerte y peligrosa.

—Muy bien—dijo mientras ramas arrancadas de su árbol golpeaban las ventanas, la tormenta aumentaba— ¡Yo iré por Juvia y ustedes quédense a pensar!...Solo recuerden quien tiene la culpa de esta estúpida tormenta.

Y con eso ojos del gremio se posaron en el golpeado alquimista.

Un ojo levemente hinchado—que dejaba la promesa de al día siguiente ser de un nada agradable color morado—el labio partido y la nariz sangrante, había recibido miles de heridas peores pero esas dolían mucho más que cualquiera que él recordara.

Estaban cargadas de culpa.

La ira había hecho que se lanzara sobre el Dragon pero tan pronto su mente reacciono en lo que le había hecho a la frágil maga su cuerpo se limitó a recibir los golpes de furioso hombre hasta que fue soltado. La voz de Lucy se escuchó por primera vez en algún tiempo:

—Gajeel…¿Juvia sabe lo que le causa los rayos, no? —El Dragon paro en seco justo antes de abrir la puerta—En ese caso estoy segura de que tendrá cuidado, ¡Tal vez allá ido a casa a descansar! — la palabra llorar sería sin duda más precisa, pero su voz sonaba animada intentando aligerar el ambiente.

La sorpresa del gremio fue palpable cuando el rostro del fiero hombre por un segundo—incluso tal vez menos—se reflejó la tristeza y preocupación.

—¿No lo sabe? — Soltó Gray que al no recibir respuesta más que una mirada culpable y furiosa siguió —¿Cómo no va a saberlo? ¡Tiene que saberlo! ¿O es que solo nos estas asustando con puras especulaciones tuyas? —dijo a la defensiva aunque esperaba de verdad que no fuera más que ello.

—¡Por supuesto que no lo son! —rugió y estuvo a punto de soltar algo de su colorido vocabulario hasta que en su mente apareció la reprobatoria mirada que Levy seguro pondría.

—¿Entonces qué es? —Grito—¡Si tú lo sabes es porque obviamente ya ha pasado antes! ¡¿Cómo no iba ella a saberlo?! —eso era sin duda un punto a su favor.

Gajeel cayó un momento debatiendo mentalmente si debía o no contar aquello que a sus ojos era tan personal, finalmente dijo:

—Ha ocurrido dos veces—explico—en las dos Juvia despertó como si nada hubiera pasado, creí que sería mejor no recordárselo.

Levy observo a su prometido y comprendió de inmediato el trabajo que le costaba a contar aquello.

— ¿Dos veces? ¿Qué no has dicho que una podía ser mortal? —inquirió Erza con voz firme.

Pero el de ojos rojos apenas y la escucho su mente lo llevo hasta años atrás. Cuando no había nada.

— Claro que puede—dijo mirando duramente a la pelirroja—. Dudo que el cuerpo de Juvia aguante otro impacto así.

Camino por el estrecho camino del bosque procurando no resbalar con el lodo y el barro, tembló un poco estaba completamente empapado y la torrencial lluvia no ayudaba en nada. Pateo una piedra, eso solo hacía que quisiera acabar aún más rápido el trabajo. Podría tener la apariencia de un niño, pero al encontrarse solo y abandonado descubrió que solo había una forma de seguir con vida en ese mundo tan cruel, solo había una forma de persistir. Ser igual de cruel. Tal vez tuviera ocho años pero sus manos estaban más manchadas que las de muchos.

Él era Gajeel Redfox asesino a sueldo, su objetivo: El demonio de la lluvia.

Chasqueo la lengua recordar aquello le era frustrante.

—La primera vez que ocurrió fue cuando conocí a Juvia, estaba espantada. Aterrada tal vez—callo un momento pensando en si sería prudente decir lo siguiente—…Ella huía de mí.

—¿De ti? —pregunto Levy con voz tenue—¿Por qué? —expreso lo que todo el gremio

pensaba.

Los ojos rojos la enfocaron y mostraron culpa.

—Era mi trabajo— soltó—en lo único que parecía ser bueno, lo único por lo que me buscaban—suspiro—Me mando a llamar el jefe de una aldea, no había parado de llover en meses. Los aldeanos se habían dado cuenta de que la causaba, era lo que en la región llamaban: El demonio de la lluvia.

Agudizo el oído. Ya lo tenía, ese tipo al que llamaban demonio tenia los días contados, sería un trabajo rápido lo tomaría por sorpresa. Nunca sabría que paso, subió a un árbol y espero, no tardo más de un minuto cuando lo vio, una pequeña figura enfundada en una capa gris.

Se acomodó mejor en su lugar—¡Tetsuryū no Gōken! —grito y vi complacido como el lugar donde anterior mente se encontraba la figura se había vuelto prácticamente nada, sonrió orgulloso eso había sido pan comido.

Claro, pan comido hasta que a sus prestigiados oídos llego el sonido de silenciosas y apuradas pisadas. Chasqueo la lengua eso era una molestia, no solo había empezado a llover más fuerte si no que ahora se escuchaban a la lejanía rayos chocando contra la tierra. Aquel hombre no solo era enano, era una molestia, no perdió más tiempo salió disparado detrás de la sombra que se empezaba a perder a lo lejos. Cuando considero que estaba a una distancia prudencial se preparó para volver a atacar, el círculo mágico apareció a sus pies—¡Tetsuryū no Gō…—Un chorro de agua apenas lo suficientemente fuerte para empujarlo un metro si fue lo suficientemente eficiente para tirarlo de la rama en la que se había trepado.

Obviamente había cosas que ni siquiera su rival pudo haber predicho como el hecho de que en su intento por no ser tirado del árbol solo se impulsó hacia adelante…Cayendo a los pies de la pequeña persona que temblaba de pies a cabeza y que al verlo solo pudo atinar volver a correr, pero el niño fue más rápido se puso de pie y haciendo uso de la cabeza que le sacaba lo tomo de capucha de su pequeña capa haciendo que sus pies se tambalearan de un lugar a otro en busca de tierra firme.

—¡Vaya que has sido una molestia!—Gruño mientras le daba la vuelta para verlo de frente—¡Pero no te preocupes pequeña escoria! ¡Seré piadoso y acabare contigo…—sus ojos por fin captaron entre la negrura de la noche y las gruesas gotas de lluvia las ligeras facciones, sus delgados brazos alrededor de un muñeco Teru Teru Bozu y sus ojo, esos ojos azul oscuro que al igual que el resto de su cuerpo temblaban de horror y miedo, pero el vio algo más vio la profunda soledad de sus ojos reflejados en los de ella. Si ella, la misteriosa figura era una niña escuálida y empapada con ojos cual farolas solitarias y abandonadas —...Rápido..—susurro al perder fuerza su voz.

Con ojos tan solitarios y abandonados como los suyos.

Y ahí Gajeel tuvo el fugas pensamiento de que al fin habría "algo" en su vida.

Pero tan fugas como vino...Se fue.

Hola de nuevo!

Una pequeña aclaracion:

*Teru Teru Bozu; muñeco de trapo que trae Juvia al principio de la serie y segun recuerdos de esta también desde niña, el cual tenia el propocito de detener la Juvia.

Espero les haya gustado y puedan perdonar mi tardanza, como dije parece que mi querida amiga y yo hemos encontrado una forma para que eso no vuelva a suceder.

Me harían muy feliz si me contestaran estas sencillas preguntas:

¿Les gusto el capitulo?

¿Tuvieron parte favorita? ¿Cual?

¿Que opinan de la situación?

¿Creen que le pase algo a Juvia?

¿Que piensan de Gray?

¿Como creen que se toma Levy las cosas?

¿Les gusto el recuerdo de Gajeel?

¿Que opinan de que la primera vez que se vieron fuera en esa clase de situaciones?

Besos.

¡...Nos leemos pronto!

Este fic se alimenta de reviews alimentalo para que crezca fuerte y sano (:

 

Hola! Como han estado mis amores?
La momento la tardanza tenia un ligero problema pero ¡Hey, estaba vez fue solo un mes! No fueron tres como la ultima vez que enferme.
A causa de sus peticiones tanto aquí como en otros foros en este capitulo podemos ver mas de el primer encuentro de Gajeel y Juvia. ¡Oh y las parejas empezaran a tener un papel mas activo en la historia!
Gracias por sus comentarios, me gustas etc.
Espero les guste.
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Palabras del capitulo; 1720
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Aclaraciones:
Cursivas son recuerdos.
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Cap. 5​

Los hilos del recuerdo​

Silencio. Solo el sonido de la lluvia mesclado con las respiraciones entrecortadas y a coro de los miembros del gremio, no es como si pudiera culparlos. Él haría lo mismo de estar en su lugar, pero no lo estaba.

Podía sentirlas miradas sobre si, muchas de ellas reclamándole, otras buscaban explicaciones y unas pocas lo miraban casi con pena compadeciéndose de lo que la vida lo había llevado a hacer.

Él no sabía cuál era más molesta.

— ¡Entonces fue tu culpa! La primera vez que paso fue tu culpa ¿No? —soltó Gray frustrado.

Gajeel bufo, no necesitaba que se lo recordaran de esa forma y menos el causante de todo esto.

—Gajeel—demando Erza su atención—¿Cómo exactamente paso el accidente?

Sabiendo que no podría irse de ahí sin terminar de contar y forzándose a confiar en que su amiga se habría refugiado en algún lugar continuo.

—La había atrapado— soltó mientras notaba el leve estremecimiento de Levy, era obvio que no era el único que recordaba cosas que quería olvidar— la mire de pies a cabeza por un momento, estaba listo para terminar el trabajo—las miradas de horror reflejadas en los ojos de los miembros más alejados del gremio lo decían todo— .Me distraje por un momento y ella escapo—Explico, era mejor decir que se distrajo un momento a que sus repentinas reflexiones le dieron la oportunidad de escapar.

Soltó un bufido cansado, casi podía recordar el dolor de trasero que había sido Juvia aquel día—La perseguí por un buen rato hasta que finalmente paso lo inevitable…Atrajimos un rayo.

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Maldición, maldición ¡Que idiota! Ya lo tenía. ¡Pero no! ¡Había tenido que fantasear con tonterías!

Siguió maldiciendo mentalmente mientras corría tras el apenas perceptible rastro que era borrado por la lluvia. Cuando finalmente sus miradas se encontraron el Dragon estuvo seguro de una cosa, esa niña corría por instinto.

Por el ancestral miedo a la muerte. No por que deseara seguir con vida…Era casi como si esperara que alguien le diera el golpe de gracia pero a su vez no podía quedarse quieta para recibirlo.

Casi como él.

No importaba cual fuera la situación tenían que terminar con aquella persecución.

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Al terminar aquella línea Gajeel guardo silencio dispuesto a levantarse y partir en busca de la mujer.

—¿A dónde crees que vas? —Dijo Erza con voz potente—Tienes cosas que aclarar.

El hombre de ojos carmín se limitó a gruñir por lo bajo, era fastidioso.

—“¿A dónde?” Dices ¡¿Dónde más?! ¡A buscar a Juvia claro! —exclamo más que harto.

¡Por Mavis! ¿Qué tan olvidadiza era esa gente? No era una tarde de historias, era tiempo de que todos levantaran sus flojos traseros y buscaran a Juvia antes de que fuera demasiado tarde.

—¡Estoy harto de estar aquí sentado! —grito golpeando la mesa y destruyéndola en el acto, luego se giró hacia el alquimista—Escúchame hielito, por tu bien espero que el mayor daño que saque Juvia de esto sea terminar empapada ¿Escuchaste? —pronuncio a centímetros de su cara.

Gray chasqueo la lengua furioso podía sentir las miradas de todos sobre el otra vez, ¡Vale lo aceptaba! Había metido la pata hasta el fondo ¿Pero qué culpa tenia? Él no había pedido que la maga tuviera esos sentimientos por él, es más había intentado una infinidad de veces que la chica dejara lo que en un principio considero como una nada sana obsesión.

—¡Deja de mirarme así! Yo no tengo la culpa de que haya salido corriendo—Mascullo.

Levy observo como su prometido se alejaba un poco del mago de hielo para volver a acercarse con un aire casi irónico. Juraría que si bien no deseaba que pasara a Gajeel le gustaría ver la reacción de Gray si llegaba a suceder lo que él hacía sonar como una tragedia.

—Como gustes “Gray-sama”—casi escupió las palabras de su boca— disfruta del sonido de eso nevera con patas…¡Por que tal vez no lo vuelvas a escuchar!

Y junto con un fuerte trueno desapareció por la puerta.

—¿Que estamos haciendo aquí? — Soltó Natsu a gritos con su típico entusiasmo—¡Busquemos a Juvia!

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La niña lo vio he hizo lo de siempre, correr. Pero el cansancio y la fatiga hicieron su trabajo su nublada vista la hizo tropezar y caer de lleno al piso.

Esta vez no había salida, se dio la vuelta observando el árbol seco sobre ella y el sonido de los rayos alrededor.

Gajeel empezó a caminar con paso apresurado hacia ella cuando lo vio un enorme y gigantesco rayo dirigirse hasta donde la pequeña maga intentaba ponerse en pie con ayuda del árbol sin resultado alguno.

Su cuerpo reacciono solo como si el salvarla fuera la cosa más natural para él, como si estuviera programado para eso—¡Tetsuryūkon!—grito y en un segundo su brazo se transformó en un enorme bastón de hierro.

Recibiendo la mitad del impacto.

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Era imposible ver más allá de su nariz, ese fue el primer pensamiento lógico que cruzo la cabeza de todos los miembros del gremio tan pronto pusieron un pie fuera. Sin embargo Gajeel ya no estaba ahí, se había ido en busca de la causante de la tormenta.

—Tal vez deberíamos volver al gremio por algo con lo que cubrirnos…Es imposible buscar algo así—murmuro Lucy temblando junto a Lisanna bajo la pequeña protección de uno de los techos sobresalientes del gremio.

Natsu observo a sus dos amigas temblar a causa del agua helada. Igual que todo el gremio. Suspiro mientras miraba al único que al igual que él a quien el frio no afectaba.

—Lucy, Lisanna—las llamo con una nueva idea en mente—.Regresen al gremio con los demás y busquen algo con que cubrirse—indico mientras una sonrisa se ensanchaba en su rostro—.Luego vuelvan a buscar a Juvia…¡Ah y que alguien se quede en el gremio por si Juvia vuelve!

Las dos chicas se miraron entre si —Esta bien pero…—empezó a decir Lucy— ¿Qué harás tú? —completo Lisanna.

En respuesta el Dragón de fuego sonrió a un más antes de pasar un brazo sobre el alquimista atrayéndolo hacia sí mismo, casi evitando que escapara.

—¡Gray y yo vamos a buscar a Juvia!—Dijo sin borrar la sonrisa de su rostro, la cara del susodicho fue lo más cercano a un poema—¡Después de todo no nos molesta el frio!—comento contento. —Además…—soltó con voz repentinamente seria pero sin perder su alegre expresión—Gray tiene que disculparse—.Y sin dar tiempo a reclamos salió corriendo del lugar.

—¡Nos vemos! —Grito a la distancia mientras las dos magas se miraban con extrañeza, Natsu era todo un misterio.

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Un gemido débil de dolor salió de sus labios mientras su cuerpo volvía a trabajar, estaba despertando. Sentía su cuerpo hecho polvo, completa y totalmente molido. Incluso chamuscado tal vez.

¿Qué había pasado? ¿Dónde estaba?

Oh cierto, había ido de misión. Estaba persiguiendo a su objetivo por el bosque, su objetivo no era un demonio, ni mucho un adulto era una niña frágil y pequeña ¿Y luego? Ah sí…Luego los había impactado un rayo.

O mejor dicho él se había puesto en el camino del rayo. ¿Por qué? Por la pequeña y famélica niñita que le recordaba más de lo debido a él mismo.

Se obligó abrir los ojos, la luz del alba se veía al horizonte. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Horas? ¿Días? El agua aun golpeaba su piel aunque con mil veces más suavidad, observo a su alrededor, las ramas rotas del árbol seco que había recibido la otra parte del impacto junto con la niña a sus pies. Decidió que solo habían pasado horas, no se comería la cabeza en eso.

Con dificultad se levantó dispuesto a irse. Su objetivo debería de haberse levantado horas antes después de todo había recibido menos el impacto que él después de eso tal vez salió huyendo, eso sería la explicación razonable del por qué la lluvia disminuía cada vez más.

Pero no.

La razón apareció ante sus ojos con la forma de una chiquilla inconsciente a los pies del árbol, tan empapada como él. Su cabeza maquino a mil por hora si debía acabar la misión ahora. Decidió que no.

Estaba demasiado cansado y lastimado como para gastar energía en eso. Solo era por eso, se dijo, solo por eso. Sin más y con paso lento salió de ahí.

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—¡Juvia! ¡Mujer! ¿Dónde estás? — la desesperada voz de Gajeel llego a sus oídos una media hora después de haber salido en su búsqueda. Sin pensarlo mucho la siguieron con la esperanza de encontrarlo.

La lluvia seguía siendo fuerte y su visión era limitada. Natsu solo podía guiarse a sí mismo y a Gray por el leve rastro de olor entremezclado con el agua. De la misma forma que probablemente hacia Gajeel para localizar a Juvia.

Cuando al fin encontraron la silueta del hombre no fue más que para presenciar como el Dragón de Hierro corría hacia la encogida figura de Juvia baja un árbol con uno de sus brazos convertido en un enorme bastón.

Déjà vu, pensó Gajeel al recibir otra vez la mitad del impacto.

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Camino sin rumbo fijo por un par de horas con una sola cosa rodándole en la cabeza, la pequeña mujercilla inconsciente bajo un árbol, la lluvia cada vez se volvía más ligera y un pensamiento fatal cruzo su mente.

¿Y si la chiquilla estaba a punto de morir? ¿Y si su poder mágico había llegado a su límite al igual que su debilucho cuerpo?

¿Él dejaría que eso pasara?

Eso tampoco tuvo que pensarlo mucho sus pies reaccionaron solos con tal rapidez que por un momento olvido el dolor de su cuerpo. Era estúpido, tal vez la mujercilla ya no estaba allí.

Pero si estaba, tirada en el piso frio y húmedo en la misma posición y sin rastros de siquiera haberse movido.

¿Y ahora qué? Solo había venido a cerciorarse de que estuviera viva, bueno aun lo estaba el pulso apenas perceptible por sus prestigiados oídos lo confirmaba ¿Debería irse? ¿Dejarla sin más esperando a que el tiempo terminara su trabajo?

Un gemido de dolor salió de la garganta de la niña aun dormida.

Si la dejaba ahí era probable que no despertara o que se la cenaran los lobos. Con un suspiro cansado avanzo hacia ella y la tomo en brazos.

Todo el cuerpo le dolía y caminar era un martirio por sí solo, el peso extra no ayudaba para nada pero…La ligera y silenciosa respiración de su acompañante le tranquilizaba más de lo debido.

Fue entonces cuando Gajeel comprendió que estaba perdido.

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¿Y que les pareció? Personalmente este es uno de mis capítulos favoritos hasta ahora, lo llevaba planeando desde hace mucho.

Una vez mas mil disculpas por la tardanza pero que quede claro que NO voy a abandonar la historia.

Ahora si mi parte favorita, preguntas, preguntitas:

¿Les gusto?
¿Tuvieron parte favorita? ¿Cual?
¿Que opinan de la situación?
¿Que les pareció los recuerdos de Gajeel?
¿Que opinan de la actitud del Gremio?
¿Y la de Natsu? ¿Creen que planee algo?
¿Y de Levy? ¿Como creen que se este tomando o como se tomara las cosas?
¿Creen que Juvia y Gajeel resulten heridos?
¿Que piensan es lo "fatal" que le pasara a Juvia?
¿Que pasara ahora?

Espero de corazón que les haya gustado y que me dejen un comentario con sus opiniones.

Besos.

¡...Nos leemos pronto!

 

Hola! Como han estado mis amores?
Primero que nada disculpen la tardanza, lo cual es irónico por que este capitulo estuvo listo tres días después del primero...¡Pero en fin! Esas cosas pasan.
Este capitulo se va a la lista de mis favoritos, ame escribirlo de mil y un maneras, si bien tal vez el principio este un poco tedioso (es eso o que de tanto leerlo ya me lo aprendí) les puedo apostar que después de la mitad se estarán comiendo las uñas o por lo menos así termine yo.

Bueno ya fue el turno de Levy y si bien no he planeado aun un capitulo dedicado a él ¡He aquí algunos de los pensamientos de Gray!
Sin mas dramas, los dejo leer.
¡Espero les guste!

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Palabras del capitulo: 3, 142 (¿Se nota que me pique escribiendo?)
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Cap. 6

Pasado.​

Sintió un agudo dolor recorrer todo su cuerpo mientras su mente luchaba por no caer al mundo de la inconciencia. Tal vez mas tarde se lo permitiría, ahora no, ahora tenía que asegurarse de que Juvia se encontrara bien y llevarla a un lugar seguro.

El mero intento de levantar su cabeza del piso dio la repentina y fuerte sensación que el mundo daba vueltas a su alrededor, conteniendo las ganas de quedarse botado en el suelo se sentó sobre la tierra mojada.

—¡Juvia! ¡Gajeel! ¿Están bien? —Escucho al mago de fuego gritar a su espalda.

Con dificultad se levantó sostuvo su cabeza con una de sus manos y como respuesta a la pregunta formulada se limitó a caminar en dirección a la maga.

Tres días. Tres días habían pasado desde que el destino lo había juntado con la criaturilla, dos y medio desde que la mujercilla —como cariñosamente le había apodado a falta de un nombre—se encontraba inconsciente bajo su cuidado.

Entro con lentitud a la cueva que le servía de refugio, sin casa o lugar al cual regresar lugares así era lo más cercano para alguien como él a un hogar. Se quitó la empapada capa y la aventó sobre una roca cercana, con paso firme camino hasta el final de la cueva donde la luz de una lacrima iluminaba un poco la improvisada habitación donde descansaba la niña, sentándose a un lado de ella tomo el termo lleno hasta el tope de agua de lluvia con una mano y con la otra levanto la cabeza de su acompañante dándole el agua en pequeños traguitos, era una tarea demasiado delicada muy diferente a las cosas que acostumbraba.

¿Qué haría ahora con la mujercilla? No podía conservarla, no era un perro o alguna mascota. Y no importara cuanto se hubiera acostumbrado a la muda, casi inexistente compañía y a la responsabilidad de cuidar de alguien más, tan pronto como lograra dar más de tres pasos por si misma se iría.

Boca arriba, con las puntas del cabello chamuscado, completamente sumida en el mundo de la inconciencia y el dolor Juvia se encontraba completamente ajena a lo que sucedía a su alrededor. Nunca pudo observar a un tambaleante Gajeel acercarse a ella y tocar su rostro con suavidad aliviado de escuchar el leve golpeteo de su corazón, jamás se enteraría de las temblorosas manos de Gray junto con el brillo de preocupación de sus ojos al verla de aquella manera o la extraña expresión de Natsu con ojos de preocupación y una sonrisa satisfecha adornando su rostro al haber comprobado sus sospechas.

—Debemos llevarla al gremio, tal vez Wendy pueda hacer algo con ella— dijo con voz pausada el alquimista—…Con ambos—se corrigió—, tu tampoco estas en buen estado— soltó mirando al Dragon de Hierro.

Gajeel se agacho un poco más dispuesto a tomar a la mujer en brazos, no confiaría su cuidado a nadie más —con la excepción de Wendy—por el momento.

—¡Oe, Gajeel! ¡No creo que eso sea una buena idea! —Hablo Natsu mientras se retiraba el empapado cabello del rostro.

Un par de ojos rojos lo miraron con lo más cercano al odio sin embargo le permitió continuar.

—Apenas puedes ponerte en pie, sería peligroso si tropiezas por ahí con ella en brazos—nunca dijo un “Solo pondrías peor a Juvia” pero quedo suspendido en el aire—¿No crees?

Después de pensarlo un segundo y tragándose todo su orgullo el Redfox acepto.

—¡Muy bien! Hay que apurarnos —Soltó con entusiasmo—¡Gray ven aquí! —llamo a su amigo quien se había retirado un par de metros, en cuanto lo tuvo a un lado volvió a sonreír de oreja a oreja, por supuesto que estaba preocupado por Juvia pero ella era una maga de Fairy Tail y un simple rayo no podría con ella. Además estaba seguro que Juvia le agradecería lo que estaba haciendo.

—Gajeel apenas puede caminar, yo lo ayudare a él—expreso con voz decidida, luego volvió su vista al mago de Hielo—Gray tu toma a Juvia y ve al gremio lo más rápido que puedas.

La reacción de los implicados fue un poco retardada y cuando finalmente de los labios del Fullbuster se empezaba asomar un “¿eh? La potente y enfurecida voz de Gajeel exploto.

—¡Ni lo sueñes llamita! —rugió—Creo haberles dicho que no se volvería a acercar a Juvia ¿Es que no fui lo suficientemente claro?

Gray lo miro con fastidio.

—Por supuesto que fuiste claro, ¡Dejaste muy claro que si me volvía a acercar a “tu mujer” me matarías! ¿No? Claro que entendí el punto, te apuesto a que Levy lo entendió también—escupió.

Molesto y con a cabeza a punto de reventar Gajeel estaba seguro de que si alguna palabra más salía de los labios del de ojos azules lo mataría a golpes.

Natsu pareció notarlo tambien.

—¿Ven? Es por eso que no puedo dejarlos solos ¡Se matarían entre ustedes! Además cuando Juvia despierte querrá verlos a ambos ¡Y no podrá si se están matando en algún lugar del bosque!

Camino hacia la chica y la tomo en brazos.

—Ten—dijo cuanto tuvo enfrente al alquimista—Llévala al gremio lo más pronto que puedas y has que Wendy la trate—con indecisión el otro par de brazos tomo el cuerpo de la joven.

El pelirrosa se acercó a Gajeel e hizo que este pasara un brazo sobres sus hombros.

—Vámonos de una vez—dijo más sonrió con gracia antes de agregar—¡Si algo le pasa a Juvia Gajeel y yo te moleremos a golpes! —Al ver que el otro había detenido su marcha soltó—¿Qué esperas? ¡Mueve tu congelado trasero nevera con patas!

La silueta de del chico y su valiosa carga empezó a desaparecer en la oscuridad. Nadie pudo ver la sonrisa extendiéndose por el rostro de Gray. Sin duda Natsu estaba loco.


Sentía sus parpados pesados y la garganta rasposa, el ambiente a su alrededor estaba húmedo y su ropa extrañamente seca ¿Dónde estaba? El sonido de la lluvia afuera le indico que tenía que ser el interior de algún lugar ¿Pero dónde?, con lentitud abrió los ojos acostumbrándose a la tenue luz. Se sentó con cuidado en el lecho de hojas verdes que estaba segura ella no había fabricado, un trapo blanco se deslizo de su frente a su regazo, estaba húmedo. Fue cuando Juvia comprendió; alguien la había estado cuidando, la había colocado en la mullida e improvisada cama, la había arropado y aparentemente le había tratado alguna fiebre.

Alguien no, él. En una de las paredes de la cueva completamente sentado recargando su peso contra la fría superficie y con los ojos cerrados. Gajeel Redfox dormiría a un lado de ella.

Aunque claro, en aquel momento para la mente de Juvia Gajeel no podía ser más que “Un desconocido amable”.

Corrió a todo lo que las piernas le daban, no parecía ser suficiente. Había estado en situaciones así antes, de esas en el que algún miembro de su equipo resultaba herido y él tenía que salir en busca de ayuda lo más pronto posible. Pero nada como esto, sentía que su corazón se saldría de su lugar cada vez que percibía el pálido rostro de su compañera palidecer a un más.

Cuando al fin diviso el gremio la voz para llamar a Wendy y los rezos para que ella estuviera ahí tampoco parecían suficientes.

Gracias a Mavis si lo fueron.

—¡Gray! ¡Wendy está aquí! —se escuchó la voz de Erza desde las puertas del gremio.

El alivio lo inundo de una manera poco sana. Era abrumador.

Pudo escuchar voces a su alrededor.

.—¡Qué bueno que encontraste a Juvia! —algún miembro del gremio soltó desde el fondo.

— ¡Oh, Dios! ¡Pobre Juvia! —la voz de Lucy y Lissana lo seguían de cerca preocupadas por sus dos amigos—¿Qué ocurrió con Natsu? ¿Te ayudo a buscar a Juvia?

—¡Sígame Gray-san! —Wendy se abrió paso entre la gente como pudo.

Solo pudo escucharlas la voz no le salía lo suficiente para contestar.

—¿Viste a Gajeel? ¿Está bien? —La voz de Levy le llego de frente, justo delante de él— No ha regresado y empiezo a preocuparme ¿Al menos Natsu está con él? ¿No hizo nada estúpido? —Levy no lloro ni daba asomo de hacerlo, pero Gray noto de inmediato lo rota y preocupada que estaba. Ella sabía que Gajeel había hecho algo estúpido y solo rogaba por que estuviera bien.

Tenía que encontrar la voz para contestar esa pregunta porque el rostro de la McGarden reflejaba exactamente las mismas emociones que el suyo.

—Está bien— soltó al fin casi empujando las palabras de su boca—.Sígueme, te lo diré de camino.

Y si lo hizo mientras corría a toda prisa con Wendy y Charle adelante y todo el gremio atrás.

La coloco con sumo cuidado en la blanca cama de la enfermería, casi temiendo que se rompiera.

La dragón Slayer del cielo no escatimo en tiempo y de inmediato empezó su labor, pasando su magia por cada rincón del cuerpo de la chica que considerara afectado. De pies a cabeza, una y otra vez por lo que parecieron horas.

—Juvia-san está estabilizada—anuncio al fin con voz cansada—.Estará bien siempre y cuando descanse y no se esfuerce mucho. Tal vez tenga algunos problemas para controlar su magia por algunos meses, sería bueno que se tomara algunas vacaciones o que tomara misiones sencillas con alguien.

Sin más que decir se botó en una silla completamente agotada.

Antes de que cualquier persona pudiera abrir la boca para decir algo la puerta de la sala se abrió revelando tres siluetas.

—¡Mocosos! ¿Qué no puedo dejarlos solos sin que causen un alboroto? —el maestro frunció el ceño examinando la escena, dos de los implicados agacharon inmediatamente la cabeza—Dejemos este tema para después, Gajeel y Natsu ya me han explicado todo. Ahora lo importante es la recuperación de Juvia—dijo con un suspiro.


Wendy aun en contra de las quejas de Gajeel acerca de que estaba bien y solo quería asegurarse de que la mujer estuviera bien, y las de Charle de que ella misma debía descansar, con ayuda de Levy termino de convencer al hombre de recostarse en una cama y dejarse curar, solo manteniéndolo quieto con la ayuda de la otra chica y la promesa constante de que Juvia se pondría bien.

Finalmente el cansancio lo venció, cayo dormido bajo las caricias de la peliazul.

Intento ponerse en pie sin mucho éxito al principio aunque con más suerte después de cuatro o cinco intentos. El repentino cambio de temperatura la sobresalto, bajo las mantas—por que recién había descubierto que no era una sino tres— y con el ligero calor que desprendía la lacrima era apenas perceptible pero estaba helando. Un ligero temblor la sacudió, luego dirigió su mirada al niño que seguía dormido no traía nada encima aparte de su ropa la cuan según observaba no daba ninguna protección contra el potente frio.

¿Es que acaso le había dado todas las mantas a ella aun a costa de morir de frio? Un sentimiento indescifrable se sembró en su pecho.

Tomo una de las mantas con su mano dispuesta a colocársela encima a su acompañante, tan pronto uno de sus pies se alzó y volvió a tocar el suelo apenas haciendo ruido los ojos rojos se abrieron con rapidez. La niña espantada por el repentino despertar pego otro paso hacia atrás solo para conseguir caer sentada.

—¿Te has lastimado?— Fue la única frese que salió de sus labios con un tono completamente inexpresivo—¿Ya te sientes mejor?

Ella asintió con rapidez a las dos preguntas y le tendió la manta que aun sostenía en la mano.

Titubeo antes de hablar.

—Gracias.

Gajeel la miro con cierto brillo en sus ojos antes de tomar la tela y echársela a los hombros.

—Estamos lejos del pueblo por eso el frio—soltó sin más—.Cerca de unas montañas nevadas.

Tomo una de las tres maletas a su lado y saco dos manzanas de amarillo color.

—Ten— le lanzo una de ellas con tanta fuerza que apenas y pudo atraparla—Las compre con el dinero de la recompensa por ti.

Ella lo miro sin comprender.

—Me pagaron por detener la lluvia, la forma más sencilla era matarte—apunto—pero solo te he alejado lo suficiente del pueblo o de cualquier ciudad para evitar que vuelvan a poner un precio sobre tu cabeza—explico.

Ella seguía sin entender. Pero aun así sonrió antes de pegarle un gigantesco mordisco a la manzana.

—No te atragantes—soltó el niño del que aunque ella desconocía su nombre se había empezado a encariñar—Te podrías enfermar—dijo antes de empezar a comer el también. ¿Qué importaba quedarse un rato más con la mujercilla? De todas formas solo había dado dos pasos antes de caer.

Juvia en mucho tiempo se sintió segura y feliz.

Después de unas horas la pequeña maga junto las cejas con extrañeza.

—Hay algo que no entiendo—dijo Wendy esperando que sus mayores se hubieran dado cuenta también—¿Por qué Gajeel-san estaba tan preocupado? —lo último logro llamar la atención de todos los que estaban en la habitación.

—Digo, es cierto que termino herida y necesitara mucho reposo. También el que si no hubiera sido atendida probablemente se hubiera complicado mucho más…Pero nada fue realmente fatal—explico con un hilito de voz.

Algunas miradas se cruzaron como esperando encontrar las respuestas en los otros.

—Tal vez pensó que un tercer impacto sería demasiado para ella—propuso Lucy.

Levy frunció la boca un poco.

—No creo que sea solo eso Lu-chan, se veía muy exaltado—recordó.

—Puede que lo estaba porque de verdad pensó que Juvia podía morir—dijo Gray aun con el miedo acariciándole la espalda.

La menor soltó un bostezo mientras se estiraba en su silla.

—Supongo que todos estaremos más tranquilos cuando haga despertar a Juvia-san y veamos que este en perfecto estado.

—¿Hagas despertar? —pregunto Titania con confusión.

La chica sostuvo a Charle sobre su regazo mientras contestaba.

—Por si sola a Juvia-san podría tomarle hasta tres días o más en despertar pues tendría que sanar por sus propios medios. Yo puedo ayudarla a despertar más rápido, de esa forma podrá tener una buena alimentación y ayudara con su mejoría—explico con una sonrisa.

Las sonrisas no se hicieron esperar.

—¡Eso es genial Wendy! —soltó Natsu haciendo avergonzar a la chica con los halagos.

—No es para tanto—dijo con voz avergonzada—Claro que tendrá que ser mañana, aunque me gustaría hacerlo hoy mi poner mágico es casi nulo y ella también necesita descansar.

—Claro no te sobre esfuerces, ya has hecho mucho—dijo la maga de escritura solida—Ustedes vayan a descansar, yo me quedare a cuidarlos—al percibir el posible reclamo de la rubia agrego—.Estaré bien dormiré en la cama extra.

—Muy bien entonces vendremos a primera hora, estoy segura de que se alegrara de vernos a todos al despertar—dijo Lucy después de despedirse.

Levy no pudo dormir mucho esa noche, pero para su consuelo el día no tardo en regresar y con él sus amigos. No se sorprendió mucho de que el primero en presentarse con un movimiento de a modo de saludo para luego y se plantarse en una silla fuera Gray. Ya lo veía venir.

Alrededor de una hora después todos estaban reunidos en la enfermería.

—Sera mejor que despierte a Gajeel—dijo Levy mientras se dirigía a la cama del dragón.

Unos minutos después Gajeel informado e igual de terco que siempre estaba de pie a un lado de la cama de la joven.

—Muy bien, es hora de decirle buenos días a Juvia-san—dijo Wendy con alegría empezando su labor.

Repitió el mismo proceso que el día anterior centrándose esta vez en la cabeza de la chica, el trabajo duro alrededor de una hora más. Finalmente la dragona retrocedió y como respuesta a la pregunta de todos sonrió.

Un débil quejido salió de sus labios mientras sus ojos empezaban a abrirse con lentitud. Mientras terminaba de despertar se incorporó en la cama levantándose con dificultad.

Entonces abrió los ojos completamente.

La expresión de sorpresa y perplejidad inundo casa una de sus facciones.

—¿Dónde está Juvia? —Pregunto junto con un ligero quejido de dolor.

—Estas en el gremio Juvia, Gray te ha traído a salvo y estarás bien—Dijo el maestro señalando la marca del gremio que descansaba sobre el ventanal— Ya estás en Fairy tail.

La respiración de la chica se aceleró.

—¿Quiénes son ustedes? —Murmuro—¿Cómo llego Juvia aquí? —tanta era su extrañeza que no reparo en Gajeel.

—¿Juvia-san? —Dijo Wendy con preocupación mirando a los demás.

En un desesperado intento por levantarse la muchacha cayó al piso descubriendo horrorizada todas sus heridas—¡¿Qué le han hecho a Juvia?! —Su voz más que furiosa sonaba aterrada y se aferraba a si misma con tanta fuerza que se había arañado los brazos.

Cuando los demás intentaron acercarse ella intento defenderse con el uso de su magia que tal y como había predicho Wendy no respondió. Entonces chillo como un animal herido.

—¡Esperen a que el gremio de Juvia se entere de esto! ¡Pagaran por haberse metido con un miembro de Phamtom Lord! —soltó encogiéndose más en un rincón y luego un momento después como si hubieran cambiado de persona la mujer se levantó como si el dolor no existiera, con el pecho inflado de orgullo y una voz que recordaba más a la antigua Juvia advirtió:

—Por su bien será mejor que dejen ir a Juvia…—Mirando a todos de frente y sin esperar respuesta continuo— Yo no quisiera ser ustedes cuando Gajeel la vea así ¡Los aplastara como a insectos! —Grito con una seguridad que por un segundo hizo olvidar a todos el lugar y con quien están hablando.

La maga elemental cerró su puño fuertemente antes murmurar—Gajeel-kun seguro vendrá—su voz tan baja y débil apenas fue escuchada.

Ante el último comentario las miradas se centraron en el Redfox.

Con paso firme y una mirada indescifrable Gajeel avanzo hasta quedar frente a frente con la mujer.

Trago antes de hablar.

—Juvia—La llamo.

La mujer lo miro de pies a cabeza al menos dos veces solo para encontrarlo tan herido como ella. La preocupación la rebaso. Pero la tranquilidad de su amigo solo la confundió.

—Gajeel…¿Qué ocurre?

“—Como gustes “Gray-sama”—casi escupió las palabras de su boca— disfruta del sonido de eso nevera con patas…¡Por que tal vez no lo vuelvas a escuchar!”

Las palabras de Gajeel aparecieron en su cabeza con un nuevo significado. Juvia no recordaba Fairy Tail, no recordaba la batalla donde se conocieron, no lo recordaba y no recordaba el cielo azul; Juvia ya no estaba enamorada de él.

Y por razones que no podía comprender Gray se sintió desfallecer.

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¡Oh, cielos! Como ame escribir esto, fue tan genial. Espero les haya gustado a ustedes de la misma manera.
Agradezco los comentarios y la aceptación que a tenido la historia ¡Muchas gracias!


¿Les ha gustado?
¿Tuvieron parte favorita? ¿Cual?
¿Que les parece la actitud de Gray?
¿O la de Levy?
¿Y la de Natsu?
¿Les han gustado los recuerdos?
¿Que opinan de la situación?
¿Que piensan de Juvia?
¿Como creen que actuara ahora?
¿Que piensan que hará Gajeel?

Me despido.
Besos.
¡...Nos leemos pronto!

 

Hola! Como han estado mis amores?

Primero que nada disculpen la tardanza pues se que no es la forma correcta de agradecerles lo bien recibida que ha sido la historia.

Espero les guste, ¡Cada vez se ven mas los sentimientos de Gray!

Sin mas dramas, los dejo leer.

¡Espero les guste!

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Palabras del capitulo; 2,088

Aclaraciones:

Cursivas son recuerdos.

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Cap.7

Memorias.

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El pánico reino en aquella habitación tan rápido que apenas y hubo tiempo para procesar que paso. La atención de todos estaba puesta en las dos personas que se encontraban a lado de una de las camas mirándose fijamente.

—Gajeel… ¿Qué ocurre? —Pregunto la joven con el miedo y la furia asomándose en sus azules ojos—¿Ellos te han hecho esto también?...¡Juvia está segura de que así fue! —Soltó mirando con ira al resto de las hadas.

Se acercó al hombre que seguía de pie delante de ella sin soltar palabra, completamente inmóvil. Lo tomo del brazo dándose fuerza a sí misma, solo consiguió darse cuenta que ambos temblaban de pie a cabeza de una manera apenas perceptible.

Gajeel soltó un suspiro cargado de nerviosismo, maldiciéndose mentalmente del por qué esas cosas parecían buscarlo específicamente a él. Era frustrante. Miro a su vieja amiga preguntándose de que forma debería actuar y que debería hacer ahora, opto por lo que le sonaba más lógico; actuaria de la forma en que Juvia lo recordaba pero intentaría explicarle las cosas con calma.

—Juvia—la llamo tomándola de los hombros con fuerza y viéndola de frente, hundiéndose en la mirada repentinamente fuerte y decidida de la mujer. Como si estuviera lista para derrotar a todos y largarse de ahí.

Ante su voz todos se pusieron rígidos y expectantes.

—Fairy tail no nos ha hecho esto—explico mirándola con firmeza, dudo un poco antes de continuar—Al contrario… Ellos nos han ayudado.

El rostro de la maga elemental fue un poema de contradicciones. Su rígida expresión fue cambiada por desconcierto.

—¡Juvia no puede creer eso! —Sentencio con aquel tono de voz que tenía tanto tiempo nadie escuchaba—¡El maestro ha dicho que Gajeel y Juvia no deben confiar en ningún otro gremio! —Grito mientras se zafaba del agarre del hombre y colocaba sus brazos en su pecho a modo de protección, lista para defenderse.

La mujer dirigió una mirada recelosa al grupo de magos frente a ella, examinándolos. Definiendo cual sería el primero a derribar para irse de ahí, observo los rostros que la miraban con extrañeza y una rara mezcla de tristeza. Nunca había desconfiado de Gajeel desde el momento en que lo conoció. Jamás. Y no lo haría ahora, sin embargo sus palabras eran tan extrañas.

Aquellas caras desconocidas mostraban una preocupación que ella no recordaba haber visto en nadie aparte de su fiel amigo, una preocupación hacia ella. Dirigida a la mujer de la lluvia a la que nadie quería salvo aquel testarudo Dragón.

—Juvia ¿Confías en mí? —soltó él Redfox con un sentimiento indescifrable atorado en la garganta.

Ella bajo los brazos de golpe, repentinamente rebasada por aquel sentimiento de calidez.

Miro directamente a los ojos carmesí aun con aquella potencia recorriendo su cuerpo y su voz antes de que las palabras abandonaran sus labios por si solas en un:

— Juvia confía en Gajeel, jamás dejara de hacerlo—dijo con voz firme, entonces mirando de reojo a el resto el gremio soltó—Explícale a Juvia.

Los ojos del resto de las hadas se abrieron de par en par, sorprendidos por la cantidad de confianza que la peliazul depositaba en su camarada.

Gajeel se giró y sonrió con orgullo, casi con burla. Sin duda Juvia nunca dejaría de ser Juvia.

—Déjenos solos—exigió más que pido el Redfox y en un par de segundo la sala estaba completamente despejada.

Y en la soledad del lugar la mirada azul lo busco con curiosidad, abandonando su actitud defensiva en un segundo. No hacía falta mostrarse agresiva, estaba con la persona a la que más confianza le tenía en el mundo.

La mujer examino el lugar con detenimiento, observándolo realmente por primera vez. El gran ventanal, las paredes de piedra, la mullida cama donde anteriormente estaba acostada, la pequeña mesita aun lado de esta y el delicado jarrón de cristal con flores amarillas recién cortadas; alguien las había dejado ahí para ella. Cuando estuvo satisfecha, regreso su atención al hombre con cuidado toco sus heridas visibles, acaricio con suavidad su rostro y observo la exprecion de tranquilad de su protector.

—Gajeel-kun—dijo al fin con una extraña mezcla de incomprensión y miedo—…Juvia no entiende nada. —Soltó temerosa procurando no alterar mucho su voz, no entendía nada, no recordaba nada. Apenas ayer habían cobrado el dinero por una exitosa misión e incluso el maestro les había concedido unos días de descanso. Y ahora lo veía ahí, tan igual y tan cambiado a la vez ¿Qué había ocurrido en un par de días?

El Dragón la hizo sentarse a un lado de él en la cama, soltó un suspiro cansado de esos que hasta hace unos años solo Juvia tenía el privilegio de escuchar.

—Juvia, quiero que me escuches con atención—pidió con calma—No quiero asustarte ¿Entiendes? —La joven aun insegura asintió—. Has tenido…Hemos tenido un accidente, un rayo nos impactó.

Los ojos de la muchacha se abrieron con sorpresa y una sombra de comprensión inundo sus ojos.

Las palabras lucharon un poco antes de salir.

—¿Fairy tail encontró a Gajeel-kun y a Juvia?¿Los ayudo? —Pregunto y luego soltó su mayor duda—¿Por eso son de confianza?

Gajeel se paró de golpe y camino como un animal enjaulado por la habitación. ¡Él no podía hacer estas cosas! ¡Maldición! ¿Cómo decirle a Juvia que habían pasado casi diez años desde su último recuerdo? Habían pasado siete años en un extraño letargo y luego los años que habían pasado junto al gremio ¡Tal vez incluso eran más de diez!

No importaba la clase de vida que llevaban antes, lo buena o mala que haya sido. Era todo lo que ahora Juvia conocía.

¿Cómo podía mirar a aquellos ojos azules repletos de esperanzas y decirle que su vida, la vida que ella recordaba simplemente ya no existía?

La respuesta era obvia, no podía.

Pero tenía que, era por su propio bien. Para poder ayudarla a recordar, para regresarla a su familia: a Fairy Tail.

—Sí, Fairy tail nos encontró y ayudo— los orbes azules lo observaron con alivio—Y si, ellos son de completa confianza.

Lleno de aire sus pulmones antes de agregar

—Pero no de la manera en que tú crees…nosotros somos parte de Fairy Tail.

Ya estaba, lo había soltado.

Ni siquiera quiso detenerse a observar la expresión de desconcierto de su acompañante, las palabras seguían saliendo de su boca tan rápido como podían, tropezando unas con otras. El usual tono indiferente de su voz vacilaba por momentos mientras evitaba a toda costa mirar a la mujer. Paso una mano por su negro cabello de una manera un tanto desesperada, obligándose a moderar su voz. Él no era así, él era calmado e impasible.

Sin embargo a pesar de haber controlado su nerviosismo en aquel momento la mancha en la pared detrás de Juvia era un millón de veces más interesante. Conto todo, desde sus inicios en el gremio hasta los recientes eventos con lujo de detalle.

Finalmente la miro a los orbes azules al finalizar de contar todos los hechos.

Solo encontró una mirada firme; casi de hierro. Por qué Juvia nunca había sido débil.

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Aquel extraño niño que la había acogido— cuidado, protegido, alimentado, calzado y vestido—desde hace una semana realmente no pedía mucho de ella, su lista de peticiones se resumía a; no hacer ruido, alimentarse bien ("¡No me la paso consiguiéndola como para que desperdicies!" Había dicho él y ella en respuesta se metió una gran cucharada a la boca) , no hacer muchas preguntas, vigilar el fuego y no protestar por el hecho de que su ropa nueva era el doble de su talla, aunque no es como si no lo hubiera hecho de todos modos.

Cargo su maleta sobre la espalda lista para partir, el repentino peso sobre si la hizo balancearse en busca de equilibrio. La mochila pesaba demasiado para su pequeño y enclenque cuerpo: pero no iba a quejarse. De su boca no saldría ni un suspiro de cansancio. Después de todo su acompañante cargaba las otras dos gigantes maletas que formaban parte de su improvisado campamento.

Ella podría tener un cuerpo pequeño, débil y tal vez algo desnutrido, pero eso no importaba. Por qué ahora ella no estaba sola, ahora tenía alguien por quien salir adelante. Puede que no conociera si quiera el nombre de su salvador pero él había sido el causante de su cambio; atrás había quedado la niña que se escondía hasta de su sombra y lloraba a mares en cuanto recordaba su soledad, ella ya no estaba. En ese momento solo estaba aquella que aguantando el dolor de sus hombros caminaba atrás del chico sin chistar a donde quiera que este quisiera ir, la que se mordía los labios cada vez que un suspiro de cansancio quería salía de sus labios, esa que se prometió seguir con aquel chiquillo todo lo que pudiera.

Esa que juro que si se quedaría al lado él entonces se volvería una compañía digna de aquel muchacho. Por qué él no la había llamado "demonio", él la había nombrado "La mujer de la Lluvia".

Y sería un nombre que portaría con orgullo.

Ella era la mujer de la lluvia y se volvería a cualquier costo la eterna compañía de aquel fiero y poderoso dragón.

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Fairy Tail estaba en sumido en el silencio y el nerviosismo.

¿Y de que otra forma podría ser?

Nadie había querido soltar palabra desde que los dos ex-miembros de Phamton Lord se habían encerrado en esa habitación hacia casi un par de horas. Guardaban silencio absoluto con la esperanza de poder escuchar aunque sea una simple oración, una palabra.

No habían tenido tanta suerte, en aquel tiempo no habían conseguido más que un par de gemidos ahogados que ellos acreditaban a la sorpresa, un fuerte golpe y el sonido de cristales al chocar con el suelo y romperse en miles de pedazos.

En aquel momento Gray Fullbuster se sentía así, como si en cualquier momento—y a la más mínima presión—él también se quebraría. Por qué no importaba cuanto intentara disimular, fingir desinterés y tal vez incluso alivio, todos sabían que aquello era una fachada mal construida que terminaría por caer y desbaratarse tarde o temprano.

Porque la verdad que él quería evitar se empezaba a entrever atreves de las grietas que poco a poco la cálida sonrisa—y mucha paciencia— por parte de Juvia había abierto.

El sepulcral silencio fue roto abruptamente por el rechinido de la puerta, dando paso a las dos personas.

Los ojos del gremio los recogieron de arriba abajo. La maga de agua caminaba detrás del Redfox sosteniendo su camisa entre sus manos como si intentara mantenerse a sí misma en aquel lugar, pero algo en su expresión había cambiado; era más suave, amable y sin dudas se acercaba más a la Juvia de Fairy Tail. Gajeel estaba frente al menudo cuerpo con una mirada de alivio en sus ojos, Levy no pudo evitar notar la enrojecida mejilla de su prometido y la ligera hinchazón.

Antes de que cualquiera pudiera siquiera volver a respirar al gran hombre jalo suavemente a la mujer a su lado y de un pequeño empujoncito la dejo justo a la vista de todos.

Y con una sonrisa bastante orgullosa agrego:

—Juvia tiene algo que decirles.

La muchacha que en un principio había quedado descolocada ente todas las miradas observo al frente sacando toda la fuerza de su voz.

—¡Juvia pide una disculpa! —Dijo mientras Gajeel ponía una mano en su cabeza y con suavidad la obligaba discretamente a hacer una reverencia. Juvia abrió los ojos como platos cuando vio a el orgulloso dragón hacer lo mismo, capto el mensaje enseguida—¡Juvia y Gajeel-kun se disculpan por haberlos preocupados! ¡Ellos piden disculpas a Fairy Tail por causarles tantas molestias!

Un extraño suspiro salió de la boca de todos a la vez que una risilla nerviosa surgía de su garganta.

El traga fuegos estaba a punto de salir con uno de aquellos comentarios que usualmente desasían la tención—o la creaban—en cualquier lugar cuando otra voz sobresalió entre el resto.

—¿Una molestia? ¡Ustedes son más que una molestia!—espeto al tiempo que veía los a la chica levantarse y posar sus ojos sobre él sin la más mínima pizca de reconocimiento y sentía un extraño dolor recorrerle el cuerpo—Ustedes son familia.

El tono dulce de su voz fue recompensado con una sonrisa.

En aquel momento Gray no pudo evitar pensar que después de todo no importaba romperse un poco más.

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Se que ustedes han pensado que esta historia se ha vuelto muy cliche y tal vez de momento lo sea, pero puedo asegurarles que eso solo dudara a lo mucho dos capitulo mas ¡Ya verán lo que mi pequeña mente tiene planeado!

Os daré una pista ¿Alguno de ustedes tiene curiosidad por saber que hay en la lo profundo de la mente de Juvia, allá donde están todos sus recuerdos? *Risa malvada de fondo(?)*

¿Que piensan que sera? ¡Me gusta oir sus ideas!

Agradezco los comentarios y la aceptación que a tenido la historia ¡Muchas gracias!

¿Les ha gustado?

¿Tuvieron parte favorita? ¿Cual?

¿Que les parece la actitud de Gray?

¿Les han gustado los recuerdos?

¿Que opinan de la situación?

¿Que piensan de Juvia?

¿Como creen que actuara ahora?

Me despido.

Besos.

¡...Nos leemos pronto!

Los fics se alimentan de reviews, alimenta este para que crezca sano y fuerte:)

 

¡Hola! Despues de tanto tiempo he decidido subir el capitulo ocho por aquí, lo cierto es que tengo algo abandonado este lindo foro.

¡Pire mil gracias por tu comentario! Me alegre mucho el que te hayan gustado mis locas ideas, fue bastante bonito recibir un comentario animándome a publicar después de tanto tiempo.


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Cap. 8

Recuerdos líquidos.
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Levy soltó un suspiro de consternación al tiempo que recargaba la cabeza sobre la barra. Parecía un día normal, o por lo menos debería serlo. Happy y Charle charlaban amenamente sobre una de las mesas más alejadas, la maga de agua recibía un merecido desayuno por parte de Mirajane ante la protectora mirada de Gajeel que en una esquina expresaba sus preocupaciones al maestro, Lucy reprendía a Natsu por molestar a Juvia con repetidas preguntas << ¿Te acuerdas de...?>>. Lo único que parecía demostrar que las cosas no iban bien (aparte de ella misma y su recién conocido pesimismo) era el alquimista.


Recluido en un rincón solitario por propia voluntad. Levy estaba segura que, en aquellos momentos, (incluso a pesar de la indiferente mascara que portaba): Gray era miserable. Aunque puede que ni el mismo comprendiera la razón.


—¡Grandeeney! —grito Wendy tan pronto vi entrar a la anciana mujer acompañada de Erza—¡Qué bueno verte! —dijo mientras sonreía con alegría y corría al encuentro de las dos mujeres. La más anciana la reprendió brevemente la manera en que la nombro, aunque en su rostro se asomó un rastro de sonrisa.


—¡Makarov! —llama la curandera—Ya que me has hecho venir hasta aquí lo mejor es te apresures a explicarme que ha pasado—ordeno mientras era rodeada por curiosas y preocupadas hadas.


—Gracias por venir, vieja amiga. Pero estoy seguro que Erza ya te ha puesto al tanto de la situación, por nuestra parte lamentablemente no hay más que agregar—soltó con tristeza—. Esperaba que tal vez tu lograras…Iluminarnos un poco.


La sabia mujer no pudo evitar examinar la frágil y tensa atmosfera que mostraba aquel día el habitualmente alegre lugar. Algo faltaba, y aunque ella no era experta en relaciones humanas podía percibir que un fuerte vínculo estaba roto. Completamente rasgado.


Caminando con pasos firmes se colocó frente a la que habían señalado como la casusa del problema y la examino con calma. Aquella chica que había visto en contadas ocasiones era sin duda un enigma, pero por lo regular podía admirar un espíritu sin duda más fácil de leer que el que tenía en frente en aquel instante.


—Juvia-san, ella es Porlyusica-san. Ella puede ayudarte a…comprender un poco mejor que ha pasado—hablo Wendy con voz suave—¿Esta bien?


La mujer de la lluvia dirigió su mirada al dragón de hierro buscando su aprobación, al encontrarla solo asintió débilmente a la menor. Ella no entendía nada, solo sabía que había despertado aquel día rodeada de gente completamente desconocida. Todas eran personas que tendría que reconocer. Juvia había forzado toda la mañana a su mente en busca de algún recuerdo por más mínimo que fuera, sin embargo, no había podido si quiera ubicar un rostro. Ella había escuchado y leído en gran cantidad de novelas acerca de que cuando olvidas algo importante un sentimiento en el pecho te advertía que acababas de perder algo preciado, a pesar de eso ella no padecía de tal dolor en el corazón. Probablemente Fairy Tail no fuera tan importante para sí misma como había descrito Gajeel.


—Niña escúchame con atención—la voz de Porlyusica llamo a su vaga mente—. Voy a hacerte unas preguntas. —el pequeño grupo que las rodeaba se fue haciendo más extenso—¿En qué año estamos?


La peli azul frunció el ceño ante tan obvia pregunta.


—X784


Un gemido ahogado de sorpresa y agobio inundo el lugar para consternación de la maga elemental que mientras el gremio se sumía en la sorpresa dejo que sus recuerdos fluyeran a lo que pensó era solo 11 años atrás.


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El ruido de las gotas al chocar con la improvisada tienda que habían montado no la había dejado dormir en toda la noche, podía escuchar el sonido de la respiración fuerte y pausada de su acompañante. La luz era tan escasa que apenas y podía ver más allá de su nariz “luna nueva” había dicho él y ella demasiado pequeña para comprender se había preguntado cómo es que había una nueva luna si el cielo estaba tan obscuro.


En alguna otra ocasión sin duda no hubiera dudado en despertar a el niño y charlar con él hasta al amanecer como había hecho ya tantas veces, pero en aquel momento este último debería estar más que cansado por haberla protegido demasiado de bandidos. Gajeel le había explicado que niños frágiles como ella eran buena mercancía en el mercado de esclavos que había en el puerto cerca de donde se encontraban.


Un trueno retumbo a la distancia y ella solo pudo atinar a encogerse aún más en su lugar.

—¿No puedes dormir…? —Juvia pego un respingo al ver los dos faroles rojos en medio de la noche.


—N-No pasa nada Gajeel-kun, Juvia solo pensaba cuanto tiempo falta para su cumpleaños—invento sin intención de preocuparlo por su recurrente insomnio.


El dueño de los orbes rojos miro la silueta de la niña a su lado. —Son principios de año, aún falta bastante—contesto con un bostezo.


La mujercilla sorprendida por el dato nuevo pregunto —¿En qué año estamos Dragón-kun?


Gajeel frunció el ceño ante el apodo tan extraño que la niña le había otorgado.


—X773


—¡Woa! —exclamo con sorpresa y alegría la menor mientras contaba con sus dedos—Eso quiere decir que Juvia lleva fuera del orfanato dos años, ¡Juvia pensó que era menos tiempo!


—Solo duerme ya Juvia, mañana será un largo día—declaro mientras permitía a su pequeña compañía colarse bajo su propia manta y acobijarse junto a su cuerpo. —…Juvia, ¿Tú tienes seis años ¿No? —intento calcular la edad de su compañera.


Eso fue lo último que ella logro escuchar aquella noche antes de caer dormida.

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El gremio esta tan silencioso que Juvia no pudo evitar pensar que podría escuchar hasta un grano de arroz tocar el suelo, la lluvia a fuera sonaba tan tranquila que creyó que la animaba a calmarse.

¿Qué mes?


—Agosto—contesto de inmediato.


—¿Día?


—23 de agosto de x784—explico con calma.


Porlyusica considero que no era su derecho ni responsabilidad ofrecer la respuesta correcta a aquella pregunta, en su lugar se limitó a contestar: —Juvia-san, nosotros no estamos ni cerca de ese año, ¿Alguien quiere decirle en que año nos encontramos?


Las miradas del gremio vagaron entre Gajeel que tenía una mano protectora en el hombro de la chica y el alquimista con el ojo de un fuerte morado. Al final la culpa animo al último a hablar.


—Marzo 9 de x795


La maga de azules cabellos soltó un gemido de sorpresa al tiempo que cubría su rostro con ambas manos, las hadas al rededor tan solo pudieron suponer la consternación y la desesperación que de seguro sentía la chica en aquellos instantes.


Contando con sus dedos dejo salir un suspiro de exclamación —Veamos…X795 menos X784 son ¡¿Once años?! ¿Han pasado once años y Juvia no recuerda nada?


Levy no pudo evitar compadecer a la chica.


—¡Juvia esta tan vieja! —chillo de repente la maga—¡¿Qué hará Juvia ahora Gajeel-kun?! ¡Esta tan vieja y ni siquiera se ha casado! —ante eso ultimo el gremio soltó una carcajada que aligero el ambiente. Juvia once años antes u once años después sería siempre la misma.


Mientras Lucy y Lissana intentaban explicarle a Juvia que en realidad no eran once años debido a los siete que habían pasado “congelados”, el maestro hablaba con la curandera acerca de una manera de ayudar a la chica.


—Volveré mas tarde—fue todo lo que dijo la mujer de rosas cabellos.


Mientras que por la tarde todo transcurrió con normalidad, al empezar a caer la noche creció una duda en todos ¿Dónde dormiría Juvia? Era más que obvio que no podía dormir en su lugar habitual. Lissana y Lucy se habían ofrecido a cuidarla, pero la idea no parecía haber agradado a la maga elemental.


—¿J-Juvia aún vive con Gajeel-kun, no…? —pregunto la maga de agua cuando se creyó cerca de la histeria. Aquello no podía haber cambiado.


El Dragón de Hierro observo a su amiga con detenimiento. Probablemente terminaría golpeado otra vez.


—No, Juvia ya no vivimos juntos. Dejamos de hacerlo cuando nos unimos a Fairy Tail en x784.


Los ojos de la chica se abrieron de sorpresa, pero antes de que pudiera replicar algo, Porlyusica entro por la puerta cargando una pesada bolsa.


Las hadas rondaron alrededor de ella y el maestro mientras charlaban.


—¡Mocosos! Porlyusica tiene algo que podría ayudarnos con Juvia, préstenle mucha atención—llamo.


—Hay una poción mágica que podría servir—dijo la curandera—.Se llama “Liquid memoriae”. Recuerdos líquidos, sirve para adentrarse en la mente de alguien. Pienso que si una persona ve sus recuerdos forzaremos a su mente a abrir las puertas que tiene cerradas. Aunque con una sola persona tardarían demasiado, deben ser varias. Todas ellas verían tus recuerdos y pensamientos más íntimos ¿Estás de acuerdo?


Juvia una vez más busco ayuda en su eterno compañero. Gajeel solo le sostuvo la mirada dejándola decidir. Suspirando de resignación y preocupación Juvia acepto.



—Necesitare ayuda de ustedes—. Ordeno la curandera—.Wendy ven acá, tú me ayudaras a preparar la poción ya que necesito una fuente mágica poderosa—volteo a ver a Juvia y agrego—tú y los que te vayan a acompañar deberán dormir mucho esta noche. Ah y usted ¿Levy-san? Deberá leer esto ya que los ayudará a ellos cuando yo me marche.


Sin decir más le paso un pesado libro.


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Abrazada al dragón, con el arrullo de la lluvia y el cobijo de las mantas Juvia pensó que no había un lugar más feliz en el mundo.

—Gajeel-kun…¿Puede Juvia vivir contigo para siempre? ¿Por toda, toda la eternidad? ¡Juvia promete no molestar!

El niño sorprendido por la repentina y sincera petición tardo un segundo en responder.

—Sí, Juvia puedes quedarte conmigo para siempre…¿Puedo yo quedarme contigo?

La niña se abrazó aún más a él.

—¡Si! ¡No te alejes nunca Dragón-kun!

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Notas: Siempre que sale el motivo, razón o circunstancia por la que Juvia se queda sola sin la protección de sus padres en la mayoría de los casos estos no pueden cuidarla por algún motivo (dinero, enfermedad, muerte, etc.) y ella a una edad no tan pequeña (6-8 años) termina valiéndose por su cuenta. Yo voy hacia un lado tal vez un poquito mas cruel, ¿Si nadie quería a Juvia por que atraía tormentas, por que sus padres serian la excepción a esa regla? En fin, no son mas que ideas de mi loca mente.

El punto de todo esto era explicar que en el recuerdo de Juvia cuando Gajeel adivina su edad (por que si, tiene seis), este se sorprende dado que Juvia que afirma estar sola desde hace dos años, es decir desde que tiene cuatro. (Esto lo aclaro torpemente por que en el otro foro no quedo muy claro).

Ah, otra cosa. Alguna vez hace bastante rato me encontré con un hermoso FanArt de Juvia y Gajeel de niños en donde Juvia en su mente de infante asociaba la imagen del niño con un dragón, terminando por ponerle dicho apodo. Fue imposible resistirme a hacer lo mismo.

Aclaraciones:

Segun mi calculadora y yo los siete años que pasan "congelados", un año de trama y cuatro años "despues" en esta historia nos da un total de once años, igual a X795.

De la misma manera Juvia tendria 21 y Gajeel 23. Lucy entra al gremio un dia 03 de Julio de X784 , Gajeel y Juvia aparecen lo que supongo son un par de meses después (supongamos que ¿Septiembre?). Entonces la memoria de Juvia se ha quedado en un mes antes de conocer Fairy Tail, en Agosto de X784 ¿Dudas?


Besos, ¡Nos leemos pronto!

 

Hola! Lo se, me tarde una eternidad y me disculpo por eso. En fin, debo decir que cuando abri mi cuenta (despues de un siglo) fue realmente lindo ver la notificacion de tu comentario Black Kat, me animo mucho a subir el capitulo ¡Me alegra que te gustara!

Este capitulo va dedicado con mucho cariño a: Back Kat.
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Cap. 9

Puertas.​

Gajeel despertó aquel día con un gran dolor de cabeza y con el cuerpo entumecido (producto de haber dormido en el pequeño sillón de su sala). Las dos mujeres de azules cabellos habían dormido en su habitación.

El dragón no logro evitar notar la reacción de Juvia al entrar en la pequeña casa. La joven muchacha se había maravillado con hasta el más pequeño detalle, desde el piso de madera hasta la pequeña colección de figurillas que Gajeel negaba coleccionar. Se había paseado por la casa entera con los ojos brillantes de anhelo y alegría desde el momento en que observo la puerta de un peculiar azul a la entrada.

Aquella casa era tal vez demasiado pequeña, muy fuera del estilo de aquel hombre, demasiado pintoresca y alegre. Era tal como Juvia había imaginado un hogar alguna vez.

Para Gajeel seguía siendo un misterio el por qué aun no había cambiado muchos de los detalles de su vivienda. La casa de la puerta azul. Juvia lo había hecho conservar el letrero de “en venta”, que permanecía en el fondo de un baúl.

“Se vende:

Informes al lado”
​

El día que Gajeel se tropezó con ese cartel iba caminando con la lista de apartamentos en renta que el maestro de su nuevo gremio y Juvia le habían conseguido. La chica lo había empujado por la puerta del gremio con una gran sonrisa y gritado “¡Ve a buscar un hogar Gajeel-kun!”.

La puerta de color azul lo llamo de una manera insana. La destartalada casilla de madera (en algún momento de color blanco) lo observaba desde el final de la calle, el pálido y casi deslavado blanco de la casa contrastaba con el brillante azul de la puerta. La casa era de dos plantas, sí, pero era pequeña, un jardín enorme y un par de árboles la rodeaban.

Justo cuando tenía pensado seguir de largo, su cuerpo lo traiciono, un segundo más tarde se encontró a si mismo tocando la puerta de al lado. Compro aquella casa ese mismo día por el precio equivalente a tres meses de renta en algún otro lugar.

Días después cuando había llevado a Juvia a ver su nueva adquisición la chica había brincado de un lado a otro como una niña pequeña riendo y repitiendo una y otra vez “¡Una casa de puerta azul! ¡La casa de Gajeel-kun tiene una puerta azul!”.

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Tardo en reparar esa casa varios meses. Algunas veces solo, otras en la compañía alegre de Juvia que lo ayudo a decorar hasta el último centímetro del que decía ella era su nuevo hogar. Lo cierto era que él había tenido varias razones para comprar aquel lugar: la principal sin embargo había sido la chica. Había guardado la esperanza de que al ver la pequeña casita la muchacha se retractara de vivir separados, él llevaba tanto tiempo con ella que no podía recordar lo era estar solo. A pesar de eso la mujer de la lluvia decidió que era mejor tomar caminos separados, aceptando su decisión Gajeel se conformó con la idea de que al menos le había cumplido un sueño de infancia a la maga.

En sus recuerdos aun sonaba la alegre vocecilla contándole sobre el lugar de sus sueños, sobre el único recuerdo que tenia del que alguna vez había sido su hogar. En un principio él nunca logro entender por qué la niña quería regresar a la casa de sus padres (padres que la habían dejado en la puerta del orfanato y no se habían molestado en volver), luego entendió que lo que Juvia quería era formar un nuevo hogar a base del único concepto que tenia del mismo.

La niña pasaba horas describiendo cada detalle, a pesar de que lo único que su joven mente llegaba a recordar era dicha puerta. Le narraba las paredes blancas y al amplio jardín cubierto de flores silvestres, los naranjos e incluso el interior, conforme se fueron haciendo más cercanos la niña incluyo aún más cosas en su imaginación, la más destacada fue un cuarto para el dragón.

Aquel había sido el sueño de infancia de Juvia. Un hogar para los dos.

Un sueño que nunca se cumplió del todo.


Después del desayuno los tres magos y Lily se encaminaron con paso lento y cansado al gremio, aún era muy temprano por la mañana cuando llegaron a su destino y distinguieron el ajetreo que causaba aquel día. Juvia se estremeció de solo pensarlo, era el día donde un montón de desconocidos entraba en su mente.

Todos habían cumplido al pie de la letra sus tareas, Levy había prácticamente devorado el libro entregado por la curandera—algo que le había servido de excusa para no dormir hasta la madrugada—, Wendy y Charle se pasaron gran parte de la noche terminando una gran cantidad de aquella complicada poción bajo la supervisión de la mujer de rosas cabello. El resto de sus amigos habían sido mandados a dormir y reportarse a primera hora de la mañana.

La noche anterior se había formado la pregunta de quienes tendrían que ir aquella misión, Juvia tuvo que observar a esos anónimos rostros—extraños y amables—discutir sobre la importancia de su presencia en dicha tarea. Cuando preguntaron por su opinión ella se había limitado a decir que lo que Gajeel decidiera estaba bien.

Las cuatro figuras cruzaron la gran puerta con un repentino peso en sus hombros. Dentro ya se encontraban todos aquellos que habían decido participar y algunos más. Levy y Juvia se limitaron a sentarse en la barra más agotadas—física y mentalmente— de lo que querían admitir. Muy a su pesar la McGarden tuvo que admitir que la mujer de la juvia la tenía peor.


Wendy salió de la cocina cargando junto con Lisanna y Charle una pesada canasta llena de diminutos frasquitos repletos de líquidos de dos colores: Morado y azul. La colocaron con esfuerzo en la mesa.

Gray y Natsu se acercaron de inmediato a curiosear las pequeñas botellas.

—Esas son las dos pócimas que necesitaremos, —explica la ya no tan niña al ver la curiosidad de los mayores—una de ellas nos provocara un sueño profundo y la otra…Es para ya saben, para Juvia-san.

La mencionada frunció el ceño ante aquello.

—¿Y Porlyusica-san? —Pregunto Levy al no encontrar por ningún lado a la mujer.

Wendy la miro con una sonrisa tranquila a modo de disculpa—Se ha ido, dijo que con el libro que te dio serias capaz de guiarnos.

La maga de escritura solida sintió un repentino peso sobre sus hombros. Si Juvia no mejoraba seria su culpa, ¿Cómo mirar a Gajeel si eso pasaba? Peor aún, ¿Qué pasaría con ellos? Gajeel nunca abandonaría a Juvia siendo su único pilar, y la chica puede que tardara en entablar relación con el gremio. Y aunque fuera así sus lazos con el resto de los que fueron sus amigos nunca serian iguales, puede que nunca regresara la Juvia de Fairy Tail.

Con el pecho doliendo de la presión Levy sonrió a los demás dándoles ánimos. Juvia volvería a recordarlos a todos, ella se haría cargo de eso.

Mientras caminaban escaleras arriba la maga de agua sintió florecer el temor, ocho personas—seis de ellas completamente desconocidas—, ¡Y tres gatos! —igual de extraños—se meterían a fisgonear en su cabeza. Se detuvo dos peldaños antes de terminar de subir, forzándose a recordar el por qué hacía eso. Lo veía en sus miradas, esas personas la querían, aun cuando ella no los quisiera, aun cuando no pudiera ubicar sus nombres o rostros. Ellos la amaban y se dijo a si misma que ella antes los amaba, subió los escalones que le faltaban de un salto.


La enfermería había cambiado bastante desde el día anterior, Mira les había explicado que al no tener suficientes camillas para todos decidieron quitarlas y en su lugar dispersar un montón de cojines por el piso. Era irónico que los hubieran mandado a dormir bien cuando para cumplir su cometido tenían de hecho que estar dormidos, Levy les recordó que todo lo que harían seria trabajo puramente mental, por lo que deberían de estar en las mejores condiciones.

Los demás escuchaban con atención la explicación de la McGarden, ella no podía darse ese lujo. Sentada en el piso como todos los demás con un enorme cojín sobre sus piernas empezó a sentir su cuerpo temblar del más puro miedo. Sin embargo, se obligó a mantener su semblante tranquilo.

La dragona empezó a repartir los diminutos frascos entre las hadas, dando dos frasquitos a cada persona, en los pequeños envases de cristal solo cabían unas gotas. Primero la azul e inmediatamente después la morada les aviso.

Gajeel miro a su vieja amiga dándole confianza, Juvia ni si quiera se atrevió a pensarlo. Bebió las dos pócimas con rapidez, todos la siguieron segundos después, apenas con tiempo suficiente para acomodarse antes de caer profundamente dormidos.


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El ancho y oscuro pasillo se extendía interminablemente hacia ambas direcciones, mientras más lejano se volvía daba la sensación de que se empezaba a desvanecer, solo había una sección de aquel infinito lugar iluminado. Debajo de esta luz se extendía una hilera de puertas de todos los colores y tamaños.

—¿…Esto es la mente de Juvia? —pregunto la maga elemental con la voz temblorosa.

—No—le contesto Levy de inmediato—Son las puertas al alma, hay una por cada uno de nosotros. No hay dos iguales, cada puerta es única por que representa al individuo.

Natsu aun lado de Lucy señalo lo obvio:

—Entonces… ¿Qué hay de esas dos?

Como burlándose de las palabras dichas por la maga dos puertas exactamente iguales a cada uno de los extremos les regresaban la mirada.

Dos puertas azules.

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