[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

Volteé a ver a los clientes y me di cuenta de que Mikuo y ¿Ia? habían llegado. No me sentiría cómodo ir a tomarles la orden -en especial por el pelo verde- pero era parte de mi trabajo hacerlo. Quizá Mikuo empezaría con sus burlas por el traje que traía puesto o quizá no y eso era lo que menos me importaba, tan solo verlo me hacía recordar lo que había hecho frente a Luki y por alguna razón me molestaba pero tenía que hacer caso a Len: debía tener tolerancia con él. Me acerqué a su mesa.
—¡Bienvenidos! ¿Qué les puedo ofrecer? —sonreí de oreja a oreja. Parecer feliz y adorable con los clientes era mi prioridad sin embargo a él no lo miré a los ojos por más de un segundo.

 

Suspiré cuando vi a Gakupo como mesero, se veía disgustado con mi presencia, me imagino que vio "eso", traté de sonreír, a decir verdad no tenía ganas de comentar nada— Parece que no soy bienvenido —dije con una sonrisa mientras lo veía— pero igualmente solo ordenare una rebanada de pastel de chocolate y una malteada de fresa, las comeré y me iré —dije con tono alegre al notar el desvió de su mirada hacía mí— prefiero no molestar, pero para tu consuelo Gakupo... es probable que sean pocas las veces en que me vuelvas a ver —eso último lo susurre para mí.

 

Esta vez lo miré y suspiré.
—Quisiera que habláramos más tranquilos en la tarde, no es que este del todo molesto contigo y siéntete con la libertad de quedarte el tiempo que desees —sonreí. Me extrañó un poco lo que dijo al final, algo de mi consuelo y palabras que no escuché del todo bien pero suponía que no era nada grave—. Entonces una malteada y un pastel de chocolate, ¿y para ti Ia-san? —pregunté con una sonrisa un poco menos forzada.

 

Una voz me saco de mis pensamientos y volte para toparme con un Gakupo oso.— Yo solo quiero un vaso de agüa, pofavor.— senrei y después senti un aire un poco incomodo. baje mi cabeza apenada y suspire.

 

Miré a la chica, estaba un poco sonrojada lo cual me extrañó.
—¡De acuerdo! En seguida se los traigo —les dije para después retirarme a la cocina. La mayoría estaban pidiendo cosas demasiado sencillas de hacer, Len no podía explotar del todo su habilidad. Suspiré, era un desperdicio para él haberse inscrito como cocinero, quizá con el tiempo podía explotar más sus habilidades, después de todo era el primer día que se laboraba—. Len, un pastel de chocolate, una malteada de fresa y un vaso con agua para la mesa 2, por favor —dije con un poco de desanimo. ¿Cómo reaccionaría el rubio cuando viera a Mikuo?

 

Escuché la voz desanimada de Gakupo-san, lo cual me extraño un poco.

— ¿Qué sucede Gakupo-san? —pregunté para entrar a la cocina, los pasteles ya estaban preparados, solo era cosa de cortar una rebanada y ponerle un poco de chantilly para adornarlo con pequeñas gomitas, la malteada de fresa con mucha espuma y pequeños trozos del mismo fruto, sonreí para poner la bandeja y tocar la campanilla— ¡Listo! —y sin decir más centre mi concentración en Gakupo-san.

 

Me quede callado ante la petición de Gakupo-san sobre hablar, aunque en realidad no tenía ganas de ningún tipo de conversación, me encontraba demasiado estresado, solo mantuve mi sonrisa y en silencio empecé a ver el techo y las lámparas mientras Gakupo-san se dirigía a la cocina, nuevamente mi celular sonó.

"Por favor Mikuo, piénsalo seriamente"

Desde ayer no dejaban de atosigar con mensajes similares, solo fruncí ligeramente el ceño para suspirar.

 

—¿Eh? ¡Ah, claro! Las ordenes —tomé los platos y los coloqué en la bandeja—. Es solo que Mikuo esta un poco extraño, tengo un presentimiento de que algo va a ocurrir. También...No sé como tratarlo —dije con una sonrisa algo apenada. Tomé la bandeja y me acerqué a la mesa, vi de reojo como Mikuo tenía fruncido el ceño y miraba su celular. No le pregunté, quizá no quisiera hablar con nadie por el momento—. ¡Aquí esta su pedido! Cualquier cosa más no duden en llamarme, ¿de acuerdo?— coloqué las cosas frente a ellos y me retiré después de hacer una reverencia.

 

— ¿La orden era para Mikuo? —comenté con cierta sorpresa y no pude evitar fruncir el ceño— bueno... no sé que pensar, en parte le doy razón a Luki-san sobre los sucesos, por lo que no se si sea del oportuno hablar con él y de hacerlo sería a escondidas —me recargue para mirar mejor a Gakupo-san, el cual al poco rato fue a dejar la orden y volvió al lugar de siempre— ¿Verdad que si está extraño? Dime... ¿Qué noto en él?

 

Cuando las cosas estuvieron frente a nosotros, observe a aquella chica beber de su vaso, yo no dije más y en silencio empecé a comer de mi plato, revolví el chocolate con el chantilly y las gomitas, haciendo un batidillo, aunque había venido a comer, realmente me sentía de mal humor. Mi mayor deseo era ser libre, por eso había escapado aquí, para reencontrarme para crecer y avanzar, ese valor que había perdido y reencontrado con Megurine-san, con su voz— ni lo dulce puede devolver la fuerza —comenté para mí mismo, no pude evitar echar a reír mientras empezaba a comer el batidillo.

 

—Pues, cuando llegué a dejarle a orden él estaba mirado el celular con el gesto fruncido, creo que suspiró también. Tal vez recibió un mensaje inoportuno o solo quería distraerse...No puedo comprenderlo —llevé una mano a mi cabeza y rasqué el traje de oso, gesto de confusión. Volteé para mirar la mesa de Luki—. Lo que no sé es si sea prudente que estén bajo el mismo techo, ¿qué piensas?

 

— Pues tarde o temprano se van a ver, ya sea aquí o mañana en el salón, aparte ambos solicitaron empleo aquí ¿No? —comenté con cierta inocencia mientras pensaba en que podríamos hacer con esos tres, solo me sentí triste y molesto... triste telenovela que se armaban— igual, por ahora Luki-san parece que perdono a Shion-san —cerré los ojos— y bien o mal ahora quien necesita hablar y disculparse es Mikuo, pero... ¿Él se disculparía?

 

Me quede pensando la situación, si bien Mikuo era un chico demasiado, ¿rebelde? También tenía un lado sensible como todos aunque dudaba un poco que fuera él quien tomara la iniciativa para pedir disculpas, de hecho creo que nunca lo había oído decir "lo siento". Suspiré.
—Probablemente no, aunque, ¿sabes? No me siento del todo enojado con él, supongo que era normal que reaccionara así, lo que me molesta fue que lo haya hecho en un momento en el que Luki y Kaiko no estaban del todo bien. También me molesta que Kaiko haya caído tan fácilmente en sus juegos —sacudí la cabeza, por más que quisiera no podía comprenderlo. Quizá habría sido bueno ver los dramas que mi hermana veía comúnmente.

 

— Repito que lo ideal sería hablar con él —comenté cuando de pronto se me prendió el foco para un plan— Gakupo-san... ¿Usted va a hablar con Luki-san después del trabajo, verdad? —sonreí— y ya que me quedaré solo en el segundo turno, tal vez sería bueno pedirle "un favor" a Mikuo para ser mesero y ayudarme —comenté— así podría hablar con él en lo que usted está con Luki-san, usted se apura y regresa antes de que cerremos para aclarar las cosas y hacer un plan de ataque y todos se reconcilien.

 

Miré a Len con los ojos abiertos por la sorpresa.
—¡Eres un genio Len! —llevé mi mano a su flequillo y lo sacudí un poco en gesto de cariño—. Aunque no sé si este de humor para hacer eso, como te dije parecía un poco enojado después de ver su celular. No sé si realmente quiera ayudarte, probablemente ni siquiera quiere hablar— comenté con un tono de decepción en la voz. Aunque nadie le podía negar nada a Len ya que era prácticamente imposible, esperaba que en verdad el plan funcionara.

 

— Usted pidaselo discretamente y le presta su traje —comenté con mucha alegría— conociendo a Mikuo como es de doble cara y más cuando está triste de fingir que está bien, es probable acepte —sonreí amable— aparte necesitamos detenerlo para hablar tú y yo con él, considero que Mikuo no se negará y si sabemos sus razones podremos hacer un plan de acción sobre como reconciliarle con Luki-san o en llegado caso mandarlo a la goma por insensible.

 

—Tienes razón, tendré que estar atento para que antes de que termine mi turno pueda hablar con él. Ojala no se vaya antes, me dijo que solo iba a estar por un momento y después se iría para no incomodar a nadie....espero que haya echo caso a mis palabras de que podía quedarse el tiempo que quisiera —miré a Len un poco preocupado—. ¿Debería acercarme de una vez para pedirle el favor?

 

— No lo sé —suspiré— aparte esta con... esa chica —dije alcanzando a ver a una señorita con su vaso de agua sentada a lado— después de lo que pasó con Shion-san... ¿¡Habrá venido con ella!? ¿¡A qué esta jugando!? —me enojé ligeramente con Mikuo, ¿Como podía actuar así de calmado después de los sucesos? En parte eso me hacía dudar un poco de su inocencia, aunque seguía en mi punto de que lo mejor era hablar.

 

Al escuchar a Shion-san me levante de golpe de la mesa y las mire con una sonrisa forzada.— V-Voy a pagar los helado.— dije y camine hacia donde se había ido Kamui-kun despues de llevarnos los helado. Entre a la cocina y ví que Kamui-kun estaba platicando con Len-nii suspire y me acerque a ellos.— disculpe si le molesto o interrumpo Kamui-kun, ¿pero cuanto es de los helados?, porfavor.— Le pedi amablemente sín voltear a ver a Len en ningun momento, lo unico que queria hacer erá pagar los helados e irme ya que se me hacia tarde para la entrevista de trabajo.

 

Suspiré. Podía ser posible pero conociéndolo...No.
—No creo que haya venido con ella, digo...Velos, están tan normal, creo que Mikuo ya hubiera intentado algo con ella si la hubiera traído él. Además, como te dije, parece molesto, quizá quiera estar solo por un momento —cada vez lo entendía menos, no sabía que hacía o que pensaba pero lo más probable es que la soledad le asentara mejor en estos momentos. De pronto Rin se acercó a nosotros pidiéndome que le cobrara por los helados, me extrañó un poco ya que no miraba a Len, ¿estaban peleados?— Este...no sé si debo cobrarte yo ya que Len...Bueno, él es que los ha preparado, no sé si quiera cobrarles, ¿qué dices Len?