[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

Pusó su mano sobre su cabeza y le volvió a sonreír. —Si en algún momento llegara a ser ese el caso, para mí estaría bien— admitió, sin poder evitar sentir que se le partía el alma; pero lo decía con toda sinceridad. —Pero... Si ese patán— detuvo sus palabras y sonrió. —Y no me prohibirás decirle patán, porque es un patán— Respiró hondo y recuperó un poco la seriedad. —Si ese patán llegar a hacerte daño, no duraría ni un instante en defenderte ¿de acuerdo?— dijo antes de cariñosamente besar su frente. Se irguió y suspiró. No iba a comentar nada sobre Len y el plan de ir a comer helado. Si ella aún quería ir, que lo pidiera y le diría que si.

 

—Si... Yo te lo diré si él me hace algo — Yo no sabía si Mikuo-san sería capaz de hacerme algo, O si Luki me defendería en verdad, en estos momentos no sabía nada. Sólo me quede en silencio sintiendo como acariciaba mi cabeza — Luki... — Dije luego de un momento — ¿Aún le gustaria comer conmigo? — Le pregunté, senti que quizás el no quería hacerlo.

 

Sonrió con ternura. —Claro. Andando entonces— dijo volviendo a colgarse la mochila al hombro. Decidió ya no pensar en lo que había sucedido el día de hoy. Más tarde se disculparía con Len, y si podía, hablaría con Gakupo. Y después de ahí, mejor hacer como si eso no hubiera pasado. Por el bien de todos. "Pero que Mikuo no pasé enfrene mío ni por accidente..." pensó mientras caminaba con Kaiko hacia el Maid Café.

 

"Mira, mira el cielo cada vez que te sientas triste", era lo que a veces comentaba mi hermana, palabras que le decía mi madre cuando ella era joven y estaba con mi padre, "Si miras, miras el cielo cada que estés triste, tal vez encuentres felicidad", no pude evitar echar a reír mientras tenía en mi mochila las libretas y libros, saqué mi celular cuando sonó, un mensaje— ¿Será de lo mismo? —comenté con cierto desdén.

"Mikuo, sabemos que estamos presionándote, pero tu madre realmente quiere verte"

Cerré la tapa del celular mientras volvía a ver el cielo, sentado en una banca, solo me quedaría una semana más antes de que las cosas se dieran. Si todos se enojarán conmigo sería lo mejor, eso ya lo tenía en mente, así no se sentirían tristes ni pensarían que este pelo verde era una gran persona.

— ¡Mikuo es un idiota! —grité entre risas, era seguro que dirían algo así, y antes de que mi tiempo se acabará, ellos sin darse cuenta me odiarían y nunca querrían volverme a ver.

 

—¿Len? —escuché su voz y traté de seguirla, lo encontré bajo un árbol al lado de Akita-san— Vaya, hola de nuevo— reí un poco y miré a Len —. Sé que no te toca trabajar hoy pero el primer tiempo no tiene cocinero, ¿crees que podrías trabajar solo por hoy, en lo que eligen a un cocinero la próxima vez? —pregunté preocupado.

 

— No me molesta... —dije secamente, no tenía ganas de hablar, sacudí mi ropa y vi a Akita-san— gracias por todo —traté de sonreír para empezar a caminar en silencio hacia el café, mi cabeza dolía y no sabía ni que sentía, todo me era confuso.

 

Vi como se iba alejando poco a poco, eso no era normal en él...¿ahora que sucedía?
—Vaya, ni siquiera nota que no voy detrás de él— me pregunté a mi mismo sin acordarme de la rubia que tenía a mi lado—. ¡Oh! Lo siento, tengo que irme a trabajar— me excusé y comencé a correr para ir hacia el café, realmente no sabía si tendríamos clientes ya que no había mucho personal, probablemente Len y yo eramos los únicos contratados hasta ahora.

 

Al llegar al lugar me puse un delantal y me ubique en la cocina, no quise decir nada, todo había empezado mal desde mi errónea declaración, en algún punto me sentí culpable de dichas actitudes.

— Aquí están los bocadillos de entrada —toqué la campanita para indicar la preparación y deje una bandeja con bocadillos de queso.

 

Arreglé mi cabello de manera que quedara detrás del gorro de oso. Me sentía patético pero era trabajo, forcé una sonrisa que -al menos para mí- parecía natural.
—Len, ¿te preocupa algo? —pregunté acercándome a la barra—. Ni siquiera han llegado los clientes— miré hacia el frente, las mesas estaban aún vacías...No llevábamos ni cinco minutos de abrir—. Si Kaiko y Luki van a venir por tu helado no creo que sea buena idea que te vean así como, ¿zombi?

 

— No creo sea buena idea que me vean —comenté molestó— Gakupo-san... ¡Estoy molesto! —por fin las emociones salieron— Luki-san me explicó que pasó en el aula, ¿Fue por eso que se fue furioso? ¿Por qué Shion-san y Mikuo se besaron? ¿Por qué Mikuo tiene que ser así, cómo si jugará con las emociones? Y más aún ¿Por qué todo el odio se va sobre él? ¿Acaso no es Shion-san tan culpable como Mikuo al no ponerle un alto? ¿¡Eso tiene algún sentido!? —las lagrimas fluyeron— para mi son valiosos todos, pero no puedo entenderlo, no quiero estar de lado de nadie, no quiero tener preferencias, quiero entenderlos a todos... pero... siento que ni ustedes se comprenden, en el fondo Luki-san llora y se queja, es obvio que ahora odia a Mikuo con toda su alma ¿Pero por qué lo odia a él y no a Shion-san? Shion-san la cuál lo rechazó con argumentos inválidos, la que siempre evade a Luki-san, y que finalmente se deja besar constante por Mikuo —recordaba esos momentos en que hablaban ellos, cuando Mikuo la besó por segunda vez— no quiero sonar grosero, pero la segunda vez que Mikuo la besó fue porque ella lo retó, no quiero ser pretencioso, ¿Pero qué tal si Shion-san fue quién lo reto? Usted y yo sabemos como es Mikuo... ¡Es un idiota que no se detiene con nada! ¡A veces lo odio! —las lagrimas salen de mis ojos— pero quiero entenderlo tanto como quiero entender a Luki-san, a Shion-san y a usted, quiero entender sus razones y sentimientos... pero... ¡No puedo!

Bajé la mirada, traté de secar mis lágrimas con el pañuelo de Akita-san, seguro tendría que lavarlo y mañana devolverlo, me sentía avergonzado por ser tan llorón, pero siempre fui un niño débil, no es algo que vaya a empezar a ocultar a estas alturas, no soy un hombre y no sé si algún día lo sea, pero por ahora no me avergonzaba de mis pensamientos e ideales.

— Luki-san a pesar de que se queja, aun sigue a lado de Shion-san, pero... ¿Ella será capaz de apreciarlo hasta que él no se aleje? —pregunté— estoy seguro de que de ver a Mikuo, Luki-san estallaría en ira y lo golpearía, pero para mí... ¡Ambos son tan culpables! Mikuo por ser un idiota que no tiene valor alguno por los sentimientos ni entiende el significado de un beso —inhale aire para seguir hablando— y Shion-san por no poner un alto, por retar a Mikuo y porque estoy segura que en algún punto lo que sucedió en clases hoy, ella también lo propicio conjunto a él —las lagrimas fluían— ¡Yo no quiero tomarla contra ninguno! Porque al final no me incumbe, pero estoy seguro que ustedes, Luki-san y usted, la tomarán contra Mikuo y dejarán a Shion-san como inocente al final, perdonándola, todo será culpa siempre de Mikuo... ¿Y eso es justo? Para mi los dos son insensibles y confundidos sobre sí mismos, por lo que ambos deben recibir el mismo trato.

 

Solté una risita cansada, él también se estaba llevando las emociones de todo. Nos metíamos donde no nos llamaban pero, ¿eso no era preocuparse por los amigos? Sonreí un poco.
—En primera dudo que Luki odie a Mikuo, quizá solo vio como son las cosas y ahora sé este dando por vencido. En segundo, no culpo de todo a Mikuo, sé que para su edad es un poco inmaduro en ciertos sentidos y considero a Kaiko tan culpable como él, a decir verdad estoy un poco decepcionado de ella por caer en su juego. En tercera tampoco entiendo del todo los sentimientos de esos tres —suspiré pesadamente y continué—, peor creo debemos dejar de involucrarnos y dejar que ellos resuelvan sus problemas por sí mismos, si nos molestamos entre nosotros...¿no sería malo para nuestra "amistad"? Crearemos un conflicto que desde el principio no debió existir.

 

— Quisiera no me afectara —comenté molesto— pero cuando cierta persona me deja solo en aula porque estalla en ira, y cierta otra persona esta desanimada y al intentar animada me encuentro inútil... ¿Cómo debo sentirme? —me quejé para cerrar los ojos— solo quiero aclarar las cosas, me gustaría habláramos todos, en paz, con Shion-san y Mikuo para aclarar las situaciones.

 

Sentí una punzada de culpa cuando mencionó aquello. No podía controlarlo, no era algo como si fuera fácil de solucionar, siempre había sido impulsivo cuando me enojaba.
—Lamento lo anterior, no era mi intención —Me disculpe con una pequeña reverencia. Cuando escuché lo segundo lo miré con gesto confundido— Pues, tal vez Luki y Kaiko vengan a comer el helado como en un principio estaba programado, en cuanto a Mikuo...podríamos ir a buscarlo para invitarlo también, ¿qué piensas acerca de ello? O...¿sería mejor que fuera en el parque de diversiones?

 

Bajé la mirada.
— ¿Tú crees que acepte venir al parque de diversiones? —pregunté— no creo que Luki-san quiera verlo, no ayudaría al plan y mucho menos Shion-san quier acercarse a él, por ahora —comenté— así mismo tengo miedo, hoy Mikuo se ha comportado muy extraño, no ha hecho las típicas bromas, es más... no se ha burlado como tal de ninguno de nosotros, eso me está asustando, pienso que algo no va bien con él.

 

Maika hizo un puchero al verse ignorada por Lily
"bueno, ya habíamos quedado en ir después de clase, así que le llevare conmigo " pensó Maika y agarro a Lily y la arrastro hasta la dirección.
—¿Cuál puesto quieres, Maika? — le pregunto NOVA a Maika
— umh, no lo se, cualquiera de los dos puedo hacer, pero creó que tomaré el de mesera...me pregunto si puedo pedir los dos — se pregunto mientras llenaba su ficha.

Nombre: Maika
Puesto que desea: Mesera y chef (de ser posible )
Motivación para el trabajo: Ayudarme a ser independiente y por diversión.
Porque deberíamos contratarla: Mesera porque soy buena tratando con cualquier tipo de gente y suelo ser muy tolerante con las personas y paciente para esperar las órdenes de los clientes. Chef porque desde pequeña cocino para mi por asuntos personales, por lo tanto tengo experiencia cocinando.

 

—Entonces, ¿debemos dejar que todo se quede así hasta que las cosas se relajen? —suspiré, no sabía como solucionar su caso, sacudí una de mis orejas de oso—. El amor es un tema complicado pero ha decir verdad, sí...Mikuo esta muy distante el día de hoy con todos, como si quisiera evadirnos, ¿crees que sea por que se sienta mal respecto a algo?— No sabía que pasaba y ahora que lo pensaba mejor, él siempre había sido reservado con sus sentimientos, conocíamos realmente poco de él.

 

— Más bien, creo que por el momento, es mejor que usted y yo hablemos con él —comenté preocupado— no vamos a involucrar sentimientos, creo Mikuo siempre ha dejado en claro su posición sobre ese tema y quiero confiar en él, solo que quiero cuestionarlo por su actitud, ayer no se presentó y hoy está muy raro —mire mis manos, las cosas estaban tensas— creo que inclusos sus acciones pueden ser inducidas por factores externos.

 

—Sí pero por el momento debemos estar en el trabajo. Espero que no sea nada malo lo que le ocurra —miré hacia un punto lejano—. Aún así pienso que al menos debería decirnos algo, todo este tiempo, ¿no hemos sido sus amigos? ¿Por qué no nos dice lo que le sucede? —Creí que los amigos hacían eso o quizá también necesitaba tiempo a solas...No sabía que hacer, eran los primeros amigos que tenía por ello me sentía como un idiota.

 

— Supongo que habrá que esperar —comenté mientras empezaba a preparar helado— pero supongo que a Mikuo siempre le va a costar hablar, cuando habla de éles muy difícil sostenerlo —comenté con cierta calma— en todo caso considero que usted debería hablar con él.

 

Lo miré sorprendido, ¿hablaba en serio?
—¿Yo? —me señalé, no entendía por que decía eso—. Len creo que eso no es buena idea, yo no sé simpatizar bien con las personas, no puedo ponerme en su lugar. Tu has sufrido algo similar a él, ¿no deberías hacerlo mejor tú? Creo que Len tiene facilidad para hablar con las personas.