[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

— A mí no me importa el salón de clases —comenté con una sonrisa mientras volvía a rosar sus labios con los míos— al final soy alguien cínico que nunca le ha detenido nada, y no me detendré hasta que tú lo hagas —volví a besarla— y al retarme usted me ha tentado, aunque no lo crea por mi orgullo yo no puedo dejarlo pasar así como así —un beso más profundo senté en Kaiko-chan.

 

—¿No te importa...? P-Pero todos nos verán — Le dije, ¿realmente no le importaba? — Y-Yo no me detendre — Estaba firme en ese aspecto — Yo sé que usted se detendrá en algún momento — Y acaricie suavemente su mejilla.

 

— No —sonreí— nunca me importará —agarré suavemente su cintura y empecé a besarla suavemente para después de unos minutos volver a tocar con la punta de mi lengua sus labios— ¿Quién diría que Kaiko-chan aparte de tener bigote era tan atrevida? —besé levemente su cuello para volver a sus labios— creame que puedo seguir así todo el día, y habrá un punto en que no daré marcha atrás.

 

—¡Y-Yo no tengo bigote! — Le dije y como "venganza" le di un pequeño beso — Beso mi cuello y estuve muy tentada a detenerlo, se sentia raro ahí — ¿No dar... Marcha atras? — Me sentía un poco confundida por eso, no se refería a lo que creía ¿o si?¿

 

— Si, claro, siga negandolo —volví a besarla, mordí sus labios levemente mientras la miraba a los ojos con cierta maldad— tú debes decirme donde parar y cuando —empecé a jugar con su cierre de su vestido con mi mano— créame que no juego cuando digo que no me detendré —sonreí divertido mientras volvía a besarla.

 

Fue un extraño sentimiento cuando Mikuo-san me mordió el labio mientras me miraba, todas estas sensaciones eran nuevas, pero no estaba nada bien experimentarlas en el salón — Y-Ya... Y-Ya basta... Yo... Estamos en un salón y... No... — Sentía mi corazón latir con rapidez. Tomé los hombros de Mikuo-san y lo distancie un poco.

 

Cuando Kaiko-chan por fin me detuvo, pude ver su rostro totalmente sonrojado y tartamudeando, parecía algún tipo de pescado saliendo del agua y ahogándose en el aire, estallé en risa para posteriormente sacarle la lengua— le dije que no era bueno retarme, yo no podría echarme para atrás —comenté para acariciar tiernamente su cabeza y salir del aula, debía hacer mi prueba para cocinero e iba un poco retrasado.

 

Estuve a punto de decirle algo a Mikuo-san, sin embargo el se fue rápidamente luego de acariciar mi cabeza — ¿Que estoy haciendo...? — Musite para mi mientras golpeaba suavemente mi cabeza en el escritorio, debía de calmarme... Aún sentía que mi corazón latía rápido y mis manos temblaban un poco. ¿Acaso esos besos me habían gustado? Toque mis labios un segundo, y luego me sonroje... ¡No! ¡No! ¡No! Claro que no me habían gustado además, yo lo había hecho por.. Por... ¿No iba a invitarlo yo al parque de diversiones? Suspire, hasta ese asunto se me había olvidado.

(Me voy a dormir -w-7)

 

Llevaba toda la mañana plenamente concentrado en la clase y muy apenas notando lo que sucedía a su alrededor, pues todo estaba muy tranquilo. Sus compañeros y lo que hacían comenzaron a llamar su atención cuando escuchó el escándalo provocado por el beso accidental entre Maika y Gakupo. "Que mala suerte pueden tener los que menos se lo esperan... O sería buena suerte?" pensó volviendo a sus apuntes. Y volvió a levantar la cabeza de estos cuando vio de reojo una bolita de papel por el aire: Se percató de que Mikuo y Kaiko se lanzaban notas. No le tomó la menor importancia hasta que no pudo creer el espectáculo que se presenciaba ante sus ojos: De pronto aquellos dos no dejaban de besarse! Estaba más que confundido y aturdido, deseando simplemente huir como en la cafetería, pero se quedó echo piedra en silencio.

 

La clase me aburría así que me puse a escribir una historia en mi cuaderno de cuentos. Me gustaba mucho inventar historias de amor trágicas, como Romeo y Julieta. Estaba muy metida en eso hasta que se me cayó mi lápiz. Cuando me agaché por el y luego levanté la vista... Qué?! El chico de cabello verde y la chica de cabello azul estaban dando todo un espectáculo de besuqueos!! Increíblemente tentada, casi por mero reflejo, saqué el celular y capturé justo el momento en el que se besaban. Pero que rayos? No tenían un poco de decencia como para esperar a salir del aula? Wow... Alguien más tenía que saberlo si es que nadie se estaba dando cuenta! Pero sólo tenía el teléfono de Defoko y ella estaba en el aula. Se daría cuenta no? Guardé mi celular de inmediato y volví a mi libreta de cuentos.

 

¿Que es lo que había hecho? Aún no estaba segura de lo que queria lograr con eso, suspire... Aún quería ir con Luki a comer al café, pero seguramente el lo había visto todo... Me levante de mi asiento, ¿realmente estaba bien ir a hablarle? Me acerqué lentamente, me sentía la peor persona — Hey... Luki — Le llame cuando estuve cerca.

 

Luki estaba atónito, fuera de sí, pero volvió a la realidad cuando escuchó la voz de Kaiko. La volteó a mirar con un brillo en los ojos que no sabía de qué iba: Definitivamente no iba a llorar. Sin embargo, se sentía decepcionado; Kaiko no parecía haberse negado a lo que ocurrió... Y por parte de Mikuo, sentía... No sabía ni tenía ganas de averiguarlo. --Hey... Kaiko-- respondió. Quería sonreír y hacer de cuenta que no vio lo que vio, pero estaba inmóvil.

 

—Cierto— musité, estaba apunto de decirle un plan que había formado para juntar a Kaiko y Luki en el parque de diversiones pero la campana sonó, tenía que ir al trabajo. Cuando quise ponerme de pie vi como Mikuo se acercaba a Kaiko y comenzaba a besarla. Abrí los ojos por la sorpresa y volteé a ver a Luki, ¿se encontraba bien? Miré a Mikuo y por primera vez sentí llamas en mi cuerpo, ¡¿cómo se atrevía a hacer eso sabiendo lo de Luki?! ¡¿realmente era amigo de Luki?! Quería pararme y golpearlo pero antes de que lo hiciera salió del aula. Estaba realmente enojado, no solo con él sino con Kaiko también—. ¿Qué fue eso?— alcancé a decir, respirando profundamente para evitar gritar.

 

Seguí dibujando cuantas uvas con distintas caras se me ocurrieron, despues de un rato la clace termino y aliviada guarde mis cosas en la mochila color morado con detalles negros que llevaba y tome al pequeño raton en mis manos, una vez con la mochila en hombros sali corriendo de ahi como se mi vida dependiera de ello y deje el salon de clace atras, realmente no habia prestado atencion a los ultimos sucesos de clace asi que decidí no quedarme alli, llege a una jardinera donde deje de nuevo al pequeño raton--No me sigas-- dije antes de volver a echar a correr e ir a la biblioteca para leer un rato y poder tal vez encontrar a Tenko-chan.

 

Estaba tan distraída con lo que escribía y con la foto que tomé que me di cuenta tarde de que había tocado la campana. Me levanté de forma precipitada para salir del aula y en un descuido choqué con el chico alto de largos cabellos morados. -L-lo siento...

 

Traté de respirar más profundamente, necesitaba calmarme. Estaba inmóvil que no me di cuenta que estaba casi en medio de la puerta y por lo mismo una chica de cabellos rubios chocó conmigo. Era pequeña, parecía que nadie podía estar a mi altura -física-. Sonreí un poco, quizá la había asustado. Suspiré.
—No te preocupes, lo siento más yo— Y era cierto, me moví de la puerta para que pasara.

 

Iba a salir del aula pero el chico pareció muy amable y llamo mi atención. -Creo que no me había presentado contigo... Mi nombre es Akita Neru y llegué a la Academia ayer- dije mientras tendía la mano frente a él.

 

Él lo habia visto, estaba totalmente segura, ¿debía disculparme? ¿Dejarlo pasar? No sabía que debía de hacer — Yo... ¿Quieres ir comer al café? Parece que ya abrieron — Pregunte, me sentía como una tonta y seguro me veía como una. No quería hacerle daño a nadie, y lo había hecho.

 

La miré, no...No la había visto antes. Tomé su mano tratando de ser delicado, no estaba de muy buen humor...Quizá estaba más enojado que ayer. Traté de forzar una sonrisa amable pero sabía que no podía por lo que solo estiré un poco los labios para mostrar una media sonrisa.
—Bienvenida Akita-san, soy Gakupo Kamui— di un apretón a su mano y la sacudí un poco, era raro que alguien se presentará así—. Yo llevó aquí desde que inició el curso.

 

Ya era medio día, yo estuve fuera de la academia con permiso para recoger las cosas que había encargado el día de ayer, volví y con lentes de sol y una sonrisa estúpida, dejé las cosas en mi habitación y partí a el área de las aulas.

(Wow... mis ojos no pueden creer lo que leen e-e
Buenas, perdón por desaparecer, [De nuevo]).