[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

— Bueno... es que... —iba a comentar que el cansancio era mental referente a lo que había pasado en el comedor, pero antes de que cualquier cosa saliera de mi boca, algo sucedió. Todo el sueño que tenía desapareció, fue sustituido por sorpresa y empecé a abrir mi boca, moviendola como boca de un pez— ¿¡Ah!? —no pude evitar gritar de lo que estaba viendo.

 

Seguia tratando de cubrir mi sonrojo cuando el profesor llego a claces e inmediatamente pidió que se le entregara la tarea, me pare de mi asiento con la tarea en la mano, delante mio estaban Maika, Gakupo y Len me forme detras de ellos y espere a que la fila avanzara ... Maika resbalo y Gakupo en un aparentemente acto reflejo extendió sus brazos para evitar que Maika callera, me quede atonita mirando aquel beso.

 

Observé en seco la acción, no dije mucho, solo suspiré, tampoco estaba de humor para hacer bromas, así que sonreí vagamente— ¿Quién lo esperaría e Gakupo? —traté de reír para posteriormente entregar mi tarea y volver a mi lugar, no era algo que me animara.

 

Maika cerro los ojos con fuerza esperando a escuchar un ruido sordo y un gran dolor, pero nunca llegó, abrió los ojos y se sorprendió al ver a Gakupo muy cerca, parpadeo una vez, luego dos veces, luego tres veces, para caer en cuenta de lo que paso y se sonrojó furiosamente.

 

Me quedé con los ojos abiertos como platos din dejar de mirarla, parecía que ella estaba en shock como yo. Parpadeé una vez y caí en la realidad, sus labios estaban presionando los míos, me alejé y sentí el rostro caliente por lo que baje la mirada.
—Y-y-y-yo l-lo si-siento— dije entre tartarmudeos por los nervioso que estaba. Pasé a su lado y me dirigí directo con el profesor para que me calificara, ignorando la situación volví a mi lugar y tapé mi rostro con ambas manos...¿Qué había pasado?

 

— Gakupo-san... —hablé sin éxito, tratando de animarlo, pero parecía no escucharme— Gakupo-san —agité su hombro cuando regresaba a mi lugar— ¡Gakupo-san! ¡Gakupo-san! ¡Gakupo-san! —estaba gritando entre susurros, por muy ridículo que eso pueda sonar— ¡Gakupo-san! ¡Gakupo-san! ¡Gakupo-san! —así estuve un buen rato, sabía que estaría en shock pero si se quedaba así sería imposible que continuara en las clases— ¡Chico de pelos de ancianita canas moradas! —me quejé ya estando desesperado.

 

Sentía como alguien me sacudía y después mencionaba mi nombre pero no sabía de quien era la voz, no sabía si esas voces eran reales, quizá fuera mi consciencia que me jugaba una mala broma. ¡¿Qué había hecho?! Había besado a una chica sin querer, aunque había sido un accidente me sentía culpable, era la primera vez que me besaba con una mujer. De pronto mi consciencia me dijo...¿anciana? Si fuera yo no me hubiera llamado así por lo que alcé la mirada y vi a Len.
—Oh, hola— dije con tono preocupado.

 

— ¿Preocupado? —me acerque para ver su rostro, parecía muerto en vida— debería repetirse las palabras que usted me dijo —sonreí amablemente, tratando de animarlo— a veces las cosas suceden y no hay forma de dar marcha atrás, solo se debe seguir adelante —en algún punto me sentí divertido con la situación, pero sentía tristeza por la cara de Gakupo-san.

 

Contenido oculto: Mikuo-san

Justo lo que pensaba regalarle a Mikuo~ Kaiko le dará besos y su amor incondicional (?)

Busqué mi tarea por mi bolso, y cuando la encontré fui a entregarla. Vi como Maika tropezaba, y que por obra del destino, Gakupo estaba frente a ella ¿El resultado? Pues ellos dos terminaron besándose, a Gakupo-kun le dio mucha vergüenza y comenzó a tartamudear para luego sentarse en su escritorio, pensé en mandarle un papelito para molestarle pero luego decidí que no era momento.

Debía de avisar a los demás sobre el asunto del parque de diversiones, aunque aún no estaba muy segura del día, de igual manera tome mi pluma y escribí en un papel.

"Hey Mikuo-san:3"

A él sería el próximo al que avisaría, esperaba que aceptara.

 

—Señorita, ¿me va a entregar eso? —pregunto el profesor
—eh, ah, si —dijo Maika roboticamente e de igual manera le entrego el trabajo para irse a su lugar, ¿que demonios había pasado?
—recopila las cosas Maika —se dijo a si misma y pensó
1: fuiste a entregar tu trabajo
2: por descuidada resbalaste
3: Gakupo quiso agarrarte
4: accidentalmente se besa-
—¡waa! —grito Maika avergonzada, quería que se la tragara la tierra —Kami-sama, ¿que he hecho para que me odies? —pregunto mientras se agarraba la cabeza y se dejaba caer sobre su escritorio.

 

Sonreí tratando de animarme, pero ni siquiera sabía si había hecho una sonrisa, solo sentí como mi rostro se estiró.
—Lo sé Len, pero...no te sientes mal cuando has dado tu primer beso de una manera poco...linda?´—me quejé y sacudí mi fleco con mis manos, estaba avergonzado.

 

Estaba sentado en mi escritorio, observando la ventana cuando vi un gracioso papelito caer en mi pupitre, era de Kaiko-chan, no tenía muchos ánimos, aún así lo respondí.

"¿Qué sucede?"

Escribí para posteriormente seguir viendo la ventana.

 

— Emmm... Gakupo-san... —comenté mientras mis ojos lagrimeaban levemente— ¿Usted recuerda mi primer beso? ¿Verdad? —me quejé tratando de no enojarme, a comparación de besar a un pervertido de pelo verde, un beso con una chica tan linda como Maika no se me hacía del todo malo.

 

Mmm... Mikuo-san parecía más serio por papel, o quizás realmente no estaba de humor.

"Quisiera preguntarle algo"

Escribí para luego lanzarlo, esperaba que -como el anterior- llegará a la mesa de Mikuo-san, mi puntería no era la mejor del mundo.

 

—Mmm, ¿fue con Mikuo? —pregunté aún desanimado. No tenía ganas de pensar—. Lo siento Len, sé que tu primer beso no fue el mejor del mundo pero...Yo..Yo nunca besaría a alguien sin su consentimiento y aunque sé que fue un accidente me siento muy mal, ni siquiera conozco del todo bien a Maika...Siento que hoy no fue mi día, primero Kaiko juega conmigo diciéndome que le gusto y después beso a Maika por accidente, me siento basura— hice un gemido de tristeza y bajé la cabeza para quedarme quieto en la paleta de la banca.

 

— Bueno... —suspiré para agarrar el hombro de Gakupo-san— si para usted un accidente es un "primer beso", creo cuenta más como "primer beso" el pacto de la amistad con Mikuo, que fue el que este le dio, o el beso que yo le dí antier —comenté— es decir que sus primeros besos fueron hombres, en todo caso si esos no fueron un primer beso... ¿Por qué este sí? ¿Por qué fue con una chica? Y si eso decimos, no sería para alegrarse de que por fin beso una chica —lo de Shion-san no me quedaba del todo claro, así que preferí no rosar el tema.

 

Contenido oculto: "Para todos"

Mikuo ha sido el primer beso de todos xP

Regreso de vuelta el papelito y no pude evitar sonreír, igual no tenía que estar contagiando mi "maravilloso" humor a todos, así que empecé a dibujar en el papel. Dibuje unos puerros, unos cerditos y una Kaiko-chan con nariz de puerquito.

Para posteriormente, abajo de la hoja escribir.

"Pues pregúntalo"

Mande el papelito y empecé a suspirar.

 

Suspiré, Len siempre tenía la razón...Aún así ella era mujer, debería estar alegre pero hasta eso me hacía sentir culpable, me sentía como un pervertido o algo así. Lo miré.
—Si estoy feliz por besar a una mujer eso me haría un pervertido...¡Aish!— me volvía a quejar aún así traté de respirar para decirle —: Len, creo que es mejor olvidar el tema, siento que si sigo así mi salud emocional se destabilizará. Mejor cuéntame porque te has quedado dormido— forcé una pequeña sonrisa.

 

Me pregunté porque Mikuo-san no devolvía el papelito, pero cuando lo recibí me di cuenta de la razón de la tardanza, vi el dibujo y no pude evitar soltar una risita.

"Bonito dibujo, pero mi nariz no es de esa forma... ¿O si? D:
Bueno lo que iba a preguntarte era, ¿desea ir al parque de diversiones el fin de semana?"

Termine de escribirlo y lance el papel con fuerza hacia Mikuo-San.

 

— Veamos... yo creo es normal que todos los hombres sean pervertidos —dije eso en un susurro, incluso yo me sentiría feliz si una chica me besara, pero quizá el mundo de Gakupo-san era distinto— bueno... solo me siento mal porque siento que metí la pata —bajé la mirada con cierta tristeza— siempre soy una molestia.