[capitulo once]: ¡hay trabajo que hacer!

Cuando salió de las duchas, dio un paseo rápido alrededor de la academia, pensando que era demasiado temprano como para ir a la cafetería. Traía los audifonos puestos y el volumen no muy alto. De rato decidió llegar a la cafetería a pedir un café y un pedazo de pay de queso al no tener mucha hambre. Después se dio cuenta de que Gakupo y Len estaban ahí. —Buenos días, Gakupo, Len.

 

— ¡Hola Luki-san! —comenté con una sonrisa mientras empezaba a comer— ¿Disfrutó la ducha? —comenté tratando de hacer tema— por cierto, hoy los hot cakes están deliciosos y más porque Gakupo-san los invito —le miré con una sonrisa malvada al pelo morado— ¡Hoy será un gran día!

 

—Si, llegué a la Academia el día de ayer— respondí con una sonrisa. —Mi nombre es Akita Neru, mucho gusto— dije sin tenderle la mano, pues ella se estaba arreglando aún y yo seguía cepillando mi cabello mientras veía de reojo mi celular, al que no le entraba ningún mensaje.

 

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Claro ^^ Seré feliz, am, igual a la tuya con los datos de Gakupo

Me quede de piedra un segundo, ¿otra vez? No sabía que decir, hasta que comentó que era broma.
—Len si sigues diciendo eso comenzaré a creer que es verdad, ¿eh? Buenos días Luki-san— le dije con una sonrisa, escuché lo segundo que el rubio dijo, miré a la mesa—. Disculpen un segundo— me retiré para acercarme al pelo verde—. ¿Amaneciste mejor? Por cierto, estas comenzando a darle miedo a Len, ¿por qué no te sientas con nosotros?— ofrecí.

 

— ¿Ah? —estaba todavía meditando cuando se acerco un chico familiar— ¿Hasta ahora preguntas por mí? —dije en una queja de broma— pensé que te habías olvidado que existía —luego sonreí— un caballero que viene a salvar a el damicelo en peligro —comenté a broma para luego dirigirme a las bandejas— me sentaré una vez que compre mi comida —estaba bastante tranquilo mientras escogía un poco de sopa miso, pan, arroz y té, por hoy pasaba de comer puerros.

 

—Fue refrescante— dijo negando con la cabeza sonriendo, simplemete encantado con lo fácil que el rubio podía animar el día. —Debo admitir que ando un poco distraído esta mañana... ¿puedo sentarme?

 

--¡Un gusto! Yo soy Defoko Uta Utatane-- sonrei acomodando mi boina y terminando asi de arreglarme, --Yo ayer estaba de vaga con mi hermano tal vez por ello no te vi-- decia recordando, note que miraba su telefono con algo de ansias mientras cepillaba su cabello largo--¡Lindo celular! -- dije tratando de sacar tema de conversación

 

Reí de forma traviesa ante el comentario de Gakupo-san, después de ello vi como se acercaba a Mikuo, no le tomé mucha importancia.
— ¡Claro! —comenté a Luki-san— parece que hoy seremos cuatro en la mesa, o eso veo, ya que Gakupo-san fue por Mikuo —sonreí— por cierto Luki-san... ¿Acaso estás distraído por cierta chica de pelo color chicle? —dije de broma mientras lo picaba con el mango del tenedor— porque si es así, debo admitir que es una persona muy sencilla.

 

Sonreí.
—Parece que el Mikuo bromista esta de regreso, me siento halagado de ser su príncipe— me incliné e hice una reverencia de caballero—. De acuerdo— asentí con la cabeza y me senté frente a Len de nuevo, escuché algo de una chica pero decidí no interferir, tomé mi café de nuevo acompañandolo de una tostada. Me quede cayado esperando la respuesta del pelo rosa.

 

—Sería agradable empezar el día con varios mapaches reunidos— dijo mientras se sentaba y miraba con algo de confusión a Len. —Bueno, estoy tan distraído que me atreveré a decir que no sé de que me estás hablando— dijo comenzando a comer su desayuno.

 

— ¡Ah! —me senté a lado de Luki-san con mi bandeja llena de comida— ¿Tan temprano y ya hablando de como Luki planea conquistar a Kaiko-chan? —empecé a tomar de mi sopa miso— ya dije... ¡Bésala hasta que ella no puedo pensar en nadie más que no seas tú! —a pesar de la frase mi semblante era serio, estaba pensando sobre la falta de condimentos de mi sopa.

 

—Mucho gusto, Uta-san— dije para después dejar caer accidentalmente mi cepillo, mirándola con curiosidad y sonriendo con un brillo notable en los ojos. —Gracias. ¿Tú tienes celular?— No quería se tan evidente, pero amaría comenzar a tener el número de todos en la Academia.

 

Puso la mirada en el cielo y soltó una carcajada. —Mikuo, no me arruines mi buen humor— dijo con una sonrisa sincera y le dio un sobro a su café. —Ayer tuve la oportunidad de quedar en buenos términos con Kaiko, y no quisiera cometer un tercer error que me marque definitivamente como un psicópata frente a ella.

 

— No como un psicópata —comenté mientras probaba el pescado asado— solo un hombre enamorado —sonreí amablemente para luego susurrar en lo bajo— o un hombre urgido —no pude evitar echar a reír para probar mi té— a todo esto... ayer se abrieron las solicitudes de empleo ¿Alguno ya fue? Y de ser así... ¿Me podrían contar como fue?

 

No pudo evitar mirar a Mikuo con cierto enojo, sintiéndose insultado por un segundo. Decidió beber de su café y dejar que el tema de conversacón cambiara. —Yo entregué solicitud, pero no he ido a la audición. Trataré de ir hoy o mañana y espero me contraten...— Y de no ser asi, seguiría trabajando los fines de semana fuera de la escuela, como tenía planeado.

 

--¡Llámame Defoko! Uta-san es muy formal para mi--sonrei mirando su reaccion ante mi comentario--Si tengo! ¿Quieres que te de mi numero?¡ Por cierto cualquier falla o actualización que necesites dime a mi! -- decia sonriendo--¿Quieres ir a almorzar con migo?

 

— Yo creo sería más factible lo segundo —comenté muy bajo después de escuchar la segunda opción de Mikuo— pero bueno, ayer Gakupo-san y yo fuimos a la audición, no había mucha gente y publicarán horarios, sino es que ya están publicados —sonreí— ¿Y para que solicitaron? ¿Mesero o cocinero? Yo seré cocinero —sonreí.

 

—Me encantaría que me pasaras tu número Defoko— dije mientras abría mi carpeta de contactos el celular. Sonreí. —Oh, gracias, pero tengo mis propios conocimientos tecnológicos y recursos para ese tipo de cosas— dije retirándome unos cabellos que no me recogí bien. —Claro, vamos a almorzar.

 

— Cocinero —comenté mientras probaba el pan con la sopa miso— al igual que tú Len me meteré a la cocina, ya tuve suficiente con ese traje que me hicieron usar —me empecé a reír para mirar a Luki-san— a diferencia de ti, nosotros dos no tuvimos tan buena suerte sobre ese asunto... ¿Verdad Luki-san? —comenté para volver a tomar de mi té— y en la cocina aseguro dos cosas, mi dignidad y un sueldo, aunque no parezca, sé cocinar.

 

Acabé mi desayuno en silencio.
—Yo hice la prueba de mesero— comenté—. La prueba en si no es difícil solo te piden vestirte como un mesero normal y atender un par de clientes de manera casi fugaz, además de que hay cuatro jueces: 2 hombres,2 mujeres. Yo no quería hacer la prueba pero era una promesa que le hice al rubio...Además no sé cocinar— reí, era un idiota en ello. Recordé la vez en la que Len nos hizo de comer la primera vez que había venido a la cafetería.