Caverna Témpera

—Por lo mismo—lo veo con una sonrisa—porque aquí me diste mi primer beso—le dije sonriendo.

 

--Lo sabia--Le dije sonriendo--Y no quieres uno?--

 

—Mejor en la cueva no...no me gusta mucho el ambiente—le dije sonriendo—mejor en la pradera.

 

--Vale, lo mismo dijiste la otra vez--Le dije sonriendo--

 

—Jaja, pues si—chuchu me llamo por lo que nos acercamos y ya estamos en la entrada de la pradera—chuchu usa golpe roca—ella obedece, rompe la roca y la regreso—vamos.

 

--Vale vamos--Le dije sonriendo--

Una vez dicho esto entramos a la pradera

 

Entre en la vacia Caverna Tempera, la unica vez que habia estado aqui fue cuando pase por la Llanura de los Relampagos. Lastima; ya no existia por la patada que le di a la campana de la Torre de Ho-oh.
— Bueno...veamos que pokemon habra aca..— dije sacando mi pokedex y empezando a escanear el aerea.

 

Entré a la caverna siguiendo a mi Duskull, el cual se habia dado a la fuga en un descuido mío. La cueva estaba oscura y húmeda, así que caminaba con cuidado de no chocar con algún pokémon salvaje que se encontrara en la obscuridad.
— Duskull... ¿Duskull? — Llamé a mi pokémon.

 

Me había topado con un grupo de zubats dormidos, los cuales al sentir mi presencia habían comenzado a chillar y volar en mi dirección.
— ¡Ahhh! ¡Malditos zubats! — Grité para luego ordenar a mi Torchic que los intimidara. — ¡Fosvorito, usa ascuas! — El pokémon salto de mi cabeza y escupió varios proyectiles en llamas, que ademas de ahuyentar a los zubats, iluminaron la caverna por unos segundos, lo cual me alcanzó para encontrar a Duskull.

 

Corri hacia donde se encontraba mi Duskull, para que no se le ocurriese irse de nuevo. — Sinceramente Duskull... — El pokémon fantasma me miraba con su usual indiferencia. — Está bien, no lo vuelvas a hacer, vuelve. — Saque una pokeball y lo meti en ella.

 

Examiné el lugar por unos segundos, luego miré a Fosvorito y le dije:
— Ya que estamos aquí, ¿Por qué no aprovechar y atrapar algunos pokémon? — La verdad mi pokedex estaba casi vacía, asi que me vendria bien para completarla.
— ¡Tor-chic! — Asintió mi pokémon, emocionado por pelear y demostrar su valentía. Mi pequeño Torchic saltó de nuevo a mi cabeza y me acompañó a explorar la caverna en busca de pokémon salvajes.

 

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@Nami Roronoa Cuando puedas pásate como maleante para enfrentar al chico xD

 

— ¡Genial, un Mawile! — Exclamé emocionado, parece ser un buen pokémon. Fosvorito se había desempeñado muy bien teniendo en cuenta la dureza de su contrincante. — Bien hecho, Fosvorito. Continuemos. — Le dije, reanudando mi busqueda.

 

— Wow, un gastly. Le hará compañía a Duskull, espero que se lleven bien. — Dije, metiendo la pokeball en la mochila.

 

Libere a mi Charizard quien ilumino completamente la cueva. Le agradeci con una caricia mientras este sonreia.

Por otro lado se escuchaba unos pasos lentos los cuales se hacian cada vez mas constantes en la direccion de cierto entrenador con un pequeño pollo de Fuego.

 

Un hombre delgado pero de corta estatura se vio atraído por las llamas que ahuyentaron a un alterado grupo de Zubats, y al acercarse a inspeccionar descubrió un entrenador con un Torchic. Sonrió con malicia, tomándolo por un inexperto, y saltó frente a él.

—¿Qué tu mami no te advirtió a no meterte en lugares tenebrosos por tu cuenta? —rió el maleante, enfrentando al chico dispuesto a robarle todo su dinero.

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@Hey Miguel

 

El hombre noto que uno de sus compañeros había llegado donde el chico del Torchic. Dijo que el lo quería enfrentar y empezó una discusión.

Por mi parte escuche los gritos y fui a ese lugar: Dos reclutas del Gamma peleando por enfrentar a un novato
— Yo quiero enfrentar a uno de ustedes, el mas fuerte por favor.— sonreí mientras Charizard aparecía detrás iluminando todo.

(Nami, yo nunca enfrente a uno de estos tipos: La primera vez pase por el Claro y no estuve acá, y el resto GL estuvo ocupado. Aparte me vendrá bien una pelea :·3

 

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Yo que tu..... no le hago caso a Gold xD

 

Recorrí la Caverna como loco, hasta que al fin encontré a Gold, justo a tiempo.

—Yo te enfrentaré —respondí con seguridad en la oscura cueva, donde mi rostro a penas y era visible—. Soy... —¡Piensa, piensa!— Nanashi, del Equipo Gamma. Un soldado tan fuerte que mis demás compañeros tuvieron que reprimir mi existencia en sus mentes, para así evitar un trauma. Es por eso que no me recuerdan; pero tú si que recordarás mi nombre. El nombre de la persona que te venció. —finalicé, riendo sádicamente.

 

— ¿Eres tonto verdad Ian?— pregunté escuchando su voz.— Cálmate, primero le gano a este, luego podré pelear contigo. Ademas, me falta terminar un poco de entrenamiento. Y si no lo recuerdas soy Ex-comandante de Gamma.