Alcé una ceja, pero luego suspiré decepcionada. --Bueno... Supongo que la encontraré. O eso espero... Cuando miré, Espeon ya se había comido casi todo mi plato. --¡Oye!--le dije para regañarlo
Reí un poco ante la acción de Espeon — Tranquila... que quedan muchisimos platos mas...— dije mientras tomaba un poco de la comida que tenía frente a mi y la comia
Espeon hizo brillar más sus ojos para pedir. Yo simplemente suspiré. --Está bien... Al decir esto, Espeon volvió a comer. Yo, en cambió, decidí unirme a él.
— Sabes... esto si pica, pero no es nada del otro mundo...— dije algo aliviado, pensaba que eso me picaría de una forma indescriptible
Que raro... Será que lo cocinó Melisa en vez de Saúl. --A lo mejor lo hizo otro u otra de mis cocineros.
Asentí con la boca algo llena. Luego tragué, y me dispuse a hablar. --Normalmente, Saúl la hace el doble, triple e incluso a veces el cuádruple de picante. Pero me da que no lo hizo él.
— La suerte esta de mi lado esta vez entonces... — dije terminando mi plato y levantándome — ¿Ya me puedo ir no?
Espeon terminó por mi. Luego me puse en pie, al igual que Espeon. --Ajá. Yo también me voy. Me queda mucho.
Me incliné haciéndole una reverencia para agradecérselo. --Vale-- dije saliendo de mi cuarto junto a mi pokémon psíquico
— No, solo que me la he pasado dormido un buen rato... cuando he despertado témpera estaba vacia porque se acabó el torneo
Me encogí de hombros. --Raro... Pero te creo. Decidí guiarlo hasta elmjardín trasero. Principalmente, para llamar a los pokémon voladores.
Sonreí mientras llamaba a Staraptor para que bajara — Y bueno.. te dejo entrenando, creo que tengo que irme ya
Asentí. A continuación, llamé a mis dos pokémon voladores, pero devolví a Charizard. Seguidamente, monté sobre Noivern, al igual que Espeon. Me puse las gafas, y me despedí de Dante. --¡Nos vemos! Noivern fue veloz a la hora de despegar, mal igual que volar. Próxima parada: A saber...