--Más la garantía, que son unos 20... 915, más o menos... Tengo y me sobre muchíiiiiiiiiisimo--dije sonriente Eevee no se enteraba de NADA, pero tampoco le hacía falta. -- ¡Pues lo tengo todo ya listo! Sólo me falta una cosita...
Los dragones empezaron a golpear el arbol y este se empezo a tambalearse con lo cual empece a despertar. — ¿Que pasa..?— bostece.
Saqué de mi cartera mi tarjeta favorita. Una dorada. --Mi padre me decía que cuando iba de compras con él, su cartera empezaba a temblar de miedo-- le dije a mi Eevee, y este rió un poco --. Si no recuerdo mal... Está era de mi padre, y tenía rondando los dos millones o algo así... Eevee se quedó impactado. Normal... --Pero tranquilo. Me voy a gastar lo justo y necesario.
Desperte en una de las habitaciones del CP, me puse de pie y salgo de la habitacion buscando algo interesante que hacer...
Volví a guardar la dorada tarjeta en mi cartera, la cual guardé en la mochila. Eevee seguía conmigo, aunque yo no encontraba a alguien. --Cuando se busca algo, nunca se encuentra...
Mire hacia abajo y eran mis mejores pokemon gastandome una broma. — Uff..que pesados— me queje mientras me lanzaba sobre Garchomp.
Eevee empezó a aburrirse. Le acaricié la cabeza animándolo un poco. --No te preocupes. Esto no durará mucho.
Sali del CP y empeze a caminar sin rumbo, quilava caminaba conmigo --Hay amigo, cuanto he dormido--le dije y este hizo una cara de que fue mucho tiempo--
Un sonido me sobresalto bastante, provocando que diera también un pequeño salto. --¿¡Pero qué...!? Eevee también se asustó y empezó a temblar un poco. --La madre que trajo al causante de ese ruido...
Estaba en verdad aburrida, ya comí y no encontraba a nadie. cuando logro ver a un quilava—Hola quilava, hola, yair—los salude pasándome de largo y sin darme cuenta de a quien pase exactamente.
Dejando de lado ese dichoso ruido... Empecé a calmar a mi pokémon acompañante, el cual aún estaba asustado. --Tranquilo... Ya está... Juro que me cargaré al causante de esto...
— Ve al centro de la ciudad..— este hizo caso y empezo a volar a gran velocidad a donde estaba la tienda de entrenadores
Escuche la voz de yair....no me di cuenta de que pase por su lado por lo que retrocedo—oh, Hola yair. pues nada, estoy desde que me desperté aburrida—siento que quilava se me acerca—hola lindura—le acaricio la cabeza.
Quilava sonrio y se sonrojo por lo que le habia dicho mitsuki --Oye que tal si salimos de esta ciudad talves encontremos algo en otra parte--Le dije sonriendo--
Sin duda, el causante va a recibir... Eevee acabó en mis brazos, ya que aún tenía miedo. --Al cuerno con las compras... A buscar a ese tipo...