Cuando estaba a punto de responder, un sonido proveniente del cielo me hizo levantar la vista; era Skarmory, que por fin me había localizado y regresaba junto a mí finalmente. —Skarmory, regresaste… ¿dejaste a Mitsuki en las ruinas como te pidió? —el ave de acero asintió, a pesar de que no parecía contento por el viaje—. Bien hecho, te mereces un descanso… debe haber sido un camino largo, regresa. Y dicho esto, saqué la pokebola de Skarmory y regresé a dicho pokémon.
Miré al chico; tras la llegada repentina de Skarmory, me había olvidado completamente de él, que seguía parado ahí junto con su Charizard, empapados los dos como resultado por la batalla contra Blastoise. Y soltó la pregunta así, de la nada, y la verdad que no me la esperaba. —Pues, por varias razones —repliqué, intentando esquivar la pregunta—. Podría decirse que la principal es que… ¿me gusta? No se, supongo que porque me pareció divertido convertirme en entrenadora pokémon… es complicado de explicar
Mizuki estaba dormida en la cama, y yo, bueno, en el piso, y seguía dormido, Blastoise dormía cerca, en una alfombra
Desperte por una luz que me molestaba, abri los ojos y veo a quilava, me quede pensando un poco --Cyndaquil?--Le pregunte y este sonrio y salto sobre mi--Que genial ya eres un quilava--
Desperté en el centro pokémon tras haber vuelto en la noche de ver la batalla de Effy, y coloqué mis pies en el suelo mientras bostezaba. Decidí salir a dar un paseo y conprarme algo para desayunar, y así hice junto a Samurott, quien me acompañaba a todos lados. Mientras, aún medio adormilada, murmuraba por lo bajo. —He roto mi racha de combates ganados..habrá que empezar de nuevo...—suspiré y me coloqué bien el pelo para acercarme a un quisco cercano.
Estaba despierto pero algo adormilado, y con hambre, así que Blastoise se despertó, me le acerqué y le pedí que se quedara cuidando a Mizuki, a Sylveon le pedí lo mismo, luego, salí en busca de un quiosco cercano a comprar comida
Me puse de pie y empeze a caminar junto a quilava --Que bueno que hayas evolucionado quilava, bueno ahora a buscar entrenadores --Le dije y este sonrio--
Al acercarme al quisco me percaté de un Samurott, junto a una chica que me resultaba familiar, pero estaba tan adormilado que no le reconocí (@Liza White)
Tras comprar me apoyé en Samurott unos pasos alejados del quisco y comencé a tomar la bebida energética que había comprado mientras mi pokémon tomaba un par de pocochos que también compré. Necesitaba estar bien despierta para continuar con el entrenamiento; tras una derrota no podemos quedarnos sin hacer nada. Entonces fue cuando me di cuenta de que Rojo se había acercado al quiosco donde acababa de comprar y silbé levemente cuando acabó su compra para que se percatara de nuestra presencia.
—Buenos días. —sonreí mientras le miraba de arriba a abajo. —Tú también te acabas de despertar ¿no? Se te nota bastante. Samurott se limitó a bostezar también y miró hacia otro lado, logrando ver la figura de Yair a lo lejos, por lo que gruñó para que lo escuchara y se acercara.
—Uf, sí, de no ser por el hambre me levanto en la tarde, aparte que Blastoise y Sylveon se quedaron en el centro descansando— me sacudí para sacarme la pereza—
Habia escuchado un gruñido, levante la Mirada y veo al samurott de liza , asi que no dude en acercarme despues de todo buscaba entrenadore --Hola liza--Le dije al acercarme a liza--
—¿No te pones un despertador ni nada? —pregunté pero en ese instante escuché a Yair acercarse. —Buenos días Yair, anda, ¿y ese Quilava? ¿Cindaquil evolucionó? —Le pregunté con una sonrisa. Samurott se acostó en el suelo y le acaricié suavemente el lomo al tenerlo a mi altura aproximadamente.
—Andale, que anduve tres días despierto, ya te puedes imaginar —respondí con flojera— Felicidades Yair, Wartortle también evolucionó —ví y examiné al Quilava—
—Genial. —exclamé alegremente y dando otro sorbo a la bebida y algo se me ocurrió. —¿Te apetece un combate para demostrarme vuestro nuevo potencial?