[Capitulo Ocho]: Nueva semana... ¡Quiero Morir!

—Yo prefiero los helados de agua, aunque muchas personas dicen que esos no cuentan como helados.— Rie. —Ya sabes, como los de limón y mango, mis favoritos.— Asi salieron del aula y se dirigieron a la cafetería.

 

—Yo si los cuento como helados — Los defendí, ya que me gustaban bastante — Luki, ¿estás seguro de que quieres pagarme el helado? — Habían bromeado sobre eso en clase, pero sinceramente no estaba segura de que él quisiera realmente hacerlo.

 

—Oh, si, no tengo ningún problema— dijo sonriéndole y al siguiente segundo aartó la mirada un poco sonrojado. —¿Sabes? Me doy cuenta de que aún perteneciendo al Club Mapache y teniendo a un grandioso compañero de cuarto... realmente no me he podido hacer muy buen amigo de nadie...— suspiró sin dejar de sonreir con honestidad. De pronto sintió muchas ganas de pasar un rato con Mikup, Len, Gakupo, Akaito... y cualquier otro chico al que le hubiesen pintarrajeado la cara o "besado amistosamente". —Me alegra que de hecho aceptaras la invitación.

 

—No, realmente es un alivio que me hayas invitado a tomar un helado, el día de hoy necesitaba algo así — Ya casi se me había olvidado, pero el recuerdo de que Kaito estuviera en la academia seguía presente — Respecto a lo otro... — Tome aire y pensé un momento — No quisiera sonar atrevida, pero me encantaría que me considerarías una amiga y que confíes en mi — Le dije — Si tienes en algún problema, no dudaré nunca en darte una mano.

 

Después de esforzarme demasiado lavando mi rostro y ver que los garabatos seguían ahí, sin inmutarse ni un poco salí de mi habitación y me dirigí a... ¿A donde podría dirigirme? No sabía, no conocía nada, además que perdí el mapa... ¿Qué podría hacer? Así que empecé a caminar por los alrededores, sin entrar a algún edificio, solo caminaba...
—¿Cómo es posible que este lugar sea tan grande? —Me dije a mí mismo mientras buscaba alguna persona en este enorme campus.
Por un momento reconocí un lugar, era el de los comedores. —Quizá ellos sigan ahí preguntándose a sí mismos donde buscar esa Katana... —Mencioné mientras entraba a los comedores nuevamente.

 

Sonrió. Hacía bastante tiempo que no se sentía feliz de esa forma. Las palabras de Kaiko lo llenaron de calidez. —Muchas gracias, Kaiko. Honestament,e no dudaría ni por un instante que eres una gran amiga.— Por un momento se dejó llevar y tomo su mano mientras llegaban a la cafetería.

 

Luki tomo mi mano en medio del camino, sin embargo no me incomodo para nada, así que simplemente deje que lo hiciera. Finalmente llegamos a la cafetería — ¿Te acompaño a comprar el helado? — Le pregunté.

 

—Claro, para que lo elijas. Pero recuerda, primero comeremos un poco de sushi.— Se dirigió al mostrador y ordenó dos rollos de atún picante con wasabi extra. La verdad es que, como había dicho Kaiko, no era la gran cosa de picante. Pero nadie podía inmutarse ante el wasabi. —Vamos a esa mesa— dijo señalando una vacia a la que fueron y se sentaron. El comenzó a comer y después de tragar bajó la mirada y empezó a toser riendo. —Jo-joder... debo comprar algo de beber... vuelvo...— Se fue y volvió con dos botellas de agua. Abrió una y le dio un buen trago. Suspiró y siguió comiendo.

 

Observaba el sushi en silencio, si Luki que era el que me había invitado a comer se tuvo que levantar a comprar agua ¿que reacción tendría en mi? Una persona que no es nada fanática de lo picante. Sin dudar más, tome un pequeño sushi, lo olí disimuladamente y pude notar que despedía un olor un poco fuerte, así que sin pensar más lo metí a mi boca, luego de saborearlo un poco, inevitablemente comencé a toser, agarre rápidamente la botella de agua y tome bastante agua para que se quitara el sabor.

 

El de cabello rosa se terminó con éxito el rollo de sushi y se terminó también la botella de agua. Jadeo un poco y luego se tranquilizó tosiendo otro poco, golpeándose el pecho. —¿Es demasiado?— A él principalmente le ardía la garganta. —Puedes no terminártelo si quieres— dijo sonriendo. —El chiste era que lo probaras.

 

—Lo siento — Susurre — Lo compraste para mi y aún así yo no puedo comerlo — Me disculpe, no me gustaba desperdiciar la comida, pero eso realmente no me lo podía comer.

 

—No te preocupes. Vamos a ver que helado compramos, entonces.— Dijo poniéndose de pie mientras volvía a toser. Tragó saliva sin remedio tras haberse terminado el agua. —A mi me apetece una nieve de mango... dulce... ¿Que me dices? ¿Con que sabor quieres comenzar?

 

—Mmm... — Habían bastantes sabores y no podía decidirme por ninguno, cada uno se veía exquisito — Yo quiero... — Seguía pensando — Uno de... Vainilla, no no no... Que sea de limón... No, mejor no, creo que quiero uno de Fresa — Decidí finalmente.

 

— ¿Advertirte? —dije extrañado, estábamos en asuntos realmente delicados y pareciera que esta chica insistía en interrumpir con cosas incluso torpes— yo nunca le dije que los comiera —sonreí amable para luego empezar a salir— chicos... ¿Empezamos a buscar? —era mejor asegurarme sobre que objeto había perdido.

 

Contenido oculto

Kaito Shion

— Está bien, hagamos eso. — Le contesté. Luego de eso me preguntó que tipo de comida prefería, lo cual me quedé un tanto pensativo mientras caminaba...— mmmm, la verdad nunca tuve un tipo de comida preferente, supongo que me gusta todo, — Dije, con una mano puesta en mi barbilla en la típica pose del pensador.

 

—Por eso prefiero el ramen—dije viendo como los chicos se iban, no me importa mucho realmente, ya estaba acostumbrada a estar sola, tanto que incluso era preocupante, salí a buscar a Nova, por Dios, era una maquina flotante, y aunque fuera pequeña, resaltaba enormemente, digo ¿cuando vez a una maquina flotante en medio de una escuela?, pero en eso, vi a Gumi en sus pensamientos, me le acerque, todavía le tenia que pedir disculpas por no ir a la habitación...
@Nyanmad

 

GUMI

La verdad es que me había quedado dormida sobre el banco.
¡Estaba tan cansada y taaan aburrida!
El sueño que estaba teniendo era lo más entretenido que había hecho ese día. ¡Y es que los conejos con sombrero eran tan graciosos!
—Señor Conejo~ ...—balbuceaba en sueños, con un ligero hilo de baba en la boca, abrazada a mi mochila como si ésta fuese un blandito oso de peluche—... No se beba todo el té~ ...
Murmuré algo ininteligible que sonó algo irritado, y volví a roncar otra vez.

 

— Mikuo y Gakupo ¿Realmente saben lo que hacen? —les mire fijamente, ya me daba vueltas la cabeza y debo admitir Mikuo había sido un poco grosero con Maika-san, porque se había comportado así— por cierto Mikuo... ¿Estás enojado con Maika-san?

 

— No en realidad —sonreí mientras iba camino a las habitaciones— pero opino que es sumamente inoportuna —abrí la puerta de la habitación y empecé a buscar por todas partes de mis cosas— perdonen si tardo pero es mejor saber si yo no tengo esa katana —buscando algo que no fuera mio, entonces busque debajo de la cama y encontré algo— esto no es mio —sonreí, pero fue grande la decepción, yo buscaba algo grande y filoso, y esto era... ¿Grande? Pero suave— lo siento —les miré con tristeza— yo no tengo la katana.

 

Me levante más temprano de lo normal hoy. Me encontraba fuera de las habitaciones haciendo lo que acostumbraba a hacer en las mañanas, que era cortarme con un cuchillo las venas. Otros dirian que es extraño, pero a mí me gustaba ver como la sangre escurria. Este erá mí pasa tiempi favorito, pero no lo hacia está vez por diverción si no por nervio. ¿De qué?, Pues ayer en la noche cuando todos estaban dormidos llege a la academia y hoy lunes resulta que no estaba conmigo, mí conejito de peluche y me preocupaba el saber en dónde está. Lo unico que encóntre fué una nota que iso que me pusiese más nerviosa. Ví la hora y ví que erá tarde así qué guarde mí cuchillo, me vende la mano y fui al salon de clases, toda la clase no preste atención solo pensaba en mí conejito de peluche.

(Konichiwa.^^)