[Capitulo Ocho]: Nueva semana... ¡Quiero Morir!

— Lo de siempre —le mire serio— es normal para mi, o eso me enseñaron —silbe un poco y empecé a hablar— por ahora sería bueno ver mi cuarto después de esto, si yo tengo tu katana te la devolveré, a mi no me importan los puntos —trate de calmarlo— aunque recibimos la invitación de juego, no sabemos donde esta el objeto, en parte debemos encontrarlo —sonreí inocente.

 

— Mikuo cocina bien ¿Sabías? —fue todo lo que salió, recordando las veces que cocinaba para nosotros— aunque se comporte así, no es malo, es una persona amable y talentosa —sonreí— no deberías ser tan duro con él —¿Por qué mencionaba esto? ¿Por qué hablar de Mikuo? Quizá porque el era una persona que daba confianza a los demás, o porque Tenchou-san parecía apegado a él— tal vez no te guste Mikuo, pero a mi si —Mikuo me agradaba realmente, era un gran amigo.

 

—¿En serio cocina bien? ¿Qué tanto? —Dije más animado, la cocina de las demás personas me encantaba, en especial porque mi especialidad eran los bloomers, no la comida. —Sí me gusta Mikuo como amigo, solo que es algo molesto cuando se lo propone.

 

— Pues pareciera que lo acosas —dije con puchero— pero realmente cocina bien, realmente estamos a la par en cocina —empecé a reír— le respeto mucho, aunque no se lo digas, es para mi un querido amigo como Gakupo, Luki, Akaito, todos ellos me gustan —no pude evitar sonreír.

 

—Oh— fue lo que le contesté. Ya estaba acostumbrado a ello, así que no le tomé mucha importancia. Seguí caminando tras él, hasta que me comentó algo del juego: —¿les quitan puntos por decir algo?— me preocupé. No quería que se metiera en problemas por mis asuntos.— No es necesario que hagas eso— le dije con una pequeña sonrisa. Atrás venían hablando Len y el chico nuevo.

 

— No quitan puntos, por lo que se —empecé a reír— por lo que se, solo dan puntos, es decir que si te doy la katana no gano puntos, pero tampoco me van a quitar algo —le mire— aparte si dices eso, deberías preocuparte por quien tiene la katana, cuando te la de sería igual a que si yo la tuviera, es como si me descubrieras y por tanto ganas puntos —le mire calmado— aunque no se si yo tenga la katana.

 

Le miré, parecía muy despreocupado de la vida. Desde que lo conocía le envidiaba eso. Algún día, deseaba ser así de despreocupado.
—Sinceramente, solo quiero recuperar mi otra mitad— dije con pesadez. En cierto modo, esa espada era más que mi vida y corazón, como le dije a Mikuo, era como si fuera el espíritu de mi padre biológico. —No te preocupes, con lo que estás haciendo ya es bastante para mí— mi estómago rugió como león en cautiverio ¬¬ —creo que debí alimentarme con algo.

 

— Bueno... —abrí la puerta— por fortuna para ti, hemos llegado —serví las bandejas y pague, recuerdo que escogí demasiada comida— por esta vez yo pago —hice un guiño con el ojo y me acomode en las mesas para empezar a comer— aún así, solo es un juego, debes aguantar al final del día —le mire a los ojos— no creo tu padre hubiera querido verte así, y es que la espada no es tu padre, tu padre vive aquí —apunte al corazón, sabía que sonaba cliché, pero era la verdad— cuando sonríes o te ves al espejo, estoy seguro eres reflejo de tu padre —dije— y el te dejo esa espada porque pensó que seguirías su ejemplo o algo así, un recuerdo, pero eso es solamente, porque aunque esa espada se rompiera, tu padre nunca te dejaría.

 

Era raro, Mikuo siempre terminaba pagando. Aún así no le cuestioné, saldría perdiendo si lo hacía. Me senté frente a él y empecé a seleccionar algunas cosas. De pronto, comenzó a decirme varias cosas, entre ellas de mi padre. Sus palabras me estaban tranquilizando un poco, sabía que mi padre estaría conmigo siempre de manera invisible pero...era bueno tener algo para recordar ¿no? Sin embargo, en parte tenía razón. —De acuerdo, muchas gracias Mikuo ¿sabes? Esta parte de ti es...agradable— le sonreí más animado y comencé a comer lo que tenía al frente. Poco a poco me empecé a sentir más seguro, no era como si hubiera desaparecido— Oye...¿algo paso entre el nuevo y Len?— le pregunté en voz baja para que los demás no me escucharan.

 

— Siempre he sido así —dije serio— pero hay que saber cuando es el momento y el lugar, si te molestará —bebí un poco de soda— solo haría que me odiaras ¿No es así? —luego escuche sobre su pregunta entre Ten y Len— Verás... —me acerque a su oído a susurrar— después de mi juramento Ten estuvo fastidiando un poco a Len, este se asusto, lloró y escapo, lo perseguimos, ya sabes como es Len, pero luego sugerí el pacto de la amistad, Ten beso a Len, Len lloro otra vez, y pues después Len besó a Ten —con eso finalice y me aleje para seguir bebiendo de mi soda— no es nada serio, pero conoces a Len.

 

—Yo no lo acoso... ¡Sólo me cae bien! Pero es malvado... —Dije con una pose algo macabra. De inmediato corrí a la cafetería, ordene lo mismo que pidió Mikuo, una bebida y me senté rápidamente en la mesa de Mikuo y Gakupo. —¡Hola, vengo a fastidiar de nuevo! —Dije con mucha alegría

 

— Ya veo... —me quede solo observando mi comida, no dije mucho y me limite a comer, últimamente me sentía ignorado, aunque supongo es normal... no soy importante.

 

Escuché todo atentamente, el chico nuevo se llamaba Ten. Él con Len se habían besado mutuamente, es por eso que actuaban así de extraño, sonreí.
—Debe estar confundido el pobre—bebí un poco de soda y la escupí inmediatamente— ¿por qué tenías que dejas una lata de jugo de puerros, cerca de mí?— tomé la servilleta y limpié la zona que ensucié. Ten, como se llamaba se sentó a nuestro lado— ¿te gusta el puerro?— le pregunté un poco más "feliz"

 

— Yo deje la tuya ahí —sonreí— no tengo la culpa que tomes mi bebida, aunque hagamos un experimento —tome un vaso y lo llené hasta la mitad de mi soda de puerro y le puse la otra mitad de berenjena— ¡Vamos a probar! —y empecé a beber, el sabor era... ¿Exótico?— ¡Agh! —dije sin más, me sentía algo mareado.

 

—Odio el puerro... Alguien que no mencionare me obligó a comerlo... Y a tomar su jugo de puerros... Fue horrible —Mencioné con cierto horror en el rostro y comenzaba a comer rápidamente, mientras miraba a Mikuo con cara de "Deben matarme y no dejarme hacer esto de nuevo" por su extraño refresco.

 

Estaba seguro que había sido Mikuo el que le había exigido beber los puerros, lo entendía.
—No sabes que es la verdadera esencia de puerros hasta que haces una apuesta con este chico— le señalé pero él estaba con cara de casi purgado. Me preocupé y lo tomé de la barbilla— Que idiota eres, estas bien que eres alérgico a la bebida de berenjenas— tomé una lata de jugo de puerros y se la di, no traía sus medicinas, ni siquiera sabía donde las había dejado— aún estas en recuperación— me quejé soltándole la cabeza. Miré a Len: —¿No sabes algo de sus medicinas? —le pregunté, él era casi su ángel guardián.

 

— ¡Otra! —sonreí y empecé a reír para hacer la misma combinación— esto sabe como nuestra amistad —ya me había cansado de explicar mi alergia al colorante, por eso había comprado otra marca, aunque bueno, seguía con ese horrible sabor— debes probarla Gakupo —y bebí de nuevo tan extraña bebida— ¡Agh! —era increíble, sumamente bueno esa sensación tan extraña, entre el sabor de los puerros y la berenjena.

 

—¿A su amistad? —Pregunté, lo cual me hizo dudar un instante. —¿Por qué no le colocas un bloomer y una banana para que sea la amistad de nosotros cuatro? —Dije con cierto humor, la verdad me iba a reír, pero continué comiendo

 

— Si hiciera eso... —llevaba cuatro vasos— tendría que echar sushi, chile piquín, helado, un platano, berenjena, bloomers y puerros para que represente a todos mis amigos —les mire— ¿Quieren hacer esa bebida? —luego se me prendió el foco— ¿Cómo sabes que a Len le gusta la banana?

 

—En el desayuno tomó jugo de banana, también tomó dulces de banana y su peinado parece una... —Dije mientras veía el vaso, realmente me estaba preocupando, que tuviera que tomar cosas de personas que no había visto ni en fotografía