Mi nuevo pokémon se acercó a su contra parte, y como todo caballero ensalzado en honor y buenas conductas, intentó saludarlo... pero este con frialdad lo ignoró, este gesto le molestó, pero nuevamente fue cordial, al recibir la misma respuesta se enojó, y empezó a mirarlo con rostro de desafío. —Parece que esos dos no se van a llevar bien...—susurré, y luego volteeé hacia Effy.—Oh, sí jeje aveces suelo hacer eso.
— Es lo normal no te preocupes...— dije guardando a mi pokemon en su pokebola para evitar conflictos entre ambos y sonreí ante el comentario de Effy, tal vez esa fuera su mejor entrada hasta ahora
—¿Y tú como lo has encontrado?—Era de mucha coincidencia que ambos tuviéramos pokémon similares, o en este caso... opuestos.
— Estaba en mi bolsillo... — dije tratando de no sonar algo sorprendido, aunque por mi cabeza aun no tenía idea de como pudieron colocar una pokebola en mi bolsillo sin que me diera cuenta
—Casi tan raro como lo mío, yo encontré su pokeball en mi mochila...—Esto sin duda era raro, pero el hecho era que ahora ambos teníamos pokémon muy buenos, solo esperaba que no sean espias de los Gamma o algo así.
— Pero a tu mochila es mas facil acceder... ya que si lo hacen con cuidado no lo sientes..pero el bolsillo esta pegado a mi, ¿cómo no lo sentí?
—Recuerda que nadie nadie nadie toca mi mochila, es mi mini-imperio privado...—Sea como sea, habían llegado ahí.—Hey y Dante, ¿qué sabes torneo?
Por fin me había vuelto el sueño... así que era hora de ir a dormir. Pegando un concierto de bostezos, mi dirigí al centro Pokémon, entré a mi habitación, y en menos de tres segundos me quedé dormido.
— Yo he logrado tener acceso a tu mochila sin que te des cuenta — comenté riendo un poco — Y no se nada de este...
Coloqué mi mano en su cabeza sin poder evitar reír — Es broma...es broma, no tocaría tu mochila nunca
— Tranquilo...— dije en un bostezo — Bueno...Ukita, Effy me retiro por hoy.. buenas noches — dije encaminándome al centro pokemon para poder dormir
Me levante de la habitacion en el Centro Pokemon, era tarde cuando divice mi reloj pero poco me importo, de su ball salio Swampert un poco adormilado y decidimos salir del Centro Pokemon sin hacer mucho ruido aunque con el tamaño de Swampert seria imposible hacerlo. --Amigo eres enorme! Intentamos no hacer ruido pero tu tamaño nos traiciona...-- exclame riendo mientras mi pokemon apenado también reia.
Hacia algún lado debía dirigirme, me había quedado sola... marché junto con Arcanine, que aún llevaba a la bella durmiente de Liza, y regresamos al centro. Joy iba a intentar conseguir algún cuarto para Liza, pero le dije que ya era tarde y que se fuera a acostar... llevé a Liza a mi habitación y la dejé dormir en mi cama, tendríamos que compartir la cama, a pesar de lo incómodo... aunque si la chica se había quedado dormida en las afueras de la ciudad sobre el césped, dudaba que esto fuese un problema.
Un nuevo día amanecía en Ciudad Témpera, y aún todos dormían en el C.P. La enfermera Joy ya se encontraba en recepción, tomándose una taza de café y limpiando un poco el mostrador con ayuda de Chansey y Audino, sus pokémon ayudantes. Un rayo de luz se proyectó en mi cara, haciéndome mover ligeramente hacia el lado contrario de donde dormía Effy, un poco molesta por el Sol, y en sueños intenté encontrar un punto en el que no me diera el haz de luz, pero acabé cayéndome de la cama y despertándome de sopetón con un quejido de dolor. —Auuch, duele. —me dije en alto pero manteniendo un volumen considerado y me levanté para ver donde me encontraba. —¿Que hago en la habitación de Effy? Me quedé mirando como dormía aún la chica y me llevé un dedo a mi labio inferior, pensativa. Lo más probable es que me hubiera quedado dormida en la colina y ella me trajo aquí. Vaya, que lindo de su parte. Sonreí y me desperecé un poco para espabilarme por completo.
Lo primero que hize fué buscar un lugar donde comer luego de no haber comido durante días, pero a las horas que eran dudaba mucho que hubiese algún local abierto, así que fuí al centro Pokémon y ordené una hamburguesa en la cafetería, salí y me la comí, pero sufrí la desdicha de que la carne se le haya salido y caído al piso —Carambas —estaba tan hambriento y me pasaba eso— Apenas tocó el suelo, Wartortle se la comió, pero no me molesté, así que caminé en busca de entrenadores para desafiar antes del torneo
Me fuí de regreso al claro, dispuesto a explorar el Gran Pantano, Wartortle derribó el arbusto, mientras me preguntaba que tan rápido crecía
Me fuí de regreso al claro, dispuesto a explorar el Gran Pantano, Wartortle derribó el arbusto, mientras me preguntaba que tan rápido crecía