Intento con todas mis fuerzas despertarme, en vano, mientras que las heridas en mi cara formaban ya un charco alrededor de mi cabeza, sólo esperaba a un alma caritativa que me ayudara
Bostecé, me estaba entrando el sueño... parece que no tendría una batalla después de todo. Pero justo cuando iba dar un paso para regresar hacia el centro pokémon, se me apareció al frente un Charizard con una sonrisa singular. —¿Y esto...? ¡Para!, ¡yo te he visto antes! ¡Pero claro! Cuando recién inicié mi viaje, un Gyarados todo extraño se había escapado, y un Charmeleon con una sonrisa que desborada arrogancia lo detuvo; de seguro era el mismo pokémon...
El Charizard miro al chico y soltó una pequeña llama. Nunca le gusto su estado de Charmeleon, además que estuvo muuucho tiempo en el
(Y por qué si? xD Bueeeeeeeeeno... —aunque no entendí lo de Charmeleon eso sí—) Me rasqué la cabeza, confundido... Esta situación carecía totalmente de sentido.
(De chulo que es (?) xD) El dragón negro miro al cinturón del entrenador, apunto directamente a las pokéball dándome un golpe con su cola haciendo que me de vuelta — ¿Qué quieres? Se puso en pose de pelea y apunto al entrenador — Vaya, hola Steve— le salude
Ahora entendía todo... ¡Alpha! De alguna manera, sus entradas eran unas de las más extrañas —empezando por su presentación cuando nos conocimos: "Hey! Tienes un legendario? Evidentemente eso no es un dato que se le dice a cualquiera y por seguridad debes reservártelo, pero no importa, dime eso y luego dame el número de tu cuenta bancaria; ah y soy ex-miembro del equipo Gamma, así que puedes confiar en mí"—. Vaaaaale... exageré un poco, pero la situación fue algo así. —Hola, Alpha... No sabía que estabas por aquí —dije luego de levantar la mano para saludar.
Me seguía moviendo por la ciudad vagando, lo que casi siempre acostumbraba hacer hasta que encontraba a alguien, que en estos momentos parecía ser rojo: dañado y sangrando, ¿le ayudaría? claro... nunca fui una persona rencorosa por los malos tratos de la gente. Me acerqué a él y le enderecé para re cargarlo en un árbol, saqué mis botes de spray para limpiar heridas y le rocié las que tenía abiertas, que eran las mas importantes de atender, después de asegurarme de que estuvieran limpias tome el otro spray para rociarlo nuevamente, así cicatrizarían rápido. Coloqué unas vendas para que no se abrieran y guardé mis cosas. Suspiré — Vivirás un día mas Rojo ...— murmuré antes de dar media vuelta y comenzar mi trayectoria hacia la nada
La emoción se apoderó completamente de mí al escuchar esa pregunta... —¡Pero claro! Ni te imaginas lo bien que me haría uno ahora... ¡Venga, ya! Saca a tu pokémon.
Miré como Dante se alejaba después de curar a Rojo... no nos había visto ni a mi ni a Liza, y había tratado la herida de Rojo, a pesar de que noté cierta tensión cuando pronunció sus palabras antes de marcharse. ¿Había sucedido algo de lo que no estaba enterada? Como sea, no era mi problema al fin y al cabo... Me puse de pie y saqué a Arcanine... el pokémon de fuego proveía un medio de transporte para Liza, la cual estaba completamente dormida. No podía simplemente dejar a una chica linda inconsciente en el medio de la nada, le podía ocurrir cualquier tipo de cosas horribles que prefería mejor no imaginar. Así que le ordené a Arcanine que la cargara y avanzara conmigo de regreso a la Ciudad, por el mismo camino por donde se fue Dante...
— Como se que eres alguien fuerte iré desde el principio con lo bueno— sonreí mientras de una Honor ball aparecía la elegante Sirena de Venus MILOTIC: Agua (Intocable) Tenacidad: si baja cualquier stat de este pokémon por efecto del rival, sube su fuerza en 15. Salud: 190/190 Fuerza: 160 Resistencia: 250 (46) Agilidad: 4/4 (120 de Velocidad) (39) Movimientos: -Canto de Sirena (El rival se ataca a sí mismo, eligiendo el usuario qué ataque de los que el rival conoce se aplicará sobre él mismo, aplicando para el cálculo de daño la Fuerza del propio rival) -Protección (protege) (Usos: 2/2) -Rayo Hielo (60 Potencia, Hielo) (Usos: 4/4) -Hidrobomba (70 Potencia, Agua) (Usos: 3/3) TURBO: 0/75 (Furia) -Megaescudo: inmune a ataques especiales. -Lázaro: revive a un aliado caído. -Megahidro: 99 Daño, agua.
Me había alejado no sin antes darme cuenta que alguien me seguía, pero no le tomé mucha importancia...había llegado a un lugar tranquilo, algo vacío pero muy tranquilo, después de tomar asiento en un tronco que se encontraba por allí esperé a que la persona que me seguía se presentara
Alcancé finalmente a Dante cuando éste se detuvo en un claro más adelante y tomó asiento sobre un tronco hueco que había allí. Sin decir una palabra, me senté junto a él en silencio, a la vez que Arcanine se sentaba sobre la hierba y vigilaba a la inconsciente Liza. Finalmente, me decidí a romper el silencio. —¿Qué pasó con Rojo? —pregunté serenamente, observando el lugar a nuestro alrededor.
— ¿Disfrutas ir al grano verdad? — le pregunté soltando una leve risa mientras tomaba una pequeña roca y la arrojaba — Pues paseaba por le bosque cuando un cadáver apareció... liza que me venía siguiendo también lo vio, no sabíamos quien era, solo sabíamos que había caído de la terraza de su casa con signos de pelea, no mucho tiempo después llego rojo, diciéndonos que ese difunto era su padre, que a su vez era un narcotraficante y mafioso. Al parecer Rojo sabía que su padre lo quería asesinar pero aun así fue y se presentó a su casa no sin antes haberle quitado el cargador de su arma. Mis suposiciones son que hubo una pelea y al final cayó por la ventana, pero Rojo... él solo mostraba odio y rencor ante ese hombre, su muerte no le parecía importar en lo absoluto. — suspiré recordando la escena — Después nos explicó que su padre se había tirado él solo de la terraza, aunque claro las marcas de la pelea y la posición del cadáver indicaban otra cosa, aunque el cadáver contenía otra arma, que se encontraba cargada nunca se hubiera disparado... ya que se encontraba oculta bajo su manga y para sacarla necesitaría olvidar los posibles golpes que recibía de su hijo. — Le doy la razón al decir que su padre era un monstruo, aquél que abandona a sus hijos lo es, pero al parecer este también mato a su madre y hermana... yo he pasado por lo mismo, claro no vi su muerte pero las vi morir de una manera lenta y dolorosa y no por eso lo estoy buscando para asesinarlo, pero cada persona es diferente
Finalmente desperté, estaba recargado en un árbol, cuando estaba tirado en el suelo, tenía vendas en las heridas de mi cara, así qué supuse que fué obra de Dante, no dejaba de pensar por qué lo hizo si él y Liza me consideraron un monstruo, así que me dirigí a la casa de mi padre y fuí a donde estaba su cadáver, y noté que empezó a moverse —¡Papá, estás vivo! —empezé a llorar de la emoción— Mi pa se levantó y no pude correr a abrazarlo —Pensé que habías muerto —dije feliz— Papá también me abrazó —Tranquilo, hijo, no es necesario que llores —me respondió con calma— —Por favor, deja esto del crimen y vivamos una vida normal... —suspiré dejando de llorar— Me asintió, y no pude dejar de sonreir, papá estaba vivo