(@Yellow green forest ) (@Dark-chan) --Ya llegamos a la ruta 304 mitsu y mizuki--Les dije sonriendo al ver que mitsuki se estaba quedando dormida--
—Astuto... —dije, mientras mi pokémon se levantaba del suelo, cansado. Estaba en sus últimas fuerzas. Le dije:— Demolición. SCRAGGY: Siniestro/Lucha (Resistente) Autoestima: Sube su fuerza al derrotar a un rival Salud: 10/100 Fuerza: 150 (20) Resistencia: 180 (40) Agilidad: 0/1 (48 de Velocidad) Movimientos: -Danza Dragón (Sube 10 la fuerza propia y restaura un punto de agilidad) (Usos: 0/2) -Malicioso (Baja 10 resistencia del rival) -Finta (30 Potencia, Siniestro; ineludible) (Usos: 0/3) -Demolición (50 Potencia, Lucha)
—Casi lo derrotamos con ese golpe, pero Kangaskhan no aguantará otro para poder repetirlo... —me dije a mi misma, pensativa. Luego tomé una decisión—. ¡Esquiva y usa Megapuño! KANGASKHAN: Normal (Muro) Madrugar: Despierta en 1 turno, no en 3. Salud: 120/210 Fuerza: 135 Resistencia: 150 Agilidad: 1/3 (90 de Agilidad) Movimientos: -Triturar (60 Potencia, Siniestro) (Usos: 4/4) -Megapuño (50 Potencia, Normal) -Acua-Cola (60 Potencia, Agua) (Usos: 0/4) -Contador (Devuelve el doble del daño físico recibido) (Usos: 0/2)
--Si--Le dije sonriendo mientras el dodou de mitsuki se cansaba saque a ninetales y hice que mitsuki montara a ninetales--
Scraggy su cubrió con los brazos, pero el Megapuño le hizo tragar tierra. Como en la batalla contra Ukita, intentó levantarse para seguir peleando, ante los ánimos que le daban Snivy y Starly. Cayó debilitado, sin embargo. Sintiendome un poco contrariado, pero sonriente, lo devolví a su pokébola. —Algún día te derrotaré en una batalla —dije cordialmente a Effy, que me miraba desde las espaldas de su Kangaskhan.
—Quizás, algún día... —reí un poco por la cordialidad y serenidad con la que se tomaba la derrota. Era un rasgo muy bueno en un entrenador, ser buen perdedor, uno que usualmente yo no poseía—. Entonces, ¿quieres que te lleve a Ciudad Témpera después de todo? Saqué a Skarmory y regresé al agotado Kangaskhan tras felicitarlo por una gran batalla, esperando su respuesta.
—Me encantaría —respondí, admirando al Skarmory— ¿Listos para volar a la sede del torneo, Snivy, Starly? —ellos asintieron, contentos.
—Muy bien —exclamé, montando sobre mi pokémon volador—. Pero regresa a tus pokémon a sus pokebolas... a Skarmory no le agrada llevar muchos pasajeros al mismo tiempo. Y agárrate de las plumas de acero, pero no le llegues a arrancar alguna porque se enfurecerá.
—Tendré cuidado con estas plumas —respondí. Regresé a Starly a su pokébola. Snivy se trepó a mi hombro, pues no le gustaba la pokébola. Monté a Skarmory ubicándome detrás de Effy. —Gracias por acortar mi viaje —agradecí a la chica.