Jardín

—Creo que con un oso tenemos más que suficiente...pero vamos, tendré que hablar con él acerca de eso. Pero si los gatitos y conejitos son adorables. —dije con una sonrisa recordando a mi gata.

 

— En eso te doy la razón...— dije riendo mientras me levantaba del suelo — ¿vamos a ver ese salón?

 

—¿Ahora que estoy tan bien aquí? —me quejé de broma mientras la miraba recostada en el césped. —Ay, vaale, venga. —me levanté del suelo con pesadez y con unas cuantas hojas pegadas por mi cabello y ropa.

 

— Pues vamos y comprobemos si hay gatitos y conejitos por allí...

 

—¿A qué esperas? —respondí asomando mi cabeza por la puerta esperando que Brooke saliera. —Vámonos entonces.

Tras eso empecé acaminar por el pasillo rumbo a la susodicha habitación.

 

(Kissame... no podemos estar en dos lugares a la vez, así que evangelin y brooke estan en el aula)

 

Al llegar me desplome en el suelo aspirando el dulce aroma del lugar, di un suspiro y cerré los ojos meditando unos momentos.

 

Entré caminando al jardín y quede un poco sorprendido ante lo colorido y alegre del lugar, parecia un lugar perfecto para tomar una siesta, pero en otro momento, ahora se encontraba alguien más recostada en el suelo, camine hacia ella disfrutando del aroma procedente de las flores, que perfumaba el lugar, eso en serio le daba más puntos al lugar.
— Hola, Dani. — Le dije a la chica sonriendo, en un tono bajo para no asustarla. — ¿Qué tal? — Continue, mientras tomaba asiento a su lado.

 

Me vine hacía el jardín para tomar aire fresco debido a ese olor y me encontré a una chica y un chico -Hola les dije mientras me recostaba en aquel bello jardín.

 

Volteé la cabeza al notar que otra persona entraba al lugar, era una chica de cabello oscuro y ojos verdes... Ya la recuerdo, creo haberla visto un par de veces, era muy callada y las veces que intente saludarla, hizo caso omiso de mi presencia, bueno, aunque sea ahora saluda.
— Hola, soy Rin Takuya, si no mal recuerdo... nos conocimos hace días en la cocina... ¿Cómo te llamas? — Le pregunte de forma amigable.

 

-En...Hola y perdón por no haberte contestado la ultima vez que nos vimos yo me llamo Naoki Sakabuya un gusto -Le dije mientras sonreía de manera leve.

 

— El gusto es mio, Naoki. — Dije, mientras la miraba, note que no era una chica grosera, mas bien tímida, ademas habia mucha gente la ultima vez que nos vimos, eso pudo haberla incomodado. — ¿Y como llevas todo esto del colegio? ¿Estas al tanto de todo? — Le pregunte con intencion de informarla si era necesario.

 

-Pues informada del todo no pero lo bueno que ya me voy adaptando -Le conteste tímidamente ya que nunca había hablado con un chico en mi vida.

 

— Sí, creo que esa es la mejor opcion... Adaptarse a la situación. — Hice una pausa mirando un rosal que se encontraba a pocos metros, luego volvi la mirada a Naoki para preguntarle algo, y note un poco de timidez en su voz, asi que trate de mostrarle una sonrisa amable todo el tiempo, y continué. — Yo soy el super abogado de secundaria, ¿Cual es tu talento? — Le dije el mio primero para que sea justo.

 

-mi talento cazadora,te han dicho que tienes una sonrisa muy bonita Rin? -Le dije mientras un leve sonrojo salió pareció en mis mejillas.

 

Me gire sobre mi espalda semi dormida, el ruido no me permitia continuar con mi siesta, solte un leve gruñido y continue durmiendo.

 

Lo que dijo Naoki, ciertamente me tomo por sorpresa, nunca antes me habian dicho algo asi, de hecho, la gente tendia a asustarse por mi mirada.
Rei levemente, sintiendome halagado y cuando iba a abrir la boca, un quejido soñoliento se escucho a mi derecha, era Daniela que ha estado dormida todo este tiempo, asi que, en efecto, la salude muy despacio anteriormente... Rei para mis adentros.
— Ehm, gracias... — Dije un poco avergonzado. Luego voltee a ver a Daniela de nuevo, se habia adelantado a mi plan de tomar una siesta aqui. — ¿Cazadora, eh? Por cierto, ¿Que edad tienes? — Le pregunte curioso, la verdad es que me recordaba a cierta persona que conozco.

 

Abri lentamente los ojos y mire a los presentes con una sonrisa somnolienta.
—Hablan muy fuerte—Me quejealgo infantil.

 

— Buenos dias, bella durmiente. — Dije en tono de broma, era una frase tan usada y cliché, que ni a mi me causo gracia, pero lo de Naoki todavia me tenia distraido. — Vine aqui hace un par de minutos y te salude, creyendo que estabas meditando con los ojos cerrados o algo por el estilo. — Acoté. — ¿Sabes? No haces ningun ruido cuando duermes, apenas y se oye tu respiracion. — Dije riendo.

 

Tengo 14 años -Le dije seriamente.