Isla Caballete

--Vale vamonos ya estoy listo--Le dije--

 

—Aquí estoy de nuevo, Isla Caballete... —murmuré, observando a mi alrededor... la isla seguía igual de desierta que cuando la visité con Yair y Brendan, pero aún tenía que averiguar si esa segunda parte era cierta—. Bien, vamos a investigar esta isla, Blastoise.

El pokémon tortuga asintió en respuesta, siempre leal, y comenzamos a caminar por la costa de la playa.

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@GalladeLucario le toca a tu trío de bailarines aparecer :3

 

—¡¡¡OUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUHHH...!!!
—¡¡...YEAAAAAAAAAH!!!
—¡¡Dale, brother!!

Gritaban muy exaltados tres muchachos entre danzas de breakdance, mientras se acercaban a Effy.

—¡¡Tíiiiiiio esta menda es de flipaaaar!!
—¡Ya te digo! ¡Tiene un Blaaaaaastoise!!
—¡No wayª! ¡Tiene que ser super powerful, bro!

—¡Oh, ya lo tengo! —dijeron los tres al unísono.

—Hagámosle a esta menda...
—...las preguntas...
—... ¡y le daremos la fuerza y el huevo!

—Ouh yeah! —decían nuevamente a la vez —. ¿Te animas, girl? ¡Trrrrrrrres Prrrrrreguntitas, oh, sí!

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Adoro a estos tres estúpidos (?)

 

Blastoise y yo intercambiamos miradas de confusión, mientras internamente me preguntaba que tipo de drogas habían consumido estos tres. Parecía que la isla no estaba desierta después de todo...

Entonces me di cuenta que me habían hecho una pregunta en serio. ¿Tres preguntas habían dicho?

—Claro que me animo —respondí ante el desafío, Blastoise asintiendo también.

 

—¡¡Uhhhh, mola!! —dijeron los tres a la vez—. ¡Pregunta 1! ¿Qué color prefieres?

—¡Opción A! ¡Rojo!
—¡Opción B! ¡Verde!
—¡Opción C! ¡Azul!

 

Pensé por un momento... nunca me había detenido a evaluarlo, pero no era una decisión muy difícil. Sin mencionar una pregunta ridícula, por supuesto, pero sin embargo la respondí.

—Azul. La opción C. Esa.

 

—¡Oooh! Azul azulito, pero, ¿qué tipo de azul te gusta más?

—¡Opción A! Azul celeste como el cielo, claro y sencillo, pero a la vez hermoso.
—¡Opción B! Azul oscuro como el mar, profundo, misterioso, que parece esconder algo.
—¡Opción C! No sabría decidirme entre ambos, ambos son preciosos.

 

—La opción B —decidí con una sonrisa. Siempre me había gustado más el agua que el cielo, después de todo.

 

—¡Pasemosa la úuuuuuultima pregunta! ¿Qué elemento te define mejor?

—¡A! La Fuerza física es mi elemento.
—¡B! ¡Quemo, como el fuego!
—¡C! Soy dura como una roca.

 

Hm, una elección difícil esta vez... me tomé mi tiempo para esta pregunta final, ya que ninguna opción me satisfacía, pero al final tuve que elegir...

—A —sentencié finalmente.

 

—Guay, guay. Una última cosa, qué prefirirías, ¿ir a Hoenn o a Teselia?

 

Preferiría ir a cualquiera de ambas, al menos eso me dije hacia dentro. Pero sabía que Hoenn era una región más tropical, por lo que no tardé mucho en decidirme.

—Hoenn —decidí con firmeza, cruzándome de brazos—. ¿Ahora sabré a qué viene tanta pregunta?

 

El trío se quedaba callado de repente, y ahora se habían puesto a bailar estilo breakdance... algo raro sucedía en los cerebros de estos sujetos.

Sin mucha paciencia restante, me senté en la arena y liberé a mi Psyduck para no sentirme sola. Suspiré mientras jugaba con la arena, esperando a que se dignaran a reconocer mi presencia.

 

Llegué a la isla, el pobre Wartortle estaba cansado, Sylveon agradecía su esfuerzo, mientras el pokémon tortuga sonreía sonrojado, llamé a ambos y me dispuse a recorrer la isla

(@Nami Roronoa)

 

Sentada en la arena, observaba a esos tres locos danzar sin parar, como si nunca se les agotaran las energías... este parecía ser el día más aburrido de mi vida...

 

Para mí, esta isla estaba desierta, pensé que sólo perdería mi tiempo, hasta que ví a tres tipos bailar como locos y una chica

 

¿Alguien más se acercaba caminando? Oh Dios, no estaba sola con los tres bailarines exóticos, gracias al cielo...

En cuanto ese chico comenzó a acercarse, lo reconocí. Bueno, lo había visto de pasada... era el chico que había visto entrar con Yair al Centro de Ciudad Lienzo, pero que se había marchado de repente y llorando, ¿cómo olvidarlo? Fue una escena memorable...

 

No me sonaba para nada la chica

 

—¡Oye, tú! —le grité al chico por sobre el ruido que hacía el trío danzante—. Eres Rojo, ¿cierto? Yair me ha hablado mucho de ti...

 

Me volteé a responder

—El mismo —dije con certeza—