Capitulo Siete: Último día

Lo miré un poco y le sentí lástima, odiaba sentirle lástima a las personas. Bajé la vista un poco y después sonreí
—Vaya, nuestro Mikuo vino a encontrar consuelo en chicas maid...quería sentirse como un amo— bromeé un poco mientras sacudía su cabello. Cuando estaba comiendo con amigos en restaurante, era como si cambiara, me hacía sentir...parte de ellos y eso me gustaba, no me sentía como alguien hueco, casi vacío. A pesar de que mis pláticas con Mikuo no eran del todo agradables era cómodo charlar— Len ¿No preguntarás tú?— me dirigí a él mientras comenzaba a probar el dulce de berenjena. "Delicioso" pensé y continúe comiendo

 

— Bueno... —dije mientras me relamía la crema batida— siempre he tenido esta pregunta para los dos, y no nieguen la verdad —dije mientras los miraba decidido— ¿Por qué están enamorados de Megurine-san? y... ¿Por qué tienen tanto miedo de ser directos sobre el asunto? —sabía que debía cuestionar solo a Mikuo, pero me causaba mucha curiosidad también por parte de Gakupo-san... ¿Qué los incitaba a comportarse así?

 

Tosí un poco...eso había sido demasiado directo e inesperado.
—Bueno, creí que las preguntas serían para Mikuo— sonreí un poco apenado. Me limpié la boca con la servilleta y sin dejar de ver mi plato, contesté— ¿Recuerdas nuestra plática anterior? Como te dije, no tengo memorias de mi niñez porque me borraron la mente, aún así...Mi corazón siente que la recuerda de algo especial y me provoca mucha curiosidad saber que es— comí un poco para después volver a hablar— Es por eso que no puedo dejarla desapercibida. Pero aún mantengo dudas, ¿si la llegara a recordar cambiaría algo? No sé si en verdad la amo como tal o solo es la curiosidad, es por ello que no acepto algo en concreto.— continúe comiendo el dulce que ya estaba a punto de desaparecer.

 

— Mmmm... —esa pregunta no sabría responderla, solo observe a Gakupo en silencio mientras saboreaba el té negro y veía a todos divertirse a nuestro alrededor— estaba en mi último año de instituto, solía meterme al aula de música a escondidas cuando no había nadie a tocar —sonreí triste— y siempre que entraba alguien salía por la ventana y me ocultaba, a veces escuchaba, pero nunca mostré interés sobre el asunto —moví un poco la cabeza— si me preguntarán quiene estaban en el club de música ni lo recordaría, solo era yo tocando los instrumentos y salir huyendo —empecé a reír— ♪Why can't be perfect? This love is not even real, Why don't I cry for you? Love was dear from th start♫ —canté levemente— esa canción fue la que me salvó, en ese momento... una vez que salí y choque contra la pared, me quede inmóvil escuchando y esa canción llego aquí —di un ligero golpe en mi pecho, del lado del corazón— nunca había amado a nadie, pero escuchar algo sobre "perfección" sobre "ilusión" me hacía pensar que yo pensaba así, sobre mi vida, sobre Miku y yo, fue entonces cuando la vi y simplemente me enamore, me aferré a su imagen, a verla cada vez que podía y volver a escuchar su bella voz —suspiré— pero llegue a la conclusión de que era algo irrelevante al final.

 

— Entonces... —suspiré, no sabía que decir, ambos se veían con serios problemas mentales en base a sus sentimientos— ¿Es tan pesado su pasado como para apreciar su presente? —esta pregunta iba más dirigida a Mikuo, que siempre parecía escapar de algo, me hacía sentir confuso.

 

— Verás Len... —dije con seriedad— no es que sea pesado, simplemente es difícil sobrellevarlo —le mire a los ojos— piensa que un día matas a un hombre ¿Podrías salir a la calle como si nada? Te quedan solo algunas opciones, esconderte, entregarte o redimirte, siendo está última técnicamente imposible, hay cosas que jamás podrás remediar —toque mis manos— como un corazón roto o una persona quebrada —luego sonreí y empecé a comer el delicioso pastel de chocolate— es complicado.

 

—No puedes decir nunca, a pesar de que un corazón o una persona rota sean complicadas— miré fijamente a Mikuo— No es imposible arreglarlas, el problema recae en que esa persona o ese corazón quiera aceptar el remedio y el cambio que esto le producirá— miré a Len— Aprecio mi presente pero no puedo negar que en ocasiones vivo en el pasado, aunque me gustaría saber aún más de mi pasado...Creo que cuando lo haga podré ver lo que en verdad tengo delante de mis narices— dije mientras comía el último bocado del dulce— ¡Estuvo delicioso!

 

— Gakupo tiene razón —sonreí, pero en mi mente pensé "Lo triste es que yo no quiero sanar" pero guarde ese comentario para beber el té con lo último de mi pastel— este lugar hace unos deliciosos postres ¿No creen? —llamé a una mesera para pedir un pastel de zarzamora, un pudín de nuez, un flan y algunos postres más, creo en parte necesitaba toda esa azúcar para sentirme feliz.

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Miré como Mikuo pedía miles de cosas más, y todas ellas llenas de azúcar
—Te dará un coma diábetico si sigues comiendo así— bromeé. Me limité a pedir un té verde...Mi favorito. De pronto la charla calló, no sabía exactamente que quería saber de Mikuo, así que solo pregunte lo primero que se me vino a la cabeza, recordando aquella tarde— ¿por qué siempre tratas de ocultarnos tu verdadero yo? Sé que tal vez una semana (o menos) no pueda brindar absoluta confianza, pero ¿por qué lo haces? ¿No te sentirías más cómodo si actuaras como tú?— bebí un sorbo de mi té; delicioso, sin duda el lugar era fantástico.

 

— Len debes probar el flan —dije mientras metía una cucharada en su boca, sentí alegría y me sonroje hasta que Gakupo hizo una interesante pregunta— bueno... si hablamos de comodidad ¿Quién define quién soy yo? —dije seriamente— es acaso ¿Qué este no soy yo? —luego comí un poco más de postres— he pensado que mi personalidad se fragmento y vivo con ello, la persona social, el hermano mayor y al final lo que pienso —sonreí— me siento cómodo como soy, porque es así como puedo hablar con ustedes sin sentir la barrera de "responsabilidad" que mi mente siempre tiene, si yo... fuera "mi verdadero yo", como lo expresan, entonces siempre habría tensión y finalmente siempre estaría triste, al final ese no soy verdaderamente yo.

 

Me encontrába caminándo por los pasillos, intentando encontrár algó interesanté, péro todo estába tán tranquílo. No me presenté ya qué había henfermado y Lapis-san se quedo cuídandome. Supire, Lapis-san erá una buena amiga, aunqué solo la allá conocido unos 20 minutós en el centró comercíal cuándo fuí con Rinto nii-san. Cuando pensé en rinto cerré mí puño con fuerzas. Estaba enojada con Rinto por una razon, resulta que el baka me dijo que venía dentró de una semana y viene 6 días antes, aparté qué ni me avisá, ni nada, arruíno la sorpresá de Lenka-san. cerre
mi puño con fuérzas y le pege al primer casillero qué tenía alado, hacíendo qué se abollara. * Idiotá.* Fué lo unico qué pensé antés de seguír caminando, con dirrección a un lugar mas relajado.

[ Muy bien ahora solo me jalo a alguien. 7.7]

 

Había terminado de desayunar con Zumi, así que nos despedimos y decidí salir a caminar un rato sin ningún rumbo en particular, aún era muy temprano para entrar a clases así que no encontraba nada que hacer, ahora que lo pensaba, no había visto a nadie en todo el día, me pregunto donde estarán todos... Sin nada que hacer, me senté en una banca a leer un libro.

 

— ¡Rico! —dije al comer todo eso con Mikuo, Gakupo en cambio había permanecido en silencio tomando aquel té— creo ahora es mejor volver a la academia ¿No? —pregunté a los chicos, ya que sentía el tiempo transcurría demasiado rápido y podíamos llegar tarde a las clases extra-curriculares— ¿Qué piensan? —aunque viendo el lugar me daba flojera levantarme— creo anotaré este lugar en mis lugares favoritos.

 

— Bueno... no sé que piense Gakupo ya que el es el que tiene el auto y conduce —me quede viendo fijamente al peli-morado el cual se había quedado callado desde hace un rato— ¿Qué hacemos Gakupo?

 

¿Ser el verdadero yo? Ni siquiera conocía la respuesta, cuando escuché la voz de Len y Mikuo, asentí.
—Sí...creo que ya deberíamos irnos. Además ya te encuentras bien ¿no, Mikuo?— saqué de mi bolsillo la cartera de manera inconsciente y las llaves del auto— Bueno...pagaré y nos vamos— llamé a la maid de orejas de gato negro.

 

— ¡Eso pensaste! —Gakupo iba a pagar cuando mostré un recibo y sacaba mi lengua— pagué hace rato cuando ordene lo último —e ignorando el rostro de insatisfacción de Gakupo me levante de la mesa— a ver... ¿Dónde estacionaron el auto? Realmente me siento mejor —y me estiré un poco antes de seguir caminando.

 

Poniendo los ojos en blanco, guarde mi billetera...En ocasiones era exasperante.
—Se quedo en el estacionamiento del hospital— dije mientras salíamos de aquel lugar. Len se quedó un poco atrás y esperé a que se incorporara con nosotros— ¿Quién iba a saber que eras alérgico a las berenjenas?— lancé la pregunta al aire. El estacionamiento del cafe maid no estaba muy lejos.

 

— En realidad no lo soy —saque una jalea de berenjena comprada en el lugar y empecé a comerla— la marca de tu soda tiene una sustancia en el colorante artificial que me causa alergia, eso al menos dijo el doctor —sonreí mientras avanzábamos y luego observaba al pequeño Len— ¿Te gusto el lugar pequeño Len?

 

— ¡Fue un lindo lugar! —dije con una sonrisa mientras admiraba el auto rojo de Gakupo-san— ¿Verdad Gakupo-san? —dije con alegría— en realidad la chica de orejas de perrito me pareció adorable —me sonroje un poco mientras trataba de ocultar mis verdaderos pensamientos.

 

—Bueno, dejemos eso atrás ya. Lo importante es que ya estas mejor— mira la jalea de berenjena y la trata de ignorar—Sí Len— le sonríe— ¿Adorable? Era muy bonita pero a mí me gusto más la de las orejas de gato, parecía tierna pero atrevida— dije sin ocultar mis pensamientos, me sonroje un poco. Llegamos al estacionamiento, presione el control para quitar la alarma y abrí las puertas— Suban y por cierto Mikuo...¿A ti quién te gusto?