Capitulo Siete: Último día

[[[ Gomen, pero tuve problemas y muchps pero ya sé arregleron y ahora sí ya podré conectarme.^^ ]]]

Me encóntraba comiendo una helado, míentras llenaba mí ficha de intrumentó.

Nombre del alumno: Piko Utatane.
Taller: Violin.
Motivación para inscribirte: Té relaja mucho.
Extra-Curricular: Piano.

Cuándo Terminé guarde la nota en mí bolsillo y empeze a caminar. ((( Muy bien y ahorá qué aré.... No sé me acurre nada... U.U sí mejor solo voy a mí habitación a descansar un poco?. ))) Pensába y camine dirección a mí habitacion, míentras sílbaba. Paré al sentir qué había empujado a alguién, ví hacía él piso y me encóntre con una chica de pelo morado, por un momentó me altere y me hagache .— L-Losiento, ¿té encuentrás bien?. — Pregunte míentras veía a la chica fijamente.

[[[ Me uno por qué solo veo pocos acá. Prometo hunirme más tiempo al rol. ^^]]]

 

En cuestión de segundos estaba sin ropa y con agua y jabón en el cuerpo, al par de seis o siete minutos salí de inmediato en ropa interior con una sonrisa muy brillante. —Ahh esto es muy relajante. —

 

//Temo que ni cumpliré con la misión, aunque me falte una persona por conocer, ni haré nada útil con Luki como tanto deseaba -niestaréhablandoconnadie,niconSheik*llora*- Me retiro y pido muchísimas disculpas por tener que irme. Nos vemos para el final de este rol.//

Suspiró, otra vez. —Bueno, temo que los dejo chicos. Aprovecharé este día para prácticar con el piano aún fuera de la hora de la extracurricular. Probablemente los vea más tarde.— Alzó la mano en señal de despedida y se alejó despacio de las duchas hasta salir de los dormitorios. Llegó hasta la sala de música, sacó sus notas y se puso a tocar el piano.

 

Tan pronto me sentí mejor, me puse de pie y me dirigí rápidamente a las duchas. Ahí se encontraban todos todavía, excepto por una ducha que se escuchaba de más ¿quién sería? Me percate de que Megurine-kun había desaparecido y miré a Len y Mikuo.
—¿Y Megurine-kun?— pregunté mientras abría la ducha y colocaba lo necesario en la repisa, tratando de ocultar con mi cabello el dibujo de Mikuo.

 

— Adiós Luki —dije viendo a lo lejos para luego mirar a Akaito— ¿Y tú por qué tanta prisa? ¿Acaso una cita? —dije con una sonrisa malvada con la intención de molestar mientras me recargaba en una de las paredes a esperar Len saliera, aunque parecía se tardaba demasiado.

 

—Eso... (se talló los ojos) no, es solo que siento que ya perdí mucho tiempo de el día de hoy— Lo que Mikuo mencionó sonaba bien... me preguntaba si a Lenka le gustaría salir conmigo antes de las clases, el único problema era que no me dieran mis extraños ratos de miedo/pena.

 

— ¡Vaya! Creo se fue —respondí a Gakupo mientras salía de la ducha y me vestía rápidamente con mi típico traje de marinero— pero bueno, parecía tener prisa en practicar solo piano —luego sonreí— hola Shion-san ¿Ya coqueteando con Mikuo? —dije tratando de jugar, aunque sabía en el fondo que solo le gustaba Lenka Onee-san.

 

— Ya veo— Sin más me metí a la ducha. Deje que el agua fría tocara mi cuerpo, me sentía relajado con ella, más que con el agua caliente. Una vez acabé, me vestí con la ropa que había elegido y coloqué la toalla en mi cabeza. Escuché lo que dijo Len antes y me animé a acompañarlo— ¿Mikuo y Akaito? Suena bien...Eres un casanova Mikuo— dije mientras le daba un ligero puñetazo en el brazo al chico de cabello verde.

 

—E-tto...— un sonrojo sin importancia apareció en mis mejillas, tomé mis pantalones y comencé a vestirme. (jeans negros ajustados, camiseta sin mangas gris una chaqueta color negra [tipica capa de kaito/akaito pero más corta] y una bufanda rojo intenso).— A menos que Mikuo comience a seducirme, no lo voy a dar nada.— intenté seguir le el juego a Len.

 

— ¿Qué se le va a hacer? Son mis encantos a los cuales nadie se resiste —sonreí con sentido del humor mientras me acercaba al cuello de Gakupo— ¿O no? —y luego me eche a reír mientras palmeaba la espalda del chico de cabello purpura.

 

Puse los ojos en blanco, aún así seguí el juego.
—Pero...¿te gustan mayores? O ¿porqué no has intentado nada con Len? ¿es que acaso no te gusta?— pregunté un poco ofendido. Len había comenzado el juego, debía participar también. Akaito también parecía jugar— ¿Qué piensas tu Akaito? Yo no me siento ni un poco atraído hacia él.

 

Veía como comenzaba a ser divertido el juego —Pues, cuidado que si lo retas hasta la lengua te acomoda. — Dije recordando aquellos besos de el primer día que estuve aquí.

 

— ¿Yo? Pues... —me sonroje para luego enojarme— ¡No me interesa Mikuo! —dije para luego aventar un poco de agua a la cara a Gakupo-san.

 

Recibí el agua que me aventó Len. ¿Por qué era siempre yo el que terminaba siendo objeto de su enojo? Ni siquiera podía bromear con él.
—Vamos, vamos, son solo juegos Len, no tienes por que enfadarte— tomé un extremo de la toalla de mi cuerpo y me sequé el agua. Mi cabello aún estaba húmedo, tenía que esperar más para que secara. —Además, Mikuo adora estos juegos ¿no es así?

 

[Por hoy me retiro]

— ¡Claro! Gakupo lo sabe mejor que nadie, después de compartir cama y fluidos —dije con una sonrisa observándolo— es un perverso... —iba a decir más pero de repente sentí que todo se movía y no podía más, mi cuerpo perdió equilibrio y termine cayendo al suelo, todo se volvió negro después.

 

El juego terminó cuando vi a Mikuo en el suelo, lo cargué y lo matuve arriba mientras veía a Len y gakupo preocupado. ——¡¿Que le ocurre? !—

 

— ¡No sé! —dije casi en un chillido, ya que parecía ardía en fiebre o quizá era mi imaginación— ¿Esto es normal Gakupo-san? Usted que vive con Mikuo debe saberlo —dije viendolo con esperanza y asustado de lo que estaba pasando.

 

—¡¿Cómo quieres que lo sepa?! Se cayo de la nada— dije mientras me acercaba a Akaito. Recordé todo lo que había pasado a lo largo de la semana, nada grave más allá de la apuesta del jugo de berenjena— Tal vez sea por aquella ocasión en la que bebió demasiado juego de berenjena o...no sé, tal vez se resfrié— Toqué su frente, estaba caliente. — Deberíamos llevarlo a la enfermería, ¿Akaito puedes hacerlo o mejor lo llevo yo?— pregunté preocupado mientras miraba al pelirojo.

 

— Mikuo... —rápidamente moje un trapo y lo puse en su frente— será mejor llevarlo a una cama y abrirle la camisa, debemos bajar su temperatura —suspiré mientras trataba de no llorar, sabía que no era el momento pero realmente me sentía angustiado sobre lo que estaba pasando.

 

—Yo lo llevo. — Abrí la puerta de los vestidores con una patada para salir rápido a la enfermería.