(Tengo la MO, y dijeron que sólo bastaba tener un pokémon que sea compatible para poder usarla e.e luego podía removerla y así.)
(Pero necesitas perdir que te la pongan a sus movimientos, luego ya puedes removerla por otro ataque, así funciona e.e pero da igual xD)
llegue y me encontré a tres bailarines muy extraños --¡Hey, ustedes!, ¿me podrían decir en donde estoy?--les grite
(Emh, Serena, te aconsejo de que comiences tu aventura en un lugar más céntrico como una ciudad o pueblo donde hayan personas, esta isla está desierta... sólo están los bailarines; pero estos los controla GalladeLucario... y este tal vez este muy ocupado. Podrías empezar por Ciudad Barniz, ahí estamos casi todos.)
Llegué a Isla Caballete, Natu reposaba en mi cabeza. Estaba listo para ir por la siguiente ruta, agradecía a Arceus haber creado a un pokémon tan util y tierno como Lapras.
Llegamos a la Isla Caballete, otra isla tropical... eran bonitas, sí, pero ya me estaba comenzando a hartar del paisaje. —Blastoise, descansa un rato —le dije, regresándolo a su pokebola. El chico del Flygon se había quedado atrás... me pregunté cuanto tiempo tardaría en hallar este lugar—. Descansemos nosotros un rato antes de salir de nuevo también, Yair. Contenido oculto @LucarioErmitaño @Brendan
Los dos nos tiramos a descansar bajo el sol, y me saqué mi chaqueta para estar más fresca, solo con un top strapless blanco puesto en la parte de arriba ahora. Saqué unos anteojos de sol de mi bolso y me puse a tomar sol, disfrutando del breve momento de paz...
—Ah es verdad, sigue con ese tal Rojo, ¿verdad? —comenté, sin quitar la vista del cielo—. Debe seguir por la Torre Plateada, Liza me dijo que no se marchó con ellos...
—Si tú lo dices —declaré, sin darle mucha importancia. Me acomodé en la arena, el sol sobre mi piel... se sentía bien, un poco de relajación después del enfrentamiento que acabábamos de sobrevivir.
Me recoste tranquilo sintiendo la arena y el sol sobre mi piel ya que estaba cansado --Pobre de bruno me da tristeza que hara muerto...--Dije triste--
—¿Pasaron quince minutos desde su muerte y tú lo mencionas así como así? —suspiré—. No tienes tacto, Yair... yo no lo conocía, pero alguien como Liza que sí no lo habría tomado a bien... Levanté la vista al oír esa voz. El chico venía caminando junto a su Flygon, alardeando que había llegado antes. Lo dejé creer lo que quisiese y volví a tomar sol con tranquilidad.
Deje una justo a lado de la chica y otra a Yair. --Bien me diras tu nombre? creeme que me mata la curiosidad--