[Capitlo Tres]: Inscripciones del Taller

El pelirojo me miró lleno de confusión como si yo pudiera tener las respuestas.
—Hay veces en las que hay que dejarlos solos para que se sientan mejor, ellos se llevan muy bien por lo que le confío mucho en él para hablar con Len, además son casi de la misma edad, supongo que alguien como nosotros no debe intervenir— dije con una sonrisa— Aún así que mal educados al dejar a una dama aquí así (-_-")— miré a Kaiko-san —Por ciertos, ustedes dos tienes el mismo apellido ¿están relacionados?— intercalé la mirada entre Akaito-san y Kaiko-san.

 

— No me agrada esto... —susurré para mi— Mikuo me agradaba, quizás porque era el único que me daba la cara cuando bromeaba y parecía que era el único que no me veía con lástima o que parecía un niño, Shion-san en cambio parecía demasiado agresivo y se tomaba las cosas demasiado en serio, Gakupo-san... él parecía ageno a todo y al final Luki-san, parecía mejor sin mis ideas.

 

—Oye Len ¡Len! Espera— Por un momento su flauta se cayó de su mochila. Se agachó a recogerla y casi lo pierde de vista. —¿...?— Lo seguía porque quería saber de él; si se sentía mal, si había ocurrido algo con Akaito o algo. Lo que fuera; no había nada de malo en demostrar que le importaba ¿o si?

 

— Luki-san... —estaba llorando cuando voltee a verlo, solo seque mis lágrimas mientras trataba de sonreír— ¿Pasa algo? —mis ojos le vieron fijamente mientras buscaba algunos dulces para quitarme el mal sabor de boca.

 

Cuando lo alcanzó y lo tuvo de frente se le quedó mirando, ladeando la cabeza con tristeza. —¿Por qué lloras?— Le hace pat pat en la cabeza y lo invita a seguir caminando. —No estoy muy enterado debido a su broma de encerrarnos en la cabina. ¿Sucedió algo? ¿Tuvo que ver Akaito?

 

— ¡Fue mi idea! —dije algo molesto— luego me encontré con Shion-san y Mikuo con Gakupo-san se acercaron, Gakupo a pesar de que se enojo reto a Mikuo a besar a Shion-san —dije entre llantos— y Mikuo solo es idiota y lo hizo —seguí quejándome— luego Mikuo bromeo yo llore y por eso Shion-san le besó y empezó una guerra de besos y... ¡Siento culpa! Todos se enojan con Mikuo cuando es culpa de todos y Mikuo nunca reclama y me molesta —negué con la cabeza— nadie se enoja conmigo, nadie me reclama... ¿¡Por qué!?

 

Por fin tuvo la oportunidad de ver a la cara a la chica, ella era muy hermosa, era muy parecida a el, solo que con rasgos mas femeninos y claro, el cambio de los colores, tanto en sus ropas y su cabello. Cambió su mirada a Gakupo -La verdad, no tengo el gusto en recordar si es parte de mi familia, no tengo ni idea... - miró a la chica llamada Kaiko. -¿Tu si me recuerdas?-

 

—Len, ¡Len, tranquilo!— Lo empezó a sacudir por los hombros cuando le vio que continuaba llorando. No entendía claramente sus palabras, de como habían sucedido las cosas, solo entendia que Miuko y Akaito se besaron. —Oye, pero si no tienes que sentirte culpable de nada. De lo poco que conozco de Mikuo probablemente se busque sus problemas solo.— No le gustaba verlo llorar. Nunca había visto a nadie más llorar pero no le agradaba. Le miró con el ceño fruncido. —¿Ah si? ¡Pues yo te reclamo?— Le jala las mejillas con fuerza mientras lo ve con reproche y con un ligero sonrojo. —¡¿De dónde has sacado la idea de que sería divertido encerrar a dos personas solas?! Imaginate que alguno fuera claustrofóbico o que Kiako se hubiese llevado la impresión equivocada.— Ya no sabía que decirle sobre Mikuo, pero probablemente era eso; si no se defendia era porque no le veia el caso o porque sabia que se merecia lo que le pasara. Había que conocerlo mejor mas adelante.

 

— ¡Lo siento! —lloré más fuerte, me sentía molesto— la culpa de esto ha sido solo mía, obligue a Mikuo a ayudarme —seguí llorando— ¡Y Gakupo siempre se enoja con él porque a ambos les gusta Megurine-san! —se me salió sin querer y luego me tape la boca, totalmente rojo mientras seguía llorando— lo siento... —susurré.

 

Estaba totalmente confundido y sin saber qué hacer. De pronto... ¿qué dijo? —...¿Hablas de... d emi hermana?— Debía ser eso. ¿La conocían? ¿De donde, cuando? No, no era eso lo importante. No sabía exactamente cual era el motivo por el cual Len se disculpaba, otra vez, pero decidió abrazarlo. —Ya no llores. Ya no te sientas culpable de nada. Nadie está molesto contigo, y tú no tienes por qué estarlo con nadie.— Sonríe volviendo a palpear su cabeza. —Es muy lindo de tu parte preocuparte por todos, pero tampoco estaría mal que pensaras primero en ti de vez en cuando.

 

— Es que Mikuo... —gimotee un poco— me agrada, es bromista y se pasa luego, pero en realidad es buena persona —lloré un poco más— todos siempre se enojan con él y me frustra que él nunca diga nada —había notado poco a poco ese habito del pelo verde, era bromista, algo exasperarte, pero en realidad tenía buen corazón, y aún cuando la gente le dijera algo, nunca lo había visto enojarse, eso me desesperaba, porque lo de Shion-san y él no era del todo su culpa, pero parecía todos lo culpaban, al igual que lo de la cabina— ¡No entiendo nada!

 

—No dudo que sea una buena persona. Pero tampoco creo que sea precipitado a enojarse; quizás por lo mismo no se defiende cuando no lo ve del todo necesario.— Lo separa de él y le revuelve el cabello mientras le sonríe. —Hay veces en que preferimos no quejarnos y asimilar que nos merecemos un poco de odio. Lidiamos con ello a nuestra manera, todos diferentes.— Ve que tiene enseguida una máquina de sodas y al ubicar el extravagante sabor a banana decide comprar una y entregarsela a Len. —¿Sabes? Si tanto te agobia deberías hablarlo con Mikuo más tarde. O podríamos hacerlo ambos. ¿Te parece?

 

— Yo no entiendo... —bajé la cabeza— Gakupo-san se enojo y les llamo infantiles, pero conociendo a Mikuo le provoco besar a Shion-san ¿No es eso ser infantil también? ¿O ser malicioso? —pregunté sinceramente viéndolo a los ojos— me agrada Gakupo-san, pero también pienso que él tiene culpa de todo —mis ojos tomaron un sorbo— en cambio yo solo me puse a llorar por la sorpresa y provoque una ira estúpida de Shion-san, solo quisiera que todos aceptarán su culpa y no siempre lo culparán a él —hablaba de lo de la cabina o lo de esa pelea, pareciera que siempre fuera culpa de él y aún cuando estuviera involucrado, todos se acostumbraban a echarle todo a Mikuo, el cual solo les sonreía.

 

—Tal vez porque son infantiles. Es decir, es extraño, ¿cada cuando alguien se agarra a pelearse a besos? Todavía a golpes lo comprendería... N-no lo aprobaría, claro, la violencia no se supone que resuelva nada, pero...— Le miró ladeando la cabeza. Se le quedó como palabra clave la 'culpa'. Era todo tan extraño; Len estaba enojado con todos porque todos parecían enojados con Mikuo y... No podía encontrarle mucho sentido a las cosas. —Me gustaría que todos nos hicieramos muy buenos amigos. Me gustaría que de verdad hablaramos con Mikuo. O con los demás.— Sonríe. —Apuesto a que si los demás te escucharan estarían avergonzados de si mismos.

 

— Mikuo nunca reclama, en realidad el siempre acepta la culpa, incluso de la cabina fue el primero en abrir —dije bajando la mirada— quizás no se noté, pero pienso que es bastante maduro para su edad y toma las cosas con calma —dije sinceramente— a veces pienso su sonrisa es falsa, pienso que quiere enojarse pero nunca lo hace, como un hermano mayor —dije recordando un poco a Lenka Onee-san— en realidad le admiro, es por eso que me molesta cuando los demás lo culpan y lo llaman infantil, porque finalmente bien pudo haber golpeado a Shion-san, yo lo hubiera hecho —sonreí triste— pero lo tomo con humor y evito una pelea ¿Eso no es de admirar?

 

Comenzó a sentirse identificado con lo que decía Len sobre Mikuo, y por tanto se sentía cada vez más interesado en conocerlo a fondo y quizás llegar a ser su amigo. "Sonrisa falsa" y "querer enojarse pero no hacerlo por el bien de otros" era algo que también calificaba en su vida, pero no era demostrado igual. No supo que más decirle a Len, pero decidió contestar a su ultima pregunta. —Supongo que si. Es de admirar.

 

— Entonces... —trague saliva y le mire a los ojos— ¿Por qué todos siempre se enojan con él? —dije sinceramente— se que yo lloró, pero es porque no me acostumbró y siempre lo lamento, porque todos se preocupan y me miman, pero cuando de él se trata... pareciera —"sobre todo Gakupo-san" pensé para mi— que buscan siempre pelear con él y echarle la culpa, entonces quisiera un porqué, porque dudo sea tan fuerte.

 

—Ojojoj, aguarda, no dudes del todo eso. Además detente a pensar de qué fuerza hablas. Hay personas que simplemente han vivido cosas muy duras y simplemente se acostumbran a cierto dolor. Hay quienes saben como pueden, aunque sea a la larga, enfrentarse a toda clase de problemas. No subestimes a Mikuo si solo juzgas que es cierto tipo de persona. Conócelo y averigua un por qué y averigua si es posible mejorar algo en su vida, ya sea que lo haga el o que alguien le de un empujón.

 

— ¡Lo sé! —grité molesto— se que es fuerte, pero no creo que tanto, internamente sufre, su mirada refleja eso —susurré para mi— por eso lo defendí de Shion-san, porque se que Mikuo no es mal intencionado y se que siempre te apoyará, por lo menos me apoyo contigo y tomo responsabilidad —dije apenado— es una persona noble, claro que tu o Gakupo-san lo son —repetí— solo que Gakupo-san es más transparente que Mikuo, y es bastante calmado, suele fingir ser más maduro, pero creo es el más infantil ya que se permite a si mismo decir "infantil" una y otra vez, sobre todo a Mikuo, así mismo tú... pareciera que temes a la gente, hablar con ella, callas y no dices del todo lo que piensas o eso siento, quizás te pareces mucho a Mikuo —baje la mirada— solo que tu no finges una sonrisa, en ese sentido eres más transparente —reí amargamente— por ello mismo nadie nota del todo tu presencia, debo admitir que por ello te tratan con amabilidad, y le agradas a todos, pero... ¿Qué es lo que realmente sientes? ¿Qué piensas? Perdona si no soy atrevido, pero quisiera saberlo.

 

"Temer a hablar con la gente y no decir todo lo que pienso no es todo" pensó. Cuando Len empezó a hablar sobre él quedó realmente confundido. Era extraño como parecía... se sentía poca cosa y a la vez importante. Por un momento se quedó completamente mudo. Sus preguntas lo inquietaron, había demasiadas respuestas para ello. —Len...— Puso una mano en su hombro y le miró con ojos tristes. —Creeme que no quieres averiguarlo, Len. No tú...— Pensamientos muy extraños vinieron a su mente. Sus ojos perdieron brillo por un segundo. Tomó su mochila y salió del edificio pasando a Len de largo.