[Capitlo Tres]: Inscripciones del Taller

— ¡No hables de eso Gakupo-san! —me paré de un brinco cuando menciono el beso y ver la sonrisa de Mikuo me hacía sonreír— entonces... ¿Somos amigos? —pregunte confuso— tú, Mikuo, Luki-san y yo —suspiré con una sonrisa tímida— ¿No?

 

¿Cómo este chico podía ser tan serio cuándo se lo proponía? Sin querer contestar me puse de pie siguiendo su pauta
—Igual yo, desde la mañana que no como nada— dije mientras veía al rubio que se había puesto de pie en un brinco. Lo miré con los ojos abiertos ¿amigos? —Por supuesto....aunque a Luki aún no lo conozco profundamente y encerrado en la cabina dudo que llegué a salir en un buuuen rato. ¿Quieren ir a comer?

 

— ¿Cómo sabes que lo encerramos en la cabina? —dije entrecerrando la vista— ¿Acaso eres vidente? —luego observe a Len que se comportaba como una niña tímida— y tú ¿No te bese para comprobarlo? —luego le agarre la cabeza para hacerle cerrillito— ¡Todos somos amigos! Solo falta que bese a Luki y será pacto de 4

 

—Dígamos que estuvé recorriendo toda la escuela como vil turista, los vi de reojo cuando entraban pero me faltaba observar los rincones de la escuela, así que la curiosidad mató al gato— lo miré con los ojos entrecerrados— ¿Por medio de los besos haces amigos? ¿Eso quiere decir que Megurine-san también es tu amiga? ¿no?— me llevé el dedo índice a los labios— Len ¿tú que opinas?

 

— Yo apenas me entero del beso, así que no me metan es sus peleas —dije sobandome la cabeza y empujando a Mikuo— pero los besos son incómodos, si un hombre me vuelve a besar lo castro.

 

— Repito que lo de Luka-san fue un error, solo iba a ser un beso en la mejilla —dije serio— pero podría decirse que si —sonreí amablemente— para mi un beso es como un pacto de confianza, un saludo a la amistad.

 

Bueno iré a dormir+

Me sentí cansado, así que solo me moví levemente mientras volvía al aula de música, realmente no la había visto bien y pensé que sería la oportunidad ideal— ¿Vienen?

 

— ¡Vamos! —dije con una sonrisa mientras jalaba a Gakupo por nosotros— me interesa ver los teclados.

 

Había dejado de escuchar ruido. ¿Era eso normal? ¿Tan buena era la cabina? Volteó a todos lados y solo supo que había instrumentos, él y Kaiko. Un momento... ¿cómo? —Oye, ¿y aquellos dos?— Caminó hacia Kaiko, quien se veía divertida observando los instrumentos. —¿Supiste en que momento salieron? Tal vez deberíamos ir con ellos.

 

Escuche que Luki me hablaba mientras yo aún seguía observando los instrumentos - Oh, claro - Le dije, era bastante curioso que ellos aún no hubieran entrado, entonces me acerque a la puerta, que en ese momento se encontraba cerraba, y trate de abrirla - Luki... - Susurre su nombre - Esto no abre - Sujete la puerta con más fuerza y aún así no se abría.

 

—¿Cómo que no abre?— Se acercó a con Kaiko a ayudarla a intentar abrir la puerta, pero esta no cedía. —¿Qué rayos...?— Sin pensar que podría oir alguien más y regañarlos por estar ahi en primer lugar, comenzó a golpear la puerta y a gritar. —¡Mikuo! ¡Len! ¡Oigan, nos quedamos encerrados!

 

Luki grito, sin embargo parecía no surgir efecto ya que ellos seguían hablando como si nada, y hasta llego Gakupo-kun y empezaron a hablar entre ellos sin ponerlos la mínima atención - No nos escuchan, Luki - Le dije, aunque suponía que él ya se había dado cuenta - Es inútil - Murmure para mi, observe a mi alrededor viendo que tenía toda la cabina para nosotros dos, podría tocar cualquier instrumento que quisiera - Bueno, no es tan malo estar encerrados ¿no crees? - Le pregunte con una sonrisa.

 

Llega por la puerta principal tatando de escurrirse para no hacer mucho alboroto con su llegada. (-Espero y no ser tachado como el simple nuevo-) Al alzar la mirda al interior de la academia podía verse fácilmente que este sitio era mas especial que su antiguo instituto, observó que había mas personas a mitad de el corredor principal, Comenzó a caminar hacia esa dirección cargando su mochila de un solo lado y sosteniendo su estuche de violín.

 

— Vaya... —suspiré en una banca mientras Gakupo y Mikuo se la pasaban hablando— entonces... ¿Cómo les irá a Shion-san y a Luki-san?

 

Hem... Disculpa... (veía con atención al pequeño y rubio de rostro pensativo que estaba en la banca) ¿Conoces bien este lugar?.. Estoy buscando ah quién me pueda dar un pequeño tur.. -Sonríe algo nervioso-

 

—En realidad todos somos nuevos —dije un poco sonrojado al pelirrojo— te podría ayudar, pero... —reí divertido— pero debo esperar a esos dos —le indique si quería sentarse— m-mi nombre es Len Kagamine, mucho gusto —dije algo nervioso, parecía que cada vez me era más fácil socializar— ¿Cuál es tu nombre?

 

(-Alguien agradable, vaya es asombroso. Pensé-) Abrió bien sus ojos rojos al notar el fino sonrojo del pequeño rubio, acató a la invitación de sentarse en la banca. -¿He, mi nombre?.. Me llamo Akaito Shion, ¿Son tus amigos esos de allí, Len?..

 

— ¿S-Shion-san? ¿Acaso eres pariente de Kaiko Shion-san? —pregunté, pero luego respondiendo a su pregunta— ¡Ah! Si, el de pelo morado es Gakupo Kamui-san y el de pelo verde es Mikuo Hatsune —respondí naturalmente mientras sacaba de mi bolsillo dulces de banana y comenzaba a probarlos— entonces... ¿Eres pariente de Kaiko Shion-san?

 

Veía con atención como devoraba esos dulces de color amarillo brillante, (-Hoo.. Adorable mente rubio. Pensé-) le miraba hasta la pregunta... -No se como contestarte pequeño, he vivido alejado de mi familia por tanto tiempo que no lo recuerdo con claridad-

 

— Ya veo —dije mientras mis mejillas se sonrojaban por ese sabor— ¿Quieres? —dije mirando su mirada roja y curiosamente seria— claro que te advierto que a muy pocos les gustan —dije con una sonrisa maliciosa.