Llegué a mí cuarto, entré en él, y cerré la puerta tras de mí. Spark bajó de mi hombro, y se sentó en la cama, al igual que hice yo. --Entonces... En cuanto evolucionar ¿Estás de acuerdo, no?-- Mi pokémon asintió, y me puse muy contenta. --¡Bien campeón!--
--¡Dante! --exclamé alegre y le di un rápido abrazo. --Menos mal que te encontré. Te busqué por todas partes. --le sonreí cariñosamente y cogí la mochila que llevaba en el hombro para ponérsela delante. --Te traí esto.
-- Así que sigue viva.. -- dije tomandola con una sonrisa -- ¿Se salvo algo? -- le pregunté pasando mi flequillo detras de mi oreja para poder verla mejor
--Será mejor ir a dar un paseo por ahí.-- Salí del C.P., y de pasó, buscar a Alpha. Me costó encontrarlo, pero lo ví en el tejado del edificio. --¡Alpha! ¿Vienes conmigo al Gran Desierto?--
--Emmm, un pantalón, varios bocadillos y... --me giré y cogí de mi mochila su cámara vieja, la cual se veía en mejor estado. --Tu cámara. --le sonreí. --La limpié y quedó mucho mejor.
Estaba a punto de dormirme hasta qiue escuche a Destiny-- ¿A donde? -- use a Skarmory como antes para bajar del techo.
(Gracias :3) --De nada Dante. Es que no me sentía bien al ver lo que te hizo Destiny, y pues te la traí...no fue nada... --Le sonreí ya dentro de la habitación, pero al sentarme en una de las sillas que había, me quedé poco a poco dormida.
--Hala... Otra vez...-- Decidí alcanzarlo corriendo también a por él. Spark odiaba ese sitio, pero siempre se quedaba conmigo por si acaso... No se fía de los chicos.
-- Yo tengo la culpa de eso -- dije en un murmuro para evitar despertarla, me acerque a ella y la cargue para colocarla en la cama y no durmiera mal. Yo en cambio tome una sabana y una almohada para poder dormir en la silla donde ella estaba anteriormente
Desperté unas horas despues al sentir mi pokereloj vibrando, cosa que hizo sobresaltarme pero no dije nada al ver a Dante dormido. Miré el pokereloj y vi que decia que habia aparecido una entrenadora sospechosa con un gran torterra en el gran desierto, cosa que me gustó y decidí ir a ver. Me quedé unos segundos viendo dormir a Dante y sonreí, cogí la sabana que se le habia caido y le arropé. Decidí dejar una nota donde decia que nos veriamos mas tarde y eché a correr fuera del c.p hacia el desierto.
Desperte, leí la nota que habia dejado liza... -- si salgo ahora tal vez podría volver a llegar un poco temprano -- me dije a mi mismo, guardando mis cosas y saliendo del CP lo más rápido posible hacia el desierto
Llegué a la ciudad antes de que amanececiera, así que lo más probable era que todos los establecimientos estuvieran cerrados. Mientras avanzaba me di cuenta de que la ciudad no era tan grande como las otras, lo cual en realidad me facilitaba encontrar el Centro Pokémon. Me paré frente a un letrero guía y comencé a leerlo. --El C.P. se encuentra a poco menos de un kilómetro al noreste, si avanzo a un ritmo normal llegaré en media hora, más o menos. --Así, comencé a andar en aquella dirección, pensando en que después reanudaría mi viaje.
Cuando encontré el centro pokémon abrí la puerta y entré; la enferma me saludó con un bostezo y buenos días muy amable, aunque igual se le podía notar una nota de cansancio en su voz. --¿Podría curar a mis pokémon, por favor? Un Torterra los molió a palos. --le dije poniendome la mano detrás de la nuca, mientras una gota de sudor recorría la nuca de la enfermera. Aún así los curó sin decir nada y cuando estuvieron recuperados le di las gracias a la enfermera y salí del centro.
Después de darle la vuelta a la ciudad me senté un rato en una banca a descansar; tal vez fuera una ciudad pequeña, pero igual era una ciudad y eso la hacía cansada de recorrer.