Ouran High School [Two-shot] Sepárense y dejen de bromear

Estaba una chica parada frente a la puerta de un salón de clases del cual iban saliendo los gemelos Hitachiin. Pasaron desapercibida a la sonrojada chica que sostenía una carta en las manos. De rato, se fue detrás de ellos y los encontró en la cafetería, donde todo el host club se reunía en una sola mesa. La chica se moría de la vergüenza, pero estaba dispuesta a entregar esa carta. Se acercó a la mesa donde almorzaban todos los host y se puso de pie junto a los Hitachiin. Ni cuenta se dieron; ella simplemente dejó la carta en medio de ellos y se fue. Tamaki les hizo notar la carta.

—Hmm... ¿retomamos la rutina de rechazo que teníamos hace algunos años?— dijo Hikaru desinteresado.
—¡Espera Hikaru! No pueden desechar los sentimientos de una chcia de una manera tan insensible.
—Ninguna chica se les había declarado en mucho tiempo... por temor a que les rompieran el corazón.— dijo Haruhi.
—¿Ah? ¿Cómo puedes saber eso Haruhi?— dijo Kaoru.
—Varias de las chicas que se han fijado en ustedes me han preguntado porqué son tan insensibles al momento de rechazar a alguien. O simplemente... el porqué son tan fríos cuando se trata de amor.

Hikaru y Kaoru se sintieron algo ofendidos. Tamaki yu Honey-sempai estuvieron de acuerdo con Haruhi. Los Hitachiin se enfadaron, tomaron la carta, se levantaron de la mesa y se fueron. Hikaru, antes de irse dijo:

—Si las chicas si saben de amor, deberían reconocer al chico al que se le declaran. Por eso no dejamos el método.

Hikaru y Kaoru se quedaron en el patio leyendo la carta. Iba dirigida a Kaoru, de parte de una chica llamada Asagiri Mai. Decía algo como esto:

Kaoru:

Sé que quizás soy cualquier chica que atiendes en el host club. Quizás no con ver mi nombre me recuerdes. Quizás ni viéndome me recuerdes. Cada que voy al host club soy atendida por ti y por Hikaru, pero con el paso del tiempo me he vuelto de ese montón de chicas. Jamás había tenido el valor de confesártelo... pero he estado enamorada de ti desde que te conozco. Y aunque no lo creas, te conozco lo suficiente para saber que es amor lo que siento. Te ruego que no me tomes a broma y me des oportunidad de hablar cara a cara.

Mai.​

Hikaru se burló de la carta. Kaoru se quedó en silencio. Decidieron citar a Mai al día siguiente en el patio del instituto. Mai atendió puntualmente al lugar. Kaoru se presentó frente a ella como si fuera Hikaru.

—Perdona, ¿has esperado mucho?
—No...
—He leído tu carta.
—Ah... Kaoru...
—No, lo siento pero yo soy Hikaru. Me he dado cuenta de tu carta en la mesa del almuerzo antes que Kaoru.
—Ah... yo...
—Pero ¿sabes? ¿Conmigo estarías bien?
—¿Eh?
—De hecho, yo siempre he pensado que tú eres muy linda. Y parece que a Kaoru le gusta otra chica.
—Esto... yo...
—¿Hmm?

Mai se quedó viendo detenidamente a Kaoru. Se quedó ahí de pie, mirándolo durante un rato.

—A mí no me engañas.
—¿Qué?
—Yo sé que tú eres Kaoru.

Kaoru estaba paralizado. Normalmente las chicas se dejaban llevar por el engaño y siempre se equivocaban de gemelo.

—Yo sé como eres, Kaoru. Dejó de gustarte este modo de tratar a las chicas ¿verdad? Lo sé. Lo sé todo. Sé que una vez tú y Hikaru pelearon por una chica. Ibas a dejársela a tu hermano pero fue rechazado. No le volvieron a interesar otras chicas... o sus sentimientos.
—¿Cómo...? ¿Cómo puedes saber todo eso?
—Voy sin falta todos los días al host club. Siempre se lo que pasa. A veces... Perdona, quizás no me incumba... pero a veces me preocupa tu relación con Hikaru. Pienso que ese afán de protegerlo y estar siempre cerca suyo a costa de tu felicidad no es correcto. De nuevo, me disculpo, porque no es problema mío pero... de verdad me gustas. Y, y yo...
—Gracias.— dijo Kaoru dándole la espalda a Mai para que no lo viera llorar. —De verdad gracias... por tu carta, por tus sentimientos, por tu preocupación. No creo estar preparado para darte una respuesta como mereces. Espero poder verte mañana.

Kaoru salió corriendo. De entre unos arbustos salió Hikaru, quién lo había escuchado todo. Mai estaba muy apenada; sobre todo al pensar que podría causarles problemas. Hikaru se fue sin decirle nada a Mai, pero la miró con desaprobación. Después de un rato de búsqueda, Hikaru encontró a Kaoru sentado, mirando al suelo, en algún rincón oculto del instituto; todavía con algunas lágrimas en los ojos.

—No hagas caso a lo que dijo, Hikaru.— dijo Kaoru sin voltear la cara.

Hikaru se hincó y lo abrazó con fuerza, dejando caer algunas lágrimas también.

—Nuestra relación nadie la puede criticar, Kaoru. Nadie. Somos gemelos y tenemos una conexión especial que nadie jamás romperá. No sé de que manera podría yo dañarte, pero el día que eso suceda no te permitiré perdonarme. Hasta entonces, nada de lo que digan los demás importa. ¿Está bien?

Hikaru y Kaoru secaron sus lágrimas y terminaron riéndose de todo lo sucedido. Volvieron al host club para pedir el resto del día libre y al terminar las clases desaparecieron sin dejar pista. Huyeron de Haruhi, Tamaki y los demás. No querían saber de nadie más que ellos mismos durante el resto del día. Por la tarde, casi noche, Mai llamó a Haruhi por telefono.

—Ah, Mai-chan. Que gusto oírte.
—Igualmente Haruhi-kun.
—Dime, ¿que tal te fue con lo de la carta?— dijo sin muchos ánimos.
—¿Hm? ¿No viste a Hikaru ni a Kaoru después del descanso?
—Pidieron el resto del día y no asistieron al host club.
—Vaya... aún así, me fue mejor de lo que esperaba.
—¿Sabes cómo puedan sentirse o que puedan estar haciendo en estos momentos?
—Sólo puedo decirte que están juntos.
—Eso no es difícil de adivinar. Su mayor defecto sería el que no pueden estar separados. Y que nunca sabes cuando están bromeando o hablan en serio.
—Eso lo sé. Por eso sé que hoy me fue mil veces mejor que al resto de las chicas.
—Bueno, disculpame pero tengo que colgar.
—Vale. Te veo mañana en la escuela.
—Adiós.

 

Al día siguiente, en clase, Hikaru y Kaoru aparecieron con el entusiasmo acostumbrado de todos los días. Haruhi estaba feliz de poder verlos así de nuevo. Mai estaba en el grupo de al lado; pasaba por casualidad, los vio y también se alegró. Haruhi la vio pasar y se preguntó como estaría. Su conversación por teléfono no le dejó muy claro lo que había ocurrido. "No parece destrozada... y eso está bien." pensó. De rato, tuvieron una hora libre y Haruhi decidió hablarlo directamente con ellos.

—¿Se puede saber qué tanto hicieron ayer?
—¿Eh? No teníamos ganas de trabajar en el club.— dijo Hikaru.
—¿Eso le dijeron a Kyouya-sempai?
—Ahahaha...— Hikaru soltó una risita sarcástica.
—Le dijimos que yo me sentía mal.— dijo Kaoru.
—Y para extra convencimiento ¿llanto falso?
—No... el llanto era real...— dijo Kaoru algo apenado.
—A ver, pues ¿que pasó?— Haruhi estaba extrañada. El resultado que se esperaba era Mai llorando, no Kaoru.
—Mai le echó en cara a Kaoru algunas verdades que no quería enfrentar.— dijo Hikaru sin dar la cara a Kaoru.
—¡¡Hikaru!!— dijo Kaoru enojado.
—¿Cómo que verdades que no quería enfrentar?— dijo Haruhi.
—Ella... dijo cosas malas sobre Hikaru.
—Lo dices de una manera muy suave.— dijo Hikaru
—Ayer te dije...— Kaoru sentía ganas de llorar. —que no quería volver a tocar el tema.
—Ella dijo " Pienso que ese afán de proteger y estar siempre cerca de Hikaru a costa de tu felicidad no es correc-"

A tan sólo una sílaba de que Hikaru terminara la frase, Kaoru se le echó encima diciéndole que se callara y llorando. Hikaru en el suelo, Kaoru encima suyo, Haruhi pensando.

—Ustedes dos realmente son idiotas.— Hikaru y Kaoru la miraron confundidos. —En parte, lo que Mai-chan dijo es cierto. También Kaoru, que no tengas el valor de afrontar tu aferración a Hikaru es infantil. Esperaba más de ti. No puedes ver por tu hermano si no ves por ti primero. Y tú Hikaru, no vendría mal que de vez en cuando le devolvieras el favor a tu hermano. Mínimo respeta cuando te pide un favor o que te calles algo. Y ambos deben entender que si quieren ser entendidos por más personas, deben darse cuenta de que hay más personas a su alrededor. Y las personas tienden entender a las personas cuando se detienen de las bromas de vez en cuando.

Hiakru y Kaoru miraban a los ojos a Haruhi totalmente perplejos. Hikaru torció la boca, se quitó a Kaoru de encima y salió del salón. Haruhi iba ir detrás suyo pero Kaoru la detuvo. A pesar de haber dado ese sermón, Haruhi tampoco era lo suficientemente capaz de darse cuenta de cómo su sinceridad afectaba tanto a Hikaru algunas veces. Kaoru salió del salón, prometiendo traer de vuelta a Hikaru antes de que llegara un profesor. Se lo encontró sentado junto a la entrada del host club, cubriendo sus ojos con la palma de su mano, intentando no llorar.

—He... supuse que no dejarías que me siguiera.— dijo. Kaoru se hincó frente a él.
—Los papeles se han volteado de un día para otro.— dijo sonriendo y retirándole la mano del rostro, aunque Hikaru desvió la mirada.
—Ah... me destroza.
—¿Qué?— Kaoru sería lastimado por su respuesta, pero como casi siempre lo ignoraría.
—Su voz, su mirada, sus palabras...— Hikaru dejó de hablar y volteó a ver a su hermano. —¿Por qué lo permites?
—¿Eh? ¿De que hablas?
—Siempre me quejo de mi sufrimiento... estoy seguro de que eso termina haciéndote sufrir a ti.
—Hikaru...
—¿Por qué me permites, de una forma u otra, hacerte daño?— Kaoru sonrió y lo abrazó.
—Porque como me dijiste ayer, nuestra relación nadie la puede criticar. Ni siquiera Haruhi. Ni siquiera tú o yo.

Hikaru estaba sorprendido de lo que Kaoru dijo. Lloró un poco abrazándo aún más fuerte a su hermano.

—¿Por qué dejar de estar juntos? ¿Por qué dejar de estar siempre con la broma? Si así somos felices... si así alegramos a otras personas. Las que se fastidian no son la clase de personas de las que nos debemos rodear. Quienes de verdad nos quieran, nos querrán como somos.— dijo Kaoru en total seriedad.
—¿Crees que... Haruhi no...?
—No comiences a alucinar tonterías.— dijo Haruhi, que llevaba ahí desde que se abrazaron, pero no se dieron cuenta (Kaoru de espaldas y Hikaru viendo al suelo).
—¿H-haruhi?— dijo Hikaru. Ambos se sonrojaron.
—Kaoru, no cumpliste tu promesa.
—¿Eh?— Hikaru estaba algo confundido.
—El profesor ya llegó y ustedes siguen aquí, vámonos.

Hikaru y Kaoru se pusieron de pie y fueron a clases. A la hora del host club, Mai y kaoru se quedaron hablando un rato a solas mientras Hikaru lidiaba con sus celosas clientas.

—Mai-chan, gracias por venir.
—Gracias por darme la oportunidad de hablar contigo, Kaoru.
—¿Sabes? Lo verdad no estaba buscando una novia en estos momentos.— Se sonrojó un poco. —Si te soy sincero, me dejaste pensando mucho en lo que me dijiste sobre mi relación con Hikaru.
—Lo lamento. Creo que causé algunas molestias entre ustedes ayer.
—No te preocupes.
—Entonces, ¿todo está bien entre ustedes?
—Si. Mai-chan, no dudo que seas una chica increíble. Me encantaría poder conocernos mejor y que pudiéramos ser buenos amigos. Lo lamento, por el momento no busco nada más.
—Gracias Kaoru.— dijo Mai sonriendo. —Si me permites decirlo, me siento privilegiada de oír eso de ti.
—Lo tienes permitido. No cualquiera se vuelve amiga íntima de un miembro del host club.

Kaoru y Mai se reunieron con Hikaru y el resto de las clientas. Todo volvió a la normalidad. Kaoru hizo una nueva amiga. Ni él ni Hikaru dejaron nunca más que gente que no los comprendía ni quería los criticara para mal.

FIN