Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Clary Uchiha, 24 Octubre 2010.

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Que te ha parecido mi Fic

Poll closed 24 Noviembre 2010.
  1. Muy bien la conti plis

    17 voto(s)
    58.6%
  2. Está bastante bien

    5 voto(s)
    17.2%
  3. Normal. necesitas pulirlo más

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  4. No me ha gustado

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  1.  
    Graci Mc

    Graci Mc Iniciado

    Sagitario
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    Holaa Clary Uchiha!!
    Estuvo muy bonito el capitulo :D me encanto el Suika, pobresita karin con lo de su mama, pero me parecio muy bonito la parte de suigetsu velando por karin :D, pero que fue esa mirada picara que sakura le envio a Isa? :P fue gracioso :D

    Bueno clary uchiha aqui me despido sigue tu fic esta super!!
    Chauu besito
     
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  2.  
    Belu-chan

    Belu-chan Entusiasta

    Géminis
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    wwwwwwwwaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuu eseteee ficcc esta de 1000 la verdad me encantoo desde el primer capii no lo suletoo,las parejas me encantann son re tiernas,la tramaa mortal te deja con intriga que mata,ahora con respectoo a este capii:
    Muy bueno,oseaa que mas de 1 a sido un vampiro,aver para mi,sasuke va a sser el hereddero de un legendario clan de vampiros el mas poderoso pero CAIN por la envidiaa lo mado a destruirr y ,buee que seyo que mas, pero entonces los del clan MYLA (osea los padres de sakura) no querran que él se acerquee eso creoo pero ojala que nooo.Buenoo espero la contii pronto esta muy bueno ojla que sea mas larga jaja me avisas si.....

    nos leeemos sayito
    ATEE: Belu♥
     
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  3.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
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    Perdón, perdón, perdón, perdoooon!!!!! por la tardanza!!!! pero aqui li tienen!!! cap 22

    CapXXII

    Narra Isabel:
    —Enséñame.
    Espera…¿cómo?¿Qué diablos quiere que le enseñe? Ha podido hacer “dormir” a Karin ella sola. Ese “hechizo” fue el que más le costó la Luc. Y siempre fue el más poderoso de nuestra generación. Hay algo nuevo y extraño en esta niña. Luc lo dijo antes, en su alma hay algo incomprensible, y lo más preocupante es que aunque Luc sea el más antiguo de nosotros, no sabe que es. Bueno, como heredera de las enseñanzas, tengo que averiguar como lo ha hecho si la ayuda de nadie. Suerte que prácticamente la crié y se cómo manejarla para que se descubra ella sola.
    —No.
    Ella, borró su sonrisa y cerró el libro de golpe. Lo dejó en la mesa y se levantó de la cama con cuidado de no despertar a Karin. Cosa inútil, ya que no despertará hasta que Saku se lo ordene. Se quedó al lado de la cama, mirándome con súplica y me preguntó.
    —¿Porqué?
    Yo suspiré, pero por dentro, quedé satisfecha, la conversación iba por donde yo quería. Así que le respondí.
    —Porque, como te hemos dicho miles de veces, solo te podemos contar y enseñar los secretos y “hechizos” de tu clan, cuando cumplas los dieciséis. No antes.
    La súplica aumentó de nivel en sus ojos. Casi me dio lástima. Pero tenía que conseguir mi objetivo. Y ella, volvió a suplicar.
    —Porfa Isa…Es una emergencia.
    —¿Una emergencia?¿Dónde ves tú la emergencia?
    Dije con sorna para picarla. Cosa que funcionó, ya que endureció su expresión, me miró enfadada y respondió mordaz.
    —Pues resulta que esta pobre chica ha vivido una experiencia traumática hace muy poco. Suigetsu ha venido aquí en busca de ayuda. Él la ama, y yo quiero que sean felices. — Su mirada estaba llena de determinación y provocación. — Así que pienso borrar sus recuerdos.
    —¿Y qué te lo impide?
    Pregunté yo levantándolas cejas haciéndome la inocente. Ella bajó la vista y se sonrojó un poco, y casi susurrando me dijo.
    —No sé como hacerlo.
    —Pero si la has dormido, y las instrucciones están escritas en latín.
    Ella levantó la vista y me miró a los ojos.
    —No sé que ha pasado, me he concentrado un poco en los símbolos y de pronto he podido leerlo.
    Me senté en una de las sillas suspirando y me apoyé en la mesa encarándola. Y le dije.
    —Muy bien. Página 220.
    Ella se alegró y sonriendo se sentó en la cama y con el libro en las rodillas buscó la página que le había indicado. Cuando la encontró empezó a leer. De pronto miró al frente y se quedó estática, sus ojos tenían una extraña neblina que los recubría. Alarmada llamé a Luc.
    ¡Luc! ¡Rápido ven! ¡Te necesito, no sé qué le pasa a Sakura esto no me había pasado nunca!
    El tono alarmado de mi pensamiento lo preocupó.
    ¿Qué ocurre cielo? Tú no te alarmas por cualquier cosa.
    No tenía tiempo de explicárselo, así que le abrí un portal y apareció en la habitación. Vino hacia a mí, me cogió de los hombros y me miró a los ojos intentando calmarme.
    —¿Qué ha ocurrido? Tranquila, explícamelo.
    —No lo sé. De pronto se ha quedado así.
    Miró a Sakura y preocupado le puso un dedo en la frente, otro en la mía y suspiró relajándose y concentrándose en los pensamientos de Sakura.

    Narra Sakura:
    De pronto todo se volvió negro. Una luz blanca venía hacia mí y me envolvió cegándome. En el blanco, se empezaron a dibujar líneas y difuminar colores que poco a poco se fueron haciendo más claros. Por fin pude ver donde me encontraba. Estaba sentada en un gran merendero de mármol blanco con techo que me hacía sombra. En las rodillas tenía el libro, que parecía casi nuevo. Me levanté dejando el libro encima de la mesa. En mis piernas sentí una tela muy suave. Me miré de arriba abajo. Mi pelo, me llegaba hasta las caderas, en la cabeza una tiara, en el cuello mi colgante de lágrima de esmeralda. Lo que más me sorprendió fue mi atuendo. Un vestido de tirantes, que se sostenían por argollas en mis hombros, blanco de seda hasta medio muslo con un corte hasta la cadera. Bajo el pecho un pequeño cinto de…¡Oro! En mi muñeca derecha un brazalete de oro con un esmeralda de la medida de una pelota de golf incrustada y en la derecha una hecha de conchas blanquísimas y hermosas. Me dio la impresión de que era un objeto muy importante y valioso para mí. En los pies vestía unas sandalias con cintas que se enroscaban en mis piernas hasta las rodillas. Después de observar boquiabierta mi ropa (aunque no sé por qué, mi sorpresa no se reflejó en mi rostro) observé mi entorno. Olía el mar y me encontraba en un cuadrado bastante grande, delimitado por rectangulares y altos muros que eran arbustos llenos de rosas rojas. Había un salida rectangular, que conducía a lo que parecía un laberinto con muros como los del cuadrado en que me encontraba. Esta estaba a mi izquierda, en cambio a mi derecha tenía un arco de madera con enredaderas y pequeñas flores de todo tipo y colores. Sin quererlo, fui hacia el arco, caminé por el césped verde intenso hasta llegar a él. Allí pude ver otro cuadrado como el del merendero pero este en vez de un merendero, tenía en medio una gran fuente que tenía una columna donde una hermosa sirena también de mármol blanco sostenía en alto una vasija por donde caía agua al estanque de aguas cristalinas con nenúfares blancos y rosas cerrados al ser de día. Caminé hasta la fuente y me senté sobre el bordillo, cerré los ojos y me concentré en el ruido del agua al caer.
    —¡Ari!— Abrí los ojos de golpe, como si me hubieran llamado. ¿Por qué he reaccionado al oír “Ari” si me llamo Sakura? Se volvió a oír al hombre que gritaba.—¡Ari! ¡¿Dónde estás?!
    Vi aparecer a un joven alto de pelo negro y alborotado, musculado, aunque no demasiado. Vestía una corta túnica blanca, como las que vestían en la antigua Grecia. Se acercó a mí y pude ver que respiraba tranquilo, supongo que al verme. Cuando lo tuve delante, me asusté. ¡No podía verle los ojos! No era que los tuviera arrancados, es como si con una goma hubieran borrado esa parte de la cara. Y también me sorprendió que una vez más mi emoción no se reflejara en mi rostro. Yo sonreí, más bien dicho, mi cuerpo lo hizo solo. Y le extendí la mano cariñosamente, el se agachó hasta quedar de rodillas a mi altura y con voz cariñosa y acariciando su rostro dije.
    —Aliah, amor mío ¿qué me buscabas?
    Espera, ¿Yo acabo de decir eso? ¿Quién es Aliah? Aunque ahora que me fijo, se parece a Sasuke. ¡Pero si son iguales!
    Él se fue acercando a mí para besarme, y mi cuerpo hizo todo lo contrario a mis deseos que eran apartarme, agarró la nuca del muchacho y lo atrajo hacia si besándolo con pasión y amor. Cerré los ojos, era como si Sasuke me estuviera besando. Aún con los ojos cerrados, él se separó de mi por la falta de aire, y al coger una bocanada, tuve una sensación rara en el estomago, era como si hubieran tirado de mi hacia abajo. Abrí los ojos, estaba en la habitación sentada en la cama con el libro en las rodillas, y Luc e Isa me miraban sorprendidos. La primera en romper el silencio fui yo.
    —¿Qué ha sido eso?
    Luc dejo de tocarme con el dedo, y con respiración entrecortada me dijo.
    —No lo sé.
    Me empezaba a asustar, y mucho. Volví a preguntar, esta vez con una nota de pánico en la voz.
    —Luc, por favor ¿Qué ha sido eso? Sé que lo has visto.
    Él seguía sorprendido, Isa lo estaba aún más pero consiguió decir.
    —Esas voces, y esos nombres son de…
    No continuó la frase, así que le dije con urgencia.
    —¿De quién? ¿Quiénes eran esos dos? Y ¿por qué nos parecemos, ella a mí y él a Sasuke?
    Se quedaron estáticos pensando, mientras yo me moría de los nervios. El primero en reaccionar fue Luc que se recompuso y miró a su esposa, quien al instante también se recompuso, se incorporó y asintió, abrió una puerta negra y Luc entró en ella desapareciendo en las tinieblas. Después que Luc se fuera, me encaró y seria me dijo.
    —Despierta a Karin.
    Yo obedecí y fui junto a ella, la sacudí por los hombros, pero no despertaba, la sacudí con más fuerza, tampoco. Me giré hacia Isa y asustada le dije.
    —Isa, no despierta. ¿Y si la he matado? No, respira ¿Y si ha entrado en coma? ¡Suigetsu me mata!
    Ella puso los ojos en blanco y con tono reprobatorio me dijo.
    —Te has saltado partes ¿Verdad?— Ella asintió y continué.—No despertará hasta que digas el contra “hechizo”.

    Narra Isabel:
    Ella buscó en el libro y poniendo dos dedos en la frente de Karin dijo.
    Finem somnio.
    Karin se removió y poco a poco abrió los ojos. Las ojeras, ahora eran más leves y no se marcaban tanto en la blanquecina piel. Miró a Sakura aturdida, y esta le sonrió. Se levantó de la cama y le extendió la mano. La pelirroja la aceptó y las dos fueron junto a mí. Mientras las tres salíamos de la habitación les dije.
    —Parece que tendremos que dejar lo de borrar la memoria durante un tiempo. Además es mejor así, ya que puede ser que algún accidente, frase o persona pueda hacerla recordar. Y créeme será pero cuando lo recuerde.
    Bajamos las escaleras y fuimos a la sala donde estaban todos los jóvenes. Al entrar vimos que también los adultos, menos Luc, estaban presentes. Al ver a Suigetsu, Karin apretó la mano de Sakura, y esta se acercó a él y le dijo.
    —Lo siento. No he podido hacer nada, ha surgido algo.
    Él negó con la cabeza, atrajo hacia si a Karin, la sentó en sus rodillas y la abrazó. Miró a Sakura y con una sonrisa ladeada le dijo.
    —Así es mejor, puedo ayudarla a superarlo.
    Sakura fue junto a Sasuke y este la recibió con un abrazo y un corto beso. Yo en cambio me senté entre María y Minato. Atraje a María hacia mí y me apoyé en Minato, como en los viejos tiempos. Se hizo un silencio sepulcral en la sala. María me dio un beso en la sien, se levantó con su sonrisa de niña pequeña y alegre dijo.
    —Bueno, ya sé lo que vamos a hacer hoy.— Todos la miraron expectantes. Y ella siguió.— ¿Alguna idea de lo que se me ha ocurrido? ¿No?—Disminuyó un poco su sonrisa y con un puchero dijo.— Pero mira que estamos espesos hoy. Vamos hombre, que hay más alegría en un cementerio.
    Al ver que nadie decía nada, Minato interfirió.
    —María cielo no dicen nada porque eres muy original y siempre tienes ideas nuevas e impredecibles.
    ¡Ole tu! ¡Si señor! La manera más educada de decirle a tu mujer que está loca y que tiene ideas que lo son aún más. Este hombre me encanta siempre ha sabido como insultar a la gente diciéndolo de una manera tan educada que parece un halago. Ella sonrió satisfecha y dijo.
    —Ya lo sé Darling. Bueno pues mi idea consiste en. Mi marca de ropa necesita ya una renovación. Ya sabéis, una sesión de fotos, ropa nueva y acabada de diseñar…etcétera.— Mierda, ya sé por dónde va la cosa, y a mí no me mete.—Y cómo voy un poco escasa de modelos, quería pediros que me ayudéis. —Puso cara de perrito abandonado.— Plis.
    Ino, se levantó y dijo.
    —¿Por qué no? Es una buena idea.
    Esa chica no sabe donde se está metiendo, un lobo es un corderito, una lagartija, una mosca en comparación a esta mujer. Hinata también estuvo de acuerdo, las únicas reticentes fueron Sakura y Tenten, que sabían lo que les esperaba. Pero las otras dos consiguieron convencerlas. Y los chicos se vieron arrastrados por sus parejas. María llamó a Sophia y le pidió que preparara el coche. Todos nos fuimos a la sede de la marca de María. Un rascacielo todo suyo. A los jóvenes les costó mantener las bocas cerradas de la sorpresa. Subimos hasta la última planta, el despacho de María. Allí, cogió unos papeles y simplemente dijo.
    —Sophi-chan. — De pronto apareció Sophia a su lado, ni yo ni Minato nos sorprendimos, pero los chicos se asustaron un poco, no llevaba su habitual uniforme de criada, si no un ajustado traje de secretaria color azul oscuro, el pelo atado en una coleta baja y gafas de bibliotecaria con un cordón de pequeñas cuentas que servía por si las quería colgar del cuello. —Consigue pases especiales VIP para los chicos, a Isa, Minato, Sakura y Tenten ya los conocen pero a ellos no. Y no quiero problemas. Avisa al personal que pronto va a haber faena y que se vayan preparando. Que dejen libre la sala de sesiones fotográficas y la carguen de todo lo necesario; maquillaje, cepillos, rulos, laca…Bueno ya lo sabes, lo necesario. Luego quiero que me traigas ocho maniquíes a la sala 6. Acompáñalos a la sala de recibo. Te espero en la 6.
    María se fue por una puerta y nos dejó con la criada-secretaria, a la que conozco desde que maría la convirtió en su ghoul y sigo sin saber lo que es más o menos. Sophia nos acompañó a una sala llena de sofás de cuero negro paredes blancas, con una gran cristalera con vistas a la ciudad y el suelo a cuadros negros y blancos. Una vez allí les dijo a los jóvenes.
    —Necesito las medidas de los 8, por favor pasen uno a uno al probador del fondo.
    Uno a uno fueron pasando, los chicos un poco cohibidos al tener que quedarse en bóxers delante de la eficiente ghoul. Lo gracioso fue cuando hizo pasar a Ino que Sai, la abrazó por detrás y sonriente dijo.
    —Altura: 1,65m. Medidas: 85, 60,89. —Si quiere alguna más personal pregúntemelo a mí, me las sé todas de memoria.
    A Ino se le pusieron las mejillas rojas, hasta las orejas lo hicieron de la vergüenza ante el comentario. Le pegó un codazo en el estómago para librarse de él. Y fue al probador con la cabeza bien alta aunque con las mejillas aún rojas. Cuando entró en el probador, todos miraron a Sai que sonreía pero tenía la frente perlada de sudor. Ese golpe con esa fuerza seguro que si fuera un humano le habría roto un par de costillas. Cuando hubo llamado a todos hizo una reverencia y se fue. Al rato nos trajeron un café un unos pastelitos buenísimos. Se sentaron por parejas como siempre. Yo me senté contra Minato y él se puso a acariciar mi mano con un dedo distraído mientras que con la otra tomaba café yo cogí un pastelito, mi favorito, el de fresa y le mí un mordisco. Se lo acerqué a la boca a Minato para que mordiera también sin que él tuviera que decirme nada. Demasiados años conviviendo acabas a veces sabiendo lo que quiere cada uno sin tener que preguntar. Observé a Sakura que estaba echada contra Sasuke y este la abrazaba y le llenaba la sien de pequeños besos. Ella se veía pensativa, normal, con lo que ha visto antes, ha hecho pensar hasta a Luc. Hablando del demonio, ¿lo habrá averiguado?
    Luc, Luc, ¿me oyes?
    Alto y claro cielo ¿Qué pasa?
    Eso te lo iba a preguntar yo a ti. ¿Ya lo has encontrado?
    No. Tu padre ya sabes cómo es, le ha costado darme la llave. Pero ya estoy dentro. Cuanto tiempo sin venir aquí.
    Es verdad, no hemos ido allí desde que recibíamos instrucción. Bueno, dejo que sigas buscando. Pero date prisa, te echo mucho de menos.
    Volveré lo más rápido posible a tu lado, te lo prometo.
    Y cortamos la comunicación. Pasaron como unas dos o tres horas. Hablamos tanto que se nos acabaron los temas, y empezaron a hablar sobre el colegio.
    —Ya lo veréis. Dormimos en dormitorios de cuatro. Pero si los padres firman una autorización puedes dormir un tu pareja.
    Dijo Ino, que se le había pasado el enfado y ahora dejaba que Sai la abrazase. Hinata, que no había participado demasiado en las conversaciones dijo.
    —Los fines de semana si quieres puedes ir a casa, sino, también te puedes quedar a dormir. Lo que no sé es quién impartirá las asignaturas de Biología e Historia, los profesores que teníamos se fueron.
    Eso me dio una idea, Luc siempre se queja que no tiene cosas que hacer, y la verdad yo últimamente empiezo a aburrirme bastante, podríamos probar algo nuevo. La puerta se abrió, dejando paso a María que venía corriendo con unas tarjetas con colgantes en las manos. Loes puso uno a cada uno menos a los que ya conocían los empleados y nos dirigimos a la sala de sesiones de fotos. Paramos delante de una puerta de madera, es aquí, entramos y las luces se abrieron de golpe.

    Hasta qui el cap!!! lo he escrito lo más rápido que pude...ya lo saben, si tienen alguna duda....solo ponganla en su comentario y se las responderé encantada!!!
     
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  4.  
    Graci Mc

    Graci Mc Iniciado

    Sagitario
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    Hola!!! Que fino el cap!! :D
    Me quede intrigada con la visión de Saku-chan.. Será que Sasuke tiene algo que ver con el mundo de los vampiros??...
    Sakura si es paranoica, por faltarse partes, no despierta a karin correctamente xP, que bueno que estaba Ysabel, porque si Sakura no se daba cuenta no quiero saber que hubiera pasado xP, Pero me parece un acto muy bonita que Sakura quiera ayudar a Karin y a Suigetsu =D. Pobre Ino yo tambien me moriria de la verguenza por lo que hizo Sai!! (Que pena!! ^^)

    Aqui me despido, espero que esta ez no te tardes en la conti ^^,
    ESPERO QUE SIGAS CON LA PAREJA DE SUIKA =D (MOMENTOS ROMANTICOS XP)
    FELIZ NAVIDAD CLARY UCHIHA :D
     
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  5.  
    Cerezo Black

    Cerezo Black Entusiasta

    Piscis
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    AHHH!!!:eek: como me perdi tanto de tu ficc!!! perderse de la pagina no es bueno... en si tu ficc esta genial!!! ppon conti pronto porfavor clary!!! y me disculpo por no haber leido pero estaba ausente T-T... pon la conti pronto!!!
     
  6.  
    Renesmee Hyuga

    Renesmee Hyuga Iniciado

    Piscis
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    nueva lectora!!!!!!!!! hola... tu fic es fantastico... me encanta... sobretodo la pareja de nejiten y el sasusaku... nos tienes con muchos misterios jajja espero los resuelvas pronto... xq ya quiero saber... eres buena narando y describiendo... aunq tienes uno q otro detallito en la ortagrafia... pero eso nos ocurre a todos siempre.... espero q pronto metas a itachi en el fic... o al menos q aparecezca... bueno cdt y avisame cuando pongas conti!! SAYONARA
     
  7.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

    Escorpión
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    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
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    34
     
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    Este cap lo narra Ino, lo narra de una forma que parecerá extraña...pero más adelante se sabrá el por que..siento dejaros con la intriga durante tanto tiempo....Se me ha ido bastante la olla escribiendo con sus pensamientos...pero asi es Ino..¿no? :) Que disfruteen!!!
    CapXXIII
    Narra Ino:
    Entramos en la sala y se abrieron las luces. Era una grandísima sala de paredes grises y el suelo enmoquetado azul marino. Había una plataforma con una pantalla detrás donde se hacían las fotos, una especie de sombrillas plateadas y espejos que daban luz a las fotos…O a saber para qué servían, nunca me fijé en la empresa de mi madre y nunca pregunté. Habían también varias cámaras, algunas en trípodes y otras sueltas posadas en una mesa que había al lado. En un lado de la sala habían sillas plateadas y sofás, junto a una mesa redonda también de metal plateado. Junto a ella, una estrecha mesa con diferentes tipos de pastitas y sándwiches (también de diferentes justos) tapados por una fina capa de plástico. A la derecha, un armario donde habían vasos de cristal y tazas blancas, y a la izquierda una máquina de café, esas que hacían desde chocolate con leche, o solo, hasta un capuchino. Al lado de la máquina, había también zumos de diferentes tipos, naturales, de frutas... Todos observaron la gran sala en silencio hasta que María girándose hacia nosotros dijo.
    —Primero de todo, gracias por aceptar ayudarme. La ropa y todo lo necesario esta en esa sala de allí. — Dijo señalando una puerta con mango de acero que había al fondo. —Los chicos, por favor esperad, primero haremos la sesión de las chicas que lleva más trabajo y tenemos primero que maquillarlas y todo.
    Minato se encogió de hombros, al igual que Suigetsu y Sai, supongo que ya acostumbrados a esas sesiones. Fueron hasta la mesa, cada uno cogió un zumo y un pequeño sándwich y se sentaron en los sofás negros. Algún día tengo que preguntarle a Sai la costumbre de su familia en poner sofás en cada sitio. María condujo a las chicas hacia la puerta, de reojo pude ver que Isa, Tenten, y Sakura miraban anhelantes los sofás, y suplicante a Minato. Él les dedicó una sonrisa ladeada burlona, y las tres con los dedos en una “V” señalando sus ojos y luego los de él. Y en sus labios pude leer I’m watching of you. Minato rió como respuesta y terminamos de entrar todas en la sala. Si la sala anterior era grande, esta lo era cuatro o cinco veces más. Paredes blancas, suelo de baldosa negra con una gran moqueta peluda roja. Había seis butacas orientadas a espejos con bombillas alrededor. Como en los camerinos de las películas. La estaba llena de cuadros, unos en blanco y negro y otros a color. Me acerqué y vi que eran fotos. Chicas hermosas con conjuntos que marcaron modas antaño y ahora. Me quedé mirando fijamente uno de los cuadros a blanco y negro donde destacaban un par de ojos de un azul zafíreo. Pelo negro (por lo que se podía ver, al ser la foto blanca y negra) largo, con algún que otro bucle, piel clara y sin imperfecciones. Photoshop. Seguro. Aunque me recordaba a alguien. Creo que he visto estos rasgos en algún otro sitio. No le di importancia al detalle, y me dediqué a admirar la sala. Largos percheros llenos hasta arriba de ropa, había tanta que podías hacer conjuntos durante cinco años, o incluso más, sin repetir ninguno. Estanterías llenas hasta arriba de zapatos de distintos colores y formas, planos, de tacón de aguja, plataforma, cuña, botas y mucho más. Colgadores cilíndricos para aprovechar el espacio, habían veinte, y llenos al tope con pañuelos, fulares y bufandas. Si no había por lo menos cien fulares en cada colgados, no había ninguno. Un armario con las puertas de cristal, permitiendo ver así los por lo menos cien sombreros que había allí, al lado, una vitrina con gafas de sol que parecían gritar ¡Manos fuera. Soy carísima! Cajones con todo tipo de guantes y medias de colores. Una increíble variedad de ropa. Ni en un centro comercial había visto tanta junta. Todas menos las vampiras miramos sorprendidas el montón de ropa. María se giró encarándonos y con una sonrisa satisfecha al ver nuestra sorpresa, extendió los brazos y dijo.
    —Esto es todo lo que he podido reunir en tan poco tiempo, siento haberos hecho esperar antes, pero habían prendas que necesitaban terminarse, ajustarse o hacerse. Y bueno, le he hecho lo más rápido que he podido.
    Yo no cabía en mí de la sorpresa. Sí, la gente normalmente no cabe en si misma de gozo, yo de sorpresa o otros sentimientos. Yo soy así. Así que pregunté.
    — ¿Todo esto lo has hecho las horas que estábamos en la sala de recibimiento?
    Ella asintió feliz. Tengo que reconocerlo, ella sí que es una mujer increíble. Miré de reojo a Isa, que estaba apoyada a la pared con las manos enfundadas en los ajustados pantalones de cuero negros que llevaba. Ella seguro también escondía algo increíble y grandioso se le notaba en la forma de caminar, actuar y hablar, ella era peligrosa, experimentada y sobretodo tenía muchísimos años más que yo o cualquiera de mis amigos.
    —Señora.
    Una voz suave sonó a mis espaldas, di un respingo, y me giré un poco asustada, era Sophia con su ajustado traje de secretaria. Miraba a María a través de esos lentes que parecían de bibliotecaria, la aludida le sonrió y fue corriendo hacia ella dando pequeños saltitos, le miré los pies, altos tacones negros, ¿cómo podía correr con eso? Y encima con esa facilidad. Es verdad, a veces se me olvida que es una vampiresa con años de experiencia, normal que tenga práctica con ellos. María llegó junto a ella, poniéndose de puntillas a la altura de sus ojos y con una flamante sonrisa le quitó las gafas y automáticamente la expresión de Sophia se relajó de su cara se secretaria estricta. Al ver el cambio en el rostro de la chica, María le dedicó una sonrisa que podría derretir los polos y dijo.
    —Así mejor...— Puso un dedo en el entrecejo de la chica y continuó. — Me gusta más la Sophi sonriente de siempre. ¿Siempre? Pues…yo no la he visto sonreír ni una vez desde que ayer la conocí. Bueno, tengo que reconocer que por lo que he visto del comportamiento de María, ella sí que sonríe siempre y está más loca que una cabra montesca. Aunque veo que se llevan todos muy bien a pesar de sus distintas personalidades. Debe ser o la tolerancia de los adultos, o los años que supongo que llevan juntos. Nota mental: Al llegar a la habitación interrogar a Sai. María se separó de Sophia y le dijo. —Porfabor, ¿serias tan amable de empezar con los chicos? Ten, esta es la lista.
    Le dio un trozo de papel que parecía arrancado de un bloc de notas y ella lo cogió leyéndolo rápidamente, cuando le hubo dado un vistazo, miró a María, le sonrió y se fue. Al salir la secretaria, nos condujo a cada una a una butaca, y nos colocó una fina manta blanca atada detrás del cuello. Al tocar el cuerpo de Isa, la manta se desmaterializó, todas la miramos sorprendida, ella, se levantó y cogió un mando negro que había sobre la repisa de enfrente de su butaca, presionó un botón y se oyó un “clic” en la pared, automáticamente, de distintos lugares de la habitación salieron cajones de las paredes. Unos contenían joyas de oro, plata y piedras preciosas, otras solo de metal o plástico. Pero lo que más me sorprendió fue que de detrás nuestro, a aproximadamente un metro y medio se elevó del suelo (que no estaba enmoquetado) una especie de plataforma con un pié, que al llegar a elevarse un metro y tantos, se abrió por la mitad dejando al descubierto todos los utensilios de maquillaje imaginables. Desde todo tipos de pinceles hasta cada color imaginable de sombras de ojos, pinta labios, glos… ¡Dios mío! Ya querría yo una sala de estas en casa. Tiene todo lo que una chica puede llegar a imaginar. A mí solo me falta Sai, solo con bóxers y… ¡Ino! ¡Contrólate! A él lo tendrás todo lo que quieras en casa. Isa se ató un delantal a la cintura, sin parte de arriba, negro. Cogió varios pinceles y los puso en las varias entradas que tenía el delantal. Miró a María y le dijo.
    — ¿Qué? ¿Empezamos?
    María sonrió y le dijo.
    — ¿Qué pasa? ¿Te quieres escapar diablillo?
    La morena le contestó sonriendo de lado.
    —Por supuesto que no, mi queridísima zombi.
    La pelirosa oscura hizo un puchero y le digo.
    —Después de tantos siglos juntas y no me has cambiado el mote. Ya podrías escoger otro. Ya sabes que este no me gusta. — Dijo mientras ella también se ataba un delantal negro a la cintura y cogía unos cuantos pinceles. Entonces continuó. — Y la manta blanca, me la podrías dar en vez de enviarla al lugar ese.
    Isa se encogió de hombros y le contestó.
    —Un amigo mío se quiere cortar el pelo, y no le gusta ensuciarse sin ser necesario. Además…— Hizo que nuestras mantas blancas también desaparecieran, pero luego aparecieron dobladas en la repisa de en frente a su butaca. — Primero se tienen que vestir. Si no, ensuciarán la ropa al ponérsela maquilladas.
    Ella le sacó la lengua como una niña pequeña. Miró a Isa, y esta chasqueó de dedos haciendo aparecer unos altavoces con un Ipod de última generación. Lo conectó a un enchufe, y este empezó a sonar. I got a hangover… La reconocí de inmediato, era la nueva de Taio Cruz y FloRida. ¡Me encanta esta canción! Nos dieron a cada una un conjunto, junto con zapatos y colgante. Nos maquillaron, y peinaron mientras sonaba la música. Con la excusa de estar ayudando, a Isa no la maquillaron ni la vistieron. Me sorprendí con las miradas de envida que le lanzaban Tenten y Sakura. Con lo divertido que es probarse ropa diferente, maquillarte ¡y que te peinen! Es un lujo. Pero no, ellas seguían mirando con ojos entrecerrados a Isa, que las miraba con suficiencia. Su mirada, decía exactamente: ¡Ha! ¡Os jodéis! Fuimos saliendo de los vestidores una a una, Hinata llevaba un vestido de manga tres cuartos, hasta les rodillas estrecho en el pecho, pero amplio en las piernas, era blanco con pequeñas flores rosas y amarillas, un chaleco de cuero marrón, un cinturón del mismo color y unas botas camperas. Llevaba el pelo suelto, enmarcando su rostro, con pequeños pendientes de rosas, y un colgante de hierro dorado, que consistía en una estrecha cadena y al final, un corazón tridimensional. Sakura un vestido que se ataba detrás del cuello y hasta medio muslo verde oscuro, con una torera negra y un cinturón del mismo color, brazaletes plateados y unos botines con hebillas de cuero negro. A Tenten le pusieron una falta corta de volantes blanca, con una camiseta de tirantes del mismo color, un colgante con dos plumas pardas, una chaqueta tejana, brazaletes dorados, y uno recubierto de tela con flores estampadas y unas botas de media caña de cuero marrón. A mí, me pusieron una camisa con las mangas caídas negra con la cara de un tigre plateado rugiendo dibujada, una falda tejana oscura, con hebillas y cadenas, y unas sandalias con hilos plateados que se enredaban por mis piernas hasta la rodilla. Isa y María miraron a Karin, que abrazaba el brazo de Sakura y miraba al vacío, se miraron y María.
    — ¿Qué vamos a hacer contigo?—Karin levantó la cabeza y miró a María, esta se puso una mano en la barbilla y pensó. De pronto chasqueó los dedos y emocionada dijo. — Ya lo sé. ¡Estarás fabulosa con él puesto!
    Se perdió entre los vestido que había, y en unos minutos vino rozo de tela índigo, unas sandalias plateadas, un par de brazaletes y una cinta de terciopelo negra. Se lo dio a Sakura, que se la llevó dentro del vestidor, y la ayudó. Al salir, estaba espléndida. La tela índigo, era un vestido sin tirantes, que caía haciendo hondas, de un lado hasta medio muslo, y del otro hasta las rodillas. En los pies unas sandalias plateadas como las mías, pero sin los hilos, en las muñecas los brazaletes de plata y en el cuello, llevaba atada la cinta de terciopelo negro como gargantilla. Ya estábamos todas. María e Isa miraron la estampa que formábamos y sonrieron orgullosas, arreglaron un poco el maquillaje de cada una y salimos de la estancia, al mismo tiempo que salían los chicos de una puerta al otro lado de la sala, encontrándonos así de frente. Si cada una iba con un conjunto, los chicos iban conjuntados como nosotras, los más naturales eran Naruto, Hinata, Tenten y Neji. Los elegantes eran Sakura, Sasuke, Karin y Suigetsu. Y los provocativos, como no, Sai y Yo. Pero yo solo tenía ojos para cierto moreno que me devolvía la mirada un poco asombrado, al ver que lo miraba, su expresión cambió, dando paso a una sonrisa pícara. Reí flojito, ante su reacción.
    De pronto se abrió la puerta y entraron dos personas desconocidas para mí. La que iba delante era una chica de mi edad, tal vez uno o dos años mayor que yo. Era preciosa, piel blanquecina, sin imperfecciones aparentes, su pelo recogido en una coleta de caballo airosa, era negro intenso, más oscuro que la propia noche, y caía liso con algún que otro bucle por su espalda hasta su estrecha cintura. Y sus ojos. ¡Qué ojos! Eran dos zafiros enmarcados por largas pestañas de ébano y más abajo unos cincelados labios rojos. Lo dicho preciosa, soy mujer pero sé reconocer la belleza cuando la veo. Y no por eso estoy en la otra acera. Cuentes, me piro por los hombres, sobre todo por MI Sai. Bueno, sigo describiéndola. Tenía un cuerpo de infarto; pechos perfectos y redondos. Bueno, eso podría ser a causa del sujetador. Cintura estrecha y caderas redondas, haciendo su figura curvilínea. Seguro que tiene un trasero…Vale, ya está, me están afectando las hormonas. Recuerda, tienes a un tipo que está cañón esperándote en tu cama por las noche, entonces te podrás descargar, ahora no. Concéntrate en describir. Pernas torneadas de paro cardíaco, que se realzaban con la ropa que llevaba; unos shorts tejanos, con un cinturón de cuero, medias azul muy oscuro (casi negras) hasta la rodilla y unas botas de cuero marrones de media caña tipo camperas. Aunque la parte inferior de su cuerpo estaba perfectamente enmarcado con su ropa, la parte superior no se quedaba atrás. Una camiseta blanca sin mangas y de cuello alto, por encima, una con escote de barco, mangas muy anchas que colgaban, de encaje azul oscuro. Del cuello colgaba un colgante dorado un una especie de búho, de las orejas un par que pequeñas cruces del mismo color, varios brazaletes también dorados que sonaban como campanitas con casa paso y al otro, uno grande con flores. Detrás suyo un chico. ¡Menudo bombón acababa de cruzar la puerta! Él era también uno o dos años mayor que nosotros. Pelo negro, tan oscuro como la primera, pero hasta los hombros y completamente liso. Con el flequillo que le tapaba los ojos que eran la viva imagen de un cielo nublado, más grises y brillantes que la plata. Su piel era tan blanca como la primera, sin imperfecciones. Hay que joderse…Me pregunto cómo demonios lo hacen en esta maldita familia para tener una piel así. Porque hasta los chicos, la tienen perfectamente cuidada. Llevaba una camiseta blanca con varias manchas negras y frases en inglés escritas en rojo, que casi no se podían leer ya que estaban medio cubiertas por las sudadera negra con habillas que llevaba. Más abajo, unos tejanos negros, sujetos por cadenas de plata, y calaveras, y unas botas de combate negras. Detrás de ellos se oían gritos, unos de júbilo y otros de terror, no cerraron la puerta, y dos segundos después entraron un lobo negro enorme de ojos carmesíes y una pantera de ojos dorados igual de grande, ambos se movían sigilosamente y con gracia pese a su tamaño. La mayoría retrocedimos ante los animales. Pero tengo que reconocer que a la mayoría se nos descolocó la mandíbula ante lo siguiente que entró por la puerta. Entró un tigre de bengala enorme. Cuando sigo enorme me refiero a que el lomo me llegaba a la cintura, y más de metro y medio de cuerpo sin contar la cola. Pero eso no fue lo que nos sorprendió tanto, lo que lo hizo, fue que en su lomo, iba sentada una niña de unos 3 o 4 años, con unos shorts vaqueros y una camisa blanca. Ella reía divertida y hundía las manos en el pelaje del felino acariciándolo, mientras sus rizos dorados que le llegaban hasta la cintura se balanceaban. La niña miró curiosa la sala, con unos ojos negros como pozos. Hasta que fijó su mirada en algo o alguien, sonrió contenta y señaló delante dando pequeños saltitos encima del tigre, que enseguida obedeció fuera lo que fuera que dijera la niña, y empezó a correr sin hacer el menor ruido encima de la moqueta. Miré la dirección que tomaba, iba hacia los chicos, más concretamente hacia Sai. La niña contente gritó.
    — ¡Ai! ¡Hemano!
    Sai, abrió los brazos y el tigre frenó a escasos pasos de ellos. La niña saltó del tigre a los brazos del moreno. Este la abrazó, y el tigre se sentó sobre sus cuatro traseros al lado de mi novio. El lobo salió de detrás de los dos jóvenes, y fue hacia Isabel, esta se agachó y abrazó el cuello. El lobo y ella dejaron ir un suspiro y se relajaron. Se miraron a los ojos, y vi que el lobo tenía más o menos el tamaño del tigre, al igual que la pantera, que caminaba sinuosamente hacia Tenten, esta no esperó a que el animal llegara a ella y fue corriendo a su encuentro. Abrazó su cuello, y le acarició el lomo, a lo que el felino contestó con un ronroneo. Definitivamente, esta noche Sai no se salva del interrogatorio. María nos observó y rió entre dientes ante la cara que pusimos todos. Sí, es verdad, tengo que precisar, que cuando digo todos, me refiero a los humanos, ya que los vampiros, o están acostumbrados o no se les nota la sorpresa. ¿Contento y contenta? ¿Sí? Vale… ahora continuo. Mira que son pesados la parejita esta. Bueno. ¿Dónde estaba? ¡Ah sí! Que María al ver nuestra cara de pasmarotes, nos ofreció asiento con una risa mal disimulada, apartamos la mesa y nosotros (humanos y vampiros) ¡Pero mira que sois pesados! ¡Dejadme escribir mi parte tranquila, hombre! Me senté junto a Sai, bueno más bien dicho, él me cogió de la mano y me “obligó” a hacerlo. El tigre se echó a nuestros pies, y la niña abrazó las rodillas y se recostó contra él. Nadie le dijo nada, y se fueron sentando. Ya veo que lo de la sesión fotográfica nada de nada. Miramos a María y Minato que se habían sentado juntos, y luego a Isabel, que se había sentado a sus pies recostada contra el enorme lobo en busca de una explicación o presentación. Pero fue Sai quien habló.
    —Chicos, os presento a Rachel, la apodamos Chel, Alexis, aunque lo llamamos Alec y Verónica. La pequeña Vero y Chel son mis hermanas.
    ¡Claro! Por eso me sonaba su cara, tiene algunos rasgos similares con Sai, y es una modelo muy famosa. Alec entrelazó los dedos con Rachel pero no se miraron. Yo me quedé mirando los tres animales alternativamente, pero no pregunté. Sorprendentemente lo hizo Hinata.
    —Perdón que preguntes pero ¿Y los tres animales?
    Dijo con un adorable sonrojo en las mejillas, hace unos días que veo que casi no tartamudea, eso es bueno, está perdiendo su timidez, pero sigue siendo la Hinata adorable y cariñosa de siempre. Tenten, con una sonrisa, acarició el lomo y cabeza de la pantera que se había sentado a su lado y lo le quitaba ojo a Neji.
    —Ellos son… ¿Cómo decirlo? Nuestros compañeros. Llevan nuestra sangre, y eso los hace más grandes, poderosos y vivimos con ellos durante mucho tiempo y luego les damos la sangre, así los fortalecemos, y podemos comunicarnos sin palabras, reforzando el vínculo que hay entre nosotros. Mi pantera se llama Ada, el lobo Fantasma, y el tigre Dagon. Creo que le quiso poner Dragón, pero es pequeña y no pronuncia bien.
    Dijo dedicándole una sonrisa cargada de dulzura a la niña, que se la devolvió radiante. Miré a Sakura, se había mantenido al margen todo el rato, tenía la mirada perdida, pensando en algo. A un lado estaba Sasuke que le cogía la mano y de tanto en tanto se la besaba y al otro Karin, que le cogía la otra mano y estaba recostada contra Suigetsu que le besaba el pelo distraídamente. Entonces, fue cuando volvió a la Tierra, y dijo.
    —Bien, y ahora que las presentaciones están hechas ¿Qué hacemos? Porque no nos habréis vestido para nada ¿no?
    Isabel se rió por lo bajo y Tenten le lanzó una mala mirada a su hermana. Espera…Si son hermanas, significa que Tenten es como una tía-hermana de Sakura… ¿no? ¿O era tía-prima? No se…nunca se me han dado bien el asunto del árbol genealógico. Siempre hay mucho lío; El primo de este es el padre del otro y tío del de más allá… ¿Para qué saberlo? Son familia ¿No? ¡Pues ya está hombre! Bueno…hoy si que estoy espesa… Sigo narrando que si no se nos van a dar las uvas y yo seguiré por el mismo momento. Nos hicimos una sesión que nunca olvidare. Reímos, gritamos, lloramos y hasta me dejaron posar con el tigre, que he de reconocer que es manso, muy bueno y me gusta, es como un poni. Verónica es adorable, sus mejillas siempre están sonrojadas, y ella siempre contenta te dedica sonrisas que iluminan la sala. Y Rachel, posó con la ropa que llevaba puesta, y con Alec, formando una curiosa estampa. Negro y el océano de Rachel, y negro y cielo gris de Alec. No hablaron mucho durante el rato que estuvieron con nosotros, pero su presencia era agradable, pasaba desapercibida. Ellos, son como esas personas con las que puedes estar cómodamente en silencio, que no necesitas llenarlo con palabras que no llevan a ninguna parte. Terminamos la sesión y nos volvimos a poner la ropa que llevábamos al entrar. Pero antes de salir de la sala de la ropa, Rachel, que nos había acompañado, le preguntó a María.
    — ¿Puedo ponerme mi ropa? Es más cómoda, y ya he cumplido con mi parte del trato.
    María le sonrió, le puso una mano en la mejilla y le dijo.
    —Claro, no tienes por qué dar explicaciones de nada.
    Ella se perdió entre los vestidores, y a los cinco minutos, volvió con unos pantalones plateados de goma que parecían de serpiente, una camiseta de manga larga azul oscura, con agujeros y cremalleras bastante ceñida, y unas botas negras con un poco de talón y varias cadenas también plateadas, que repiqueteaban. Ahora, si que iba de conjunto con Alec.
    —Así mucho mejor.
    Dijo ella con una sonrisa. Abrimos la puerta de la sala, y nos encontramos que nos chicos ya estaban cambiados, y que Verónica estaba dormida sobre Dagon. Al gran felino no parecía incordiarle la niña en el lomo, y ella aparentemente dormía plácidamente habituándose a los movimientos del andar del animal. Sonreí ante la escena y agarré la mano de Sai mientras salíamos. Fue divertido ver la reacción de los empleados ante los animales que parecía que intentaban aparentar lo monos amenazadores posible. Entramos en las limusinas, pero Tenten, Isa, Rachel y Alec se disculparon y fueron con unos coches aparte. María hizo una llamada muy rápida, demasiado para el oído humano, así que solo puedo decir que cogió el móvil, susurró durante un segundo y colgó. Llegamos a la mansión a eso de las siete de la tarde, bajamos del coche, y Minato nos indicó que lo siguiéramos. Rodeamos la casa y entramos en los jardines. Eran extensas praderas con arboles; fruteros, de hoja caduca o no, arbustos con bayas o sin, flores de todo tipo y a unos quince metros de la casa estaba dispuesta una mesa con varias sillas, tazas de té, pastelitos, varias tumbonas y entre varios árboles habían hamacas y apartado de todo eso, un columpio de esos grandes que cabían seis personas y acolchado. Pero la mesa no estaba vacía, había alguien tomando tranquilamente un té con las piernas estiradas bajo la mesa. Su largo pelo blanco brillaba bajo el sol, y ondeaba ligeramente con la brisa. Lucian. En su costado descansaba un enorme lobo de un gris casi blanco, que al acercarnos, levantó la cabeza y nos miró con las orejas rectas, sus ojos eran azul claro. Nos saludó con gesto con la taza, y siguió bebiendo. Nos sentamos los catorce que habíamos llegado (ya que los que habían ido con los coches se nos habían unido también). Isa cogió un pastelito de nata y frambuesas y se lo llevó a la boca, lo saboreó y le dio a probar a su marido, este mordió sonriente y compartieron una mirada que, aún ahora no se descifrar, y Luc masticó y empezó.
    —He encontrado lo que buscaba. Y creo que todos los aquí presentes deberíais saberlo. Aunque nos faltan dos invitados que pronto estarán aquí.
    Miré la mesa quedaban dos sitios vacíos. La mesa era redonda, como si dieran importancia a todos por igual, y así fuera más cómodo al hablar y mirar a la cara a la gente. Conociendo a esta familia como lo hago ahora, seguro que es eso. De pronto se oyó una voz femenina a lo lejos. Todos nos volteamos y vimos dos figuras que avanzaban hacia nosotros. Una era la de un chico, parecido a una piña, por la coleta alta que llevaba y caminaba con las manos en los bolsillos. A otra era una chica, con cuatro coletas, que levantaba la mano para saludarnos.
     
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    Renesmee Hyuga

    Renesmee Hyuga Iniciado

    Piscis
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    KAWAIIIIIIIIIIIIII llevo tiempo esperando la conti... siiii estuvo fantastica... vi unos cuando errores en los q escribias una vocal en vez de otra... pero esos son detalles minimos q siempre se nos pasan x alto... pero el resto esta fantastico... espero q publiqs pronto la conti... y me gusto como narro Ino... muy propio de ella... espero q en la siguiente parte narre uno de los vampiros... asi es mas facil entender los misterios... aunq eso lo dejo a tu imaginacion... Bueno linda, me encanto este cap, me dejaste con bastante duda jajaja pero asi me gustan mas los fics... me animan a seguir leyendo... well I´m going ;) SAYONARA!!!!!!
     
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  9.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

    Escorpión
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    Escritora
    Título:
    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    5064
    CapXXIV
    Narra Isabel:
    Bueno, me vuelve a tocar a mí, porque parece que mi querida Ino, ha dejado más dudas de las que ha resuelto. Primero, quiero dejar claro unas cosas que servirán para que la mente de quién lea esto no se haga un cacao y siga cuerda. Sí, Tenten es mi hermana menor, somos tres. La tercera vive en estados Unidos, de llama Matsuri y aparenta la edad de Sakura, aunque tiene muchos años más. Pensaréis ¿Y Tenten? Bueno, pues Tenten aunque no lo parezca tiene un año más que Saku. Ya tiene los 17 y esta entrenada. Aún le queda entrenamiento, pero le he dado una temporada de descanso. Chel, Vero y Sai, son hijos de Estela y Al. Estela es la hermana gemela de Minato. Y Chel, es la alma gemela de Alec y llevan juntos desde que nacieron. Mi preciosa hermanita Matsuri, fue a vivir con ellos en Estados Unidos, y no la he visto desde hace algunos meses. Pero, por lo que me ha contado Estela, vendrá con una grata sorpresa para nosotros y nefasta para Papá. Si tiene esas dos características, seguro que es un chico. Bueno, luego está, el tema de la sociedad vampírica. Hay una familia real, que somos nosotros, y los de la primera segunda y tercera generación pura. Sí, he dicho pura. Porque aunque un vampiro se coma a otros, seguirá habiendo nacido de una décima generación o puede que más lejana. Pero si has nacido de uno de segunda eres uno de la tercera, pero tu sangre es pura. No malentendáis, no es que solo nos juntemos los de sangre pura o nos casemos entre nosotros, es simplemente que si desciendes de alguno, tienes derecho a reclamar el puesto de líder del clan. Pero nadie ha retado a Lucian. Primero porque lo reconocen como líder indiscutible, y segundo, que los únicos que tienen derecho a reclamar son Minato, Estela y Sakura, aunque la última es demasiado joven aún, y a los otros dos les da igual, por eso nadie lo reta. Otra cosa que me gustaría rectificar, que en este caso no fue Ino quién lo dijo, es que Luc tiene 1497 años, para ser exactos. Nació en el 515 d.C, yo nací un año después, al igual que Estela, Minato, María y Kushina. Sí, Kushina es la madre real de Naruto, y la hermana de María. Bueno, como ahora no se me ocurre nada más que añadir, sigo narrando. ¡Ah, sí! Al llegar a casa éramos 15, Ino dijo 14, por que no contó a Vero, ya que la pequeña iba durmiendo sobre el tigre, y no se sentó en la mesa, por que el tigre por si solo consiguió echarla a la sobra de uno de los arbustos, y la rodeó con su cuerpo. Al llegar, Fantasma, mi lobo, fue junto a Naena la loba que descansaba a los pies de Luc y le dio un empujoncito con el hocico, a lo que ella contestó lamiéndole la mejilla (lo que se considera esa parte en un lobo). Se hecho a su lado, y le apoyó la cabeza al lomo de la peligris. Yo me senté al lado de Luc, dándole un fugaz beso, algo en mi vientre se removió y me dio una patada. Me puse una mano disimuladamente, para acallarlo. De pronto me entró hambre así que cogí uno de los pastelitos al azar y le di un mordisco. Sentí dos presencias que se acercaban, las reconocí pero no dije nada. Cuando nos hubimos sentado todos, Luc empezó.
    —He encontrado lo que buscaba. Y creo que todos los aquí presentes deberíais saberlo. Aunque nos faltan dos invitados que pronto estarán aquí.
    Sonreí, él también los había percibido. A lo lejos se hoyó una voz femenina que gritaba.
    — ¡Chicos! ¡Hola!
    Todos nos giramos, y vimos que se acercaban dos personas. Una chica con el pelo rubio oscuro, recogido en cuatro coletas, los ojos azules oscuros, y avispados. Llevaba un vestido negro, apretado al cuerpo, sin mangas, hasta el muslo y unas sandalias de cuña. Temari. Esta levantaba la mano y nos saludaba. Su compañero, tenía el pelo negro recogido en una coleta alta, con los ojos del mismo color, miraba al mundo cansado y aburrido. Llevaba una camisa gris, con unos tejanos oscuros y unas deportivas. Él era Shikamaru, y andaba con las manos en los bolsillos, mirándonos. Se fueron acercando, hasta que estuvieron junto a la mesa, y María se levantó contenta y se colgó del cuello de la rubia. Tengo que remarcar que la rubia medía metro setenta-ocho, en cambio María llegaba justita al metro sesenta. Así que os imagináis la escena; una mujer de metro sesenta colgada del cuello de una de casi metro ochenta, encima con tacones (las dos iban con tacones). Para la sorpresa de todos, María le plantó un beso en los labios a la rubia, y esta se lo correspondió gustosa. La sorpresa fue extrema en los rostros de todos menos en los de Sai, Suigetsu y Tenten, aparte de los vampiros adultos, ya acostumbrados a esa clase de saludo. Cuando se separaron Temari dejó a María en el suelo y miró a Sakura, esta se encogió un poco ante la mirada de la extraña. La rubia fue hacia ella, y la abrazó fuertemente, le dio un largo beso en la frente, mientras Sakura miraba a los presentes sin saber cómo reaccionar. Apartó un poco la cara, y Temari juntó su frente con la de la pelirosa diciendo con un susurro audible para todos.
    —Bienvenida de nuevo Ari.
    Esta se quedó rígida de golpe y susurró.
    — ¿Te-Temari?
    La rubia sonrió complacida y con los ojos acuosos le dijo.
    —Sí pequeña, soy yo.
    Shikamaru apartó a su mujer de Sakura con delicadeza pero firme. La sentó en una silla libre, y él hizo lo mismo a su lado. Todos miraron a Luc en busca de una explicación, este suspiró y empezó.
    —Gracias por confundirlos más Temari. Lo que os conté antes de los clanes era la versión oficial. Siempre se ha escondido la existencia de un clan en particular, aunque Isa siempre me corrige y hace que lo cuente como uno. El clan Vetus. El clan más antiguo de todos. Vivieron antes y durante la antigua Grecia. Sí, he dicho vivieron, ya que fueron exterminados, pero eso viene después. Ellos vivieron en la Atlántida, la civilización conocida como la más avanzada de todas. Y era verdad, ya que su “poder” por llamarlo de alguna manera era la sabiduría. Lo sabían todo, su pasado, su presente y futuro. Por supuesto no eran tan clarividentes como los del clan Méllon, del que procede nuestro amigo Shikamaru. — Dijo señalando al moreno que daba sorbitos a tu té. — Pero tenían visiones, y dominaban la ciencia. Los cabezas de su clan, fueron Ari, la princesa esmeralda y Aliah el llamado; Portador de la sangre. Antes que el clan Tenebris del que procede mi mujer y Tenten fuera creado, impartían la justicia en los de nuestra estirpe. Pero lo hacían ellos dos, por eso eran llamados así. Porque ellos dos solos habían terminado con ejércitos enteros. Pero Caín vio que el peso de la justicia y su don era demasiado para sus jóvenes hombros, y creó más clanes para ayudarlos. El primero fue el nuestro, el clan Mylá, que analizaba el delito del vampiro en cuestión y decidía la sentencia con ayuda del clan Vetus y los del Tenebris la ejecutaban. Por eso los Tenebris son todos asesinos experimentados. —Automáticamente todos menos Neji se apartaron un poco de Tenten. Al moreno no parecía incordiarle ese detalle sobre su novia. — Pero entrenar desde pequeños a los vampiros, era demasiado duro y la mayoría se autodestruía porque no lo soportaban. Por eso decretaron que el entrenamiento de los distintos clanes se impartiera a los dieciséis. Se crearon los otros clanes; Méllon, los controladores del tiempo, Magister, los que controlan todo a su alrededor, también llamados magos, Nigromante, para los que la muerte solo es un juego, Mutato, los inestables que cambian su aspecto y los Elementum, controlan los elementos y están en constante contacto con la naturaleza. Estos fueron los nueve clanes creados. Pero los Vetus no podían estar con los demás vampiros además de los Tenebris y los Mylá, ya que veían todo de la persona que veían o tocaban; sus intenciones, su futuro y su muerte. Así que se aislaron en la Atlántida, cortando la comunicación con el mundo exterior, menos con los otros dos clanes. Con los que establecieron relaciones mentales al ser cercanos. Así se creó una de las habilidades de los vampiros; la telepatía. Pero solo la podemos usar con la gente cercana. Un día, un vampiro llamado Orochimaru, celoso del poder de los Vetus decidió eliminarlos a todos. Fue una masacre, y sin saber cómo eliminó a los dos vampiros más poderosos de todos, aparte de Caín. Y así el clan Vetus fue borrado. Pero antes de morir, Ari y Aliah prometieron volver a encontrarse y juraron que destruirían a Orochimaru. Últimamente la sociedad vampírica está muy intranquila, hay rumores que dicen que Orochimaru está planeando destruir el consejo. Es un órgano que hemos creado los cabezas de los diferentes clanes, donde se deciden cosas, aunque las sentencias siguen siendo impartidas por los dos clanes que lo hacían antiguamente. E aquí la razón de esta explicación. Orochimaru va a volver y necesitamos que alguien le pare los pies. Los cabezas de los clanes podríamos, pero si hay algo que respetamos profundamente, son las profecías. Y la profecía dicta que cuando la sociedad más lo necesite, dos jóvenes más antiguos que ningún cabeza, se alzarán y liberaran a la estirpe. —Miró a Sakura y Sasuke que lo escuchaban atentos y fascinados. —Y sí, sois vosotros. —Sakura miró a Sasuke sorprendida y él hizo lo mismo con su pareja. Los dos miraron a Luc, señalándose a si mismos. — ¿No ha quedado suficientemente claro? Sakura, ¿Por qué crees que has reconocido a Temari si nunca la has visto? Porque ella y Shikamaru han viajado al pasado y fueron unos amigos cercanos a Ari y Aliah. Además, ¿por qué crees que tienes a Inner en tu interior? Ella es tu parte fuerte, la que te ayudaba a soportar el peso de las guerras. Y Sasuke, ¿Nunca has sentido que podías correr y reaccionar más rápido de lo normal en un humano?— El muchacho asintió— Sois las encarnaciones de los dos guerreros más poderosos que nuestra estirpe ha conocido nunca.
    Todos se habían quedado boquiabiertos, tengo que reconocer que incluso yo me había sorprendido ante la revelación. Definitivamente tengo que volver. El silencio reinaba, solo se oían los pequeños sorbos que daba Shikamaru a su té.Alguien tiene que aligerar un poco el ambiente. Iba a decir algo pero María fue más rápida.
    —Bueno, guerreros o no siguen siendo una mi hija y el otro un humano y necesitan comer, al igual que todos. Se está empezando a hacer tarde, ¿y si entramos?
    Todo eso lo dijo con tono dulce y una sonrisa, pero de tal manera que todos empezaron a obedecer casi al instante. Sai fue el primero en levantarse y fue hacia Vero que seguía durmiendo y la cogió en brazos, permitiendo que el tigre se pudiera levantar y lo siguiera. Todos nos levantamos, y yo volví a sentir la patada en mi vientre, esta vez más fuerte que la anterior. Una mueca de dolor pasó por mi rostro, Luc la vio y posó una mano en mi hombro con cara de preocupación. Yo le sonreí indicándole que me encontraba bien. Fantasma me lamió la punta de los dedos, y yo le acaricié la cabeza. Cruzamos en silencio el jardín guiados por María, que charlaba animadamente con Temari sobre algo de ir de vacaciones a Francia en la época de Antonietta. Miré el grupo de los jóvenes, todos caminaban en silencio con la cabeza en las nubes pensando. Solo Sakura la llevaba gacha y miraba el suelo, y se alejaba del grupo e iba hacia el bosque. La seguí. Se hundió en el bosque, anduvo sin un rumbo fijo aparente hasta que llegó en un claro, donde daba el sol del atardecer y se sentó en la hierba. La pobre se echó a llorar, apresuré el paso y la rodee con mis brazos y la senté en mi regazo. Ella apoyó la cabeza en la curva de mi cuello y lloró un buen rato. Dejé que se desahogara mientras le acariciaba la espalda. Fantasma se echó a nuestro lado y se mantuvo quieto.
    —Cielo, ya basta ¿Por qué lloras?
    Ella entre sollozos me consiguió responder.
    —Lo que he hecho es imperdonable. — La miré interrogativa y ella me aclaró— Sasuke, ¿cómo he podido meterlo en esto? Soy una persona horrible, si puedo seguir llamándome a mi misma persona. El pobre es solo un humano, hasta ahora no ha dicho nada, pero creo que le pido demasiado. Una persona normal huiría, soy un monstro. El día que me fui hice bien, nunca debí volver. Si no lo hubiera hecho ahora él y mis amigas tendrían una vida normal.
    Dejé que se desahogara para hablar.
    —Primero, no te tortures porque no eres un monstro, él te ama, y tu lo amas ¿verdad?— Asintió— Pues ya está. Y tranquila, puedes seguir llamándote persona, yo lo hago y he cometido más crímenes atroces de los que podría contar. Bueno, también es mi trabajo, y en esa época no estaba tan mal visto matar. Prácticamente te adiestraban para ello, y aprendías, anda si no lo hacías si querías vivir. Por eso no te tortures. Para Sasuke no es tan malo, acaba de encontrar una excusa para estar contigo, que el pobre por lo único que se había deprimido era porque creía que no estaba a tu altura al no ser un vampiro, o algo así. Por eso te digo que no te preocupes. — le acaricié el brazo, y sin querer examiné el estado de su cuerpo. Me alarmé. — ¡Por Caín! Sakura, necesitas sangre.
    —No la necesito, bebí hace una semana o algo así.
    —Tienes dieciséis años, no tienes entrenamiento, no sabes cómo demonios soportar la sed. Que seas una de tercera no te da tanto poder. Bebe de una vez y no protestes.
    Con una uña me hice un corte en la muñeca y se la puse en la boca. Ella bebió, seguí examinando su cuerpo y mi sangre fortalecida la ayudó. Y ella sin querer al beber accedió a una parte de mis recuerdos.
    Flaix Back:
    Nos encontrábamos en Inglaterra, Oxford. Una de las universidades más prestigiosas que hay. Habían aceptado a Minato como profesor, y todos decidimos ir a hacerle una visita haciéndonos pasar por alumnos. Éramos; Yo, Luc, María, Kushina, Estela y Al. Al comenzar la clase nos sentamos en las filas centrales atrayendo alguna que otra mirada, sobretodo del lado masculino. A Al nunca le gustó que miraran a la duende así que la cogió posesivamente de la cintura y la sentó a su lado. María ignoró las miradas y junto con su hermana Kushina se sentaron al lado de la pareja, yo en cambio guiñé un ojo a un chico que me miraba más que interesado, y este se tuvo que levantar e irse, supongo que cohibido. ¡Ingleses! ¿Quién los entiende? Primero te miran con intención y a la que les contestas salen corriendo. Luc negó con la cabeza con una sonrisa de lado y también nos sentamos. Vimos que por una puerta entraba Minato, y empezó la clase. Todos lo escuchábamos menos María, que charlaba animadamente con Estela. Su charla molestaba notoriamente a los de nuestro alrededor, ya que nos lanzaban miradas de reproche. Minato, que se estaba esforzando por dar clase aún con esas dos hablando tan descaradamente, al fin les dijo.
    —Señorita, esta interrumpiendo mi clase ¿Podría dejar de hablar?
    María, sonrió casi imperceptiblemente y dijo.
    —Y usted, profesor, está interrumpiendo mi conversación.
    Todos los presentes tuvieron que aguantarse la risa, aunque algunos la miraban horrorizados, pero tenían que reconocer que la situación era muy cómica. ¿Desde cuándo en Oxford se le contesta a un profesor tan tranquilamente? Yo me aguantaba la risa por muy poco.
    —Entonces Señorita, porfabor salga del aula.
    Minato al contraataque. Pero María no iba a dejar su prueba tan temprano.
    —Tengo el derecho de hablar donde y cuando quiera.
    —No en mi clase. Le ruego que deje la estancia.
    María sonrió, y muy digna salió del aula no sin antes dedicarle un guiño descarado a Minato, que interiormente la maldecía pero seguramente después también se reiría con nosotros de las ocurrencias de su cuñada.
    Fin del faix back.

    Cuando hubo suficiente, le retiré el brazo y se lo acerqué a Fantasma, que con una lamida limpió el corte y lo cicatrizó. Ella me miraba divertida ante el extraño recuerdo, yo la miré también con una sonrisa al recordar esos tiempos. La hice levantarse, y sentí otra patada en el vientre. Esta vez me encorvé, y ella preocupada, posó una mano en mi vientre para ayudarme a incorporarme y me miró sorprendida.
    —Isa, estás…

    Narra Luc:
    Espero que Saku esté bien, seguro que lo está, Isa ha ido con ella. Aunque he de reconocer que está un poco extraña, últimamente come muchos pasteles y está muy cariñosa. Bueno, si quiere ya me lo contará. Hace años que aprendió a impedir que leera su mente en contra de su voluntad. Miré a Sasuke de reojo, no me hacía falta leer su pensamiento para saber que el descubrir que estaba atado a Sakura a través de su alma no había hecho más que hacer que la quisiera más todavía. Sakura lo infravalora. El muchacho es muy capaz, tiene una mente sólida y no se acobarda por cualquier cosa. Subimos los escalones de mármol de la entrada principal, y al abrir las puertas, nos encontramos un guepardo. Nos lo quedamos mirando, y él a nosotros. Los segundos pasaron, miré a Naena, la loba estaba de pié a mi lado, y miraba al guepardo con curiosidad pero sin mostrar agresividad alguna, al igual que Ada. De a saber donde, entró un leopardo en la estancia, con su caminar sinuoso, se posó al lado del guepardo y se sentó sobre sus cuatro traseros. De pronto oímos un grito que se iba haciendo más fuerte. Venía de arriba, la escaleras de caracol. Pronto vimos aparecer a una muchacha deslizándose por la barandilla. Bueno, más que una muchacha, eso era un matojo de pelo marrón chocolate. Llegó al final de la escalera, hizo un mortal y terminó con los pies juntos e hizo una reverencia. Iba vestida con una camisa de tirantes roja muy gastada y rota por algunos lados, unos shorts rotos e iba descalza. Con el pelo hasta el culo, alborotado y el flequillo le tapaba la cara. Se acercó a los felinos y les acarició la cabeza. Entonces, Temari se lanzó a abrazarla gritando jovial.
    — ¡Matsuri! Mi linda criatura.
    ¡Matsuri! Por eso no la he reconocido, esta muchacha… ¿Hace cuanto que se fue? Siglos. Ella se apartó el pelo de la cara y pudimos ver sus almendrados ojos chocolate, con su eterna sonrisa, que aún no nos ponemos de acuerdo si es juguetona o inocente. Del fondo de la sala, vimos entrar un lince, avanzaba al trote, y detrás dos personas entraron. Una mujer rubia como el sol, de pelo corto, ojos azules como el cielo, que al vernos empezó a correr hacia nosotros. El que la acompañaba era un muchacho alto, y musculado, pelirrojo, de ojos turquesas. Caminaba a paso lento pero constante y seguro. La rubia se lanzó contra mí, y me abrazó el cuello. Estela. La abracé fuertemente. Cuanto tiempo sin ver a la duendecilla. Ella se soltó y dejó que la dejara en el suelo. Al tocar los pies enfundados en botas en el suelo se encaró a los jóvenes y les dijo.
    —Hola, soy Estela, la hermana pequeña de Lucian y gemela de este idiota incorregiblemente recto.—dijo dedicándole una sonrisa a Minato y un fugaz abrazo, ya que a él lo vé siempre al estar conectados tan profundamente.— Encantada.
    Vero que se había despertado, saltó de los brazos de Sai y corrió junto a su madre, con Dagon pisándole los talones. Estela la aupó y la abrazó. Le llenó la frente de besos y se giró para mirar a Chel, que se mantenía en silencio siempre al lado de Alec. Miró a su madre y ninguna de las dos dijo nada. Al cabo de unos segundos, Estela apartó la mirada de la morena, y volvió a sonreír. Aún con Vero en brazos abrazó uno por uno a los jóvenes presentándose a los que no la conocían. Cuando hubo terminado empezó a recorrernos a todos con la mirada, buscando a alguien. Y al no encontrarla dijo.
    —¿Y mi flor del desierto?
    Sonreí, hacía tiempo que no oía a nadie referirse a mi mujer de ese modo. Que nostálgico.
    —Está con Saku. Íbamos a comer ¿Vienes?
    Ella asintió, y en ese momento el chico pelirrojo llegó a su lado. Y Matsuri se abrazó a su cintura.
    —Este es Gaara. Mi pareja.
    El chico asintió como forma de saludo. Nos dirigimos al comedor, y la mesa había sido preparada para todos los que éramos. Nos sentamos dejando dos lugares libres, y los animales se echaron cada uno a los pies de su amo. A los pocos minutos, aparecieron Sakura e Isa. Sakura miraba de una forma extraña a su padre, entre piadosa y divertida y se sentó con Sasuke después de darle un largo beso. Isa en cambio no tuvo tiempo de dar más de tres pasos a la estancia cuando una mata de pelo chocolate y una duendecilla rubia de le echaron encima. Al darse cuenta de quienes eran las abrazó fuertemente. Cuando se separaron, isa miró a Matsuri, le sonrió y le dijo.
    —Cielo, pareces un arbusto. —La aludida, sonrió. — No sé cómo has sobrevivido a María. —Y no lo hizo, ya que María se levantó, la cogió con delicadeza pero fuertemente y de la llevó. — Eso me pasa por hablar. Lo siento Matsuri.
    Gaara, al ver que se llevaban a Matsuri, hizo amago de intentar seguirla, pero Tenten, lo sujetó por el brazo y le dijo.
    —No te lo recomiendo.
    El muchacho se calmó, supongo que por el parecido entre Tenten y Matsuri y se volvió a sentar. Estela se sentó entre Chel y Vero después de lanzarle una mirada a Sai, que charlaba animadamente con Neji y Hinata. Isa se sentó al lado de Sakura y esa le lanzó una mirada de reojo a lo que mi mujer contestó con un guiño y una sonrisa. Mujeres. Puedes vivir durante siglos y seguirás sabiendo sobre ellas lo mismo que el primer día. Esta vez nos trajeron la comida Sophia, Josh, Caroline, Katherine, James y Lydia. Antes de empezar a comer Estela y que los ghouls se fueran dijo.
    —Bien, aunque me he presentado antes, me gustaría añadir una cosa. Sé que Luc os ha estado contando la historia de nuestra estirpe. Por lo que si tenéis alguna duda sobre los integrantes de cada clan, los ghouls o los compañeros, porfabor preguntad.
    Fue Ino quién preguntó.
    — ¿Qué es un ghoul?
    —Un ghoul, es una persona humana a quién se le ha dado sangre de vampiro y no se la han quitado. Haber, la sangre de vampiro tiene poderes curativos para los humanos, pero si no se ha quitan del sistema al haberse curado, se convierte en el ghoul del vampiro que le ha dado la sangre. Por ejemplo, Caroline, ven querida. —La muchacha se acercó. Era menuda, de curvas suaves y pelo rubio escalado hasta media espalda. Tenía los ojos turquesas y vestía una camiseta azul de tirantes con una falda con volantes blanca y unas botas de tacón del mismo color. —Ella es mi queridísima ghoul. La cree hace algunos siglos, y ha estado a mi lado desde entonces. La salvé de unos bandidos, la pobre estaba herida y al borde de la muerte. Hemos estado juntas desde entonces.
    En su tono se notaba el cariño que le profesaba, a lo que Caroline contestó con una sonrisa y dijo.
    —Exageras, sabes que me siempre he estado encantada de estar a tu lado y servirte.
    —Pero no eres mi sirvienta cielo, yo no te considero como tal. Además, hace ya bastante que recuperaste tu casi libertad. Bueno, y se supone que cada vampiro tendría que tener un ghoul. —Eso último lo dijo dirigiéndose a los jóvenes. —Katherine es la ghoul de Luc, James de Isa, y como sabréis Sophia lo es de María, Josh de Minato y Lydia tiene la sangre de Temari y Shikamaru.
    Katherine, era alta y esbelta, con piernas torneadas y la piel ligeramente tostada, su pelo castaño tenía reflejos rojos y hoy lo llevaba recogido en una complicada trenza que le caía por la espalda hasta los lumbares. Sus ojos, eran dorados, con vetas verdes y amarillas. Llevaba una camisa roja, y unos ajustados vaqueros agujereados con unas botas negras. James, era un hombre alto, fornido, de piel olivácea y pelo ondulado negro azabache recogido en una cola que le llegaba hasta media espalda. Sus ojos eran del color de la plata fundida. Tan solo llevaba una camisa blanca ajustada, en la cual se podía ver su tonificada musculatura. Llevaba también unos vaqueros, aunque anchos y también agujereados y unas deportivas. Sophia se había cambiado su ropa de secretaria por una camisa blanca holgada, con un cinturón de cuero marrón, un collar de cuero y plata y unos pitillos tejanos con unas botas de tacón marrones. Su pelo ahora iba suelto y caía como una cascada carmesí por su espalda. Josh, llevaba una camisa verde oscura con un grupo de rock, unos tejanos oscuros y unas deportivas. Lydia, era uno de los ghouls más especiales que habitaban este mundo, poseía la sangre de dos vampiros de la segunda generación y tenía sus poderes, era como un vampiro, pero no necesitaba beber sangre. Aunque nadie diría lo mortífera que era con su cuerpo pequeñito y fino, era delgada y ligera como una pluma, al andar no parecía que tocase el suelo, su espesa cabellera rizada caía por su espalda igual que una manta negra, sus ojos siempre dulces eran de color verde oliva, y su piel era blanca como la leche. Además acentuaba su aspecto inofensivo con un vestido violeta hasta las rodillas y unas romanas. Con esas pintas no creo que los tomasen por sirvientes. Por fin empezamos a comer ya que Estela pospuso el tema para dejar comer a los jóvenes, que en tan poco tiempo estaban recibiendo una avalancha de información. La comida era realmente buena. Aunque Isa actuaba extraño. De pronto se levantó corriendo y salió de la sala. Automáticamente salí en pos de ella, y al llegar a su lado vi a Katherine y James apartándole el pelo de la cara y acariciándole la espalda mientras ella vomitaba sobre la taza del váter. Alarmado me acerqué, pero la mirada que de dedicó Kath me disuadió de acercarme. Hace tiempo que ella ya no es tan dependiente de mí, cumple con sus obligaciones y muchas veces discutimos, ya que no quiero seguir sus consejos, pero nunca me había dedicado una mirada semejante. Isa terminó de echarlo todo, y ambos la ayudaron a incorporarse y a lavarse. Cuando estuvo bien, me sonrió cansada y me dejaron acercarme. La estreché entre mis brazos, y le susurré.
    — ¿Qué te pasa amor mío? Cuéntamelo, ya no me lo escondas más.
    Ella me abrazó el cuello, me sonrió dulcemente y me dijo.
    — ¿Qué te parecería un miembro más en esta bizarra familia?






    Tatataratatantachantachan!!! ¿Qué os ha parecido? Lo sé, he tardado mucho, pero es que estamos con los finales y no paro, de un lugar a otro. Bueno, solo tengo que añadir una cosa. Aquí os pondré las abreviaciones de los nombres.
    Sakura: Saku
    Hinata: Hina
    Naruto: Naru (aunque este no lo usaré demasiado)
    Suigetsu: Sui
    Karin: K
    Isabel: Isa
    Lucian: Luc
    Alcide: Al (marido de Estela)
    Rachel: Chel
    Verónica: Vero
    Alexis: Alec
    Katherine: Kat o Kath (según quien lo diga)
    Caroline: Carol
    Lydia: Ly
    Sophia: Sophi
    Shikamaru: Shika (este tampoco lo usaré demasiado)
    Matsuri: Matsu
    Y estos son…creo que hay alguno más, pero ya lo añadiré. ¡Ah, sí! En el cap anterior, Ino empezó a narrar extraño, algo sobre que no la dejaban narrar en paz. Eso es porque la historia está escrita en un libro, y cada personaje la narra desde su punto de vita, como un diario colectivo, o algo así.
     
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    Belu-chan

    Belu-chan Entusiasta

    Géminis
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    Hola:
    Baya que te tardaste un poco eh :) jaja
    emm bueno me encanta esta historia, aunque memorizarse todos los personajes y nombres es algo difícil pero me encanta.
    Que libro es?
    Me avisas de la conti Gracias
    Saludos
    BElu
     
  11.  
    TENTENCITAMA

    TENTENCITAMA Iniciado

    Virgo
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    Hola Clary me gusta muncho tu historia aunque tengo una duda...
    Porque Tenten es una vampira?:confused:
    se supone que Sakura,Naruto y Sai son familia por eso son vampiros...
    A y Sakura y Naruto son hermanos o medios hermanos?



    Espero tu respuesta...*_*;)
     
  12.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Tenten es vampira porque es la hermana pequeña de Isabel (eso la convierte en una de segunda generación) Y lo de Sakura y Naruto es más complicado. Pero son hermanos y medio hermanos al mismo tiempo. Ya que Naruto nació del vientre de Kushina (Hermana gemela de María). Pero se suicidó. O eso creen en la sociedad, pero María es nigromante, puede revivir a los muertos y descubrió la razón real de su muerte y internó el alma de su hermana en su cuerpo. (O sea, que está tan loca porque en su cuerpo conviven dos almas) Y ella tuvo a Sakura cuando tenía el alma de Kushina dentro (y la sigue teniendo) por lo que Sakura (que no sabe esto sobre su madre) es hermana y medio hermana de Naruto.
     
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  13.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Título:
    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    3969
    CapXXV
    Narra Lucian:
    — ¿Qué te parecería un miembro más en esta bizarra familia?
    Isabel, mi amor, mi luna, mi sol, mis estrellas…mi vida…No sabes lo contento que estoy. Te amo más que a mi vida. Tú lo eres todo para mí, me lo das todo y sigues haciéndome regalos maravillosos aunque yo no te doy nada. Sonriendo lo más tiernamente que sé, le contesté.
    —Me parece maravilloso.
    Ella sonrió y se ruborizó. Kat y James nos dejaron a solas y nos sentamos en el suelo frío del baño, ella en mi regazo y acariciándose el vientre mientras yo le besaba el pelo. Mientras se acariciaba, con voz suave dijo.
    — ¿Qué te gustaría? ¿Niña o niño?
    Sonreí.
    —No importa, lo querré igual. Es nuestro hijo y lo amaré. Pero me gustaría que se pareciera a ti.
    Ella me miró con esos ojos violetas que me acompañan desde hace siglos y aún me quitan la respiración, y sonriendo dijo.
    —Yo quiero que se parezca a ti.
    Me abrió su mente y yo a ella la mía y no hicieron falta palabras. Eres lo más perfecto que he visto nunca. Yo le sonreí, y la contemplé como lo que es; La mujer más hermosa que he visto nunca y mi única dueña. Te equivocas mi preciosa flor del desierto, hay algo más perfecto que yo. Tu. Ella puso los ojos en blanco y me beso. Se levantó y dijo.
    —Tendríamos que volver, seguro que están preocupados.
    Supongo que sí. Me ha costado mantener a Estela fuera de mi mente y la de Isa. Esa duendecilla es demasiado impaciente. Me levanté también y observé a mi esposa. Ella se acercó y puse una mano en el vientre, noté que ya empezaba a abultarse, y sentí una patada. Le miré a los ojos y sonriendo dije.
    —Saldrá peleón.
    —O peleona.
    Nos reímos y contesté.
    —Como su madre.
    Ella se rió, enredó las manos en mi pelo y me besó, lentamente demostrándome el amor y la devoción que me procesaba. Sí, lo sé, cuando hablo de ella me pongo empalagoso y cursi. Pero es que como más tiempo paso a su lado más la amo. Ella lo es todo para mí. Sin ella hace tiempo que hubiera perdido la razón. Sobre todo cuando murieron mis padres, si ella no hubiera estado a mi lado, no sé como hubiera seguido con vida. Lo que no sé, ahora que lo pienso, es cómo ha conseguido que no vea el alma del bebé. Lo dicho, por más tiempo que pase con ella no me canso, además, siempre consigue sorprenderme. Nos separamos, cogimos de las manos y nos encaminamos al comedor. Al entrar, todo el mundo nos miró expectantes. Isa respiró hondo. Yo me tapé los oídos, y transmití el pensamiento de que hicieran lo mismo a todos los hombres que había en la sala. Me miraron interrogantes, y los humanos no acostumbrados a sentir voces en su cabeza se quedaron un poco anonadados pero lo terminaron haciendo. Entonces mi mujer dijo.
    —Estoy embarazada.
    Histeria femenina en 3…2…1… En efecto, todas gritando. Se levantaron y fueron a abrazarla, incluso Ino y Hinata, que por lo visto se habían cogido cariño con Isa, también lo hicieron. Si es que es inevitable no cogerle cariño, con lo adorable que es, no me extraña. Se abrazaron todas, haciendo piña, con mi mujer en medio, y gritando empezaron a saltar. Yo me aparté por no terminar siendo pisado o embestido y fui con los hombres, que miraban un poco asustados a sus respectivas parejas. Los primeros en darme una palmada en el hombro y felicitarme fueron los ghouls. James y Josh. Miré a una esquina de la sala, y vía a nuestros compañeros, sentados sobre sus cuatro traseros, menos Dagon que tenía a Vero en el lomo y aplaudía contenta, Sai fue hacia ella y la cogió en brazos. Mientras los demás también me felicitaban, Vero extendió los brazos hacia mí pidiendo que la aupara. La cogí en brazos y ella empezó a jugar con un mechón de mi pelo. Fantasma y Naena me lamieron la punta de los dedos y yo les acaricié la cabeza. Sai me felicitó el último y me dijo señalando a las chicas que seguían saltando y gritando.
    — ¿Alguna idea de cómo las paramos?
    Yo le sonreí pícaro. Una de las debilidades que mi mujer tiene cuando está embarazada son los dulces y las hormonas (y como soy el hombre que está atado a su alma igual que ella a la mía, la única pareja masculina que puede concebir soy yo, su debilidad soy yo o mi cuerpo, en sí mismo). Así que miré a James y él asintió. Desapareció un momento y a los tres segundos regresó con un plato pequeño con un mini pastelito de chocolate con una capa de mermelada de frambuesa en medio, recubierto de una capa de chocolate negro y virutas de chocolate con leche y chocolate blanco. Su favorito. Cree una visión que solo ella viera, una en la que yo estaba solo vestido con unos bóxers negros y decidí quitarle la tapa de cristal al pastel. Al destaparlo, ella automáticamente dejó de gritar y me miró hambrienta. Mi preciosa Isabel, siempre te controlas a la perfección, menos cuando estás embarazada y eso lo sé mejor que nadie. Mi mujer es una hormona con patas. Una hormona adorable, eso sí. La miré y le dediqué una sonrisa pícara. Ella se desmaterializó de donde las chicas habían dejado de saltar y ahora se abrazaban en silencio y apareció junto a mí. Tuve el tiempo justo de poner a Vero en los brazos de James que era a quién más cerca tenía en ese momento antes que se me lanzara al cuello. Enredó las piernas alrededor de mi cintura y yo tuve que hacer malabarismos para que no se me cayera el trozo de tarta al suelo. Justo antes de que se abriera un agujero negro detrás de mí y caer en él, miré a James y este asintió. Nos perdimos en la negrura y este se cerró.

    Narra Sakura:
    ¡Isa está embarazada! No me lo puedo creer. Nunca he visto a una vampira embarazada, tengo curiosidad. Lástima que ni Matsuri ni Mama estén aquí para felicitarla, pero seguro que ahora vendrán. James nos miró a todos y carraspeó. Dejó a Vero en el suelo y esta fue corriendo junto a Dagon.
    —Os pido a todos un favor. Podríais no decir nada sobre Isa o Luc delante de Matsuri? Podréis mencionarlo cuando yo os diga. Porfabor.
    Dijo. Todos aunque extrañados asentimos. Entraron Matsuri y Mama, la primera buscó alguien por la sala (supongo que a Isa), pero al no encontrarla se sentó junto a Tenten y le puso la cabeza en el regazo. Mi amiga comenzó a acariciarle el pelo que ahora estaba corto y Matsuri cerró los ojos dejándose llevar. Neji, que vio su sitio ocupado, se sentó junto a Gaara en el sofá de al lado. Se dieron la mano y se presentaron. Al ver a esos cuatro, todos hicimos lo mismo, y Tenten preguntó.
    —Matsu ¿Dónde has estado este último siglo y medio?
    Su hermana abrió los ojos, se incorporó y el leopardo vino a posarse a su lado y Ada se echó en los pies de Tenten. Mientras Matsuri recorrías distraídamente las manchas del animal con un dedo contestó.
    —En la amazonia y la sabana, allí conocí a Gaara, Hibisco y a manchas.
    Al oír por último su nombre, el guepardo que estaba echado junto a Gaara levantó la cabeza y miró a Matsuri. Esta le sonrió indicándole que no pasaba nada. Todos nos mostramos interesados es ese tipo de vida nómada y enseguida hubo una lluvia de preguntas al respecto. La primera en preguntar como siempre fue Ino, luego Sasuke y por último Hinata.
    — ¿De qué te alimentabas?
    — ¿Conociste a los nativos?
    — ¿Cómo conociste a Gaara?
    Matsuri sonrió y empezó a contestar las preguntas.
    —De indios nativos no. Me costó cincuenta años convencerlos de que era su amiga, y me dejaron internar en la tribu. Y en seguida vieron que les era útil por mis habilidades de caza, pero yo también aprendí muchísimo sobre ellos. Así que me dejaban cazar a mí la presa y cuando había acabado de “vaciarla” por decirlo de alguna forma, ellos la desollaban y la cocinaban. Una relación de absoluta simbiosis. Un día hubo una guerra entre tribus y yo no luché, el jefe lo entendió, ya que a pesar de ser de la tribu, no quería luchar por que no quería liberar mi bestia interior o acabarían todos muertos. Pero algo me llamaba a la batalla, una fuerza extraordinaria, que me decía que fuera a la batalla. Así que me acerqué. No pude seguir viendo como herían a personas que había conocido desde que nacieron así que decidí luchar. En medio de la batalla, me encontré cara a cara con un joven de pelo rojo como la fruta camu camu y los ojos turquesas como el río en un día muy soleado. Me quedé anonadada, y uno de mis compañeros me vio y pensó que él me iba a herir, cosa imposible porque yo no llevaba armas y él las había tirado al verme, pero le disparó una flecha envenenada y cayó paralizado y medio muerto al suelo. Alarmada lo agarré y usé las sombras para salir de allí. Lo llevé selva dentro, allí me centré en sus heridas. Solo la de la flecha, era un buen luchador, pero con esa flecha no iba a sobrevivir, la punta estaba impregnada de una toxina que paralizaba el cuerpo al segundo y el corazón al minuto. Tenía que salvarlo. Así que le di mi sangre. Vi como se iba curando, pero por alguna razón pasó por mi mente el convertirlo. No quise, lo le quise hacer eso. Quería que él eligiera por si mismo el ser o no ser. Curiosa expresión ¿verdad? —Sonrió, y yo me fijé en que todos menos María, Minato, Suigetsu, Karin, Estela y Sai estaban incorporados para oírla mejor, inmersos en su historia. —Volvimos al poblado, habíamos ganado, y muchos me felicitaron por mi nunca vista forma de luchar, decían que parecía un felino. Yo les di las gracias. Pero no les gustó que Gaara fuera conmigo. Convocamos una reunión y yo les expliqué que él era mi alma gemela, que si le hacían daño a él me lo hacían a mi por el doble y conseguí que lo dejaran quedar. Al tener mi sangre, era más fuerte que la mayoría y mucho más rápido, así que rápidamente lo consideraron apto para ir de caza conmigo. Y poco a poco se convirtió en uno más de la tribu. Y un día, me pidió que lo transformara. Fue tan dulce, aunque le dé vergüenza admitirlo es un romántico. Sí, acabo de echar por tierra tu imagen de tipo silencioso, serio y duro. —Dijo mirando a Gaara que tenía un poco de rubor en las mejillas, y ahora miraba para otro lado. Todos nos reímos y en ese momento James tocó el hombro de Tenten y esta asintió, pero antes de que pudiera decir nada estela, dijo.
    — ¿Sabes qué Matsu? Isa está embarazada. —Matsuri dejó de mirar a Gaara y miró a la rubia sorprendida. —Sí. ¡Luc ha metido gol!
    Con el último comentario se ganó una colleja por parte de Caroline y una mala mirada de Papa. Todos nos reímos y ella le lanzó una mala mirada a Caroline. A lo que la ghoul contestó sacándole la lengua. Entonces, Matsuri se levantó y fue a un lado de la sala, se abrió un agujero negro en la pared y metió la mano dentro. Empezó a tirar de algo, y al principio apareció un pie. Un pie con una bailarina con estampado de zebra. Luego un par de piernas que se batían para que le soltaras el tobillo, enfundadas en mayas violetas. Más arriba vimos una camisa hippie con estampado de flores de colores y unos brazos que abrazaban la cintura de esa mujer. Matsuri dio un tirón más fuerte y terminó de sacar a las dos personas. Isa era agarrada por el tobillo por Matsuri y era sostenida por Lucian que también se había cambiado de ropa y ahora llevaba unos jeans y una camisa ajustada de color gris con cuello de V. Matsuri soltó a su hermana y la miró enfadada. Luc soltó a su mujer para que se pudiera poner recta, y Matsuri corrió a sus brazos. Isa la abrazó y le acarició la cabeza. Le susurró un “lo siento” y le dio un beso en la coronilla. Matsuri puso la mano en el vientre de Isa y sorprendida puso la oreja. Miró a isa ilusionada y esta le acarició la cabeza. Fue hacia mí, se arrodilló delante de mí y me tomo las manos. Yo le apreté las manos y le hice un hueco a mi lado, en su estado no quiero que se siente en el suelo cuando hay un sofá cerca. Me besó las manos y me dijo.
    —Sakura cielo, tienes que perdonarme. Perdóname porque ni esta semana, ni la que viene ni la otra podré estar a tu lado en para contarte más sobre tu pasado. Luc tampoco estará ya que quiere estar conmigo en todo momento, pero puedo convencerlo de que te visite de vez en cuanto. No me mires así. —Dijo al ver mi cara sorprendida. — ¿Qué no sabes lo que dura un embarazo vampírico? Cuatro semanas. Y voy a empezar la segunda, mira como está mi vientre. —Posó una de mis manos en su vientre y vi que había crecido más que hacía un rato. Ella asintió. —Son duras de soportar. Pero alguna ver podréis venir a verme. Aunque os pido que no hagáis ningún comentario sobre mi aspecto porfabor. —Dijo riéndose. Se levantó, me dio un beso en la frente y me dijo. —Hasta pronto.
    Dio un beso a cada uno despidiéndose y fue junto a Lucian, que la esperaba con Katherine, James, Suigetsu, Karin y los dos lobos. Vero fue corriendo hacia ella, y esta la cogió y la abrazó. La niña había oído que su tía se iba y no quería dejarla ir. Isa le dijo.
    —Vero pequeña, te prometo que la próxima vez que nos veamos te presentaré a alguien muy especial. ¿Me ayudarás a cuidarla?
    —I.
    Dijo la niña secándose una lágrima. Alec se levantó y fue hacia ellos, cogió a Vero en brazos y esta se debatía y extendía sus brazos hacia Isabel. Rachel que no se había despegado de Alec, le tocó la cabeza a Vero que la miró con ojos llorosos. Rachel negó con la cabeza, y Alec la puso en brazos de su hermana para que la consolara después de darle un beso en la frente a la pequeña. Vero apoyó la cabeza en el cuello de su hermana y olfateó para tranquilizarse. Miré al tigre, que no había dejado de mirar a la pequeña atentamente, y ahora levantaba la cabeza hacia ella y lamía la mano que le colgaba en un costado para reconfortarla. Isa se giró hacia Suigetsu, le puso una mano en el rostro y le dijo.
    —Tú tampoco puedes venir. No quiero que me veas en ese estado. — Suigetsu hizo amago de contestar pero ella lo cortó. —No. Nada de peros. Te tienes que quedar con Tenten y cuidarla por mí. Enséñale lo que sabes. También échale un ojo a Sakura, que no se meta en líos. Y sobretodo cuida de Karin. Ahora es cuando más te necesita.
    Suigetsu asintió, abrazó a su madre y le dio un beso en la frente. Fue hacia su padre y lo abrazó. Este lo correspondió y le dijo.
    —Tranquilo, cuidaré de tu madre. Soy el único que la puede controlar en este estado.
    Suigetsu sonrió de lado al igual que su padre, y en ese momento se parecieron como dos gotas de agua, dejando aparte los ojos. Isabel le dio un beso en la mejilla a Karin y le deseó que se recuperara pronto. Abrió un agujero negro en la pared y se fueron. El agujero se cerró detrás suyo, y la sala se quedó en silencio. Aunque solo fueran dos semanas, la perspectiva de no verlos nos resultaba dolorosa. Normalmente mantenemos el contacto casi cada día. Además, sabiendo que un parto es doloroso y que no hay anestesia para vampiros, no queremos nada más que estar con ella. Pero es comprensible que no quiera que la veamos sufrir porque sabe que eso nos pondría tristes. Entonces, Estela fué la primera en romper el silencio diciendo.
    — ¡Mirad fuera!
    ¡Estaba nevando! No me lo puedo creer, si que ha bajado la temperatura. Los siguientes días fueron muy divertidos. Objetivo principal: Crear y fortalecer lazos. No se mencionó nada sobre clanes ni vampiros que asesinan, solo éramos un grupo que se lo quería pasar bien. Aunque todos sabíamos que Suigetsu entrenaba a su tía, Tenten, ¿Qué irónico no? Nunca nadie dijo nada. Simplemente, cada mañana Temari le daba un brebaje que tenía muy buen olor, que la ayudaba con el dolor muscular y de cabeza. Neji iba a cada entrenamiento con Sasuke, pero no dijeron nada sobre el tema, simplemente felicitaban a Tenten porque mejoraba y ellos aunque fueran humanos lo notaban. Un día, haciendo broma dijeron que notaban que Tenten mejoraba porque al invocar algo, el escalofrío que les recorría la espalda era mayor. Todos nos reímos como respuesta y Tenten les pidió perdón, a lo que ellos contestaron que no hacía falta, eran ellos los que miraban porque querían. Fuimos a esquiar. A los mayores se les daba bien, demasiado. Matsuri era un genio con la tabla de Snow, hacía piruetas, mientras que Gaara se ponía los esquises y si algo no lo frenaba bajaba la pista recto hacia abajo y frenaba en lo plano, o seguía y se comía un turista o un poste. Nos reíamos mucho de las estrambóticas poses de algunos, las caídas de los otros y de los comentarios de los restantes, luego por la noche junto a la chimenea con un chocolate caliente en la mano, contábamos historias de miedo. Reconozco que las historias de Chel y Alec nos dejaron muy asustados a más de uno, y a la mañana siguiente las ojeras se hicieron presentes. Pero por desgracia, la semana pasó demasiado rápido, así que les pedimos permiso a mis padres y nos quedamos hasta la semana antes de empezar el colegio. Fuimos a ver a Isabel varios días durante la segunda semana. Tengo que reconocer que aunque nadie dijo nada sobre su aspecto como le prometimos, estaba horrible. Su cara y cuerpo estaban demarcados, tenía la piel olivácea amarillenta, había perdido peso y todas sus curvas y ahora tenía una enorme barriga que parecía que le chupaba la vida, bajo sus preciosos ojos violetas brillantes había ojeras muy marcadas, de no dormir. Estaba echada en un gran sofá lleno de cojines de diferentes colores, estampados y tamaño. Lucian no estaba mucho mejor que Isa, también estaba demarcado, seguro que no se había alimentado bien. Tenía ojeras y su pelo brillante blanco ya no tenía esos destellos plateados que lo caracterizaban. La visita fue corta porque los queríamos dejar descansar. El último en despedirse fue Suigetsu, que sufría al ver a sus padres así, pero Isa lo intentó alegrar diciéndole.
    —La próxima vez que nos veamos tendrás una hermanita. Alegra esa cara.
    Todos sonreímos sintiéndonos mejor y volvimos a la casa, al día siguiente volvíamos a la villa, a la vida normal. Todo lo normal que se puede denominar mi vida. Nos despedimos de mi familia, bueno, ahora tendía que decir de la familia, porque Ino, Hinata, Neji, Sasuke y Karin ahora formaban parte de nuestra familia. Tengo que mencionar que Karin volvía a hablar, y había cambiado mucho, ahora se reía y estaba alegre y enamorada de Suigetsu. Al llegar a casa, desempacamos e Ino nos informó que se iba a vivir con Sai. Todos lo comprendimos, y dejamos su habitación libre para visitas. Quedamos cada día, para ir al cine, compras, comprar el material escolar… hasta que llegó el 10 de Marzo, el día que empezaba el instituto. Iríamos todos, incluso Suigetsu, que había mentido sobre su edad y ahora empezaba en el mismo curso que nosotros. Y ahí estábamos, aparcando los cuatro coches. En uniforme. Aunque no soy partidaria de los uniformes, este no me desagradaba. Una camisa blanca, con un chaleco negro con el escudo del colegio bordado en el pecho izquierdo, la corbata era roja con rayas negras, la falda a cuadros roja, unos calcetines ceniza hasta la rodilla y los zapatos negros. En mi caso, bailarinas con un poco de tacón. Los chicos, con los mismos colores, solo que llevaban pantalones. Éramos un grupo de lo más estrafalario. Suigetsu y Karin cogidos de la mano, y hablando con Sai e Ino que se cogían de la cintura. Hinata y Naruto hablaban entre susurros y se reían. Y Tenten hablaba animadamente con Sasuke mientras cada uno cogía de la mano a sus parejas. Tenten a Neji y Sasuke a mi. La verdad es que atraíamos bastantes miradas. Neji y yo nos miramos y nos encogimos de hombros. Esta familia no cambiará. Entonces vimos que la gente se congregaba mirando algo o alguien. Curiosos nos acercamos y los vimos. Mar y nube, zafiro y plata. Chel y Alec. Vestidos con nuestros uniformes estaban sentados en un banco, y al vernos se levantaron. Ino y yo nos abrimos paso entre la multitud, y gritamos lanzándonos a sus brazos.
    — ¡Chel!
    — ¡Alec!
    Chel abrazó a Ino y las dos se miraron y rieron. Alec correspondió a mi abrazo y me sonrió. Yo hice lo mismo, y alargué la mano hacia Sasuke que junto a los demás nos habían seguidos y esperaban su turno de saludarse con la pareja. Miramos el tablón de clases y no me lo podía creer. Todos íbamos a la misma clase. Incluso Alec y Chel. Este va a ser un curso memorable. Entramos a la clase que nos tocaba, Biología. Nos sentamos, y la puerta se abrió dejando paso al profesor. Un hombre alto, de pelo blanco con reflejos plateados y ojos azul cielo. Puso sus cosas encima de su mesa y dijo a la clase.
    —Buenos días alumnos. Me llamo Lucian Uzumaki y seré su profesor de Biología.



    Bueno, como siempre disculpas por haber tardado tanto y espero que hayan disfrutado de la lectura!
    espero sus comentario, y como siempre, si tienen alguna duda pónganla en su comentario y encantada la responderé.
    BY: Clary Uchiha♥♪♫
     
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    En verdad tu fic es uno de los mejores que he leído. Tu forma de narrar es muy buena y has sacado una trama genial de no se donde. Espero que la continues muy pron.to y por favor avissame cuando lo hagas. De todas maneras estare muy atenta
     
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    Clary Uchiha

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    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
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    34
     
    Palabras:
    5192
    Sí, lo sé. Quieren matarme por mi tardanza!! Lo sientoooo! Aqui esta el cap nuevoo! espero que les guste, he intentado hacerlo un poco más humano y enseñar un poco como los personajes que no narran tanto encajan las cosas.
    CapXXVI
    Narra Ino:
    No me lo podía creer. ¿Lucian cómo profesor? ¡Éste va a ser el mejor curso de mi vida! Aun que cuando llegamos la pobre Sakura recibió cada mirada… No me hizo falta saber leer el pensamiento de ninguna, los llevaban escritos en la frente y la mayoría incluían asesinato, tortura, bulling…Creo que se habían vuelto majaras. Aun que Tenten tampoco es que recibiera miradas de halago precisamente. Pero si es que es normal, están saliendo con los pivonazos del internado. Me encantó el que Chel y Alec vinieran a estudiar también junto con Suigetsu y Sai, ya eran como una familia para mí y creo que lo que tengo con Sai no es precisamente pasajero. Siento que es lo que he estado esperando toda mi vida y ahora por fin lo he encontrado. Cuando vi aparecer a Luc por la puerta y se presentó como nuestro profesor casi me muero aguantándome la carcajada que luchaba por salir de mi. ¡Por Caín, qué risa! Dejando aparte que todas la chicas de la clase (menos la familia) Que sí, que sí. He aprendido, tengo que precisar. ¿Queréis dejarme en paz? Id a molestar a otro, yo estoy escribiendo mi parte. Bueno a lo que iba. Se volvieron locas. O sea no es que empezaran a gritar, correr o lanzarse por las ventanas (estábamos en un tercer piso), no pero se removieron inquietas en sus asientos, y por la forma en que Sai sonrió, supe que Luc no pasaba desapercibido en el sector femenino y que la clase se acababa de llenar de hormonas. Qué bien. Solo una chica, se mantuvo impasible y le preguntó al maestro levantando la mano.
    — ¿Uzumaki? Naruto también es Uzumaki.
    Ella era Evelyn, aunque la llamábamos Ivy. Aquella chica siempre había ido a clase con nosotros (humanos) y que no es que fuésemos amigos, pero nos conocíamos bastante. Era bajita y delgada, con el pelo rizado color caramelo y los ojos grises. Tenía la piel blanca con un lunar encima de la boca. Lucian la miró sonriendo y se tomó su tiempo para rodear el escritorio y situarse en frente, cruzar los brazos y mirar a la clase.
    —Es verdad, Naruto también es Uzumaki. Él es mi sobrino y la chica a su lado es Sakura, su hermana. La chica con los moños sentada con Neji es Tenten mi nuera. Y la morena sentada al lado del señor Alec Scateni es Rachel Arlati mi otra sobrina. Luego, el muchacho sentado junto con Ino es Sai Arlati, hermano de Rachel y el otro chico a su lado es Suigetsu, mi hijo. Y bueno, con quien están sentados con ellos son sus respectivas parejas. ¿He respondido a su pregunta señorita Black? —Dijo con una sonrisa encantadora en su rostro. Y dijo la frase que terminó con mi autocontrol. —Y este año seré vuestro tutor.
    Ya no pude más y di rienda suelta a mis carcajadas. Todos los pares de ojos se posaron en mi, algunos asustados, otros sorprendidos pero solo los vampiros me miraban divertidos. Al ver que mi risa no paraba, y que algunos de los nuestros estaban por seguirme el rollo, Lucian pidió.
    —Por favor Hinata cielo, ¿puedes acompañarla al baño a que se moje un poco la cara? —Hinata se levantó de su sitio y me ayudó a salir del aula. —Gracias.
    Narra Hinata:
    Ino se siguió riendo hasta que llegamos al baño y una vez allí intentó respirar hondo para calmarse. Su respiración aún era agitada y tenía un brazo en el estomago por el esfuerzo de reír tanto. Me miró aún con las lagrimas en los ojos y sonriendo me dijo.
    —Me he reído tanto que creo que soy inmortal sin la necesidad de que Sai me transforme.
    La miré sorprendida por su comentario. Nunca había pensado en la transformación, supongo que porque Naruto es como un humano, no siento tanto la diferencia entre él y yo. Aunque tengo que reconocer que últimamente está muy extraño. Como si no fuese él mismo. Y la verdad, es que me asusta la forma tan natural en que nuestro grupo habla de la muerte, la transformación y los siglos. ¡Hablan de los siglos cómo yo de los años! Además de la manera en que todos han cambiado adaptándose a la extraña filosofía de los vampiros. Neji, Sasuke e Ino han cambiado mucho. Ya casi no los reconozco. Entiendo que el pasar tanto tiempo con una persona se te peguen cosas…pero de ahí a lo que les ha pasado a ellos, hay un buen trecho. Tampoco es que se dediquen a morder como vampiros. Pero no sé, entiendo que Ino siempre ha sido liberal y muy alocada, pero al verla así, que habla de morirse y luego empezar a beber sangre. Me da un poco de miedo. Por no hablar de que Sasuke y Neji están intentando convencer a Suigetsu de que les dé clases de lucha o algo por el estilo. Están cambiando muy deprisa, y siento como si me estuviera quedando atrás. Sé sobre los vampiros lo que nos han contado, y eso es información que cae a cuentagotas. Estoy asustada de hasta pensar en lo que siento, ya que por lo visto, Lucian y demás pueden leer mis pensamientos. Lo de los clanes resulta muy confuso, y sinceramente no lo entiendo. Ino, al ver que no contestaba, me miró curiosa y yo salí de mi ensoñación y le dije.
    —Entiendo que esa situación pudiera ser divertida, pero de ahí a reírse tanto…
    Ella rió maliciosamente y me contestó.
    —No he sido la única que se estaba riendo, Suigetsu y Sai también se reían.
    —Pero no tan escandalosamente como tú, loca.
    La reprendí. Ella me enseñó la lengua como una niña y se rió, para luego volverse a poner el brazo en el estomago, supongo que por las agujetas de las carcajadas anteriores.

    Narra Tenten:
    Salieron de clase y oímos como las carcajadas se alejaban por el pasillo. Reconozco que a mí también me entraron ganas de reírme. ¡Menuda situación! Pero sentía curiosidad sobre el por qué teníamos a Luc como profesor y ¡Tutor! , y que además, estuviera percibiendo a Isa en la otra clase. Así que le pregunté.
    Tenten: ¿Qué haces aquí Luc?
    Lucian: Hinata dijo que faltaban profesores, así que aquí estoy.
    Sakura: ¿Profesores? Pero ¿Por qué Isa está al lado?
    Así que ella también la había percibido.
    Lucian: Ella también quería venir. Hace de profesora de historia. Creo que no hay casi nadie que conozca la historia como ella.
    Rachel: ¿Y el bebé?
    Lucian: A salvo en Alamut. Con mis suegros e Isa.
    Suigetsu: ¿Pero mamá no está al lado?
    Isabel: Suigetsu, tu más que nadie sabrás que nosotros nos podemos dividir. Lo siento, no he podido evitar oíros y meterme.
    Sai: Chicos, los de la clase os están viendo preocupados, Luc sigue moviéndose, pero vosotros parecéis estatuas.
    Y terminamos con la conversación mental. Nos dieron nuestros horarios y hablamos durante lo que quedaba de hora. Al rato entraron Ino y Hinata que inmediatamente se sentaron intentando no llamar mucho la atención, cosa difícil teniendo en cuenta el espectáculo que había ofrecido antes la rubia. Al sonar el timbre, Luc nos hizo salir del aula para llevarnos a la sala de actos. Allí nos hicieron sentar en unas sillas con el asiento recogido que había y miramos todos a un escenario donde se alzaba una tarima con un micro. Cuando la sala estuvo llena, una señora rubia de ojos miel y delantera prominente se situó delante del micro. La verdad es que imponía bastante, y más con ese ponte tan regio, esa mirada severa y el ajustado traje verde botella. Todos los presentes, de otras clases y cursos, callaron casi al instante. Se aclaró la garganta y con una voz clara empezó.
    —Buenos días a todos y bienvenidos un curso más. Soy su directora, Tsunade Senju y me dispondré a explicarles el funcionamiento de este internado. Soy consciente de que la mayoría lleva aquí bastantes años y ya lo conocen, entonces hagan como cada año; escuchen, callen y luego podrán irse. Bien, voy a empezar explicándoles el tema con el que siempre tenemos tantos problemas. Las habitaciones. Como llevo repitiendo desde que llegué al puesto de directora, las habitaciones solo serán mixtas en caso de consentimiento paterno de ambos integrantes. Solo en casos especiales se tratará el tema y se decidirá según convenga. Luego, comidas. El desayuno se servirá a las 6:00 y tendréis para comer hasta las 7:30, las clases empiezan a las ocho. La comida se servirá a las 13:00 y se cerrará el comedor a la 14:00. Recuerden que las clases terminan a las cinco y que la cena se servirá de 8:00 a 22:00 para cerrarse hasta la mañana siguiente. Todo alumno que no interne en el comedor en esas franjas horarias, no comerá. Lo siguiente son los descansos, tendrán el primer descanso de 10:45 a 11:15 y lunes, miércoles y viernes terminarán a las 14:55. Eso resulta en un horario con tres horas de clase en la mañana, dos al medio día y en esos días una por la tarde, mientras que martes y jueves tendrán tres por la tarde. Todo lo referente a las habitaciones, háblenlo con Shizune, mi secretaria— Dijo señalando a una mujer de pelo corto negro, de ojos del mismo color y un vestido de corte recto color ceniza que nos dirigió una sápida sonrisa. Entonces la directora prosiguió. — Sé que han venido algunos conduciendo y otros con chófer. Los que tengan coche propio, ya saben que el garaje del centro es el lugar donde se estacionan sus vehículos. Luego, —Dijo mirando una pequeña lista que tenía en las manos. —Las salidas de centro se efectuarán los fines de semana y si se tiene que dejar el centro por cualquier evento o causa tienen que registrarse antes de salir. El centro no se hace responsable de los alumnos fuera del recinto. Y sin más dilación, déjenme presentarles a dos nuevos profesores. Todos sentimos la pérdida de nuestro antiguo profesor de historia, pero démosle una calurosa bienvenida a la profesora Isabel Ama, que a partir de ahora impartirá la asignatura de historia.
    Mi hermana es increíble, se ponga lo que se ponga resultará tentadora. Hoy llevaba una falda dos dedos por encima de las rodillas negra, con unas medias ceniza y unos tacones negros de aguja, y en la parte de arriba una blusa blanca sin los dos primeros botones y apresando su generosa delantera una americana color burdeos. Se levantó de la silla en la que estaba sentada y subió al estrado con su caminar grácil y una vez allí arriba saludó a los alumnos.
    —Buenos días, como ha dicho nuestra querida directora, soy Isabel y seré vuestra profesora de historia, espero que nos llevemos bien.
    Todos los presentes aplaudieron, sobre todo el sector masculino del alumnado. Inclinó la cabeza en señal de respeto hacia la directora y en agradecimiento a los aplausos y dio un paso atrás.
    —Y os pido por favor que os unáis a mí a darle la bienvenida al nuevo profesor de Biología. El profesor Lucian Uzumaki.
    Y Luc se levantó de su sitio y con parsimonia fue hacia el estrado, con su pelo blanco-plateado ondeando detrás de él. Como siempre, llevaba una camisa blanca, pero esta vez con solo un botón desabrochado, un chaleco gris perla abierto y unos pantalones negros con unas bambas. Al llegar al estrado, se plantó delante del micro y con una voz sedosa dijo.
    —Como bien ha dicho nuestra directora, soy Lucian Uzumaki y seré vuestro profesor de biología, espero que nos llevemos bien. —Y como siempre, todo el sector femenino presente estalló en vítores, aunque la directora parecía impasible a sus encantos así como Evelyn. —Y me gustaría concretar una pequeña cosa. Nos presentaron por separado, pero me gustaría presentaros, más que nada para que no hubiera malentendidos, a mi mujer. Isabel.
    Dijo señalando a Isa, que tenía una sonrisa radiante en el rostro. Nunca entenderé a esos dos. Pueden causar estragos allí donde van solo por su singular belleza, y muchas veces juegan con ella atrayendo a los mortales sólo con la mirada. Pero el único motivo por el que lo hacen es para suscitar celos en el otro. Aunque no me extraña que Luc lo haya anunciado ahora, porque viendo la cara que ha puesto Sakura, seguro que los pensamientos de algunos chicos y profesores han activado la parte más protectora de Luc. Isa fue hacia él y le dio un cariñoso y casto beso en los labios intentando calmarlo, ya que ella también había notado sus celos. Tsunade, negaba con la cabeza con una pequeña sonrisa en los labios y tomó la palabra.
    —Hechas de una vez las presentaciones solo queda dar por concluida la ceremonia de obertura. Las clases empezarán la semana que viene. Por favor usen esta semana para acomodarse debidamente, y si tienen alguna duda háganmela saber.
    Y salimos por clases fuera de la sala. Lo único que se escuchaban eran conversaciones sobre Luc e Isa.
    —“….Jo tío, con lo buena que estaba la profe, y está casada…”
    —“…no se a ti, pero a mí la tía esa no me gusta nada….”
    —“…Es tan guapo…”
    Celos, rencor, sorpresa y hormonas. Sobre todo hormonas era el olor predominante en la sala. Nos dirigimos todos hacia los edificios de los dormitorios y una vez allí, Shizune nos buscaba en una lista y nos dio la llave de nuestras habitaciones.
    —El profesor Uzumaki ya ha hecho las preparaciones y sus habitaciones ya están asignadas. Los señores Uchiha, Uzumaki, Arlati en el segundo piso. Las señoritas Uzumaki, Ama, Hyuuga y Yamanaka en el primero.
    Nos miramos Sakura y yo y ella le preguntó.
    — ¿Y Karin y Suigetsu?
    La secretaria miró su lista y pasó unas hojas, pasó el dedo por la lista hasta encontrar los nombres. Entonces contestó.
    —Ellos tienen una habitación aparte en el tercer piso. Al igual que la señorita Arlati i el señor Scateni.
    Todos miramos a Suigetsu que tenía una sonrisa tan ancha que podría competir con la del gato Cheshire. Sakura, Sasuke, Alec y Suigetsu cogieron la llave que la morena les tendía y nos encaminamos hacia nuestras habitaciones. Bueno, creo que antes de seguir tendría que describir el campus. Al entrar lo primero que se encuentra es un gran camino de piedra que dirige al gran edificio en forma de “C” hecho de ladrillo rojo donde se imparten las clases. Luego se encuentran los varios edificios residenciales también de ladrillo rojo donde se hospedan en unos los profesores y en otros los alumnos. Casi escondidos en los bosques hay lo que son las dependencia del personal; cocineros, mujeres de la limpieza, conserje… Y los garajes, las cuadras…etc. La verdad es que es una buena escuela para vampiros, todo lo que no es edificio es hierva y encima tenemos un bosque. Estoy de acuerdo con Ino, este curso va a ser memorable. Sakura abrió la puerta de lo que sería nuestro dormitorio los próximos meses y la verdad, no me esperaba lo que me iba a encontrar. Al entrar por la puerta encontrabas una gran sala ortogonal con parquet y una gran moqueta de color lima cuadrada sobre la que se situaban dos sofás 3+2, una butaca y un puff. Al haber preparado nuestras habitaciones de antemano, teníamos nuestras maletas en la gran sala frente a los grandes ventanales que daban al balcón. Las puertas a nuestra izquierda y derecha eran dos enormes baños con todo lo necesario; bañera, ducha, inodoro, pica, bidet y estanterías donde poner los artículos de baño. Las cuatro siguientes puertas eran las habitaciones (dos a cada lado). Ino y Sakura empezaron a mirar por toda la estancia, a abrir y cerrar cajones. Al poco tiempo empezaron las discusiones sobre quién tenía la habitación con el ventanal más grande. Hinata y yo nos miramos, suspiramos e intentamos calmar un poco los ánimos. Al final Sakura y yo nos quedamos con las habitaciones más próximas al balcón que tenían más ventanal, ya que tendríamos que salir a menudo a cazar. El único comentario de Ino ante su derrota fue.
    —Bueno, creo que tendremos que dale mucha lenteja a Sasuke si sales de caza tan a menudo.
    Y habiendo dicho esto, cogió su maleta y se metió en la habitación, dejando a una Sakura muy ruborizada que también agarró su maleta y se encerró en su habitación de un portazo. Antes de que tuviera tiempo de decir nada, alguien llamó a la puerta. Fui a abrir y me sorprendió encontrarme a Karin. Esta me miraba con una expresión neutral en el rostro.
    —Sakura está en su cuarto.
    Le dije señalando la puerta cerrada. Ella subió las comisuras de los labios formando una extraña sonrisa, entre divertida y educada.
    —No es con Saku con quien quiero hablar. ¿Puede Hinata salir un momento?—Miré sorprendida a la pelinegra que se había quedado plantada a mitad de camino entre el sofá y la puerta de su habitación arrastrando la maleta. Me devolvió la mirada de sorpresa y dejó la maleta junto su puerta y se dirigió hacia nosotras. —Gracias.
    Me aparté dejando pasar a la morena, y esta se quedó mirando a la pelirroja que con un movimiento de brazo la invitó a ir a su lado. Hinata cerró la puerta detrás de ella y yo me encogí de hombros, agarré mi maleta y me metí en mi cuarto para poner en orden mis cosas.

    Narra Hinata:
    Dios mío, la última vez que recuerdo estar tan sorprendida fue cuando Tenten y Naruto nos contaron sobre su condición. Y la verdad, creo que me sentí más o menos como ahora. Estaba siguiendo a la mismísima Karin Bennet por los pasadizos del internado y nos dirigíamos a saber dónde. Subimos dos pisos y pasamos unas cuantas puertas hasta que llegó y se paró delante de una, llamó y nos abrió Suigetsu con una sonrisa. Nos dejó pasar y al verme, me miró extrañado. Miró a Karin y esta le respondió la mirada, el muchacho aún con una mano en el pomo e la puerta dijo.
    —Voy a pasear. Nos vemos.
    Y diciendo eso se fue, dejándome sola con su novia, pese a mi mirada suplicante. Su habitación era casi de las mismas dimensiones que la nuestra, solo que al dormir allí dos personas, tenía un gran ventanal y tres puertas, que supongo que una seria una habitación de matrimonio. Se tentó en el sofá chaise longue y me invitó a sentarme. Cuando me hube sentado, y mis nervios no podrían estar más de punta ella con tranquilidad empezó.
    —Últimamente te he notado rara, ¿ocurre algo?— ¿En serio? ¿Karin Bennet me acaba de preguntar qué si me pasa algo? La misma que me ha hecho la vida imposible durante años, la que me pegó aquel puñetazo en la discoteca está sentada a mi lado como si fuésemos amigas de toda la vida. Al ver que yo no contestaba continuó. —Bueno, he pensado que yo podría ser la única con quien podrías hablar sobre lo que te preocupa. Porque si no voy desencaminada tus preocupaciones son sobre Naruto, el vampirismo y etc.… ¿No? Ino, es muy alocada y rápidamente ha aceptado su relación con Sai y eso de que para seguir a su lado tendrá que o convertir-se o ser ghoul, y algo me dice que elegirá lo primero. Y creo que tampoco lo hablarás con Sasuke o Neji, ¿Me equivoco? Además, es obvio que no lo hablarás con ningún vampiro o ghoul, así que soy toda oídos. —Al ver mi cara se apresuró a añadir. —No me malinterpretes, estoy encantada de ayudarte, además, te debo una disculpa por todo lo que te he hecho pasar. Y sobre todo por el puñetazo.
    La verdad, tenía más razón que un santo. No veo por qué no puedo decirle nada, ya que ha hecho el esfuerzo de pedir perdón y hacer el primer paso, lo mejor sería que contestase.
    —Bueno, me asusta la forma de cómo evolucionan las cosas, siento que me estoy quedando atrás.
    Al ver que contestaba, se giró hacia mí dedicándome toda la atención.
    — ¿De qué manera? ¿Ya no sabes lo que sientes por Naruto?
    — ¡No! Por supuesto que lo amo. No he estado tan segura de algo en mi vida como de lo que amo a Naruto. Pero es como está cambiando todo a mí alrededor y siento que yo no puedo seguir ese ritmo.
    Ella me miró mientras hablaba, y al terminar en sus labios se formó una sonrisa de completa comprensión.
    —Te entiendo, aunque no lo creas. Pero tienes que entender que Ino está siguiendo su propio camino. Ha encontrado a la persona que tanto tiempo lleva esperando, alguien que la entienda, que la complemente, que lo la juzgue y que satisfazca su libido. Lo de Sasuke es algo más complicado por lo que me ha contado Suigetsu, y Neji, Neji simplemente está bien como está. Quiere aprovechar lo máximo el tiempo que puede pasar con Tenten y luego ya se planteará esa gran pregunta. Y siéndote sincera mi historia es un poco más complicada. Suigetsu me dijo que os contó lo que me pasó. No me importó, en absoluto. A veces pienso en mi madre, pero Sui me ha prometido que cuidará de mi y que encontrará a mi madre. También me ha hecho comprender que en temas de humanos contra vampiros, los humanos no suelen acabar muy bien, y menos en vampiros tan salvajes como los del clan Amía. —Al ver la pregunta en mis ojos aclaró. —Los malos, Orochimaru. Por eso no espero encontrarla viva, pero lo único que quiero es darle un funeral. Al menos eso. No estoy enfadada con Suigetsu por hablarme de estas cosas. Me salvó de un destino peor que la muerte, le debo la vida y le estoy infinitamente agradecida. Ahora que le he encontrado me siento por fin completa. Lo tuyo con Naruto, no sé cómo será, pero él está muy contento estando contigo. Supongo que él con su condición no tiene los sentidos hipersensibilizados de un vampiro y por eso vuestro vínculo no lo sentís tanto, pero créeme cuando te digo que es tan fuerte como el de Luc o Isa. Lo sé por cómo hablan de vosotros los vampiros, temían que él no pudiera encontrar a su alma gemela, y créeme, aparte de que no fuera inmortal y llegar a perderlo lo que más les preocupaba a sus padres era que se pasara la eternidad solo. Por supuesto que le harían compañía, en esta familia cuidamos todos de todos, pero no es lo mismo. Incluso hay vampiros que se han vuelto locos. El compañero o alma gemela te completa, me mantiene cuerdo lo que dura la existencia de un vampiro, y créeme que es larga.
    Una solitaria lágrima cayó por mi mejilla. Ni siquiera la noté, sólo me di cuenta de que lloraba cuando los sollozos me asaltaron y los dos riachuelos de lágrimas que me caían por las mejillas mojaron el cuello de la camisa del uniforme. Karin me miró sorprendida, se levantó y fue hacia un mueble bajito de madera oscura y sacó un juego de té, blanco con volutas rojas, hermoso y delicado. De un termo sacó agua caliente y de un bote de hierro con filigranas dos cucharadas de té. Siguió trajinando con cacharros mientras yo lloraba y pensaba en todo lo que me había dicho. Soy una egoísta, como puedo pensar que todo va más rápido que yo. Soy yo que cierro mi mente a nuevas cosas. Todos lo han aceptado por amor, porque aman incondicionalmente. Yo en cambio, solo he pensado en mí, no en todo lo que puede estar pasando Naruto. Todo lo que ha sufrido y el miedo que debe de tener a su futuro. Lo siento. Lo siento tanto Naruto, ¿Podrás perdonarme? Karin se acercó con un té que olía a naranja con un toque de canela. Me ofreció una taza y un pañuelo. Me sequé las lágrimas y di un sorbo al té. Estaba buenísimo. Muy bueno y tranquilizador. Justo lo que necesitaba. Estuvimos bebiendo en silencio, y poco a poco me repuse, solo me quedaba una sola pregunta.
    — ¿Cómo sabes tanto sobre vampiros?
    Ella me sonrió y me respondió.
    —Suigetsu me lo cuenta, sólo si yo lo quiero saber. ¿Naruto no te ha contado nada sobre su estirpe? —Yo negué con la cabeza y ella abrió los ojos sorprendida y extrañada. —Qué raro, supongo es porque él tampoco sabe muy bien lo que pasa, él no es un vampiro, digamos, completo. Le deben de hacer dado la misma información que a ti. Pero si tienes alguna duda, tranquila que puedes contármela y encantada la solucionaré. Y si hace falta traigo a Suigetsu y lo interrogamos.
    Me guiñó un ojo pícara y yo sonreí divertida. Puede que me haya estado cerrando demasiado, en realidad son muy buenas personas. Sólo que un poco complicadas y con más años que Matusalén. Y hablando del diablo, llamaron a la puerta, Karin fue a abrir y dejó pasar a Suigetsu que le dio un beso en la mejilla y me miró diciendo.
    —Siento interrumpir, pero Papá nos llama a su casa, despacho o lo que sea.
    Dejamos las tazas encima de la mesa y salimos para encaminamos fuera del edificio. De camino a uno de los grandes edificios donde habitaban los profesores, nos encontramos con los demás, Tenten me miró con una pregunta escrita en los ojos, supongo que estaba preocupada. Yo le sonreí para tranquilizarla y ella me la devolvió. Subimos hasta el piso indicado y llamamos a la puerta. Nos abrió Lucian con una sonrisa. Entramos en la estancia y me sorprendió que fuera tan grande. Nos encontrábamos en una gran sala con parquet y un gran sofá color rojo junto con una gran mesa de centro y tres butacas con un puff. Todo estaba decorado con tonos cálidos, suaves y de diferentes tonalidades de madera clara. Miré alrededor buscando a la hermosa Isabel, pero no la encontré.
    — ¿Dónde está Mamá?
    Preguntó Suigetsu mirando también alrededor e inspirando levemente. Luc lo miró aún más sonriente y le respondió.
    —ha ido a buscar a tu hermana, está con Matsuri, demás, tus abuelos y su doble. Ahora vendrá, queríamos presentárosla cuanto antes, sentaos.
    Todos obedecimos, pero Suigetsu se puso blanco como el papel y fue hacia uno de los muebles de madera clara y cogió una botella de cristal con hermosos motivos tallados que contenía un líquido ambarino y se sirvió un generoso trago en un vaso. Se miró el vaso y se sentó en el sofá entre Karin y Sakura, que cada una le acarició un hombro, y Sasuke le dio una palmada en la espalda para reconfortarlo. Él los miró agradecido y dejó el vaso en la mesa. Todos estábamos en silencio, no se oían nada más que respiraciones cuando un agujero negro se abrió en la pared, y de allí salieron Isabel con una bola de mantas en brazos y los dos lobos. Todos nos levantamos al verla. Estaba mucho mejor que en su embarazo, eso seguro. Había recuperado su belleza y ahora sonreí a radiante. Suigetsu fue el primero en acercarse a ella después que su padre fuera a recibirla, todos nos miramos para que nadie interrumpiera el momento.

    Narra Suigetsu:
    Mamá abrió las mantas revelando lo que parecía un ángel. Tenía la carita de querubín, era una niña mofletuda, de mejillas rosadas y una nariz respingona. Una espesa mata de rizos negros como el ébano le cubría su cabecita. Entonces abrió los ojos y me miró. Sus ojos eran de un color verde pino intenso como un bosque, ese color sólo lo he visto en una persona, abuela. La madre de Luc, una bellísima persona a la que le tocó un trágico final. Sólo la he ido a ver un par de veces, y siempre nos pareció una lástima que ninguno de la familia hubiera heredado sus ojos, sólo Papá había heredado sus rasgos, pero no sus ojos, por eso compartía el sentimiento de papá, yo también echaba de menos ver ese color. Al verla sonreírme todas mis preocupaciones y nerviosismos se fueron. Miré a Isa que me sonreía maternal y me la puso en los brazos. La sostuve con delicadeza, le sonreí. Y ella rió. Su risa era melódica, como un repiqueteo de campanitas. Miré a mis padres abrazados y les pregunté.
    — ¿Cómo se llama?
    —Esperábamos que tú nos lo dijeras.
    Los miré sorprendidos y ellos me sonrieron. Miré a la pequeña en mis brazos que reía mientras agarraba unos de mis mechones de pelo. Un angelito.
    —Angelique.
    —Me gusta, es hermoso.
    Dijo mamá, y nos abrazó. Luc vino e hizo lo mismo, Sakura y Tenten se aceraron cuando nos separamos y ambas con sonrisas en los labios acariciaron la cabeza de la pequeña y dijeron.
    —Hola Angelique.


    Como siempre si tienen cualquier duda o sugerencia pónganla en su comentario y encantada las leeré o contestare. :D
     
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  16.  
    Lingko

    Lingko Iniciado

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    Hola, bueno vengo leyendo tu historia desde hace unos días, realmente me gusta, es interesante y mantienes a mi gusto bien la trama, solo una cosa, relee los capítulos por que hay faltas ortográficas, eso nada más ;3; espero la continuación :D
     
  17.  
    Rein

    Rein Once

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    Moshi-moshi!! :D
    ¿Sabes? Vengo leyendo tu historia desde hace como unas... ¿tres semanas? xD Creo que sí, tres semanas xD Y te tengo que hacer unas aclaraciones!!!!
    ~Tu historia se coloca en el primer lugar de mi lista de "mejores FF" junto con otra historia! xD Me encanta tu historia!! La amo! x33
    ~Preeeguntaaa! ¿Enserio no sacaste la parte de cuando Luc cuenta la historia de los clanes de un libro? :p Es que... ¡Wow! Me quedé boquiabierta cuando la leí!! Aunque me confundí demasiado! xD Pero después ya medio le entendí!!! Para hacer una historia así de... ¿grande? y que todo concuerde, se necesita una gran mente!! Eso demuestras que la tienes x33 Y aun no me la creo que tu la hayas sacado de una cabeza (la tuya jaja). Eso, te felicito!! :D
    ~Aunque si tienes varios errores ortográficos... Pero ¿a quién le importa? Se entiende está buenísima la trama! :33
    ~Lo que no me agradó mucho fue que yo haya muerto... Mejor dicho, suicidado!! D: Pero de ahí en fuera, fantástica...!!
    Y este capítulo! Wow! Me gustó que hayan entrado al colegio pues prácticamente toda la familia xD Bueno, no toda. Jajajaja! Bueno espero que me puedas invitar para la conti!! Te juro que me encantó!! :D
    Sayoo...!!
     
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  18.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    1396
    Cap.XVII
    ParteI

    Un joven desgarbado y con los tejanos medio rotos corría por un largo y oscuro pasadizo iluminado sólo por antorchas que le daban un aspecto cavernoso al lugar, el chico corría con todas sus energías, pues si tardaba más de los debido lo matarían. Lenta y dolorosamente. Aceleró más el ritmo y la adrenalina empezó a recorrer rápidamente su cuerpo. Sus colmillos salieron de las fundas y sus ojos brillaron con destellos rojizos. Más rápido, más rápido, pensaba el muchacho, que no sabía que corría hacia lo que sería su último aliento. Encontró una doble puerta de madera y entró precipitadamente en la estancia, frenando en seco para no clavarse la lanza que apuntaba directamente hacia su corazón que palpitaba acelerado por la carrera. Asustado miró la lanza y posó la mirada en el hombre que la sostenía. Un hombre muy pálido a la luz de las antorchas, de ojos verdes con pupilas viperinas y largo pelo negro suelto sobre los hombros. Era un hombre flaco, pero que inspiraba temor y respeto con sólo una mirada. Ese hombre destilaba violencia, horror y muerte por todos sus poros. La maldad personificada en un flaco pero rápido cuerpo.
    — ¿Qué quieres?
    Dijo arrastrando las palabras como una serpiente. El muchacho asustado dijo.
    —Los hemos encontrado.
    Los viperinos ojos del hombre centellaron peligrosos y preguntó.
    — ¿Dónde? ¿A los tres? ¿Ha despertado?
    El muchacho nervioso respondió.
    —A los tres señor, no lo sabemos señor, pero nuestras fuentes afirman que no, señor.
    El hombre dejó de sonreír y su mirada se volvió mortífera, la sangre del chico se heló en las venas, pero respiró tranquilo al ver que el hombre bajaba la lanza. No tuvo tiempo a inspirar, que la lanza le partió en dos. El hombre hizo un ruido con la boca molesto.
    —Incompetentes. No puedes enviar a un niño a hacer el trabajo de un hombre.
    En la sala se oyó una risita y el pelinegro se giró bruscamente. De las sombras apareció un hombre con el pelo desordenado blanco, unas lentes que no dejaban ver sus ojos a causa del reflejo de las antorchas que sonreía divertido y dijo.
    —Mi señor Orochimaru, ¿nunca ha oído eso de que no se tiene que matar al mensajero?
    —Son unas simples ratas de cloaca, no sirven ni para decir la hora. —Dijo molesto el hombre, arrastrando las palabras y siseando como una serpiente. —Supongo que tú tienes más información Kabuto.
    —Así es mi señor. El niño todavía sigue sellado a causa de su madre y la pareja aún no ha despertado. La princesa esmeralda y el Portador de la sangre siguen dormidos. Aunque la llave ha empezado a descontrolarse y el sello se está rompiendo. Están distraídos por el nacimiento de una niña entre la “Dama roja” y el “Rey de las sombras”. Ahora están en la fortaleza de la “Torre blanca”, además, la llave está custodiada por “Dedalera” su guardiana desde su nacimiento.
    Orochimaru sonrió malévolo.
    —Los recuerdo, esos dos se interpusieron en mi camino para proteger a la madre del niño llave. Kushina, ¿no? Una mujer desesperada que en su último aliento protegió a su hijo con todo lo que tenía. —Una sonora y siniestra carcajada brotó de su pecho. —Así que mi Ari y el bastardo de Aliah aún no han despertado, bueno, pues tendremos que ayudarlos. ¿Al menos la tenemos a ella no?
    —Sí, señor
    —Tráela. —En la pared se abrió una puerta, por dónde entraron dos hombres enmascarados sosteniendo a una mujer pelirroja bastante magullada. —Oriana. ¿Cómo estás? Ha pasado tiempo desde que conseguiste escapar… ¿Dónde está la niña? ¿Dónde está mi hija?
    La mujer lo miró con unos ojos rojos brillantes furiosos prometiendo el infierno para ese hombre y deseando que su hija estuviera en buenas manos y a salvo.
    +++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
    Narra Sakura:
    Uno por uno fueron saludando a Angelique que miraba al mundo sonriente y curiosa. Hicimos sentar a Isabel en un sofá y Luc se quedó de pié detrás suyo. Estuvimos charlando de cómo había ido el parto y esas cosas cuando llamaron a la puerta. Lucian sonrió y abrió a una seria Directora y a una sonriente Evelyn. Todos abrieron los ojos sorprendidos al ver cómo Isa se levantaba y sosteniendo a la niña con un brazo, abrazó a las dos personas que acababan de ingresar en la sala.
    —Bienvenidos.
    Dijo Lucian a las dos mujeres a lo que la adulta respondió con una pequeña sonrisa y la menor con una sonrisa irónica. Evelyn se sentó al lado de Suigetsu, no sin antes, para la sorpresa de todos, revolverle el pelo, a lo que él contestó con una sonrisa. La directora en cabio, se mantuvo de pié.
    —Luc, ¿Se lo has contado ya?
    Dijo la imponente mujer con dureza, a lo que Lucian le dirigió una negación.
    —No. Chicos, creo que ya las conocéis. Son Evelyn Black y Tsunade Senju. Y como algunos habréis deducido no son humanas. Os presento a la “Torre blanca” y a “Dedalera”, dos preciadas amigas de la familia que ayudaron a proteger a Naruto. —El aludido las miró sorprendido a lo que Luc añadió. — La escuela de Tsunade es una tapadera para una de las mayores fortalezas de nuestra estirpe. En estos terrenos se encuentran muchos vampiros bajo su protección, aunque siguen normas muy estrictas y nunca se mezclan con los alumnos. Y ella es Evy, la protectora de Naruto desde que nació. La contratamos para que te protegiera al venir a una escuela fuera de nuestro lado, aunque nunca has estado solo o desprotegido.
    Evelyn le sonrió a Naruto, a lo que este se la devolvió poco convencido.
    —Es un alivio poder por fin dejar de fingir. No sabes las ganas que tenia de decirte lo que te voy a decir. —Inspiró con fuerza y empezó. — ¿¡Cómo se te ocurre hacer todas esas gamberradas!? ¿¡En serio!? ¡Colgarse del techo, hacer bombas caseras con Coca Cola y mentos, grafitis, meterte en peleas! ¡Y todo eso para qué! ¡Si peleas de pena! ¿¡Sabes por todo lo que he pasado estos 16 años intentado protegerte!? Y puede que ya lo sepas, pero eres un idiota rematadamente cabezota que me ha dado muchos dolores de cabeza en estos años. Y cuando todo parece calmarse, aparece tu hermana, bueno a ella no la culpo, por lo menos sus padres avisaron, y encima va y resulta que el sello se debilita y casi nos montas un pollo en la discoteca esa…Chico, sólo puedo decirte una cosa. ¡Me cago en tus muertos! Menudo infierno he pasado. He jurado protegerte con mi vida, si no fuera por eso hace años que habría dejado de sacarte las castañas del fuego y te habría retorcido ese pescuezo tuyo que tanto se me antoja estrangular.
    Durante todo el discurso, Naruto abría más y más los ojos y con cada frase se asustaba mucho más. La chica no se había reprimido un pelo, menudo carácter. No me extraña que su nombre en clave sea el de una flor venenosa, joder, que genio.
    —Bueno, una vez hechas las presentaciones, tenemos cosas importantes de que hablar. —Dijo la directora intentado disimuladamente calmar a Evelyn, cuyos ojos habían empezado a brillar como el filo de un cuchillo. A lo que Evelyn respiró hondo y se sentó en una silla que había en el despacho y se sentó al lado al lado de Tenten que estaba en el puf. —Orochimaru ha estado reclutando. Varios humanos y vampiros han desparecido. Incluso una de nuestras más preciadas aliadas. Oriana.
    — ¿Qué sabes sobre mi madre?

    hasta aqui el medio cap!!! cuado pueda me pondré en ello! pero estoy en medio de los trimestrales y no tengo tiempo de nadaa!!
     
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  19.  
    Rein

    Rein Once

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    ¡Me sigue encantando tu historia! Yo pienso que ya está empezando lo bueno-ttebane xD Bueno ahora mi opinión... ¡Al fin sale el tal Orochimaru! Lo que me agrada de él es que ya quiere que despierten Sakura y Sasuke... O como él les llamó: "La Princesa Esmeralda" y "El Portador de la Sangre"... ¡Me emociona en saber sus nombres de... ¿antes? x3 Pero... ¿qué querrá él con Sakura...? Mmm...
    ¡Así que Tsunade es vampiro! Vaya... No me la esperaba... Esa tal Evelyn... ¿Nunca apareció o sí? Lo único en lo que pienso es que estuvo vigilando a Naruto desde lejos... -o-
    ¡Morí al saber que morí protegiendo a mi niño hasta mi último respiro! ¡Eso sí es ser madre! xD
    Bueno... ¡Esperaré la conti con muchas ganas!
     
  20.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    1931
    Siento que el capítulo haya sido divido.... u.u' Pero como prometí.... aquí tienen la otra parte (siento que sea tan corto)
    ParteII
    — ¿Qué sabes sobre mi madre?— Todos nos giramos hacia Karin y lo que pasó a continuación fue muy rápido, incluso para mi vista de vampiro. Tsunade saló por encima del sofá para situarse delante de Karin con las uñas de la mano extendidas en forma de cuchillo, Suigetsu de situó entre las dos con la cara deformada, los colmillos bastante largos, casi llegaban a la barbilla, sus ojos se avisparon y brillaron violetas como dos linternas amenazantes, sus orejas se alargaron hacia atrás dándole un aspecto muy amenazante. Un sonoro gruñido de advertencia salió de su garganta poniendo de punta los pelos del cogote de los humanos, ya que seguramente el gruñido había despertado el más profundo instinto de supervivencia. Ese instinto arraigado a la existencia, primitivo. Entonces, ese gruñido removió algo dentro de mí, algo en lo más profundo de mí ser se removió. ¿Será Inner? No. Es otra cosa. Y perdí la consciencia.
    — ¡Basta!
    ¿Yo he dicho eso?
    Narra Isabel:
    Al ver saltar a Tsunade abracé más muerte a Angelique para protegerla, Luc también se tensó a mi lado al ver dónde iba la vampira. Y en menos de medio segundo ya estaba con un cuchillo apuntando a la garganta de la rubia. Evy había agarrado a Naruto, se había situado cerca de la puerta y lo protegía con su pequeño cuerpo, en posición de defensa y con un par de espadas gemelas, una en cada mano, atenta a cualquier movimiento que pudiera resultar amenazante para su protegido. Los humanos aún aturdidos por la rapidez con la que había pasado todo y el primitivo gruñido de mi hijo, estaban clavados en sus asientos. Sai protegía a Ino con su cuerpo y Tenten tenía una mano en el Abismo apunto para sacar cualquier arma. Sorprendentemente Sasuke se lo miraba todo impasible, aunque no sé si era debido al shock, mientras que Hinata aún buscaba dónde había ido Naruto.
    — ¡Basta!
    Gritó Sakura de golpe, la miré. No, ella no es Sakura. Sus ojos verdes tenían un brillo de media luna, que resultaba aún más amenazador que cuando brillan enteros, ya que significa que el vampiro cuyos ojos brillan así tiene el suficiente poder cómo para mantener bajo control a la bestia interior de los vampiros, y eso es algo que sólo consiguieron lo de la primera generación. Todo se quedó quieto al notal el aura que desprendía la chica. Ya que no teníamos delante a un vampiro cualquiera. No. Teníamos delante a Ari, la princesa esmeralda, el verdugo de Caín. Sinceramente sólo la vi una vez, cuando era pequeña y sintiendo ahora el aura que Sakura desprende, puedo testificar que no hay confusión. Es ella. De pronto Temari salió de Caín sabe dónde y Susurró algo en el oído de la pelirosa que hizo que esta se desmayara. Temari dejó a Sakura con Sasuke y le guiñó un ojo a él. Se giró y con una mirada dura y penetrante miró a Tsunade que seguía en la misma estática posición de ataque, con Suigetsu entre su víctima y ella y el cuchillo de Luc entre ella y Suigetsu. Tsunade poco a poco retrocedió y se arrodilló delante de Temari con la cabeza baja y las manos delante de las rodillas. Esperando su veredicto, esa es la posición de sumisión de un vampiro, bajas la cabeza señalando que no ves si dicha persona va a cortarte la cabeza y los brazos delante de las rodillas significan la completa derrota ante el otro, que no impedirás su sentencia o intentarás huir. Creo que se nos ha olvidado mencionarlo, pero Temari fue la creadora de Tsunade, por lo que la vampira le profesa un gran respeto y sumisión. Todos los vástagos lo hacen con sus progenitores. Temari relajó la mirada, por lo que la rubia se levantó mirando a su sire avergonzada. Yo miré a Evelyn y esta se relajó, al ser yo la hija del rey de los asesinos (y este no estar presente) estoy al mando de los de mi clan. Poco a poco Naruto fue yendo junto a Hinata, aún bajo la mirada de la pequeña vampira. El rostro de Suigetsu se recompuso y volvió a tener esa belleza tan característica de su padre y este guardó el cuchillo. Tenten sacó la mano del Abismo y fue hacia dónde estaban Sakura desmayada y Sasuke poniéndose de los nervios. Una vez relajados todos gracias a la intervención de la rubia Luc le preguntó a Tsunade.
    — ¿A qué ha venido eso?
    Tsunade respiró hondo y señaló a Karin acusatoriamente.
    — ¡Ella es su hija!
    Luc asintió serio y con tono neutral le contestó.
    —Lo sabemos, lo acaba de decir. Y tú misma has dicho que Oriana es una valiosa aliada.
    Tsunade negó con la cabeza y respondió aún con el dedo señalando a la pelirroja.
    —Es hija de ese demonio también. ¿O has olvidado todo lo que nos ha hecho?
    Luc palideció y yo noté como una rabia protectora se esparcía por mis venas. Lo sé, es una mezcla curiosa, pero soy su esposa y madre de sus hijos y eso me permite estar furiosa porque alguien le esté haciendo daño a alguien que amo. Con los dientes apretados fuertemente Luc respondió.
    —No, no he olvidado lo que nos ha hecho. Pero no es motivo para hacerle daño a alguien de la familia.
    — ¡Ella no es de la familia! ¡Ella es la hija del hombre que lo mató!
    Dijo Tsunade al borde de las lágrimas, Lu relajó su semblante y respiró hondo. Es verdad, Orochimaru nos ha hecho cosas horribles a todos. Mató al prometido de Tsunade, a su alma gemela y le lanzó una terrible maldición. Cada vez que su alma se reencarnara ella lo mataría bebiéndose toda su sangre. En realidad estamos esperando a que aparezca, en esta década está previsto que se vuelvan a encontrar, por supuesto estamos buscando una solución. El problema es que sólo Orochimaru puede deshacer la maldición. Pasados unos segundos de reflexión, Luc con tranquilidad dijo.
    —Es el alma gemela de mi hijo, no puedo dejar que la mates. Tu venganza no la concierne a ella.
    Tsunade tragó en seco y gruñó bajo, a lo que Luc contestó expandiendo su aura, cosa que hizo que a todos los presentes menos Temari y yo se les erizara el vello. Lucian centró su mirada en la rubia que le estaba desafiando y doblegó su mente. Tsunade hincó una pierna en el suelo resistiéndose al control de Luc, y en menos de un cuarto de segundo desapareció de la sala. Luc miró a Temari y esta asintió desapareciendo en busca de la rubia, no sin antes mirar a Karin y decirle con una cariñosa sonrisa.
    —Tranquila, no has hecho nada malo, es lo que tienen los italianos, que son muy apasionados y temperamentales. Se le pasará, tranquila hablaré con ella.
    Y diciendo eso desapareció. Luc se relajó notoriamente y volvió a retener su aura. Se sentó a mi lado y me dio un beso en la sien para calmarme y calmarse. Al igual que pasa conmigo el contacto del otro nos reconforta y tranquiliza. Tengo que hacer algo. Me levanté y todo me miraron, desde que Karin habló hacia ya un buen rato, ningún humano había abierto la boca. Creo que empezaban a ser conscientes que si se hubiera desatado una pelea sus vidas hubieran peligrado. Miré hacia Evelyn haciéndole una seña y fui hacia una pared para duplicarme y enviar a mi doble junto a mi hija, que sorprendentemente se había dormido en mis brazos pese a todo, al Abismo para que fueran a Alamut con mis padres. Al cerrar el portal me dirigí hacia la puerta y sentí sus presencias. Paseé la vista por la sala y sentí la inquietud de los jóvenes. Respiré hondo, lo mejor será no hacerlos esperar mucho.
    —Chicos, los que ahora van a entrar son unos viejos amigos que hemos llamado, os agradecería que porfabor esperarais al lado, ellos no están tan acostumbrados a retener su ansia como nosotros. —Los humanos se levantaron mirando indecisos a sus respectivas parejas, a lo que ellos contestaron con un asentimiento. Naruto se levantó también para seguir a Hinata hacia la otra sala cuando le dije. —Naruto, tú no, y Sasuke, tu tampoco. —Ambos me miraron sorprendidos, pero se sentaron. Tenten y Sai desalojaron los sofás donde estaban y se sentaron en uno, Luc se mantuvo levantado pero cerca de ellos. Con Naruto y Sasuke en medio del sofá flaqueados por Suigetsu, Sakura, Tenten y Sai abrí la puerta. Entraron cuatro hombres encapuchados. Llevaban una capa negra con una nube roja en medio de la espalda, el símbolo de la élite de los Tenebris. —Bienvenidos.
    Les dije, y estos se quitaron la capucha de la capa, para desabrochársela y dejarla al respaldo de un sofá donde los cuatro s sentaron. Luc se acercó más a los chicos y yo les ofrecí un vaso de whisky a cada uno.
    — ¿No nos presenta Dama Roja?
    Dijo Hydan. Yo le sonreí, siempre tan impaciente. Miré a los chicos y empecé.
    —Estos hombres son la élite de mi clan, representan a la división Akatsuki. Este de aquí tan impaciente es Hydan. —Dije señalando a un hombre alto de pelo plateado perfectamente peinado hacia atrás y ojos azules. Llevaba una camisa negra de vestir y pantalones de raya diplomática. —Él es Sasori. —El hombre bajito pero bien musculado de pelo rojo y ojos grises le guiñó un ojo a Sakura y esta por alguna razón se sorprendió. ¿Se conocen? Pero antes de que pudiera seguir Itachi se levantó y fue hacia Sasuke caminando lentamente y mirándolo cómo si viera un fantasma.
    — ¿Aliah? ¿Eres tú? —Sasuke lo miró sin comprender y Sakura puso un brazo delante de Sasuke intentando protegerlo y parecer amenazante. — ¿Ari?
    Lucian se interpuso en la trayectoria del pelinegro de ojos del mismo color y este se tensó.
    —Porfabor Itachi, siéntate. —Le pedí antes de que se armaran a palos en medio de la sala. Con lo orgullosos que son ambos…Tendría una pelea en menos de lo que canta un gallo. —Tengo muy poco tiempo y mucho que contaros. Primero, gracias por felicitarme el embarazo…No no intentes disculparte Hydan, lo sabíais perfectamente. Me ha dolido que lo sepáis. No me miréis con esa cara. Sí Itachi, ellos son las reencarnaciones de Aliah y Ari. Te presento a Sasuke y Sakura. Y él es Naruto, mi sobrino. Sí Sasori, el hijo de Kushina, el custodiado por la muchacha que no sé porque sigue en la otra punta de la sala. ¿Quieres venir? No muerden. Al menos no a vampiros buenos. —Dije con una sonrisa pícara. —Bueno, es hora de que os diga el porqué os he hecho venir.


    Hasta qui el 27!!! como siempre, si tienen alguna duda, pónganla en sus comentarios
     
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