Adios.

Notas de autor:​

HOLAS!!!!!! Mundo del mundo! jajajaja como extrañaba escribir :( pero ya no mas! pues dejare mi carrera :3 así que tendré mas tiempo! solo eso! se les quiere mucho!

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“Sakura parece un ángel con ese vestido blanco” se dijo el muchacho de cabellos rubios.
La muchacha se detuvo enfrente y se levanto de puntitas rodeando con los brazos el cuello de su novio. Ambos se sonrieron alegres. Se besaron con ternura. Un beso cortó. Al separarse ella le tomo la mano izquierda.
- ¿Por qué tienes las manos tan frías?
Recién se habia percatado del hielo que estas emanaban. Ella no le contesto y con la mano sujeta aun, comenzó a caminar. A el no le importo, ya estaba acostumbrado, ella siempre lo hacia. Llegaron a un parque, los colores eran increíbles, los árboles tenían hojas otoñales de tonos ámbar, rojizas, cobrizas y una que otra de color verde, un verde muy opaco. Algunas estaban tiradas sobre el pasto que siempre relucía verde esplendoroso. Parecía una alfombra de hojas otoñales. Se sentaron bajo uno de los árboles del parque tomados de la mano.
- Me gusta el otoño… – dijo la muchacha como hablando sola.
- A mi también… – le dijo mirándola.
- ¿Cuánto tiempo más crees que estaremos juntos? – le pregunto seriamente.
- ¿Por qué me dices eso? ¿Cómo quieres que lo sepa? Yo no veo el futuro Sakura – le contesto serio y algo enfadado, no le gustaba que ella hablara de esas cosas.
- Algún día ya no nos querremos de esta forma Kunimitsu… – le entrego una sonrisa.
- Ese día aun no llega…
- Pero llegara.
- ¿Quién dice? – la miro a los ojos – Yo digo que no llegara…
- ¿Cómo sabes?…Tu no ves el futuro – le dijo ingenua.
- Sakura… ¿Por qué haces esto? ¿Es que acaso ya no quieres seguir siendo mi novia? – le hablo con gran tristeza.
- ¿Qué te hace pensar eso? – le pregunto como si nada, ni cuenta se dio de la afección del otro.
- Tu tema de conversación ¿Por qué últimamente me hablas de esto?
- No lo se…solo es un tema mas…solo busco conversación – le dijo al entregarle una sonrisa, pero el otro aun así se percato del profundo dolor que se albergaba en lo mas profundo del corazón de su amada.
- Nada de eso… – se acerco mas y la abrazo por la cintura – te pasa algo…lo se ¿Tienes algún problema?
- No.
- ¿Entonces? Sakura, se que estas triste por algo, dime que te pasa – le suplico.
La otra mantuvo el silencio, no se movía y no despegaba la vista del suelo arenoso, su respiración se hizo lenta y apenas se sentía, mantuvo una sonrisa en sus labios. El otro se quedo mirándola, le gustaba ver el perfil de Sakura y recorrerlo lentamente, siempre encontraba alguna cosa nueva, su frente tan blanca y suave, daban ganas de posar las manos encima por siempre y así tratar de que algo de esa suavidad se contagiara; su nariz respingada, empinada al cielo tratando de alcanzar las nubes, era delgada y pequeña, tenia unas pecas muy tupidas color chocolate encima al igual que en las mejillas, justo debajo de los ojos… los ojos ¡Esos ojos! Ese par de esmeraldas tan brillantes y grandes adornados por pestañas crespas y negras ¡Como lo enloquecían! tanto o mas que los labios de la muchacha, siempre suaves y calidos. De pronto volvió la vista a los ojos y algo extraño fue lo que encontró, agua, una lagrima, dos, tres, cuatro, muchas, muchas lagrimas salían de los ojos de la muchacha; la imagen lo impacto, nunca la habia visto llorar, siempre que la veía estaba feliz, sonriendo y ahora, ahora la tenia abrazada y ella estaba llorando…¿Qué le pasaba?...No supo como reaccionar, por un momento solo la observo petrificado, escuchaba los sollozos y veía como de vez en cuando se estremecía por falta de aire, luego solo atino a apretar mas el abrazo, por un minuto se arrepintió viendo como a la muchacha le faltaba el aliento, pero después lo intensifico – “¿Qué ocurre Sakurita?” – Pregunto afligido a media voz –“Estoy aquí mi pequeña” – le dijo dentro de su mas absoluta pena, sabia que no le agradaba que le dijeran pequeña – “Estoy contigo, aquí me tienes, solo dime que puedo hacer y juro que así será…solo dime” – suplico. Su cara se lleno de la más profunda pena ¿Es que habia hecho algo mal? ¿Es que Sakura ya no quería estar con el y lloraba por no saber como enfrentar un rompimiento? Los pensamientos que inundaron su mente eran los peores que uno podría tener en un momento de desesperación.
- No. Estoy bien Kunimitsu – susurro apenas la voz a medio quebrajar de Sakura.
Se aparto un poco de su novio y con las mangas del suéter que usaba, se seco el camino recorrido por las lagrimas, aclaro un poco su garganta. Kunimitsu no lograba comprender, no hacia mas de dos segundos lloraba aparentemente sin control y ahora estaba ahí sentada con una con expresión serena.
- ¿Por qué llorabas Saku? – le pregunto con el mayor miedo de que esta volviera a romper en llanto.
- Las mujeres son así…
- No tú.
- ¿Cómo lo sabes? Nos conocemos hace mucho, pero no sabes todo de mi.
Kunimitsu quedo atónito con la reciente revelación de la muchacha, era cierto, ellos llevaban mucho tiempo conociéndose, pero la verdad no sabia mucho de ella.
- “Debo decirte algo muy importante” – le dijo con suavidad tomando la mano del muchacho – “¿Qué cosa?” – Le pregunto mientras la observaba con una expresión vacía – “Me iré…” – aquellas palabras sonaron en la mente de Kunimitsu como espadas enfrentándose a muerte en una batalla infinita.
- ¿Cómo? – apenas pudo decir.
- Me iré…lejos, más de lo que me gustaría.
- No.
- Si…y no podemos evitarlo – le hablo con parsimonia y algo de frialdad aprendida.
- Claro que podemos – le dijo con algo de furia en los ojos.
- No, no podemos mi amor…es algo, algo que no puedo evitar, y créeme que quiero evitarlo. - ¿Por qué?
- Porque…a veces el deber va mas allá del placer…
- No…no, no, no, no, no… - repitió una y otra vez Kunimitsu, negando con la cabeza, mirando el suelo, cerrando los ojos hasta más no poder para contener las lágrimas y sin entender mucho. Sakura pasó sus manos por la cabellera del Capitán, este gesto abrumaba más al Buchou…¿A dónde debía ir Sakura? ¿Con quienes se iría? ¿Su familia o habia alguien más? Entonces, ella si quería terminar con el.
- Sakura – dijo con un hilo de voz - ¿Es que quieres terminar conmigo?
- …
- Respóndeme…por favor – suplico el muchacho mirando fijamente a los ojos de la otra.
- Si – no titubeo al responder y no dudo en mirar a los ojos del Capitán.
La respuesta sonó tan fría y cortante de parte de la otra que el capitán Tezuka dudo por un segundo de que fuera ella la que lo decía, pensó con algo de gracia que de tanto estar juntos se le pego un poco de su frialdad. No se hablaron por un momento.
El frió de las manos de Sakura le traspasaba el cráneo, pero no quería decirle que lo soltara, si ya no estarían nunca mas juntos, prefería sufrir un poco mas el gélido calor de la muchacha a no sentirla desde ese momento. De pronto el frió se disipo, y es que Sakura lo dejo; lo miro con pena y se le acerco mucho. Hizo que su mejilla rozara la mía, su rostro estaba tibio y suave, su aroma me llenaba los pulmones y me dijo en voz baja - “Me marcho, no lo olvides nunca…” - y mientras se levantaba dijo algo mas, en voz mas baja todavía, casi en susurros; no la escuche y se fue caminando de mi vida, tan despacio como cuando llego. No pude evitar llorar al verla desaparecer. ¿Hacia donde se fue? No lo se; ¿El por qué? Tampoco; ¿Con quien? Nadie lo sabe…lo único que me hace sentir tranquilo es pensar que aquello que me susurro al levantarse fue un “yo te amo”.