Me gustaria decirte: Te Amo.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Meitantei-kun, 31 Octubre 2011.

  1.  
    Meitantei-kun

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    Título:
    Me gustaria decirte: Te Amo.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    713
    Cap. 1

    Aquel día parecía tan normal, un sol que no te quemaba y una brisa que no te helaba. Nuestra historia comienza en un pueblo el cual la memoria no me permite recordar, pero la historia la recuerdo como si fuera mi nombre.
    -¡Carl! ¡Carl!, ¿podrías venir a ayudarme?- Gritaba una madre a nuestro protagonista.
    Él se encontraba leyendo un libro bajo la sombra de un árbol y al escuchar el llamado se dirigió al lugar donde provenía.
    Al llegar encontró su madre tratando de levantar una caja inútilmente. Al ver esto la ayudo al mismo tiempo que decía:
    -El doctor dijo que no hicieras mucho esfuerzo ya que terminaras peor-
    -El doctor puede decir lo que quiera, aun puedo hacer muchas cosas.- Se defendió adolorida la mujer que respondía al nombre de Beatriz.
    -¿Dónde está papá?- Pregunto el joven.
    -Fue al mercado y de paso a traer al estudiante de intercambio.- Respondió su madre.
    Solos madre e hijo comieron y esperaron, sin muncho que hacer, la llegada del hombre de la casa y al estudiante de intercambio.
    Habían dado las 8:30, justo unos minutos antes se cenar, cuando llegaron los personajes anteriormente mencionados.
    Se trataba de un hombre alto y fornido, en su uniforme resaltaban las letras: W. A. inc. George Laos.
    Y del estudiante de intercambio, que no era un estudiante sino una estudiante. Castaña, de ojos color café y su rostro reflejaba alegría y optimismo.
    -Dejen que les presente a Susan, estará con nosotros un tiempo.- Dijo George con una voz ronca.
    En ese momento Carl sintió como si no estuviera en ese planeta, como si estuviera caminando en las nubes. El trance de Carl se rompió por su madre que se presentó primero:
    -Es un placer conocerte, yo soy Beatriz Laos, pero llámame Beatriz.-
    -Mucho justo, yo soy Carl Laos, bienvenida.- Se presentó Carl.
    -Es un placer conocerlos, me llamo Susan Neil.- Añadió la chica.
    -Carl, porque no ayudas a Susan con el equipaje.- Propuso George.
    Carl obedeciendo levanto las dos maletas mientras guiaba a la joven a su habitación. Cuando la chica termino de instalarse, todos bajaron a cenar y los Sres. Laos le dieron las indicaciones correspondientes.
    -… Recuerda tener la ventana cerrada o te congelaras, por la mañana ponte un abrigo, no te acerques mucho a los perros…- La pareja fue interrumpida por su hijo.
    -Vamos, acaba de llegar, le empezara a doler la cabeza.- Dijo Carl.
    -Si es cierto, será mucho mejor si lo aprendes por ti misma.- Acepto la señora Laos.
    -En fin, creo que ya es hora de dormir.- Sugirió el Sr. Laos.
    Los 2 jóvenes obedecieron y tomaron rumbo a sus habitaciones, las cuales quedaban una al lado de otra.
    -Las 6:30 es la mejor es la mejor hora para levantarse, así llegaremos temprano.- Advirtió el joven.
    -Muchas gracias, que pases buenas noches.- Agradeció la joven antes de entrar a su habitación.
    Carl de tiro en su cama y miro hacia el techo, tenía una sensación extraña en su estómago, pero estaba muy cansado, cerró los ojos y durmió.
     
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1073
    Cap. 2
    Es por la mañana en la casa de los Laos.
    Si que tenían razón, eran las 6:00 A.M. y Susan se vio forzada a salir de la cama por el frio. El despertarse completamente no fue problema, el problema para ella era escoger algo cálido pero lindo.
    Una vez lista, bajo a el comedor, se llevó la sorpresa que ahí se encontraba Carl leyendo aquel libro que parecía interesante.
    -Buenos días.- Dijo sin mirar atrás.
    -Buenos días, ¿Dónde están tus padres?- Pregunto Susan.
    -Papa sale temprano a trabajar y mama tiene un problema en la espalda.- Respondió levantándose y sirviéndole leche con chocolate a Susan.
    -Gracias, y ¿te quedas solo por las mañanas?- Volvió a preguntar la chica dándole un sorbo a el chocolate.
    -La mayoría de las veces,- Respondió recogiéndose la manga para mirar su reloj.-Tenemos que irnos o llegaremos tarde.-
    El camino de casa a la escuela era algo largo, les habría llevado 20 min. Llegar, tiempo que Carl uso para señalar algunos lugares del pueblo.
    -…Y haya esta la tienda del señor Roger, a la esquina unas 3 cuadras está el campo de softball…-El chico fue interrumpido por la joven castaña.
    -Sabes algo, me gusta este lugar, si no fuera por el frio diría que me enamore de este pueblo.-Confeso Susan.
    -Dime, ¿de dónde eres?—Pregunto Carl.
    -Vengo de una gran ciudad de Kentucky, estar en este pueblo es como liberarme de encima el estrés.-Respondió la castaña.
    Con esa charla se les fue el tiempo de camino y llegaron a aquella escuela secundaria. Era un lugar grande, frio y las nubes de la mañana oscurecieron los colores, haciendo parecer a la escuela una mansión abandonada.
    Extrañamente, todos los alumnos reían, unos jugaban a algo, otros se sentaban en el pasto a charlar y otros solo entraban a la escuela.
    Como es típico en la mayoría de las escuelas, los del grado superior custodiaban la entrada, unos no los tomaban en cuenta, otros los veían como brabucones, pero algunos los miraban como guardianes protectores de la calma.
    Aunque el exterior era tranquilo, el interior era un caos, chicos corriendo por todos lados, el abrir y cerrar de casilleros y el hablar de las personas. Todo hizo recordar a Susan el caos de la selva urbana.
    -Tu solo no te separes de mi.-Advirtió Carl.
    Para evitar complicaciones y problemas, el director asigno a Susan un casillero al lado del de Carl y su mismo horario.
    -¿Cómo resistes aquí? Es todo un caos.-Dijo Susan.
    -Con el tiempo te acostumbras.-Respondió el chico.
    En ese momento se escuchó el timbre para la primera hora.
    -Bienvenida, mucho gusto, es un placer…-Fueron algunos saludos que recibió Susan al llegar a la clase.
    El día transcurrió normal, para Susan era relajante, ya que, de donde ella provenía las clases eran más duras. Pero no importa donde se encuentre, las matemáticas siempre serian su peor pesadilla.
    -No puede ser.-Pensó Susan fingiendo tranquilidad.
    De vez en cuando Carl le lanzaba una ligera sonrisa, Susan le respondía con lo mismo, aunque en el fondo estaba preocupada, no quería dar una mala primera impresión.
    Su temor se agrando al ver que el profesor buscaba a un voluntario por el área de Susan. El problema era una serie de multiplicaciones y divisiones, sumas y restas.
    La chica solo intentaba no soltar su expresión de “No entiendo nada.”, cuando el profesor señalo cerca de ella. Su temor disminuyo al ver que se trataba de Carl quien estaría enfrente de la clase.
    Atónita, vio como Carl pasaba fácilmente el gis en el pizarrón y escribía la respuesta, mayor fue su sorpresa cuando el profesor dijo: “Excelente.”
    Antes que Carl llegara a su lugar se escuchó la chicharra de salida.
    Mientras salían, Carl noto la expresión de Susan hacia él.
    -¿Qué?-Pregunto el chico.- ¿Tengo algo en la cara?-
    -No, no es eso, lo que pasa es que no puedo creer que resolviste ese problema.-Respondió la chica.
    -¿Eso?, digamos que se me facilitan las matemáticas.-Confeso Carl.
    Mientras Carl le comentaba a Susan sobre eso, una chica hermosa, alta, de pelo negro y vestida a la moda (por así decirlo), se lanzó a abrazar a el adolescente.
    -Carl, ¿Cómo te va tesoro?-Pregunto en tono de amor a el chico.
    -Sofía, ya hablamos de esto y quedadnos que no me abrasarías de sorpresa.-Dijo el chico intentándose liberar.
    -¿Quién es ella?-Pregunto con celos la chica impertinente.
    Al fin, el chico se liberó y se fue al lado de Susan.
    -Ella es Susan, es la estudiante de intercambio que se está quedando en mi casa.-
    Sofía observo de pies a cabeza a Susan, pero antes de que pueda decir algo se percató que un chico le hacía señas para que fuera.
    No se hizo ninguna pregunta, todo comenzó medio camino antes de llegar a casa.
    -Esa chica…-Comenzó Carl.-…es Sofía Martínez, la conozco desde preescolar y hace unos días me pidió que fuera su novio, al negarme intenta alejar a todas las chicas de mi alrededor.-
    -Una chica enamorada hace mucho por su amado,-Comento la castaña.-digo, yo lo haría.-
    -Dime, ¿tú dejaste a alguien haya?-Pregunto el chico.
    La chica quedo en silencio e inmediatamente Carl pidió disculpas.
    -No hay problema,-Respondió la chica.-solo no lo vuelvas a comentar.-
    El resto del trayecto fue en silencio, solo se escuchaba el sonido del viento y unos cuantos sonidos distantes.
     
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
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    797
    Cap. 3
    Al llegar a casa, Susan se preguntaba dónde estaban los señores Laos.
    Pero antes de poder preguntar, Carl como si pudiera leer su mente, le contesto:
    -Cada primer lunes del mes salen al hospital para hacerle unos exámenes a mamá.-
    -¿Qué es lo que tiene?-Pregunto Susan.
    -Tiene una erosión en la pelvis y el cuello, o algo así.-Contesto Carl.
    La chica, al dirigirse a la cocina encontró una nota. Se la dio al chico y este la leyó en voz alta.
    Carl,
    Necesito que vayas por unas cosas, si no es molestia lleva a Susan a conocer más detalladamente el pueblo.
    -También dejo una nota.-Anidio la chica.
    Ambos jóvenes salieron rumbo a el centro del pueblo, donde se encontraba el mercado.
    Susan solo se dejaba guiara por el chico, mientras este compraba las cosas y le mostraba más detalladamente el pueblo a la chica.
    En un descuido de ambos, Susan quedo algo distanciada de Carl, al dirigirse a donde se encontraba el chico, choco con un muchacho más o menos de su edad.
    Se trataba de un chico joven (como ya mencione), de pelo negro y de unos 1.65mts de estatura.
    -Lo siento dulzura.-Dijo con mirada seductora aquel chico.
    -No hay problema, solo ten más cuidado.-Contesto Susan levemente.
    -Eres nueva aquí ¿no?,-Pregunto el joven.-permíteme llevarte a conocer el pueblo.-
    -No gracias, ya tengo alguien que me guie.-Contesto Susan encaminándose hacia Carl.
    -Insisto.-Dijo el pelinegro agarrando del brazo a la chica.
    Carl se percató de la situación en que se encontraba Susan, así que fue a donde estaba.
    -¿Necesitas algo Jake?-Pregunto amenazante Carl.
    -No, él ya se iba.-Dijo Susan liberándose del agarre del chico.
    -¿Tu eres el que está guiando a esta preciosa?-Pregunto con sarcasmo.-No sé por qué pierdes el tiempo con el dulzura.-
    -Mejor vámonos.-Propuso Susan.
    -Sí, mejor vámonos.-Dijo Jake tomando del brazo a la castaña.
    -Sera mejor que la sueltes.-Amenazo el compañero de la chica.
    -¿Porque no me obligas?-Contesto Jake.
    -Yo no quiero ir contigo.-Se intentó liberar Susan.
    Al ver que la chica se intentaba liberar, Jake tomo con más fuerza a Susan.
    -Te digo que la dejes.-Advirtió Carl.
    -Oblígame.-Dijo el otro chico apretando más a Susan.
    -Suéltame.-Insistió la chica.
    En el momento que Jake se retiraba (aun sosteniendo a Susan), Jalo muy fuerte a la chica haciendo que se lastimara y soltara un gemido de dolor.
    -¡Te dije que la sueltes!-Grito Carl lanzándole a Jake un puñetazo en el rostro.
    La fuerza de aquel golpe fue tal, que hizo sangrar a Jake por boca y nariz.
    -Me las vas a pagar.-Amenazo el chico golpeado retirándose.
    Por otro lado Carl revisaba el brazo de Susan para ver si estaba lastimada.
    -Por favor, no le digas esto a mis padres.-Pidió el chico.
    La chica solo asintió con la cabeza.
    Mientras los jóvenes retornaban a casa, a unos 20mts. Se encontraba una chica observando todo.
    -No veo porque el interés en el.-Dijo Jake que se aproximó a la chica la cual se trataba de Sofía.
    -Tu no entiendes los intereses de chicas.-Contesto.
    -Con esto se rompe la garantía de “sin golpearlo”.-Advirtió el chico aun adolorido.
    -Solo que no sea en la cara,-Contesto Sofía.-No quiero que se arruine es cara.-
    Mientras tanto, mas lejos de aquellos personajes, Carl y Susan se encaminaban a casa.
    -¿Quién era el?-Pregunto Susan.
    -Se llama Jake Direl, estudia en nuestro mismo nivel pero en el salón “B”.-Contesto Carl.
    -¿No se llevan bien?-Volvió a preguntar la chica.
    -No, desde preescolar le quería dar un golpe.-Contesto el muchacho.
    -Me alegra haberte ayudado a lograr eso.-Dijo con humor Susan.
    -Sí, te lo agradezco.-Respondió el chico.
     
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    divafan

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    Bueno antes que nada dejame decirte que tu historia parece muy interesante y veo que en cuanto a acentos no te faltaron, solo que te recomiendo algunas cosas entre ellas la siguiente:
    Tu usas para los diálogos guion corto a lo cual lo correcto y la presentacion de tu fic la hace mejor es usar guion largo.

    Lo correcto es como abajo:

    Tambien note que pones mucho dialogo y muy poca descripción, te sugiero que para hacer mas interesante tu fic y hacer que el lector imagine mas los sucesos, describas mas los sentimientos de las personas, las características de los lugares donde ocurren las cosas, los sentimientos de los personajes algo así:
    Original:

    Podria ser algo como esto:

    Es un ejemplo, tambien separa los dialogos un poco mas, para hacer mas facil la lectura.

    Bueno supongo que es todo... buen fic y espero y me avises en la continuación adiós.
     
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    Entendido y anotado, solo una duda ¿comó se pone el guion largo?
     
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  6.  
    Meitantei-kun

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    Me gustaria decirte: Te Amo.
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    Romance/Amor
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    760
    Cap. 4
    Esta escena no ocurre en aquel pueblo, sino que en un vago recuerdo de Susan.
    Aparece la chica en una tienda de regalos, el encargado le da algo al parecer envuelto, la chica camina por la calle alegre, cargando aquel obsequio.
    Al momento de llegar a un parque, Susan se detiene, acaba de ver algo triste y se aleja lentamente.
    Todo llega a la mente de la chica mientras reacomodaba unas cosas en su habitación.
    -¿Qué es eso?-Pregunto Carl que se encontraba recargado en la puerta.
    -Nada importante.-Contesto la chica escondiendo algo y continuando su labor.
    -Todo en la vida es importante, hasta esas cosas minúsculas, pero no te obligare a que me lo digas.-Comento el chico retirándose.
    Pasaron unas horas y todos se reunieron en el comedor para cenar. Al momento de empezar todos se dieron cuenta que Beatriz no se disponía a cenar.
    -¿No vas a cenar mamá?-Pregunto Carl.
    -No hijo, tengo mucho que lavar.-Contesto la mujer.
    -Por lo que sé, no debería hacer mucho trabajo Beatriz.-Dijo Susan.
    -Susan tiene razón, por eso te compre la lavadora.-Insistió George.
    -Esa máquina no me agrada, además es mejor hacerlo a mano.-Dijo Beatriz antes de salir.
    -¿No piensan hacer nada?-Pregunto la castaña.
    -Cuando es mujer se propone hacer algo, no está en paz hasta que lo haga.-Comento George.
    Así, sin la mujer de la casa, todos terminaron de cenar y los jóvenes emprendieron el camino a sus respectivas habitaciones.
    -¿No tienes miedo que le pase algo peor?-Pregunto la chica.
    -Si, pero no entiende de razones, por eso intentamos que no tenga mucho trabajo.-Contesto Carl.
    -¿Que el lo peor que pueda pasar si sigue así?-Pregunto Susan.
    -No lo se.-Contesto el muchacho.
    Con esa respuesta, Carl y Susan entraron a sus habitaciones, aunque Susan no entendía porque en su estado Beatriz no dejaba de trabajar.
    Como todas las mañanas, Susan se levantó por el frio. Y al igual que todas las ocasiones Carl ya se encontraba en la cocina. Pero había algo, Carl solo estaba sentado, pensando.
    -¿Qué pasa?-Pregunto Susan.
    -Es mamá, en la madrugada se despertó por un dolor y ella junto con papá se fueron al hospital.-Contesto el chico.
    -¿Esta grave?-Pregunto la castaña.
    -No lo sé,-Contesto algo desanimado el muchacho.-será mejor que vayamos a la escuela.-
    El día escolar transcurrió normal (por así decirlo), Susan noto que Carl no tenía su “toque” de todos los días.
    Al salir era igual, Carl no emitía sonido ni señal de estar “conectado” al mundo. La meditación del chico se vio interrumpido por Sofía.
    -Cariño, ¿Qué te pasa?-Pregunto Sofía.
    -No es nada Sofía, no te preocupes.-Contesto con desanimo el chico.
    Aun no convencida, la chica insistió.
    -A ti te pasa algo, dime ya que es.-
    -Lo que pasa es que la Sra. Beatriz sufrió un dolor.-Contesto Susan al ver que Carl no respondería.
    -Eso es una mala noticia,-Dijo la pelinegra.-pero no te pongas así, veras como se recupera.-
    -Chicas, no es por nada pero, me gustaría estar solo.-Pidió el chico.
    Ambas chicas vieron como el chico se retiraba con rumbo a quiensabedonde.
    -¿Segura que eso es todo lo que pasa? ¿Por qué creo que tu hiciste algo para ponerlo así?-Cuestiono la peli negra a Susan.
    -Pero… ¿Pero cómo se te ocurre discutir en un momento como este?-Pregunto Susan.-Carl tiene un problema y se te ocurre discutir.-
    -Creo que tienes razón, estoy mal en esto, en fin, iré a investigar más sobre el tema.-Anuncio Sofía, ya así como llego se fue.
    Aunque Susan no pudo dejar de preguntarse ¿Qué era lo que pasaba?, tal vez Carl no le había contado todo.
     
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  7.  
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    759
    Cap. 5
    Habían pasado horas y aun no regresaba ningún integrante de la familia a casa. Susan se preguntaba ¿Qué está pasando?, ¿Estará bien Beatriz?, ¿Dónde estaba Carl?
    Todas esas preguntas la invadían cuando escucho el abrir de la puerta, Se trataba de Carl, seguía con los mismos ánimos que en la mañana, se notaba que estaba cansado, cosa que indica que había caminado una larga distancia.
    -¿Dónde estuviste?-Pregunto preocupada la chica.
    -En un lugar donde pueda pensar.-Contesto el chico dejando caer su mochila al suelo.
    -¿Sabes cómo sigue Beatriz?-Pregunto Susan.
    La pregunta pareció molestarle a el chico ya que no quería hablar sobre el tema. Pero con voz esforzada contesto:
    -Si, al parecer ha empeorado su situación, solo queda esperar a que los doctores den su diagnóstico para poder hacer algo.-
    Esa respuesta no sonaba para nada alentadora, al no tener un diagnóstico preciso no se sabe que se tiene que hacer.
    La chica no sabía que hacer para poder regresarle los ánimos a Carl, lo único que se le ocurrió fue darle un fuerte abrazo al mismo tiempo que decía:
    -No te preocupes, ella se pondrá mejor.-
    Ese abrazo pareció funcionar un poco, pero no fue suficiente para devolverle la alegría al muchacho.
    -Me gustaría darme un baño.-Comento el chico fingiendo una sonrisa de tranquilidad.
    Mientras Carl estaba tomando la ducha, el teléfono recibió una llamada; Susan observo el identificador de llamadas este decía: Cel. George.
    -Hola.-Contesto la chica.
    -Susan, eres tu ¿Dónde está Carl?-Pregunto el señor en tono apresurado.
    -Se está duchando, ¿Qué necesita decirle?-Contesto la castaña algo preocupada por el tono del señor.
    -Dile que venga al hospital, quiero tratar este tema con el.-Contesto George cortando la llamada.
    Susan estaba en realidad preocupada, ¿Le había ocurrido algo malo a Beatriz? y en ese caso, ¿Qué tan grave sería?
    Esas preguntas fueron borradas de su mente tras usar la idea que estaba pasando lo peor, Susan intento deshacerse de esa idea pero esta rodaba por su mente una y otra vez.
    Para la suerte de la chica, Carl al llegar la libero de sus pensamientos.
    La ducha pareció haberle cambiado los ánimos, se veía renovado y tranquilo, Pero ¿Cómo decirle que se dirigiera al hospital, eso dejaría a el chico como en el principio de todo esto.
    Finalmente la chica se armó de valor para decirle:
    -Carl, acaba de llamar tu padre, dijo que te dirigieras al hospital.-
    Tenía razón en estar preocupada, al momento en que Carl escucho esas palabras su ánimo decayó como nunca.
    -¿Qué tan grave es?-Pregunto preocupado el muchacho.
    -No me dijo, solo que quería tratar un asunto contigo.-Respondió Susan.
    El chico rápidamente tomo su chaqueta e hizo señas a Susan que lo acompañara. El camino hacia el hospital fue tomado con paso apretado. Cuando al fin llegaron George los estaba esperando impacientemente.
    -Papá, ¿Qué pasa?-Pregunto Carl tomando de los antebrazos a su padre.
    -¿La Sra. Beatriz está peor?-Pregunto Susan.
    -No, no ese eso; Lo que pasa es que los doctores nos dijeron que este hospital no cuanta con las instalaciones adecuadas. Así que la llevaran a la ciudad.-Explico George a los muchachos.
    -¿Y a donde tendríamos que ir_?-Pregunto apresurado el chico.
    -No tendríamos, tendremos.-Contesto el señor.-No quiero que ni tu ni Susan se distraigan de sus estudios por este problema.-
    Con estas palabras, Carl solo dio una seña que estaba de acuerdo. George tomo rumbo hacia el interior del hospital seguramente para firmar algún permiso especial.
    Carl intentaba no sucumbir ante el dolor y la tristeza de ya no poder ver a su madre por culpa de esa enfermedad.
    Los chicos regresaron a su hogar, Carl estaba triste por el no poder ver a su madre, pero a la vez feliz ya que así se curara más rápido
     
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    925
    Cap. 6
    Ya ha pasado una semana desde que los Sres. Laos se fueron, Carl no parece afectado por la ausencia de sus padres es más, esta despreocupado.
    Los chicos están al cuidado de Jess, una amiga de la familia.
    -¿Pero cómo puedes estar así?-Pregunto Susan al ver que Carl estaba como si nada y ella no dejaba de pensar en el estado de la señora Beatriz.
    -¿Así cómo?-Contesto el chico que estaba leyendo un libro.
    -Pues así, tranquilo.-Dijo la castaña.
    -No tengo porque preocuparme, mi madre esta con mi padre y los doctores,- Comento el chico.- además, preocupándome no lograre nada.-
    -Sabes, abecés pienso que eres un robot.-Comento Susan.
    -Tal vez lo sea.-Agrego Carl lanzándole una sonrisa despreocupada a la chica.
    -Dejen de hablar y vengan a comer.- Dijo la señora que estaba cuidando a los chicos.
    Carl y Susan se sentaron y la señora se retiró ya que tenía que ir a su casa a atender a su propia familia.
    Al dejarlos solos la chica continúo:
    -¿Cómo es que estas tan despreocupado?-
    -Solo me preocupo por los exámenes.-Respondió el chico preparándose para comer.
    -¿Y eso te basta para desviar tus pensamientos?-Cuestiono Susan mientras comía.
    -Claro, ciertamente;- Contesto el chico.- pero desviando el tema, cuéntame algo de tu vida en la ciudad.-
    La chica casi escupió la comida por la inesperada petición, pero termino contestando:
    -¿Porque de pronto el interés en eso?-Pregunto la chica reponiendose del raspón de garganta.
    -Simple interés.-Contesto el chico dándole un sorbo a su bebida.
    -Muy bien, ¿por dónde empiezo?-Pregunto la chica ya repuesta de su dolor.
    -Por donde creas conveniente.-Contesto Carl.
    -Bueno,-Empezó.-como todas las personas en la ciudad, tenía una rutina que me guaba cada día. Mi madre salía cada mañana a su trabajo en el gimnasio, mi padre salía rumbo a oficina al despertarme, así que desde pequeña aprendí a ser autosuficiente. Así solo nos quedábamos mi hermano y yo. Mi hermano es el típico hermano deportista-mayor que me trataba como a una bebe para fastidiarme. Por lo general me sentaba sola en el autobús que me llevaba a la prisión que se le conocía como colegio,-No era nada parecido a este colegio- pero lo bueno de todo es que me encontraba…-
    -Por favor detente.-Interrumpió el joven algo molesto.
    -¿Por qué? ¿Dije algo malo?-Pregunto la castaña al ver la expresión de Carl.
    -No solo que… disculpa lo que te voy decir pero, tu vida no tenía nada de dulzura,-Comento el muchacho con rapidez.-tus padres no estaban, tu hermano básicamente vivía para molestarte, dime al menos que tus amigos tenían esa dulzura que a tu vida le faltaba.-
    -Bueno,-prosiguió.-mis amigos y yo siempre regresábamos caminando, aún recuerdo el lago de la vida –así decidimos bautizarlo-, era fenomenal. Pero mis amigos eran lo mejor en aquel lago, Jack era el que nos protegía, el responsable; Tom era el intelectual, él nos decía que nos convenía y cuando hacerlo; Vanessa era la que nos daba el toque mágico; Fanny era la que nos conseguía lo mejor, conciertos, fiestas, discos. Eso si todo con medida y nos teníamos que comportar bien para que nos dieran el permiso; Yo era la persona que nos mantenía unidos, arreglaba todas las peleas que había entre nosotros.-
    -¿Y los extrañas?- Pregunto el muchacho que al escuchar cómo eran los amigos de Susan pareció calmarse.
    -La verdad, es la primera vez que los recuerdo desde que llegue aquí.-Contesto Susan que se deprimió un poco.
    -Bueno, tú eras la que los mantenía unidos,-Dijo el chico al ver como se encontraba la castaña.-eras la persona más importante en el grupo.-
    El día transcurrió normal, a excepción de Susan que se encontraba algo triste.
    Al día siguiente,
    Es de mañana y ambos chicos se han levantado muy temprano, ¿¿Por qué? Porque es el día de exámenes. El termino del segundo momento de clases, si aprueban serán dos semanas de descanso y diversión correspondientes a las dos últimas semanas del mes de diciembre, pero si reprueban, tendrán esas dos semanas de clases corregidoras y se perderán la navidad.
    -Te advierto los dos últimos exámenes –Biología y Matemáticas- son los más difíciles,-Advirtió el chico que se estaba sirviendo algo de cereal para el desayuno.- cuando termines español, date un descanso para que tu cerebro se acomode un poco.-
    -¿Por qué te preocupas por mi calificación?-Preguntó la chica algo apresurada ya que pensaba que se les hacia tarde.
    -Las semanas de descanso serían muy aburridas sin tu compañía.-Respondió el chico que había comenzado el desayuno.
    Ambos chicos salieron con rumbo a la escuela, la noche anterior había nevado por lo que el frio no se hizo esperar.
     
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    Meitantei-kun

    Meitantei-kun Entusiasta

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    11
     
    Palabras:
    693
    Cap. 7
    Los chicos recién salían del colegio cuando Sofía y Jake se les acercaron, este último obligado por Sofía.
    — ¿Cómo te ha ido precioso?— Pregunto Sofía intentando apartar a Susan de Carl.
    —Me fue bien Sofía,—Contesto el chico algo incómodo por la presencia de Jake.—¿Por qué preguntas?—
    —Bueno, lo que pasa es que mi familia ira a Texas durante las semanas de descanso, y me preguntaba si te gustaría ir con nosotros.—Contesto la pelinegra acercándose mucho al chico.
    —Bueno me gustaría pero voy a…—Balbuceo el chico que se intentaba librar de aquella invitación.
    —Lo que pasa es que Carl me acompañara a mi ciudad natal durante el descanso.—Dijo Susan con ingenio para ayudar a su compañero.
    La expresión de Carl, Sofía y Jake (que se encontraba en silencio) fue de sorpresa al escuchar dichas palabras, —Sí y si no fuera por eso te acompañaría, —Añadió Carl siguiendo el juego.—Lo sentimos pero nos tenemos que ir. —
    Así Jake y Sofía, una vez solos, empezaron a discutir sobre el nuevo problema que se les presentaba.
    —Y ahora, ¿tienes otro brillante plan?—Pregunto Jake que había estado en silencio en la charla anterior.
    —Creo que tengo algo, pero aun no está muy bien elaborado; —Contesto la chica que se empezó a morder las uñas seguramente para concretarse. — Por el momento, ¿crees poder conseguirme la dirección de esa chica?—
    —Claro, lo intentare. —Contesto el chico de pelos negros sorprendido por la petición.
    Mientras tanto, Carl y Susan se encaminaban de regreso a casa, en el camino Carl comenzó a agradecer: —Muchas gracias, no sabía cómo librarme de esa.—
    —No hay problema,—Dijo la castaña lanzándole una sonrisa al chico.—¿Pero porque no te ibas a librar?, solamente le hubieras dicho que no.—
    —Ese es mi problema, si una mujer me pide algo mirándome a los ojos, no puedo decir no,—Comento el pelinegro lanzando un suspiro.—¿Por qué crees que se acercó tanto?—
    —Me alegro.—Dijo la castaña feliz.
    — ¿Por qué?—Pregunto el joven algo curioso.
    —Bueno, lo de acompañarme a mi ciudad natal era una invitación; —Confeso la Susan con una sonrisa. —Veras, el programa de estudiantes de intercambio dicta que los alumnos tienen que regresar a cada al menos durante 5 días, sin importar si son hábiles o no.—
    El chico pareció sorprendido por aquella norma, pero finalmente acepto: —Sería interesante conocer tu ciudad natal, pero tenemos que ver si aprobaste el examen. — Esto último en tono humorístico.
    Así la caminata paso, los chicos ni se dieron cuenta que en su trayecto había comenzado a nevar.
    Ya en su hogar, Carl comenzó a interesarse en la ciudad de Susan: —Dime ¿Por qué quieres que te acompañe?—
    —Me gustaría que conocieras a mi familia, además, no te puedo dejar solo. —Respondió la muchacha.
    —Pero nunca he salido del pueblo, no sé cómo es la ciudad y menos una que esta tan lejos.— Comento el chico que se sentó en el sofá a descansar.
    —Por eso me vas a tener como guía, tú me guiaste en este pueblo, yo te guiare en la ciudad;—Dijo la chica que también se había sentado.—Además, también quiero que conozcas a mis amigos.—
    —¿Y si no les agrado?—Pregunto el chico que se imaginaba que sería solo una pieza de más en el grupo de amigos de Susan.
    —Te aseguro que les agradaras, —Dijo Susan intentando convencer a su amigo. —En especial a Vanessa que está buscando novio. —
    —Abecés pienso que mi debilidad de no poder decir NO a las mujeres es una maldición—Agrego el chico lanzando un suspiro.
    A esto la chica soltó una ligera risa.
     
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    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

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    ¡Awwww! ¡Excusas! Sólo quiere estar con él! Ella le quiere, es tan romántico, pero sin ser empalagoso. ^^

    A lo técnico, aunque he visto tu mejora a través de los capítulos, tienes aún algunos detalles; sólo te marcaré algunos:

    Es a veces, y ese no, no tiene necesidad de ir en mayúscula, tal vez colocarlo en negrita para resaltarlo. Y agregó, es un verbo en pasado por lo que va acentuado.

    Saludos.
     
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    Meitantei-kun

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    Cap. 8
    — ¿Qué estás haciendo?—Pregunto Susan a ver a su amigo en el teléfono tan temprano.
    —Llamando a mi padre, aunque no estén aquí, tengo que pedir permiso para acompañarte. —Respondió el muchacho dejando el teléfono en su lugar ya que había terminado su llamada. —Me han dado permiso, pero les tengo que llamar cada noche. —
    —Bueno, entonces vamos a ver las calificaciones de los exámenes. —Dijo con entusiasmo la chica tomando de la mano a Carl, que casi no le da tiempo de tomar su portafolio.
    Susan se había levantado con los mayores ánimos que Carl había visto. Tal vez era porque pronto volvería a ver a sus amigos, o porque se encontraría con su familia, tal vez era por otra cosa…
    —E para chica, que me vas a quitar la mano.—Dijo Carl que aún estaba siendo agarrado por Susan...—¿Por qué estás tan feliz hoy?—
    —No lo sé, creo que estoy muy emocionada por regresar a mi ciudad natal.—Contesto Susan con esa felicidad inmensa que tenía es día y que no paraba de dar carcajadas entre tiempos.—Pero creo que esta será la mejor semana de mi vida.—
    Ese fue un pequeño lapso de tiempo que Carl estuvo libre, ya que Susana tomo nuevamente al chico de la muñeca.—Si te has despertado de buenas mi mano no tiene la culpa.— Pensó Carl que se había comenzado a infectar de la buena vibra de Susan.
    Con el paso apresurado de la chica, ambos llegaron a la escuela en la mitad del tiempo de lo normal. La escuela era un caos, todos se empujaban frente a la pizarra principal solo para saber cuál era su calificación, Susan y Carl no se apresuraron, fueron a caminar un rato para matar el tiempo.
    Del otro lado de la escuela se encontraba Sofía recargada en un árbol con una archivo en las manos y acercándosele lentamente Jake con una hoja de papel en la mano. — ¿Conseguiste lo que te pedí?—Pregunto al pelinegra que estaba leyendo un pequeño informe cuyo contenido era algo de “Neil”. —Si pero antes, ¿Qué es eso?—Contesto el chico señalando el informe que poseía la chica.
    —Investigue todo lo que pude sobre la familia Neil, creo que tengo una gran oponente. —Contesto la muchacha dándole el informe a Jake.
    El chico hojeaba el informe deteniéndose en unas partes para leer y seguir hojeando. Por momento sus ojos exaltaban sorpresa, curiosidad y (en menor parte) tristeza. —No es tu oponente, es superior a ti, — Dijo Jake mientras regresaba el documento y se empezaba a mordisquear la uña de su mano izquierda.—la chica es campeona local de ciclismo, sus padres son ricos y su hermano es el capitán del equipo de futbol americano.—
    —Si, admito que es un poco mejor que yo,—Comento la chica en tono decepcionado lanzando un suspiro con toda la boca.—pero no me voy a dejar vencer por la castañita.—Dijo ahora con un golpe de ánimos como los que poseía Susan.
    —A todo esto, ¿Cuál es exactamente tu plan?—Cuestiono el pelinegro con tono egocéntrico metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón. —Si algo sale mal, recuerda que tengo derecho a golpearlo. —
    —Veras, es muy simple; —Empezó a explicar con ingenio. —Los seguimos hasta donde vayan a parar, buscamos un lugar en donde quedarnos que este cerca de ellos. Estoy segura que en el transcurso de tiempo que estén haya, ocurrirá un hecho que nos beneficie. —
    —Para tener gran determinación, ese plan es muy simple y poco preparado. — Comento el muchacho en tono de decepción retirándose del lugar.
    — ¡Pero veras como funciona!—Grito Sofía antes que Jake se alejara demasiado.
    Mientras tanto con Carl y Susan. El muchacho no dejaba de curiosear para saber más sobre el lugar donde estaría. — ¿Qué clima hace haya?—Pregunto el chico desviando la mirada hacia Susan. —Bueno, no es muy diferente a este en esta estación, el aire es más húmedo por lo que hace un poco más de frio.—
    Contesto la chica observado sus pasos intentando juguetear con sus pies. Carl continuo preguntando sobre cómo se debería comportar, que hacer y cuando, los lugares que visitarían, etc.
    Al darle como 3 vueltas a toda la escuela decidieron ir a ver sus calificaciones. Al llegar lo había Nadie, todos consultaron sus calificaciones y se marcharon; Susan buscaba su calificación lentamente, iniciando con los reprobados, al comprobar que no se encontraba en dicha lista continúo con los aprobados, de la menor calificación a la mayor. Se hubiera ahorrado tiempo buscando a la inversa, ya que se encontraba en la posición 29 de 300.
    —Al fin, pensé que nunca terminarías—Dijo el muchacho, que se encontraba detrás de ella.
    —Pues para ti es fácil, dime, ¿en qué lugar quedaste?—Pregunto la chica cruzando los brazos en forma desafiante. El chico se limitó a señalar una posición.
    — ¡¿El octavo?!—Dijo la castaña con asombro quedando boquiabierta.
    —Sí, y ya vámonos que tengo mucho frio. —Añadió Carl frotando ambas manos en sus hombros en señal de frio.
    El camino de regreso estuvo lleno de nuevas preguntas planteadas por Carl y respuestas brindadas por Susan. Una brisa fría paso en ese momento, para congelar el rostro pero para sentir el calor del interior.
    A la mañana siguiente, — ¿Estas segura que quieres que te acompañe?—Cuestiono el muchacho con cara de disgusto en la estación de autobús. La chica lo tomo del brazo y contesto: —Claro, te la vas a pasar genial. —
    Carl aun no convencido, observaba como el autobús llegaba a la estación. El chofer deslizo el interruptor para abrir la puerta, —Buenos días. —Saludo mientras se quitaba por un momento la gorra en señal de saludo Susan estaba emocionada; Al contrario de Carl, no porque no quiera ir, sino porque nunca había salido de su pueblo natal, tenía miedo.
    Sin darse cuenta de lo que hacía el muchacho y Susan ya estaba sentado. Carl pareció liberarse de un gran peso y se puso cómodo.
    Unos cuantos asientos atrás, Jake y Sofía los estaban observando. —Con la dirección y más tiempo, no era necesario tomar el viaje de la mañana. —Se quejó el muchacho dando un gran bostezo.
    —Era eso o perderlos. —Contesto la chica tranquila que leía un libro para no aburrirse mientras viajaba aunque Jake cayó en el sueño antes de escuchar eso.
    Carl veía como su ambiente cambiaba, primero seco, luego húmedo y al final boscoso. Ya habían pasado 3 horas de viaje y aún faltaban otras 3 horas.
    A pesar que ya era algo tarde, Jake y Sofía estaban dormidos, al momento de entrar al estado de Kentucky Susan también se rindió ante el sueño acomodando su cabeza en el hombro de Carl. Y cuando quedaban 30 minutos de viaje, el muchacho también de durmió, recargando su cabeza con la de la castaña.
     
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    11
     
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    Cap. 9
    —He Carl despierta, despierta. —Decía Susan sacudiendo del hombro a Carl para despertarlo.
    — ¿Eh? ¿Qué paso?—Pregunto el chico despertando de golpe.
    —Te quedaste dormido y el autobús ya se detuvo, tenemos que bajar. —Contesto la castaña tomando su respectiva maleta.
    Unos metros detrás de ellos estaba Sofía y Jake. —Sofía, Sofía. —Repetía el chico para despertar a su compañera, pero al ver que la chica era de sueño pesado le dio un apretón en la parte inferior de las orejas. La chica despertó adolorida y enojada por la accione que hizo Jake.
    — ¿Qué pasa?—Pregunto sobándose sus orejas.
    —Ya tenemos que ir, ellos ya se están yendo. —Contesto Jake levantándose y haciendo señas para que Sofía hiciera lo mismo.
    La chica se levantó y aprovechando que se encontraba detrás de Jake, le jalo el mechón final de su nuca. —Eso es por mis orejas. —Decía cobrando venganza.
    Carl y Susan salían por la puerta delantera, mientras Que Jake y Sofía lo hacían por la trasera. —Espero que hayan disfrutado del viaje. —Dijo el chofer en manera de despedida antes de recibir a los nuevos pasajeros.
    Carl desvió la mirada hacia el chofer y dio un gesto de agradecimiento. Una vez que regreso la mirada se puso a observar la central de autobuses y se dio cuenta que estaba casi desértica.
    —Hey Susan, ¿y ahora hacia dónde vamos?—Pregunto el chico mirando a su compañera.
    La castaña levanto los ojos hacia los parpados y contesto: —Creo que fue mala idea salir hoy, es 23 y la mayoría de las taxis no trabajan. —Después volteo su rostro hacia Carl y con una sonrisa anidio: —Bueno, tendremos que caminar.
    — Unos cuantos metros detrás de los chicos se encontraban Jake y Sofía, esta última preguntándose donde estaban los taxis.
    — ¿Tu esperabas un taxi?—Pregunto el hico mientras cargaba su pequeña maleta.
    —Claro, se supone que tienen que estar aquí. —Respondió Sofía algo desconcentrada por la falta de transporte.
    —Es 23, las taxis no trabajan hasta el 26. —Comento Jake tomando paso para empezar a seguir a Susan y Carl. Sofía puso cara de molestia por la noticia, pero Jake tenía razón ya que Susan y Carl se estaban yendo.
    —¿Cuánto tiempo nos vamos a tardar?—Pregunto Carl mientras salían de la central.
    —Veamos… es 23, las personas están buscando regalos, de aquí a mi casa hay 6 tiendas de regalos, Más o menos como 1 hora.—Contesto Susan después de hacer un rápido calculo.
    —Oye ¿a tu familia no les incomodara que este con ustedes?—Cuestiono el muchacho algo apresurado ya que no se había hecho esa pregunta antes.
    —No lo creo, mi padre se va a festejar con sus compañeros de trabajo, mi madre suele ir a Illinois con sus amigas y mi hermano sale a una fiesta con sus amigos. Así que mis amigos y yo vamos a un restaurante o a la feria. —Respondió la castaña deteniéndose un poco en ciertos lugares que tal vez le traían recuerdos.
    Cuando la chica nombro a sus amigos Carl recupero la preocupación que tenía antes de abordar el autobús. — ¿Y si a ellos les incomoda?—Pregunto deteniéndose de repente.
    —Ya empezaste otra vez, te aseguro que estarás cómodo y ellos también. —
    Ya tenían un largo camino recorrido, se podía ver a simple vista la casa de Susan. — ¿Es aquella blanca?—Pregunto el muchacho señalando una casa blanca de 2 pisos a 8 cuadras de distancia.
    —Sí, es esa ¿Qué te parece?—Respondió la castaña que parecía no acabarse los grandes ánimos que poseía los últimos días.
    —Si de aquí se mira enorme, no me quiero imaginar cómo es de más cerca. —Contesto Carl algo asombrado por el tamaño de la casa desde esa distancia.
    Un poco alejados de ellos se encontraban los ya cansados Jake y Sofía, nunca habían caminado tanta distancia. — ¿Ya casi llegamos?—Pregunto Jake que mantenía un paso lento.
    —No lo sé, creo que casi terminamos, Carl señalo una casa cerca así que estamos cerca. —Respondió la pelinegra muy agotada ya que poseía 2 maletas medianas.
    El camino no fue gran problema para los protagonistas ya que llegaron a su destino con gran energía. Carl tenía razón en esperar una casa magnifica, era una casa de 2 pisos, una cochera para 4 autos y 2 jardines, uno delantero y otro trasero.
     
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    11
     
    Palabras:
    892
    Cap.: 10
    Carl estaba sorprendido por la belleza exterior que daba el inmueble, pero estuvo aún más maravillado cuando ingreso en el hogar de Susan. La casa de Carl era muy pequeña por lo que la sala de estar, el comedor y la cocina eran un solo cuarto, pero esa casa tenía su propio salón principal el cual era el que daba la imagen principal del inmueble, adornado por varios espejuelos de diversos diseños.
    En lo que Carl admiraba el maravilloso hogar de Susan, un chico alto y musculoso vestido con una camisa de futbol americano se les acerco. —Hermanita. — Dijo la mole mientras abrazaba a Susan.
    —Ryan, también me alegro de verte, pero me estas quitando el aire. —Contesto la castaña incomoda y muy roja por el fuerte abrazo de su hermano.
    El muchacho giro la mirada hasta Carl, soltó a la chica y se le acerco algo amenazante quedando frente a él. — ¿No me digas que este pequeñín es tu novio?—Pregunto el fortachón que parecía un gran edificio comparado con el diminuto de Carl.
    —No la verdad yo…no es eso. —Comenzó a balbucear el joven nervioso por la magnitud del humano de su compañera.
    —Solo bromeaba pequeño. —Respondió el adolescente dándole una gran palmada en el hombro a Carl, acto seguido abrió la puerta y salió, como si no le importara que su hermana haya llegado después de tanto tiempo.
    —Es buen chico, grande pero se mira que es buen chico. —Comento el muchacho aun sorprendido por el hermano de Susan.
    —Eso no importa, —Contesto Susan. — Ven, deja que te muestre la casa. —Dijo empezando a darle un paseo a Carl por todo el inmueble.
    Una vez que Carl se instaló, llego Susan invitándolo a un tour por la ciudad, cosa que Carl acepto casi de inmediato.
    El clima era muy frio, un poco más frio que en el pueblo de Carl, pero aun así frio.
    Carl llevaba en ese momento unos Jeans negros y una camisa verde olivo, acompañada de una chamarra de cuero negra, la cual era su favorita. Susan llevaba puesto una bufanda rojo carmesí, una chamarra rosa azulado, una camisa blanca y unos jeans normales un poco rasgados de los tobillos.
    Susan le mostraba a Carl la belleza de la ciudad, mientras ella la re-encontraba.
    Una hora después de comenzado el recorrido, Susan encontró unos rostros familiares, le miedo de Carl se hacía presente justo frente sus ojos: los amigos de Susan.
    Uno a uno, Susan fue presentando sus amigos a Carl, que estaba muy nervioso.
    En primer lugar Jack; un muchacho muy alto con un peinado en forma de espinas, muy callado ya que no emitía ningún sonido y estuvo todo el tiempo analizando a Carl.
    Después Tomás o Tom; un chico con mirada neutral, tenía un peinado en remolido y usaba gafas con un armazón en forma rectangular, cosa que, combinada con su mirada, le daba un aspecto misterioso.
    Seguía Vanessa; una muchacha de aspecto coqueto con un cabello muy negro y con piel algo oscura que la diferenciaba de los demás.
    Y por último Estefanía o “Fanny”; una chica rubia con rayos castaños, por su apariencia muy seguidora de la moda y con una mirada que reflejaba una gran felicidad y confianza.
    —Ahh, ¿este es el chico del que nos contabas en tus cartas?—Pregunto Fanny a Susan en el oído aunque todo el grupo escucho esa pregunta. — ¿Por qué no nos dijiste que era tan guapo?—
    — ¿Cartas?—Cuestiono Carl desconociendo que su compañera enviaba cada semana una carta a sus amigos.
    Los otros dos chicos, Jack y Tom, estaban observando a Carl, viendo como les agradaba a sus amigos.
    Tom fue el primero en romper el silencio de los dos chicos: —Siempre y cuando no insulte a las medias rojas, está bien para mí. —Dando 2 pasos hacia Carl volteando a ver a su compañero Jack esperando su opinión.
    El chico de pelos negros tenía su mano en el mentón, analizaba la situación: — ¿Qué podría salir mal?—Acepto al fin el líder del grupo quien tenía la mayor autoridad.
    Así Carl obtuvo nuevos amigos, los cuales eran muy amables con él, a pesar de no conocerlo del todo.
    Después de 2 horas de recorrido por la gran ciudad, Fanny propuso el plan de festejo, le cual incluía a Carl: Una visita a la feria la cual se encontraba en las afueras de la ciudad por 2 semanas. A lo que todos estuvieron de acuerdo.
    —Bueno, mientras este aquí tengo que ir a donde vaya Susan. —Acepto el muchacho la propuesta.
    —A donde tú vas él va, ya a donde él va tú vas. —Dijo Vanessa al oído de Susan dándole unos cuantos golpes con el codo para llamar su atención.
    —No entiendo a que te refieres. —Agrego la castaña un poco sonrojada alejándose 2 pasos de su amiga.
     
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    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    690
    Cap.: 11
    Ya habían pasado 5 horas desde la llegada de Carl y Susan, todos tenían que regresar a sus hogares. Carl descubrió en ese momento el drástico cambio que sufre la ciudad durante la noche. Esa noche en particular la luna se vistió de un azul plateado hermosísimo.
    —Ven, te quiero llevar a un lugar fantástico. — Dijo la castaña tomando de la mano a Carl para conducirlo hasta un lago.
    Era un lugar de lo más hermoso, la luz de la luna se reflejaba en el agua creando un azul plateado muy fuerte, lo suficiente como para ver sin necesidad de iluminación artificial.
    —Este lugar es muy hermoso. —Dijo Carl hipnotizado por la luminosidad tan hermosa del lugar.
    —Este lugar es perfecto para aliviar el estrés y pensar un poco. —Afirmo la chica acostándose en el verde pasto, haciendo que Carl hiciera algo parecido, puso sus rodillas frente su pecho para recargar los brazos.
    Ambos jóvenes permanecieron en silencio saboreando la paz que el lago les permitía tener, pero se vieron interrumpidos cuando una pareja pasó frente a ellos, siendo el chico un viejo conocido de Susan.
    El chico tenía piel morena, era algo frondoso y un poco más alto que Carl. La chica (su novia) tenía la misma altura que Susan, un cabello color nuez oscuro recogido en una cola de caballo corta.
    —Susan, hace tiempo que no te veo, ¿Cómo has estado?—Pregunto el chico que se paró frente a Susan.
    —Muy bien James, y veo que tú también. —Respondió Susan, algo seca al ver a la pareja muy unida.
    —Sí, de seguro recuerdas a Alice. —Dijo mientras le sonreía a su novia. — ¿Y él es tu novio?—Pregunto al darse cuenta de la presencia de Carl.
    Carl se dispuso a negarlo, pero Susan se apresuró a contestar: —Si, lo conocí en el pueblo en el que estuve y ha venido conmigo. —Tomo la mano de Carl al mismo tiempo que se aposesionaba igual que Carl.
    —Te felicito. —Agrego James retomando el camino junto a Alice.
    Susan espero a que James y Alice estuvieran fuera de vista para soltar la mano de Carl, el chico no hizo preguntas, una caja roja sobresalía del bolsillo de Susan, la tomo y saco lo que estaba en su interior.
    — ¿Esto es lo que me ocultabas aquella vez?—Pregunto el chico mientras observaba un collar en forma de corazón iluminado por la luna.
    —Se lo iba a dar a él, —Confeso la castaña recargando su mentón en sus muñecas que se recargaban en sus rodillas. —Fue mi novio hace unos meses. —
    Esa confesión sorprendió a Carl, ya que tenía unos meses de conocer a Susan y desconocía eso, pero permaneció neutral para no arruinar más los sentimientos de su compañera.
    — ¿Y qué paso?—Pregunto mientras buscaba la cara de Susan aunque ella lo evitaba.
    —Íbamos a cumplir 5 meses de noviazgo, le compre ese collar y cuando se lo iba a dar…—La castaña rompió el llanto, ocultando su rostro por debajo de las rodillas.
    Después sintió como los brazos de Carl la rodeaban y la abrazaban con gran fuerza. —No te preocupes, siempre estaré aquí para ti. —Consoló el chico a su compañera.
    —Cuando llegue, se estaba besando con Alice, no dije nada y unas horas después termino conmigo. —Termino de relatar dejando de lado las lágrimas.
    Carl se levantó y le dio la mano a Susan para que hiciera lo mismo. —Recuerda que siempre estaré para ti, es una promesa, será mejor que nos vayamos se está haciendo de noche. —
    Ese relato sorprendió a Carl, ya que la vida de Susan parecía muy dañada sentimentalmente por la ausencia de su familia y eso se sumaba a ese dolor que estaba sobre sus hombros.
     

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