Para el amor no hay edades (GaaMatsu y otras parejas)

Hola a todos!!!! Luego de siglos sin actualizar esta historia! Gomenasai por eso jeje!

¡Se reporta Fer Del Desierto! Que ha cambiado su Nick! :D

Finalmente aquí la conti, y de una vez aviso que habrá NaruHina “implícito” también un poco de Minato y Kushina (Últimamente he descuidado las otras parejas jeje y pronto pondré NejiTen)

Les presento a mi inner, su nombre es Hanasu y su significado es “Hablar mucho”

Hanasu: ¿No pudiste pensar un nombre mejor? ¬¬

Yo: Hablas demasiado Hanasu-baka, tu nombre te queda perfecto, y mejor calladita ¡Voy a poner la conti!

Inner: ¬¬ *Se va dando zancadas*

Ok, mejor... ¡Espero disfruten de la conti así como yo disfruté escribiéndola! ;)

Disclaimer: Naruto de Kishimoto (Ya no será necesario repetirlo XD)

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Capítulo 8: “Miedo a los truenos”

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Pov Matsuri...

Dormía plácidamente, es sábado y me despierto con algo de somnolencia, gracias a los molestos rayos del sol que entraron por mi ventana del balcón. Miré el reloj... ¡Dios mío! ¡Las 10:00 am! ¿Acaso son horas de levantarse?

Inmediatamente la somnolencia desapareció como por arte de magia, me levanté rápidamente, provocándome un mareo y luego me caí de rodillas... siempre he sido muy torpe, descoordinada y frágil para hacer varias cosas.

—Perfecto, siempre cayéndome—pensé con algo de gracia mientras me levantaba del suelo y como alma que lleva el diablo me metí al baño a ducharme de una vez.

Cinco minutos después salí del baño ya aseada y vestida, con unos pantalones entubados de mezclilla, una blusa de tirantes blanca, una torera negra y mis converse de siempre. Miré la ventana y noté que hubo un cambio: el cielo estaba nublado y eso era raro, comúnmente había más días soleados y despejados que grises y tapados por nubes.

¡Ah! Se me olvidaba, se trataba de las lluvias en verano, pronto vendrían las vacaciones y los días permanecerían así.
Sin más, caminé por el pasillo y bajé las escaleras que me conducían al comedor, donde un pelirrojo con ojos color turquesa me esperaba para desayunar. La rutina se volvía monótona y la verdad ya no me sorprendía. No nos dirigimos la palabra, ni siquiera un “Buenos días”, por alguna razón el silencio no era tan incómodo.

—Pensé que no bajarías ¿Las cobijas te jalaban o que?—bromeó el pelirrojo de forma grosera. Yo me limité a girar los ojos con fastidio y mejor no le contesté—aunque ganas no me faltaban—mejor lo ignoré.

Gaara me sirvió el desayuno, su expresión era fría e indiferente como siempre. Miré el desayuno: Unos panecillos, un vaso de leche, una manzana y un jugo de naranja.

—Bueno al menos no es algo exótico como el gizzard—pensé con gracia. En ese momento miré a un lado y vi unas maletas. Gaara lo notó y me dijo...

—Son mis cosas, hace una hora que las traje—explicó secamente mientras su rostro se mostraba raro o más bien aburrido. Yo sólo sentí con la cabeza y comía lentamente el desayuno.

— ¿No te sientes aburrido de estar aquí encerrado?—le pregunté a Gaara, mientras éste me miraba expectante después de la cuestión.

—Para serte honesto, si—dijo cortante—Créeme que ésta nueva rutina me aburre más de lo que piensas—explicó seriamente mientras se iba a la sala a prender la televisión. Suspiré con desgana y luego terminé el desayuno.

Gaara se sentó en el sofá y su mirada se dirigió al aparato, se cruzó de brazos y regresó a su semblante aburrido. La verdad estaba igual o más aburrida que él haha.

— ¿Porqué no salimos a despejar la mente? Dices que estás aburrido y prefieres quedarte a ver televisión ahogándote en el silencio y la monotonía—dije con seguridad y sinceridad. Lo que dije sorprendió al pelirrojo y levantó la ceja desconcertado.

— ¿Porqué no mejor te vas a entretenerte con algo y dejas de parlotear?—respondió Gaara con una pregunta de forma indiferente—O bien dile a tus sirvientes que lo hagan por ti—espetó de forma desinteresada ¡Vaya! ¡Que carácter!

—Ellos tienes vacaciones y no pueden—contesté con obviedad— ¡Si patrón! ¡Ya me voy! ¡Haber si te llena el gusto baka!—hablé decidida y muy enojada ¡Qué hartante es Gaara! ¡Idiota!

—Hmp—mencionó su patético monosílabo estilo de “Sasuke” y sin mirarme a la cara siquiera ¡Tarado y más tarado! Por mi parte me dirigí a investigar algo por ahí—haber que encontraba—.

Fin Pov Matsuri.

Pov Gaara...

¡Argh! Bueno... al menos se fue a entretenerse o algo por el estilo. En ese momento cuando la castaña se fue, mi teléfono comenzó a sonar, vi el número y suspiré con desgana.

— ¿Diga?—atendí la llamada con voz fría e indiferente.

—Gaara ¿Se puede saber dónde diablos estás?—cuestionó una voz masculina muy molesta y dura, bastante fastidiosa a mi parecer.

— Neji—musité quedamente— No me lo creerías si te lo dijera—expliqué— ¿Ahora que?—cuestioné inexpresivamente mientras cambiaba de canal.

—La banda, ¿qué ha pasado?—exclamó el castaño mientras su voz era cada vez más fría y estoica—Sasuke se largó a quien sabe donde, Naruto se enfermó del estómago por tragar ramen, Sai es el único que queda y tú ¡Ni tus luces!—me reprochó el Hyûga.

—He tenido cosas que hacer—dije como si nada malo pasara—Ese idiota de Naruto seguro ya se mejoró, Sai que venga, Sasuke no estará luego te digo y yo luego me presento—expliqué serenamente mientras volvía a cambiar de canal a la televisión.

—Hmp, ¿qué rayos haces como para ausentarte?—cuestionó el “genio” en tono muy indiferente.

—No te incumbe Hyûga—espeté con arrogancia en mi voz. Por supuesto que no le iría a decir que estoy en la casa de los Uchiha, cuidando a la prima de los hermanos y para acabarla ¡Estoy aburriéndome!

—Mira, vamos a organizarnos para hacer un ensayo, aunque el Uchiha no esté, pondremos al Inuzuka en su lugar, por ahora—avisó el “genio Hyûga”

—Vale, tú sólo di cuando y donde—aclaré esperando la respuesta.

—Luego te digo cuando, será en mi casa—avisó nuevamente y con voz estoica—Hasta luego—dijo cortante.

—Claro, hasta luego—me despedí con el mismo tono y dicho esto corté la llamada inmediatamente. Creo que pronto tendré algo para poder des aburrirme, pero... ¿Y la castaña? Hmp... Ya me las arreglaré después.

Fin Pov Gaara.

Pov Autor...

Matsuri se dirigió al pasillo y se la pasó dando vueltas—pensando en qué desaburrirse—sentía unas incontrolables ganas de salir al aire libre, pero cierto pelirrojo no la dejaba salir, ni siquiera a la esquina, no podía escaparse otra vez y lo sabía, a menos que quisiera un fuerte regaño por parte de él.

Sin embargo no pudo evitar recordar aquel momento...

<< —Sabes... ¿Sabes porqué quería ir al lago de los cisnes?— le preguntó Matsuri al pelirrojo que la miraba consternado.

—No— negó el pelirrojo rotundamente— ¿Por qué?—preguntó después directamente y esperando la respuesta de Matsuri.

—Porque quería recordarlos a ellos—pausó con más lágrimas— No fue un capricho, el simple hecho de haberte pedido que me dejaras ir— habló ella y soltó un profundo suspiro— Cuando cumplí los nueve años me regalaron este collar como obsequio— declaró la castaña— Y ya se que no lo sabías... no tenía porque decirte mis razones o motivos, era algo personal— habló finalmente Matsuri, dejando a Gaara desconcertado.

El de los ojos aguamarina ahora lo comprendía...

—Y eso es todo—terminó de decir la pequeña castaña que bajaba la mirada aún con más tristeza.

Gaara estuvo a punto de decirle algo a Matsuri, cuando de repente, sus palabras fueron interrumpidas por un cálido abrazo por parte de la castaña, el pelirrojo abrió los ojos sorprendido por tal acto y no sabía que hacer...

—Los extraño mucho— susurró Matsuri mientras derramaba más lágrimas sobre Gaara—Arigato por escucharme ¡Baka!— agradeció ella con sinceridad. >>

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— ¡Argh! ¡Ese molesto recuerdo otra vez!—pensó con rabia la castaña, frotando sus sienes— ¿Porqué lo abracé? ¡¿Por qué?! ¿Porqué lo hice?—se regañaba a si misma la de ojos negros. No se podía sacar de la mente ese momento, en el que sintió refugio y algo “cálido”.

Creía orgullosamente que era un “impulso”, pero por otro lado y muy en el fondo, sentía que era algo más que un simple impulso, lo que le molestaba y no podía estar pensando así de Gaara, sabía perfectamente que no, porque ellos no se llevaban bien.

— ¡Basta! ¡No, no y no!—exclamó la castaña. Se dirigió al cesto de ropa sucia, vio una camiseta roja, bufó con fastidio— ¡Maldito Gaara! ¡¿Por qué puso su ropa aquí?! ¡Baka!—se fastidió la castaña y lanzó la prenda de vestir a un lado.

Sin embargo una parte de ella quiso tomarla—y así lo hizo—la acercó a su nariz y olfateó un poco la prenda, hizo una mueca de desagrado y pensó...

— ¡Qué aroma tan...! ¡Ay dios!—meditó y luego volvió a lanzar la prenda al cesto, como una pelota de básquetbol. Se retorció por aquel aroma e instantáneamente volvió a tomar la playera, la miró por unos instantes y la volvió a oler con más fuerza. Aunque no lo admitiera, aquella fragancia era deleitante, tan varonil y penetrante.

Se quedó así por varios segundos, con aquella colorada playera en su poder. Suspiró al tener la suave prenda en sus manos e hizo un mohín y luego se quedó en un leve trance.

—Matsuri ¿Qué haces aquí?—preguntó una voz extrañamente familiar, seca e indiferente como siempre. Matsuri dio un respingo y sus mejillas adquirieron un color rojo brillante.

— ¡Ay no puede ser!—pensó la castaña nerviosamente y sin deshacerse de la prenda que todavía tenía en sus manos. Gaara notó el nerviosismo y lo que traía la castaña.

— ¿Qué haces con mi playera?—preguntó desconcertado el pelirrojo y mirando expectante la escena. Matsuri no sabía que hacer, tembló un poco por los nervios y apretó la playera.

—Etto y-yo humm—titubeó la de ojos negros y frustrándose cada vez más.

— ¿Y bien? ¿Qué haces con mi playera Matsuri?—exigió la respuesta en un tono muy molesto y más desconcertado todavía.

—N-nada ¡Mejor dicho! ¿Tú que haces aquí? ¡¿Y como porqué dejas botada tu ropa en el cesto?! ¿Acaso vendrá alguien a lavarte tu ropa? ¡O qué!—habló la castaña retomando su tono agresivo y exigente, dejando a un lado el nerviosismo.

Gaara por su parte bufó con fastidio y miró a la castaña con más enojo.

—Sabes que no es lo que pregunté—respondió el pelirrojo esquivando las cuestiones y exigencias de la castaña—Si dejé la playera es “muy” mi problema—espetó en tono indiferente y arrogante—Quiero saber ¿Qué hacías con mi playera?—volvió a cuestionar el de cabello rojo.

— ¡No estaba haciendo nada con tu ropa!—gritó furiosa y sonrojada la castaña—La encontré y punto—exclamó cortante— ¿Viniste a buscarla? ¡Ahí está!—dicho esto lanzó la prenda directo al rostro del pelirrojo y éste la atrapó hábilmente. Matsuri salió del lugar como alma que lleva el diablo.

—La próxima vez que encuentre su ropa de nuevo ¡La tiraré a la basura!—exclamó para si misma Matsuri, aunque muy en el fondo no le molestó el hecho de tener en sus manos aquella playera colorada y con aroma masculino, por mucho que lo negara.

Gaara por su parte alzó una ceja en señal de confusión, sin embargo dejó de tomar en cuenta el asunto y decidió bajar a la sala. En ese momento su celular volvió a sonar, el pelirrojo revisó el número y luego rodó los ojos con fastidio, atendió la llamada de todas maneras.

— ¡¿Qué quieres Kazumi?!—preguntó Gaara con el ceño fruncido y en un tono enojado.

— ¡Ash! ¿Así es como le contestas a tu novia?—contestó una voz chillona y muy ofendida.

—Tsk—Gaara chasqueó la lengua desinteresado, últimamente Kazumi—su novia—había estado molestándolo mucho y eso le fastidiaba a más no poder.

—Gaara-kun ¿Cuándo nos vemos? Tengo muchas ganas de verte—habló Kazumi en un tono muy empalagoso e insinuante.

—No tengo tiempo para ti, estoy ocupado—se excusó el pelirrojo, se notaba que no tenía ganas de ver a la tal Kazumi.

— ¡Siempre estás ocupado!—gritó la chica— ¡Nunca tienes tiempo para nada!—refunfuñó Kazumi en tono berrinchudo, Gaara incluso separó el celular de su oído al escuchar los gritos de su novia.

— ¡Qué fastidiosa es!—pensó el de ojos aguamarina muy exaltado.

—Mira Gaara... —pausó la chica—Donde quiera que te escondas ¡Yo te encontraré!—retó Kazumi decidida— ¡No siempre vas a estar ocupado a cada rato!—reprochó la chica en tono seductor.

— ¡Kazumi por favor!—dijo Gaara furioso—Si salimos, ¿me dejaras de molestar?—cuestionó el pelirrojo aburrido.

—Eso depende, claro que saldré contigo baka—se rió la chica en tono más alegre—Pero ni creas que será la última vez que saldremos—amenazó Kazumi en tono fastidioso—Nos vemos en el bar junto al restaurante Ichiraku, ¿te parece a las 9:00 am? ¿Día miércoles de la próxima semana?—dijo la chica.

—Si lo que digas—dijo Gaara y dicho ésto cortó la llamada, resopló muy enojado y se sentó en el sofá.

Pensándolo bien, no estaría mal salir una vez, de todas maneras sería una buena idea para quitarse el aburrimiento.

— ¿Pero...? ¿Y Matsuri?—reflexionó Gaara al instante. No la podía dejar sola y menos con lo que ha pasado. Su deber es cuidarla y estar al pendiente de ella. Sin embargo sus ganas de salir eran más fuertes—No creo que se de cuenta, ya me las arreglaré después—pensó Gaara desinteresado. Al fin y al cabo no tiene por que enterarse, sólo será una vez y nada más.

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Por otro lado una chica de cabello color negro-azulado, piel blanca y ojos de color como las perlas; juntaba todo lo necesario en una bolsa. Se trataba de Hinata Hyûga, una chica de personalidad dulce y amable que se preparaba para irse a la casa de cierto rubio de ojos azules. Ella estaba en su habitación, ubicada en la “Mansión Hyûga”

—Nada más me falta el cuaderno de Historia, y eso sería todo—pensó la de ojos perlas con una tímida sonrisa—Espero que Naruto-kun se encuentre mejor—se dijo a si misma mientras sus mejillas se teñían de rojo por la vergüenza.

Hinata era la tutora de Naruto Namikaze, hace varios días se había enfermado del estómago por comer demasiado ramen. La indigestión era muy fuerte, por lo que el rubio se ausentó por varios días, faltando a las clases.

Hinata era una de las chicas más aplicadas de la preparatoria y ofreció su ayuda a Naruto para que se pusiera al corriente y estudiara para los exámenes finales. No sólo lo hizo para que estuviera en orden con su estudio, sino porque Naruto Namikaze es el “amor platónico” de la Hyûga y quiso pasar un poco de tiempo con él.

—Hinata-nee-san—saludó una niña de ojos perlas y cabello castaño entrando de improvisto a la habitación de su hermana mayor— ¡¿Ya te vaz con tu novio?!—se burló la niña pícaramente. Hinata enrojeció completamente.

— ¡H-Hanabi-nee-chan!—gritó la de ojos perlas a su hermana menor—N-Naruto-kun n-no es m-mi novio—tartamudeó la Hyûga mayor negando lo que su hermanita dijo. Hanabi por su parte no quedó convencida, más por el tono que usó su hermana y el tartamudeo.

— ¡Confiesa Hinata!—acusó la Hyûga menor con seguridad— ¡¿Te gusta Naruto?!—cuestionó Hanabi con un dedo acusador y voz llena de picardía.

—Yo etto... —titubeó la del cabello azul. Era cierto, desde siempre ella sentía atracción e interés por el rubio Namikaze, pero nunca pudo confesarse por su “timidez” e inseguridad.

— ¿Y bien?—Hanabi levantó una ceja y esperando la respuesta de su hermana mayor.

—No lo niego Hanabi, me gusta Naruto-kun ¡Me gusta mucho!—pensó la Hyûga mayor sin rodeo alguno, pero no quiso contestar las cuestiones de su hermanita—G-Gomenasai nee-chan pero tengo un compromiso por hacer—soltó Hinata tímidamente y con las mejillas más que rojas.

Hanabi abrió la boca sorprendida, en ese momento Hinata aprovechó para salir de su habitación y dirigirse a la puerta e irse a la casa Namikaze-Uzumaki para visitar y ayudar al rubio, dejando a la pequeña Hyûga con la palabra en la boca.

—Etsuko-chan, le avisas al tío Hiashi-sama y a Neji-one-san que salgo por un compromiso importante de los estudios, onegai—dijo la peli azul mientras abría la puerta de la mansión.

—Hai Hinata-san le avisaré enseguida—acató la sirvienta haciendo una formal reverencia—Con su permiso—dicho esto la sirvienta llamada Etsuko, salió del pasillo donde se encontraba Hinata.

La de ojos perlas salió inmediatamente de la mansión y se dirigió rápidamente a la limosina.

—Kenji-san, a la casa de los Namikaze onegai—pidió amablemente la peli azul mientras se acomodaba la bolsa que traía los útiles necesarios.

—Claro Hinata-san—asintió el chofer mientras arrancaba la limosina.

Hinata suspiró y sonrió ligeramente—Naruto-kun—susurró sin querer su nombre y sus mejillas adquirieron un color rosado enseguida.

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Mientras tanto en la casa de los Namikaze–Uzumaki una mujer muy hermosa de ojos color morado claro, preparaba un té de manzanilla; su nombre es Kushina Uzumaki. También estaba presente un hombre cuyo cabello es rubio intenso y de ojos azules; se trataba de Minato Namikaze, quien leía el periódico.

Kushina miraba atenta a su esposo, quien no despegaba la vista del periódico, Minato se sentía observado y miró de reojo a su esposa, la mujer pelirroja no pudo evitar morder su labio inferior y dirigir la mirada hacia otro lado. Minato sonrió traviesamente, dejó el periódico a un lado y se acercó a Kushina tomando su cintura.

— ¿Pasa algo Kushina?—preguntó el rubio maduro a su esposa.

—No ocurre nada Minato, es sólo que, cada día te vez más atractivo—confesó con seguridad y perversión la mujer pelirroja.

— ¿Ah sí?—musitó Minato con una sonrisa—Pues cada día tú eres más hermosa—aduló el rubio mayor con picardía.

—Haha—rió Kushina—Sabes... hemos dejado muchas cosas pendientes—habló la mujer pelirroja con más picardía en su voz.

— ¿A que te refieres con “cosas pendientes”?—musitó Minato con burla, Kushina frunció el ceño divertidamente.

No hubo más palabras, simplemente los dos cortaron la distancia y se unieron en un fugaz beso, que poco a poco tornaba pasión y mucho más.

— ¡Ustedes dos! ¡Deberían buscarse un hotel! ¿No creen? Dattebayo—gritó escandalosamente un rubio de ojos azules, fruto del amor de Kushina y Minato, y era nada más ni nada menos que Naruto Namikaze. Los padres de éste simplemente se sonrieron con complicidad.

—Naruto-one-chan ¡No seas así!—contradijo una chica, ella es pelirroja igual a Kushina junto con el parecido y sus ojos son azules, heredados de su padre— ¡Verlos así juntos me enorgullece mucho!...

— ¡Harumi-nee-chan!—gritoneó el rubio a su hermana gemela.

Kushina se separó de Minato y le dijo a Naruto...

—Hijo, te preparé un té, por lo de tu indigestión—sonrió la madre mientras dejaba el té en la mesa.

— ¡Oka-chan! ¡No necesito más té! ¡Naruto Namikaze está listo y sano para empezar con un nuevo día!—aseguró el rubio mientras mostraba con gran determinación su dedo pulgar.

Sin embargo, un rugido se escuchó en toda la cocina, era el estómago del oji azul. Naruto sostenía esa zona con mucho dolor. Eran los famosos “retorcijones” que no dejaban en paz al rubio.

— ¡Arghhhhh! ¡Auchhhhh!—se quejaba Naruto y salían lagrimitas, a Harumi sólo le resbaló una gotita de sudor por la nuca al estilo anime.

Después de ese agudo dolor punzante. Naruto tomó a regañadientes el té de manzanilla. En cuanto tomó de inmediato el té el dolor desapareció y Harumi soltó una leve risita que fue escuchada por su gemelo, quien se molestó al instante.

—Harumi-baka si estuvieras en mi lugar, yo me habría matado de la risa, dattebayo—gritó el rubio.

— ¡Ha! ¡Pero al menos no soy un rubio despistado que acepta boletos y come ramen de día, tarde y noche!—contraatacó la hermana Namikaze.

— ¿Ah sí? ¡Pues yo no soy una pelirroja que habla y habla sin parar sobre Kiba Inuzuka con sus amigas!—habló de más el rubio, dejando a su gemela con la boca abierta sin dar crédito a sus palabras. Los padres se miraron sonrientes pero se sorprendieron al notar que su hija ya empezaba a interesarse en jóvenes de su edad.

— ¡¿Qué?! ¡¿C-Cómo?! ¡Pero yo no...!—Harumi se quedaba sin habla, Naruto sonreía victorioso, Harumi enrojeció a más no poder.

—No te preocupes nee-chan, ¡siempre hablo de más! Pero ten cuidado, las paredes tienen oídos—se burló el gemelo de Harumi dejándola fuera de combate.

—¡¡¡Ya basta los dos!!!— Gritó Kushina usando una voz muy macabra, asuntando a los gemelos e incluso a su marido— ¡¡¡A callar!!!—rugió la madre a sus retoños.

— ¡El empezó!—se quejó Harumi mirando a Naruto con mucho fulgor.

— ¡Ella empezó!—se molestó el rubio usando una mirada fulminante contra su gemela. Los dos terminaron con un rayo en sus frentes al estilo anime.

— ¡Baka! ¡Baka!—insultó el rubio con mucho enfado y apretando los puños.

—Yo también te quiero mucho Naruto—habló la pelirroja con sarcasmo muy notorio y cruzándose de brazos berrinchudamente.

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Mientras tanto, una chica peli azul salía de la limosina y avisó al chofer que se regresaría a la mansión ella sola. Hinata vio la casa de su amado rubio y se sonrojó al instante. La casa de Naruto era grande y se veía acogedora, eso era porque su padre trabaja para los Hyûga en donde él toma varios cargos con la empresa.

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En ese momento tocaron el timbre, Harumi sonrió maliciosamente porque ya sabía de quien se trataba.

—Ya llegó mi cuñada—susurró con bastante disimulo; sin embargo los oídos del rubio eran tan agudos, que incluso se inmovilizó al escuchar semejantes palabras. Un sonrojo muy leve apareció en las mejillas del rubio y su semblante se desencajó al instante. Los padres incluso no lo podían creer y sonrieron con un deje de burla ante la escena.

— ¡P-pero... que diablos! ¡Eso no es...! ¡Como que cuñada!—negó rápidamente el rubio, mientras se avergonzaba más. Hinata era nada más su amiga, que además se comprometió a ayudarlo con los estudios.

— ¡Estamos a mano hermanito!—espetó la pelirroja Namikaze victoriosamente, usando las misma expresiones que su gemelo. Ahora era Naruto quien se quedó fuera de combate.

El timbre sonó por segunda vez...

— ¡Yo abro!—gritó Harumi mientras se dirigía con rapidez a la puerta. Al abrirla, estaba presente una chica de ojos del color como las perlas y cabello largo y lacio color negro-azulado—Hinata-chan ¡Qué bueno que estás aquí! ¡Naruto-one-chan se moría por verte!—expresó la hermana del rubio carcajeándose por dentro.

Hinata se sorprendió al igual que Naruto y ambos se sonrojaron.

—C-creo q-que me v-voy a des-desmayar—pensaba internamente la Hyûga con el rostro más vivo que un jitomate.

— ¡Harumi me las pagarás!—pensaba Naruto por su lado—Hinata-chan no hagas caso a...—interfirió el rubio pero fue interrumpido por su gemela.

— ¡Ahhh! Hinata-chan no me malinterpretes, lo dije en el buen sentido, como amigos—se justificó Harumi con una sonrisa piadosa. Hinata se alivió pero al mismo tiempo se confundió también, al igual que Naruto.

—Hinata-chan no te preocupes, que Harumi no sabe lo que dice—se burló el rubio con rapidez ganándose un mohín por parte de su hermana pelirroja.

—Ahhh si claro Naruto-kun no hay problema—entendió Hinata mientras hacía una reverencia a Minato y Kushina en forma de saludo.

—Hinata-chan vamos a mi habitación a estudiar en paz, hay “pájaros en el alambre”—dijo el rubio Namikaze mientras jalaba de la mano a la Hyûga, quien se sonrojó ante ese acto. Los padres se rieron ya que fueron prácticamente los espectadores de aquella escena.

–

En cuanto Naruto y Hinata se marcharon Harumi dijo:

—Bueno... yo me voy ¡Los dejo solos!—y dicho esto la pelirroja de ojos azules se marchó corriendo a su cuarto, mientras era seguida por la mirada de sus padres.

— ¡Ay estos niños Minato!—gimoteó Kushina.

— Los dos se parecen a ti en actitud—se burló el rubio mayor mientras era golpeado levemente en el pecho por parte de su esposa.

—Tienes razón Minato—admitió la pelirroja de ojos morados con una sonrisa—Crecen tan rápido—comentó la madre en tono maternal y luego fue abrazada por su marido.

—Por cierto Kushina ¿En que estábamos?—habló Minato en tono algo seductor lo que sorprendió a su esposa, quien sólo sonrió divertidamente y besó con ternura a su esposo.

Fin Pov Autor.

Pov Matsuri...

Me había encerrado en mi habitación, después de aquel momento que pasé hace rato. Me refiero a la camiseta colorada de Gaara, ¡que molesto! En fin ya no quiero hablar de ese tema. Como ya no tenía nada más que hacer me dirigí a la ventana, el día estaba nublado y los días así me gustaban mucho.

Una gota grande cayó en mi ventana, cinco segundos después cayó otra, seguida de otra más, luego dos y luego cuatro gotas más aparte.

Una lluvia tranquila apareció en ese momento, veía la gente pasar con sus paraguas recién abriéndolos y desconocidos que tapaban sus rostros con un periódico o una revista. Salí de la habitación para ver con que me entretenía, estaba más que claro que no saldría de aquí.

Gaara por su parte ordenó una pizza hawaiana, no era algo saludable que digamos, pero valía la pena. El joven motorizado nos trajo la pizza y la devoramos el pelirrojo y yo y sin algún comentario que decirnos al respecto. Gaara sin más que hacer se retiró del comedor y subió al cuarto de Sasuke a descansar.

Regresé a mi sencilla habitación y el aburrimiento era insoportable. En ese momento se escuchó de improvisto un trueno. Inmediatamente corrí a mi cama y abracé mis rodillas con mucho miedo. La lluvia comenzaba a desatarse demasiado al borde de caer un diluvio y el granizo hizo acto de presentación.

— ¡Ay no! ¡Los truenos no!—pensé con mucho terror. Los truenos siempre fueron mi fobia más grande desde pequeña.

En ese mismo instante noté como caía un rayo desde lejos cuando vi mi ventana. Tapé de inmediato mis oídos, pero eso no fue suficiente y un sonido estridente similar a una destrucción se escuchó. Temblé, me abracé a mi misma y sudé frío, el escenario aquel...

No es mi ambiente en absoluto...​

Fin Pov Matsuri.

¿CONTINUARÁ?...

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Hanasu: ¡Malvada! ¿Porqué lo dejas hasta ahí? ¬¬ *llora a mares*

Yo: ¡Hanasu-chan! ¡Esta es la primera parte del capítulo! ;)

Jaja en fin... aquí termina la primera parte del capi, lo sé me extiendo demasiado! XD pero en la siguiente parte habrá mucho más y además iré poniendo cada vez más escenas GaaMatsu juju :) Aparte pronto pondré el capítulo siguiente de mi fic “ESPERANZA DE UN CORAZÓN CIEGO” ¡Espérenlo! ;)

¡Gracias por leer mi escrito! ¡Espero que les haya gustado!

¿Qué opinas del capítulo? ¿Algo le faltó?

¿Cuál fue tu parte favorita y porqué?

¿Kazumi es bastante molesta no creen?

¿Crees que Matsuri ya empieza a sentir “algo” por Gaara por mucho que lo niegue?

¿Qué piensas sobre la “pelea” de Harumi y Naruto?

Próxima parte del capítulo: Miedo a los truenos ¡Protégeme!

Recomendaciones, críticas constructivas, tips, consejos, tomatazos jeje, ¡Gracias por comentar! juju! n_n

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Yo: ¡Hola mis queridos lectores! ¡Por fin la conti! Disculpen la demora ya que la escuela se come mi tiempo XD ¡Lo bueno es que ya estoy aquí! Jaja

Hanasu: *saca unas papitas fritas y se come una* ¡Pff! ¡Ya era hora de que la pusieras mujer! jaja *se come otra papa*

Yo: ¡Silencio inner habladora! *aura negra*

Hanasu: ¡Bah! ¡Ya no me das miedo! :P

Yo: *gruñendo* ¡Eso es lo que tu crees! *calmándose* por cierto ¿Me das una papa?

Hanasu: ¡NO! *Se va corriendo con las papas*

Yo: ¡Oye espera! *se dirige a los lectores*... bueno espero que les guste este nuevo capítulo que disfruté escribiendo, esta vez contiene más GaaMatsu ¡Si que si! Mientras tanto alcanzaré a Hanasu... ¡Hanasu dame una papa!

¡Enjoy! ¡Matta nee!

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Capítulo 9: Miedo a los truenos ¡Protégeme!

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Matsuri’s POV...

— ¡Ay no! ¡Los truenos no!—pensé con mucho terror. Los truenos siempre fueron mi fobia más grande desde pequeña.



En ese mismo instante noté como caía un rayo desde lejos cuando vi mi ventana. Tapé de inmediato mis oídos, pero eso no fue suficiente y un sonido estridente similar a una destrucción se escuchó. Temblé, me abracé a mi misma y sudé frío, el escenario aquel...

No es mi ambiente en absoluto...​

Así es... sufro Astrafobia desde que tengo uso de razón, cuando era más pequeña solía refugiarme en el regazo de mi mamá o papá, porque sentía que el cielo se iba a caer. Ellos claramente decían que todo eso era una tontería y ahora que estoy más grande también lo veo así. Sin embargo el sonido aquel era perturbador, estridente y abrumador.

No quería soltar lágrimas, no quería entretenerme, quería que alguien me diese su refugio y su calor como lo hacían mis padres. Es obvio que me volvería paranoica si seguía así, el miedo de todas maneras me carcomía.

Respiré hondo para ver si podría calmarme o por lo menos conciliar el sueño, pero era imposible.

Me levanté con cuidado de la cama, con la respiración agitada y los latidos del corazón acelerados, salí de la habitación con los ojos semi llorosos, sumida en mis pensamientos y aterrada por el escenario de afuera, recorrí el pasillo de forma pausada hasta llegar a un estante pequeño donde vi una fotografía de mis padres, la tomé y abracé el cuadro de marco dorado en mi pecho.

En ese momento cayó otro trueno y las luces se apagaron y prendieron ¡Perfecto! ¡Ahora la luz! ¡Hmp!

Ya no quise regresar a mi habitación e intenté bajar las escaleras sosteniendo el cuadro con torpeza, aceleré el paso al bajarlas ya que el miedo me corrompía cada vez más. Pero lamentablemente...

Se fue la luz...​

Al bajar corriendo las escaleras, las luces desaparecieron de improvisto, mi coordinación falló y tropecé con el escalón. Me fui hacia delante y caí. Exactamente no sé cuantos escalones pasé con mi cuerpo... tal vez unos siete u ocho más o menos... tal vez más..., ¡que se yo! En cada escalón sufrí un agudo impacto doloroso, apoyé mi tobillo—el cual se dobló—y en ese momento me desvanecí en un profundo golpe...

Fin Matsuri’s POV.

Gaara’s POV...

Luego de entrar a la habitación del Uchiha, inmediatamente me acosté en la cama e intenté provocar un aburrimiento para dormirme. En ese instante varias gotas de lluvia golpetearon la ventana y una suave lluvia apareció. Soplé con fastidio, realmente éste día fue uno de los más aburridos que he tenido. Sin contar que en este momento está tronando el cielo.

Después recordé lo que pasó en el lugar...

—Matsuri ¿Qué haces aquí?—pregunté de forma seca e indiferente como siempre. Matsuri dio un respingo y sus mejillas adquirieron un color rojo brillante.

​

Puedo jurar que ella se puso nerviosa cuando la llamé..., ¡un momento! ¿Que hace con mi playera roja? ¿Qué hace esa prenda en sus pequeñas manos? Noto que con su expresión aniñada luce adorable, lo admito.​

— ¿Qué haces con mi playera?—pregunté desconcertado y mirando expectante la escena. A Matsuri se le notaba que no sabía que hacer, tembló un poco por los nervios y apretó mi playera, no sé porqué pero era divertido verla así nerviosa.​

—Etto y-yo humm—titubeó la de ojos negros y frustrándose cada vez más.​

Por la gracia sonreí, a veces la castaña usa expresiones que me dan risa... ¡Ejem! mejor dejo de tomar importancia, vaya que su carácter es duro ¡Y eso que!

En ese momento se fue la luz y escuché un golpe seco luego de quejido agudo de dolor, una expresión ligeramente preocupada se apoderó de mí... espero que no sea lo que estoy pensando. Al salir rápidamente, mis dudas se aclararon y vi a Matsuri tirada al final de las escaleras, desde lejos pude notar sus ojos llorosos y un cuadro de marco dorado cerca de allí.

Bajé de inmediato las escaleras, la castaña se mostraba inconsciente y vi como salía un poco de sangre de una de sus frágiles muñecas a causa de los vidrios rotos del cuadro. La luz regresó en ese mismo instante.

Sentí bastante preocupación, aunque no lo demostrara por mi porte frío e indiferente. Creo que debo llamar Kankuro y a Temari... ¡No! Para que me serviría preocuparlos, mejor no. En ese momento recordé que los números de emergencia yacían en el estante de la sala.

Antes de llamar tomé a Matsuri y la cargué en mis brazos, la acosté inmediatamente en el sillón de la sala, corté un trozo de tela y lo amarré en su muñeca en caso de que la herida fuese severa. Marqué al doctor más cercano y simplemente tuve que esperar.

Esta es la primera vez que siento preocupación de verdad, aunque intente reprimirlo de forma fría, no se puede.

Fin Gaara’s POV.

Autor’s POV...

Mientras tanto en la casa de los Namikaze–Uzumaki, yacían Naruto y Hinata en el cuarto del rubio estudiando “Geometría Analítica”

—M-mira Naruto-kun... la geometría analítica es una rama de las matemáticas que se encarga del estudio de la geometría en base al análisis de procedimientos algebraicos... y b-bueno... etto v-va-m-mos a estudiar u-un po-poco sobre... sobre eso—la chica del cabello azul se moría de los nervios. A decir verdad Naruto la estaba observando demasiado, debido a la atención que le ponía.

El rubio de ojos azulados miraba atento y sorprendido a la Hyûga, ya que la explicación fue concreta y sin preámbulos, algo que le pareció sumamente impresionante. Luego de la explicación el rubio asintió con la cabeza.

—V-vamos a... a practicarlo con la relación de los puntos q-que existen en... en un plano con números na-naturales... d-de acuerdo—.Naruto le miró fijamente y no pudo evitar posar su mirada en los labios carnosos de la chica del cabello azul, los cuales se movían y a decir verdad eran demasiado... tentadores a robar un beso...

Naruto giró la cabeza desentendido y asintió a lo que dijo Hinata, según no debería pensar así de su mejor amiga ¿O si? La verdad era inevitable ver esa deliciosa boca que pedía a gritos que los besaran.

— ¿E-está todo claro Naruto-kun?—preguntó Hinata de forma inocente y con voz angelical y amable. A parecer no se había dado cuenta de nada.

— ¿Eh? Ahhh si Hinata-chan ¡Todo quedó claro! ¡De veras!—.El rubio ocultó a la perfección su faceta avergonzada con su efusividad y un claro sonrojo se hizo visible en sus mejillas, a pesar de eso, lo que le dijo Hinata se le quedó bien grabado y prosiguió a hacer los ejercicios que la Hyûga le puso.

— ¡Cielos!—pensó Naruto, a decir verdad si que era inevitable pero mejor era no poner importancia al asunto. Hinata por su parte miró a Naruto de forma extraña ¿Le pasará algo? Ya que lo veía confundido y algo raro.

Fin Autor’s POV.

Gaara’s POV...

Se escucharon unos toquidos en la puerta e inmediatamente la abrí, se trataba de un doctor bigotón, llevaba puesto un abrigo de color gris, el paraguas lo dejó de lado y en la otra mano tenía su maletín y era de tez morena.

—Al fin hasta que aparece doctor—, me apresuré a decirle de forma áspera y molesta, el doctor pasó y me miró seriamente.

—De acuerdo joven, ¿dónde está la chica?—cuestionó rápidamente mientras se quitaba su abrigo y lo dejaba en el percho libremente.

—En el sillón—dije frío y tajante mientras lo dirigía hacia la sala. Matsuri seguía inconsciente, el doctor le tomó la temperatura, vio su ritmo cardiaco y por supuesto revisó la herida en la muñeca. El doctor se mostraba serio y yo hacía lo posible para hacer que mi semblante siguiera inexpresivo y completamente estoico.

—Vaya—exclamó seriamente el doctor...

— ¿Qué?—solté de forma cortante, mirando al doctor con la mirada fulminante debido a la situación.

—La chica se encuentra bien, ritmo cardiaco normal, temperatura un poco baja y la herida que tiene en la muñeca... —pausó el doctor—tiene suerte de que no sea grave, no será necesario suturarla, todo en orden—sonrió el doctor con amabilidad— ¿Pero que sucedió?— preguntó el doctor bigotón.

—Se cayó de las escaleras—dije en tono seco y a la vez preocupado.

—Me alegro que no pasara a mayores mi buen...—pausó—. Esta chica pudo haber sufrido una contusión y si cayera de forma mal pudo haber perdido la vida—aseguró el doctor de bigote grande—Pero todo se encuentra en orden.

—Hummm... mmmmm...—se retorció y frunció el ceño la castaña mientras abría los ojos lentamente— ¿Q-qué o-ocurrió?—tartamudeó Matsuri con voz suave y confundida.

—Se ha caído de las escaleras jovencita—aclaró el médico mirando a la castaña con cierta severidad. La castaña de ojos negros simplemente se sobresaltó.

— ¿En serio?—contestó la castaña con una pregunta— ¡Auch! mi mano me duele y mi... tobillo—musitó la de ojos negros.

— ¿Tobillo?—nos preguntamos el doctor y yo. El doctor de inmediato revisó la zona que dijo Matsuri y efectivamente luego de un rato al poner una venda de algodón... el doctor mencionó:

—Tranquila amiguita... sólo es una torcedura... sanará muy rápido—agregó el doctor con voz aterciopelada. Sacó una cajita y se la dio, supuse que eran algunos sedantes por el golpe en la cabeza, ya que la castaña lucía mareada—Listo... eso sería todo, tienes suerte de tener a tu novio para que te ayude en lo que se necesita—afirmó el doctor de manera pícara y despreocupada.

Eso último me desencajó completamente, abrí los ojos con total sorpresa y el ceño se frunció por esas palabras. Matsuri no se dio cuenta de lo que el médico dijo, ya que el mareo la tenía perdida.

— ¡¿Cómo que novio...?! ¿De qué está usted hablando?—, mi tono de voz sonaba irritado y un deje de indiferencia no podría faltar.

— ¿No son lo son? Por un momento pensé que eran pareja o algo así jaja—se burló un poco el doctorcito y por mi parte un sonrojo se hizo presente en mi cara, ¡Para acabarla de...!

—Hmp—solté el monosílabo con voz dura y miré hacia otro lado con vergüenza. La verdad a mi no me dio gracia—Soy su cuidador... guardaespaldas... lo que sea—además el tono que usé sonó nervioso...

—Oh... ya veo, disculpe mi incumbencia. Lo único que debe de hacer es darle el medicamento cada ocho horas, si algo se complica puede localizarme... son 300 yenes por la cita a domicilio y la medicina—pagué el dinero y el doctor recogió sus cosas para luego marcharse. Después que el bromista doctor se marchó, me dirigí hacia la castaña–, quien tenía la mirada perdida–.

— ¿Todo bien?—pregunté e hice un claro esfuerzo para que mi voz no sonara tan fría.

—Eso creo Gaara... arigato por eso... en serio—el tono de voz de la castaña era de gratitud, lo cual me dejó perplejo y una sonrisa inevitablemente arrogante se hizo presente.

— ¿No escuchaste lo que dijo el doctor cierto?—pregunté de pura curiosidad.

— ¿Decir que?—cuestionó Matsuri confusa—Lo único que entendí fue tomar mi medicamento nada más—aseguró con voz cantarina e inocente. Me sentí aliviado, conociendo su actitud efusiva, me insultaría y luego se enojaría a más no poder— ¿Porqué Gaara? ¿Acaso hay algo que deba saber?—preguntó con cierta exigencia la castaña.

—Nada—contesté tajante, veo que a Matsuri se le pasó un poco el mareo y no quería pensar en ese comentario que dijo el doctorcito. Miré el reloj, ya eran las siete de la noche.

—Espera... ¿Dónde está mi cuadro?—preguntó nerviosa la chica de ojos azabaches. Miré de reojo el cuadro que ya estaba quebrado y con cuidado recogí nada más la foto, donde estaban dos personas, una castaña madura de ojos cafés y un hombre azabache y ojos negros a su lado.

— ¿Quiénes son ellos?—pregunté.

—Mis padres—contestó la castaña en un hilo de voz—Lo que pasó fue que bajé por la foto y al correr por las escaleras se fue la luz y... lo demás ya lo sabes...

—Vaya... entiendo—murmuré y le entregué la foto con sumo cuidado, rozando con sus dedos un tanto tibios, separé la mano de inmediato y por alguna razón.

Fin Gaara’s POV.

Autor’s POV...

—Recuerda Naruto-kun que el segmento dirigido es aquella en la que una dirección se define como positiva y su dirección opuesta como negativa. —recordó Hinata dulcemente mientras veía con diversión como cierto rubio se desesperaba en realizar los ejercicios.

Naruto asintió con la cabeza y avergonzándose de lo paciente que era la chica con el. Si hubiese sido Neji o Shino, ya se habrían marchado de la casa en ese mismo momento.

—D segmento en igual a P2–P1 que es longitud y D segmento es el sentido del segmento, mientras que el valor absoluto es D= [P1 P2] = [P2 P1].... ¡Dattebayo! ¡¡¡Todo es demasiado confuso!!! ¡¡¡Rayos!!!—se regañaba el rubio en su mente, Hinata lo miraba con una sonrisa, era seguro que Naruto estaba aprendiendo un poco.

—E-el valor de los puntos es... P1 es -7 y P2 es -4— dijo la peli azul tímidamente dándole una ayudadita al rubio, quien sudaba frío por tanta presión.

— ¡Ahhh!— se quejó el rubio—, la verdad es bastante difícil, ¡dattebayo! ¿Podemos descansar Hinata-chan? ¡Por favor!—. Aunque Hinata debía negarse, el rostro del rubio era de ojitos de perrito regañado, Hinata sonrió tolerante mientras asentía con la cabeza.

— ¡Genial! ¡Arigato Hinata-chan! ¡Eres la mejor!—agradeció el de ojos azulados mientras abrazaba con efusividad a Hinata, la cual se sonrojó a los mil colores y estaba a punto de desmayarse. Sin embargo pudo reprimirlo ya que ese momento la hacía sentir realmente feliz.

Fin Autor’s POV.

Gaara’s POV...

—Matsuri será mejor que subamos a la habitación y descanses de una buena vez—mencioné áspero y cortante mientras la castaña acató y de un salto se levantó. Pero ese rápido movimiento la hizo perder el equilibrio, estuvo a punto de caerse y darse otro golpe.

Por supuesto mis reflejos la alcanzaron antes de que pudiera lastimarse. La tomé de la cintura y la atraje hacia mí para evitar que se cayera.

—Serás baka—espeté fríamente, mientras ponía una mano por su cintura y pasaba la otra mano debajo de sus rodillas, para cargarla otra vez. Matsuri me miró con sorpresa pero mejor me limité a no verla yo.

—Espera Gaara ¡¿Qué haces?!—cuestionó de inmediato la castaña quien no se esperaba algo como esto.

—Ayudándote es obvio—contesté frío y como si fuera lo más lógico del mundo. Matsuri sólo bajó la cabeza mientras se sostenía a mí. Traer a Matsuri es como si tuviera cargando una muñeca de porcelana, frágil y que estuviese a punto de romperse.

—Gracias—susurró la castaña, la miré de soslayo, tenía sus mejillas rojas, por mi parte sonreí arrogante y sin tanta expresión.

Cuando llegamos a la habitación, la deposité en la cama y cuando estuve a punto de irme, una mano pequeña se aferró a mí y me jaló para que no me fuera.

— ¡Espera por favor no te vayas!—gritó Matsuri con mucha paranoia, lo cual me extrañó.

— ¿Qué ocurre?—pregunté recuperando el tono despreocupado y frío.

—Es que... yo hummm... tengo miedo—musitó en un hilo de voz y unas lágrimas traicioneras salieron de sus ojos azabaches.

—Matsuri ¿Qué te asusta?—volví a preguntar en tono desinteresado. Matsuri bajó la cabeza y soltó más lágrimas.

—Soy astrafóbica... odio los truenos... los detesto ¡NO soporto escuchar los truenos!... por favor no quiero que te vayas ¡La Astrafobia es en serio!—aclaró ella con voz asustadiza. Suspiré con fastidio y no contesté, entonces supuse que...

—Entonces todo fue causado por tu fobia, el miedo a los truenos fue lo que te puso así y te caíste de las escaleras por eso—deduje finalmente en tono algo sorprendido.

—Quise ir aparte por la foto de mi familia, se fue la luz y luego tropecé ¡Eso fue todo!—dijo la castaña con todo lo que pudo.

—Vale—dije en un cortante suspiro y me quedé junto con Matsuri en la cama, la castaña hizo el intento de meterse dentro de las cobijas y lo logró, a pesar de su tobillo lastimado.

—Nuevamente gracias Gaara y te agradezco que te quedes aquí—dijo Matsuri con voz algo tierna–raro en ella–y se acurrucó en la cama sintiéndose más segura. En ese momento un trueno se escuchó y la castaña saltó en un fuerte respingo, tanto que me dio un abrazo, la verdad me quedé desconcertado ya que no me esperaba que pasara esto nuevamente.

Ya le había dejado en claro que odiaba los abrazos y quise deshacerlo en forma grosera, pero creo que esta vez lo dejaré pasar. Además tuve que corresponder el abrazo, no porque fuera por conveniencia mía o suya, sino porque ella lo necesitaba, definitivamente esto de cuidar no es nada fácil y además no creo que haya algo de malo.

—Tranquila—fue lo que pensé después de escuchar otro trueno más. Así nos quedamos un buen rato hasta que Matsuri quedó profundamente dormida. Incluso no pude evitar verla dormir...

Fin Gaara’s POV.

Autor’s POV...

—Creo que ya entendí... si P1 vale 7 y P2 vale –4... D= P2–P1= –4–= –11...—pausó Naruto con una sonrisa de victoria—. Entonces el resultado es D= 11 pero es positivo ¿Estoy en lo cierto?—preguntó el rubio curioso, mientras Hinata lo miraba con cierta timidez y con las mejillas más rojas que el semáforo de la esquina.

— ¡B-bien hecho Naruto!—felicitó la chica del cabello negro azulado con una sonrisa tierna— L-lo h-haz logrado Na-Naruto-kun—. Hinata lo volvió a hacer con otra sonrisa satisfactoria. Naruto saltó de alegría ya que al fin había entendido unos cuantos problemas de álgebra y matemáticas.

— ¡Muchas gracias Hinata-chan! ¡Eres la mejor tutora que he tenido!—el rubio de ojos azulados aduló a su tutora llamada Hinata, la cual estaba hecha un manojo de nervios, pero al mismo tiempo se sentía alegre, y sus mejillas nuevamente se pusieron rojas.

La euforia de Naruto, provocó que en uno de sus saltos y jolgorios, se tropezara con la cama y quedase demasiado cerca de la Hyûga con bastante torpeza. Hinata se sorprendió al igual que Naruto y se miraron fijamente a los ojos. El rubio se perdió inmediatamente en la blancura de los orbes de Hinata, mientras que la chica estaba igual que su amado o peor... se perdió en los llamativos mares que ternía el Namikaze por ojos.

—Hi-Hinata-chan yo...—titubeó el rubio–raro en él–y se sonrojó levemente al tener tan cerca a su amiga, o al menos la veía así, porque incluso habían quedado nariz con nariz... cosa que Hinata tampoco pasó desapercibido. La chica se quedó en estado de shock y también se perdió viendo los labios tan suaves del Namikaze.

—Na-Naruto-kun yo... hummm—trató de explicarse ella ya que no podía aguantar y tener que ocultar sus verdaderos sentimientos— ¡Debo decirle! Pero y si él no...—pensaba deprimente la Hyûga, sin embargo ninguno de los dos dejaba de mirarse a los ojos, no se separaban.

—Naruto-kun debo decirte algo...—susurró la chica de los ojos perlas mientras se mordía el labio inferior. Naruto inmediatamente se quedó en un trance y dijo...

— ¡Dime Hinata-chan!, ¡te escucho! —, el rubio sonrió con euforia y sin dejar de ver a la chica a los ojos, realmente no se había dado cuenta que su mirada era tierna...

—Es que... yo..., es que desde ha-hace mucho ti-tiempo tu me gust... hummm—titubeaba la Hyûga reuniendo valor, Naruto escuchaba perfectamente y se fue acercando hasta que quedaron a varios centímetros de darse un beso, el rubio se dejó llevar por el momento...

— ¿Si?—musitó Naruto esperando que terminara lo que fuera a decir Hinata.

—Na-Naruto-kun tu me gust...—repitió Hinata confesándose ya, y Naruto esperaba nuevamente ansioso por lo que diría ella y estuvieron a punto de rozar sus labios.

Toc... toc... toc

Tocaron tres veces la puerta, Hinata se separó de Naruto de forma torpe y brusca y el rubio hizo lo mismo, verdaderamente avergonzado por lo que estuvo a punto de hacer.

—Pasa—espetó el Namikaze en forma molesta, mientras que Hinata parecía un tomate y casi se lastimaba el labio de tanto morderlo. Era Harumi quien había arruinado el momento, sin entender pasó y dijo a los chicos.

—Hola chicos, gomenasai... ¿Interrumpo algo?—cuestionó pícara la pelirroja de ojos azules, quien internamente sonreía burlona de ver a esos dos con la cara más roja y avergonzada a más no poder. De por si la gemela del rubio ya se imaginaba lo que estaba pasando y era completamente evidente.

—No Harumi-baka ¿Qué quieres?—preguntó Naruto con las cejas fruncidas y mirando a su gemela de manera fulminante. Harumi rio y se dirigió a Hinata.

—Hinata-chan... llamó Neji-san... dice que mandó a un tal Kenji para que viniera por ti... porque está muy mal el tiempo—avisó entonces la Namikaze mientras la Hyûga respiró con resignación, ya que le había avisado al chofer que regresaría sola. Sin embargo su primo es muy sobreprotector, así que no tuvo más remedio que acceder.

Un estridente claxon se escuchó afuera, Hinata recogió los materiales sin mirar directamente al rubio, quien ayudaba a la chica a recoger todo lo del estudio. Salieron de la habitación, Harumi le dio un codazo cómplice a su hermano quien sólo se avergonzó pero lo reprimió gracias a una fulminante y dura mirada a su querida hermana, la cual se fue a la habitación.

Minato y Kushina ya no estaban en la cocina, sino en el cuarto..., lo más seguro durmiendo y por otro lado el rubio abrió caballerosamente la puerta de salida, Hinata abrió el paraguas y miró al Namikaze.

—Hinata-chan... lo que pasó en la habitación... gomenasai—se disculpó Naruto con mucha pena. Hinata sonrió pero internamente también seguía avergonzada.

—No te preocupes Naruto-kun... no..., no hay problema—dijo la Hyûga manteniendo una linda sonrisa que alivió al rubio.

—Por cierto ¿Qué era lo que ibas a decirme?—preguntó a su vez el rubio de orbes azules. Hinata lo recordó y se volvió a sonrojar.

—No es nada Naruto-kun... ya no tiene importancia—dijo y se quedó un poco triste y deprimida por lo que pasó, ya que estuvo a punto de confesarse. Naruto no dijo nada, simplemente asintió con la cabeza musitando un suave... “Gracias”.
Hinata reunió nuevamente valor y se acercó a Naruto dándole un cálido beso en la mejilla casi cerca de la comisura de los labios. Naruto quedó en shock y luego en un trance.

—De nada Naruto-kun... nos vemos—murmuró la chica de los ojos perlas mientras salía de la puerta casi corriendo y con la cara roja hasta las orejas, pero no se notó por el oscuro color de la noche. Naruto ni siquiera se dio cuenta hasta que notó como Hinata se metía al coche y se marchaba.

Sonrió para si mismo y cerró la puerta... sin antes tocar su mejilla donde había una clara sensación cálida. Se puso colorido y se dirigió a su habitación... no sin antes ver como le hacía para vengarse de su hermanita pilla y traviesa...

Fin Autor’s POV.

¿Continuara?...

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Yo: Ñam... jeje... hasta aquí quedó este noveno capi. Aunque siento que le puse algo de Ooc a Gaara :P. Esta vez para la siguiente conti pondré NejiTen, trato de equilibrar todas las parejas jeje... poniendo más protagonismo en el GaaMatsu n_n

Yo: Hasta eso el que contó la mayoría fue Gaara XD ya que por lo general... quien cuenta más es Matsuri jeje. Ya quiero unirlos jeje pero mejor es todo a su tiempo jeje. Por otro lado la conti del fic ESPERANZA DE UN CORAZÓN CIEGO está en proceso... ESPERENLO PRONTO XD...

Hanasu: ¡No me alcanzaste bruja! XD

Yo: ¡Ahorita no arreglamos ehhhh Hanasu-chan! *usa tono de voz dulce*

Hanasu: Ejem! Como que ya me voy de aquí ¿No? *se va corriendo*

Espero que les haya gustado jeje gracias por leerlo :D :)

Próximo capítulo: “El tour con mi mejor amiga”.

¿Qué opinas de éste capítulo? ¿Te gustó?

¿Cuál fue tu parte favorita y porqué?

¿Naruto de verdad ponía atención a la “geometría analítica” XD o a Hinata?

¿No es lindo ver a Gaara-sama preocupado por Matsuri =3?

¿Harumi interrumpió el momento no XD?

¿Cuál es tu fobia? (< -------opcional contestar ésta pregunta n_n)

Recomendaciones, críticas constructivas, tips, consejos, tomatazos jeje, ¡Gracias por comentar! juju! n_n

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