Long-fic de Pokémon - Un nuevo comienzo Pokémon:Ash&May juntos otra vez.

Bien, este capitulo más bien es tipo 'One-Shot' ya que es corto(Como todos) y la verdad no es muy importante en los viejos capítulos, bueno es corto pero lo coloco para terminar el fic. (No es mi mejor obra que se diga -w-)

Chapter final.

Al otro día en la mañana, precisamente a las 8:00, se encontraba el chico de azabache alistando su ropa, ya que se regresaba a Pueblo Paleta, su pueblo natal. El chico se encontraba algo triste, ya que no quería regresar a su hogar, porque dejaría a su ‘pareja’ y esa idea le daba mucha tristeza. Su amigo Pokémon estaba al lado de él acompañándolo a empacar.

—¿Pika pi? (¿Ya te encuentras bien?)

—Vaya amigo, después de todo lo que pasamos. Nos regresamos a casa. —Decía el chico terminando de empacar. —Bueno, será mejor que vayamos a comer algo y nos vamos. —El entrenador bajó por las escaleras y se dirigió hacia la cocina, allí lo esperaba la mamá de la coordinadora. —Señora Caroline, ¿Qué hace cocinando tan temprano?

—Hola cariño, me alegra que ya estás despierto, porque te cociné un delicioso desayuno, para que comas y lleves para el camino. —La señora y mamá de May le entrega al joven entrenador una cajita donde se encontraba la comida para su viaje, este se sienta a comer el desayuno que le hizo la mamá de May.

—Que delicioso desayuno Caroline, estaba muy bueno. Pero ya creo que es hora de irme. —El chico se levantaba del asiento para partir su viaje,
cuando alguien lo interrumpe.

—¿Te vas tan pronto Ash? Por favor quédate más tiempo.

—Uh May, creí que estarías dormida, pero no puedo quedarme más tiempo, el profesor Oak dijo que tenía algo importante para decirme. Créeme que si pudiera quedarme lo haría, pero no puedo. —Decía el joven mientras tomaba su taza de café para despertarse mejor.

—Pero Ash, ¿no puedes llamarlo y preguntarle? No quiero que te vayas.

—Yo tampoco pero… Ya sé, ¿Por qué no salimos a caminar un rato? Aun es de mañana y creo tener tiempo. Jeje. ¿Qué dices?

—De acuerdo, pero déjame cambiarme, espérame ¿Si?

—De acuerdo May, ve y cámbiate, yo te esperaré aquí. —Le decía el chico a la joven castaña, la cual fue corriendo velozmente a su dormitorio.
—Vaya, tener novia es más difícil de lo que dicen. ¿No lo crees amigo?

—Pika Pika (Por esa razón yo no tengo)

El entrenador salió de la casa hacía la calle, este andaba con su mochila de siempre y su ropa de Sinnoh, este miraba el cielo donde creyó ver a Ho-oh de nuevo, pero muy borroso porque las nubes lo tapaban. Después de varios minutos de espera, sale la coordinadora de la casa, vestía casi, casi la misma ropa que uso allí cuando viajó con el entrenador. —May… Te ves muy bonita, me recuerda cuando viajamos juntos.

—¿De verdad Ash? Que dulce eres. —Decía la joven riéndose suavemente.

—¿Ya estas lista? —Le preguntó el chico mientras la coordinadora decía que si, los dos se tomaron de las manos y salieron a caminar un rato.

Muchos recuerdos pasaban entre los dos jóvenes que caminaban por un parque no muy lejos de la casa de la chica. —Mmm… Recuerdo este lugar, je aquí fue donde me enfrenté con todos esos entrenadores cuando supieron que me enfrentaría a tu papá.

—¿Todavía te acuerdas? Le ganaste a todos, excepto a mí claro.

—Me ganaste porque ya mis Pokémon estaban cansados de haber peleado tanto, además recuerda que quedamos empate cuando nos enfrentamos en el concurso… Fue el día en que nos separamos.

—Si… Pero ahora estamos juntos de nuevo, pasaron muchas cosas ¿no crees?

—Así fue, no hubiera deseado nada mejor de todo lo que pasó. —Los dos seguían hablando y caminando por el parque, pasaron casi dos horas y los dos chicos se encontraban en un sitio apartado de la ciudad, precisamente una pradera muy bonita, con muchos Beautifly volando por ella, en el centro de ese lugar se encontraba un gran y enorme árbol lo cual los dos jóvenes se acercaron a él. Notaron que ese árbol tenía grabado muchos nombres, de muchas parejas que escribieron su nombre allí. —Mira May, que enorme árbol y mira todos los nombres que tiene grabado en él. ¡Es increíble!

—Sí, y muy romántico también. ¡Mira! ¡Tiene los nombres de mi papá y mamá! —La coordinara se sorprende por ver los nombres de sus padres grabado en el viejo y gran árbol. —¡Oye Ash! ¿Qué tal si grabamos nuestros nombres en él?

—¿Eh? Pero, pero, dice aquí que este árbol solo es cuando los dos están a punto de casarse. Nosotros aun no nos vamos a casar… ¿O sí?

—Claro que no tonto, pero tal vez sea de buena suerte para el amor. Lo escribiré yo. —La chica saca de su mochilita ‘Coala’ amarillo una navajita pequeña, para poder escribir en el árbol. Ella se sube en un tronco que había debajo de este y comienza a escribir.

Mientras tanto el entrenador se queda pensativo mientras veía a la chica escribir. —La verdad no me quiero ir… Pero ya se está haciendo tarde. Si le digo a May que se apure sería muy mala educación de mi parte. Pero por otro lado si me voy más tarde se me hace de noche… —La chica termina de escribir el nombre de ella y el del entrenador, allí ella baja del tronco y se acerca a su ‘amigo’.

—Ya está, ¿acaso no se ve romántico?

—Sí, sí muy romántico… —Decía el chico con un tono sarcástico.

—¿No te gusta lo que hice? Eres muy malo Ash. —La chica se cruzaba de brazos y le daba la espalda.

—No, no es eso May, es que ya se me está haciendo tarde y el viaje hacía pueblo Paleta el algo largo. —El chico la toma de la cintura y le da un cálido beso en la mejilla. —Debo irme, el profesor me dijo que había una competencia Pokémon cerca de Teselia, y me gustaría ir a preparar todo y estar unos días con mi mamá, espero que no lo tomes mal May…

—Tranquilo Ash, espero que te vaya bien, pero antes. —La joven le corresponde el ‘beso de la mejilla’ en los labios del chico, por unos tres minutos.

—Espero verte ganar esa nueva liga. Sé que puedes.

—¡Claro que puedo! Después de todo soy casi un experto entrenador Pokémon, te prometo que ganaré por ti. —El chico se despidió de su vieja compañera dándole otro beso en los labios y luego en la frente, y se fue velozmente hacía el muelle.

—Adiós Ash, y espero que te vaya bien... —Decía la coordinadora soltando varías lagrimas mientras veía al entrenador corriendo lejos de ella.

Fin.