This Is Not My Life...

Ese es otro fic que tiene como protagonista a los de Akatsuki n_n
es estilo mafia por lo que cada capitulo sera completamente diferente...

El primero lo protagoniza Deidara
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Capítulo I​

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Eran casi la media noche y en un convertible negro que deslumbraba por unos callejones sucios andaba una joven de cabellos castaños claros y ojos negros que eran escondidos por unos lentes oscuros que al parecer tenía unos asuntos pendientes por hacer porque se le notaba su frialdad en el rostro. No es que sea unos de sus trabajos favoritos porque hubiera deseado poder estar fuera de este negocio hace mucho tiempo pero solo por esa persona es que se mantiene aquí aunque en determinado caso era preferible verlo sin un arma en manos que con una.


Detuvo el auto en lo que era un muelle abandonado y con el arma guindada cerca de las rodillas del short semi corto que cargaba puesto bajo del auto con elegancia colocándole la alarma a este comenzó a encaminarse hasta el final de este en donde venia un chico que cargaba puesto un traje pero con esa oscuridad que lo cubría por completo, lo único que se hacía visible era el maletín que tenía en manos.


—Te aseguraste de que nadie te siguiera —Comento con una voz ronca desviando la mirada hacia un lado del mar para semi verla.
Esta no le dijo nada solamente asintió a lo que le había dicho.


—Puedes tenerlo por seguro que nadie me siguió —Acoto la joven con esa compostura de mala que la hacía ver fuerte ante otros.


Este se volteo para mirar a la susodicha que le había sido enviada. La miraba de reojo no estaba seguro si ella podía fácilmente poder mantener el paquete a salvo hasta su guarida y eso que su organización la pedía por lo que la puso a prueba primero.


— ¿Quién te mando? —Pregunto en seco.


—No tengo porque responder eso —Respondió con esa misma actitud fría.


—Pain me prometió mandarme a uno de sus mejores hombres y resulta que me manda una mu… —Antes de poder terminar su reclamante frase está saco su arma apuntándolo con sumo enojo en su cabeza.


—Te lo voy a hablar de forma rápida porque me estas haciendo perder la paciencia, o me entregas ese maletín o sino mi arma hablara por mi —Ordeno con resentimiento la castaña.


El hombre que estaba en ese momento al frente de ella saco también saco un arma para poder igualar la situación pero no pudo usarla porque una bala intercepto su mano en ese momento haciendo que soltara su arma y esta cayera al mar, suspiro fastidiada al saber quién podía ser por lo que le quito al maletín a este para guardar el arma buscando irse rápidamente antes de encontrarse con esa persona.


—Siempre es lo mismo nunca me deja terminar hacer las misiones sola —Rezongó en bajo olvidándose por completo del hombre que estaba tirando en el suelo sufriendo del dolor.


Coloco el maletín en el asiento del copiloto al momento de quitarle la alarma y se monto rápidamente en su asiento buscando irse casi que volando del lugar por lo que prendió el motor y busco poner en marcha el auto pero se molesto todavía más cuando vio esa moto obstaculizar su paso que le había metido un golpe al volante. El chico que la miraba con serenidad se quito el casco para dejar ver una cabellera rubia que brillaba con las luces del auto con esos ojos azul mar miraba con esa misma serenidad a la chica que parecía tenerle algo de aburrimiento pero a la vez odio.


— ¿Qué es lo que haces aquí? —Pregunto en seco.
Sonrió divertido al ver su actitud de arrogancia que tenia siempre.


— ¿Cuándo será que vas a entender que tu y yo somos un equipo? —Pregunto este con esa misma arrogancia buscando hacerle competencia a la joven de los ojos negros.


—Eso nunca lo voy a entender porque le dije perfectamente a nuestro jefe que yo trabajo sola —Respondió de forma fatigada porque estaba cansada de que siempre le reprochara la misma situación.


—Querida mía, tienes que entender que aquí todos trabajamos en parejas por lo que tienes que aceptar el hecho de que sea tu compañero —Explico el rubio con suma tranquilidad sin quitarle la mirada de encima.


Deidara era su compañero de “trabajo” por decirlo así desde el momento en que ingreso a la agencia de los Akatsuki, una agencia de mafia que se encarga de hacer los trabajos más sucios de toda la ciudad de Nueva Jersey por lo que no era de sorprenderte que este grupo de delincuentes trabajaran con este tipo de cosa. La joven lo miro de reojo por unos momentos y suspiro completamente cansada ya era demasiado aburrido ponerse a pelear con el muchacho por lo que desvía la mirada al volante.


—Es hora de ir a reportar esto —Dijo de repente mientras le ponía reversa al auto para poder irse del muelle siendo seguida del rubio de ojos azules que se había colocado el casco para poner a andar su moto.


Durante un largo rato estuvieron conduciendo hasta llegar casi que a las afuera de la ciudad en donde se estacionaron en una mansión abandonado. Salieron de sus respectivos vehículos para poder adentrarse al lugar y con el paquete en manos se fuero de una vez a lo que era la oficina de su jefe. Caminaban por los pasillos en completo silencio sin tener mucho que decirse, ya que les incomodaba mucho trabajar con el otro y eso que apenas tenía dos meses trabajando como pareja por lo que no era de sorprenderse para los demás de la agencia verlos a estos dos peleando.


Llegando a lo que era el despacho de una mansión vio sentando en la silla de su escritorio a un hombre de piel blanca, pero que le hacía parecido al metal con cuatro tubos atravesando su nariz tenía los ojos de un color metálico que se hacía visible ante la luz de la luna y cabello puntiagudo color anaranjado. Su nombre era Pain y era el jefe de la organización.


Estos mostraron sumo respeto ante su superior ya que…

 

Vengo a lucir la conti en donde ponemos como protagonista al Mayor de los hermanos Uchiha
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Capítulo II​

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Había llegado a la supuesta reunión un joven de piel blanca semi bronceada, cabellos castaño oscuro amarrado en una coleta semi baja y ojos negros como la misma noche que se le hacía notar unas ojeras producto de que no dormía del todo bien, por una razón que era inexplicable; a su lado venia otra jovencita que por lo visto era menor que la chica que acompañaba al rubio, de cabellos negros platinados sus ojos negros como la noche le decían que no era del todo una carita dulce porque su inocencia pura lo aparenta la mirada mas no su actitud.


—Ya que están los cuatros se les hablara de su siguiente misión —Anuncio su superior.
Durante por un par de hora se les fue dada las instrucciones que estos iban a seguir para su siguiente misión y las dos jóvenes que se encontraban presente no parecían del todo contentas con los que tendría que hacer ya que les tocaba la parte más difícil.


— ¿Por qué siempre nos toca hacer eso? —Pregunto de forma atacante la azabache.


—Tenme más respecto que soy tu superior —Respondió de la misma forma el hombre de cabellos anaranjados mientras que posicionaba sus codos en la mesa para poder apoyar su mandíbula con las manos. —Recuerda que no tenemos muchas mujeres en la organización, así que no deberías montar tantas quejas —Añadió.


La joven se cayó y desvió esa mirada a un lado, la castaña que estaba a su lado estaba de acuerdo con lo que esta plantaba pero de todas formas le daba la razón a su jefe ya que no tenían muchas mujeres en este tipo de negocios que estos hacían.


—Itachi, ¿Hiciste lo que te pedí? —Preguntándole al mayor de los Uchiha vio como la joven lo miraba de reojo.


—Sí hice lo que me pidió y con mi hermana a mi lado nos dijo que se uniría a la organización, él y todo su grupo —Respondió con suma frialdad manteniendo esta vez la mirada al frente.


—Perfecto, ahora si podremos tener más terrenos asegurados con esos cuatro dentro. —Acoto en bajo desviando la mirada al chico de los ojos azules. —Trata de que la próxima vez, nadie los siga casi los descubren —Reprimiendo ese error, no tenia porque hacerle algo porque lo estaba matando con la mirada.


El rubio miro de reojo a su compañera de equipo que no hizo más que un gesto de fastidio por tal regaño y de forma molesta se cruzo de brazos.


—A mi no me reprimas nada, que todo estaba perfectamente calculado hasta que este idiota apareció —Hablo en su defensa mirando de reojo al acusado.


—No vengas a echarme la culpa a mi porque ese tipo quiso matarte, ten suerte que tuve la oportunidad de dispararle antes de que te lastimara —Reprocho esa acusación mirando a ella de forma desafiante.


Tan tonta era esa pelea que hasta los se miraban con rayos en los ojos que casi todos los presentes suspiraron del fastidio.


—Suficiente ustedes dos —Ordeno el hombre de ojos morados metálicos, mirando esta vez a la joven que estaba al lado del castaño. —Necesito que me hagas un favor —Le anuncio.


—Lo que usted ordene señor…


—Necesito que cambies de pareja —Dijo su jefe.


Sorprendida de su petición intento buscar preguntarle el porqué pero antes de poder hacerlo este le había dicho:

—Vas a ser la alentadora de tu segundo hermano mayor cuando entre a la organización, es conveniente que sepa cada uno de nuestro movimientos y lo que hacemos para que pueda ser eficiente al igual que tu y Itachi —Explicándole lo que tenía que hacer con más razón le daba rabia la noticia.


Esta no le dijo nada y sintiendo la mirada de su primer hermano mayor encima de ella lo único que podía decirle era:


—Acepto el cambio.


Casi todos los presentes estaban sorprendido más la castaña que sabía como era ella pero, a Pain no se le puede reprochar nada porque este de una vez manda a matarlo a uno pero también estaba su hermano Itachi que la detenía cada vez que estaba pensando agarrarle una bronca a alguien por cualquier cosa.


—Ya que todo esta aclarado se pueden retirar —Ordeno este volviendo a sus labores de antes.


No quería comentarle nada todavía prefirió esperar a que llegasen a la casa o que por lo menos estuviera fuera del alcance a cualquier otra persona de la organización ya que todo lo que hablaban era personal de su familia y conociéndola como la conoce sabe que no querrá decirle a cualquiera lo que sentía sobre eso.


Metidos en un convertible negros que los conducía a la casa Itachi miraba de reojo a su pequeña hermana menor quien tenía la mirada perdida en otra parte como si nada de esto fuera bueno o conveniente para ellos, pero ¿Qué podían hacer? Desde que tienen Sasuke y ella 6 años y el 10 perdieron a sus padres en un asalto de unos mafiosos que intentaron quitarle las pertenencias reales de la familia Uchiha.


Por lo que desde entonces ha tenido que estar al frente de sus dos hermanos menores y con esos dos en condiciones de lucha demasiado eficaz, sabía que ambos pelearían con cualquier persona en este planeta que intentara obstruirse en su paso.


—Estas muy callada desde que salimos de la reunión ¿Algo te molesta? —Pregunto en seco desviando la mirada hacia la ventaba para no parecer obvia la preocupación.


—Oni-sama, déjame tranquila que me encuentro en perfectas condiciones —Respondió ella para no seguir preocupándolo.


—No tienes porque ser tan fría conmigo, sabes que te conozco a la perfección y se cuando algo te molesta y cuando no —Dijo en seco esta vez con la mirada al frente. —Yo no te dije que te metieras a esta organización, tú misma fuiste la que tomo esa decisión —Añadió al ver porque razón era como era.


Lo miro de reojo y con esos orbes ónix le hizo entender que no tenía porque recordarle la razón por la cual estaba metida en todo este lio, que era suficiente con estar los dos juntos en esto.


—Haz que se detenga —Ordeno de forma repentina.


— ¿Te diste cuenta? —Pregunto fría y calculadoramente el joven.


—Hace rato, es mas no seguían a ellos dos sino a nosotros —Agrego la menor de los Uchihas.
Itachi le hizo seña al conductor que se detuviera, en donde estos sacaron un espejo para poder ver a donde se escondían sus perseguidores.


— ¿Estas lista? —Pregunto con el arma en manos.


No recibió respuesta de ella, solo se escucho una mágnum de 9mm cargarse.


Y sin mucho rodeo los dos salieron de alto, desapareciendo en la luz de la noche sorprendieron a los dos motociclistas que los estaban espiando.


— ¿Quiénes son ustedes y que es lo que quieren de nosotros? —Pregunto el castaño apuntándole con la pistola en la cabeza a uno de ellos.


Estos no decían nada, solamente uno de ellos levanto sus dos manos, pero el que apuntaba la chica se mantenía tranquilo y eso que se hizo escuchar en el área una malévola risa.


—Ya me tenía que suponer que tú nos estabas siguiendo —Acoto esta con esa misma actitud fría de antes.


Apartándose un poco de ellos permitió que este se quitara el casco dejando no sorprendido a los dos chicos que le apuntaba pero si fastidiados de lo mismo.


—Tenias que ser tú…

 

Vamos ahora con el tercer capitulo y lo protagoniza Sasori n_n
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Capítulo III​

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Rondando por las ciudades en una motocicleta se podía ver a un pelirrojo de ojos cafés que andaba acompañado de una chica de cabellos grises y ojos rubí que por lo visto era su compañera de trabajo, estos se dirigían a lo que era las afueras de la ciudad pero los dos se detuvieron en un semáforo rojo, viendo si algún carro iba a pasar por su calle el chico le dijo a la joven:


—Sujétate con fuerza.


Esta sin decir nada le hizo caso y lo abrazo de la cintura para ver como hacia levantar la motocicleta y se iba arrancando con suma velocidad hacia su destino. Duraron así un par de minutos hasta llegar a lo que era un bosque, apago el motor y se bajo de ella para quitarse el casco moviéndose los cabellos de un lado a otro estos se alborotaron un poco pero le dieron más volumen.


—Por lo visto nos harán esperar un rato —Acoto en seco mientras que se recostaba de un árbol que tenía detrás suyo.


—No entiendo porque te quejas tanto si sabes que esto lo hacemos casi todo el tiempo —Dijo su compañera mientras que se quitaba su casco dejando ver esos cabellos grises caer hasta la cintura.


—Tú misma lo dijiste una vez, que odiabas que te hicieran esperar. Bueno te apoyo ese comentario —Hablo con sumo fastidio dejando salir todo el aire que llevaba dentro.


—Sigo diciendo lo mismo, tenemos que tener paciencia con tal es nuestra misión no podemos quejarnos de esto —Hablo esta de forma irónica mientras que se bajaba de la motocicleta y colocaba el casco en el asiento.


El pelirrojo no decía nada solo miraba de reojo a su compañera que hacía lo mismo solo que lo miraba con suma seriedad.


— ¿Tengo algo en el cuerpo? —Pregunto ella.


— ¿Por qué lo dices? —Pregunto confundido.


—Porque te la pasas mirándome siempre de arriba abajo —Respondió la joven de los ojos rubí colocando sus manos en la cintura.
Sasori suspiro de nuevo.


—Ya deja de… —Antes de terminar su frase se sorprendió de que esta le disparase cerca del rostro. — ¿Por qué haces eso? —Pregunto exaltado de su acto.
Antes de responderle vio como un cuerpo caía al suelo dejando visible el charco de sangre que salía de su cabeza, de ahí se dio cuenta que lo estaban vigilando.


—Predecible como siempre —Dijo mientras se arrodillaba y miraba el cadáver. —Y cruel como siempre, ¿Por qué le apunta a la cabeza? —Pregunto el pelirrojo mientras se levantaba del piso.


—Nunca le tengo piedad a mis enemigos deberías saberlo ya, Sasori —Respondió esta vez fastidiada.


—Para que esta organización aceptase mujeres me sorprende ver a una que sea más fría que el mismo líder —Acoto en seco mientras le daba al árbol en busca de algo.


—Solo busca lo que Pain necesita para largarnos de una buena vez —Pidió fastidiada mientras guardaba el arma y se cruzaba de brazos.


Esto de verdad es un verdadero fastidio pensó en un suspiro mientras que con sus orbes cafés buscaba algo que de verdad le importaba a los dos. A los minutos lo encontró y se acerco a ella para colocárselo al frente.


— ¿Qué es lo que contiene eso? —Pregunto curiosa la chica.


—No lo sé, pero tenemos que llevárselo de una vez a nuestro superior —Respondió el pelirrojo mientras que aseguraba el paquete en el asiento trasero y se colocaba el casco.
Sin tener mucho que decirle imito casi su misma acción para poder incorporarse nuevamente en su vehículo de transporte para irse del lugar.


—Sabes que no podemos dejar cadáveres ¿Verdad? —Dijo de forma repentina al saber que esta olvidaba algo.


—Olvídalo con tal no tienen forma de saber que yo fui la que lo mate —Aspecto con rapidez con la mirada al frente.


Volviendo a conducir unos cuantos minutos, se detuvieron esta vez en lo que era un bar cajero en donde muchos traficantes se la pasaban casi todas las noche para tomarse un par de tragos, la joven de ojos rubí sentía repugnancia a este tipo de lugares ya que trabajaba anteriormente en uno de ellos antes de que algo le pasase por lo que no le gustaba mucho rondar en este tipo de sitio.


— ¿Qué hacemos aquí? —Pregunto molesta.


—Vámonos a tomarnos un par de trago para celebrar la misión cumplida —Respondió el pelirrojo sonriendo de forma cerrada.


— ¿Eres idiota o qué? Sabes que odio este tipo de lugares —Reprocho con más repugnancia la chica.


—Deja de actuar como una niña y vamos a entrar —Insistía de forma desafiante el Akasunano.


Eso sí que la enfado mas porque una de las cosas que odiaba era que la tratase como toda una niña por lo que de forma estúpida acepto la invitación, le decía estúpida porque de verdad no podía creer que se dejase convencer de la manera más baja.


Entraron a ese sitio en donde vieron a varios tipo con un pequeño grupo en cada mesa tomando de sus tragos con suma diversión, si que odiaba el sitio le causaba mucha repugnancia y lo mas que deseaba era poderse ir pero, como este la reto tuvo que entrar sin importarle que; yéndose a la barra estos se sentaron en una banca, en donde fueron atendido por un joven de unos 17 años piel blanca cabellos castaño oscuro y ojos color negro.


— ¿En qué les puedo servir? —Pregunto este con cortesía.


—A mi me trae lo de siempre —Respondió Sasori.


— ¿Y la señorita? —Pregunto esta vez dirigiendo su mirada hacia ella.


—Un vaso de Vodka —Respondió.


Yéndose del lugar los dejo solos por unos momentos volviendo nuevamente con sus tragos preparado, el joven se tomo ese vaso de tequila de un solo golpe que no sorprendió mucho a su compañera que tomaba su vaso de vodka de forma tranquila, al rato fue que Sasori llevaba tres vasos e iba tomándose el cuarto y la joven llevaba también tres por lo que el cantinero de cabellos castaños le traía la siguiente ronda que pidió.


— ¿Por qué siempre termino así por tu culpa? —Pregunto en un tono borracho con las mejillas notoriamente sonrojadas.


—Porque siempre te dejas matar por tu orgullo —Respondió este de la misma forma.


Aunque los dos estuvieran consiente de todas maneras se les notaba la conciencia. Por lo que no le prestaban mucha atención al constante ruido que hacia el lugar lo que si tomaron en cuenta fue una pelea que se estaba formando en ese momento a las fueras del bar, como al principio no distinguieron a las personas que se peleaban se levantaron de golpe al reconocer a…

 

Espero que les guste si quieren comentar algo, estan en su derecho​

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Capítulo IV​

Si que la tomo de sorpresa al verlo a él aunque su expresión fría no cambiaba era la misma, siendo el mismo arrogante de siempre sabia que las cosas no estarían bien y eso que le dio chance de que saliera de la motocicleta viendo como la otra persona que se quitaba el casco era una de sus compañeras de equipo Karin.
Su segundo hermano mayor, Sasuke Uchiha. A esa persona le tenía odio, lo despreciaba de verdad que la aborrecía e Itachi sabia del porqué por lo que procuraba muchas veces mantenerlos a los dos alejados aunque mayoritariamente era un verdadero problema ya que al azabache le gustaba molestarla mucho.

—Sasuke… —Pronunciando su nombre con sumo odio, le hacía entender que lo despreciaba y que le molestaba su presencia.

—Aiko… se nota que me tienes odio, para hablarme de esa forma. —Acoto divertido y con esa sonrisa melancólica mientras que se le intentaba acercar.
Esta no se lo permitía por lo que se le apartaba para apuntarle en la cabeza con su pistola.

—Hazlo, a ver si eres capaz de hacerlo. —Esas palabras eran retadoras para la chica por lo que quería ver si era capaz de intentarlo.

Aiko lo pensaba y ni estaba segura de darle o no ese balazo pero no podía tampoco porque esta persona seria su compañero por lo que bajo el arma y miro de reojo al castaño diciéndole que se arrepentía de haber aceptado la propuesta.

— ¿Qué fue lo que acordaron? —Pregunto el hermano del medio fijando la mirada en el mayor de ellos tres.

—Esta contento con la noticia que te quiere en la guarida mañana. —Respondió el con suma frialdad fijando su mirada a su hermana.

—Dile que tendré a Karin como compañera. —Acoto Sasuke.

—Déjame informarte que no puedo hacer eso. —Negó su petición.

— ¿Por qué razón? —Pregunto este con esa misma actitud fría.

—Porque yo voy a ser tu compañera. —Respondió ella a su pregunta.
Sonriendo de forma melancólica se cruza de medio lado entorno a ella y se cruzo de brazos para fijar esos orbes ónix a los orbes a la figura femenina que lo miraba con cara de poco amigos.

—No me digas, entonces… mi hermanita será mi compañera —Comento con tal arrogancia que se seguía notando esa misma frialdad.
Hacia puño esa mano porque le estaba entrando las ganas de golpearlo y para mantenerse tranquila prefirió mil veces irse que seguir perdiendo el tiempo con este idiota que la sacaba de quicio.

—Te espero en el auto. —Dijo mientras que se iba de camino al vehículo.
Se desde la puerta izquierda y se quedo en el lugar todo el tiempo que estos estuvieron hablando.

—Karin, quédate en ese lugar y no te muevas hasta que te dé la orden. —Dijo el moreno desviando la mirada a su hermano. —Tú no te entrometas que esto es entre ella y yo.
—Argumento de forma fría ya que siempre que buscaba hablar con su hermana el intervenía.

Itachi no le dijo nada solamente se mantuvo callado para ver como este caminaba con esos pasos firmes hasta el auto, montándose por la puerta derecha la cerro como si fuera el castaño para que esta no se diera cuenta de su presencia y eso que ni la mirada la tenia al frente porque se encontraba mirando el otro lado del mar desde ese vidrio negro.

—Ya que terminaste de hablar con Sasuke, ¿Nos podemos ir? —Pregunto ella.

—No aun no. —Respondió para ver como esta lo miraba con suma frialdad. Ahí estaba el enfrentamiento de los ojos negros de estos dos jóvenes que tenían la misma sangre, se les notaba la frialdad, el odio y el rencor pero la pregunta era el porqué la chica le sentía tal odio.

— ¿Qué haces tú aquí? —Preguntándole con suma frialdad se dejaba notar a simple vista de que no le tenía ya ningún respeto.

—En primera no me hables así que soy tu hermano mayor. —Dijo mientras que se le acercaba lentamente, pudo ver como se iba a poner a la defensiva ya que giro su cuerpo al sentido de donde venia montando su pierna izquierda doblada en el asiento. — ¿Qué? Piensas que te hare algo. —Hablaba divertido sin detener su paso.

—No lo sé, pero te conozco demasiado bien para darme de cuenta que si eres capaz de hacerlo. —Acoto la chica.


—Aiko… Aiko… eres demasiado ingenua, pero muy tonta a la vez. —Comentaba con ese mismo tono arrogante para acercarse lo suficiente a la persona que tenia al frente.


Este de un ágil movimiento la busco tomar de un brazo pero Aiko no se lo permitía que las otras dos personas veían como el auto se movía, a la final la chica fue la que salió perdiendo porque el chico de los ojos negros penetrantes se encontraba acostado encima de ella en donde la tenia completamente inmovilizada ya que había tomado sus dos manos y se las había llevado hasta la parte de arriba de su cabeza.


— ¿Qué es lo que pretendes al unirte a esta organización? —Preguntando con suma frialdad no había momento en que no le quitara la mirada de encima.


—Nada importante en realidad solamente tengo que estar en el lugar en donde te encuentras. —Respondió el chico.


— ¿Con que motivo? —Pregunto nuevamente.


—Con el motivo de molestarte, recuerda… eres mi entretenimiento ya que te enojas con mucha facilidad —Respondió con suma arrogancia viendo como este arrugaba el rostro por el enojo.


—Eres lo más despreciaba que puede existir en ese mundo. —Reprochando su existencia al mencionar cada palabra hacia rechinar sus dientes del odio.

—Hay hermanita sabes que de tanto odio puede nacer el amor. —Aunque se lo dijera de forma seca y fría de todas maneras no ocultaba su arrogancia porque se lo hacía ver con facilidad.

—Nunca, escúchame bien lo que diré, nunca te voy a amar. Porque eso es lo más estúpido que puedo llegar a sentir en mi vida. —De nuevo estaba reprochando las insinuaciones que este le hacía.


Sasuke para intimidarla se le acerco quedando a escasos centímetros de sus labios por lo que pudo ver esas morenas mejillas enrojecerse levemente.

—Siendo una malcriada de todas maneras sigues mostrando la misma carita de niña buena. —Menciono como si no fuera gran cosa viendo como esa sangre se acumulaba todavía más en esa área.


Esta inquieta de lo que podía hacer no se había dado de cuenta que…

 

Definitivamente tengo demasiado suerte porque sino horita no estuviera montan do el capi que me costo hacer ._.
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Capítulo V​

Lo estaba haciendo… de verdad que lo estaba haciendo, estaba besando sus labios, uno de sus hermanos mayores estaba besando sus labios ¿Por qué razón hace eso? ¿Qué es lo que le pasa? Tenía que librarse de él, no podía dejar que siguiera haciendo eso no tiene sentido esto.
Buscando mover sus manos se había dado cuenta que este se las agarraba con fuerza que mas bien no la dejaba hacer nada, y con esa mejillas notoriamente sonrojadas no estaba dispuesta a corresponder ese beso pero por lo visto su hermano haría lo posible con que lo hiciera por lo que se acomodo en ella y subió su otra mano hasta las de ellas para entrelazarlas entre sí para inmovilizarla a la perfección.

Aiko no comprendía lo que estaba pasando y mucho menos podía simular bien la situación en la que se encontraba porque el azabache movía sus labios para ver si ella reaccionaba pero era imposible esta solo quería apartarlo de si para que no siguiera con esto.
Se separo de golpe al ver que no obtenía respuesta de ella, viendo como esta desviaba la mirada sabia que la había incomodado por completo.

— ¿Por qué siempre que hacemos esto me haces lo mismo? —Pregunto de forma fría.

—Sabes perfectamente como yo que esto esta mal. —Respondió ella.

—De todas maneras, Aiko… sabes muy bien lo que siento al respeto. —Dijo obstinado de escuchar lo mismo.

—Es lo mismo, Sasuke… ni siquiera Itachi sabe de esto. —Acoto desconcertada.

De verdad que no la comprendía, cada vez… cada vez que intentaba besar sus labios ellas lo inmovilizaba para no hacer nada, es como si le tuviera miedo a lo que pudieran decir los otros de lo que ocurría. Antes de poder decirle otra cosa Itachi había abierto la puerta para ver en la posición que se encontraba por lo que se levanto de encima para salir del auto molesto, viendo esta vez a su hermana menor que se encontraba desconcertada y con esos orbes brillar de forma intensa sabia que algo le dijo para que tuviera sus mejillas notoriamente sonrojadas.

~o~​

No se sorprendieron por completo la ver a Hidan pelear con otra persona del bar y eso que a las afueras del lugar estaba otra chica de cabellos rojizos y ojos grises que miraba de forma fría lo que estaba pasando, Sasori y su compañera de una vez se acercado a donde estaban ellos dos para ver lo que ocurría.

— ¿Por qué de nuevo esta peleando? —Pregunto la chica en un suspiro.

—Sabes que cuando este tarado se pasa de copas, no le gusta que insulten o ofensa a su dios.
—Respondió ella en un tono de voz seco.

—Cada vez que le dicen algo a Jashin-sama, este se molesta. —Comento Sasori de brazos cruzados.

—Déjame informarte que ese dios esa su mayor adoración y de que lo critiquen o digan un comentario innecesario es una verdadera ofensa para él. —Acoto la joven de ojos grises realizando la misma acción.

— ¡Hidan deja de pelear, no vale la pena lo que haces! —Grito la chica de cabellos grises.

— ¡Deja de molestarme mocosa, esto no es asunto tuyo! —Grito el chico de ojos rojos molesto.

—No debió decir eso. —Dijeron los dos en unisón.

Molesta del comentario que le dijo, se acomodo las mangas de su camisa dejándolas puesta hasta más arriba de sus codos ya que era de manga larga, y se acerco a él para tomarlo por el comienzo de su camisa en donde le mostro con sus orbes rubí lo enojada que se sentía.

— ¿A quién le dices mocosa grandísimo idiota? —Pregunto de forma alzaba espantando al chico que estaba peleando con él.

—Riko suéltalo, no vayas a formas un berrinche en este lugar. —Hablo su compañero de forma seria.

Esta lo miro de reojos para después soltar con fuerza al muchacho haciendo que este cayera al piso de forma sentada.

—Me parece patético que siempre que tenemos reunión termines en estos estúpidos bares peleando por una cosa que no tiene sentido. —Acoto con sumo desprecio mientras que se iba a donde estaba el pelirrojo.

La otra chica lo que hacía era suspirar cansada de lo mismo.

—Es mejor que te vayas de una vez antes de que las cosas empeore. —Pedía en bajo mientras que se acercaba al de cabellos grises para ayudarlo a levantarse.

El Akasunano sin decirle más nada tomo a su compañera de la mano para llevarse fuera del lugar, sabía que había sido una mala idea traerla a este lugar pero jamás pensó que se alzaría de esa forma con uno de sus camaradas Definitivamente tengo a la más problemática de todas las chicas pensó en un suspiro mientras que se iba a la motocicleta dispuesto a irse.

~o~​

Se había ido a una parte en donde nadie la encontraría, completamente suma en sus pensamientos en lo que único que pensaba era en su padre. Solamente por el fue que entro a este lugar y eso que muchas veces hubiera preferido tener un mejor estilo de vida que el que llevaba horita, mirando de forma distraída el agua del lago de un hábil movimiento saco una escopeta de 6 cartuchos y le apunto a la persona que intentaba sorprenderla.

—Tranquilízate que no es necesario que me estés apuntando con esa arma. —Hablo de forma divertida un enmascarado al que solo se le podía ver un ojo de color rojo sangre.

—Tobi-kun me asustaste. —Hablo son suavidad mientras que bajaba el arma.

—No quería hacerlo. —Dijo mientras que se sentaba a su lado. — ¿Por qué tan sola?
—Pregunto tomando una piedra para lanzarla al lago.

—Sabes que no soy muy… sociable con los otros de la organización. —Respondiendo de forma apenada su pregunta guardaba de nuevo su arma.

La joven era muy linda, de una piel blanca tenía un cabello color amarillo brillante que le llegaba hasta la cintura era poseedora de unos ojos color morado amatis.

—Estas pensando en tu padre ¿Verdad? —Pregunto el enmascarado al ver como esta tomaba un collar de media luna color blanco.

—Recuerdo el día en que me entrego este collar, fue cuando tenía nueve años. —Respondió ella en una sonrisa ligera.

—Rima-chan de verdad lo siento mucho. —Dijo el muchacho al ver como esa lágrima se deslizaba lentamente por sus mejillas.
—No es tu culpa Tobi-kun, fue la mía por no protegerlo cuando no debía. —Culpándose de lo que hizo apretó con fuerza el amuleto que tenia colgando de su cuello.
—Rima-chan en esos momentos no se sabía defender muy bien por lo que no debería culparse de que asesinaran a su padre esa noche. —Buscando subirle los ánimos la miro con serenidad colocando una mano en su hombre.

La rubia no le dijo mas nada solamente le sonrió de forma cerrada para agradecerle el hecho de que venga a subirle los ánimos aunque de todas formas no podía contener esas lágrimas de lamento que llevaba encerradas desde lo más profundo de su corazón, todavía… se seguía lamentando lo que ocurrió el día en que asesinaron a su padre al frente de sus propios ojos.

 

chicos siguiente capitulo
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Capítulo VI​

Luego de que salieran a esa reunión de una vez se había ido del lugar para ir a donde se encontraban las demás chicas de los compañeros del rubio, primero que nada fue a buscar a la Uchiha que tenia rato de haber llegado a su casa pero su hermano mayor no la quería dejar salir por lo que tuvo que salir por la ventana de su habitación para poder irse de su casa.

Después fue que duraron unos minutos hasta llegar a una casa que no estaba del todo abandonada pero si estaba habitada por estas cinco chicas incluyendo a una que era de piel blanca, cabellos azul cielo con una rosa blanca incrustada en el lado derecho de esta, siendo poseedora de unos ojos color azul claro se conocía como la mano derecha de Nagato, Konan.
Caminaron por los pasillos hasta llegar al despacho de la mujer que miraba con serenidad a Riko y Rima que tenían minutos de haber llegado.

—Solo faltaban ustedes dos para poder comenzar la reunión. —Acoto de forma seca la mujer.

—Lo siento mucho, Konan-senpai es que mi salida fue difícil de realizar. —Dijo Aiko en defensa de las dos.

—Recuerde que a ella la mantiene vigilada su hermano mayor, Itachi. —Agrego la castaña.

—Olvidando el tema y yendo a lo importante; Yuu ¿Trajiste lo que te pedí? —Pregunto la mujer de cabello azul.
Esta asintió y se acerco a ella para colocarle el maletín plateado en la mesa de su escritorio.

—Me costó quitárselo al tarado de Deidara, pero a la final fue pan comido. —Dijo con una
sonrisa arrogante mientras se apartaba para que las demás presente pudieran ver.

Konan abrió ese maletín y vio en su interior más de 1000000 de dólares, dentro de él.

—Por lo visto al comprador le gusto las armas que se le fueron mandadas. —Comento con una sonrisa.

—Se podía decir que si pero, antes de cerrar el trato mi compañero hirió su brazo derecho. —Comento Yuu.

—Eso nos puede traer problemas a la organización. —Dijo la Uchiha.

—Sí, pero recuerda que este mando lo hizo bajo el nombre de Nagato no de Konan. —Aspecto Riko.

—Ella tiene la razón por lo que nuestra organización no tendrá problemas. —Dijo esta vez Rima con una sonrisa.

—Por cierto. —Llamando la atención de las demás miro a sus alrededores al saber que faltaba una de ellas. — ¿Dónde esta, Rio? —Pregunto Yuu.

De eso notaron como la joven de ojos rubí se cruzaba de brazos.

—De seguro esta llevando al idiota de Hidan a la guarida. —Respondió.

— ¿Qué paso ahora entre ustedes dos? —Pregunto su superior.

—No paso nada del otro mundo solo que el tarado este me dijo mocosa, solo porque estaba peleando con otro idiota que le insulto a su dios Jashin-sama. —Dijo eso último con un toque de sarcasmo.

Las demás chicas presente lo que hicieron fue suspirar por eso.

—Ya no es sorpresa de que haga eso, con Deidara es lo mismo cuando se mete con él. —Conto la Uchiha.

—Por cierto… Aiko, me entere por unos de los chicos que el grupo de tu hermano va a estar en la organización Akatsuki ¿Es cierto? —Pregunto su jefa desviando la mirada a ella.
Con eso todas las chicas notaron la tensión que se formo en su cuerpo y la mueca de fastidio que hacía en su rostro.

—Es cierto. —Afirmó. —Pain quería que estuviera en la organización para hacer más segura los terrenos de la ciudad por lo que mi hermano Sasuke va a ser compañero mío para explicarle con detalles todo lo que haces. —Explico de forma fría aunque por dentro se sentía un poco incomoda por lo ocurrido con el mencionado.

—No me va a sorprender mucho verlos a los dos juntos y menos con lo que pasó hace más de dos años. —Dijo Riko en sentido de burla.

—Cierra la boca que yo no hablo de las estupideces que haces con Sasori. —Hablo enojada la Uchiha.

—Al menos no tengo tanto resentimiento hacia él como tú lo tienes con Sasuke. —Acoto esta en su defensa.

—Deténganse las dos. —Ordeno la de ojos azules viendo como estas dos asentía. —Por ahora tenemos que mantener en secreto nuestra organización Tsukuyomi hasta nuevo aviso, lo que si les voy a pedir a Aiko y a Yuu que vigilen a la chica de ese grupo llamado Taka, por lo que me entero es demasiado buena para negociar. —Contó.

—Pero… puede que sea una espía por lo que no es conveniente que este con nosotras.
—Especuló la chica de cabellos rubios.

—Para eso tenemos a Riko y Rio que saben perfectamente que hacer con esos que buscan infiltrarnos. —Dijo la jefe de ellas con una sonrisa.

—No se preocupe que cualquier cosas que pase, nosotras nos haremos cargo de eso. —Aseguro esta con una sonrisa arrogante.

—Excelente…

 

Ok, aqui esta el capitulo aclarador xD
gracias por sus comentarios ya di la explicacion de lo accidental y pero que con esto se entienda todo
cualquier cosita hagamenla saber de inmediato :)
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Capítulo VII​

En la sala de la guarida de Akatsuki se encontraba cinco chicos sentados en la mesa con cinco carpetas amarillas en manos por lo visto tenían una misión que se le fue encomendada al momento en que las chicas abandonaron el lugar.

Flash Back

Pain parecía algo inquieto con todas estas chicas en su organización, porque para que cumpla cada misión sin siquiera tener una queja de ello es verdaderamente extraño y que mejor manera de saber las cosas que averiguando cada vida de esas cinco chicas.
Todos los miembros de la organización estaban en ese lugar contando a los del equipo Taka que se le fue llamado de forma urgente por el mayor de los hermanos Uchihas; el lugar se mantuvo en silencio por unos cuantos minutos y eso tenso a muchos que se preguntaban qué era lo que estaba pasando.

—Entonces… ¿Para qué nos mando a llamar, Nagato? —Pregunto en seco el de la máscara.

—Voy a decirlo de una manera en que me entiendan todos. —Respondió tomando aire.
—Creo que estamos siendo invadidos por otra organización. —Anuncio el hombre de cabellos anaranjados.

Muchos no mostraron asombro hacia eso ya que en varias ocasiones han intentado infiltrarse en su guarida pero esos intensos para esos intrusos han sido en vano ya que nunca consiguen lo que quieren de ellos.

— ¿Quiénes pueden ser ahora? —Pregunto Itachi.

—No es para alarmar a alguien aquí, pero siento que son las chicas que ingresamos. —Respondió su líder.

— ¿Las chicas? —Preguntaron todos al mismo tiempo.

— ¿Por qué te vas directamente contra ellas? —Pregunto Deidara.

—Vamos a poner un caso. —Dijo este dejando recostar la mandíbula en sus manos al tener los codos arriba de la mesa. — ¿Yuu te entrego el maletín que tenía en manos? —Pregunto en seco.

El rubio se mantuvo en silencio unos minutos para poder pensar con claridad pero después fue que miro a su jefe alarmado.

—Ahora que lo pienso, cuando dijo que guardaría eso en la bodega nunca lo llevo a ese lugar y eso que fui a verificar. —Respondió.

—Bueno de ella puede ser creíble pero, ¿Qué tienen que ver las otras en esto? —Pregunto Sasori.

—De esas cuatros, ¿Quiénes son hackers y averiguan toda la fuente de datos de un administrador? —Pregunto este nuevamente.

—Rima-chan y Aiko-chan. —Respondió Tobi.

—Ahora que lo mencionas, Rima siempre anda metida en la base central de la guarida que esta en el sótano. —Acoto Hidan.

—Sí y Aiko metida en la bases de dato de nuestra familia. —Agrego Itachi.

—Nos queda las torturadoras Rio y Riko. —Dijo el Akasuna no.

Nagato se sentía presionado al ver como este equipo trabajaba y eso que cada una tenía su especialidad a parte del manejo de un arma, la pregunta que todos se hacían ahora es ¿Para quién trabaja esas cinco? Solamente tenía una manera de hacerlo.

—Escuchen atentamente todo. —Hablo para llamar la atención de todos los presentes. —La misión de recuperación que les tenía ya no va, horita nos enfocaremos en otra cosa. —Anuncio.

— ¿Qué haremos ahora? —Pregunto el rubio.

—Cada uno de ustedes van a averiguar a fondo la vida de esas cinco chicas a ver si nos dan una pista del paradero de su jefe. —Respondió Nagato.

— ¿Con que finalidad haremos esto? —Pregunto el menor de los Uchihas que tenia rato callado desde que comenzó la reunión.

—Matarlas no podemos, pero si… darle al punto más débil que tienen ellas. —Respondió el líder de la organización.

—Te refieres a eso tan apreciado que cada una valora. —Dedujo el pelirrojo, a lo que este asintió. —Sera todo un lio, porque desde que esas cincos entraron mantiene sus vidas privadas en secreto. —Especulo.

—No del todo… —Lo interrumpió Tobi. —Hay cosas de Rima-chan que ningún de aquí sabe. —Dijo.

—Es cierto, también de Aiko se cosa que ninguno de los presente sabe. —Hablo esta vez el azabache mayor.

—Entonces… ya tiene un punto de partida. —Dijo Pain.

— ¿A qué te refieres? —Preguntaron esos dos.

—Comience por ellas, si descubren algo que las relaciones con las demás se les hará fácil todo. —Explico.

Puede que tenga la razón pero a la vez puede ser que todo esto que hacen es lo que desean para hacerlos enfocarse en una sola cosa dejándolas a ellas destruir con suma facilidad la organización.

Fin del Flash Back

Cada chico miraba la carpeta de su compañera pero no conseguían nada que lo ayudase por lo que estos se pasaban a cada momento las capetas para poder conocer la chica del compañero que tenían al lado, por lo que uno de ellos se extraño de lo que consiguió.

—Esto sí es raro. —Dijo Deidara llamando la atención de todos.

— ¿Qué pasa? —Pregunto Sasori.

—Itachi una pregunta. —Le hablo esta vez al joven que estaba sentado al frente de él. —Aiko no es en realidad hermana de ustedes ¿Verdad? —Pregunto este.
Todos en el lugar centraron de forma rápida la mirada en el joven que muy tranquilamente había dejado de mirar unos papeles para bajar la carpeta y suspira.

—Ella es hermanastra de nosotros. —Respondió.

— ¿Por parte de quien? —Pregunto Hidan.

—De nadie, es adoptada. —Respondió nuevamente.

— ¿Adoptada? —Repitió Tobi. —Eso no es de creer se le nota a perfectamente la actitud Uchiha. —Dijo sorprendido.

—Ella vive con nosotros desde que tiene seis años, nuestros padres la adoptaron porque los suyos fueron asesinados por unos mafiosos. —Conto el chico.

—No fue la única. —Hablo Sasori llamando de nuevo la atención de todos.

— ¿Por qué lo dices? —Pregunto el de cabello plateado.

—Rio pasó por lo mismo que ella, a los siete años cuando un mafioso mato de forma brutal a su padre. —Respondió este.

— ¿Y su madre?

—Su madre murió minutos después que ella nació. —Respondió nuevamente.

—Esas dos coinciden. —Murmuro Itachi para él solo.

— ¿Por qué dices coinciden? —Pregunto Tobi que se encontraba a su lado.

— ¿De dónde es que viene Rio? —Pregunto de forma repentina.

De eso Sasori de una vez comienza a buscar.

—De un pueblito llamado, Dianestown. —Respondió el.

—Del mismo lugar en donde encontraron a Aiko. —Dijo de nuevo en un murmuro.

— ¿Qué buscas decir? —Pregunto confundido el rubio.

—Que esas dos pueden que se conozcan desde antes. —Respondió el azabache.

Los otros chicos se mantuvieron en silencio por unos minutos ya que era extraño lo que descubrieron y eso que todavía no van con las otras tres.

—Yuu y Riko se conocían con anterioridad ¿Verdad? —Pregunto Hidan.

—Sí, trabajaron en el mismo bar. —Respondió de forma afirmativa el rubio.

—No creo que sea por eso. —Negó en seco esa pregunta.

— ¿Ahora qué descubriste? —Pregunto Sasori.

—Esas dos ya habían participado antes en una organización de mafiosos. —Respondió sin quitarle la mirada a la carpeta de la castaña.

— ¿De cuál de todas las que existen hablas tú? —Pregunto Deidara.

—De… —Se quedo callado unos minutos mientras leía de nuevo esas hojas de papel. —The Deathboound… ¿Esa no fue la que destruimos hace unos años? —Pregunto confundido.

Todos asintieron a eso.

—Nagato dijo que cuando encontró a Yuu mal herida en ese lugar pensó que sería de muy buena utilidad ya que era muy buena negociante. —Dijo el joven de ojos azules.

—No solo eso sino que también, sabe como estafar a las personas sin ser detectada. —Agrego el chico de cabellos plateados.

—Meses después encontraron a Riko. —Hablo Sasori quien estaba leyendo su historial de vida.

—Sí, en un bar cerca de la ciudad en donde ellos se reunían siempre. —Dijo Hidan de forma fastidiosa.

—Más o menos es así la cosa, pero… —Se quedo callado unos momentos buscando descifrar una cosa. —Aquí dice que ella puede también crear armas. —Dijo.

—No crearlas sino que el idiota que nos busco los archivos le escribió esa exageración. —Dijo en seco. —Lo que intenta decir es que puede fabricar cualquier tipo de arma. —Explico específicamente el rubio.

— ¿Cómo sabes eso? —Pregunto Tobi.

—Cuando fuimos a comer todos tuve la oportunidad de hablar con ella y me dijo que su padre era fabricante por lo que todas las armas que tenemos no son solamente importadas sino que algunas de ellas también las fabrico ella con la ayuda de… —En ese momento fue interrumpido por el azabache mayor.

—Rima… —Completo el argumento que este decía.

— ¿Rima-chan? —Repitió el de la máscara confundido. —Ella no puede serlo ¿o sí? —Pregunto todavía más confundido.

—Lo es por lo que dice su expediente. —Respondió Itachi. —Viene del mismo lugar que Rio y
Aiko por lo que estas tres se conocen. —Dijo.

—Pero… eso no responde la duda que tenemos todos. —Hablo Hidan.

—Deja de apresurar las cosas y déjame terminar. —Reprocho un poco enojado. —Aquí dice que toda la familia de Rima era de la mafia por lo que a sus ocho años se le fue implantada las técnicas básicas para estafar. —Leyó con tranquilidad todo lo que contenía la hoja.

—Eso explica del porque Pain-sama se pone contento con ella cuando tiene un excelente plan para destruir a cualquier organización enemiga. —Hablo Tobi completamente extrañado.

—Eso no es todo también dice aquí, que conoce el paradero de cualquier organización existente en el mundo y las herramientas básicas que se necesitan para fabricar una arma.
—Termino de leer lo faltante de la hoja.

Sasori se incorpora un poco para poder sacar una hoja y hacer una anotación.

—Entonces… si nos ponemos a pensar de la cinco la multiuso es Rima. —Dijo.

—Yuu, es la estafadora. —Continúo el rubio.

—Riko, la fabricante. —Le siguió Tobi.

— ¿Qué sería entonces, Aiko y Rio? —Pregunto Sasori.

—Rio siempre cuando estamos de misión sabe perfectamente con quienes nos enfrentamos por lo que colócala como rastreadora. —Respondió Hidan.

—Nos queda solamente Aiko… —Dijo.

—Ella es la cabeza. —Respondió Itachi.

Estos sorprendidos de eso desviaron la mirada a él.

—No puede ser posible porque de las cinco Rima o Riko son las más capacitadas para esa posición. —Dijo Deidara.

—Eso es lo que quieren que creamos, pero estoy completamente seguro que Rio la anuncio a ella como líder por las cualidades que esta aporta. —Explico el azabache.

— ¿Qué intentas decir, Itachi? —Pregunto más confundido el chico de cabellos plateados.

Este antes de responder toma la carpeta de su hermanastra y lee todo una vez más.

—Es… francotiradora, negociante, también transportar armas y hace las negociaciones. —Dijo.

—Entonces, si no me equivoco dices que ella es la que da todo por las demás. —Dedujo Tobi.

—Puede ser… pero, también esta la duda de que ella y Rima sean las multiusos. —Dijo no muy convencido de su respuesta.

— ¿Qué te hace dudar de eso? No pareces convencido de lo que acabas de decir. —Dijo Sasori.

—Espero equivocarme pero creo que hay una cosa que nosotros no sabemos de ellas, pero que las unen con un mismo propósito. —Dijo este.

 

bueno aqui esta la conti, cualquier error me lo hacen saber
y julia-chan si algo dinelo por PM y me lo haces saber n_n
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Capítulo VIII​

Estaban reunidas en un mismo lugar mirando de forma seria lo único que pensaban era en su siguiente movimiento.

—Entonces… ¿Quiénes irán primero? —Pregunto Yuu.

—Tendremos que acabar con Taka. —Respondió la azabache.

— ¿Con Taka? —Pregunto Rio.

Está afirmó.

—Más fácil ir con ellos que son pocos. —Acoto.

—Pero… ¿No entre ellos hay una rastreadora? —Preguntó Riko que se encontraba recostada en una pared con los brazos cruzados.

—Si puede ser pero, de todas formas se nos hace más fácil el trabajo si comenzamos por ellos. —Respondió la chica de cabellos grises.

—Bien, nosotras somos cinco y ellos cuatro. —Menciono Rima. —Una de nosotras quedara por fuera. —Dijo.

—No exactamente. —Hablo la castaña en negación. —La que quede por fuera va a ser las que nos dicte las órdenes en esta misión. —Propuso.
Rima y Riko sonrieron por eso ya que siempre tenían la costumbre de buscar el liderazgo del grupo.

—Me parece bien pero… tenemos que decidir primero quienes se van con quienes y la que quede es la que se convertirá en nuestra líder. —Hablo de forma seca la joven de ojos negros.

—Como lo ordene, mi capitán. —Dijo Yuu en sentido de burla.

—Te voy a decir una cosa y no lo tomes como ofensa pero… te pareces a Deidara cuando haces ese tipo de bromas. —Conto Rima.

Enojada por lo que le dijo se cruza de brazos y desvió la mirada hacia un lado haciendo su típico “hmp”, que muchas en el lugar rieron por ello.

—A ver todas concentrémonos en lo que es importante ahora. —Dijo molesta intentando regresar a lo suyo.

—Tiene la razón es mejor continuar. —Dijo Riko.

—Veamos que tenemos hasta ahora, Rima. —Comento la Uchiha.

—Bueno… —Hablo en bajo para llamar la atención de todas. —Primero tenemos a Uchiha Sasuke. —Anunció.

—Mi hermano es líder del grupo, también es francotirador porque fue entrenado de la misma forma en la que fui entrenada. —Aporto Aiko.

—Se conoce como negociante ya que mucho de los tratos que hace son confidenciales y no muchos saben cómo consigue las armas. —Continúo la pelirroja.

—Cabe destacar que el mayor problema que tiene es que siempre que las cosas no le salen como quiere busca la forma de borrarlos de su vista. —Finalizo la de ojos color rojo.

—Aiko tu encárgate de él, eres la más indicada para esto. —Pidió Rima.

— ¿Por qué tengo que hacerlo yo? —Pregunto en queja de su orden.

—Primero, tú lo conoces mejor que cualquiera de nosotras. —Respondió Rio.

—Segundo, ustedes dos tienen casi las mismas cualidades y creo que contigo se llevaría mejor. —Hablo esta vez la chica de ojos grises

—Aparte de que los dos son prácticamente hermanos. —Completo Yuu lo que intentaba decir las demás chicas.

—Hermanastro. —Corrigió esa última palabra molesta. —Ya creo que les dije a la dos el tratado que tengo con él. —Añadió.

—Con más razón te decimos que tú te encargues de Sasuke. —Dijo su amiga.
La joven las miro a cada una para después suspirar del completo fastidio haciéndoles entender que lo haría.

—Después de su líder le sigue el rastreador. —Continúo la rubia.

— ¿Qué es lo que se sabe de ella? —Pregunto la castaña.

—Solamente se sabe que Karin trabajo antes con el mafioso que murió de un infarto, Orochimaru. —Respondió la chica de cabellos grises.

— ¿No se suponía que a ése lo asesinaron? —Pregunto Aiko.

—Sí, pero muchos dicen eso para ocultar la verdadera razón de su muerte. —Respondió nuevamente.

—Siguiendo con el tema. —Dijo Riko molesta. — ¿Cuál es el problema de que allá trabajado con Orochimaru? —Pregunto.

—Que ella debe conocer los movimientos de la organización Akatsuki. —Dijo la chica de ojos morados quien miraba su expediente.

— ¿Qué tiene que ver eso con nosotras? —Pregunto todavía más confundida.

—Por si no te acuerdas Konan es nuestra líder y si se entera de que es la fundadora de la organización Tsukuyomi hay si vamos a tener severos problemas. —Respondió la de ojos rojos.

—Todavía sigo sin entender la preocupación. —Dijo la chica de ojos rojos con esa misma confusión.

—A ver, vamos a decirlo de una forma en que me entiendas. —Hablo Aiko con poca paciencia.
—Orochimaru fue antes miembro de esa organización por lo que conoce a cada uno de sus miembros incluyéndonos a nosotras. —Explico.

—Pero… él se había ido cuando nosotras entramos. —Dijo extrañada la chica que estaba a su lado.

—Yuu tu no estabas en ese momento. —Dijo la azabache.

—Es cierto, en ese momento estábamos Rima, Aiko y yo. —Afirmo Rio.

—Tienen la razón. —Afirmo a esa expectativa la pelirroja. —Recuerda que nosotras ingresamos después de que esté abandonara la organización. —Agrego.

—De todas maneras las que corren peligro son ellas no nosotras. —Dijo la castaña cruzándose de nuevo de brazos.

—De igual forma ustedes corren ese mismo peligro porque están vinculada con nosotras. —Aspecto Rima.

—Entonces… ¿Quién se encarga de ella? —Pregunto Rio.

—Rima debería hacerlo. —Propuso la joven de cabellos castaños claros.

— ¿Por qué yo? —Pregunto confundida.

—Eres rastreadora y de seguro conoces perfectamente los movimientos de ese hombre por lo que estaría bien para su categoría lidiar con una persona como tú. —Explico Yuu.

—Si… pero si ella hace eso de todas maneras corremos peligro. —Ataco esa propuesta la Uchiha.

—Tiene la razón, es mejor que no sea una rastreadora porque si no le daremos fácil acceso a nuestros datos. —Dijo la rubia. — ¿Te puedes hacer cargo de eso, Rio? —Preguntándole a la persona que estaba sentada a su lado, está la miro de forma fría.

—Esta bien, así me entretengo un rato. —Acepto con una sonrisa presumida.

Dos de ellas se rieron ya que conocían muy bien los juegos que tenia la pelirroja al momento en que se le encarga una misión.

—El siguiente es… Suigetsu… —Menciono en bajo para arquear la ceja extrañada.

— ¿Qué pasa? —Pregunto la azabache.

—Francotirador y negociante. —Respondió para sí misma.

— ¿Esas son sus cualidades? —Pregunto Yuu.

Rima asintió.

—Lo digo de una vez, Yuu tiene que hacerlo. —Propuso la joven de cabellos negros platinados.

—Antes tengo que saber su historia no te apresures, Uchiha. —Hablo con frialdad viendo como está la miraba de forma desafiante.

—Cálmense ustedes dos. —Ordeno la joven de cabellos grises en seco. —Continua, Rima. —Pidió.

—Suigetsu es del mismo lugar de donde somos Rio, Aiko y yo por lo que de seguro debe conocer a mi familia. —Acoto.

—Entonces si es así… puede que tenga relación con los mafiosos que asesinaron no solo a mis padres sino al papá de Rio. —Dedujo la de ojos negros.

—No lo creo. —Negó. —Según esto él proviene de un pueblo que esta a unos cuantos kilómetros de su ciudad natal. —Cito.

De esos las dos chicas se mantuvieron en silencio pensando con sumo cuidado lo que su compañera le informó.

—Entonces, no es del lugar de donde provienen ustedes. —Dijo Riko.

—No pero, si puede tener algún contacto con él. —Dijo Aiko.

— ¿Cuál es su función en el grupo? —Pregunto la castaña.

—Es estafador, sus negocio son su punto más fuerte y más cuando entra al arte del engaño. —Respondió Rio quien leía su expediente.

Riko desvía la mirada a su amiga al ver la sonrisa dibujarse en su rostro.

—Creo que ya no tendremos que decidir. —Anuncio.

— ¿Por qué lo dices? —Pregunto la de ojos morado.

Con su dedo índice señalo a la chica que daba señales de estar emocionada con la información recibida.

—Entonces… ¿Te harás cargo de él? —Pregunto nuevamente la Uchiha de brazos cruzados.

—Que buen ojo tienes para encomendarme esté, Uchiha. —Respondió la joven de forma afirmativa.

—Esta bien, solamente quedamos Riko y yo. —Tomo una pausa para ver a su amiga tomar su carpeta. — ¿Quién es el otro, Aiko-chan? —Pregunto.

—El último es Juugo. —Anuncio para callarse en seco.

Casi todas entendieron que era lo que pasaba por lo que sacaron de su estuche una magnum de 9 mm, cargándola de forma rápida se levantaron de sus lugares para ocultar las carpetas.

—Riko y Rio vayan para la parte de atrás, Rima vete con Yuu al frente mientras yo me dirijo al despacho. —Ordeno la Uchiha.

—Como órdenes. —Dijeron todas tomando sus comunicadores para poder salir del lugar.

De forma sigilosa se movían para revisar sus alrededores buscando a ese intruso que buscaba averiguar lo que hacía pero no encontraron nada, y eso que registraron cada parte del lugar.
Volviendo de nuevo a la sala de juntas se miraron entre sí completamente extrañadas.

— ¿Eran ideas mías o… alguien nos espiaba? —Pregunto Yuu.

—No eres la única que tenía esa misma impresión. —Respondió Aiko mientras guardaba su arma.

Todas realizaron esa misma acción para volver a retomar lo que estaban hablando antes.

—Volviendo a lo nuestro, Aiko prosigue. —Pidió Rima.

—Esté sí estuvo antes en la cárcel por traficación ilegal de armas. —Dijo.

— ¿Cuántos años? —Pregunto Yuu.

—Lo condenaron por Cinco años. —Respondió ella.

—Espera… ¿Quién lo arresto en ese tiempo? —Pregunto la rubia extrañada.

—El terror de todos los mafiosos, Hatake Kakashi. —Respondió nuevamente.

Con eso las callo a todas, porque ese hombre era el policía más ágil de todo ese cuerpo policial y con increíbles habilidades para atrapar a los mafiosos se ha dado a conocer que esta en busca de la organización Akatsuki.

—Ahora si… estamos en problemas. —Acoto la castaña.

—Para nada, ese legendario policía tiene años que no aparece. —Dijo Rio.

—Cierto, muchos no explican que fue lo que le paso para que esté desapareciera. —Añadió Riko.

— ¿Qué más se sabe de ese chico? —Pregunto Rima interesada en ese joven.

La Uchiha se mantuvo callada por unos momentos buscando más información.

—Tenemos escaza información de él ya que no se da a conocer su vida pasada. —Respondió.

—Entonces Riko no se puede hacer cargo. —Dijo Rio.

— ¿Por qué no puedo? —Pregunto está ofendida.

—Porque tú eres torturadora y buscar la base de datos de la vida personal de una persona no es tu fuerte. —Respondió nuevamente la pelirroja.

—Entonces me encargare de él. —Anuncio Rima.

— ¿Por qué tú? —Pregunto no muy convencida de esa decisión.

—Querida tengo más fácil de rastreo que tú y para ese tipo de casos soy la más indicada.
—Respondió con tanta frialdad que no se le notaba la arrogancia en sus palabras.

—Apoyo ese aporte. —Dijeron la azabache y la castaña desviando la mirada a un lado.

—Bueno, ya que todo esta listo que Riko sea la líder entonces. —Dijo la de ojos grises.

Riko no dijo nada porque no se encontraba del todo convencida de ello por lo que intento hacer un cambio en los planes.

—No estoy de acuerdo. —Negó en seco la decisión.

— ¿Por qué?

—Rima misma lo dijo, es buena siendo rastreadora que sea ella la líder para así al momento de necesitar una información ella no las pueda dar. —Estableció como un bueno punto de vista.

De nuevo se mantuvieron callada porque le estaba dando la razón, y si para conocer más de este equipo se necesitaba de alguien cuyas capacidades sean a las de un informante.

—Tiene un muy buen punto, porque si nos ponemos a pensar no tendríamos un buen plan con Riko de líder. —Agrego la Uchiha.

—Aiko-chan esta en lo correcto. —Acepto la rubia. —Tomare el liderazgo porque desde aquí puedo hacer un buen plan de acción, así que Riko tú te encargas de Juugo. —Anuncio está.

 

Hello a todos, vengo con el nuevo capi y espero que les guste cualquier cosa me avisa.

Julia-chan: Se me olvido hacer la revision de ayer y cuando lo hice al momento de desconectarme me di cuenta de unos cuantos errores que deje pasar, perdona esa y lo de los acento menos mal los corregi horita antes de subirlo :P

Dedicado a: Julia-chan, Mili Hyuga
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Capítulo IX​

En una bodega abandonada se podía ver a las afueras de esta un convertible negro y unas motocicletas que estaba estacionadas a un lado de la puerta, en el interior del lugar se encontraba sentado en un sofá el menor de los Uchihas que tenía rato de haber comenzando la reunión con los demás integrantes del equipo Taka por lo que en estos instantes iban a repasar lo que se había acordado.

—Ya cada uno sabe lo que tiene que hacer ¿Verdad? —Dijo el azabache.

Todos los presentes asintieron a eso.

—Según lo mencionado anteriormente, de esas cinco la que es adoptada va a ser la compañera de nuestro líder. —Acotó una chica de piel blanca, de cabellos y ojos color rojo.

Molesto por la palabra que usó la miro con cara de poco amigos.

—Karin, recuerda que esa palabra es tabú para Sasuke. —Se lo murmuró un chico de cabellos anaranjados, piel blanca y ojos color rojo brillante.

—Volviendo a lo de antes. —Hablo de brazos cruzados otro chico de piel blanca, cabellos blancos con reflejos azul cielo y ojos color morado. — ¿Qué se supone que haremos con las otras cuatros? —Preguntó.

—Por ahora, lo mejor que podemos hacer es mantenerlas vigiladas. —Respondió el moreno.

— ¿Es necesario investigarlas a cada una? —Preguntó Karin.

—Por supuesto, en especial a la líder de ellas y a la multiusos. —Respondió nuevamente.

— ¿Por qué tanto interés en ésas dos? —Preguntó Juugo.

—Puede que ésas dos tengan algo que ver con el con el paquete que estamos buscando. —Respondió en seco con la mirada al frente.

De eso todos los presentes se quedaron callados por unos cuantos segundos.

—Aunque, ahora que lo pienso siempre que terminaban las reuniones con el líder de la organización Akatsuki estas cincos se desaparecían. —Comentó la pelirroja.

— ¿Qué es lo que buscas decir? —Preguntó el chico de cabellos anaranjados.

—Que puede que tengan una organización aparte, pero esta la mantienen en secreto. —Respondió el azabache.

—Entonces… ¿Nos las distribuimos para vigilarlas en un mejor ángulo? —Pregunto Suigetsu a lo que Sasuke asintió a tal pregunta. —Entonces que Karin nos traiga la información de cada una de ellas para saber contra quienes lidiamos. —Propuso.
Sasuke miro de reojo a su compañera quien se cruza de brazos, sin tener nada que decir no tenía ninguna oposición a la propuesta de Suigetsu.

—Bueno… como ya no tenemos más nada de qué hablar, se pueden ir. —Ordenó el azabache para verlos a los tres marcharse del lugar.

Lleno sus pulmones de aire para después soltarlo en un profundo suspiro, pensando cuidadosamente en lo que pasaría no pudo evitar sonreír de medio lado ya que torturaría de forma divertida a su hermanastra Ahora es que las cosas se van a poner muy interesantes, Aiko pensó esté mientras que se levantaba para también abandonar el lugar.

~o~​

Siendo las nueve de la mañana, una chica de cabellos rojos y ojos grises caminaba con sumo cuidado hasta la habitación del compañero de Rio ya que tenia la mala costumbre de que le jugaba una broma pesada para despertarlo aunque esta vez tenía el apoyo de Yuu que gustosa acepto la propuesta ya que le jugaría la misma broma a su compañero.

Entraron con sumo cuidado al lugar en donde dormían de forma placida el chico de cabellos grises platinados en una cama y el rubio de ojos azules en otra. Estás se miraron entre sí para sonreír de forma malévola yéndose cada una a la cama de su respectivo compañero primero le llenaron la mano que tenían por fuera de la cama con crema batida para después tomar una pluma y comenzar a hacerle cosquillas en la nariz.

En la primera no les funciono el plan porque los dos la arrugaban, después fue que a la segunda hicieron reflejos en sus manos por lo que soltaron un silencioso suspiro que indicaba los fastidiadas y molestas que se encontraban.

—Esto no va a funcionar. —Dijo la pelirroja en un susurro.

—Claro que sí, hay que intentarlo una vez más. —Dijo la castaña de la misma forma.

Movieron la cabeza en forma de afirmación tres veces llevando en sí un conteo para pasarle una vez más la pluma por sus narices por lo que éstos se la intentaron rascar pero se las habían embarrado con crema batida, despertaron de golpe y se sentaron en sus camas para ver sus manos llenas de crema mirando con ganas de matar a ciertas personitas que tenían rato de haberse ido diciendo éstos dos al mismo tiempo:

— ¡Dense por muertas ustedes dos! —Gritaron los chicos mientras que se levantaban de la cama.

La dos jóvenes lo que hacían era reírse a carcajadas por tal acto que de una vez se fueron a esconder en lugares en las que no serían encontradas. Deidara que tenía un arma en manos comenzó a caminar de forma sigilosa a donde posiblemente se escondía su compañera y esta vez sí que tenía pensando no tenerle piedad.

— ¿En dónde estas, Yuu? —Preguntó el joven de ojos azules sin obtener respuesta de está.

—Si no sales ahora, Pain nos matara por atrasarnos en la misión que tenemos hoy.
—Comentó esta vez para ver cómo reaccionaba.

Como la joven castaña es demasiado puntual para hacer las cosas fue fácilmente engañada por el rubio que le apuntaba a su pecho con el arma en manos dejándola inmovilizada lo que hacía está era subir sus manos hacía los lados de su cabeza.

—Deidara, soy demasiado hermosa para morir por favor no hagas esto. —Pedía ella con una voz de niña chiquita.

—Eso debiste pensarlo antes de jugarme esa broma, señorita. —Dijo esté cargando el arma.

— ¿En serio me vas a matar, idiota? —Preguntó esta vez en un tono arrogante.

—No pero, si me gusta asustarte. —Respondió con una sonrisa burlona mientras que guardaba el arma.

—Matate ¿Quieres? —Decía con una venita en la frente mientras se intentaba ir del lugar pero luego fue que se acordó de algo por lo que se detuvo en seco. —Otra cosa, ponte una camisa que hay mujeres a tu alrededor. —Comentó con arrogancia al notar que esté no cargaba nada puesto en la parte de arriba.

Con eso finalmente desapareció de la vista del chico que no hacía más que reírse por la forma en cómo era la joven Para tener 18 años tienes que admitir que a veces te comportas de forma inmadura pensaba de forma burlona mientras que se dirigía al baño.

Por otro lado se podía ver a la pelirroja correr a toda velocidad por los pasillos de la guarida al ver como este chico de ojos rojos intentaba matarla.

— ¡Lamentaras el día en que me jugaste esta broma, mocosa! —Gritó enojado.
Riko suelta una carcajada por eso.

— ¡Sí que es divertido molestarte, tarado! —Gritó ella sin detener su carrera.

Si que la odiaba cuando se podía así que intento aumentar su velocidad para poder alcanzarla, pasando por la cocina vieron al pelirrojo comer con tranquilidad con la chica de ojos rojos quien tomaba con esa misma tranquilidad su jugo de naranja.

—Todos los días es lo mismo. —Dijo en un suspiro.

—Tú sabes que esa es la manera de llevarse de ésos dos. —Dijo Sasori.

—De todas maneras es lo mismo, no puede haber un día en que todo este en paz y armonía porque sino este par de idiota comienza a hacer sus locos juegos. —Reprochó la chica mientras que tomaba una tostada y la rellenaba con jalea para después llevársela a la boca.

El pelirrojo la miro de reojo y se río divertido por el gesto cómico que ponía la joven de cabellos grises al comer con las mejillas infladas por lo enojada que se encontraba.

—Buenos días a todos. —Dijo Tobi mientras que llegaba a la mesa para sentarse al lado de la joven.

—Buenos días. —Contestaron los dos jóvenes sin dejar de hacer lo suyo.

—Veo que todos andan con buenas energías esta mañana. —Comentó al ver pasar a Hidan y a Riko correr por los pasillos por quinta vez.

—Esto es todos los días, no les gusta variar. —Dijo Rio.

—Por cierto, ¿En donde están Rima-chan y Aiko-san? —Preguntó el enmascarado.

—En la mansión de los Uchiha, tu compañera paso la noche con Aiko porque dijo que tenían unas cosas por revisar. —Respondió la joven.

~o~​

Sentadas de piernas dobladas en el piso tenían un montón de papeles colocados en la mesa revisaban las últimas hazañas de la organización en estos meses que han transcurrido, Pain les había pedido el favor a estas dos jóvenes de organizárselos de forma alfabética para poder guardarlos en los archivos de la guarida. Todo estaba en absoluto silencio sólo se podía escuchar el viento que entraba por las grandes ventanas del cuarto de la azabache que estaba sumamente concentrada en lo suyo.

—Esto es el colmo. —Dijo Rima mientras que colocaba unos papeles en la mesa para poder tomar de su café.

—Y eso que Itachi no nos trae los otros papeles. —Mencionó Aiko sin quitarle la mirada a los que tenía ella en la mano.

—Recuérdame ¿Porque razón aceptamos hacer esto? —Preguntó su amiga.

—Pues digamos que nuestro jefe dice que somos las más organizadas de las cincos. —Respondió con fastidió.

—Aiko, estamos despiertas desde las dos de la mañana por lo menos podemos comer. —Pidió esta vez fatigada.

Su amiga bajo los papeles para mirar la cara de niña inocente que le podía para cumplir su capricho, lo pensó dos veces y tenía que admitirlo tenía la razón ya llevan ocho horas trabajando sin descanso y no les haría daño detenerse por unos cuantos minutos.

—Esta bien, iré a la cocina a prepararnos algo para comer. —Acepto la chica mientras que se levantaba del piso para salir de la habitación.
Rima contenta por su respuesta le aplaudió como niña pequeña para después levantarse del piso, se había dirigido al balcón del lugar para agarrar un poco de aire.

Con esos pies descalzo se podía ver que cargaba puesto un conjunto de camisa de tirantes y un short semi largo que tenían como medidas cinco dedos más arriba de sus rodillas color negro y con esos cabellos azabaches llego a lo que era el cuarto de su hermano mayor, suspiro hondo para después tocar con los nudillos de su mano la puesta escuchando un “Adelante” desde el interior la semi abrió para asomarse por ella viendo al dichoso pasar unas cosas a la computadora.

— ¿Quieres algo de comer? —Pregunto ella.

— ¿Por qué? Vas a cocinar. —Respondió él a lo que está le asintió. —Si es así me conformo con un sándwich. —Pidió en seco mientras que agarraba su taza de café para tomar de ella.

Dirigiéndose a las escaleras no quiso ir a ver a su segundo hermano mayor porque de seguro ya debe tener rato de haberse ido como tenía la mala costumbre de desaparecerse por las mañanas pues no le tomo mucha importancia. Cuando llego a la cocina se asusto por completo de verlo sentando en la mesa por lo que se recostó en la puerta con una mano puesta en su pecho que subía y bajaba de forma agitada viéndolo a él de lo más tranquilo tomando su taza de café, dejando ver su pijama que era un short de seda negro con rayas azul marino que le llegaba hasta dos dedos más arriba de sus rodillas y una camisa de mangas cortas color blanco.

Esté desvió la mirada hacía ella y la miro de forma indiferente al notar el estado en el que se encontraba.

— ¿Por qué te pones así? Ni que hubieras visto un fantasma. —Dijo sin mucha importancia mientras que volvía a desviar la mirada hacía la nevera.

—Si se trata de ti es obvio que voy a asustarme como tienes la mala costumbre de desaparecerte sin avisar. —Respondió enojada mientras que se dirigía a la cocina.

Al momento en que llego a la estufa se enojo todavía más al escuchar una carcajada salir de sus labios por lo que se volteo hacia él para mirarlo con una venita en la frente.

—Se puede saber qué es lo que te causa tanta risa. —Dijo con la poca paciencia que tenía.

—Que mi hermana se enoja por todo. —Contesto a su duda con una sonrisa arrogante.

—En primera, soy tu hermanastra no lo olvides y en segunda si no tienes otra cosa mejor que hacer te agradecería que me dejaras en paz. —Pidió en seco volviéndose nuevamente a la estufa.

Prendiendo los primeras dos hornillas y puso en ellas una plancha pequeña y un sartén, por lo que se dirigió a un lado para cortar una cebolla pelada sin notar como unos fuertes brazos blancos rodeaban su cintura o de un aire frio que entraba a su oído derecho.

— ¿Vas a cocinar? —Pregunto el azabache en un murmuro.

—Ha… hare el… d-desayuno… —Respondió ella en un tono nervioso.

— ¿Por qué no me preguntaste si comí algo? —Preguntándole de la misma forma, la chica sentía un escalofrió recorrer por su espalda.

—Porque me doy la… idea de que ya debes haber comido. —Respondió esta vez de forma más tranquila.

Aiko mantenía presionada la mano en donde tenía el cuchillo por lo que al momento de voltearse a verlo esté la miraba con seriedad sosteniendo con fuerza esa mano peligrosa.

—Ten cuidado con lo que haces, mira que de un mal movimiento me puedes cortar Aiko.
—Dijo este con esa misma actitud fría que tenía siempre.

—Sasuke, suéltame. —Ordeno de forma seca con la mirada desviaba.

Esté sonrió con arrogancia para tomar la otra mano de la chica, notando lo alarmada que se colocaba al momento en que sus miradas chocaron la joven se enrojeció por completo al ver como su hermanastro la estaba besando de nuevo.

 

hola a todos capi nuevo, T_T
lo dire llore con este capitulo al final es tan triste... waaaa!!!!

Dedicatoria: a mili Hyuuga porque es mi inspiracion en esto que hago *--* y a Julia-chan porque me acorde de Kakashi e hice mas de eso xD

digo lo de siempre, cualquier cosita que vean mal me lo hacen saber que sera bien recibida :)
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Capítulo X​

Y de nuevo estaban pasando por lo mismo, Sasuke buscaba una forma en que ella correspondiera aunque sea uno de sus besos; Aiko todavía seguía preguntándose cómo es que una persona como él puede ser tan insistente para conseguir lo que quiere. Intento zafarse de él pero esté no se lo permitía por lo que movió las dos manos de un lado a otro para soltarse pero lo más que hizo fue soltar el cuchillo que tenía en una de ella haciendo que este cayera al piso de un ágil movimiento el azabache la tomo de sus caderas para apegarla a su pecho obligándola a ella a colocar sus morenas manos en su pecho.

Luchaba y seguía luchando, no quería corresponderle ese beso porque a Sasuke solamente lo quería como hermano aunque no lo fuese para que exista otro tipo de sentimiento es difícil porque nunca lo vio de otra porque solo le tenía… aprecio, era todo lo que le tenía pero, como ya estaba cansada de lo mismo cedió a él para corresponderle ese beso. Al principio sus labios se movían de forma suave para que esté pudiera conocer la estructura de ellos, se sentía muy rara la situación pero era lo que menos importaba en ese momento, lo que siempre tuvo el chico como capricho finalmente se le estaba cumpliendo al dejar que pudiera sentir sus labios encima de los suyos.

La fue apegando cada vez más a él, y como tenía que sentir esa sensación de superioridad la acorralo al primer lugar que tenía cerca que sería la nevera, en ese instante fue que las cosas comenzaron a cambiar cuando su beso se convirtió en uno frenético al momento en que sus lenguas intentaron jugar entre sí ¿Cómo es… que deje que Sasuke hiciera esto? Pensó de forma confusa la azabache mientras que subía sus manos lentamente por el pecho del chico hasta llevarlas hasta la nuca de esté manteniéndolas intacta en ese lugar el muchacho subía las suyas hasta la espalda de está ubicando una a cinco dedos más abajo de la nuca y la otra en el centro del lugar.

Sus mejillas estaban sonrojadas y su respiración se acortaba, y eso que poco aire le entraba pero no podía hacer nada tenía que admitir que esto que estaba haciendo se sentía demasiado bien aunque estuviera yéndose en contra de sus principios. Sasuke por otra parte disfrutaba completamente de lo que hacía, aunque está no tuviera mucha experiencia en besar tenía que decirlo para ser su primera vez era buena aunque la categorizara como una aprendiz era justo que al poco tiempo se convirtiera en una experta.

Movían sus labios de un lado a otro de forma frenética mientras que sus lenguas jugaban entre sí, se fueron separando lentamente al sentir que sus pulmones le reclamase por tener aire en su interior, por unos segundos mantuvieron la mirada desviaba hacia otro lado pensando en lo que paso casi al mismo tiempo se fijaron la mirada en el otro en donde no se podía escuchar otra cosa que no fuera las respiraciones agitadas de estos dos jóvenes.

— ¿Por qué… tanto empecho… de hacerlo…? —Preguntó la chica apenas con un hilo de voz.

—No lo sé… siempre lo he… tenido como… meta… —Respondió el moreno de la misma forma.

No lo comprendía y eso la confundía todavía más. Era como si… Sasuke le ocultara otra cosa, porque para empeñarse mucho por algo no quería decir que lo tuviera como capricho ¿o sí? Al momento en que recupero el aliento e intento buscar besar nuevamente sus labios, ambos desviaron la mirada hacia al ver a la rubia de ojos morados parada en la puerta de la cocina.

—Vine a ver porque tardabas tanto. —Dijo está mirando de reojo lo que esté quería hacer.

Sasuke no dijo nada y se fue del lugar con esa misma expresión fría reflejada en su rostro se encontraba molesto porque la chica había interrumpido su “conversación” con su hermana. Rima suspiro profundamente y se acerco a su amiga para recoger el cuchillo que estaba en el piso, lo coloco en la mesa desviando esta vez la mirada hacia ella se dio de cuenta que no se encontraba del todo bien Por lo visto esta desconcertada, para que no me haiga dicho nada pensó ella al notar lo fuera de sí que se encontraba la azabache.

~o~​

En la estación de policía de la ciudad de Konoha, se encontraba adentrándose en la bases de dato de esta un rubio de ojos azules y piel morena que parecía muy concentrado en su labor, a su lado había otro joven de su misma piel cabello castaño y ojos color negro que lo miraba con una sonrisa perruna y de brazos cruzados.

—Tengo que admitirlo, es la primera vez que te noto muy concentrado en tu trabajo, Naruto. —Dijo.

—No podemos quedar de brazos cruzados si hay mucha maldad rondando por la ciudad. —Habló el rubio sin dejar de teclear en la computadora.

—Bueno si eso es verdad. —Afirmó. —Por lo visto esos mafiosos no descansa desde que Kakashi-sensei dejo el cargo de policía. —Comentó el castaño mientras que se incorporaba para poder tomar un par de papeles que tenía en la mesa.

—Desde ese momento, todo para la policía se ha complicado. —Dijo Naruto en un tono serio.

De repente aparece un chico de cabellos y ojos color negro, de piel blanca que traía consigo otro ladrón de tienda que era conducido a una de las celdas que se encontraba un poco lejos de la administración.

— ¿Por qué razón se retiro? —Preguntó el Inuzuka.

—No muchos pueden explicar la razón de su retiro, por lo que andan comentando cosas que no son verdad. —Respondió el Uzumaki.

—Yo escuche por Gai-sensei, que fue por perder un caso hace más de tres años. —Contó Lee quien venía de regreso a donde estaban sus otros compañeros.

—A mí me dijeron que fue porque había perdido a una persona muy valiosa en su vida. —Contó Kiba.

—No creo que sea por eso, por lo que me voy a la teoría del cejotas. —Acotó. —Saben ustedes dos que Kakashi-sensei era conocido como el terror de los mafiosos porque nunca ha perdido un caso y siempre los atrapaba de una manera que ni ellos mismo podían explicarlo. —Contaba de una forma seca que los otros dos chicos le conseguían mucho suspenso a eso.

—Sí que tiene la razón, hace un tiempo me contaron que no solo había atrapado al mafioso Orochimaru sino que recupero todo lo que esté le había robado al millonario Jiraiya-sama. —Agregó el castaño.

—También tenemos que agregarle a eso el hecho de que antes era el encargado de atrapar a la organización más mafiosa de toda la ciudad, pero como no consiguió forma de llegar a ellos se dio de cuenta que perdería este caso por lo que se puede dar a entender perfectamente la razón de su retirada. —Argumentó el chico de cabellos negros.

—Oigan trió de holgazanes dejen de hablar tantas estupideces y vuelvan a su trabajo. —Ordenó un chico de cabellos castaños oscuro largos hasta la mitad de la espalda amarrado en la punta con una coleta baja y ojos color perla.

—Sí señor. —Dijeron los tres volviendo rápidamente a su respectivos labores.

Neji suspira por eso que dirige a su oficina, entrando a ella cerró la puerta para encaminarse hasta su escritorio en donde se sentó de forma pesada ya que sentía que tenía muchos por resolver por lo que no iba a poder lidiar con ellos él solo. Desvió la mirada hacia la ventana en donde vio sentando en el marco a un hombre de piel blanca, cabello grises y ojos color negros aunque no se le podía ver uno de ellos porque lo tenía tapado así como el resto de su cara.

—Me alegra mucho que atendiera mi llamada, Kakashi-san. —Dijo el Hyuga.

—Si tiene que ver con la organización Akatsuki sabe que la atenderé. —Dijo esté con una voz ronca pero fría.

El Hyuga se incorporo un poco para tomar unas cuantas anotaciones que le habían entregado uno de sus policías.

—Según Kiba, hace unos días se encontró un cadáver en lo más profundo de un muelle abandonado, lo que comentaron nuestro forenses es que posiblemente haya muerto por mantenerse mucho tiempo bajo el agua y eso que el impacto de bala lo recibió fue en el brazo izquierdo. —Explicó.

—Entonces, no buscaron matarlo sino inmovilizarlo para poder irse del lugar ¿Cierto? —Dedujo el hombre a lo que el joven de ojos perlas asintió. —No cabe la menor duda de que son ellos, pero lo que ahora me estoy preguntando es… ¿Por qué razón lo herirían? —Preguntó cruzándose de brazos.

—La única explicación que puedo sacar es que ellos no pudieran llegar a negociar con este empresario por lo que tuvieron que arrebatarle el maletín de la mano. —Aspecto el muchacho.

—O sino que esté intentara agredir a su compañero en defensa propia por lo que la otra persona que lo acompañaba le disparara, porque tienes que tomar en cuenta de que ellos trabajan en pareja. —Argumentó Kakashi.

Con eso se mantuvieron callado para poder pensar un poco las cosas, después fue que la puerta de la oficina del jefe de policía se abrió dejando ver a un chico de la misma edad que Neji, de piel blanca como la misma nieve tenía cabellos y ojos de un brillante color negro.
Con esa misma expresión seria reflejada en su rostro se acerco a su jefe para entregarle lo que era los reportes del día, esté de forma inmediata los reviso para sorprenderse de algo que noto.

—Kakashi-san, mire esto; uno de nuestro policía vinculó al mafioso que atrapó con uno de los miembros de dicha organización. —Dijo.

— ¿Con quién lo vinculó? —Preguntó de forma fría con la mirada fija en él.

—Con Madara Uchiha. —Respondió el muchacho notando la expresión de resentimiento que mostraba su rostro. — ¿Acaso lo conoce? —Preguntó esta vez confundido.

—Digamos que él y yo tenemos cosas por resolver. —Con eso contesto su duda, aunque lo había dejado más confundido que antes. —Neji tomare nuevamente este caso, lo que si voy a necesitar es un buen equipo con que trabajar. —Pidió.

—Podemos cooperarle con lo que necesite. —Dijo el Hyuga.

—Una cosa más, me acaban de informar que Gai-senpai acaba de regresar de la ciudad Sunano. —Comentó Sai que tenía rato callado.

—Mándamelo de una vez, puede que nos sea de muy buena ayuda. —Ordenó el chico.
Sin tener más que decirle esté se retiro del lugar. Kakashi estaba tan metido en sus pensamientos que estaba seguro de que si encontraba a Madara la encontraría a ella y le explicaría todo lo que paso aquella vez.

~o~​

Caminaba con pasos serenos de lo que parecía ser un cementerio, con un ramo de rosas blancas en mano se dirigió casi al final de este lugar. Llegando a una lapida de piedra se arrodillo en ella para colocar por unos momentos el ramo de rosas a un lado, limpió todas las hojas secas que le habían caído para poder tocarla con la mano temblorosa la lapida que tenía como descripción: “Aquí descansa en paz, un buen hombre y buen padre” al leer eso no pudo evitar desprender una lágrima que se deslizaba lentamente por su blanca mejilla.

—Ya hoy son once años desde que te fuiste de este mundo. —Murmuraba, volviendo a tomar el ramo para colocarla en la cerámica de piedra que estaba debajo de ella. —Son ya… once… malditos… años, en que te… perdí… —Sollozaba con mucho dolor sin notar como esas lágrimas se desprendían de forma rápida.

Llorando en silencio era observada por su compañero de cabellos grises y ojos rojos que se le acercaba en ese momento, no le dijo nada porque no tenía palabras que la pudiesen animar y eso que le conto sobre su pasado y el atentado que vivió a los seis años de todas maneras no le podía decir mucho porque no comprendía para nada el terrible dolor que llevaba encima de su espalda por lo que solamente podía determinarse a observarla.

Rio lloraba con sumo dolor, la única persona que ha querido mucho en su vida y tenía como ídolo se había ido de su lado. Había decidido salir en la mañana al cementerio porque hoy estaba cumpliendo once años de ser asesinado al frente de su presencia, le dolía mucho eso, su corazón estaba solo y desamparado aunque no demostrara mucho esos sentimientos sabia que siempre tendría ese rencor hacia la persona que lo mato, todavía no tenia paradero de donde se encontraba pero si lo llegase a ver no tendría duda de que se vengaría.

—Rio…

—Ni se te ocurra decirme algo al respecto, Hidan. —Lo cayó en seco dándose la idea de lo que le podía decir.

No parecía sorprendido de su reacción porque no era la primera vez que la veía de esa forma y eso que Aiko se ponía así cuando venía a ver a sus padres.

—Aunque sepas lo que me paso, de todas maneras lo que vayas a decirme no me ayudara en nada. —Acotó en bajo, desviando la mirada hacia la grama esas lágrimas ahora caían al suelo.

—Si puede que sepa lo que paso, pero tampoco es el hecho de que tengas que vengarte. —Dijo esté en seco.

Molesta por ese comentario se levanto del piso para acercarse a donde estaba demostrándole el rencor que sentía, esté pudo notar como sus ojos se aguaban más y esas lágrimas se desprendían una detrás de las otras.

—Cierra esa boca, tú nunca conociste a tus padres. Éstos te abandonaron de pequeño, ¿Cómo puedes decirme esto sin siquiera saber cómo se siente perder a un ser querido? —Preguntó completamente desconcertada.

La miró por unos momentos notando el miedo en su cuerpo al ver los puños formados en sus manos temblar con intensidad, no estaba ofendido por lo que dijo porque tenía la razón y como no sabía que sentir solamente la miraba con suma sequedad.

—Tienes la razón, nunca conocí a mis padres y no sé que es sentir ese dolor que tú sientes, pero sé que la venganza no es la respuesta para este tipo de dolor. —Respondió.

—Ves, no me puedes comprender. Actúas igualito a Pain al decirme lo mismo. —Acotó con arrogancia buscando alejarse de él.

Esté la tomo de un brazo y la llevo a su pecho abrazándola de forma posesiva, sorprendiéndola por completo de tal acto esas lágrimas no dejaban de salir de sus ojos que se encontraban abiertos hasta más no poder.

—Entiende una cosa… nunca pero, nunca te dejes llevar por el odio porque te aseguro que terminaras mal. —Le aconsejó en seco.

La pelirroja no le dijo nada y solamente correspondió el abrazo de su compañero dejando que el hermoso silencio inundara el lugar. No sabía porque ocurría esto pero, se sentía aliviaba al decir lo que pensaba y más si este le proporciona un bello gesto como este que la hacía sentirse completamente segura en sus brazos Muchas gracias… Hidan… dijo eso en pensamiento mientras que cerraba sus ojos.

A unas cuantas lapidas de donde se encontraban casi lejos de este par, estaba la dichosa de ojos negros mirando con suma frialdad las lapidas de sus queridos padres con la persona que en estos momentos se habían convertido en su compañero al instante en que se presento con su jefe. No mostraba ninguna emoción alguna, aunque en su interior sentía el dolor de la perdida se había prometido a sí misma no llorar por nada en este mundo, porque como le había dicho su padre en algún tiempo: “Llorar es de débiles, y tú no eres uno de ellos”.

—Siempre… me considere a mí misma superior a los demás, la que sabía más que cualquiera… la que… no se dejaba derrotar por otro… —Aunque Sasuke estuviera a una cierta distancia de donde se encontraba la escuchaba pero sabía que se lo decía a su padre. —Se que siempre quisiste tener un varón, por lo que cada cosa que hacía no le tomabas importancia. Aun así, me esforzaba para tener tu aprecio y no lo conseguía y eso que mamá siempre te decía que no podrías despreciarme por ser mujer. —Cada palabra que se decía le dolía porque salían de su propia boca, y con tan solo recordarlas le molestaba.

En ese momento no lloraba por extrañar sino por odiar, cuando dejo que esas lágrimas descendieran de sus morenas mejillas comenzó a gritar, gritaba como si no hubiera fin haciendo que el azabache mirase de forma seca sus zapatos dejando que gritara hasta cansarse. Maldecía el día en que sus padres fueron asesinados, maldijo al degenerado sin corazón que se atrevió a apartarlos de su vida, maldijo lamentablemente a su padre por despreciarla durante su corta infancia, se maldijo a sí misma por presionarse con el único propósito de tener la aprobación de su padre.

A diferencia de Rio, Aiko no lamentaba la muerte de sus padres, el de su madre si porque fue la única que la quiso de verdad, pero interiormente si agradecía que matasen a su progenitor porque así no seguiría sufriendo como lo hacía cuando estaba en vida, lo que si podía lamentar es el hecho de que por el desprecio que le tenía a ese ser se convirtió en lo que es ahora… una mujer que mata sin importa la compasión que le pide su víctima.

—Por tu culpa soy así, sabiendo que mamá no quería que fuera este mounstro. Por tu culpa lo soy, y no tengo retorno al vacío que siento, eres lo más despreciable que pudo existir, soy una tonta por buscar la forma de conseguir tu aprecio y de verdad lo diré… yo… —No continúo porque sintió unos brazos abrazarla con fuerza.

—Cállate, ya cállate… sientes mucho demasiado odio hacia él, deja de… maldecirlo que de nada te sirve. —Acotó el azabache que se lo decía con tanto odio porque se podía ver a sí mismo reflejado en ella.

Su hermana se cayó en seco y no le dijo nada, solamente dejo que esté sintiera el miedo recorrer su cuerpo.

— ¿Cómo me puedes decir eso… si sabes perfectamente por lo que estoy pasando? —Preguntó en bajo con la mirada al frente.

—Porque, muchas veces uno mismo no puede escapar de este odio a través del desprecio. —Respondió el moreno con ese tono frió.

Volviéndola a callar con eso, la joven no dijo nada solamente observo con suma seriedad la lapida de sus difuntos padres dejando que el frió viento de la mañana revolviera sus cabellos azabaches.