One-shot de Dragon Ball - A la mujer virtuosa (Vegeta x Bulma y Trunks)

A la mujer virtuosa.

Especial para el día de las madres.

Trunks no sabía que escribirle a su mamá con motivo de la celebración del día de las madres… y su papá no es de mucha ayuda que digamos, así que tendría que ingeniárselas. La abuela podía ser una buena opción si no fuera a veces tan comunicativa. Del abuelo ni se diga, vive más entretenido con el gato y su trabajo en el laboratorio. ¿Qué podría decir un niño de seis años a la autora de sus días? Se pasó la tarde quebrándose un poco la cabeza. “Ni hablar,” pensó un tanto decepcionado “creo que veré que es lo que puede decirme papá”. Se armó de valor y se dirigió hacia la cámara de gravedad, el tercer lugar favorito de su padre Vegeta después de la cocina y el dormitorio que compartía con su madre Bulma cuando estaban de buen humor…

— ¿Papá? — dijo un tanto temeroso, asomándose tímidamente por la pantalla — ¿puedo hablar contigo de un asunto de… hombre a hombre?

Vegeta se encontraba entrenando como era su manía, cada semana aumentaba la gravedad para irse acostumbrando a ella. Miró a su hijo con ese ceño fruncido habitual, un poco más fruncido por haber sido interrumpido.

— ¿Se puede saber sobre que? — preguntó un tanto irritado, aun no trataba muy bien a su pequeño hijo.

— Es… sobre… — tartamudeó el chiquillo visiblemente cohibido.

— Deja de decir babosadas y habla de una buena vez lo que te importa, — le espetó con dureza — no creas mocoso que tengo tu tiempo.

— Perdón… — ya estaba ahí y no se echaría para atrás… su padre no lo mataría porque a pesar de todo esta consiente de la fortaleza de su hijo, y también la obstinación — te veo más tarde para no interrumpirte más.

Cerró el monitor y se quedó afuera esperando a que su progenitor saliera. Sabía que no tardaría. Una de las cosas que le molestaban a Vegeta en sobremanera es que lo dejaran con la duda… esa mujer, Bulma, había educado muy bien al niño en cuanto a como llamar su atención. Eran tan parecidos que si no fuera por la energía sobrehumana que emanaba del pequeño cualquiera podría dudar que fuera hijo suyo si no lo veían de cerca, porque lo que sí tenía de su padre era ese gesto fruncido cuando estaba serio.

— ¿Y bien? — le soltó con molestia al verlo sentadito a la puerta como si no rompiera ni un plato — ¿De que mierda querías hablar?

— Oye papá… — preguntó Trunks sin preocuparse demasiado por el tono grosero y malhumorado de su padre — ¿qué piensas tú de mamá?

Esa pregunta lo tomó un poco desprevenido… ¿qué pensaba en realidad de ella? Que estaba loca… bueno, esa locura le gustaba, y mucho. Pero eso no podía decírselo a su hijo. En realidad nunca le había dicho a nadie nada de la forma en que llevaban su relación de pareja… porque a nadie tenía que importarle. Y Bulma sabía ser discreta en muchas cosas aunque por otras hablara hasta por los codos… es con esa forma de ser que lo había conquistado y que lo retuvo a su lado.

— ¿A qué se debe una pregunta tan estúpida? — le respondió al fin, después del lapsus.

— Es que en la escuela me pidieron unas palabras para mamá porque ya viene el día de las madres… — respondió el pequeño con inocencia — y no se que escribirle, por eso te preguntó a ti, pues tú la conoces desde hace mucho tiempo.

— Y… ¿por qué no le preguntas a alguien más como… tu abuela? — quiso salirse por la tangente.

— ¡No!, la abuela es muy fastidiosa en esos temas… — opinó Trunks haciendo un gesto de “ni lo sueñes” — ella sólo ve a mamá como su “niña”, yo quiero que me digas como la ves como mujer… a lo mejor puedo tener una perspectiva más amplia de mi vida a su lado.

“Méndigo mocoso,” se dijo Vegeta internamente “se nota claramente que aprendió bien de mi… y de su fastidiosa madre”. Ni hablar, tendría que buscar unas palabras convincentes o el chamaco no lo dejaría en paz.

— Bueno… — tartamudeó un poco al meditar, cruzándose de brazos — primeramente vamos a otro lugar porque aquí pueden espiarnos… no estoy para aguantar a nadie por el momento.

— Si papá, es buena idea. — contestó afirmativamente — ¿A dónde vamos?

— Al techo… tal vez puedan encontrarnos pero no podrán subir… — dijo divertido, recordando que en una ocasión Bulma le gritó hasta quedarse muda, pero no pudo ni alcanzarlo por más que quiso, quejándose de haber hecho la casa tan redonda.

Se elevaron muy suavemente y se acomodaron en una parte alejada de la orilla. Trunks miró directamente a su progenitor, esperando sus palabras. Vegeta carraspeó un poco para empezar.

— Verás… para mi tu madre es… — se ruborizó al recordar ciertas escenas — ¿Es necesario que te diga nuestras cosas?

— ¡Nooo! — casi se le sale un gritó de pánico — ¡No inventes papá, sus intimidades no! Me dan miedo… dime, ¿acaso es lo único que piensas de mamá? — abrió los ojotes como platos.

En realidad… lo que más le gustaba de estar con ella era precisamente… pero no era lo único. Desde que la conoció se imaginó que era una mujer especial en muchos aspectos… el solo hecho de darle posada en su casa, a pesar de sus barbaridades y de su feo carácter para con ella… definitivamente Bulma significaba muchas cosas en su vida. Le dio otro sentido cuando él creía que ya no valía la pena. Además no recordaba a su madre, si es que tuvo, por esa razón nunca había aprendido a tratar de otra forma a las hembras de cualquier raza… hasta que la conoció a ella había cambiado un poco esa forma tan altanera de ser.

— No es así. — dijo al fin recuperando la seriedad y el color — Tu madre significa mucho más, no lo dudes… a pesar de ser tan molona.

Habló un poco del tema, sin mirar directamente a los ojos de su hijo… tan semejantes a los de ella… ella y el pequeño ahora eran su vida, a pesar de sentirse solo porque su odiado rival, el de más respeto, tenía algunos años de muerto. Pero ahora entendía un poco el valor de su sacrificio, a pesar de no disculpárselo del todo.

El día de las madres llegó en la escuela, y los niños de primer año presentaron sus escritos. El de Trunks llamó mucho la atención por sus palabras. Bulma sollozaba un poco, orgullosa de lo que su pequeño hijo podía expresar… a sabiendas que su padre fue la fuente de inspiración para su redacción. Estas son las palabras:

A la mujer virtuosa y ejemplar:​

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a las de las piedras preciosas.​

El corazón de su marido está en ella confiado, y no necesita de ganancias mal habidas.​

Ella le es fuente de bien, no de mal, todos los días de su vida.​

Se levanta aun de noche y da comida a su familia.​

Decidida se ciñe la cintura y se apresta para el trabajo.​

Ve que van bien sus negocios, y no se apaga su lámpara en la noche.​

Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir.​

Está atenta a la marcha de su hogar, y el pan que come no es fruto del ocio.​

Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada; su marido también la alaba:​

“Muchas mujeres han realizado proezas, más tú las superas a todas”.​

Nota de la autora: Con estas palabras de la Biblia, una adaptación del libro de Proverbios 31: 10 – 29 quise darle un significado a este día de las madres, saludando a las que lo sean y a todas las mamás de todos y cada uno de los escritores y lectores en este foro. ¡Felicidades! Y en sobremanera a la mía. Y lo adapte con está simpática y divertida familia… en el fondo Vegeta le ha de tener a Bulma una gran estima… por algo se ganó su duro corazón Saiyajin.

P.D.- Proverbios 31:30 Engañosa es la gracia y vana la hermosura, la mujer que teme a Jehová, esa será alabada. Sabemos que en Japón tiene otra cultura y otras creencias, pero si fueran cristianos como nosotros prosperarían más. Arigato y sayo por leer.