El diario de Kagome Higurashi[Inu&Kag]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Takara Hitomi, 27 Abril 2011.

  1.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Título:
    El diario de Kagome Higurashi[Inu&Kag]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1508
    Hola ^^ este es mi primer fic.
    Lo escribí hace dos años y hasta ahora lo vengo a subir :p
    Bueno, sólo espero que les guste...

    -------------------------------------------------------------------
    Capítulo 1: My diario
    – Te extraño – decía en un susurro una chica de cabellos azabaches y ojos color chocolate sentada en el escritorio de su habitación.
    – Si solo pudiera devolver el tiempo e impedir que pasara todo eso – decía mientras abría el cajón de su escritorio en donde se encontraba un cuaderno color rosa con negro y en la portada decía Kagome Higurashi.
    Lo tomó entre sus brazos mientras susurraba – ha pasado poco tiempo desde que te fuiste, pero a mí me ha parecido una eternidad – decía con tono triste.
    – Mi diario, donde tengo… cada recuerdo que pasé contigo desde que te conocí…hasta que te perdí – decía mientras una lágrima caía por su mejilla.
    Abrió el diario, tenía ganas de recordarlo todo, desde el primer momento en que su vida cambió por completo… comenzó a leerlo y a recordar, detalle a detalle…
    Flash back
    “Hoy es una tarde muy bella y agradable aquí en Tokyo.
    Tokio es una ciudad muy agradable y pacífica, tiene un hermoso río cristalino donde los niños suelen jugar, a su alrededor se encuentran muchas flores hermosas en donde la gente se recuesta a tomar el sol y a ver el hermoso paisaje.
    Hoy es mi cumpleaños número trece, mi mamá me dio como regalo un hermoso vestido y éste diario en el que estoy escribiendo ahora… es un lindo diario color rosa con negro y en el centro de la portada tiene mi nombre grabado, me encanta éste diario, siempre le pedí a mi mamá que me comprara uno y al fin me lo compró.”
    – ¡¡Kagome, hija apúrate que tenemos que llegar pronto para ayudar a tu tía con los preparativos!! – me llamaba mi mamá desde la sala.
    – ¡¡Voy!! – le respondí a mi mamá, cerré mi diario, lo guarde en el bolso que traía conmigo y bajé las escaleras hacia la sala donde se encontraba mi mamá esperándome para irnos.
    – ¿Por qué te demorabas tanto Kagome? – me preguntaba mi mamá.
    – Es que estaba escribiendo en el diario que me regalaste – le respondí.
    – ¿Te gustó? – me pregunto mi mamá con una sonrisa.
    – No me gustó… ¡me encanto!, gracias mamá – le respondí emocionada y dándole un abrazo.
    – Bueno, bueno ya vámonos – me dijo mi mamá riendo y correspondiendo a mi abrazo.
    Nos subimos a un taxi y nos dirigimos a un salón que mi mamá había alquilado para hacer mi fiesta de cumpleaños, en donde se encontraría mi tía terminando los preparativos para la fiesta. Yo había invitado a todos los chicos y chicas de mi salón de clases, ya que todos son mis amigos.
    “De seguro me divertiré mucho con todos mis amigos en la fiesta” pensé ansiosa porque llegara aquel momento.
    Llegamos al gran salón donde se celebraría mi fiesta y entramos, ahí se encontraban mi tía y amigas de mi mamá terminado de poner los aperitivos en las mesas. Mi mamá y yo fuimos a saludar a sus amigas y a mi tía.
    – La pequeña Kagomecita… te he extrañado mucho, han pasado cuatro años desde que no te veo y ya has crecido mucho – me decía mi tía mientras pellizcaba mi mejilla.
    Como odio que me pellizque la mejilla, desde que tengo memoria mi tía me pellizca la mejilla… yo siempre hacía como si eso, me agradaba, pero la verdad es que me molesta y mucho.
    – Yo también te he extrañado mucho tía – le dije fingiendo una sonrisa y tratando de no hacer notar mi enojo.
    –¡¡Aiii, tan linda como siempre chiquitita!! – me decía mi tía mientras me volvía a pellizcar la mejilla.
    – Mamá, voy al baño – le dije a mi mamá para irme y no tener que seguir soportando como me trata mi tía. Iba caminando hacia la cocina cuando veo que una de mis amigas va llegando y fui corriendo a saludarla.
    – ¡Yuka, Yuka! – gritaba para que me oyera.
    – Kagome, hola y… Feliz cumpleaños – me dijo mientras me abrazaba antes de entregarme un regalo.
    – Gracias – le dije mientras tomaba el regalo – ven, vamos a la terraza – le dije mientras la cogía de la mano y corría hacia la terraza dejando el regalo en la mesa de obsequios.
    – Espera, no corras tan rápido – me reclamaba mi amiga.
    – ¡¡Mamá, voy a la terraza con Yuka!! – le grité a mi mamá de lejos.
    – ¡¡Esta bien, pero solo un rato, recuerda que tienes que recibir a los invitados!! – me decía mi mamá.
    – ¡¡Siii!! – le respondí sin ganas de hacerlo.
    Llegamos a la terraza y nos asomamos en el balcón. Era un edificio de ocho pisos y la vista desde allí arriba era hermosa, muy, muy hermosa… ya que estábamos cerca del mar podíamos apreciar esa vista tan hermosa del mar moviéndose suavemente con el viento.
    – Es hermoso – me dijo Yuka con estrellitas en los ojos.
    – ¿Verdad que si?... la primera vez que vine con mi mamá aquí para ver el salón, subí aquí… y se veía tan hermoso – le contaba a mi amiga mientras seguíamos observando la hermosa vista.
    – Ha, cierto Kagome, ¿le vas a decir a Koga lo que sientes por él? – me pregunto mientras se volteaba para verme.
    – ¿He?, este… bueno… yo – le respondí entrecortadamente por los nervios.
    – Kagome, siempre te ha gustado Koga, desde que tenias cinco años, ya deja los nervios… además yo creo que él también siente algo por ti – me decía Yuka tratando de darme ánimos.
    – No sé, Yuka… me da nervios cada vez que hablo con él – le respondí con algo de vergüenza.
    – Ven, vamos abajo para ver si ya llegó – me dijo mientras me llevaba hacia el salón donde era mi fiesta.
    Bajamos por el ascensor de ése gran edificio hasta el salón y ahí estaba él, se veía tan guapo y elegante con ése traje que llevaba puesto. Yuka me jaló de la mano hacia donde estaba Koga para que lo saludáramos.
    – Hola, Yuka, Kagome – nos saludó Koga.
    – Hola Koga – le dijimos al mismo tiempo Yuka y yo.
    – Bueno, yo… me tengo que ir, creo que mi mamá me está llamando… entonces los dejo solos para que hablen – dijo Yuka mientras me guiñaba un ojo y se iba.
    – Kagome… Feliz cumpleaños… éste es un pequeño obsequio de mi parte, espero que te guste – me decía Koga mientras me entregaba una pequeña cajita que había sacado de su bolsillo.
    – Gracias… ¿qué es? – le pregunte mientras miraba la cajita.
    – Ábrelo – me dijo con una sonrisa en la cara.
    – Sí – le respondí mientras sacaba la tapa de la pequeña cajita. Al abrirlo había un hermoso collar rosa con negro, unos aretes y un anillo a juego con el collar… siempre me dan cosas de color rosa con negro, ya que ésos son mis dos colores favoritos y me gusta combinarlos. Con decir que mi habitación está pintada de color rosa con negro, el baño, mi escritorio, mi cama, el tapete y hasta mi ropa es rosa con negro… y en éste mismo instante tengo puesto un hermoso vestido rosa con negro y unos detalles de color azul cielo que me regaló mi mamá y unas zapatillas negras con tacón de unos tres centímetros.
    – ¡¡Están preciosos!! gracias Koga – le dije con una enorme sonrisa en la cara.
    – Lo escogí especialmente para ti… ¿te los puedo poner? – me preguntó feliz de saber que me había encantado su obsequio.
    – S-sí…claro – le respondí un poco nerviosa.
    Koga tomó el collar, los aretes y el anillo, y me los puso… primero me puso el hermoso collar en el cuello y me puse bastante nerviosa al sentir que me tocaba, después me puso los aretes y luego el precioso anillo, me tomó la mano y me lo puso en el dedo.
    “Parece que nos estuviéramos casando” pensé, y me sonroje levemente por tal pensamiento… Koga notó mi sonrojo y puso mis manos entre las suyas.
    – Kagome, siempre quise decirte lo que siento por ti y creo que éste es el momento indicado para decírtelo – me decía mientras me miraba fijamente a los ojos.
    – Koga – dije suavemente y con mis nervios a más no poder.
    – Kagome… yo… – me decía entrecortadamente – yo…
    -------------------------------------------------------------------------
    Bueno, ese fué el primer capítulo de mi fic.
    Por favor denmen su opinión, ya sean comentarios buenos o para mejorar mi fic... no sean tan duros, miren que es mi primer fic.
    Sin nada más que decir, me despido n.n

    Sayonara^^

    Att: Takara Hitomi
     
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  2.  
    AlexMarie Kagamine

    AlexMarie Kagamine Usuario popular

    Piscis
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    Oh wow que bonito fic es totalmente romantico las tias pellizconas no me agradan prefiriria que me tragara un tigre antes que soportarlas, tu trama es excelente yo quiero que llegue Inu-sama porque un capitulo sin el no es capitulo jajajaja ok broma no pero si me encanta tu forma de narrar es buena y por ahora no he notado faltas de nada vas muy bien solo creo que no deberias poner todo en negritas pero lo demas genial enserio me encanto tu historia y espero ver la conti pronto, cuidate y nos estamos posteando
    Atte: Alex
     
  3.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Gracias por la recomendación, a mi tampoco me gustan las tías pellizconas, aunque tengo una, por eso se me ocurrió meterla en la historia.
    Y pues, sobre Inuyasha, por ahora no saldrá... la verdad es que falta mucho todavía para que él salga jijiji lo siento, se que todas quieren que salga ya, (yo tambien quiero) pero aún no saldrá.
    Bueno, por ahora te dejo^^

    Att: Takara-chan
     
  4.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Hola otra vez...
    Sólo vengo a decir q mañana subire el segundo capítulo
    bueno
    Sayonara

    Att: Takara-chan
     
  5.  
    Freya Scarlet

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    Escorpión
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    Hola AMIGA¡¡ Soy nueva en tu fic lo lei y
    me parecio muy interesante y lindo eso de que
    Kagome tenga un diario me parece muy original
    y único sin embargo el fic es tragico y eso me da tristeza
    jejeeje en fin esta muy bueno ojala pronto
    lo continues

    Saludos y sayonara¡¡¡;)
    0 (1).jpg ABRÁZAME MUY FUERTE "AOMEEUNI"
     
  6.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Hola Aome-chan, gracias por leer mi fic^^
    Siento mucho no haber podido subir el segundo capítulo,
    es que tuve algunos problemas, pero
    prometo que mañana lo subiré sin falta
    Sayonara^^
     
  7.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Título:
    El diario de Kagome Higurashi[Inu&Kag]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    2040

    Capítulo 2: Un desastre fatal

    – Kagome… yo… – me decía entrecortadamente – yo…
    – ¿Qué es eso? – gritaba la gente en la fiesta interrumpiendo a Koga – ¿Qué le pasa al mar? – seguían gritando las personas con tono alterado.
    Dejé a Koga y me asomé por la ventana en donde la gente tenía puesta su atención y me sorprendí al ver que el agua del mar estaba moviéndose tan fuerte como si hubiera un terremoto en medio del mar. Toda la gente estaba alterada, parecía como si el mar fuera a chocar con todo lo que estuviera en su camino, cuando de pronto se pudo ver a lo lejos que se formaba una enorme ola en el mar… era inmensa, debía medir unos ocho metros y se iba acercando hacia donde nos encontrábamos.
    La gente empezó a correr desesperadamente hacia la terraza con esperanzas de estar a salvo de la enorme ola que amenazaba con destruirlo todo. Mi mamá llegó corriendo hacia donde yo me encontraba, me tomo de la mano y me llevo rápidamente hacia la terraza, corrimos hasta llegar a la escalera que subían a la terraza y estaba abarrotada de gente desesperada por llegar arriba al igual que los ascensores.
    Mi mamá y yo subimos por las escaleras y cuando ya estuvimos arriba pudimos ver la gran ola en el mar que se acercaba lentamente… Se podía ver del otro lado del edificio la ciudad en donde toda la gente corría desesperadamente, en uno de los edificios más grandes que hay en la ciudad se encuentra un enorme televisor en donde pasaban noticias de lo que estaba ocurriendo.
    Miré a mi alrededor buscando a Yuka, y ahí la vi, estaba con su papá, su mamá y su hermano mayor… me acerque a Yuka y ella estaba muy asustada. La abrasé fuerte mientras le decía en un susurro “amiga, cálmate… todo va a estar bien”. En ese momento me acordé de Koga.
    “Koga… ¿Dónde está?” pensaba mientras lo buscaba con la mirada, veía a todas partes pero no lo encontraba.
    – ¿Qué pasa, Kagome? – me pregunto Yuka ya más calmada.
    – No veo a Koga por ninguna parte – le respondí con tono de preocupación.
    – Es cierto, no lo he visto desde que los dejé solos hablando – me dijo algo preocupada.
    – ¿Dónde podrá est… – no termine de hablar porque de pronto el edificio comenzó a moverse, era un terremoto muy fuerte, luego sentí que algo golpeó al edificio.
    Era la enorme ola que había chocado con gran fuerza contra el edificio, se podían escuchar los gritos desesperados de la gente… Yuka lloraba abrazada de su madre por el miedo que tenía. Luego se sintió otro golpe fuerte en el edificio, el techo se caía a pedazos, el agua entraba por todas partes y el edificio comenzaba a inundarse por completo. Me asomé por una pequeña ventana que había en la parte de atrás de la terraza donde se podía ver la ciudad, las calles estaban inundadas por completo, había personas atrapadas en carros y casas que pedían ayuda a gritos.
    El edificio empezaba a hundirse cada vez más. Yo corría por todas partes tratando de buscar a mi mamá y a Koga, pero no los encontraba… la gente empezaba a desesperarse más, el agua empezaba a subir y subir, mientras yo seguía buscando a mi mamá y a Koga entre toda la gente que había en ese edificio, pero por más que buscaba, no los encontraba…
    -----------------------------------
    “Ayy, me duele todo el cuerpo” pensaba mientras trataba de sentarme, pero no pude por el dolor que sentía.
    Me encontraba recostada en una cama enorme y estaba en un lugar muy silencioso, no sabía dónde me encontraba exactamente, cuando de pronto escucho la voz de una mujer.
    – Oh, ya te despertaste... ¿estás bien? – me preguntaba aquella mujer.
    La mujer llevaba puesto un vestido ajustado blanco que le llegaba hasta la rodilla y unos zapatos blancos. Me senté en la cama y miré a mi alrededor y ahí fue cuando me di cuenta que estaba en la habitación de un hospital y aquella mujer era una enfermera.
    – ¿Estás bien? – me volvió a preguntar la enfermera.
    – S-sí… pero, ¿por qué estoy aquí?... ¿qué me pasó? – le pregunté a la enfermera.
    – ¿No lo recuerdas?... estas aquí, porque fuiste rescatada de un terrible Tsunami que hubo hace dos meses… – me relataba la enfermera antes de que la interrumpiera.
    – ¿Dos… meses? – le pregunte algo sorprendida.
    – Sí, estuviste en coma por dos meses – me respondió antes de seguir relatándome lo que había ocurrido.
    – A los tres dias, fuiste encontrada en un edificio donde muchas personas fallecieron, entre ellos… tu madre, y te trajeron acá a Osaka porque Tokio quedó completamente destruido.
    – ¿mi… madre? – pregunte un poco desconcertada.
    – Sí, siento mucho que haigas perdido a tu madre a la corta edad que tienes – me respondió la enfermera.
    – Yo… no… recuerdo a mi madre… no recuerdo nada – le dije a la enfermera.
    – ¿Recuerdas cuál es tu nombre? – me preguntó la enfermera.
    – No, no lo recuerdo – le respondí.
    – Parece que has perdido la memoria – murmuró la enfermera – bueno, toma esto – me dijo mientras me entregaba un bolso pequeño.
    – ¿Qué es esto? – le pregunté mientras tomaba el bolso.
    – Es tuyo… lo llevabas aquel día que te rescataron – me respondió – bueno, tengo que ir a avisarle al Doctor que ya despertaste – me dijo antes de salir por la puerta.
    Tomé el bolso, lo abrí y dentro de él se encontraban una billetera, y dentro de ella había un carnet, lo revisé, y vi mi nombre: Kagome Higurashi, catorce años… era mi carnet del instituto en donde estudiaba. En la billetera también había una foto donde estaba yo con una mujer y un hombre, “deben ser mis padres” me dije y guardé la foto donde estaba.
    Seguí revisando el bolso y encontré un diario, lo saqué y vi mi nombre en él, lo abrí y lo comenzé a leer:
    Hoy es una tarde muy bella y agradable aquí en Tokio.
    Tokio es una ciudad muy agradable y pacífica, tiene un hermoso río cristalino donde los niños suelen jugar, a su alrededor se encuentran muchas flores hermosas en donde la gente se recuesta a tomar el sol y a ver el hermoso paisaje.
    Hoy es mi cumpleaños número catorce, mi mamá me dio como regalo un hermoso vestido y éste diario en el que estoy escribiendo ahora… es un lindo diario color rosa con negro y en el centro de la portada tiene mi nombre grabado, me encanta éste diario, siempre le pedí a mi mamá que me comprara uno y al fin me lo compró.
    – No recuerdo cuando escribí esto – me dije a mi misma con tono triste y guardé el diario en el bolso.

    Al rato llegaron la enfermera de antes con un Doctor y me dijeron que perdí la memoria y que hay la posibilidad de un dos porciento de que recupere la memoria.
    – Te quedarás unos nueve días más en el hospital y luego te daré de alta… y como no tienes familia, te enviaremos a una casa hogar – me decía el Doctor.
    Yo no me opuse, aunque no quería ir a una casa hogar, no tenía más elección… no tenia padres, ya no tenía nada, entonces algo pasó por mi mente.
    – ¿Y mi padre?... me dijeron que mi madre murió, pero ¿qué pasó con mi padre? – le pregunté al Doctor.
    – Estuvimos investigando sobre tu familia y descubrimos que tu padre murió hace dos años en un accidente de auto… tenías también una tía, pero murió igual que tu madre – me respondió.
    – Toda mi familia murió – dije en un susurro sintiéndome vacía por dentro al no tener a nadie.
    – Bueno, descansa… mañana te haré algunos exámenes más – me dijo el Doctor mientras salía por la puerta seguido de su enfermera.
    Me acosté en la cama y me quedé dormida…

    Una luz ilumino mi rostro e hizo que me despertara, era la luz del sol que entraba por la ventana de la habitación en donde me encontraba, me senté en la cama y escuche que abrían la puerta.
    – Buenos días, ya estas despierta… arréglate, ya es hora de irnos – me dijo Mayu.
    Mayu es la enfermera que me recibió cuando desperté del estado de coma en el que había estado por tres meses. Ella y yo nos habíamos hecho amigas en esos nueve días que pasé en el hospital y era muy amable conmigo.
    – Sí, en un momento estoy lista – le respondí con una sonrisa, ella salió de la habitación y me alisté para irme.
    Me puse la ropa que Mayu me había dado, cogí mi bolso con mis cosas y salí de la habitación.
    – ¿Ya estas lista?... entonces, vámonos – me dijo mientras salíamos del hospital y tomábamos un taxi para ir a la casa hogar.
    Mientras íbamos en el taxi Mayu me dijo que la casa hogar se llama Sengoku.
    También me contó que ella estuvo en esa casa hogar hasta los diecinueve años de edad, porque a sus padres los habían asesinado.
    Después de un rato llegamos a la casa hogar Sengoku… Mayu me guió hasta la puerta de entrada, me dio un papel y me dijo que se lo enseñase a la encargada de la casa hogar, me abrazó y se marchó.

    Toque el timbre y salió una mujer, me preguntó que se me ofrecía y le entregué el papel que me había dado Mayu. Me dijo que la siguiera y me llevó hasta una habitación en donde había seis camas.
    – Esta será la habitación en la que te quedarás, y la compartirás con cinco compañeras más – me dijo aquella mujer antes de salir por la puerta.

    Caminé hacia la única cama que estaba desocupada y dejé mi bolso en una pequeña mesita que estaba al lado.

    – ¿Quién eres tú? – me preguntó una chica casi de mi edad entrando por la puerta.

    --------------------------------------------------------------------------------------
    Hola de nuevo n.n
    Este es el segundo capítulo de mi fic
    espero que les guste...
    Sayonara^^​
     
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  8.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

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    Título:
    El diario de Kagome Higurashi[Inu&Kag]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    2230
    Capítulo 3: Nuevas amigas

    – ¿Quién eres tú? – me preguntó una chica casi de mi edad entrando por la puerta.

    – Eh… yo soy… – le dije entrecortadamente antes de que me interrumpiera.

    – Ah… tú debes ser la nueva, ¿verdad?... la encargada de dormitorios me dijo que una chica nueva llegaba hoy – me dijo aquella chica.

    – Eh, sí… acabo de llegar – le respondí mientras me paraba de la cama.

    – Bueno, bienvenida… mi nombre es Sango Ikeuchi, mucho gusto – me decía mientras estiraba su mano en señal de saludo y con una sonrisa amigable.

    – Yo soy Kagome Higurashi – le dije mientras le daba la mano y le sonreía de la misma manera.

    – Bueno, parece que vamos a ser compañeras de habitación, y… me gustaría enseñarte todo el lugar para que vayas conociéndolo mejor – me dijo mientras salía por la puerta.

    Caminé tras ella hasta que llegamos a un hermoso patio rodeado con bellas flores y en el centro del patio se encontraba un pequeño estanque con agua cristalina, y unos cuantos pétalos de rosas formaban un corazón alrededor del estanque. Habían varios chicos y chicas que jugaban entre las flores… todo era tan hermoso.

    – Este es el patio, donde salimos a descansar y a relajarnos, es hermoso ¿verdad? – me decía Sango que me había guiado hacia ése hermoso lugar.

    – Sí, es precioso – le dije sin despegar mi vista ni un momento de aquel lugar.

    – Ven, te seguiré mostrando el lugar – me dijo mientras me agarraba la mano y me guiaba por toda la casa hogar.

    Me llevó por toda la casa hogar enseñándome todo, detalle a detalle… hasta que comenzó a sonar una campana fuertemente y Sango me dijo que teníamos que ir al comedor. Me explicó que cada vez que la campana suene tendríamos que ir rápidamente al comedor… nos dirigimos hacia el comedor y nos sentamos en las sillas de la enorme mesa.

    – ¿Qué hacen cada vez que vienen al comedor? – le pregunté un poco curiosa.

    – Tenemos que venir cada vez que toca la campana, para comer… pero esta no es la hora en la que se come, así que deben tener algo que informarnos – me explicó Sango.

    Al rato llegó al comedor una señora de unos cuarenta años, Sango me dijo que esa señora era la Directora de la casa hogar. Todos nos levantamos de las sillas y la saludamos. “Buenas tardes Señora Directora” dijeron todos y le hicieron reverencia, yo hice lo mismo que hicieron todos.

    – Chicos y chicas tengo que darles un anuncio – dijo la Directora – mañana iremos a Tokio, ya que Korea decidió hacer un desfile de modas para recaudar fondos para reconstruir todo Tokio, por los daños en que se encuentra a causa del Tsunami que hubo hace un tiempo – siguió diciendo la Directora.

    – Siii – gritaron todos con emoción.

    La Directora me miró fijamente por un rato, lo que hizo que me pusiera muy nerviosa… luego me dijo “tú debes ser Kagome Higurashi, la chica que vino del hospital ¿verdad?”… a lo que yo le respondí con un “sí”.

    Todos los que estaban ahí se me quedaron viendo de pies a cabeza, lo que hizo que me sintiera incomoda. Luego la Directora habló y todos quitaron su mirada de mí.

    – Bueno chicos, eso era todo… me retiro – dijo la Directora mientras se daba la vuelta y salía por la enorme puerta.

    Todos se pusieron de pié y salieron del comedor. Al salir, cuatro mujeres que eran las encargadas de la casa hogar nos dijeron a todos que nos fuéramos a nuestras habitaciones a dormir, porque mañana nos iríamos a Tokio.

    “¿Ya llegó la noche?... que rápido pasa el tiempo” pensé mientras daba un suspiro.

    Sango y yo nos dirigimos hacia nuestra habitación, al entrar a la habitación vi a tres chicas que seguramente eran mis compañeras de habitación.

    – ¿Tu eres Kagome Higurashi? ¿la nueva? – me preguntó una de las chicas que estaban ahí muy sorprendida.

    – Sí... soy yo – le respondí a la chica.

    – Vaya… ¡¡eres realmente hermosa!! – dijo muy emocionada otra de las chicas.

    – Es cierto, pareces una princesa – me dijo otra.

    – Gracias… pero no es para tanto – les respondí.

    – Bueno, yo me llamo Ayuki Furawa – me dijo la primera chica.

    – Yo soy, Kina Hitto… y yo soy Yumi Tashima – dijeron las otras dos chicas.

    – Mucho gusto en conocerlas – les dije a las tres con una sonrisa.

    – No, el gusto es nuestro al conocer a alguien tan hermosa como tú… hasta podrías ser reina de belleza – dijo muy emocionada Kina.

    – Tal vez si lo podrías ser, Kagome, después de todo eres muy hermosa – me dijo Sango.

    – No sean patéticas, ¿Cómo podría ser reina de belleza una niñita fea como ella?... yo soy mucho más hermosa que… ésa – dijo una chica con tono burlón entrando por la puerta.

    – Primero: no te refieras a Kagome como ésa, y segundo: ¿por qué no te metes en tus asuntos y nos dejas a nosotras en paz? – le dijo Yumi muy molesta a la chica que acababa de llegar.

    – ¿Quién es ella? – les pregunté a las chicas.

    – Ah, ella es Kikyo, la niñita guapa – dijo Ayuki con tono de burla.

    – No le hagas caso Kagome, ella solo te tiene envidia porque eres más hermosa que ella – me dijo Sango.

    – Sí, es cierto, ella se cree la princesa de todo el universo, se cree que es la más hermosa pero no lo es – dijo Yumi gritando las últimas palabras con la intención de hacer enojar a Kikyo.

    – No empieces, niña boba – le dijo Kikyo molesta parándose de su cama.

    – ¿Tu no fuiste la que empezó?, comenzaste a molestar a Kagome solo porque le tienes envidia de que ella es mucho mejor que tú – le dijo Yumi gritando y muy enojada.

    – ¡¡Yo!! ¿envidia a esa recién llegada?... ja, por favor , no me hagas reír. Además ¿tú quien te crees? ¿la boba defensora de las niñitas feas? – decía Kikyo con sarcasmo. Los gritos se escuchaban cada vez más fuertes.

    – ¡¡Estas muerta!! – gritó Yumi y se abalanzó sobre Kikyo. Ayumi y Kikyo estaban en el piso peleándose, se jalaban el cabello y se aruñaban… luego llegaron a la habitación la inspectora y dos ayudantes.

    – ¡¿Qué está pasando aquí?! – dijo la inspectora con tono alto, viendo como Yumi y Kikyo se peleaban – ¿qué esperan? ¡¡deténganlas!! – le gritó a sus ayudantes. Ellas obedecieron y detuvieron a Yumi y Kikyo, una tenia a Kikyo y la otra a Yumi.

    – ¿Qué pasa aquí? ¿por qué se peleaban? – preguntó la inspectora muy molesta.

    – Fue ésta, que empezó a molestar – dijo Yumi viendo con desprecio a Kikyo.

    – Eso no es cierto, es ésta salvaje que se me tiró encima y yo no le hice nada – dijo Kikyo muy molesta.

    – Se van a la dirección en este mismo instante – les dijo la inspectora a Yumi y Kikyo.

    Salieron de la habitación y fueron directo a la dirección. Una de las encargadas de nuestra habitación entró por la puerta y nos dijo que nos fuéramos a dormir y así lo hicimos… pasó una hora y media, y ni Kikyo, ni Yumi volvían a la habitación. Yo no podía dormir, me levante de la cama y caminé hacia la cama de alado en donde dormía Sango.

    – Sango… Sango – le decía en voz baja y moviéndola para que despertara.

    – ¿Mmm? – respondió Sango despertándose – ah, Kagome ¿qué pasa, no puedes dormir? – dijo con sueño sentándose en la cama.

    – Es que, estoy preocupada por Yumi, no ha llegado y tampoco Kikyo – le dije sentándome en su cama.

    – No te preocupes… debe estar en la habitación del terror – me dijo tranquilamente.

    – ¿Habitación del terror? – pregunté asustada.

    – Sí, aver te explico… esa habitación es a donde llevan a los que desobedecen las reglas. Esa habitación se llama “la habitación de la desobediencia”… – me dijo antes de que yo la interrumpiera.

    – ¿Habitación de la desobediencia?... que nombre tan raro – le dije a Sango.

    – Sí, así fue como le puso la Directora pero, todos le llaman “la habitación del terror” porque allí no hay ni televisión, ni juegos – siguió contándome – y tienes que permanecer ahí por un día, además de que el baño de la habitación huele mal y en la habitación solamente hay una silla, nada más.

    – Bueno, no es para tanto, no era necesario que la llamen habitación del terror – le dije, porque cualquiera que escuche ese nombre se asustaría.

    – No, sí es para tanto… mientras estas en esa habitación no puedes hacer nada más que quedarte viendo al techo o las paredes, y ni siquiera hay ventanas – decía Sango con tono dramático – esa es una experiencia horrible que no quiero volver a record…

    – Chicas, ¿que hacen despiertas?, vuelvan a la cama – dijo entrando por la puerta una de las encargada de las habitaciones interrumpiendo a Sango.

    – Sii – le dijimos Sango y yo al mismo tiempo, Sango se acostó en su cama y yo en la mía y dormimos.

    Al día siguiente me desperté a las cinco de la mañana, me levante de la cama y caminé hacia el hermoso patio que se encontraba al final del corredor, me senté en una de las bancas que había y me quedé ahí sintiendo la suave brisa golpear mi cara, hasta que escuché una voz conocida… era Sango.

    – Kagome, buenos días – me dijo mientras se acercaba al lugar en donde yo estaba sentada.

    – Buenos días, Sango, ¿qué haces despierta? – le pregunté, ya que yo me había levantado temprano porque no podía dormir.

    – Bueno… es hora de levantarse, ya son las siete y tenemos que arreglarnos para ir a Tokio – me respondió algo sorprendida por mi pregunta – ¿sino sabías cuál era la hora de levantarse… por qué estás aquí? – me preguntó algo curiosa.

    – Bueno, es que… me desperté a las cinco y vine un rato al patio a tomar un poco de aire, pero no me di cuenta que estuve dos horas aquí – le respondí confundida por no haberme dado cuenta que estuve tanto tiempo sentada en esa banca.

    – Ahh… bueno, pero, tienes que arreglarte porque en una hora salimos hacia Tokio – me decía Sango.

    – Sí, gracias por avisarme – le dije mientras me paraba de aquella banca, luego me dirigí hacia la habitación con Sango y nos arreglamos. Cuando estuvimos listas, una campana sonó y eso significaba que teníamos que ir al comedor, Sango y yo nos dirigimos al comedor, al entrar vimos que Yumi y Kikyo se encontraban ahí.

    – ¡Yumi!, ya volviste de la habitación del terror – le dijo Sango mientras nos sentábamos al lado de ella.

    – Sí, parece que la Directora se volvió buena y dijo que nos dejaba salir a Kikyo y a mí, porque hoy es el viaje a Tokio.

    – Que bueno que te dejaron salir, y como iremos de viaje la pasaremos muy bien todas juntas – dijo Sango muy feliz.

    – Claro que… si no estuviera cierta persona, todo sería mucho mejor – agregó Ayuki refiriéndose a Kikyo.

    – No empieces niña boba – dijo Kikyo molesta.

    – ¡Silencio!, aquí viene la Directora – decía la inspectora mientras la Directora entraba por la enorme puerta.
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    Bueno, este es el tercer capítulo
    espero que les agrade^^
    Sayonara
     
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  9.  
    Aliees

    Aliees Entusiasta

    Sagitario
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    Holaaa!!! Recién pude leer los primeros dos capis en general me gusta la historia, no pude notar errores de gramática ni ortografía, sin embargo deberías pulir más tu redacción:
    Repetís mucho las mismas palabras, siendo que pueden ser obviadas o reemplazadas por sinónimos. Ahí arriba en algunas partes te sugerí modos de reemplazar esas palabras o simplemente suprimirlas, otras solo las marqué para que veas como suena redundante.​
    En el primer cap. noté lo mismo, en ese caso lo que repetiste mucho fue "mi mamá" en cada diálogo.​
    En fin, la historia me gusta, en cuanto pueda me paso a leer el 3er cap!!​
    Besos!!!​
    Y perdón por la demora! :p​
     
  10.  
    Takara Hitomi

    Takara Hitomi Iniciado

    Aries
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    Pluma de
    Escritora
    Gracias por tu recomendación n.n
    la tomaré en cuenta y trataré de mejorarla
    Gracias^^
     

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