La secundaria alocada (NarutoxFuu)

Prologo: Konichiha sekai...
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Todo un mundo por explorar, ¡Este es el paraíso Dattebayo! Sin pleitos ni locuras, sin ruido ni molestias, solo ramen, bellezas que sirven mis glorias y suspiros, woo, ¡UNA CASCADA DE CALDO Y FIDEOS! Si es un sueño, no deseo despertar nunca... ... ... Haber, creo haber recorrido cincuenta metros y aun no encuentro mi tan añorado deseo, y es ¡UN LAGO DE RAMEN DE RES! YA ESTUVO, DEJENME MORIR AQUÍ.
¿MMM,? Maldita luz, deja de molestar, ¡aun no deseo despertar! NOOO, ¡MI RAMEN DESAPARECE! Doy mis piernas o mis brazos, pero no me alejen de mi alma gemela. Abro los ojos y empiezo a fruncir mi enseño, no por el ruido escandaloso de un motor tosiendo, ni por el humo que cubre mi cuerpo, tampoco por estar viendo el cielo, en vez del techo de mi habitación, NADA DE ESO, sino porque.
– AAAHHH, ABUELO, ¿ES QUE ESTAS LOCO? – Mi grito puede molestar a los vecinos, pero a mí no me importa, ¿es que no puedo tener una familia normal?
– ¿Quién te manda a no levantarte? – Mi abuelo Roushi puede parecer sereno ante situaciones bizarras y fuera de lo común, tal vez tenían razón los noticieros cuando comentaron que los veteranos de la Segunda Guerra Mundial algunos estaban trastornados, y es que él veía con total tranquilidad como era llevado, junto con mi cama, en un camión de remolque.
Me molesta que estuviera tan tranquilo, tanto mi tío Nagato como Yugito, ¿es que no tienen un poco de consideración? – QUE TE DEN POR EL CULO, VIEJO LOCO – a pesar que tenía sus casi noventa años, mi abuelo seguía con esa cabellera roja sin pista de canas, a diferencia de mi tío, que ya se empezaban a mostrar pequeñas líneas blancas. Mi prima, en contradicción de los hombres pelirrojos, era rubia pálida.
– Padre ¿esto es gracioso? Es decir, traumar a alguien en su juventud ¿es bueno? – Al menos mi tío tenía la decencia de estar en desacuerdo, aun sí su mirada de pena estaba de sobra. – ¿te acuerdas que como cinco veces terminé a las afueras de la ciudad cuando apenas tenía doce? – Tal parece que mi abuelo ya estaba loco desde antes de envejecer.
Volteo a ver a Yugito y estaba sonriendo al igual que el abuelo, no podía contar con ella, y mis vecinos estaban tan acostumbrados de estas situaciones que hasta ni me miraban, seguían desayunando y arreglándose para trabajar, ¡MALDITA SEA! Desearía pertenecer en cualquiera de esas familias tan comunes
– Por favor no me recuerdes la vez que tuve que buscarlo por cada distrito de Chibuya, perdiendo tres día de clases, – si como no, dos día ligando con cada hombre extranjero que veías y un día tratando de buscarme.
– ¡OIGAN, SE OLVIDAN DE ALGUIEN! ¡BAJENME DE AQUÍ! – Creo que me quedaré afónico antes de pasar por la siguiente esquina,... no ya estoy pasando y puedo gritar aun más, – MALDITO VIEJO, DEJA DE PARECER AFLIGIDO Y SA... NO, NO, SAL DE LA CASA AHORA MISMO, ABUELOOO. – Es oficial, mejor muerto antes de volverme igual de loco que mi familia.
– ¿Tendré que buscarlo?
– Si serías tan amable.
– Pero perderemos la primera hora, uff, esta parte de la broma ya no me gusta.
– Creo que me volveré más viejo de lo que en verdad soy.
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– ¡PROBARÁS EL PODER DEL KYUBI! – Mi perro me vengará, a pesar que a cada rato me está fastidiando con morder mis zapatos, es obediente con un buen trozo de carne.
– Esta en la veterinaria, ahora siéntate a comer, – KUSO, lo había olvidado, el abuelo le dio algo raro de comer, – a mi no me culpes, el bendito perro fue rechazado por Kami-sama y Akuma-sama, su nacimiento fue una suerte.
– Padre no deberías decir eso, – mi tío tiene razón, – aunque se vea como si tuviera rabia en cada momento y aunque a cada momento se le caiga el pelo como sarna, podría traumar a Naruto, – usted ya me traumó con la descripción. En fin, al ver en el cuasi-comedor, me encuentro con una agotada Yugito, pero sin saber el porqué, si ni corrió al buscarme y con toda la paciencia de Buda me bajó del remolque. El senil de mi abuelo estaba tan tranquilo como de costumbre.
– Mmm, y ¿las niñas? – La pregunta de mi tío me distrajo de mi inútil intento de fastidiar al abuelo, y es que veía como Yugito señalaba al techo. Era raro que mis primas aun estuvieran en sus habitaciones a estas horas... ¿qué hora era?
– Por cierto, Nagato-ojisan ¿qué hora son?
– Las 7:50 – no sé si lo dijo con simpleza a propósito o no, ni sé si Yugito se pegaba la cabeza por gusto o fastidio, y tampoco sé si realmente se me estaba bajando la presión o era que la temperatura de la casa bajó drásticamente, pero...
– AAAAAHHH, LAS CLASES COMIENZAN EN DIEZ MINUTOS, ¡Y TODO ES TU CULPA, VIEJO LOCO, DATTEBAYO! – GRITABA con todo lo que tenía de aire, mientras señalaba al culpable de todas las idioteces del mundo. Sin perder más tiempo voy a buscar una muda de ropa a la velocidad de la luz, mientras Yugito prepara el automóvil directo a la Secundaria, siendo yo y mi prima Karin de penúltimo curso, mientras la estoica Yugito y la molesta Tayuya eran de último.
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– Yugito ¿y Naruto baka?
– Sabía yo que terminaría en otra de esas estúpidas escenas, el imbécil y el idiota, ¿cuándo maduraran?
– Deberías calmarte Tayuya y dejar de hablar de esa forma, cuando te molestas eres peor que esos dos, y se te está saliendo tu flauta de la mochila.
– ¿Te sientes bien Yugito? ¿Por qué te sobas la sien?
– OIGAN, ¡ESPERENME! – Kami-sama dame la fuerza necesaria para no romper el cristal del auto, YYYYYYY...
– ¡Aaaah! Tarado, ten cuidado la próxima vez o si no ****** – yo también te amo prima Tayuya, glorioso convertible, este es la única bendición de la familia Uzumaki, está un poco dañado, por los muchos destrozos que ha resistido, el Subarashii Kurama es lo mejor que tiene la familia Uzumaki y se los puedo demostrar, ¿¡QUÉ NO VIERON QUE CAÍ DE LA VENTANA DE MI CUARTO A UNA ALTURA DE SIETE METROS! Mejor olvídenlo. Volteó a ver a los vecinos, nuevamente ni nos toman en cuenta, ya estaban acostumbrados de las 'maravillas' de nuestro coche, y es que una vez alguien tuvo el atrevimiento de chocarlo en la sala, logrando salir ilesa, cuando creyeron que yo tenía la culpa, se toparan que él conductor era nuestro tío Nagato, ¿Qué fue lo que sucedió? Nadie lo sabe, o no desean saber.
– ¿Qué pasa prima? ¡EN CINCO MINUTOS DARÁ INICIO LAS CLASES! – Por lo menos Tayuya me apoya, gruñendo pero me apoya, Karin asiente para darle más crédito a mi palabra,... ¡eso es! ¿Yugito, tu sonrisa significa algún buen presagio?
– Bien, si es lo que todos quieren ¡Muy bien! ¡Prepárate mundo, AQUI LLEGA YUGITO NAMIKAZE! – Es..espera, ¡no pises el acelerador! ¡Vas a chocar contra él...! garaje, ¿ahh? Tío Nagato, pareciera que le dará un infarto en cualquier momento.
– ¡PERO QUE MIERDA...! ¡¿A DONDE MIERDA CREEN QUE VAN?
– Yo digo que a la escuela hijo.
– REGRESEN, – los gritos de nuestro tío se hacían cada vez más bajos, al parecer estaba acompañado del abuelo, quien no hacía más que mirarlo aburrido. Creo que ya me han presentado, pero lo haré yo mismo, yo soy Naruto Uzumaki y KONICHIHA SEKAI.
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Como era común, para ir a la escuela muchos utilizan el tradicional automóvil, sea público o personal, sin embargo algunos optan ir a caminar, ya sea por gusto o simplemente no tienen opción, sea cual sea la situación, en la acera que iba directo a la secundaría de la región, se encontraban transitando dos jóvenes. Yagura y Sasuke, cada quien con un estilo propio, el primero con el cabello rubio pálido, casi crema, ojos color morado y una cicatriz en su mejilla izquierda, causado por un accidente en la que apenas y salió vivo, Yagura podría describirse como un poeta nihilista, en cambio. Sasuke, de cabellera, al igual que sus ojos, de color negro, siempre orgulloso del escudo familiar que carga, hasta en su ropa interior, el afamado abanico de guerra, de color azul y rojo, era prácticamente un arrogante pretencioso, sin pizca de virtudes a elogiar.
Yagura y Sasuke eran dos caras de la misma moneda, ¿cómo terminaron para caminar en la misma acera? Quién sabe, lo que si es que para cualquiera que los viera, dirían que la atmósfera era un tanto incomoda, en silencio caminaban durante ya media hora. A solo una cuadra para llegar a la escuela, Yagura se sale de toda regla del mundo, le habla a Sasuke.
– Uchiha-san, ¿sabe usted dónde se encuentra Naruto? – Sin emoción en sus palabras, ni en su rostro le dirige, Yagura en verdad que era raro, estaba preocupado por su amigo. Naruto era muy social y popular, por lo que tenía amigos desde el kindergarden.
– El dobe quizás se demore, realmente no me importa – Yagura le preguntó a Sasuke sobre el paradero de su amigo y es que se supones que él era el mejor amigo y compañero de vida del rubio escandaloso, aunque por su aptitud nadie se lo cree.
– Uchiha-san, sé que es raro que te dirija palabra alguna, pero necesito tu opinión, ¿estoy viendo mal? – señalaba el pelo-crema a espaldas suyas. Sasuke al principio tuvo que entrecerrar los ojos para saber si se trataba de un espejismo, aunque mientras pasaba los segundos abrió los ojos al máximo mientras se preguntaba como diantres Naruto era su hermano del alma y es que...
– ¡C´MON YUGITO! TU PUEDES – gritaban tanto Naruto como Karin y Tayuya en el extravagante convertible de la familia Uzumaki, que iba a exceso de velocidad, ¿cómo es posible que vallan a más de doscientos kilómetros por hora sin chocar contra algún peatón? Yagura y Sasuke estaban redefiniendo la estima que le tenían a Naruto. El vehículo se detuvo ya casi entrando en la secundaria pasando los escalones.
– Nos vemos Uchiha-san, tocaran en cualquier momento, me adelantare, – Yagura aumentaba su andar y como predijo, sonó una vez que se perdió en la entrada del instituto, Sasuke, a diferencia de su compañero de clase, iba caminando tranquilamente, sin en ningún momento detenerse a mirar los destrozos que ocasión el convertible. Como a todos, aunque tenía muchos deseos de ir a la escuela, iría a su modo.
– Ya comienza el día y estoy estresado, espero que hoy no sea como las demás. – Dijo lanzando un suspiro al aire.
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En el salón de clases, ya todos los alumnos se encontraban sentados, esperando que el demoni... digo, maestra comenzara su tortur... clases. Un suspiro ahogado se ocultaba de los odios del diablo que tenía Anko, una mujer de cabello violeta y un conjunto de ropa que no dejaba nada a la imaginación, todos se preguntaba cómo era que seguían en el área de enseñanza y es que la mejor palabra que tenían para describir sus clases es tortura, estaba el rumor que el rector era masoquista, tal vez tenían razón. Solo habían pasado medio minuto desde que sonó la campana de inicio de las clases cuando entra Naruto.
– A TIEMP... – se tropieza por el borde de la entrada, cayendo boca abajo, milagro que no se rompió la nariz o inclusive los dientes, la santa barrida que estaba dando el cuerpo de Naruto logró poner nerviosos tanto a Karin como a Yagura que estaban en la entrada del salón.
– ¡Bien! Esta vez fueron casi veinte centímetros de recorrido, ¡un nuevo record! – A pesar de los altos y bajos de su voz, no mostraba emoción, se trataba de una joven de piel morena, cabello rojo y ojos dorados, acompañada de otro joven de piel morena, rubio opaco y su constante chupeteo de cualquier paleta. Karui y Omoi, entran al salón de clases con total calma.
– Naruto-kun, – una de las pocas admiradoras, mejor dicho la única, que tenía el rubio, suspiraba preocupada por su bienestar, joven de cabellera negra con toques de azul oscuro y ojos albinos, Hinata Hyuga se encontraba en frente del salón, sentada al lado de otra joven, de cabellera negra y ojos tono rosado. Kurotsuchi, estaba aburrida de ver una escena tan repetitiva, quería algo emocionante, como armar una pequeña revuelta a base de puños y mordiscos, al viejo estilo de su abuelo.
– La pregunta ocasional, ¿te lanzo a tu asiento o te sientas callado? – La brusquedad de Anko era muy conocida, cuando se trata del rubio, la mujer estaba por matarlo en ese mismo instantes y es que no se levantaba del suelo aun. Karin y Yagura estaban preocupados por él, sin embargo temían por sus vidas si estaban en medio de la furia de una lunática, por lo que con sigilo se escabulleron a sus respectivos asientos, que estaba al lado de un pelirrojo con ojeras bien marcadas. Sabaku no Gaara miraba con un poco de pena a su rubio amigo y es que se tendría que despedir de él si llegaba a enojar a su maestra "fue un buen amigo" eso era lo que pensaba en este momento.
– Yo creo que no se encuentra bien, – su obvia observación burlesca solo hacía empeorar la situación, un joven con extraños dientes afilados, cabello azul pálido. Suigetsu Hozuki se encontraba esperando a que la profesora decapitara al Uzumaki, sentado al lado de otra joven morena de cabellera verde y ojos rosas, Fuu Kabutomushi, quien al igual que su compañero sonreía divertida. Los primeros dos minutos fueron divertidos, ya los que le siguieron, todos pensaban que ahora si le llego su hora.
– MALDITA RATA, ahora tendré que pagarle a Kakuzu, – tal parece que Anko le gustaba hacer apuestas de sus estudiante, en este caso de Naruto con el profesor de economía – Nueve, NUEVE VECES SON LAS QUE TE HAS DESMAYADO POR EL MISMO ACCIDENTE, ¡NO PUEDES TENER ALGO DE DIGNIDAD! – Lo gritaba mientras tomaba la cabellera rubia y azotaba su cabeza en contra del piso, – ¡y en la misma semana! – sus compañeros, todos por igual, veían con horror la sangre escurrir en la cabeza de Naruto, aunque el miedo era más fuerte que sus sentimientos de amistad – ahora que, Mmmm, Gaara, Yagura, llévenlo a la enfermería para primeros auxilios, por lo que veo se lastimó al caer, ¿creen lo mismo, verdad?
– Hai, – está claro que nadie es suicida para llevarle la contraria.
– ¡Y tu también Uchiha!
– Demonios, – el pelinegro salía de su escondite en un punto ciego en la entrada de la puerta, creyó que con la distracción de la profesora, podría colarse y no le pillarían, tratando de ser un ninja, era lógico que no funcionaría su plan. Negando la petición de su maestra, se iba a sentar cuando, por necesidad, se agacha para esquivar,... ¿un escritorio?
– ¡Iras, ¿oíste Uchiha? – Sin medio para escapar, los tres llevan a rastras el cuerpo de su amigo, después de que salieron, Anko inicia su clase con total normalidad, Biología, al parecer el tema que tocaba hoy era diseccionar algún animal que encontraran por casualidad, como en todas sus clases. Fuu estaba cansada y aburrida, veía en cada momento el reloj contando los segundos que faltaban para que terminara la clase, como en todo grupo escolar, siempre te encontraras con algún sujeto que quiera mortificarte la existencial, en este caso.
– Woo, No sabía que la Mushiko se preocupara por el nenecito del rubio, – Suigetsu, también aburrido, encontró la manera más fácil de pasar el tiempo en vez que abrir el colón de una estúpida paloma. Fuu se enrojeció del coraje, lástima que eso validará la broma del boca-tiburón, su apellido siempre fue una buena excusa de burla, lo bueno que tenía el remedio perfecto para la idiotez. Con total tranquilidad, le propinó una patada en las joyas de la familia Hozuki, mandándolo al otro lado del salón.
– Imbécil,... oiga usted,... ¡abuela! – Anko se encontraba viendo con altanería al convaleciente pelo-azul, cuando escuchó el adjetivo que le dijo la atrevida de Fuu, le lanzó un libro que fácilmente fue esquivada, – debo ir al baño, y no, no voy a aceptar un no por respuesta.
– Maldita chiquilla, con razón no tiene novio, si actúa como una marimacho, bueno si quiere guerra, se la daré – Fuu estaba por salir, viendo por reojo a su maestra por si acaso se le da de por aventarle un bisturí, todos creen que esa fue la causa por la que Yagura casi estuvo a punto de morir y solo le quedó la cicatriz del desafortunado 'accidente' – no hay problema, pero haz el favor de hacerle compañía a Naruto, además de mandarme de regreso a los idiotas calienta-bancas, es hora que empieces a entender lo que significa la palabra RESPONSABILIDAD.
– ¿Ugh? Por mi no hay problema, así no tendré que escuchar información que puedes encontrar en las pinturas rupestres – dijo lo último mientras cerraba la puerta del salón, evitando así otro desafortunado accidente, Anko estaba demasiado enojada como para dejar 'vivir tranquilamente' a la morena, de todos modos tenía una clase que dirigir y poner en marcha su plan.
– Dos de los más problemáticos de mi clase, si los uno puede que se maten y dejen de molestar, Anko eres genial, y por eso te mereces un plato de dango, por lo mínimo diez raciones, – la sonrisa escalofriante que mostraba a sus alumnados, los estaba poniendo nerviosos a todos, incluso al Hozuki que apenas se levantaba para dirigirse a sentar nuevamente.
– Tengo un mal presentimiento, Maldito Naruto, ¡despertaste a la serpiente durmiente!, – Karin estaba asustada de lo que vendría en el futuro, sabía que Anko no traería nada bueno y que Naruto pagaría hasta con intereses de la rebelada de Mushiko.
Konichiha sekai= Hola a todos (Hola Mundo)
Subarashii Kurama= Increíble coche
Mushiko= Chica insecto

 

Capitulo 1: Ai chugakko
En un salón de los cursos superiores, se encontraba cierta rubia extrovertida muy aburrida de su vida monótona, deseando siempre un cambio radical e impredecible, hoy se cumpliría su sueño. Yugito observaba todo a su alrededor, los mismos compañeros aburridos de siempre, Itachi, uno de los más codiciados y soñados de todo el plantel estudiantil, es más la rubia apostaba que si mandaban las fotos de entrada del joven Uchiha, su club 'no' oficial de fans tendrían nuevos miembros. No importa lo que digan su club no solo remontan a las mujeres de eso era seguro, sin embargo esa idea le asqueaba, por lo que siguió mirando.
– Aunque sería divertido ver a Itachi salir corriendo espantado a su casa todos los días, – puede que no sea tan mala idea y lo estuvo analizando. A su lado se encontraba un joven de piel clara y cabello rojo, Sasori, quien discutía, con su mejor… ¿amigo? Deidara, sobre el arte y sus diferentes expresiones, como siempre. Itachi siempre se sentaba en medio de un grupo particular, a su lado derecho, un pelo-azul y de mismo color de piel, Kisame, poco se sabe de él solo que es el único con quien Itachi habla abiertamente, y el otro de lado izquierdo, un pelinegro primo del Uchiha y por lógico un Uchiha, Shisui – la guardia del príncipe.
– Haber como lo digo, – tal parece que el profesor llevaba tiempo tratando de llamar la atención a sus alumno sin embargo, al igual que Yugito, todos estaban encismados con cualquier trivialidad que se les presentaba, ya arto mejor deja la educación en su lugar en un bote de basura, – INÚTILES, ¡PONGAN ATENCIÓN! – Yugito, como todos los demás, de mala gana dirigieron su mirada a la puerta del salón observando a su maestro de economía, cabello negro y extraños ojos verdes, Kakuzu. Se presume que el maestro de economía y la maestra de biología hacían apuestas ilícitas sobre sus alumnos, aunque eso no podía ser posible ya que estaba vetado, por lo que debe de ser un rumor,… ¿verdad? – ¡Me pagan por enseñarles no por hora! ¡Así que no me gusta perder el tiempo! Iré al grano, tienen un nuevo compañero.
– ¿Ehhhhh? – La queja de algunos y el asombro de otros, ya estaban hartando al maestro. De todos modos aun recordaban a los últimos dos nuevos, entraron uno por uno, primero fue un pelo-naranja mismo que lo tenía parados, como formando picos, su mirada era pasiva y se presentó como Juugo. El que le seguía, tenía el mismo color de cabello que el primero aunque esta vez medio salón se conmocionó, varios piercing se mostraban alrededor de su rostro, Yahiko es su nombre, más amenazó a todos para que los llamaran Pain. La verdad, estaban impacientes de conocer al nuevo integrante de este psiquiátrico…., digo escuela.
– SILENCIO, yo no les vengo a enseñar modales, no hay paga extra, ¡Así que saluden! ¡ENTRA CARNE FRESCA! – Hablando de moral e insulta de primera a su nuevo alumno. La puerta se abre salvajemente, azotándose, como exhibiéndose o modelando, entra lentamente un albino, algunas chicas desesperadas por conseguir un novio de lo más normal comienzan a suspirar por su nuevo compañero y ahora víctima de acoso, incluso Yugito se sorprendió por la belleza de este sujeto, cabello plateado y ojos morados, todo un misterio.
– ¡Muy buenos días! Me llamo Hidan espero poder llevarnos bien en lo que queda del año, – cordial, respetuoso y amable, las que no había suspirado rendidas por la primera impresión ahora era el momento, lástima que la escuela era un tanto especial. – ¡Espero encontrar fieles seguidores de Jashin-sama en esta escuela! – Golpe bajo, al mirarlo de cerca, tenía como colgante una guadaña de triple filo y su mochila estaba adornada de figuras algo espantosas y desconocidas como para describirlas, era como se dice actualmente.
– Un friki – la decepción para todas las chicas era evidente, los chicos por lo menos podían divertirse en probar sus bromas en el nuevo recluta, desde que llegó Kisame no se habían divertido como antes. En todo el Universo, siempre hay un elemento excepcional, un contrasentido, Yugito seguían interesada en el nuevo, a pesar de sus peculiaridades.
– Esta escuela es laica, sino fuera así, varios Dioses imaginarios estaría robando los abonos de los maestro, así que siéntate ¡el tiempo es oro y no deseo desperdiciarlo con ustedes! – Decía Kakuzu sacando varios libros de una gaveta de su escritorio, y al haber terminado y escoger uno de los tantos, notó que el nuevo aun seguía de pie, apuntándolo acusadoramente, Kakuzu se estaba exasperando – ¡¿QUÉ QUIERES INÚTIL?
– ¿Dinero? ¡¿Acaso es todo lo que anhelas? ¡Ateo, JASHIN-SAMA LO CASTIGARÁ! – Exclamó a bases de gritos, todos se asombraban de su valentía, no muchos se enfrentan al rival de Anko y pueden sobrevivir para contarlo. Por otro lado Yugito quedó impresionada al ver como Hidan esquivaba los certeros y mortales golpes del maestro con sus libros de grosor extra.
– Valiente y carismático, aunque raro, lo mínimo que pido es que no sea aburrido, – Sasori y Deidara se apartaban de la rubia, aunque mostraba una sonrisa que competiría con un ángel, ya conocían sus mañas, la familia Uzumaki es conocida como los parias de la prosperidad y tranquilidad.
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En la enfermería, se encontraba la médica en jefe, Tsunade Senju, ancestral de la escuela y no se le notaba los años que cargaba, por eso había un rumor que gastaba su dinero en cirugías plásticas cada fin de año. Shizune, sobrina y ayudante de la voluptuosa rubia, conversaba sin ningún problema con la misma, no le importaba la intrusión de tres compañeros y Naruto en la habitación, ya estaba acostumbrada. No era nada grave ni de qué preocuparse, al fin y acabo es tan testarudo y resistente como su abuelo, a la segunda hora debería estar consciente. Tsunade aun cree que lo hace para saltarse las clases, que se le puede hacer más que seguirle la corriente, Shizune de ven en vez observaba al trío de amigos, tan silenciosos e introvertidos como siempre.
– Uchiha… – el pequeño susurro de Yagura interrumpió el luto que guardaban los tres, a pesar que Sasuke gustaba de las conversaciones silenciosas en donde el único que habla es el 'silencio,' no podía ignorar a su compañero menos aun cuando se quedó callado nuevamente. Gaara esperaba la continuación de la conversación, sin embargo nada, todos se quedaron a observar al joven –… ¿qué?
– Eso mismo me pregunto, mencionaste mi nombre, que no sea por gusto ¿qué quieres? – Al parecer no era nada, por lo que Gaara volvió a su trabajo auto-impuesto, vigilar a Naruto como si fuera lo más interesante en el mundo. Después de una breve pausa, en donde Yagura se debatía como era la mejor forma de decírselo, lo soltó como pudo.
–… ¿Cómo son… las chicas? – Esa pregunto descolocó a sus compañeros, que por inercia se alejaron de él, Shizune había escuchado que en la escuela albergaban chicos con serios problemas de identidad, jamás creyó en tales acusaciones aunque se estaba replantando su comentarios. Yagura entendía el mensaje que transitaba en la miraba de sus dos compañeros, por los que los fulminaba con la mirada, – reitero, ¿Cómo es que se puede entender a una mujer? Par de ineptos.
– Primer insulto que dices en tu vida, ¿verdad? Deberías aprender a explicarte mejor, cualquiera entendería mal tu pregunta, – decía el moreno con frunciendo el ceño, al igual que el rubio silente, – Exactamente ¿qué es lo que quieres?
– Hay una chica que me llama la atención, aunque no puedo acercarme mucho a ella, ya que como tú, es la más codiciada en la escuela – el tic nervioso de Sasuke era algo para inmortalizar, que le recuerden que nunca podrá tener de vuelta su castidad, cuando se enteró que habían cámaras en el cuarto de baño que el frecuentaba, desde ese día procuraba ir a su casa además de revisar hasta el retrete, – el problema no es que no pueda acercarme, el problema es que no sé qué decirle, nunca he hablado con una mujer.
– Es comprensible, aunque deberías de tener el valor de enfrentar tu timidez – decía Gaara, tratando de introducirse en la conversación, Sasuke lo miraba con el ceño fruncido, ya que lo dice alguien que intentó invitar a cierta chica para después terminarla de asustar y traumatizar el resto de su vida.
– Entonces Uchiha-san, ¿me ayudaras con este dilema? – Sasuke no es una persona que se reconozca como caritativa, ni ayudaba a Naruto en los problemas en los que se mete, sin embargo, cuando se encontraban con estos era como verse reflejado en dos espejos, cada uno con un ángulo diferente y así poderse apreciar mejor. Además estaba el hecho que podía subirse el ego si todos se enteraban que él fue quien ayudó a que los dos ermitaños silentes consiguieran novia – si me ayudas te puedo ayudar a librarte de tus acosadoras.
– Trato hecho, – tan rápido como terminó su oración, Sasuke le contestó de todos modos le iba ayudar y agregarle que podía saber una manera de sobrevivir a la secundaria sin sufrir de neurosis, era aprovechar las oportunidades, – y tu también entras Gaara, si terminas la escuela sin ninguna novia en tu contador, rumores sobre la duda de tu integridad se esparcirán como pólvora.
– ¿Qué?
– Dirán que eres Gay – explicó estoicamente Yagura.
– Que más da,… No tengo nada mejor que hacer, – Gaara ya sabía como de decidido era el Uchiha cuando se lo proponía, nuevamente regresaban al punto de retorno, estando de luto contra el ruido, en ese momento la puerta de la enfermería se abre dejando entrar a una morena pelo-verde, rascándose la oreja en son de frustración y aburrimiento – Kabutomushi.
– Mapache (Gaara), Emo (Sasuke) y Ciclope (Yagura), afuera, la vieja necesita de sus inútiles favoritos – Fuu no le importaba las miradas de muerte de los tres 'nombrados' sin inmutarse saca a patadas a los tres de la enfermería y antes de cerrar la puerta – apúrense o serán los próximos diseccionados de la clase de biología.
–… Vámonos, – de mala gana dijo Gaara mientras se levantaban del suelo, dirigiéndose a su curso. Aunque estaban caminando a pasos lento y con muestra de seguridad, estaban alarmados, tenían entre ellos el claro ejemplo de lo les sucedía a aquellos que hacían enojar a su maestra, Sasuke Uchiha no tiene marca alguna en su cuerpo y deseaba quedarse inmaculado hasta la muerte.
– Trío de raros, – mascullaba la morena mientras notaba que tanto Tsunade como Shizune se le quedaban viendo para después voltear a ver al inconsciente y de vuelta a la pelo-verde, – ¿QUÉ? ¡Yo no fui! Se estrello en el suelo cuando llegó a clases, malditas sean la viejas, todas son iguales.
– E… Tsu..Nade-sama, creo que… debo ir a clases, ¡con su permiso! – La atmosfera ya no podía aguantarse, por lo que se retiró del lugar. La pelinegra es de último curso sin embargo tomó el cargo de asistente por voluntad propia, al ser una ayuda para complementarse con su carrera. Tsunade se entretenía revisando sus apuntes, Fuu por mientras se acomodó a un lado de la camilla pensando en la inmortalidad del cangrejo, aunque le interrumpió el sonido del chillar de una silla.
– Iré a buscar algunos materiales, Naruto está bien solo necesita descansar, vigílalo y, 'no hagas nada innecesario Kabutomushi' – lo último sonó como una advertencia, sin dejarle responder salió a paso lento, esta vez estaban solos.
– Maldita sea, ¿es que soy niñera o qué? Si estuviera en clases por lo menos estaría divirtiéndome al ver las nuevas víctimas de neurótica Anko o nuevos métodos de tortura, – se suponía que Anko era la encargada en la clase de biología más lo que ella practicaba era todo menos 'enseñar,' como la vez que golpeó a Suigetsu, solo por contradecirle o aquella vez que le lanzó una rana muerta a Kurotsuchi, por 'boca floja,' esa vez fue un desmadre, como es bien sabido tiene la misma actitud que su abuelo Onoki, mismo que también era un maestro de esta escuela y sus clases era más bien un campo de batalla. – Qué viejos tiempos, ahora todo es más tranquilo desde su jubilación. – Su tono sarcástico le causó así misma una sonrisa para después una pequeña risa y más al recordar como el rubio logra golpearse la cabeza sin llegar a una contusión seria. Hablando de Naruto, para Fuu era la primera vez que estaba con él, mientras recogía sus piernas, lo veía fijamente.
Notó que hablaba entre sueños, al igual que babeaba mucho, cosas como ramen esto y ramen lo otro, Fuu recordó como hace algunas semanas, el rubio encabezó una revuelta en la cafetería, para que agregaran ramen al menú, fue como Yagura lo describió, una "guerra civil" donde al final Naruto ganó, y gracias a eso la escuela tuvo que resignarse a cumplir sus peticiones, creyendo que perderían parte del presupuesto para la cafetería por un alimento que no es muy concurrido, grave error. Impresionantemente la escuela gana bien sus honorarios, solo porque Naruto engañó a Sasuke para que dijera que el ramen era su comida favorita, y así se popularizó el platillo, no tiene nada que ver que el rubio se sirva veinte platos diarios.
Fuu tenía entendido que esta es la primera vez que esta tan cerca del rubio, ella siempre fue grosera con todos, desafiante y altanera, además de extremadamente violenta, sin importarle nada o a nadie, aunque la única persona a quien nunca le levantaría ni siquiera un pelo ni refutaría de su palabra sería a su primo Shibuki, además tenía una amiga que sería Kurotsuchi y si cuentan a Suigetsu, que es más el cebo para las reprimendas que otra cosa, si combinan sus personalidades sería un grupo que podría romper el aburrimiento de hasta una fiesta en casa de Yagura, y eso es decir mucho.
Fuu ya se estaba yendo por otro camino, volvió su mirada fija en Naruto, él es conocido por su carisma, un ser tranquilo y amable, aun si se metiera en problemas, que es más frecuente de lo que aparenta ser, se deriva de su hiperactividad. La pelo-verde nunca simpatizó con él, para ella su forma de ser era muy frustrante y agobiadora, ¿Cómo puede alguien reírse por su propia caída? Sin embargo no puede negar que…
– Es inquietantemente atrayente, – en un momento dado, todo hilo de pensamientos se había parado y comenzó a analizar lo que dijo sin estar pendiente, – debo estar loca – levemente se había sonrojado mientras fruncía el ceño queriendo desaparecer ese pequeño pensamiento, no estaba atenta que Naruto empezaba a moverse un poco inquieto. Fuu seguía autoanalizarse para ver que 'iba mal en ella.' Naruto siempre iba sobre-exaltado y con una sonrisa en la cara que ni un golpe de su mejor amigo puede hacer desaparecer, sin embargo había algo que la molestaba y no sabía que era.
Fuu comenzó a describir lo que según era Naruto para saber de dónde venía ese presentimiento, rubio y extrañas marcas en cada mejilla posiblemente de nacimiento, le daban cierto aire travieso o si se diera el caso de misterio e intriga, nunca lo había visto sin una sonrisa, ni cuando sus padres… tuvo que parar el orden de sus pensamientos al escuchar, sollozos.
Al dirigir su mirada de vuelta a la razón de sus pesares, y de que estuviera reclusa en la enfermería, vio algo que jamás imaginó ver en su vida, Naruto Uzumaki, el joven alegre número uno del curso, revoltoso de naturaleza, estaba llorando como niño desconsolado. Sin pensarlo dos veces, Fuu se acercó al rubio para verificar que iba mal. Naruto seguía inconsciente o mejor dormido, al parecer tenía una pesadilla, decía incoherencias y balbuceos, sin previo aviso se disponía a despertarlo, aunque una palabra se le escapó al Uzumaki, algo entendible y la respuesta a que estaba soñando.
– Mama,… papa,.. No me dejen… solo. – Decía entre lágrimas y sollozos, a Fuu se le formó un nudo en la garganta, no conoció perfectamente a los padres de Naruto ya que ellos habían muerto hace cinco años atrás, fue una triste noticia, más en la escuela Naruto siempre mantenía una sonrisa en la cara, fue ahí que se dio cuenta, nadie soportaría una perdida inmediata. Durante semanas Naruto mantuvo una fortaleza admirable, sin embargo quien sabría que en las noches lloraba sin tregua, o que aun tuviera sus pesadillas, no es que fuera un conocido para ella, aunque si se ponía a pensar Naruto comenzó su obsesión con el ramen hace cinco años.
Sin entender el por qué, la morena se lanzó a abrazarlo, conocía su dolor ya que al igual que él, había perdido a sus padres en un accidente dos años después que Naruto, ahora tenía el apoyo de su primo, de todos modos, como a cualquiera el dolor sigue y a veces es tanto que uno no puede seguir adelante y se queda estancado en la auto-compasión. Fuu aumentó el abrazo, tan solo para olvidar de su propio dolor y ayudar más a aquel quien falta para superarlo. El temblor de Naruto se había calmado completamente sin embargo la pelo-verde seguía apegada al rubio por lo que estaba por despertarse al sentir un peso extra encima. Naruto al alzar la vista veía sorprendido a la morena.
– ¿Fuu?... – A la mención de su nombre, se sobresalta la nombrada y pierde el equilibrio quedando arriba del rubio mientras estaban recostados en el lecho, cualquiera interpretaría de otra forma la escena. Fuu buscaba una excusa que la librara de futuras complicaciones, ¿Por qué abrazaría al rubio? Al momento se le ocurrió algo y cuando iba a enfrentar la mirada del rubio, se queda estática al notar lo profundo que eran sus ojos azules.
– … Eh,.. ¡Eh!... ¿Eh? – Solo expresiones de desconcierto, su mente quedaba en blanco por segundos. Para Naruto que apenas y conocía a la mujer que tenía encima, era una nueva página para su vida, y es que solamente la reconoce como la ha visto actuar, siempre ruda y gruñona, desafiante e indomable, ahora estaba vulnerable. Era la primera vez que nota sus hermosos ojos rosados, sus delicados labios tratando de dirigir una palabra coherente eran de lo más bello, cuando Fuu desvió la mirada a otro lado, notó que estaba ruborizada. La morena estaba a punto de irse, Naruto pudo sentir el suave rose con su piel, tan suave y tersa que no imaginaría en una mujer que se la pasa peleando a todas horas, entonces en contra de todo pronóstico, y a pesar que podría ser castrado más adelante, la tomó de las muñecas y le plantó un beso, Fuu apenas y se enteró que le había robado su primer beso.
Un torpe inicio, los dos quedaron inmóviles, en verdad ni un musculo se movió de su lugar, la acción de Naruto fue impredecible, él mismo no sabía por qué lo había hecho, las hormonas, el ambiente o un impulso no importa, el hecho está y al parecer comenzaron a reaccionar. El beso comenzó tímidamente, explorando terrenos vírgenes, Fuu tardó un poco más en dejarse llevar, rodeando el cuello de su compañero para hacer más profundo el beso y no desear que se escapara ningún suspiro, poco a poco aumentaba la intensidad. Naruto acariciaba la espalda de la morena con desesperación, mientras por inercia, ella desenredaba su cabello y estimulaba su cuello con lentitud. Una vez que la confianza aumentó, indagaron las bocas del otro, una guerra con las lenguas sacaba a relucir los bajos instintos que se daban en la juventud, sus mentes habían sido noqueados, sus pensamientos bloqueados todo lo que ocurría podía culparse al momento que se había dado. Todo cuanto a su alrededor dejó de importarles, y antes de que llegaran en la parte de que desgarraran la ropa de los ahora amantes, alguien entra y detiene toda esta 'locura' con su presencia, además de grito.
– ¡¿¡QUÉ DEMONIOS ESTÁ OCURRIENDO AQUÍ! – Toda la escuela escuchó el rugido de la mujer, después un sonoro, audible e inconfundible, trancazo. No había pasado ni media hora desde que habían mandado a Naruto a la enfermería y ya estaba metido en otro lio. Desde la clase de la 'señorita' Anko, un alboroto estaba dándose lugar para saber que había sucedido, Karin y Yagura eran los que más preocupados estaban por la seguridad del rubio. Anko estaba por salir para averiguar la situación, dígase chisme.
– Sabía que algo malo iba a suceder, – era el susurro de Karin, casi lamentándose por dejar que Anko hiciera de las suyas con Naruto, aunque primero era su vida y después la de los demás. Gaara también había presentido una catástrofe al ver a Fuu entrar en la enfermería, Sasuke y Yagura se enviaban notas a escondidas, tanto para opinar, dígase apostar, sobre la situación de Naruto como para iniciar la operación 're-conquista' ya parecía amigos de toda la vida.
– Apuesto que Naruto se había hecho el dormido y fue a la cafetería, Fuu le siguió e hicieron un desastre – decía Omoi con su siempre presente negatividad y pesimismo, Karui ya estaba acostumbrada a sus locuras y más cuando se asusta por nimiedades.
Todos quedaron en silencio al escuchar pisadas provenientes de la lejanía, Anko se preparaba para el 'informe,' sonriendo por saber qué es lo que ocurrió al juntar a dos almas en desgracia y de polos opuestos, con suerte los mandan a detención o mejor aun los expulsen por tiempo indefinido, con lo que sea podría divertirse, sus alumnos rezaban a cual sea que estuviera en los cielos para que el mal presagio que atraía la sonrisa de Anko se fuera lejos y nunca volviera.
Las puertas del salón se abrieron dejando entrar a los dirigentes de los rezos, todos quedaron sorprendidos, inclusive Anko. Naruto y Fuu volvieron a sus respectivos asientos, con la mirada baja y en silencio, todo era muy sospechoso, Tsunade estaba detrás de ellos. La enfermería siempre había sido una habitación de lo más pequeña, espacio para una camilla y una persona enferma a la vez, nada de fantasías como en los mangas, por eso Tsunade no le importó dejar a Naruto a solas, además de que era imposible que hicieran algo ya que ninguno se conocían o habían entablado conversación antes, y sería estúpido, solo que desearan ser descubiertos. Tsunade analizaba la situación mientras los jóvenes calenturientos se acomodaban la camisa y arreglaban su apariencia, la rubia miraba aun más a Naruto tratando de conseguir una respuesta lógica además de las hormonas y es que seguía siendo imposible que el rubio hiperactivo solo se había dejado llevar, debía de haber otro factor.
Cuando se sentaron tanto el rubio como la morena, la tensión aumentaba en el salón y la intriga llegaba a niveles críticos al ver como Tsunade se acercaba discretamente a Anko, para luego susurrarle la noticia. Los segundos podían contarse como horas, al comienzo la profesora de biología se sorprendió, para después sonrojarse y finalmente sonreír, entre la malicia y la picardía, otro nuevo escalofrío recorrió a las espaldas de los pobres alumnos, que nada tenían que ver.
– No se preocupe Tsunade-san, yo me encargaré de este asunto, – esa sonrisa de ángel caído la Senju se replantó la idea de haberle contado. Naruto hundió su cabeza entre sus brazos y Fuu pateó a Suigetsu para que no preguntara sobre el asunto. Hinata estaba preocupada y curiosa por su compañero de alado, debatiéndose si debía molestarlo por algo que no le incumbía. – Esto es mejor de lo esperado, ¡con estos dos, no me aburriré el resto del año! ¡SI SEÑOR!
– No debí decirle, – A pesar de que el asunto era delicado y debía de hablarse junto con el director y los tutores de ambos, Naruto siempre había sido como su nieto, por lo que le daría una oportunidad, y suficiente castigo era dejarle la responsabilidad a Anko, – aunque creo que me sobrepase.

 

Hatake Kakashi es profesor de literatura, aclamado por las jóvenes y respetado por los adolescentes por su peculiar naturaleza y aura de tranquilidad imbuida con un poco de indulgencia, sin embargo, Maito Guy, el entusiasta y excéntrico profesor de Educación Física o, para la extravagante escuela, profesor de la Introducción al Dolor, comenta que es un vago ya que da siempre "tema por visto" y apenas prepara las clases, sin decir que raras veces compone un examen, en pocas palabras…
– ¡Hatake Kakashi no se preocupa por sus alumnos! ¡YOSH! Mis queridos alumnos para demostrarles mi fidelidad y amor por ustedes, ¡DAREMOS OTRAS CINCUENTAS VUELTAS ALREDEDOR DE LA ESCUELA!
– ¡EEHHHHH! ¡Son 40 kilómetros DEL PERIMETRO!
– EN SERIO, ¿Tan poco? YOSH entonces daremos sesenta vueltas ¡Vamos, la llama de la juventud nos espera!
– Veo una luz llamándome…
… Según Kakashi, él confía que sus estudiantes pueden valerse por sí mismos, sin interrupción de maestros que solo limitan sus capacidades y obstruyen su creatividad, instructor ejemplar y con titulo de maestría demasiado joven siendo ahora el precursor de una nueva era de enseñanza en esta academia, con demasiados jóvenes talentosos y únicos…
– Esto es un campus ¿no? Y como tal es Autónoma o ¿me equivoco?, así que niños hagan lo que quieran con tal de poder… ¿trabajar? Bueno no importa, ah solo una cosa… si alguno de ustedes me interrumpen mientras leo mi libro, tengan por seguro que repetirán año, ¿me han entendido?
Aunque muestra todo el tiempo una actitud muy desinteresada respecto a su alrededor, esta vez fue diferente ya que cuando entraba a su clase se dio cuenta de la 'sonrisa de ángel' de Anko, con esa muestra de horror inmediatamente buscaba las nuevas, o si era tarde, víctimas de la frenética mujer. No tardó mucho tiempo en encontrarlos, ni difícil le fue y es que era obvio, Naruto Uzumaki estaba siendo rodeado por Karui, Yagura, Karin y Gaara, quienes trataban de sacarle la información al rubio, este solo les ignoraba.
– Y ahora ¿qué hizo esta vez? – Supuso que también debía estar relacionado con el grito que se escuchó por toda la escuela. Retomando la cuestión anterior, la otra martirizada sería la joven Fuu, con ella el alboroto era diferente, rodeada por sus allegados, Suigetsu y Kurotsuchi, esperando a que ella les informe sobre los detalles, que usualmente es lo que hace, ya que según escucha por los pasillos, les tiene plena confianza a ello aunque esta vez debió ser diferente a lo normal. Suigetsu se había convertido en el saco de arena personal de la pelo-verde – dos polos opuestos… ¿qué tramas esta vez Anko? – No iba a negar que era divertido ver como estos jóvenes se comportaban de manera contraría al otro, Naruto negaba toda solicitud de información amablemente y un poco callado, sin embargo Fuu respondía a base de golpes y patadas.
A la entrada del nuevo profesor, todos tomaron su respectivo asiento y algunos aun seguían murmurando sobre ellos dos, Kakashi sacaba nuevamente su novela favorita mientras sus alumnos hacían lo que mejor hacen en su 'materia favorita,' ocio. Mientras no levantaran la voz o no andaban de mesa a mesa, no importaba lo que hicieran, Naruto aprovecho para despejar la mente al igual que Fuu, quien estaba contando el polvo del aire. El pelo-blanco no podía leer con tranquilidad ya que la curiosidad le embargaba, los dos compartieron ciertas características comunes cuando le preguntaba sobre el incidente de la enfermería.
– Se sonrojaban y volteaban a ver al otro – no gustaba de meterse en los asuntos de los demás, menos de sus alumnos, sin embargo se preocupaba del hijo que antes fuera su sensei y amigo en su juventud – preguntar nunca ha matado a nadie.
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El sonido de la campana, coro de serafines para todo medio mundo, señal de libertad por eso mismo Kakashi se apartó de la puerta por que una estampida formada por apresurados adolescentes arremetió contra la entrada. Los más calmados, o los que creían que el infierno comenzaba en la cafetería, caminaba tan despacio que uno se pondría a pensar que no deseaba llegar nunca jamás al comedor, Sasuke era seguido por Karin y Naruto, aunque este último seguía callado, al parecer era hora de consagrarse a Dios por qué si un estoico y tranquilo Naruto no era señal del apocalipsis ¿Qué otra cosa esperar? El profesor Hatake aprovechó esta oportunidad para poder hablar con su alumno además también vería si podía ayudarlo en sus problemas.
– No creo que sea algo tan serio… ¿o tal vez si? – El rubio seguía tan encismado que incluso chocó contra la pared, algo nada gracioso sino lamentable – Naruto, necesitamos hablar – mientras se sobaba la cara, el nombrado voltea la vista hasta encontrarse con la del pelo-blanco, Sasuke observó que se quedaría con el maestro por lo que decidió adelantarse, Karin igual comenzó a caminar, ya que también es una de las muchas fangirls del uchiha, eso sí, es la más normal de las que hay. Al ver que se habían ido, continuó con lo planeado, sacar información, – ¿puedes contarme cuál es tu angustia? Quedarse callado no es una opción, tanto hace mal como quedas mal.
–… … … ¿Eh? – Como sacado de un trance, voltea a todos lados dejando más confundido, y asustado, a Hatake –… ¿Ya es hora del almuerzo?
–… … … – Kakashi no dijo nada, dejando a un lado la curiosidad, verdaderamente estaba preocupado, si era verdad que Naruto no sabía que tenía rato de haberse tocado la campana significa que ha estado demasiado absorto como para poner atención a la realidad, la cuestión era "¿en qué?" – Naruto ¿realmente, qué ocurrió contigo y la joven Fuu?
– ¡NADA! ¡NO LO PUEDEN COMPROBAR! ¡ME NIEGO A DECIRLO! – Estaba eufórico y nervioso, Kakashi se felicitaba mentalmente por su deducción, ya sabía en qué pensaba, la siguiente line de pensamientos veía de la pregunta "¿por qué?" Naruto seguía aventando excusas al aire negando relación alguna con Fuu, Kakashi solo necesito entrecerrar los ojos para que el Uzumaki hablara – AHHHH, ESTA BIEN; ¡NOS… BESA..MOS!
– Eso es todo, le podría decir a Tsun...¿Qué? – Si que estaba sorprendido, por lo mínimo creyó que habían hecho explotar algo de la enfermería o, como era frecuente, en la cafetería, al parecer no estaba atento a las novedades actuales. Lo primero que hizo el pelo-blanco fue el de calmarse, porque creía que le daría un infarto, al haberse regulado su presión arterial, le vino a la mente una respuesta lógica, – está bromeando – viró el rostro para admirar la sonrisa zorruna que tiene cuando le toma el pelo, solo observaba que seguía sonrojado y viendo para el otro lado, si, el chico decía la verdad –… … … Creo que necesito vacaciones.
– Y yo ramen… – Negación, Naruto igualmente no creía lo que había pasado con Fuu, duraron unos segundos en silencio para procesar la información, aun si el rubio lo estuvo haciendo en clases, necesitaba asimilarlo.
– Es bueno que… tengas novia,… … ¿Cómo es que no sabía que te gustaba Kabutomushi? – Preguntaba cómo si comentara sobre el clima, lo más natural posible y es que no deseaba complicar las cosas. Era normal que a los jóvenes les atraigan a las mujeres, en este caso un hiperactivo mimoso y una exasperante agresiva. Naruto reaccionó por la pregunta de diversas formas, primero era claro estaba impactado, para después mostrarse aterrado y finalmente confundido.
– Eh… Kakashi-sensei, ¿Cómo es la… nueva entrega de mi padrino? – Queriendo cambiar el tema por una "más" interesante, siempre funcionaba, sabiendo que su profesor es fanático entregado de las novelas de Jiraiya, aunque hoy no.
– Buen intento, en serio, – decía cerrando los ojos, que significaba que estaba sonriendo, sin embargo su voz cambió a uno más serio – ¡no me cambies el tema otra vez! – Como cabría de esperar al antes llamado estudiante "Kopieren," para negar toda acusación de copia ilícita, era un experto para cambiar de tema instantáneamente, sus fechorías fueron, y aun lo son, realmente conocidas por ello, Naruto mejor decidió rendirse y dejarse llevar. Con un suspiro entre manos, por nunca haber logrado despistar a Kakashi, se preparaba para una 'retirada estratégica,' aun si Sasuke decía que escapar era para cobardes. – Lo digo en serio Naruto, no lo intentes.
–… En verdad no se… sobre que me guste Kakashi-sensei – la sinceridad del rubio se hacía notar, el pelo-blanco no veía con buenos ojos esa actitud acomodadizo, por lo que lo meditaba con mucho cuidado con tal de darle un consejo que pueda servirle.
– Escúchame bien Naruto, las cosas no suceden por inercia, todo tiene un porque, no te conformes por lo que tienes y trata de buscar una respuesta por ti mismo. Algo que ustedes dos comparten en común debe ser una posible causa.
– ¿Algo que… nosotros compartimos? ¿Cómo lo sabe Kakashi-sensei?
– Si Fuu no compartiera el mismo sentimiento de confusión que tienes tú, te aseguro que ya tendríamos que darte de baja por defunción. – Naruto asentía dando su aprobación al consejo que le dio su maestro y despidiéndose salió del salón para dirigirse al comedor, si hubiera puesto más atención habría notado una sombra que escuchó todo lo acontecido con el profesor, mientras se iba al lado contrarío con una sonrisa en la cara. Cuando más se acercaba el rubio a su destino, más escuchaba el griterío y desorden en su santuario.
– ¡Rayos! De seguro ya se acabó el ramen – así como lo dedujo, eso era, al entrar a la cafetería, había una pequeña y casi exacta representación de la 'guerra civil' que él encabezó aquella vez que deseaba incluir su platillo al menú. Platos de su sopa favorita iban volando de un lado a otro, los cuchillos eran usados como proyectiles y los tenedores como defensa, lo que más llamó la atención del rubio fue ver a un montón, para no decir la mayoría, de las féminas de la escuela rodeando una mesa – ¿acaso los del último grado no les da vergüenza andar tras un menor? – Eran ellas las que insultaban su platillo cuando lo usaban como si fuera un trofeo para dárselo al Uchiha, más él tenía toda responsabilidad de esta batalla campal así que ni palabra dirigió. Se acercó a la mesa con mucha dificultad, era más que obvió que Sasuke estaba ahí, no solo las mujeres confirmaban su hipótesis, sino también los gritos.
– ¡SASUKE-KUN!
– ¡SASU-QUERIDO!
– DEJEN A MI SASUKE.
– ¡TE TRAJE REMEN SASUKE-KUN! –Sin alimento ni sustento se resigno, y es que las pequeñas revueltas suceden los viernes, no los lunes, si deseaba alimentarse 'bien' solo cabría esperar lamer el piso por qué los últimos platos que había de su manjar estaban en manos de unas fieras. Lastima no tenía al ver a su amigo en problemas, él tenía los suyos propios.
– ¡ALEJATE DE ÉL, INO-CERDA! – Reconoció ese chillido… digo voz, era nada menos que uno de los encabezados del dolor de muelas y cabeza del azabache. Realmente su amigo estaba en dificultades.
– Supongo que como es mi culpa debo ayudarlo… … si como no, él puede solo – le fue difícil abrirse el paso, ya que tenía que tener mucho cuidado, una vez fue inmediatamente a cuidados intensivos solo por resbalarse y tocar por accidente "las delanteras" de una de los fans del Uchiha, habría aceptado un golpe de parte de ella, sin embargo media jauría de mujeres se unieron para molerlo a golpes – MEDIA SEMANA, ¡Media semana hospitalizado y aun me sigue doliendo! – Maldecía internamente aquel que mencionó que las mujeres son como una delicada flor. Con dificultad logró sacar la cabeza de la multitud y es que le faltaba aire – ¡Hola Sasuke! ¡Prima y!... ¿Suigetsu?
– ¡Mphm! / Hola Naru / Mrs. Baka – saludaron respectivamente, el saludo de Suigetsu si que se le hizo extraño sin embargo poco conocía de él así que lo dejo por la paz. Suigetsu viendo que Naruto estaba mal acomodado le ayudo a salir de la multitud, así el rubio pudo sentarse junto a los nombrados, pasando por alto aquellas que nunca se despegaban de su amigo y que incluso una vez lo acompañaron en el baño.
– Ese si fue un escándalo, – 'las chicles.' Ino Yamanaka y Sakura Haruno abrazaban los brazos de Sasuke sin dejarlo comer tranquilo, no le extrañaría si en un momento dado explota por la incomodidad y el fastidio. Como siempre, y para la seguridad de todos, Karin, Suigetsu y Naruto las ignoraban, no, es más Suigetsu realmente ni notaba la presencia de las dos, ya que ni conciencia de sus existencias tenía. – ¡Es raro verte con nosotros! Sé que eres amigo de Karin y Sasuke, pero que yo sepa siempre te juntas con Kurotsuchi o algunos del último curso – comentaba Naruto a Suigetsu, este último solo encogía los hombros.
– Kisame-sempai, Haku-san y Tayuya están ocupados, dijeron que harían una reunión para conocer a un chico nuevo, van averiguar si es escogido para entrar a Akatsuki – Naruto, al igual que toda la escuela, sabe que Akatsuki es la banda más polémica ha dado a la escuela, eso sí son los que mejores fiestas realiza, caótico es la única palabra que puede describirlos, solo los populares pueden entrar o mejor dicho los que entran ya son populares. Sasuke no está incluido, a pesar que las féminas la siguen, los miembros obtiene beneficios, incluso con los profesores y rectores. Suigetsu y sus amigas desean entrar a tal 'fraternidad' el próximo año. Ahora que el peliazul recordaba a sus amigas, viró el rostro a dirección del rubio con una sonrisa de complicidad – además Kurotsuchi se llevó consigo a Fuu al baño.
– ¿En.. serio? Es que.. ¿Le paso algo? Bueno, SOLO PREGUNTABA – nerviosismo, nunca fue tan evidente. Naruto había pregunta sin pensar, además que se estaba sonrojando, solo Suigetsu sonreía cada vez más complacido.
– No, nada de qué preocuparse, solo 'cosas de chicas,' ¡Zanahoria-chan! ¿Sabes de qué hablaran ellas dos? – Como ya teniendo suficiente, Suigetsu voltea el tema a relación de Karin, quien se encontraba a su derecha, mientras dejaba el cuchillo, que no vaya a usarlo por instinto o descuido, se acomodaba los lentes mientras fulminaba con la mirada al pelo-azul.
– Y ¿cómo quieres que lo sepa? Eh, inútil.
– Bueno, es que supuse que eras mujer, tal vez me equivoque, puesto ¿qué son esos bultos que tienes en el pecho? – Decía mirando a Karin, un poco más debajo de su barbilla, ella solo se sonrojaba y volvía a tener el cuchillo entre manos, – si no eres mujer, ¿entonces qué eres?
– ¡SOY MUJER IDIOTA! – Naruto paso a tema viejo, Karin gruñía por la broma/insulto del Hozuki mientras le pisaba el pie, quien solo rechinaba los dientes. Naruto y Sasuke se quedaban callados, había un rumor que él era masoquista, ya que siempre se las daba de pelear y andar contra todas las mujeres agresivas, para no decir neuróticas, aprovechando la discusión de los dos, el Uchiha deseaba saber que era lo que mantenía con tanto secretismo su amigo.
– Oye dobe, ¿Qué es lo que tienes? – preguntaba el moreno en voz baja, tratando de zafarse de las garras de las arpías, dígase Sakura e Ino.
– No me digas dobe, teme.
– ¡No me digas teme, dobe! – Y así comenzaron nuevamente a una discusión sin final aparente, lo bueno y por pura suerte, sus fan solo estaban interesadas en su belleza y fantaseando sobre un amor imposible, no del escándalo que estaban armando 'los mejores amigos' y los 'solo amigos.' Un día normal en la cafetería de la escuela.
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En otro lado, específicamente en los baños femeninos de la escuela, estaban dos jóvenes, una de tez blanca y cabello negro junto a una morena de cabellera verdosa, las dos recostadas a la pared. Kurotsuchi tenía la esperanza de que Fuu le contara sobre lo sucedido si la llevaba en un lugar desolado sin nadie que se atreviera a espiar, ya que Fuu normalmente no se aísla ni les esconde nada a sus amigos. Mientras esperaba a que se relajara la peli-verde, Kurotsuchi estaba entonando la canción de cuna que le dedicaba su abuelo cuando era una niña.
– Un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña, como se aburría, se detenía y levantaba a golpes a otros elefantes – Era lo mejor que podía hacer la pelinegra, seguía encismada en su mundo fantasioso que no notó como Fuu abría y cerraba la boca, como queriendo decir algo más las palabras jamás salieron de su garganta, al final cogió un poco de su valor para poder hablar.
– Kurotsuchi… a ti… ¿te gusta algún…chico? – Preguntó levemente nerviosa por la reacción de su amiga, la aludida apenas y entendió la intención de tal cuestión ya que salía de la ensoñación, un silencio incomodo se formó alrededor de ellas dos, para que después la nombrada volteara y se sonrojara.
– Pues… no se lo digas a nadie,… … si, hay alguien que me gusta, … Fuu te lo advierto… ríete o dile a alguien y te muelo a golpes que ni con ayuda de Tsunade-sensei podrán reconocerte – la advertencia era seria, Kurotsuchi la fulminaba con la mirada mientras sacaba de su maletín una regla de plástico, la afamada regla que según venció a todo el equipo de futbol americano con ella, si ni siquiera hay club parecido '¿o es que fue el último?' Fuu solamente sonrió para calmar la inquietud de su amiga, no le molestaba que la amenazara, ya que así es como siempre se trataban, la pelinegra viendo como la sonrisa de confianza decidió que era momento de desahogarse, por lo que suspiró por unos segundos y bajaba la mirada por la vergüenza, exclamó pausadamente, – A.. Mí me gusta,… Omoi.
– ¡¿¡OMOI! ¡¿QUÉ? – La sorpresa no era para menos y es que Omoi era alguien muy "peculiar y especial," catalogado como un suicida propenso por su pesimismo crónico y delirio de persecución, ya que siempre que le decías o comentaba cualquier cosa, en todo momento encontraba su lado negativo, muchas veces exagerado. Fuu iba a comenzar a cuestionar el gusto de su amiga, sin embargo recordó que ella igual tenía un "problema" parecido, y algo más delicado. – Veo que vamos en el mismo barco.
– No te entiendo, ¿acaso hay alguien a quien te guste? – Kurotsuchi estaba remembrando a los chicos que probablemente sean tan locos, y más suicidas que Omoi, como para proponerle a la peli-verde una cita, sin embargo recordó sobre el tema que habían venido en primer lugar – ¿qué fue lo que sucedió en la enfermería?
– Eh,… como tu dijiste, si le comentas a alguien, al basurero llegaras a estar, – Kurotsuchi ya conocía a su amiga, que indudablemente era más fuerte que ella, aun así no se inmuto, asintió para darle la razón. La morena, en vez de suspirar, se sobaba las sienes como si deseara calmar una migraña, así posteriormente decirle la verdad a su amiga, – me… besé con UZU...MAKI.
–… – Un segundo, – .…– van diez y el silencio les ganaba, hasta que, – no te creo, – simple y cordial, – EN SERIO NO TE CREO, no eres capaz, DIGO "tú" con alguien como "¿UZUMAKI?" Me estas tomando el pelo.
– LO DIGO EN SERIO, NO ES MENTIRA NI NADA PARECIDO, para que habría de mentir – lo último lo dijo mientras abrazaba sus piernas y hundía su cabeza en medio de ellas, estaba toda sonrojada. Kurotsuchi al ver la reacción de su amiga no tenía más remedio que creerle, sin embargo seguía siendo algo imposible.
– ¿Quién fue el que dio el primer paso?
– El.
– Entonces no hay problema, solo,…. Mátalo así de simple y… … ya.
– Ese es el problema, me dejé llevar y… me gustó.

 

Sasuke se podría catalogar como alguien ególatra, "nació con la cuchara de plata en la boca", todo lo que deseaba lo tenía y su frío carácter demostraba que es un ser apático y solitario. Cumple todas las características que una mujer detestaría entonces.
– ¡¿Por qué diantres me acosan? – Su estilo de vida siempre ha sido 'agotador', muchos le celan por tener a una jauría de mujeres en celo pisándole los talones, sin embargo ellos no conocen la 'triste verdad'. Sasuke es de por si un ser casi rayando a la misantropía, más callado que una tumba y criticando a todos de su alrededor. – Eso es ilegal en algunos países, perseguirme incluso hasta en el baño. – Cuando habla, no hay emoción alguna presente, indiferente al daño ajeno y no le importaba lo que le sucediera a sus 'amigos' con tal de vivir una vida tranquila. Sin embargo, a pesar de sus penurias, le disgusta el hecho que sea el "segundo" más codiciado de la escuela, el primero es Itachi y cada vez que alguien se lo recuerda, no se vuelve a saber de él. Ciertamente el joven Uchiha se siente medio orgulloso, medio condenado, por poseer tal habilidad nata en conquistar cualquier mujer sin ni siquiera decir o hacer nada, a pesar que él mismo no entienda perfectamente lo que esconde esta herencia, ya que siempre se confunde con facilidad. Volviendo, a lo que pasó la semana pasada, fue uno de los mayores colmos que se topó en todo el triste año.
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Después de la tortura de Maito Guy, decidió irse a tomar una ducha sin compañía alguna, creía que si tenía a alguien justo en ese mismo instante, lo mataba, necesitaba descargarse el odio que tenía con Naruto por abrir su estúpida boca. Ahora deseaba estar solo y sin la molestia de nadie, claro que para ello tuvo que irse de pinta durante "post-calentamiento" del profesor y evitar que ningún ser vivo se diera cuenta de su escape, juraría que su misma aura espantaba incluso hasta las hormigas, sería su imaginación o determinación.
– No importa, ¡Casi llego! – Sin embargo y antes que llegara, se tropieza por una roca que estaba en medio, arrojándose con fuerza en la puerta de entrada a las regaderas, – ¡Maldita seas roca! – Gritarle a un objeto inanimado, ¿no sería síntoma de esquizofrenia?, olvidándose de ese asunto, se levanta con dificultad evitando que le escueza demasiado la rodilla raspada, y sin previo aviso algo más lo golpea, esta vez la cabeza, – CON UN DEMO… – era un accidente, y algo que seguiría maldiciendo, aunque en esta ocasión, no sabría decidir si maldecir, agradecer o asustar para después poner una denuncia. – Un..a cama…ra – con una velocidad endiablada, logró localizar casi quince cámaras en toda la zona de regaderas, y casi la mayoría estaba direccionada en el lugar que él siempre había ocupado, las demás eran por precaución. Estaba asustado, ya esta se salía de los límites de la cordura, era la evolución del acoso, y posiblemente las demás, tarde o temprano, estén de acuerdo a dar el siguiente paso, Sasuke tratando de ignorar esa palabra fue a buscar a sus supuestos mejores amigos.
– Con un demonio, ¡teme!, ¿Por qué me tiras del cabello? ¿Sabes que si el maestro se entera de nuestra ausencia nos hará correr el doble? – El moreno no respondía a sus amenazas, más bien estaba sudando, y eso era normal, sin embargo, al salpicarse un poco con el sudor de su amigo, descubrió que estaba frío.
– Sasuke ¿qué pasa? – El Uchiha había llamado o mejor dicho arrastrado a Gaara y Naruto, para que lo ayudaran a encontrar las demás cámaras de vigilancia. Los dos igualmente se habían espantado, esto era ya demasiado para un amor platónico. Lograron desinstalar cualquier otra cosa sospechosa, incluso un micrófono, – Uchiha-san, no sé si tomes mi iniciativa pero ¿no es recomendable llamar a las autoridades?
– Te lo aseguro, ya lo hice, más me llevé la sorpresa que una de mis "fans" era hija del jefe de policía e investigación, mi caso 'es lo más normal para un joven adolescente en plena pubertad' es todo lo que me dijeron antes de abandonarme – la guerra lo estaba viviendo él solo, aun así no le daría la satisfacción a nadie, no dejaría que sus acosadoras lo vigilaran y manipularan su espacio privado, – no mientras todavía esté consciente.
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Regresando a la actualidad, Sasuke no podía estar tranquilo ni en el baño, ahora tiene que revisar hasta el retrete pos si no esconde algo, cualquier cosa, era una vergüenza que se preocupara por todo. Una vez descubrió a una joven vestida de chico, con el cabello corto y pecho plano. Estaba horrorizado. Fue su perfume y manera de caminar, sin nada que decir del tono de su voz. Solo se le ocurrió una cosa.
– ¡Una mujer desnuda! – Cabe decir que la estampida de hombre sacó a la chica vestida del baño de hombres, no deseaba pensar en el rollo que hubiera ocasionado si cumplía lo que había venido hacer.
En la cafetería, estaba ahora con sus compañeros habituales, recordando lo difícil que es su vida, era como un escalofrío recorrer su nuca, uno muy fuerte casi como si lo hubieran golpeado, su vista se nublaba y casi no escuchaba nada… no espera, ¡Lo habían golpeado!
– ¡Susuke-kun/teme/Sasu-querido/imbécil/jajajaja! – Tantos chillidos, demasiado ruido para su gusto, sus traumas salían a flote en estos momentos, uno a uno se le mostraban sentía que se estaba muriendo, o tal vez dramatizaba el pequeño golpe. Estaba claro que lo habían noqueado. No entendía su situación, más todo tenía una explicación, esto fue hace unos pocos minutos.

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Regresando al tiempo antes de que ocurriera el 'accidente', Naruto y Sasuke seguían insultándose, o dígase de otro modo, hablando civilizadamente, sin siquiera notar la existencia de las Chicles, Ino y Sakura, por otro lado Karin y Suigetsu estaban subiendo el tono de la discusión. Se estaban golpeando a puño limpio, aunque en realidad Karin era la única que golpeaba y el azulado era el que recibía todas las arremetidas, aunque él sea un caballero, para todo hay un límite.
– ¡HASTA AQUÍ ZANAHORIA! – Con esas palabras dio inicio a otra de los tantos desmadres de la escuela, que ni mejor no enlistarlo por qué un libro ya de por sí se habría creado. Suigetsu estaba cansado de tener moretones en todo su cuerpo, y más en su cara, aunque no se atreviera a golpearla, agarró lo que tenía a disposición y se lo aventó a Karin. Como si fuera un cliché, se trataba de la charola del almuerzo repleto de puré de papa, la pelirroja Uzumaki fue más rápida por lo que lo esquivó a tiempo, eso fue lo que inició todo el alboroto.
Kiba Inuzuka iba caminando tranquilamente junto a sus amigos, Shino y Hinata, además de cómo extra y algo de amargura, su hermana Hana, misma que se entretenía acariciando la melena de su perro Akamaru, cae decir que una secundaría acepte traer a un perro u otro animal sea salvaje o domesticado es raro, sino decirlo de otra forma extraño e inconcebible aun así ¿desde cuándo estamos hablando de una secundaría normal?
Kiba estaba de lo más extasiado, ignorando la presencia de su hermana y el alboroto de alado, estaba feliz, todo le iba bien, con un poco de esfuerzo… que va, con demasiado esfuerzo, logró conversar con Karui. Ganándole a los nervios y conquistando terreno estaba a punto de invitarla a salir.
– Y… conozco un lugar que acaba de abrir, ¡sirven un delicioso udon! – Estaba más nervioso que cuando presentaba los exámenes finales, la pelirroja estaba por contestarle cuando sintió el golpe de la bandeja deja cafetería, toda su cabeza estaba a rebosar del ranció puré de papa de la cafetería, esa que viene gratis ya que nadie lo compra. Todos se quedaron callados al ver el estado de Kiba para después reventar en carcajadas, aunque había excepciones, tales como las Chicles, Sasuke, Naruto, Hinata, Shino y otros impensables que solo se mordían los labios para no emitir ruido alguno como Gaara, Yagura y Omoi. Todo iba acabar para bien, veía como Karui le hacía gracia el aspecto de su compañero, sin embargo hubo un comentario que le hizo perder los estribos.
– NO ME JODAS, JAJAJAJAJA KIBA SI QUE TIENES MALA SUERTE, EL QUE SALGA CONTIGO DEBE MÁS IDIOTA QUE TU, – ahí fue donde atacó su hermana, interrumpiendo la conversación que tenía con la pelirroja.
– Hay no vemos después jajajaja, – Karui se marchaba, sus esfuerzos fueron en vanos, su enojos se elevaba hasta alcanzar la estratosfera.
– Calma Kiba, no te descontroles, todo saldrá bien, respira hondo.
– ¿Qué pasa Kiba? ¡Te pondrás a llorar! JAJAJAJA, ¿POR QUÉ NO TE DEFIENDES? – Karui lo estaba viendo, deseaba impresionarla y observaba que le hacía señas, alentándolo de una u otra forma a dejarse llevar, claro está que nadie conoce el desamor de un desesperado.
– Genial, si eso es lo que quieren ¡ESO TENDRÁN! – Tomando su enojo reformado y agarrando, sin considerar nada más, una SILLA para después aventárselo a Suigetsu.
– MALDITO, ¿ESTÁS DEMENTE? – Por los pelos había esquivado un daño que pudo haber sido irreversible, aun así le siguió la corriente contraatacando con los almuerzos de Sasuke y Karin, aventándolos directos al rostro del Cara de Perro, este último lo esquivó con elegancia, todos empezaron abuchear, alabar e incluso alentar. Solo el Hozuki y el Inuzuka participaban en este enfrentamiento de lanzar comida ajena, aunque siempre va haber algo que lo empeore. Como la ley de Murphy siempre dicta, "Si algo puede salir mal, saldrá mal".
Por un error de cálculo, Kiba se había posicionado delante de su hermana, es por eso que cuando esquivó la comida que le lanzó el Hozuki, fue directo a la cara de Hana. Las carcajadas acallaron, el bullicio empezaba a desaparecer, el aura de la hermana de Kiba se hacía presente, una oscura aura de muerte.
– Maldito pez de estanque ¡¿cómo te atreves? – Tomando el plato que había chocado en su rostro lo lanzó hasta Suigetsu, más este lo esquivó al último momento, y el plato seguía aumentando su velocidad hasta que…
– ¿Qué es lo que sucede? ¡Una fiesta y no me inv…! – El plato chocó esta vez en la frente de Kurotsuchi que apenas tenía rato de salir del baño, el platillo de quebró en varios pedazos, un hilo de sangre salía de la frente de la joven, es así como comenzó esta guerra. – ¡LO VAN A PAGAR CARO! – El Demonio de la Guerra había despertado.
Era una guerra civil, comida, sillas, personas, de toda clase de objetos, sin importar su procedencia o que es lo que era, volaban en los aires de la cafetería, por todas partes se escuchaba gritos y alaridos, no era un juego si así fuera no habría heridos, era una guerra campal, sin aviso ni cartel. Kurotsuchi, como toda una "soldado" fue a buscar al culpable de su leve dolor de cabeza, hasta encontrarse con Hana.
– ¡BARRICADA! – Su grito de guerra dio aviso a lo que planeaba hacer, tirando la mesa formó un fuerte, mientras lanzaba comida a su contrincante, no iba a dejar que se le acercase ya que de seguro no sobreviviría. Así que ella igualmente formo su propia defensa, aventando a cuantos hombres encontrara en el camino.
Lo más extraño de toda esta atmosfera no era que los maestros se iba a otro lado y no decían nada, tampoco que la dueña de la cafetería vendiera "municiones" a los alumnos ni mucho menos que había dos singulares profesores instruyendo el uso de los cubiertos como armas de asalto, era que Naruto y Sasuke seguían discutiendo, ignorando a todo y a todos cuanto a su alrededor. Ino se había ido a reclamar con sus amigos de la infancia, Chouji y Shikamaru, el pastelazo que hace rato había recibido en la cara, no es mucho decir que ellos no tenían la culpa ni mucho menos era responsables de eso. Sakura seguía en su lugar, como todo molesto Chicle que se te queda en el zapato. Sasuke y Naruto, los mejores amigos, discutían un asunto delicado, sobre la traición del rubio, al ayudar a Itachi, su hermano, su rival, su enemigo.
– ¡Teme! ¿Cómo iba a saber que Itachi me había pagado para distraerme? – Era ese día que tocaba Educación Física, la hora en que el infierno se mostraba en la tierra para otros, Itachi le había pagado a Naruto por hacerle un favor que ni el rubio se acordaba, sin embargo su amigo seguía duchándose, aunque se dijo "total, ni que se fuera a morir o lo vayan a violar". Sasuke le había dicho a Naruto que cubriera la entrada a las duchas mientras estaba adentro.
– ¿Es en serio? ¡¿Acaso tu idiotez es incomparable? ¡CLARO ESTÁ QUE MI HERMANO ES TAN CARITATIVO COMO PARA QUE FUESES A COMER RAMEN POR NADA! ¿Cuándo le hiciste un favor a mi hermano, si ni siquiera habla si no es alguien de su grupo? AH MENOS QUE SEA UNA TRAMPA.
– ¿Por qué te alteras? No fue mucho el tiempo que me tomó el comprarme un plato y volver.
– ¡DOBE! ¿Tú no sabes lo que me sucedió cuando me dejaste solo? – Decía mientras un respingo se notaba en su ojo derecho, era un tic nervioso, debido a sus traumas, no le faltaba mucho para ser un neurótico, iba a reprobarle por su falta de compañerismo y amistad, aunque el nunca cumplió con tales principios, cuando regresamos al tema anterior, un plato lo había golpeado en la nuca, para después otro golpearlo en la frente, estrellándose y rompiéndose en varios pedazos, mientras él Uchiha se desplomaba perdiendo poco a poco la consciencia.
– ¡SASUKE-KUN! – Esa fue Sakura, o unas de sus fans que ni conoce su nombre, – ¡TEME! – Naruto, si no lo estuviera sosteniendo y él no se estuviera desmayando, de seguro lo molería a golpes, – ¡SASU-QUERIDO! – Quizás fue Karin, aun así no lo creía posible, tal vez otra entrometida Chicle, – ¡IMBECIL! – Suigetsu u otro que tenga un problema con él, no le dio importancia, – JAJAJAJAJA – posiblemente uno de sus amigos, ya después se lo cargaría cuando se despertara.

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Muchos se quedaron callados y otros burlándose de la desgracia del Uchiha, mismo que se desplomó como si fuera un costal viejo, ya que Naruto lo había tirado al tener que esquivar otro plato. Sasuke estaba algo alejados de sus 'amigos' por ellos Sakura estaba sentada en la mesa, aunque sin previo aviso, una sonrisa de complicidad tanto para la peli-rosa como sus compañeras pusieron en alerta a Karin.
– OOOOH DIOS, que Kami-sama nos ampare, la historia se repite – en la primera guerra civil que Naruto provocó, hubo otra guerrilla interna, una muy famosa, marcada como la operación "Salvando la castidad de Sasuke".
En lo que sería un antecedente algo extraño, Sasuke se había desmayado, casi por la misma acción de hoy, muchas de las féminas intentaron tomar el cuerpo de Sasuke para utilizarlo como si fuera un juguete del cual sirve para complacer las necesidades de toda mujer. Karin no deseaba acordarse de aquello, ellas no parecía humanas, escalando el techo como si fuera algo normal, o incluso aventando las mesas, ella era algo así como una fan o admiradora de Sasuke, aunque controlaba sus instintos o lo que sea que a ellas las motiva para ser más animales en celo que humanos. Sin embargo debía de despertarse de su ensoñación, ya que las mujeres se estaban congregando alrededor del cuerpo de Sasuke como si fueran buitres alrededor.
– ¡Naruto! – Fue demasiado tarde, las mujeres se habían lanzado a tomar su parte en esta cacería, lo bueno que el rubio tenía algo de experiencia y había previsto tal acción, así que tomando una silla, se defendió de las arremetidas de las mujeres o bestias, era lo mismo.
Naruto podría ser un mal amigo con lo que se refiere al tratar con Sasuke, aunque se podía ver de otro modo, el significado de amistad que ellos tenían era DIFERENTE, Naruto le era fiel como amigo no como un sirviente, que era lo que Sasuke creía que así era un buen amigo. El rubio no iba dejar a su amigo en medio de esta crisis, con dificultad y guardando distancia, para no tocar "partes blandas" de las chicas trastornadas… … dígase, enamoradas. Al finalizar pudieron sacar aSasuke del tumulto, vistiendo a una silla con el traje de educación de Sasuke, era una pena y vergüenza que aquellas mujeres se lo creyeran.
– Naruto, debemos apresurarnos, ¡no te distraigas! – Como si fuera el ejército, empezaron a gatear por debajo de las mesas que aun estaban de pie, y no para formar un fuerte, o un castillo completo.
– Esto es de locos, ¡reporte de situación prima! – Solo a bases de susurros se comunicaban, no necesitaban que otro más se enterara. Naruto tenía amarrado a Sasuke a su espalda, valieron las horas que estuvo en el infierno con el profesor de Educación Física, ya que podría aguantar todo el día, de todos modos no deseaba que eso pasara. Karin seguía viendo a las desesperadas mujeres tratándose de ganar alguna pata de la silla, se sentía ofendida de que ellas fueran mujeres y no mandriles.
– "Las mosquitos" aun no se han dado cuenta Naruto, al parecer sus cerebros son más pequeños que un átomo de oxigeno, debemos de seguir con el plan que se había estipulado anteriormente en casos como este,… necesitamos transportar la mercancía al punto I – Naruto se le quedaba viendo a su prima como si lo dicho fuera una broma, aunque lo dudaba ya que tenía una cara sería, Karin previendo esto, mejor se lo explicó a este descerebrado – llevaremos a Sasuke con Itachi.
– Pe..ro ¿no sería peor?, digo ¿Qué pasaría si Sasuke se entera? – Karin iba a responder a las inocentes preguntas del rubio, aunque este más o menos sabía la respuesta, cuando…
– ¡ES UN FRAUDE! LOS BAKAS SE LLEVAN A SASUKE-KUN – toda las discreción o cuidado se fue al caño, no importaba que tanto ruido se estuviera dando en medio de la "Querella de los Fideos", una mujer algo más inteligente que las que acosaban a la pobre silla, dio el aviso.
– – casi todas las mujeres, tanto los que no sabían del desmayo de Sasuke o las que despedazaban a la ahora chatarra, fueron a perseguir al dúo Uzumaki.
– Maldita sea, ¿es que todas las mujeres son animales en plena pubertad?
– Oye imbécil, a mí no me incluyas en la misma categoría – los dos empezaron a correr como condenados que lo llevan al infierno, esquivando comida, como espagueti, albóndigas, puré de papa, ramen, alguna cosa verdosa, que de hecho salpicó un poco la ropa de Naruto y esta se descoloró de inmediato. Aun con todas las dificultades y obstáculos lograron llegar a la mitad del campo de guerra o cafetería.
– Maldita sea, Sabía que era una mala idea, ¿Salvar a Sasuke? ¿Quién me salvará a mi? ¡¿Qué hacemos, qué hacemos? ¡NO DESEO REGRESAR AL HOSPITAL! – Ahí mismo se fue toda la lealtad de Naruto, y es que por cualquier suceso que deseara salvar a su mejor amigo, siempre salía golpeado por sus fans, que más bien se asemejaban a unos gorilas hambrientos. Karin ignoraba los lloriqueos del rubio, mientras alzaba la cabeza por encima de la mesa en la que se refugiaban. Todo se había salido de control, no era posible que un pequeño accidente fuera el causante de este desastre.
– De hecho, esto es lo más normal que pueda suceder, suerte que no tocó en un día de examen o hasta los maestros más viejos se inmiscuirían – algunos recibían las 'balas' por su amado/a era una escena tan cursi que hasta daban de vomitar, aunque las personas que recibían los dichosos proyectiles salían heridos, algunos de gravedad, ahora sí que no era tan cursi. – mmmm ¡YA SÉ COMO LO HAREMOS!
Con rapidez se levanta mientras sujeta la mano de su primo, mismo que aun no salía de su fase de negación, cuando se dio cuenta que estaban caminando vio a su prima con una mirada de desconcierto, aun así Karin lo ignoró, Naruto se entretuvo observando algunas ocurrencia en esta eventual guerra de comida…
– LEE, TRAE MÁS CUCHILLOS DE LA COCINA – Ten Ten, tenía un tazón de espagueti en la cabeza, no se sabría decir si era un proyectil que la había lanzado o se la puso a modo de casco, si fuera lo último ¿por qué no retiró primero los fideos? Y si era lo primero, ¿por qué no se lo habrá quitado? Todo era tan extraños, aunque igualmente Neji.
– ¡NO CREAS QUE SALDRAS IMPUNE DE ESTA! – Tenía a la mano una charola con albóndigas, juego limpio, aunque después de impactar una en una pared, se descubre que tiene varías puntas de los tenedores, ¿Cómo lograron quitárselos o por qué no mejor agujas? Esta escuela va al declive de la locura misma. Shikamaru estaba con su equipo de estrategias.
– Aquí mismo en menos de tres minutos habrá una abertura.
– ¿Cómo lo sabes Shika?
– Es previsible, ya que Kurotsuchi no se queda en un mismo lugar cada cinco minutos, y cada vez que da un cambio, tres equipos la apoyan para lograr conquistar más terreno, es una tregua por enemistad, así que debemos de estar atento, el centro del campo es el lugar más peligroso, sin embargo las esquinas son los lugares donde más concentración hay, si fallamos no creo que la contemos.
En las manos del Nara, venía un mapa bien diseñado de la cafetería así como los grupos y equipos formados durante la guerra, al parecer planeaban "escapar hacia las montañas", Chouji se concentraba más en recuperar la comida desperdiciada que surcaba los cielos. Gaara y Yagura se mantenían soportando las arremetidas accidentales en una de las esquinas, sin responder al fuego, por ciertas cuestiones, uno era que no era tan activos a estas situaciones, otro sería que no tenían municiones y por último Yagura estaba más concentrado en una persona, Naruto solo alcanzó a ver que era una mujer rubia.
– ¡LISTO, ENTREMOS! – Ni se dio cuenta a donde había llegado a parar, estaba más interesado en el clímax de la batalla. Algo estresado y cansado por la tensión, depositó a Sasuke en el suelo, quien seguía ajeno a todo el alboroto que se había formado por él. Naruto solo suspiró se sentó al lado de su amigo, notando que tan limpio era el lugar donde estaban, un olor algo extraño aunque nada comparado al baño de hombres,… el Uzumaki puede ser algo despistado pero no era para nada tonto.
– ESTE ES UN BAÑO – la obviedad podía ser contraproducente a lo anterior dicho, aunque la cuestión no era el hecho, sino que no había manchas en la pared o el techo, o algo de moho en las puertas, sino que era una versión algo más espantosa que una casa embrujada, en todos lados, estaba escrito la palabra Sasuke-kun, Sasuke-kun, Sasuke-kun, – ESTAMOS EN LE BAÑO DE LAS MUJERES.
– Calmate Naru, mira te…
– ¡ESTOY EN EL BAÑO DE LAS MUJERES! KARIN ME VAN A MATAR – por el miedo y el nerviosismo a morir sin previo aviso, se levanta de su lugar, temblando más que una gelatina, virando la mirada en todas las direcciones posibles buscando un medio para salir, hasta que su vista se topa en una pequeña ventana frente de ellos, lo que más le llamó la atención era que habían unas piernas pataleando con dificultad, de una chica de piel morena, supuso el rubio, – AAAAAAAAAAAAAH, YA VIENEN.
Karin ignoró al rubio en posición fetal, y rezando a no sé que Dios del Ramen, al ver parecía que la persona se impacientaba, supuso que era la "ventana del escape", donde muchas la utilizaban para volarse las clases, aunque jamás había visto alguna utilizarla, solo eran rumores. Por ahora ya no era un rumor, y alguien que deseaba irse de pinta se había atorado por lo angosto que es la ventana.
– ¡HEY TARADOS! ¡AYUDENME! – Karin trato de hacerlo ella sola, pero no pudo, ya Naruto algo más calmado, fue ayudarla, si la hubiera abandonado tal vez termine peor que cuando defendió la dignidad de Sasuke al cuidar su ropa de gimnasia. Tomando los talones, jaló a quien se había quedado atrapada, aunque no midió su fuerza y terminó cayendo al suelo con la persona que pedía rescate amablemente, la joven había caído encima del rubio, quien solo se preocupó por sobarse la cabeza, – gracias, supongo, ¡mejor no le digas a nadie o lo!, pagar…aaa… ¿Uzumaki?
– ¿Fuu? – Al notar la pose comprometedora al igual que estaban demasiados cercas, los dos estaban sonrojándose inmediatamente, Karin solamente pudo tener bien abiertos los ojos.
– Esto no me está gustando… … para nada.