Tu, Yo y el Fútbol

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por tedtaki, 21 Abril 2011.

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    tedtaki

    tedtaki Iniciado

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    Título:
    Tu, Yo y el Fútbol
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    Título: Tu, yo y el Tútbol​
    Tipo: long fic​
    Resumen: Historia de amor, entre un jugador de fútbol (inventado) que se llama Yuliam y una chica, simple que tiene una vida mala que se llama Talia.​
    Advertencias: para mayores de 7 años (como las telenovelas xD) los jugadores todos, son inventados ^^​
    Género: Romántico/deportivo​
    No. de palabras: 985​

    1. El nuevo fichaje

    Tres muchachos vestidos de deporte, iban caminando a los alrededores de los recintos deportivos del FC Barcelona, uno de ellos era conocido como Boyd Nández, el mejor jugador del mundo, el muchacho, estaba acompañado por el asturiano Manolo y el catalán Ferran Romero. Estaban tranquilos hablando de fútbol, cuando al pasar por el campo viejo, vieron como un muchacho de unos 20 años, de cabellos cortos, castaños y unos ojos de color verde, jugaba con su balón, se quedaron ahí parados, viendo su técnica. Parecía que Ferran conocía ese rostro, pero no estaba seguro. Siguieron viendo al muchacho y al momento, éste cogió un grupo de conos y los puso en fila india. Éste empezó a correr con su balón y empezó a regatear uno por uno esos conos. Boyd se quedó pasmado al ver la agilidad de aquel chico, así que entró en el campo antiguo a mirar más de cerca. El chico, al llegar a la portería, le pegó una fuerte patada al balón que hizo un efecto muy bueno, provocando que el argentino se quedara tan sorprendido que decidió acercarse al muchacho y felicitarle por el regateo.

    –Sos muy bueno, ¿dónde aprendiste eso? –preguntó Boyd con una sonrisa en los labios.

    –En ningún sitio, lo aprendí por mi cuenta –respondió aquel muchacho con la cabeza agachada.

    Los tres jugadores se quedaron sorprendidos con las palabras del muchacho y con amabilidad se despidieron de él. Ellos tres mientras se iban, llegaba un hombre alto que vio al muchacho con el balón en las manos y como no, también vio a sus tres jugadores que se iban. Boyd lo vio y se acercó a su entrenador para saludarlo. El hombre preguntó quien era el muchacho y Boyd le respondió que no sabía, pero lo que si le dijo, era que el chico era muy bueno en el regateo. El entrenador quiso acercarse al chico, pero Boyd le interrumpió.

    –¿Qué ocurre Boyd? –preguntó el entrenador confuso con la reacción de su jugador.

    –Es que… -

    –Espera, no hables Boyd, conozco su cara –interrumpió el entrenador con su mano para que no hablara el argentino –ese chico es uno de los jugadores del FC Caudal –
    Boyd se fijó bien y ni si quiera lo conocía. Ferran se acercó y afirmó lo que dijo su entrenador.

    –¿Porqué no lo fichas, entrenador Bartolomeu? –le pidió Ferran sonriente.

    El entrenador no le respondió y decidió acercarse al muchacho, pero antes de hacerlo, vio como ese chico cogía una valla que le llegaba hacia la cintura. Bartolomeu quiso ver lo que iba hacer el chico y sin pelos ni señales, se quedó tras la valla para hacerlo. El muchacho, tenía el balón en sus pies y con los ojos cerrados empezó a pensar en algo de su pasado que le hacía llegar a lo más alto. Al abrirlos, corrió con el balón hacia la valla y con un gran impulso, la saltó con el balón en sus pies, siguió corriendo esquivando todos aquellos conos y con fuerza golpeó el balón marcando en la portería. Bartolomeu se quedó tan sorprendido con aquel salto que no pudo contener las ganas de ficharlo, así que se acercó al chico y le dio su tarjeta con su número de teléfono.

    –Chico, eres muy bueno con el balón, me pregunto por que estabas tanto tiempo en el banquillo cuando jugabas en el Caudal –opinó el entrenador Bartolomeu con una sonrisa en sus labios.

    –Gracias por los cumplidos. Dejé el Caudal, por que estaba lleno de gente estúpida que me ignoraba. Esos pueblos los odio por el daño que me hicieron. No quiero recordar el acoso que tuve –le contó seriamente el muchacho mientras cogía el balón manchando de barro la tarjeta que le dio el entrenador Bartolomeu.

    –¿Cuál es vuestro nombre? –curioseó Bartolomeu tan tranquilo, sin importarle que el muchacho manchara la tarjeta de barro.

    –Yuliam Carretero –respondió el chico serio mientras miraba con sus ojos verdes a su nuevo entrenador.

    Era muy tarde para Talia, todo le venía mal, su madre le molestaba y para poder esquivarla tenía que encerrarse en su habitación. Talia era una chica morena, con muchos sueños, uno de ellos, era el arte, pero su madre le impedía. Talia estaba en su habitación escribiendo en su diario lo que le pasaba todos los días. En cuanto terminó, decidió salir a dar una caminata por aquel bonito paseo que tenía enfrente de su casa. Mientras se daba su paseo, le llamaron al teléfono móvil y respondió.

    –Talia, somos del colegio de La Salle, ¿te apetecería acercarte el día 25 de Junio a una reunión de antiguos alumnos? –propuso aquella voz tras el teléfono móvil.

    –Me lo pensaré –dudó Talia con voz temblorosa por el miedo que tenía de cruzarse con sus antiguos compañeros de clase.

    Ella los recordaba, eran mala gente, siempre la insultaban y sufría a cada momento que estaba con ellos. Siguió con su caminata pensando en sus malos ratos.

    Yuliam estaba en su pequeño piso, haciendo alguna pesa mientras veía la tele. Las noticias corrían y se reveló que había sido fichado. Se enteró de que había una cámara gravando la conversación que tuvo con el entrenador Bartolomeu. Yuliam cogió el móvil y la tarjeta del entrenador, marcó el número y lo llamó, tardaba en responder. Lo hizo una y otra vez, hasta que al final, se rindió y no lo llamó más. El joven pensó que igual podría estropear parte de su sueño: Ser el mejor futbolista del mundo.

    El entrenador Bartolomeu se enteró también de las noticias, estaba en una cafetería tomándose un café cuando al intentar salir de ahí, se encontraba con el entrenador del Real Madrid.

    –¿Te has enterado? –le tembló la voz a Bartolomeu cuando vio a Bruno ante sus narices.

    –Por supuesto, mi querido rival –respondió el italiano con su acento.
     
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    Aliees

    Aliees Entusiasta

    Sagitario
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    Te felicito! Casi no vi errores de ortografía ni garmática! Y además me interesó la historia, quisiera saber para dónde pensas llevarla... Lo que sí hubieron cosas en tu redacción que me sonaron mal y te las señalé más abajo en azul, lo que te puse entre paréntesis son palabras que se me ihzo hacían falta en el texto(también entre paréntesis puse comentarios y más sugerencias XD), mientras que las que solo te marqué en azul, son las que creo deberían ser eliminadas o reemplazadas.
    En fin, esopero que no te molesten las sugerencias :p y que me avises cuando continúes! Besos!
     

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