Harry Potter ¿Pasión o amor? [ Hermione x Sirius (¿¿Ron??) ]

Título: ¿Pasión o amor?
Resumen:<< Ahora lo comprendía. Quieres a quién te ignora e ignoras a quién te quiere.>>
Tipo: One-Shot
Pareja(s): [ Hermione x Sirius (¿¿Ron??)]
Advertencias: Lime sin llegar al lemon y posible OoC
No. de palabras: 1404
Al ser un One-shot, no pondré título en el capítulo. Espero que les guste. Ante ustedes les presento:
¿pasión o amor?
<<Ahora lo comprendía. Quieres a quién te ignora e ignoras a quién te quiere.>>
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By Temari Yamanaka
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¿Pasión o amor?
Una noche de tempestad azuzaba a los dos individuos que corrían desesperadamente para salvar la vida. La lluvia estaba helada, caía a tanta fuerza que parecía que llovían flechas, salpicando en la piel enfriada por el fuerte y helado viento, haciendo que se refrescase más de lo que ya estaba.


El muchacho fingía no mostrarse cansado pues quería mostrarse fuerte pero la dura realidad era que estaba a las últimas de caer redondo por culpa de puro cansancio, pero tenía que seguir corriendo junto con su compañera que estaba igual o peor que él.


Él tenía una estructura de hombre y por tanto tenía mayor fuerza y resistencia, era fuerte, robusto y un poco flaco por culpa de lo que había pasado en Azkaban. Aún así, él nunca había sido gordo, estaba en muy buena forma y hacía ejercicio. También era atractivo, joven y unos rizos negros le cubrían el sexy rostro. Sus ojos grises sensuales normalmente expresaban jubilo, risas, juventud, incluso superioridad con algunas personas también se podía hallar en ellos arroganci o simplemente un poco de perversión. Pero ahora expresaban temor, no por él sino por la chica pues él no tenía miedo a nada ni a nadie.


Ahora expresaban cansancio, pero sobretodo rabia y odio, odio hacía aquellos que los perseguían, eran a ellos y a Kreacher que su mirada al verlos mostraba superioridad.


Su varita había ejecutado ya varios Avedra Kedabra con aquellos individuos seguidores y sirvientes de Voldemort. Pero no se consideraba asesino sino salvador. Había logrado matar a seis de diez de los hombres que lo habían separado a ella y a él de la Orden del Fénix dejándolos correr al desamparo de la lluvia y de encontrar una cueva donde descansar pues se hallaban en el bosque.


Ella había desarmado y petrificado a cuatro hombres, los otros se los había dejado para Sirius, su acompañante en este mortal trayecto.


No era para alegrarse por la situación en que se encontraba pero estaba con ÉL. Estaba con ese hombre de misteriosos y fascinantes ojos grises. Estaba con ese hombre que le hacía sentir mariposas en el estómago. Estaba con ese hombre que le hacía aparecer rubor en sus finas mejillas. Estaba con ese hombre que hacía que le fuera imposible pensar. Estaba con el hombre de sus sueños. Pero ahora en vez de pensar en él tenía que pensar en salvar sus vidas.


Pero de repente sintió que se desplomaba en el suelo, perdía la consciencia y se le cerraban los achocolatados ojos. Se oyó un fuerte ¡patapaf! Al chocar ella en el duro y frío suelo cubierto de briznas verdes de hierba, charcos de frías aguas y hojas naranjas que indicaban que el fin del otoño empezaba y el principio del invierno llegaba.


Sirius se volteó para ver que le había sucedido a la chica. Como en cámara lenta vio como esta se desplomaba en el suelo y gritaba a la vez su nombre.
— ¡Sirius!
Un momento después Sirius llevaba el cuerpo de la chica en brazos, una mano acunándola aunque la pasase hasta tocar un poco el pecho de la fémina y el otro sujetándola por el culo. Ciertamente no era el momento de ser pervertidos, pero que carajo, si uno tenía una oportunidad debía aprovecharla. Sonrió maliciosamente, pero no sabía el daño que estaba causando en la peli-marrón. Pues ella estaba tiernamente enamorada de él, aunque nunca lo admitiría y él estaba jugando con sus sentimientos.



Al cabo de un rato Sirius halló una cueba donde pasar la noche.
Encendió fuego y se sentó ante Hermione, que así se llamaba la chica.
La observó durante un buen rato.
Sus bonitos ojos de color chocolate estaban dulcemente cerrados, sus labios rojos entumecidos por el frío, estaban seductoramente cerrados, el pelo marrón caía en sus mejillas ahora sonrosadas por el calor del fuego, su espalda y sus hombros formando remolinos bien definidos. Y entonces como no, se fijó en su pecho y sus ropas. Llevaba su ropaje rasgado por muchos lugares y uno de esos lugares era en el pecho. De las faldas ya no quedaba casi nada. Es decir que se le veían las bragas enteritas.


—¡¡si que están desarrolladas las mujeres de hoy en día!! —dijo pícaramente y acto seguido iba a comprobar lo blando que estaba el pecho de la chica cuando esta de repente se despertó. Sus ojitos lo miraron primero con somnolencia y luego con sorpresa y enfado. Pues él no había podido parar a tiempo y cuando Hermione se despertó, Sirius ya le había metido mano.


—¡¡¡¡Qué crees que estás haciendo!!!! — Chilló ella enfadadísima
—eh… bueno, pues verás…— y rápidamente pensó una vía de escape. ¿¿Que podría decir?? Lo había pillado en una situación un tanto comprometida. —pues nada Hermione, que te estaba quitando las ropas para cambiártelas para que no te resfriases. Las que llevas están muy mojadas. — Que buena solución, se dijo a si mismo.


—lo dudo mucho, pues no llevo otra ropa. —Hermione no se daba por vencida y aunque le había gustado, no era correcto. —voy a leer un poco y me luego voy a dormir. —dijo como si no hubiese pasado nada.


—¿¿llevas libros y no llevas ropa de recambio?? —dijo Sirius extrañado.
—ni te contestó. —Hermione seguía picada con Sirius, aunque lo amase no tenía ningún derecho sobre ella.
—Como quieras. —dijo él comprendiendo la razón. —pero de algún modo tienes que secarte y si no vienes conmigo y no te escalfo te vas a resfriar. Leyes de la vida.
Hermione acabó cediendo y esa noche soltaron todas sus emociones: dolor, miedo, temor… aquella noche la mano de Sirius pasó por cada milímetro de la piel de Hermione. Aquella noche fue mágica para los dos.

A la mañana siguiente, los dos se fueron a buscar a la Orden del Fénix.
Y en la espesura del verde bosque se oyó unos gritos.
—¡¡¡Hermione, Sirius, dónde estáis!!!
—¡¡Aquí estamos!! —gritaron la pareja a la vez.
Una cabeza pelirroja sobresaltó entre el verde.
—¡¡Hermione!! —­Gritaba con alegría. —te he echado de menos


Y en aquél momento Hermione supo que ella también lo había echado de menos, y mucho.
La Orden del Fénix iba detrás de un impaciente Ron, hasta el momento no correspondido, que se moría para ver a su amada.


—¡¡Qué bien que os hayamos encontrado, Hermoione!! —dijo Harry muy contento de ver a la persona que consideraba hermana pequeña y a su padrino.
— ¿Ha sucedido algo interesante? —preguntó Ojoloco Murry
—La verdad es que no ha sucedido nada. Solo hemos aniquilado diez de lo hambres de Voldemort—dijo Hermione con total indiferencia y evidentemente sin mostrar signos de amor o romance, pues su amor por Sirius había desaparecido la noche pasada.


Aquella frase y comportamiento fueron un golpe duro para Sirius, pues estaba empezando a amar a aquella chiquilla. Pero Hermione, ya no sentía nada por esos misteriosos ojos grises.


—Mm… Hermione… esto… quería decirte que…


Y Ronald, olvidando todo su temor y timidez, le plantó un beso en los labios de aquellos que son recordados para siempre. Sorprendida, Hermione le correspondió con otro beso. Había quedado claro que quería al amor verdadero aunque fuera sin pasión que a la pasión sin amor verdadero.


Aquello sentenció literalmente la muerte de Sirius, desde la noche pasada amaba a esa chica. No como había amado antes a otras chicas, sino con verdadero amor.


Ahora lo comprendía. Quieres a quién te ignora e ignoras a quién te quiere. Hermione lo había amado y por eso había cedido aquella noche, pero él la ignoraba. Y ahora ella le ignoraba a él que por fin la amaba. Pero si quieres a alguien deja que sea libre y feliz, ¿no?. Sin decir ni siquiera un adiós, se marchó de allí para no volver jamás.
———————————————————
Fin


Espero que les haya gustado ^^ =)
También espero comentarios. =) ;)
Lo próximo será un Shika-Tema. ;) xD
Acepto críticas xD ^^
Saaayoo ^^