Obitlarnis: Los Aros-EX

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por CarlosCF, 19 Febrero 2011.

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  1.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    Que bueno que al parecer la trama va mejorando, y por los emoticones... jeje, lo siento, pero ya, ya irán desapareciendo.

    Marxelo, las imágenes si las realizo íntegramente yo, y esa es una de las razones por las que al comienzo le di tanta lata al tema este de “deja las imágenes donde las encontraste o corre”, son una de las razones por las que continúo la historia a pesar de haber pasado tanto tiempo, con decirte que tengo varias ya pintadas y otras tantas solo graficadas de capítulos mucho más avanzados, y a veces incluso he dejado que las imágenes dicten como seguirá la historia, o he imaginado algún evento futuro y en lugar de escribirlo en borradores, lo he graficado.

    Sazuke, uso el Paintshop de Corel, sé que el Photoshop de Adobe aparentemente luce más profesional, pero en realidad, me parece que el Paintshop es mucho más fácil de usar, te da más libertad y es mucho más rápido, lo que lo hizo desaparecer en el mercado es que el Photoshop es más popular (ya que desde un comienzo perteneció a una marca conocida) y por lo tanto, hay más usuarios contribuyendo a su mejora en cuanto a recursos y agregados sólo para ese programa.
     
  2.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    CAPÍTULO 05: YAMI CONTRA RAFAEL

    Flareon y Blaziken corrieron al encuentro, unos dos metros cada uno, y el primer golpe fue un puño de fuego dado por Blaziken, el cual fue absorbido por el pelaje de Flareon hasta ser apagado junto con la llama que Blaziken portaba en su muñeca. Ante esto Yami gritó:

    —¡Blaziken, no actúes por tu propia cuenta! —exclamó Yami reprendiendo a su pokémon—, espera a que yo te diga lo que tienes que hacer; esta vez no uses ni un solo ataque de fuego.
    —Ah ya, yo ya daba la batalla por ganada, pensaba que ni siquiera sabías de la habilidad para absorber fuego de Flareon —comentó Rafael con un tono un poco burlesco.

    Ante estas palabras, Yami estaba rabioso. Blaziken empezó a arrancar trozos de tierra con sus brazos y a lanzarlos contra Flareon, pero éste los esquivaba todos con sus veloces movimientos. Rafael no atacaría con fuego aún, así que eligió también la fuerza bruta, además estaba al lado de una montaña, lo que aprovechó haciendo que Flareon empujara fuertemente las rocas de aquel lugar contra Blaziken, pero él las evitaba fácilmente despedazándolas con sus propias garras.

    Luego Flareon inició un ataque físico acercándose velozmente hacia Blaziken, quien lo recibió empujando una roca contra él. Flareon saltó sobre la roca y luego se impulsó para saltar sobre Blaziken y desde el aire ejecutó su espiral de fuego (Fire Spin), que logró esparcir al rededor de Blaziken, situándolo así, en el medio de un gran espiral de fuego que no podía evitar y que lo iba debilitando poco a poco. Flareon estaba descendiendo de su salto, y Blaziken se estaba preparando para recibirlo con una patada doble que ni Flareon, ni Rafael esperaban, por lo que Blaziken logró dar en el blanco, lanzando a Flareon contra un árbol.

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    Blaziken estaba buscando un lugar en donde estar fuera del alcance del espiral de fuego, y por otro lado Flareon se recuperaba del impacto. Al final el primero en atacar nuevamente fue Flareon, que excavo un hoyo en la tierra y se introdujo en él. En un momento el terreno de batalla estaba empezando a ser saboteado por la táctica excavar de Flareon, quien hacía hoyos cerca de Blaziken en su intento de encontrarlo. Al dar con el paradero de Blaziken, Flareon atacó desde la profundidad del hoyo con un gas asfixiante y unas chispas que pusieron en ascuas el cuerpo de Blaziken. El espiral de fuego ya se estaba apagando, pero Flareon seguía moviéndose bajo tierra. Blaziken medio debilitado se alejó de los hoyos, y con las energías que le quedaban saltó y cayó con fuerza, provocando un terremoto que resquebrajó la tierra e hizo emerger el cuerpo de Flareon, noqueado por semejante remesón subterráneo.

    Blaziken intentó aprovechar el estado de Flareon y saltó hacia él preparándose para atajarlo nuevamente con su patada doble, pero Flareon recupero la conciencia y se quitó del camino, por lo que la patada de Blaziken impactó en el suelo. Flareon ahora estaba igual de debilitado que Blaziken, pero Rafael seguía pensando que la victoria era suya, y dijo: «Ja, aún falta algo: ¡Flareón, ataca con todo, usa tu disparo sofocante!» El disparo sofocante (Overheat) era una técnica avanzada, y el que Flareon la usara en esas condiciones, era una medida algo radical, después de ese ataque Flareon quedaría mareado y quizá hasta fuera de combate, pero igual, Rafael ya había dado las órdenes. Flareon se paró en sus dos patas traseras y al caer lanzó una enorme bola de fuego contra Blaziken, quien la trató de bloquear con sus garras.

    Antes de que aquella bola de fuego se extinguiera, Flareon emprendió una carrera para lanzarse sobre su enemigo en un último intento por ganar, pero antes de concretarse su ataque final, se escucho un: «¡Nooooo!»; fue un grito desesperado proveniente de entre las ramas evitó que ambos pokémones colapsaran. Los pokémones temblaban y se tambaleaban, el fuego del último ataque de Flareon ya se había consumido y los dos chicos miraban ansiosos hacia todos lados, en busca de la persona que había gritado. De pronto, una chica se abalanzó sobre el cuerpo de Blaziken, que salio de su escondite en los arbustos. La noche no dejaba ver bien, pero pronto se dieron cuenta que era Claudia, ella era la otra persona que había estado oculta y que había presenciado toda la escena. Para ese momento ella estaba abrazando el cuerpo fatigado de Blaziken.

    Rafael al ver la escena, pensó que ese momento no era para él, después de todo, aunque no haya finalizado la batalla, los tres sabían quien hubiera ganado ese encuentro, Rafael sabía que el ganador hubiera sido él, y eso le bastaba, así que recogió a su pokémon y empezó a subir aprisa la pendiente que llevaba hacia la sima de la meseta que estaba tras ellos. Yami al ver eso dijo:

    —¡Rápido!, sigue a Rafael —exclamó Yami dirigiéndose a Claudia—, se está yendo y parece que no piensa volver.
    —Pero Blaziken está... —dijo Claudia pausadamente observando al pokémon de Yami.
    —No importa —dijo firmemente Yami—, yo me quedaré acá, le daré una poción, un antídoto, y te alcanzaré.
    —Pero yo sola... —insistió Claudia en desistir de la idea.
    —Ahora ve, que si lo perdemos de vista tal ves no lo volvamos a ver. A lo mejor a ti si te escuche —la animó Yami a continuar.
    —De... de a cuerdo —dijo Claudia, aunque todavía un poco indecisa.

    Claudia se disponía a subir la pendiente, pero no estaba segura de como, Kingdra no podía estar en ese terreno, y Togetic era demasiado débil como para ayudarla a subir, por lo que liberó a Nidoqueen para el trabajo. Rafael subía en el lomo de Sandslash, y Claudia lo hacía sobre Nidoqueen. Sandslash lanzaba grandes pedazos de roca para entorpecer el paso de Nidoqueen, y ésta, unos cuantos metros más abajo, los recibía con los brazos y luego los devolvía, eso no le gustaba a Claudia, pero por más que trataba de impedirlo, Nidoqueen no la escuchaba.

    [​IMG]

    Unos metros más arriba, el camino de la ladera acababa, y tan solo habían unas cuantas plataformas, las cuales Sandslash alcanzaba y escalaba sin problema, dando largos saltos y clavando sus garras en las paredes rocosas, pero para Nidoqueen no sería tan fácil, pues su peso acabaría con cualquier plataforma rocosa sobre la que se posara, por lo que Claudia decidió cambiar de pokémon a uno más liviano y que tuviese más sustento aéreo para evitar caer al precipicio, ahora se veía obligada a liberar a Gardevoir, uno de sus pokémones que menos comprendía, pues no hacía mucho que había evolucionado y casi todo en ésta era nuevo para ella.

    Rafael ya estaba muchos metros arriba, y Claudia con Gardevoir subían lentamente de roca en roca. Rafael no deseaba que lo siguieran por lo que hizo que Sandslash siguiera arrojando pequeñas rocas contra Claudia. Montones de piedras y arena a chorros hostigaban la subida de Claudia, y de un momento a otro, cuando ella menos se lo imaginó, una gran roca ya casi estaba sobre ella, a lo que gritó: «¡aah! Gardevoir, ¡detenla por favor!», entonces Gardevoir alzó los brazos y con su fuerza telequinética logró parar la roca, pero no moverla «¡sácala por favor!», prosiguió Claudia.

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    El rostro de Gadervoir era la evidencia de que hacía sus más grande esfuerzo, pero al parecer no eran suficiente, la roca no sé movía y más bien iba bajando lentamente, signo de que Gardevoir iba perdiendo cada vez más el control de la situación. Al final el soporte que las mantenía sobre la pendiente, fue el que cedió primero despedazándose, y Claudia con Gardevoir cayeron cuesta abajo, junto con varios trozos rocosos.

    =====================================================================================
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  3.  
    Risitas de Oro

    Risitas de Oro Iniciado

    Leo
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    ¡Cielos :eek:!

    Me has convertido en fanática de Pokemón por segunda vez :oops:. Tu historia es increíble y los personajes (a pesar de que son muchos) están bien desarrollados. Mis preferidos son Claudia y Rafael ^^U

    Dibujas bien y está bueno así como esta :).

    Yo para dibujar uso el SAI con la paleta electrónica (lo malo del SAI es que está en inglés...)

    Pero volviendo a tu Fic, la verdad que eres malo :/

    ¿¡Cómo pudiste dejarme en la parte más emocionante!? ¡¡Además la batalla entre Flareon y Blaziken estuvo buenísima!!

    Sólo me queda esperar impacientemente a que te decidas a subir el capitulo 06 :(

    ¡¡No tardes mucho!!

    ¡¡See you soon!! :)
     
  4.  
    Chiaki

    Chiaki Iniciado

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    Bien, primero que todo gracias por tu invitación, veo que la afluencia de lectores a tu FF ha mejorado.

    Te seré sincera, yo no leo FF de Pokémon, el porqué es simple, lo disfruto más visualmente, pero tienes una muy buena narrativa y describir batallas se me hace complicado, a lo cual vuelvo a elogiarte porque lo haces bastante bien, solo hubo una partecita en que me perdí, supongo que es por el poco contacto que tengo con Pokémon ahora :3.

    El uso que haces de las imágenes se me hace agradable, se me figura como una historieta y aplaudo tu iniciativa de tomarte el trabajo de hacerlas, porque presumo que tú eres el que las hace o.o

    Los emoticones... Soy un tanto reservada con ellos, pero no me fastidian, tan solo te sugiero que intentes manifestar las emociones con la narrativa más que depender del emoticón. Tienes algunos errores ortográficos y de dedo, pero como ya te han dicho, es cuestión de que revises tu escrito más profundamente antes de subirlo.

    Espero el siguiente capitulo entonces y ánimo con ello :3.
     
  5.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    Muchas gracias chicas por sus apreciaciones tan positivas, aún así, no es que este menos agradecido de escuchar las críticas desaprobatorias. GRACIAS A TODOS, sus comentarios son lo que me hacen darme un tiempo para seguir editando y publicando los capítulos.

    Sé que no soy muy bueno en ortografía, y que debo revisar los textos, pero no crean que no lo hago, los leo varias veces, pero aún así parece que ciertas cosas se me siguen escapando, sobre todo las palabras homófonas.

    Traté de publicar el siguiente capítulos, pero al parecer han limitado el número de imágenes por mensaje a 20, si, es un número bastante considerable, pero lamentablemente en el capítulo siguiente habían muchísimos pokémones en juego, por lo que las animaciones pequeñas de cada uno de ellos fue lo que me hizo exceder el límite, así que estoy reeditando el texto, borrando la mayoría de animaciones-pokémon, y ¡hualá! Para los que no gustan de los emoticones, he quitado todos por las restricciones del contrato (jajaja). Así que desde ahora, cuando tenga estos problemas de sobre población protagónica, no pondré animaciones-pokémon, y pondré un cuadro al final del capítulo en el que saldrán todos los pokémones que participen de ese capítulo, con sus respectivos nombres.
     
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  6.  
    CarlosCF

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    CAPÍTULO 06: EL RÍO Y EL LAGO

    Claudia iba cayendo por el terreno pedregoso de la pendiente y aunque Gardevoir trataba de sujetarla mientras levitaba era inevitable seguir bajando, pues Claudia era mucho más pesada que Gardevoir y eso hacía que ambas se deslizaran rápidamente junto a un montón de tierra y rocas. Cuando Claudia vio el suelo, lanzó la pokébola de Nidoqueen para liberarla y poder deshacerse de la enorme roca que venía tras ellas. Felizmente todo salió bien, Nidoqueen logró su cometido y Gardevoir con su campo de Protección logró proteger a Claudia del resto de pequeñas rocas y piedras que venían hacia ellas.

    Luego de eso, Claudia y Yami se volvieron a encontrar y decidieron regresar con los demás, pues por lo que Claudia recordaba, Rafael había dicho una vez, que con fogatas o señales de humo sería fácil para sus pokémones saber en donde estaban los demás, y por otro lado Yami ya estaba cansado de él, por lo que dijo «lanzarte rocas no fue lo mejor que pudo hacer, ya estoy cansado de él, si quiere largarse que se largue» Así que ambos volvieron al campamento, y al acostarse de nuevo, consiguieron dormir casi de inmediato, a pesar de que estaban muy sucios por todo ese trajín.


    Al día siguiente, todos se dieron cuenta de que Rafael no estaba, y los chicos fueron despertados por la bulliciosa conversación que todos mantenían sobre lo que pudo haber pasado con él. Claudia y Yami al despertar contaron todo lo que había pasado la noche anterior, y sobre lo que pensaban que Rafael quería (separarse del grupo por un buen tiempo). Diego quería ir a buscarlo de inmediato, pero Claudia hizo que se diera cuenta de que para Rafael no sería tan difícil volverlos a encontrar; Joss dejó que ambos siguieran durmiendo un rato más, pero Carlos insistió a que continuaran cuanto antes con su viaje hacia la playa, donde tenían muchísimas más posibilidades de ser vistos por algún helicóptero de rescate. Claudia asintió decididamente con la cabeza y se puso en pie, Joss le preguntó si se sentía bien, y Claudia muy risueña le dijo que si, a pesar de que antes de salir de la cabina se tropezó con una piedra.

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    Nuevamente en marcha, los chicos caminaron más o menos durante una hora, hasta que se toparon con un caudaloso río, que paradójicamente, en vez de ir hacia el mar, rodeaba una porción de pradera y volvía a ingresar al bosque, así que no había más opción que cruzarlo. Los chicos decidieron pasar con la ayuda de los pokémones: Nidoking y Rhydon pusieron un gran tronco a través del río, Grotle, Vileplume y Venusaur lanzaron lianas, las que eran sostenidas por Azumarill, Sealeo y Dewgong desde el otro lado, entonces todos empezaron a caminar sobre el tronco para cruzar.

    Yami, Carlos, Renzo, Runtor y Diego ya habían pasado, ahora era el turno de Claudia. Ella había caminado mucho, y seguía muy cansada por lo de la noche anterior, razón por la que a la mitad del tronco perdió el equilibro y no pudo evitar caer al río, sin siquiera reaccionar al resbalar.

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    El río llevaba a Claudia hacia el bosque, y los demás chicos de inmediato recogieron a sus pokémones y corrieron por las laderas para seguir a Claudia río abajo. Estuvieron siguiéndola aproximadamente 10 minutos y se alejaban cada vez más de ella, que tratando de no ser zambullida por la corriente.

    Los chicos habían ingresado nuevamente al bosque junto con le río, y Claudia ya estaba afuera de su alcance, así que tuvieron que usar nuevamente los pokémones para procurar no perderla de vista. Avo iban de rama en rama sobre Grovyle; Carlos, Yami y Runtor montaban sobre Ampharos; Flora y Joss trataban de seguirles el paso sobre Umbreon y Breloom; Renzo y Diego iban más rápido que todos sobre Jolteon. A lo lejos se veían tierras bajas y por lo tanto, un arrolló también debía haber. «¡noo! Van a caer» exclamó Diego, «pero la caída no parece ser muy alta» dijo Renzo, «si, pero con esta velocidad... podrían golpearse la cabeza o algo peor, toma» le digo Diego a Renzo entregándole su mochila y sacando de su cinturón una pokébola. Debían de haber unos 5 ó 6 metros de caída, y Diego sabía muy bien que hacer: Él liberó a Swampert unos cuantos metros adelante suyo, y cuando pasó junto a éste, saltó a su lomo, entonces le indicó: «vamos Swampert, entra al agua y nada lo más rápido que puedas para alcanzar a la chica de lila que va ahí», Swampert de inmediato se lanzó al río con Diego a sus espaldas y empezaron el rescate.

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    Swampert nadó lo más rápido que pudo hacia Claudia y justo a unos metros de la caída se sumergió en el agua y logró cogerla. Tal fue la fuerza de su impulso que salieron disparados de frente, entonces Diego exclamó desesperadamente en cuento se le ocurrió: «¡Swampert, has que el agua se levante, usa tu Oleaje!», y Swampert creó una gran ola que los recepcionó a los tres.

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    Los demás llegaron a la pendiente (al lado del arrolló) y vacilaron en bajar, era estar en un tercer piso más o menos y el muro que formaba la bajada estaba muy escarpado. Se limitaron a observar si es que los dos chicos con Swampert salían del lago que se formaba abajo, y en el que los tres habían caído.

    Sumergidos en dicho lago, Swampert trataba de salir luchando contra una corriente que extrañamente lo estaba succionando al fondo, y los chicos se aferraban a éste con todas sus fuerzas. Swampert ya casi estaba por salir a la superficie, cuando los chicos lograron ver el motivo de la corriente: eran siete Huntail que nadaban en círculos creando un remolino en el fondo. Swampert usó todas sus fuerzas para saltar sobre la superficie del lago, y una vez afuera lanzó a Claudia y a Diego hacia la orilla, para luego volver a caer en el agua.

    —¡Diablos! Swampert se va a ahogar —dijo Diego muy preocupado.
    —No creo, es un pokémon acuático, puede aguatar —dijo a su vez Claudia, muy serenamente.
    —Si, pero ya ha aguantado mucho tiempo —le explicó Diego—, ¡tengo que ayudarlo!
    —¡Oigan chicooos!, ¡Ayuden con algo! —lanzó Claudia un grito hacia los demás chicos que estaban en la cima de la pendiente.
    —Ellos no podrán ayudar —exclamó Diego tocando levemente uno de los brazos de Claudia para atraer nuevamente su atención hacía lo que ahí estaba pasando—, Claudia, ¡¿tú no tienes pokémones que sirvan ahora?!
    —Claro que si —respondió Claudia animándose un poco—. Llegó la hora de ayudar, ¡Kingdra!

    Claudia liberó a Kingdra directamente en el agua, y ésta se zambulló en el lago. Los dos chicos se acercaron a la orilla para tratar de ver a través del agua: Kingdra ejecutó su ataque Remolino, con el que contrarrestó la corriente que los Huntail creaban y con esto los Huntail salieron saltando del lago seguidos por Swampert que trataba de agarrarlos con las manos. Diego animado dijo: «¡bien!, ahora ¡Rayo de hielo!» para que Swampert atacara con su rayo a algunos Huntailes, que cayeron con el cuerpo endurecido nuevamente hacia el lago. Justo a tiempo Diego ordenó: «¡¡Ataque de Fuerza!!» para que Swampert los recibiera con un fuerte placaje, dejando a tres Huntailes fuera de combate. Los demás Huntailes mordieron fuertemente a Kingdra por todos lados, y desaparecieron bajo el agua para ejecutar el Hidro-pulso.

    Desde arriba, los demás chicos observaban que el agua empezaba a moverse de nuevo, y pensaron que necesitarían ayuda para evitar que Kingdra y Swampert perdieran el control del campo, entonces Renzo lazó su pokébola cerca al lago para liberar a Lapras, a la que le dijo: «¡entra al agua rápido y mantente cerca de Kingdra y Swampert, dales sustento para que no se hundan!» Luego, cuando Lapras llegó a su posición, el agua comenzó a jalar con fuerza a los pokémones hacia abajo, por lo que Diego dijo: «No sé que hace Lapras ahí al medio, usemos el oleaje al mismo tiempo para elevar el agua», Claudia acepto y ambos gritaron: «¡¡Oleaje!!» entonces el agua se empezó a mover en círculos junto con Lapras, que daba vueltas como un trompo. Los Huntail empezaron a brotar velozmente desde el fondo y a revoloteaban por todas partes, al mismo tiempo, Lapras casualmente empezó a darles cabezazos giratorios. «¡Bien!, ¡cabezazo, Lapras!» gritaba Renzo desde lejos, aunque no estuviera seguro si ésta lo escuchaba.

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    —¡Bien!, ahora que las cosas están mas estable, ya podemos empezar a bajar —dijo Flora.
    —¡No, espera!, mira eso —dijo Runtor señalando al lago.
    —Renzo, llama a Lapras para que regrese —le aconsejó Flora.
    —¿Qué pasa? —preguntó Renzo un poco confundido.

    Pero no hubo tiempo para eso. Un fuerte y certero golpe le dio a Lapras desde abajo, varándola al otro lado del lago. Ante ésto, Renzo y Joss no lo pensaron más y empezaron a bajar sobre el lomo de Nidoking para encontrarse con Lapras y poder ayudar a los demás. Swampert seguían en el agua, y un nuevo Pokémon emergía del fondo. Largas y filudas puntas salían, una al lado de otra, girando como taladros de piedra.

    Un Cloyster enorme (de unos tres metro de ancho y alto) emergió del agua, y no pasó mucho tiempo para que vieran que un humano lo acompañaba, era el mismo tipo de blanco que vieron con los Voltorb; estaba completamente empapado y... ¿había permanecido ahí, debajo del agua, tanto tiempo?, ¿cómo? Renzo se enfureció por lo que aquel pokémon le había hecho a Lapras y por lo de la vez pasada, así que pensó: «Se acabó, no permitiré que se nos vuelva a escapar» y luego de liberar a Jolteon le ordenó: «Jolteon, lanza tu ataque Rayo contra el lago, ¡¡con toda tu fuerza!!» El hombre no sé veía preocupado, más bien sonrió malévolamente y antes de que el gran rayo cayera, el gran Cloyster cerró su valva para protegerse y el sujeto saltó anticipadamente hacia la orilla.

    Joss no pensó muy bien y sólo liberó un pokémon que pudiera infundirle miedo a aquel hombre extraño, así que dijo: «¡no te escapas! ¡ve Torkoal!», pero el tipo continuó sonriendo ante el Pokémon que se le posó adelante y al tronar sus dedos un gran chorro de agua (lanzado por Cloyster) empujó lejos a Torkoal. Luego del gran rayo en el lago, el Cloyster al parecer no había sufrido ni un poco de daño, en eso el hombre les empezó a hablar con una voz muy tranquila: «y esto no es nada muchachos... ... ...yo ni siquiera los he mirado mal y, ¿ya están atacando?, pensé que saldrían corriendo pero no sé a cual de ustedes se le ocurrió la idea de tratar de atacar a Cloyster y de destruir a los Voltorb ayer»

    Los chicos estaban mirando fijamente al extraño mientras abrazaban a sus pokémones fatigados, entonces él siguió hablando: «si no se mueven mucho, y se quedan tranquilos en la playa, nosotros mismos les prometemos un helicóptero para que se vayan de acá, pero tenemos que verlos ahí al menos medio día completo para asegurarnos de que se quieren ir y así podamos traer algún vehículo para que los recoja, jajaja» Los chicos no creían lo que escuchaban, después de lo de los Voltorb, él decía no estar en contra de ellos y sólo quería que dejarán la isla, además, al parecer estaba acompañando al sujeto que les robó a algunos de sus pokémones al llegar a la isla, por lo que los chicos no podían esconder la cólera que esos encuentros había crado en ellos, por los que el extraño de blanco, con una sonrisa sarcástica, siguió diciendo: «y sigo viendo en sus amargos rostros ganas de pelar, pues no continuaré con eso, me iré y me despido de todos ustedes, ¡incluyendo a los que están allá arriba!, diciéndoles que tomen sus cosas y esperen en la playa un día entero. Prometemos que no les pasará nada... si prometen no hacer nada. Si empiezan ahora, mañana en la tarde ya se habrán ido». Todos lo miraban con rostros amargos y coléricos, pero a él no le importó más y volvió a saltar sobre Cloyster, quien empezaba a hundirse nuevamente. Renzo se paró firmemente y se disponía a iniciar nuevamente el ataque, pero el hombre volteó y suavemente dijo «a-ah, no, nada de agresión, se los advierto», ante esto, a Renzo sólo le quedó reprimir sus intenciones.

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    Así los chicos vieron desaparecer al hombre con Cloyster, y al mismo tiempo veían aparecer una nueva interrogante ¿qué harían en adelante?


    ... La tarde nuevamente estaba acabando y los chicos nuevamente estaban caminando por el bosque, mojados y tristes, una derrota como esa nadie se la esperaba.


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    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Cuál es la sorpresa de los emoticones? eso viene programado así desde... siempre. Incluso en el foro de Cemzoo no se puede poner más de 20 emoticones porque no te deja publicar. No es culpa de nosotros, así está diseñado el foro. Mejor así.. lol.
     
  8.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    CAPÍTULO 07: EL SEGUNDO TROZO DE AVIÓN (1ra parte)

    La noche ya estaba sobre los chicos y ya no les quedaba tiempo para salir hasta la playa, así que se acomodaron en un lugar seguro, donde sacaron sus bolsas de dormir y encendieron una fogata para calentarse un poco y poder dormir luego. Una vez frente al fuego, los pensamientos del grupo se habían quedado en aquel suceso, el dejar la isla se veía tentador, pero la rabia no los dejaba aceptar tranquilos esa oferta.

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    —Rafael sigue perdido, ¿ahora qué hacemos? —empezó Carlos la conversación.
    —¿Ahora que hacemos? —comentó Yami un poco malhumorado— Parece que tú también has estado pensando en esa oferta de marcharnos de acá, creo que no es necesario que estemos todos juntos para eso.
    —Bueno, si, pero aún no sé que decidir, creo que antes deberíamos reunirnos todos —dijo Carlos, tratando de hacer que los demás dijeran que pensaban al respecto.
    —Carlos tiene razón —Claudia empezó a participar de la conversación, seria, con la cabeza sobre las rodillas y sin dejar de mirar al fuego—, creo que nadie sabe muy bien que podría pasar si nos vamos o si nos quedamos, no podemos dejar solo a Rafael, así hayamos pasado algunos un mal momento por él.
    —Pues a mí si me gustaría regresar —admitió Avo.
    —¿Lo dices en serio? —le preguntó Carlos.
    —Si —le respondió a su vez—, extraño dormir tranquilo en una cama, ya serán dos días que dormimos prácticamente en el suelo, sin seguridad y con problemas en la cabeza, creo que todos estaríamos mejor en casa.
    —Si Avo —intervino ahora Flora—, pero y ¿qué me dices de ese tipo? Apuesto a que ha de estar planeando algo grande, y malo.
    —Si pero, ¿y que pasa si a lo mejor no es así? —Avo lanzó esa pregunta mirando a todo el resto del grupo y dejando el lugar en silencio por unos veinte largos segundos—, todo cabe en lo posible, quizá no sea eso.
    —Bueno —habló Joss ahora—, su actitud no se ve muy normal que digamos, está ocultando algo verdaderamente grande para tratarnos así y...
    —¡Chhhu!, silencio —exclamaron Renzo y Runtor poniendo sus dedos índices frente a sus bocas como una señal para pedirles silencio.

    Todos escucharon con detención y sin mover la cabeza «gruaaa» «gruuuu» «oooooqqq», entonces Carlos dijo: «gritos de pokémon», y Renzo prosiguió: «si, vienen del lo profundo del bosque», para lo que Carlos afirmó con tono bajo y nervioso: «si, y parece... que vienen para acá» Todos se pararon firmemente de inmediato y Avo fue el último en levantarse diciendo apesadumbradamente: «¿no ven? Ahí vamos de nuevo».

    «No perdamos tiempo, ¡saquen las pokébolas!» dijo Carlos exaltadamente aunque con voz baja, entonces todos se alistaron para una batalla más. Manteniendo los brazos bajos pero la mirada firmemente dirigida hacia los árboles, los chicos esperaron algún movimiento mientras liberaron a los siguientes pokémones: Jolteon (de Renzo) Torkoal (de Joss) Swampert (de Diego) Umbreon (de Flora) Ninetales (de Carlos) Cyndaquil (de Runtor) Nidoqueen (de Claudia) Pikachu (de Avo). Una rama se movió a 4 metros y luego de que nuestros pokémones hicieran su aparición, el causante de eso se dejo ver, era un Shiftry.

    «¡Lanza roca!» gritó Joss, pero la roca llegó tarde, pues Shiftry saltó rápidamente, luego fue Runtor «Cyndaquil, lanz...», «¡NOO!» le gritaron los demás, y Carlos agregó un tanto desesperado «vas a incendiar le bosque», por lo que Runtor desistió del ataque. «Se mueve muy rápido» dijo Joss, «si, lo mejor será abrir bien los ojos, la oscuridad le da mucha ventaja» dijo Flora. Renzo arregló la situación con la técnica Destello de Jolteon, y así alumbró gran parte del campo con luces intermitentes que Jolteon había enviado hacia las ramas de los árboles. Rápidamente, Diego atacó al Shiftry descubierto con el Rayo de Hielo de Swampert, debilitándolo en el acto. Los chicos se entusiasmaron, pero no por mucho, pues muchos más Shiftry estaban bajando como arañas de las copas de los árboles.

    Umbreon, Pikachu, Ninetales y Jolteon lanzaron Destellos de luz sobre los ojos de los Shiftry una y otra vez segándolos para darle ventaja a Torkoal, que lanzaba rocas hacia el enemigo, Nidoqueen golpeaba contundentemente a los Shiftry que alcanzaban el suelo con su Mega Puño, y Swampert disparaba su Rayo de Hielo a distancia. Todos atacaban lo más rápido que podían, pero eran demasiados Shiftry y poco a poco fueron llegando más de ellos al suelo. Runtor no sabía que hacer, pues los ataques de fuego no eran la mejor opción en ese escenario y Cyndaquil no tenía un repertorio aceptable de ataques aún, por lo que se dispuso a cambiarlo, pero antes de eso, Flora lo insito a que atacara en el acto diciéndole: «Qué, ¿ahora se te ocurrió cambiar?, mejor ataca ahora que casi nos aventaja enemigo» Runtor, un poco nervioso, tomó una decisión apresurada: hizo que Cyndaquil atacara con Placaje al Shiftry más cercano, lo que fue una mala idea, pues éste logró apresar con los brazos a Cyndaquil antes de que llegara a golpearlo, y como quien hace un lanzamiento de bala, Shiftry lanzó al pequeño Cyndaquil bien lejos de campo de batalla. Runtor miró furioso a Flora, y ella le devolvió la mirada con firmeza, pero Runtor se contuvo y salió a prisa del lugar, dispuesto a buscar a Cyndaquil.



    Runtor corrió un buen tramo llamando a Cyndaquil, luego se abrió paso entre la tupida vegetación que cada vez se volvía más impenetrable hasta que su pie quedó atorado en las enredaderas. Él intentó escapar jalando fuertemente la pierna, pero al llevar la otra pierna hacia atrás, tropezó con una raíz y calló sobre las matas. Runtor estaba muy exaltado, pero después de unos minutos de estar luchando por liberarse decidió calmarse y se mantuvo en silencio un momento, en el cual logró escuchar los gritos de Cyndaquil, entonces Runtor, animado, gritó: «Cyndaquil, lanza un destello para poder ubicarte» Cyndaquil obedeció y Runtor lo pudo ver, había quedado enredado, como él, entre las ramas de un alto muro de vegetación, que se alzaba a tres metros de ahí.

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    Luego de un rato más, Runtor sintió que algo se acercaba. Escuchó barios pasos juntos, así que temeroso empezó a gritar: «¿quién es?», «¿quién está ahí?», y trató de tomar una pokébola más de su cinturón, pero sus manos no alcanzaban el lugar donde éstas estaban, entonces se puso aún más nervioso esperando que no fuera nada amenazador o que no se acercara por ahí; pero los pasos se aproximaban cada vez más y más, hasta que... «¡Estas ahí!» gritó Claudia después de haber hecho a un lado un grupo de ramas que le tapaban la visión del lugar. Felizmente eran los demás chicos del grupo, que habían llegado en busca de Runtor.

    —¡Que bien!, Claudia te encontró —dijo animosamente Carlos.
    —Si, ya no sabíamos que hacer estábamos muy preocupados —dijo calmadamente Renzo.
    —Gracias por buscarme —les respondió Runtor avergonzado y aún enredado en el suelo—, a ver si pueden ayudarnos a Cyndaquil y a mí con estas plantas, ¿qué pasó con esos Shiftry?

    Entonces Grovyle apareció detrás de los chicos junto con Avo, y con las afiladas hojas de sus antebrazos cortó rápidamente las ramas que apresaban a Runtor y Cyndaquil.

    —Ninetales lanzó un enorme rayo de confusión y con un poco de suerte los hemos perdido —le contó Avo alegremente—, se quedaron allá atrás, peleándose entre ellos todavía, jaja.
    —Parece que ya estás más animado —dijo Runtor mientras se levantaba—, recuerdo que al caer la noche estabas un poco cansado de todo esto.
    —Bueno —empezó a hablar Avo lentamente y un poco apenado—... en realidad...
    —¡Chhhuuu!, escuchen eso —susurró intensamente Flora qué apareció ante todos de un brinco.

    Se escucharon ruidos como «grooooo» «oooooorr» iguales a los que los que hacían Shirthys que habían confrontado, y luego se escuchó un «¡aaaaaah!», era un grito humano, como de una mujer, y provenía del otro lado de la gran pared de ramas, tallos y hojas.

    —¡Es una persona más! —gritó Carlos desesperadamente—, y parece estar en problemas, ¡tenemos que cruzar!
    —Muy bien, háganse a un lado —intervino Avo, poniéndose serio y apartando con sus pasos a los demás miembros del grupo.

    Luego de eso, Grovyle actuó de nuevo, bajo las órdenes de Avo, usó las "navajas" de sus brazos para hacer varios cortes largos y profundos en aquella barrera de plantas, con los que logró abrir un agujero, dejando al descubierto un escenario más: era un descampado en medio del bosque (sin árboles), con un pequeño riachuelo. En aquel lugar había un escombro más del avión, era una cámara, un poco más pequeña que la que vieron anteriormente, y tenía en el techo un foco que emitía una débil luz. A unos cuantos metros de ahí, más de 30 Shiftrys asediaban a una niña con un pequeño Teddiursa al lado. A algunos se les hacía conocido el rostro de aquella niña, quizá había estado con ellos en el avión antes de que estallara; otros trataban de pensar en alguna estrategia para vencer en la batalla que veían venir.

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    Ya, acabo de leer todo lo que me faltaba, me enrede algo con lo del rescate de claudia en el río así que lo tuve que leer 2 veces [​IMG] (Me encantan los nuevos emoticones) xD Bueeh... ahora con el capi! [​IMG] estuvo muy bueno... solo que me esta dando la impresión de que la historia estará dando fin cuando salgan de la isla (Si es que salen) Yo no me fiaría de la oferta del tipazo ese (¬_¬) -Me hice una carita ;D- Es todo una trampa ... talvez quieren que esten quietos un rato para que lleven a cabo su plan maléfico que incluye conquistar al mundo!! -Paranoico- Porque el plan de todo malvado es conquistar al mundo xD Vas rapido con esto así que posiblemente vere luego tu conti ^-^
    Pd: Que niña?? / Sera que rafael se unio a los malos? ... NAAAAA xD
     
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    CarlosCF

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    CAPÍTULO 08: EL SEGUNDO TROZO DE AVIÓN (2da parte)

    Flareon y Blaziken corrieron al encuentro, unos dos metros cada uno, y el primer golpe fue un puño de fuego dado por Blaziken, el cual fue absorbido por el pelaje de Flareon hasta ser apagado junto con la llama que Blaziken portaba en su muñeca. Ante esto Yami gritó:

    —¡Blaziken, no actúes por tu propia cuenta! —exclamó Yami reprendiendo a su pokémon—, espera a que yo te diga lo que tienes que hacer; esta vez no uses ni un solo ataque de fuego.
    —Ah ya, yo ya daba la batalla por ganada, pensaba que ni siquiera sabías de la habilidad para absorber fuego de Flareon —comentó Rafael con un tono un poco burlesco.

    Ante estas palabras, Yami estaba rabioso. Blaziken empezó a arrancar trozos de tierra con sus brazos y a lanzarlos contra Flareon, pero éste los esquivaba todos con sus veloces movimientos. Rafael no atacaría con fuego aún, así que eligió también la fuerza bruta, además estaba al lado de una montaña, lo que aprovechó haciendo que Flareon empujara fuertemente las rocas de aquel lugar contra Blaziken, pero él las evitaba fácilmente despedazándolas con sus propias garras.

    Luego Flareon inició un ataque físico acercándose velozmente hacia Blaziken, quien lo recibió empujando una roca contra él. Flareon saltó sobre la roca y luego se impulsó para saltar sobre Blaziken y desde el aire ejecutó su espiral de fuego (Fire Spin), que logró esparcir al rededor de Blaziken, situándolo así, en el medio de un gran espiral de fuego que no podía evitar y que lo iba debilitando poco a poco. Flareon estaba descendiendo de su salto, y Blaziken se estaba preparando para recibirlo con una patada doble que ni Flareon, ni Rafael esperaban, por lo que Blaziken logró dar en el blanco, lanzando a Flareon contra un árbol.

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    Blaziken estaba buscando un lugar en donde estar fuera del alcance del espiral de fuego, y por otro lado Flareon se recuperaba del impacto. Al final el primero en atacar nuevamente fue Flareon, que excavo un hoyo en la tierra y se introdujo en él. En un momento el terreno de batalla estaba empezando a ser saboteado por la táctica excavar de Flareon, quien hacía hoyos cerca de Blaziken en su intento de encontrarlo. Al dar con el paradero de Blaziken, Flareon atacó desde la profundidad del hoyo con un gas asfixiante y unas chispas que pusieron en ascuas el cuerpo de Blaziken. El espiral de fuego ya se estaba apagando, pero Flareon seguía moviéndose bajo tierra. Blaziken medio debilitado se alejó de los hoyos, y con las energías que le quedaban saltó y cayó con fuerza, provocando un terremoto que resquebrajó la tierra e hizo emerger el cuerpo de Flareon, noqueado por semejante remesón subterráneo.

    Blaziken intentó aprovechar el estado de Flareon y saltó hacia él preparándose para atajarlo nuevamente con su patada doble, pero Flareon recupero la conciencia y se quitó del camino, por lo que la patada de Blaziken impactó en el suelo. Flareon ahora estaba igual de debilitado que Blaziken, pero Rafael seguía pensando que la victoria era suya, y dijo: «Ja, aún falta algo: ¡Flareón, ataca con todo, usa tu disparo sofocante!» El disparo sofocante (Overheat) era una técnica avanzada, y el que Flareon la usara en esas condiciones, era una medida algo radical, después de ese ataque Flareon quedaría mareado y quizá hasta fuera de combate, pero igual, Rafael ya había dado las órdenes. Flareon se paró en sus dos patas traseras y al caer lanzó una enorme bola de fuego contra Blaziken, quien la trató de bloquear con sus garras.

    Antes de que aquella bola de fuego se extinguiera, Flareon emprendió una carrera para lanzarse sobre su enemigo en un último intento por ganar, pero antes de concretarse su ataque final, se escucho un: «¡Nooooo!»; fue un grito desesperado proveniente de entre las ramas evitó que ambos pokémones colapsaran. Los pokémones temblaban y se tambaleaban, el fuego del último ataque de Flareon ya se había consumido y los dos chicos miraban ansiosos hacia todos lados, en busca de la persona que había gritado. De pronto, una chica se abalanzó sobre el cuerpo de Blaziken, que salio de su escondite en los arbustos. La noche no dejaba ver bien, pero pronto se dieron cuenta que era Claudia, ella era la otra persona que había estado oculta y que había presenciado toda la escena. Para ese momento ella estaba abrazando el cuerpo fatigado de Blaziken.

    Rafael al ver la escena, pensó que ese momento no era para él, después de todo, aunque no haya finalizado la batalla, los tres sabían quien hubiera ganado ese encuentro, Rafael sabía que el ganador hubiera sido él, y eso le bastaba, así que recogió a su pokémon y empezó a subir aprisa la pendiente que llevaba hacia la sima de la meseta que estaba tras ellos. Yami al ver eso dijo:

    —¡Rápido!, sigue a Rafael —exclamó Yami dirigiéndose a Claudia—, se está yendo y parece que no piensa volver.
    —Pero Blaziken está... —dijo Claudia pausadamente observando al pokémon de Yami.
    —No importa —dijo firmemente Yami—, yo me quedaré acá, le daré una poción, un antídoto, y te alcanzaré.
    —Pero yo sola... —insistió Claudia en desistir de la idea.
    —Ahora ve, que si lo perdemos de vista tal ves no lo volvamos a ver. A lo mejor a ti si te escuche —la animó Yami a continuar.
    —De... de a cuerdo —dijo Claudia, aunque todavía un poco indecisa.

    Claudia se disponía a subir la pendiente, pero no estaba segura de como, Kingdra no podía estar en ese terreno, y Togetic era demasiado débil como para ayudarla a subir, por lo que liberó a Nidoqueen para el trabajo. Rafael subía en el lomo de Sandslash, y Claudia lo hacía sobre Nidoqueen. Sandslash lanzaba grandes pedazos de roca para entorpecer el paso de Nidoqueen, y ésta, unos cuantos metros más abajo, los recibía con los brazos y luego los devolvía, eso no le gustaba a Claudia, pero por más que trataba de impedirlo, Nidoqueen no la escuchaba.

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    Unos metros más arriba, el camino de la ladera acababa, y tan solo habían unas cuantas plataformas, las cuales Sandslash alcanzaba y escalaba sin problema, dando largos saltos y clavando sus garras en las paredes rocosas, pero para Nidoqueen no sería tan fácil, pues su peso acabaría con cualquier plataforma rocosa sobre la que se posara, por lo que Claudia decidió cambiar de pokémon a uno más liviano y que tuviese más sustento aéreo para evitar caer al precipicio, ahora se veía obligada a liberar a Gardevoir, uno de sus pokémones que menos comprendía, pues no hacía mucho que había evolucionado y casi todo en ésta era nuevo para ella.

    Rafael ya estaba muchos metros arriba, y Claudia con Gardevoir subían lentamente de roca en roca. Rafael no deseaba que lo siguieran por lo que hizo que Sandslash siguiera arrojando pequeñas rocas contra Claudia. Montones de piedras y arena a chorros hostigaban la subida de Claudia, y de un momento a otro, cuando ella menos se lo imaginó, una gran roca ya casi estaba sobre ella, a lo que gritó: «¡aah! Gardevoir, ¡detenla por favor!», entonces Gardevoir alzó los brazos y con su fuerza telequinética logró parar la roca, pero no moverla «¡sácala por favor!», prosiguió Claudia.

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    El rostro de Gadervoir era la evidencia de que hacía sus más grande esfuerzo, pero al parecer no eran suficiente, la roca no sé movía y más bien iba bajando lentamente, signo de que Gardevoir iba perdiendo cada vez más el control de la situación. Al final el soporte que las mantenía sobre la pendiente, fue el que cedió primero despedazándose, y Claudia con Gardevoir cayeron cuesta abajo, junto con varios trozos rocosos.

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    MarXelooo

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    No es por ser critico, y lo sabes porque mis post no an sido para nada negativos, pero: "Cerca Psíquica" , "Golpes de Cola", "Espiral de Fuego" Y en fin, muchos otros ataques que pones no son de pokemon , por lo que queria saber nada mas si era porque estan basados en otros ataques reales o simplemente inventas ataques para tu fic (Cosa que no esta del todo mal, puesto que un F-I-C proviene de la palabra ficticio ¿vrdd?) Bueno, espero no lo tomes a mal,pero es una duda que tengo desde hace tiempo [​IMG]
    Aserca del fic, la niña... no se... algo misterioso ahi en todo esto ¬_¬ ... No, si una niña tiene un teddiursa no puede ser mala... Sobre los shiftry, insistentes xD Rostizados xD Feiiitos xDDDD FELICIDADES!! as llegado a la segunda pag. Solo una más espero que de muchas, Gracias por leer :I nos vemos!
     
  12.  
    CarlosCF

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    Pues no, no son ataques inventados. Cuando me pongo a narrar una batalla me siento en el computador con alguna aplicación o alguna página de Internet que me sirva de Pokédex para tener en cuanta todos los atributos y capacidades de los pokémones en juego.

    Yo dejé de jugar los juegos desde la versiones para GBA (de hecho, ni siquiera podría decirse que jugué las de GBA), y antiguamente era difícil encontrar los juegos en español, es más, creo que las versiones Gold&Silver para el GBC ni siquiera fueron traducidas oficialmente, por lo que me ubico muchísimo mejor con los ataques en ingles, y por eso, la mayoría de los nombres de ataques que cito en la historia son traducciones más o menos precisos de sus equivalentes en inglés. Es que hay algunas traducciones españolas de los nombres de los ataques que en realidad no tienen nada que ver con sus homólogos norteamericanos.

    Cerca Psíquica = Imprison
    Golpe de Cola = Tail Whip (aunque debo admitir que mejor quedaría como Cola Látigo)
    Espiral de Fuego = Fire Spin

    Supongo que para estos las versiones españolas no quedaban tan mal, pero la serie influyó un poco en los dos últimos y lo de la Cerca, me parece que había que especificar que era psíquica para darle un toque más preciso al relato.

    Y muchas graciasaas, por lo de la segunda hoja, nunca pensé que alguien como tú empezaría a leer mi historia. Gracias.
     
  13.  
    CarlosCF

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    CAPÍTULO 09: POSESIÓN

    Rafael toda su vida había soñado con ver a través del cráter de un volcán y había caminado muchísimo para ir hasta él, había dormido la noche anterior solo en medio del bosque por el que iba caminando. Veía que cada vez se iba acercando al volcán, y estaba muy seguro que de con sus pokémones sería sencillísimo encontrar al grupo de chicos luego de ir a ver como era el volcán. Él podía ver el volcán desde lejos, pero aún le faltaba regular distancia para llegar a él.

    [​IMG]

    Estaba entre una colina, caminando por un estrecho camino de una pendiente cuando pasó algo que cambiaría el rumbo de su misión, pero que aceleraría el rumbo de su viaje. En el horizonte, vio una figura humana, ¡era el tipo de azul oscuro!, el que en el avión se había estado peleando con Carlos por una mochila, el posible causante de que el avión estallara, y el que robó los pokémones voladores de todos los chicos. Ahora Rafael estaba frente a él, y lo veía bien, tenía cabellos canos, profundos ojos rojos, piel blanca y tersa, un robusto cuello, fina nariz y era alto, tenía un semblante serio, tranquilo y para nada agresivo; entonces él habló:

    [​IMG]

    —Entonces tú eres Rafael —inquirió el extraño sujeto.
    —¿Cómo me conoces? —preguntó Rafael muy desconcertado.
    —Se ve en tus ojos, tus ojos de príncipe me lo dicen —le explicó el hombre, aunque sin darle una respuesta sensata a Rafael.

    Rafel se seguía preguntando en su mente: «¿Cómo puede decir eso?, ¿cómo sabe mi nombre?, como sea, el nos robó a mi y a los demás, y voy a hacer que nos devuelva lo que robó.»

    —Me parece que eres una de las cosas que busco en este lugar, así que, ¿por que no nos sentamos a descansar y conversamos un rato? —sujirió el hombre de ropa oscura.
    —Te equivocas si crees que voy a confraternizar contigo, eres un ladrón y lo único que quiero de ti es que me devuelvas lo que me quitaste a mí y a mis amigos —dijo Rafael despreciando su invitación.
    —Pero si sólo tú estás acá, nadie más está para reclamar su pokémon, porque supongo que es eso lo que me pides —le explico aquel sujeto.
    —Si, pero yo estoy dispuesto a llevarles de vuelta lo que les pertenece, ya sea a las buenas, o a las malas —dijo por último Rafael, mostrando una gran cnvixxión.

    Y al decir esto Rafael sacó una pokébola de su cinturón y la levanto frente al extraño sujeto de negro en señal de batalla. El sujeto se rió y después sacó de su bolsillo una esfera negra, con un ojo en el frente, como las que al comienzo del viaje capturaron a los pokémones voladores de él y sus amigos, y con esto dijo: «¿esto es lo que quieres?, acá dentro está tu pokémon, tómalo, pero claro... todo tiene un precio» y después dejó caer la pokébola al suelo, la cual se abrió destellando una fortísima luz roja que segó a Rafael por completo y lo hizo cambiar de una forma que él no pudo evitar.

    El Venomoth de Rafael había quedado libre, y Rafael permaneció de pie sin decir una palabra, entonces el sujeto extraño se acercó a Rafael y lo tomó por lo hombros diciéndole: «Ahora ambos compartimos el mismo objetivo. Desde acá, vuela hasta el volcán y protégelo, que nadie se acerque a él hasta que yo vaya allá a verte, protégelo con tu vida, príncipe guerrero, porque ambos queremos lo mismo: ver en lo profundo del cráter para cumplir nuestra misión»

    Entonces el tipo siguió de frente y continuó su caminata dejando a Rafael atrás, parado. Rafael ahora tenía sus pupilas rojas, como las del sujeto extraño, y sin perder tiempo tomo a su Venomoth por las patas y con él se elevó por el aire en rumbo al volcán. Desde ese momento Rafael estaba del lado del extraño sujeto de ropa oscura, y poseído por una rara fuerza que lo hacía sentir poderoso, una fuerza prestada que lo había poseído, sin que él pudiera hacer nada para evitarlo.

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    CarlosCF

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    CAPÍTULO 10: LOS QUE VIENEN Y LOS QUE SE VAN

    La noche anterior, los chicos habían encontrado a una niña con un Teddiursa, y luego de salvarlos de una banda de Shiftrys los llevaron inconscientes hasta el lugar donde estaban acampando. Al día siguiente, las chicas fueron las que despertaron a los demás susurrándoles apresuradamente mientras los mecían: «Chicos, chicos», «¡q-q-quÉ!» pronunciaron los muchachos aún poco adormilados; y al verlos ya despiertos, las chicas prosiguieron: «la niña, no está», a lo que los muchachos respondieron: «¿quéeee?», sentándose de un jalón.

    —Chicos, chicos —avisó Claudia muy preocupada.
    —¡Que! —exclamaron Carlos y Renzo abriendo los ojos de golpe.
    —La chica no está —dijo Flora en voz baja, pero con tono alarmante.
    —¿Qué? —preguntaron todos los demás muchachos, también con tono de indignación mientras se levantaban de golpe.

    De vuelta al camino, con todo empacado y con la misma ropa del día anterior, los chicos buscaron cerca del lugar donde acamparon. Caminaron entre los árboles pero no la encontraron por allí. La luz de la mañana les ayudó, los caminos se veían claramente y los claros les ayudaron a salir del bosque hacia el descampado.

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    Apenas salimos al campo abierto Renzo divisó a la niña, que estaba corriendo hacia el horizonte y dijo: «Oigan, ¡se escapa!» sacando una pokébola para liberar a Jolteon, al cual montó y sin dar aviso ni pedir ayuda empezó a corre tratando de cerrarle el camino a Teddiursa y a la niña. Dicha carrera era algo extraña, Teddiursa corría tan rápido y quizá hasta más rápido que Jolteon. La larga pradera fue recorrida por ambas parejas a lo largo hasta llegar a unas tierras bajas en poquísimo tiempo, en ellas nuevamente empezaba un bosque, y tras de él había unas montañas. «¡Demonios! Dentro del bosque será más difícil encontrarla, por más que queremos ayudarla, esa niña no nos deja» pensó Renzo decidido a entrar al bosque. De un momento a otro Teddiursa paró su carrera y empezó a mover la cabeza como buscando algo, esto le dio oportunidad a Renzo para alcanzarlos y encarar a la niña. Teddiursa miraba confundido a todas partes, como si estuviera rastreando algo con su nariz.

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    —¿Por qué no vienes con nosotros? Sé que la has pasado mal en este lugar, pero nosotros no queremos hacerte daño, si es miedo lo quien tienes —dijo Renzo luego de bajar de Jolteon y caminando lentamente hacia la niña.
    —¡No! —respondió rotundamente la niña sosteniendo el brazo de Teddiursa y retrocediendo un paso—, ¡ustedes no quieren ayudarme! Sé perfectamente que son cómplices de esos dos tipos que hicieron volar el avión en pedazos, ¡y no estoy asustada!, estoy furiosa por eso.

    Después de estas palabras Renzo se quedó sorprendido pensando en lo que dijo la niña, esos dos tipos habían sido los causantes de la explosión, no podían estar tramando algo bueno entonces.

    —¡No! —respondió fuertemente Renzo tras quedar impresionado por un corto lapso— Nosotros no vinimos con ellos, no los conocemos, no sabemos que traman, pero estoy seguro que es algo muy malo, por eso nunca nos involucraríamos con ellos.
    —¡Mentira!, no digas eso que no te creo nada —respondió nuevamente la niña malhumorada.
    —Pero... —murmuró Renzo titubeando y dando un paso indeciso.
    —¡Y no te acerques! que lo lamentarás —amenazó la niña—, tu Jolteon no corre tan rápido como mi Teddiursa así que ya supondrás lo superior que él en comparación con tu pokémon.
    —No quiero hacerte daño... —se dispuso Renzo a seguirle explicando, pero un sonido en los arbustos del bosque hizo que la niña se volteara y que Renzo deje de hablar.

    Se oían pasos, pasos acercándose, desde el bosque, la niña estaba asustada y Teddiursa había dejado se rostro de asombro por uno de furia. Unos segundos bastaron para saber la causa del ruido, el joven de sombrero y traje blanco, aparecía una vez más.



    [De vuelta con el resto del grupo...]

    Los demás chicos aún seguían en las afueras del bosque, Renzo los había dejado y decidieron dejar de esperarlo: «ya no podemos perder más tiempo, tenemos que salir todos hacia la playa» dijo Carlos, «si, pero tampoco podemos dejar Renzo sólo» dijo Claudia, así que discutieron un rato y acordaron dividirse en grupos: Avo, Flora, Joss, Diego y Carlos irían a buscar a Rafael, mientras que Claudia, Yami y Runtor irían a buscar y a ayudar a Renzo, luego se verían en esa misma pradera al atardecer, como sus pokémones de fuego podían hacer grades señales de humo y fuego en el aire, estaban seguros de que no sería difícil encontrarse en aquellos lugares.

    Runtor, Yami y Claudia partieron sin perder tiempo sobre Arcanine, al igual, los otros partieron rápidamente montados en Ninetales, Umbreon y Porygon2 hacia el volcán, sabían que no podían perder ni un minuto, sólo tenían hasta la tarde.

    Un grupo recorrió la periferia de la pradera, siempre en dirección al volcán, luego de media hora de viaje los pokémones ya estaban cansados por lo que hicieron una parada para recuperarlos. Nuevamente en camino, ya hacia unos veinte minutos que se habían introducido nuevamente en el bosque, y ya estaban sobre a un terreno montañoso donde al parecer el bosque acababa. A través de aquellos caminos en pendiente corrieron largas distancias sin hallar a Rafael, hasta que llegaron a un gran pico, tras el cual se podía ver varios más, y finalmente el volcán. Los pokémones estaban muy cansados, así que se detuvieron un momento a beber agua y a comer un poco otra vez.

    —Ahora, ¿como lo encontramos? —se preguntó Carlos—, sé que estamos muy cerca del volcán, pero él puede haber venido por otra parte y haber tardado más, porque venía caminando, en menos de seis horas no rodearemos este pico para buscarlo, no hay tiempo.
    —Si, yo sabía que más fácil era volver a casa —dijo Joss.
    —Yo también empiezo a creer eso —la apoyó Avo.
    —Oigan, no se desanimen —dijo Flora alzando la voz—, vieron lo que hicimos ayer, todos estábamos animados, no es tiempo para dejarnos caer.
    —Pues te diré que yo ayer en la noche aún después de la batalla nocturna, seguí pensando en volver, soñé con mi casa, mi hogar, no creo quiero seguir acá más —insistió Joss.
    —Entonces mañana en la mañana volverás en esos helicópteros de los que nos hablaron —sentenció firmemente Flora.
    —No empiecen a discutir ahora —intervino Carlos.
    —¡Pero no tiene caso! —exclamó Flora casi escandalizada— No tiene caso seguir con gente que no quiere continuar en la batalla.
    —Pues yo volveré, en eso si tienes razón —se decidió finalmente Joss.
    —¡Perfecto! —respondió Flora con aires de superioridad y desinterés— Pero entonces tendrás que ayudar mucho este último día que te queda acá, recuerda que mínimo tienes que estar en la playa medio día para que vengan a recogerte, o sea que tenemos que reunirnos con los demás antes del atardecer.
    —Puedo ir sola hasta la playa a esperar desde ahora —dijo rebeldemente Joss.
    —Ni lo pienses —se dispuso Flora a evitarlo—, de acá a allá, ¿tú sola?, te pierdes antes de darte cuenta en donde está la playa, Lapras y Swamperts son los únicos pokémones que pueden orientarse hacia el mar con los que contamos, y ni tenemos un Lapras acá, ni Diego te dejará usar su Swampert para que te lleve.
    —¿Diego? —volteó Joss para mirar a Diego con rostro de inocencia.
    —No, no lo haré —se negó rápidamente Diego—, tenemos que encontrar a Rafael, así que mejor pongámonos a pensar en como.
    —¡Si!, y yo sé como —dijo animadamente Flora.
    —¿Cómo? —preguntaron Carlos y Avo al mismo tiempo.
    —Con Banette —respondió ella con una sonrisa maliciosa.

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    Flora explicó que su Banette había perfeccionado mucho su ataque Lazos del Destino (Destiny Bond), tanto que podía transportarse hasta a tres kilómetros de distancia para verter sus lazos, así pues, Banette buscó por los chicos al rededor del pico yendo por acá y por allá, enlazando rocas, árboles y algunas criaturas por varios lugares al azar, y en menos de veinte minutos exploró la mayor parte del pico.

    Los chicos suponían que Rafael no podía estar tan lejos de ahí, así que decidieron buscar por los alrededores cada uno en una dirección diferente. Joss se quedó cuidando a los pokémones y descansando un rato más.

    —¿Ahora que hacemos? No podemos perder tiempo —preguntó abiertamente Carlos.
    —Entonces no perdamos tiempo —respondió Flora toscamente—, dividámonos ya, vayamos independientemente cada uno en una dirección por acá cerca y usen sus pokémones como yo usé a Banette, para cubrir mayores áreas.

    Joss estaba presionando sus dientes con cólera, no iba a aguantar que Flora le dijera lo que tenía que hacer, pero Carlos la agarró del brazo y le susurró mientras que Flora les daba la espalda y empezaba a caminar hacia delante separándose del grupo, «Resiste, que tengo algo que decirte que te interesará», entonces ellos empezaron a caminar, pero en sentido contrario al de Flora, y cerca de ahí, mientras caminaban juntos Avo, Joss y Carlos, empezaron a hablar:

    —Ya váyanse.
    —¿Qué? —preguntó incrédulamente Joss.
    —Váyanse, tú y Avo, apresúrense, acá tienen el Swampert de Diego para que los guíe —insistió Carlos mientras les entregaba una pokébola con el Swampert de Diego dentro—, hace un momento él me pidió que los dejara ir y al saber que yo también aprobaba el que se fueran, me entregó en silencio su Swampert para que se lo diera a ustedes.
    —¿Avo y yo? —preguntó nuevamente Joss sin poder creerlo aún— ¿Avo, qué me dices de esto?
    —Si Joss, yo volveré contigo —se apresuró Avo a comunicarle.
    —Cuando cabalgamos camino al volcán, Avo me dijo que él quería volver a casa sin importar lo que el resto del grupo decidiera —contó Carlos.
    —Si Joss, yo volveré a casa contigo —lo confirmó Avo.
    —Tengo que admitir que Flora tiene un poco razón en que esto es para los que tienen animo —empezó a explicarles Carlos todo el panorama—, y puedo ver que ustedes están pensando en su hogar más que en otra cosa, y los comprendo, ayer en la noche, antes de dormir, Runtor y Renzo estaban muy entusiasmados, pero ustedes dos eran los únicos que no decían nada; y en la batalla pasó algo parecido, ninguno de sus pokémones se esforzó en realidad, eso es porque ustedes mismo no se esforzaron, si ustedes no animan a sus pokémones y no se concentran en la batalla, ellos nunca ganarán, seguir adelante con ustedes sólo es seguir exponiéndolos al peligro, sé que esos dos tipos, sean quienes sean, no están jugando, mejor vuelvan que en casa estarán mejor.
    —Bien —aceptó Avo tranquilamente todo lo que Carlos les dijo—, y gracias por comprenderme, aunque las cosas que nos has dicho parecen un poco duras, sé que es lo mejor para todos.
    —Carlos, gracias, a ti y a todos por apoyarme aunque ponía mala cara —aceptó Joss también la decisión de Carlos y sus razones—, en verdad te prometo que aún lejos no los dejaré, haré lo posible por ayudarlos allá, veré como enviar ayuda para ustedes, y si Avo no me ayuda, lo haré yo sola. Dale especiales gracias a Diego por prestarnos su pokémon, sé que los cuida mucho y debe haber sido difícil decidir esto, dile que tenga por hecho que lo cuidaremos mucho, y cuando nos veamos nuevamente en la playa, le devolveré su pokébola sin un solo rasguño.
    —No te preocupes que yo en eso no te dejaré de ayudar, Joss —le dijo Avo en señal de apoyo—, y Carlos, toma esto —entonces Avo le entregó a Carlos un teléfono móvil— es mi teléfono celular, lo recuperé ayer en la noche, estaba junto con mis maletas en ese trozo del avión en el que encontramos a esa niña, el teléfono no tiene mucha batería y sólo le quedan tres dólares para hacer llamadas, así que úsalo sólo cuando hayan terminado con todo lo que quieran hacer y quieran volver, ahí hay sólo un número grabado varias veces, los demás los borré para asegurarme de que no se equivoquen, el Jolteon de Renzo, o aún mejor, el Magneton de Rafael pueden captar y emitir señales electromagnéticas a amplias distancias, así que cuando sea el momento llámame, estaré esperando.
    —Bueno, gracias —le respondió Carlos muy contento mientras quitaba la batería del teléfono para que no se siguiera descargando—, ahora ya váyanse, y gracias a ustedes también por su ayuda.
    —¡Bien! —dijeron Joss y Avo finalmente.

    Ambos chicos se alejaron rumbo a la playa guiados por Swampert, Carlos dio la vuelta y montó sobre Ninetales rumbo a encontrarse nuevamente con Flora y Diego para seguir buscando a Rafael. Él iba pensando que lo que había hecho era lo correcto, retener a una persona contra su voluntad no se debía hacer, así que supuso que Flora lo comprendería al fin y al cabo.

    Un rato después, Carlos se topó con Flora, que estaba explorando del otro lado de un gran hoyo erosionado, en ese momento el aire se tornó violento, y un fuerte viento levantó una espesa cortina de humo que apenas le permitía a Carlos ver a Flora del otro lado del hoyo. Flora liberó a Masquerain para tratar de disipar el polvo, y al hacer esto, ella logró divisar a Rafael, que venía sobre ellos colgado de su enorme Venomoth, entonces ella le gritó a Carlos: «¡Carloooos, detrás de ti, ahí viene Rafael!», Carlos volteó para recibirlo y gritarle «¡heey, acá estamos!», pero Rafael pasó de frente sin siquiera mirarlo, Carlos veía pasar esa oportunidad de reunirse con él nuevamente, además Rafael estaba nuevamente con su Venomoth (uno de los pokémones robados al inicio del viaje), por lo que adivinó de inmediato que algo importante había pasado; era definitivo, no podía dejar que Rafael se vaya, y por eso le ordeno a Ninetales que lanzara una fuerte llamarada contra Venomoth (era más importante parar a Rafael en ese momento). Venomoth fue alcanzado por las llamas y calló rápidamente hacia tierra, pero no hacia donde suponía Carlos que caería, Rafael y Venomoth estaban cayendo a lo profundo del gran hoyo que separaba a Carlos de Flora.

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    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    CAPÍTULO 11: ALGO EN SUS OJOS

    Carlos se acercó hacia la orilla de la pendiente, desde donde vio como Rafael aterrizaba suavemente en el fondo. Carlos y Rafael se conocían desde hace mucho tiempo, aunque su amistad había estado cuestionable por un notable sentimiento de rivalidad desde siempre, por lo que al ver que Rafael se había quedado ahí parado sin hacer nada por salir, Carlos sintió el deber de bajar para averiguar que pasaba y ayudarlo a subir. Él bajó fácilmente hasta el fondo, montado en Ninetales y una vez ahí, lo desmontó para caminar él solo hacia Rafael, quien hasta el momento le había estado dando la espalda. Cuando ambos estuvieron a unos cuantos metros, Rafael empezó a hablar sin mirar a Carlos a la cara:

    —¡Ah!, hasta que llegaste, ¿para que viniste acá Carlos?, ¿nuevamente a tratar de deshacer lo que yo hago? Déjame decirte que esta vez no conseguirás nada, y te lanzaré por allá, cuesta abajo si es necesario.
    —Oye, disculpa que haya lanzado fuego contra ti —se disculpó Carlos—, pero es que no parabas y...
    —Y querías que hiciera lo que tu querías, ¿verdad? —lo interrumpió fríamente Rafael.
    —No —contestó Carlos muy extrañado por la postura que Rafael había adoptado repentinamente—, es sólo que teníamos que hablar contigo, tenemos que volver.
    —Y no te has puesto a pensar que yo tenía otra cosa en mente, algo así como llegar hasta ese volcán, ¿eh? —prosiguió Rafael antes de voltear para mirar a Carlos, quien al ver que sus ojos despedían un tenue brillo rojizo, supo de inmediato que Rafael no era el mismo, y continuó:
    —Eh, Rafael, por cierto, ¿ha pasado algo raro mientras que estabas separado del resto del grupo? —intentó indagar Carlos en lo que le había pasado a Rafael.
    —Me parece que quieres saber más de lo que debes, Carlos —respondió sagazmente Rafael.
    —No, lo digo porque ya tienes a Venomoth contigo, y él fue robado junto con otros pokémones nuestros —le respondió Carlos inteligentemente.
    —Si, pero sólo recuperé a mi Venomoth —contestó Rafael brevemente.
    —Pero y cómo el tipo que los robo te... —intentó Carlos seguir interrogando a Rafael, pero este no lo permitió, por lo que cortó sus palabras diciendo firmemente:
    —Eso no im-por-ta, ahora, dime algo que me interese que me parece que estoy perdiendo mi tiempo con esta conversación.

    A Carlos le molestó mucho ese último comentario, puesto que algunos chicos estaban ahí, luchando contra el tiempo para reunirlo con los demás, y Rafael se estaba portando de modo insolente sin razón aparente.

    —¡Óyeme bien!, hemos venido prácticamente a salvarte de que... —empezó a decir rápida e ininterrumpidamente Carlos, pero sus palabras fueron postergadas por sus propios pensamientos al empezar a imaginarse por qué los ojos de Rafael estaban de ese modo; Carlos pensaba que lo que haya puesto ese brillo en los ojos de Rafael, también era lo que lo estaba haciendo actuar así, por lo tanto ninguna conversación lograría hacerlo entrar en razón, pues perecía que en ese momento, su razón no era la que dominaba a Rafael, sino, fuerzas extrañas, por más rara que pareciera la idea. Mientras tanto, Rafael seguía hablando, con un semblante aún más furioso:

    —...De qué?, ¿de qué?, ¿de ustedes a caso?, pues para que lo sepas, no pienso volver con ustedes hasta que termine lo que tengo que hacer.

    Eso sorprendió a Carlos aún más de lo que la extraña actitud de Rafael lo había sorprendido ya, ¿qué era lo que Rafael "tenía" que hacer?, así que Carlos continuó:

    —Y, ¿qué es lo que vas a ahora entonces?
    —Preguntas, preguntas y ninguna buena respuesta, yo no soy tu reportero idiota, Carlos, me largo —acabó por explotar Rafael y se disponía a salir volando del lugar, pero Carlos no podía dejarlo ir aún, tenía que saber por lo menos a donde estaba decidido a ir.
    —¡Alto!, espera... —pero al ver que Rafael lo había empezado a ignorar, Carlos se dispuso a detenerlo por la fuerza, por lo que se hizo a un lado y, mirando de soslayo a su monstruo, dijo:— bueno, ¡Ninetales evita que se escapen con tu espiral de fuego!

    Ninetales desde lejos se acercó corriendo a toda velocidad mientras esparcía una línea de fuego sobre Venomoth formando finalmente un espiral al rededor de él. Ante esto, Rafael volteó una vez más hacia Carlos y dijo: «Si, eso es lo que quieres, tendré que enseñarte a no meterte conmigo más, Venomoth, ¡Ventisca Infernal!», y con esta orden Venomoth batió las alas furiosamente creando un denso viento oscuro, que despidió el espiral de fuego en todas las direcciones, extinguiéndolo luego. «¿Quéeee?» pensó Carlos sorprendido, ese ataque nunca lo había escuchado y era muy fuerte, el viento que soplaba no era un viento cualquiera, arrastraba incluso a Carlos por más que trataba de oponérsele.

    Ninetales dejó de atacar y el torbellino avanzó hasta él y lo lanzó con todo por el aire. Carlos logró a tiempo recogerlo en una pokébola, para cambiarlo por Grotle. La tormenta no podía mover a Grotle por su gran peso, parecía que esta vez tendría más oportunidades, pero no fue así. Rafael le ordenó a su pokémon: «Venomoth, ¡Ataque Sanguijuela!» haciéndolo lanzar sobre Grotle varias larvas negras que se le pegaban por todas partes, entonces Rafael exclamó: «Ahora, ¡Venomoth, absorbe su energía!». Las larvas estaban haciendo sufrir a Grotle, y por su parte, Venomoth ya se estaba preparando para el próximo ataque, pero Grotle trató de no perder su turno usando su ataque Roca Trampa, el cual hizo que las rocas cercanas a Venomoth saltaran hacia él en el acto. Las rocas se movieron demasiado lento como para golpear a Venomoth, que se movió hábilmente a través de las rocas, y sin perder tiempo continuó su ataque, esta vez con un Atajo Aéreo y un Torbellino, que terminó de dejar a Grotle fuera de combate.

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    Flora, vio todo desde arriba, y al notar que Carlos había perdido la batalla, se dispuso a participar del encuentro gritando desde donde estaba:

    —Segundo asalto, yo contra ti —propuso Flora.
    —No me dejarás ir en paz, ¿verdad? —dijo Rafael despreocupado.
    —Pues claro que no, hasta que pruebes mis ataques —le respondió Flora con la misma ironía.
    —Querrás decir, el de tu pokémon —le corrigió odiosamente Rafael.
    —Como sea —dijo Flora restándole importancia a sus provocaciones verbales—, si gano, nos dirás a donde es que piensas ir, y como conseguiste de vuelta a tu Venomoth.
    —Jajaja, no importa lo que apuestes, no ganarás —parecía Rafael muy confiado.
    —Flora, no, tus pokémones son muy livianos, no podrán soportar el gran viento que Venomoth crea acá abajo —intentó Carlos advertirle a Flora, a lo que ella respondió:
    —Si, sé muy bien como están las cosas allá abajo, pero Venomoth empujará por los aires a mi pokémon, sólo si tiene un cuerpo físico, pero si es un fantasma, eso estará más difícil, ¡ve Banette!

    Flora liberó desde arriba a Banette sin lanzar la pokébola, y ella empezó la batalla. Banette aparecía y desaparecía yendo de un lado a otro, confundiendo a Venomoth, pero Rafael habló antes de que Banette atacara en serio: «¡Venomoth, no te dejes engañar! jajaja, fíjate que Banette siempre aparece en los mismos lugares», fue por esto que Venomoth se dio cuenta de como funcionaba el truco de Banette y predijo su próxima aparición, a continuación Flora se decidió a dar su siguiente orden: «Banette, cambia de táctica, ahora...» pero antes de que Flora completara su orden Venomoth venció a Banette de un solo movimiento, con un fuerte ataque psíquico.

    Banette cayo al suelo sin pena ni gloria, y Rafael comentó vilmente: «oooh, que pena, y me prometiste que ibas a durar más» Flora miraba a Rafael con ojos de ira mientras apretaba fuertemente su pokébola, entonces unos fuertes y gigantes estallidos interrumpieron la escena.

    Se escucharon fortísimos sonidos como “¡boooom!, ¡buuumm!, ¡prrrrro!” por todos lados y aparentemente muy cerca de ahí. «¿Pero qué pasa?» preguntó Carlos con rostro de preocupación, Flora miraba hacia el rededor atónita, moviendo la cabeza cada vez que una nueva explosión sonaba, luego miró nuevamente a Banette desmayado y alzando la mirada hacia el pico que estaba cerca de ahí desesperadamente dijo «¡oh no!, ¡son los Lazos del Destino que Banette puso para buscar a Rafael!, ¡ahora que él se ha desmayado recién están empezando a estallar!», a lo que Rafael respondió muy enojado: «¿Qué? ¿¡Ese maldito ha puesto Lazos del Destino por todo el lugar!?». Flora no se detuvo a escuchar a Rafael; recogió a Banette en una pokébola y gritó una vez más: «¡Carlos!, ¡tienen que salir de ahí abajo cuanto antes, eso se va a llenar de rocas y tierra, no sobrevivirán si los alcanza!»

    Desde el fondo del profundo hoyo, Carlos y Rafael veían venir una avalancha rocosa sobre ellos, Rafael de inmediato se aseguró la existencia liberando Sandslash, quien lo primero que hizo fue enterrar sus largas garras en el suelo para sacar una enorme roca que alzó sobre sus hombros, y con la que se dirigió hacia Carlos con pasos decididos. Flora desde arriba gritó: «¡Carlos cuidado, Sandslash va a atacarte con esa enorme roca, usa un pokémoooon!», pero dejó de prestarle atención a lo que pasaba allá abajo cuando se percató que una roca estaba a punto de caer sobre ella.

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    Flora corrió despavorida del lugar, cuando de pronto se escucho un ruido sordo: «Pinnnnn, rrrrrrr», la impresión hizo que Flora tropezara y cayera, al girar la cabeza para ver lo que había pasado vio que un grueso Poliwhirl había roto en pedazos la roca con su Puño de Hielo; Diego y Yami habían aparecido. Entonces Flora se paró rápidamente y le dijo efusivamente: «¡Que bien que apareciste, no sabes cuanto te lo agradezco, pero ahora tenemos que...!», Flora se quedó con la palabra en la boca cuando un fuerte ruido sonó desde el fondo del hoyo donde Carlos y Rafael estaban. Flora corrió a ver que había pasado, y lo peor era lo que había pasado: el gran hoyo estaba lleno de rocas por todos lados, y no había ni rastro de Carlos o Rafael.

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    Sir Lord Baltimore

    Sir Lord Baltimore Entusiasta

    Virgo
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    Innovador no es la palabra correcta para el fic, pero fresco se ajusta mas, me ha gustado parte de la estética. El hecho de que incorpores imágenes, me ha cautivado. En definitiva es algo que no había visto muchas veces. Mi problema es el uso excesivo de emoticonos, no los uses hermano. La historia es buena, pero ya te he dicho lo que me ha cautivado. Te aconsejo que reedites algunos capítulos, solo para mejorar la estética. Vas bien, sigue así.

    (Nota: Pienso robarte la idea de la imágenes. Es tan avant garde la idea)
     
  17.  
    Blood Dupre

    Blood Dupre Usuario VIP

    Tauro
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    Hola, gracias por invitarme, en cuanto a la trama me parece muy interesante, pero no creo que debas adjuntar todas estas imágenes en el escrito ya que confunden a las personas o al menos a mi, otra cosa que te recomendaría sería utilizar el guión largo, te dejo el link para que lo consultes (http://fanficslandia.com/index.php?threads/guión-largo.10662/) y por último creo que no es conveniente utilizar los emoticones en una historia, en fin esa es mi humilde opinión, y espero la continuación de tu historia. Adiós.
     
  18.  
    CarlosCF

    CarlosCF Usuario común

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    Claro Caballero, no hay por qué ponerse solemne con el tema de los gráficos la idea es hacer lo que nos guste y manifestarle al resto del mundo nuestra forma de arte, y lo de los emoticones, créeme, desde que me impusieron la ley “animaciones cero” estoy sobrellevando ese mal hábito mío de la mejor manera. Por cierto, suerte con lo de incluir dibujos en tu historia, espero que no te hagan un drama por unas cuatro fotitos (jaja, ya que lo menciono, por ahí vi una historia que lleva los mismo videos en tooooodos los capítulos, al inicio y al final, apuesto que en ese tema deben haber empezado la primera guerra historial en pro del texto plano).

    Jozz, lamentablemente no he ido nunca a Costa Rica, aunque si tienen lugares como ese estoy seguro que debe ser como un paraíso. Pues te contaré que para ese y varios otros paisajes de la historia, lo que hago es entrar a páginas de fotografía profesional y buscar ahí los lugares que más se parezcan a los que imagino, luego retoco y edito las imágenes y así quedan; créeme que es una de las partes más divertidas de hacer los capítulos, pasar tiempo viendo lugares bellos en busca del que diga mejor lo que quieres expresar.

    Gracias chicos por sus mensajes, la verdad es que ya tengo listo dos capítulos más, pero como ya me dijeron, mejor espero para que el texto no se acumule y se vuelva imposible seguir leyendo.
     
  19.  
    CarlosCF

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    CAPÍTULO 12: NO ME IMPORTA

    Flora observaba atónita al gran montón de rocas que había prácticamente tapado el profundo hoyo donde Rafael y Carlos habían estado discutiendo, sin saber lo que debajo de esas rocas estaba ocurriendo.

    Bajo toda esa pesada capa de tierra y roca, Carlos y Rafael seguían vivos, incluso no habían sido golpeados por semejante avalancha. Ocurrió que Sandslash había arrancado un gran bloque rocoso del suelo y lo había puesto frente a Carlos para protegerlo de las grandes rocas que cayeron sobre ellos, Rafael por su lado, se encargó de llegar a tiempo junto a Carlos para protegerse también. Así los tres sobrevivieron al deslizamiento rocoso. Carlos ahora no sabía que pensar, no sabía si Rafael le había ordenado a Sandslash que hiciera eso, o Sandslash había actuado por su propia cuenta movido por el aprecio que le tenía a Carlos de tiempos pasados. Rafael estaba ahí, al lado de Carlos, atento a lo que pasaba alrededor del pequeño espacio que Sandslash había anticipado; se veía claramente que ese nuevo brillo rojo seguía viéndose en los ojos de Rafael, pero si no lo dejaron morir sepultado (ya sea Sandslash o Rafael) bajo las rocas, era porque aún había algo de estima en ese pequeño grupo de amigos, así que Carlos no temió decir:

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    —¿Por qué Sandslash hizo eso?
    —No preguntes mucho o, ¿prefieres la muerte? —le respondió con una pregunta Rafael, sin mirar a los ojos a Carlos.
    —Entonces, parece que tendremos mucho tiempo para conversar sobre las cosas que nos han pasado estos últimos días —dijo Carlos tratando de poner un tono alegre a sus palabras, pero aún desconfiado por el modo como Rafael podría reaccionar.
    —No seas entrometido —se anticipó Rafael antes de dar cualquier otra declaración—, será mejor que idee el modo de salir de acá rápido.
    —De acuerdo —volvió a decir tranquilamente Carlos—, pero como amigos que somos, creo que hay cosas que debería saber.
    —Oye, Sandslash no aguantará esa roca por mucho tiempo más, no hay nada de que hablar y mucho menos acá —se dispuso Rafael a acabar con esa conversación mediante duras palabras.
    —De a cuerdo, sacaré un pokémon que pueda cavar para salir de acá —aceptó Carlos la situación y dejó de insistir.
    —Ni te molestes —dijo Rafael con tono malhumorado antes de liberar a su pokémon Sneasel, el cual se puso a rasguñar las rocas superiores para hacer un túnel hacia la superficie.
    —Si, pero yo estoy en este grupo también —se apresuró a decir Carlos mientras liberaba a Ninetales, que poniéndose sobre sus dos patas trasera, empezó a ayudar a Sneasel a cavar—. Podemos charlar, mientras los pokémones trabajan, ¿no crees? —se arriesgó Carlos una vez más a sugerir una pequeña plática, pero Rafael dirigió su mirada hacia los pokémon, y con aires de incomodidad respondió:
    —No sé que quieres que te cuente para que me dejes en paz, confórmate con saber que voy para el volcán.
    —Si, bueno —respondió velozmente Carlos tratando de mantener la naturalidad de una conversación cordial a pesar de que la actitud de Rafael demandaba una discusión en vez de una charla—, cuando te separaste, nos dejaste bien en claro que lo que más querías era ir a ver el volcán, yo incluso sé que te fascinan, y que siempre has querido ver uno —e hizo una pausa para esperar comentarios de Rafael, pero al ver que no ocurría nada, continuó—, pero tengo que decirte que no creo que sea un buen momento ahora, tenemos que ir a la playa a esperar, nos encontramos nuevamente con el tipo de blanco, al parecer no nos quiere acá por nada del mundo, y dice que está dispuesto a proporcionarnos un helicóptero seguro, si esperamos en la playa sin movernos de ahí por lo menos hasta mañana.
    —¿Y tú crees que es tan fácil? —contestó Rafael con su inmutable rostro de desagrado—, no sabes quien es ese tipo de blanco, por lo tanto no pueden asegurar si el helicóptero que les enviará es seguro; ahora que te escucho, te puedo decir que la decisión que van a tomar para salir de acá es más descabellada que la que yo estoy tomando al no aceptar volver contigo.
    —Pero creo que esa decisión deberíamos tomarla todos juntos, considera un poco a los demás, si tu no estás ahí, los que quieran irse no podrán hacerlo, todos nos veremos obligados a quedarnos acá Dios sabe hasta cuando —dijo Carlos con un ritmo un poco más apresurado.
    —¿Y por qué yo si debo hacer lo que ustedes me obligan? —preguntó puntualmente Rafael.
    —Sólo ven con nosotros, por favor, si hablamos todos juntos quizá veas las cosas mejor —se explicó sencillamente Carlos, sin tener más argumentos en mente.

    Rafael se rehusaba a aceptar lo que Carlos le proponía, y para su suerte, la conversación veía su final cuando finalmente Ninetales y Sneasel acabaron de abrir un túnel hacia la superficie; entonces Rafael recogió a Sneasel en su pokébola, liberó a Venomoth, montó en él y se dispuso a salir volando de ahí, no sin antes recoger a Sandslash mientras decía rápidamente sus últimas palabras:

    —Cada uno es libre de hacer lo que mejor crea, y yo debo ir al volcán a cumplir con lo que tengo que hacer, si quieren irse de acá, bien, háganlo, pero no me metan en eso, y si mi ausencia les impide irse, pues sólo digan que estoy muerto y ya, después de esta avalancha, creo que tienes buenas excusas para decir que lo estoy, así que no se hable más, espero que esos helicópteros los lleven a casa sanos y salvos, como ustedes creen.

    Cuando Rafael salió volando de ahí, una de las tantas rocas empezó a despedazarse y la cámara se volvía cada vez más y más inestable, entonces Carlos de inmediato montó sobre Ninetales, que de un impulso alcanzó el túnel y salió corriendo a través de él hacia la superficie.

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    Flora, que había estado atónita todo ese tiempo pensando en la mejor forma de ayudar, vio como Rafael salía a toda velocidad del túnel que lentamente se había estado abriendo entre las rocas, entonces le gritó a Rafael: «¡Espera te necesitamos para salir de esta isla!», y éste le respondió con un rostro enojado: «¡Si, ya lo sé todo, y pueden quedarse con su oferta y hacer como que he muerto; ahora que tengo a Venomoth yo puedo solo con esto!». En ese momento Rafael miró hacia el volcán y la llama de sus ojos se avivó más que nunca, Flora y Diego notaron eso, y vieron como Rafael empezó a actuar como un zombi, su mirada perdida se dirigía hacia el volcán. Flora intentó llamar su atención otra vez, pero Rafael no respondió, y sin mayor despedida, emprendió nuevamente su viaje aéreo hacia el volcán, pero esta vez, nada impidió que se alejara.

    Carlos salió por el túnel en ese momento, y pudo ver como Rafael volaba a lo lejos, entonces miró a Flora y ella lo miró a él, ambos con rostros de confusión y desesperanza. Finalmente Carlos le dijo a Flora: «tenemos que volver con los demás cuanto antes, ahora si hemos perdido a la persona que hemos querido encontrar».

    Más allá, oculto entre el paisaje accidentado, el aún desconocido hombre de traje azul oscuro había presenciado todo lo ocurrido y pensó: «uno menos, y dos se irán, es un buen inicio pero aún hay trabajo por hacer y lo próximo será... recuperar el paquete», su rostro lucía una malévola y sobria sonrisa, señal de que malas cosas iban ha pasar.

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    CAPÍTULO 13: LOS NOMBRES DEL EXTRAÑO BLANCO Y LA NIÑA GRIS

    Pero ¿qué ha pasado durante todo este tiempo con Renzo, Runtor, Claudia, Yami y la niña?, para saberlo volvamos al otro lado de la isla, en la pradera. Renzo había ido a buscar a la niña siguiéndola hasta llegar junto a ella justo antes de entrar a una nueva zona foreste, pero en ese momento había hecho nuevamente su aparición el tipo del sombrero y traje blanco. Runtor, Claudia y Yami por otro lado, se separaron de los otros para ir a ayudar a Renzo. Ahora veamos que fue lo que pasó durante todo ese tiempo, ya era más o menos medio día en el volcán, así que volvamos un par de horas antes, momento en que Renzo, la niña y el hombre del sombrero se volvieron a encontrar.

    —Que bien que los encuentro, supongo que después de ayudarme en mi trabajo —dijo el extraño hombre refiriéndose a Renzo—, ya estarás haciendo tu equipaje para volver, ¿no?
    —Sabía que mentías —le recriminó la niña a Renzo volteando tempestuosamente a verlo—, a mi no me engañas, sé perfectamente que es lo que pretenden.
    —Oye, yo no vengo con ese —le dijo Renzo a la niña enfadado porque ella no dejaba de desconfiar de él—, y tú —prosiguió a continuación refiriéndose al hombre—, ni tengo equipaje, ni pienso regresar; y ni te he ayudado, ni ayudaré en nada ¿entendido?
    —Ja ja ja, tranquilo muchacho, mantén tus modales que la paciencia se me acaba —dijo el hombre con aires de burla—. Y tú, niña, a ver di, si sabes lo que pretendo ¿puedes decirle a ese muchacho cómo me ha ayudado?

    La niña ahora estaba furiosa y callada, callada pero de entre sus dientes un sonido de cólera se escuchaba, era evidente que en realidad no sabía lo que el hombre aquel planeaba.

    —Ja ja ja, lo sabía, no sabes nada, ni lo que pretendo, ni lo que quiero —prosiguió en sujeto de blanco—. Ahora, tú jovencito, si me as ayudado, ¿y sabes cómo?
    —Yo no te he ayudado en absolutamente nada, y ni pienso hacerlo nunca —le reiteró Renzo.
    —Ja ja ja, claro que si me has ayudado, y mucho, me has traído lo que buscaba, lo que quería —insistió el hombre.

    Renzo lo miraba con ira, pero al mismo tiempo desconcertado y extrañado; el no traía nada más de seis pokébolas, así que empezó a buscar la respuesta en otro lado, y al mirar a la niña y al Teddiursa, abrió los ojos enormes por lo que pensó cosas que luego fueron confirmadas por aquel hombre de sombrero, quien dijo con una manteniendo la mirada fija hacia la pequeña niña:

    Ángela Bedran Louren, hija del dueño de la corporación más avanzada en tecnología Pokémon, tú... eres lo que quiero.

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    En ese momento una sonrisa macabra se dibujo en el rostro del hombre, justo después de que llamara a la niña por su nombre. «Ni lo sueñes, ve Jolteon» gritó Renzo, alzando la mano para darle la orden inicial a Jolteon. Ángela, la niña, se asombro por esas palabras, empezó a pensar que quizá después de todo Renzo decía la verdad «Teddiursa, es hora de luchar» dijo ella uniéndose a la batalla, pero sin bajar la guardia respecto a Renzo. Ahora era el turno del hombre, que dijo: «ja ja ja, me diviertes niño, y tú también Ángela, bueno, les daré gusto» y después de eso, de un gran brazalete metálico que el sujeto llevaba en su antebrazo salió un royo de luz y un Golem apareció en el campo por él.

    —Soy Renzo, idiota, te enseñaré a no volar aviones con gente adentro —dijo Renzo furiosamente.
    —Oh, que mal que no sepas modales, porque después de esta batalla ya no podrás aprenderlos, pero ya que me dijiste tú nombre, te retribuiré del mismo modo, les diré con quien están hablando para que en su otra vida teman cada ves que escuchen el nombre —respondió el sujeto de banco con mucha seguridad en sí mismo.

    Renzo empezó a temblar, pero se mantenía fuerte, aún estando asustado, y el hombre siguió:

    —Me llamo Mefian Louren, quizá no me conozcas Ángela, es que no conocer a los familiares es un pequeño defecto que algunos tienen.

    Ángela quedó atónita después de eso; pero la batalla estaba por empezar, y Renzo fue el que la sacó de su trance al gritar: «Jolteon, ¡Danza de la Lluvia!»

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    Teddiursa empezó a moverse y la niña se apartó rápidamente del campo de batalla, él se dirigió hacia Golem y saltó justo antes de llegar para luego atacarlo con su Cola de Acero, pero Golem saltó a tiempo y de un puño apartó a Teddiursa del camino, quien salió volando, pero al parecer sin ningún rasguño. Luego Golem lanzó rocas hacia Jolteon y él apenas logró esquivarlas con su Agilidad, Teddiursa no perdió tiempo y nuevamente dirigió un ataque hacia... ambos; «no sé aun si en realidad ese chico quiere ayudarme, no me puedo confiar» pensó Ángela antes de gritar «¡Terremoto!», entonces Teddiursa chocando sus garras con el suelo hizo temblar la tierra, Golem y Jolteon saltaron, y en ese momento Golem logró golpear a Jolteon con un Puño de Roca. «¡Jolteon párate!» le gritaba Renzo a Jolteon, que después del golpe yacía tirado en el suelo. Golem se envolvió disponiéndose a vencer totalmente a Jolteon con un Ataque Rodada, Jolteon se levantó con las pocas fuerzas que le quedaban e intentó moverse rápido para evitar el ataque, pero la lluvia que caía en el campo lo hacía ir lento y por lo tanto fácil de alcanzar, parecía que ese era el final de Jolteon. «Ya calló uno, ahora falta Golem» pensó la niña y con un gesto le ordenó a Teddiursa hacer el ataque Demolición. Teddiursa avanzaba más rápido que Golem, así que alcanzó a Golem antes de que este último alcanzara a Jolteon, con lo que justo antes de que impactara contra Jolteón logró sacar a Golem de su marcha con un fuerte golpe. Golem fue lanzado lejos por el golpe y al caer dio un rebote haciendo temblar el suelo y causando un terremoto en el campo, Renzo recogió a Jolteon a tiempo y luego lanzó a... Gengar «¿qué no tienes más cabeza para elegir pokémones a la hora de batallar?» le gritó enojada la niña a Renzo, «espera y verás, ahora podrás hacer tus terremotos sin problema» le respondió él; Teddiursa nuevamente ejecutó un terremoto, y Gengar empezó a flotar en el campo, la niña se sorprendió de ellos, pensó que con eso iba a lograr impactar a los dos pokémones, pero Gengar fue más rápido y sólo alcanzó a Golem, el cual trató de defenderse endureciéndose y luego de un rato empezó a rodar hasta llagar a Teddiursa para tratar de pegarle un golpe en el rostro (ataque Demolición), pero Teddiursa lo evitó rápidamente deteniendo su puño con una garra, Tediursa se aventajó y con su otra garra también trató de contraatacar con un Golpe Demolición, pero de igual forma Golem también logró detener el puño a tiempo.

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    El esfuerzo de Golem y Teddiursa se veía en sus caras, estaban dando todo lo que podían, sus miradas estaban fijas. Mefian y Ángela estaban concentrados en la batalla, ellos vivían el momento sin darle atención a otra cosa, situación que desequilibraría la batalla entre Golem y Teddiursa.

    Golem de pronto empezó a crujir y de la nada su cuerpo rocoso empezó a gotear un líquido verde, más y más «¡goooouuuu!» gritó Golem al cielo. Gengar desde lejos había estado drenando su energía con su técnica mega drenaje, así Teddiursa tomó ventaja de la debilitación de Golem y logró atravesar con su puño la defensa de su rival, golpeándolo tan salvajemente que llegó a destrozar todas las rocas que componían su pecho, para luego empujarlo con el efecto del golpe a lo largo del campo hasta dejarlo inmóvil en el suelo; entonces Renzo le dijo a Ángela alegremente: «¿no lo ves?, te lo dije, espera y verás; tenemos que hacer las cosas en equipo para ganar».

    Ella pensó rápidamente: «no, creo que este niño no miente, ¿cómo pudo atacar a Golem si quiere hacerme daño?, eso no puede ser, si el hubiera estado de parte de ese hombre, hubiera aprovechado un momento como ese para atacar a Teddiursa y darle ventaja a Golem; con la fuerza de Golem, Teddiursa hubiera perdido con ese ataque, y yo ya estuviera perdida también; no, no quiere hacerme daño, hasta su sonrisa me lo dice» y después de pensar todo eso, Ángela le respondió a Renzo con otra sonrisa.

    «Ja ja ja, que tontos se ven alegres, ¿en verdad creen que han ganado?» preguntó Mefian con una sonrisa malévola en la boca; Renzo y Ángela se extrañaron con esas palabras, y con lo que estaba pasando, Golem se levantó del suelo sólo con sus patas traseras, y abrió los ojos, en los cuales parecía que ardían grandes llamas, brillantes y furiosas. Entonces Golem una vez más se dispuso a atacar arrancando un trozo de tierra y alzándola sobre su cabeza, y luego gritó desesperadamente: «goooooooooouuuu» antes de lanzarla fuertemente contra Teddiursa y Gengar, que trataron de esquivarla separándose, pero el bloque rocoso se quebró en dos partes en el aire, logrando darle a ambos pokémones que al no aguantar el ataque y cayeron desmallados al suelo.

    Ante el rostro descomunalmente admirado de Renzo y Ángela, Mefian dio un paso adelante y alzó uno de sus puños firmemente dejando ver su rostro desenfrenado y maligno, entonces dijo: «jajajajaja, yo no pierdo ¡No pierdo!».

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    Última edición: 18 Septiembre 2015
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