La Doncella de Hierro

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-Título del fic: La Doncella de Hierro
-Resumen: una obra muy importante de la cual todos quieren ser participe se llevara a cabo teniendo a Hinata Hyuga como protagonista femenino y a Sasuke Uchiha como protagonista masculino o era Naruto Uzumaki.
-Fandom: Naruto Shippuden
Advertencias: UA, Romance un poco
Raiting: K
Beteado por: Mi
Número de palabras: 897​

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La Doncella de Hierro​

Una casa, en ella una habitación iluminada por los rayos de sol que entraban por la ventana, una pila de ropa sucia en una esquina, envases de comida chatarra en el suelo, en especial de ramen instantáneo y en el centro de la habitación una cama, sobre ella un muchacho de cabellera rubia, ojos azules y tez india, el cual abría sus ojos lentamente.

—Las nueves de la mañana, aun es temprano —musito al ver el viejo reloj de pared y volviendo a dormir — ¡Las nueve de la mañana! —Gritó, cayendo al suelo — ¡Voy a llegar tarde!

Rápidamente se levanto del suelo, se baño y coloco sus respectivas ropas de faena, saliendo de su hogar para comenzar una carrera hacia su trabajo.

Corría y corría sin parar, tan rápido como sus piernas se lo permitían, de sus labios solo se podía escuchar una disculpa o permiso señor, señora cada vez que chocaba con alguien, hasta que por fin llego a su destino: Teatro Luminosidades.

Su trabajo allí era mantener los actores contentos, él sacaba copias a los guiones y las entregaba, les traía el café, limpiaba sus desordenes dejados en los camerinos y de noche era el conserje del lugar.

Conseguir trabajo cada día se volvía más difícil y él no había nacido en cuna de oro, así que debía de ganarse la vida de una forma u otra, aunque en sus adentros le gustaba este lugar, ya que antes había llegado a terminar un curso de actuación pero nunca se pudo graduar por no tener el dinero necesario y estar cerca de ellos, esos actores engreídos, amistosos o no, lo mantenía cerca de su pasión original.

—Naruto, por fin llegas —le llamó una chica de cabellera roja y ojos escarlata, y sobre los cuales descansaban unos lentes de un color grisáceo, en su mano izquierda sostenía una bandeja con lo que parecía ser café —aquí tienes —se la entregó —como no llegabas tuve que encargarme yo de tu trabajo y yo odio ser mesera —tomo tres envases de café de los seis colocados en la bandeja y se fue diciendo cosas incoherentes al parecer.

—Gracias Karin, pero ¿A quién se los entrego? —pregunto, pero no obtuvo respuesta la chica continuo su camino hablando consigo misma.



Después de unos minutos se las había ingeniado para saber a quienes debía entregarle el café, negro y sin azúcar para Ino, con leche y azúcar para Sakura y con crema y azúcar para la protagonista de la obra, había entregado los primeros dos, solo le faltaba el de Hyuga, Hinata.

El no la conocía, había escuchado su nombre en boca del escritor de la obra, él cual no se cansaba de decir que ella era la indicada para ese papel y debían esperar a que llegará y no suplantarla y con una actriz cualquiera, pues aunque los ensayos habían comenzado hace dos semanas, ella se presentó hoy.

Todos decían que era una diva del estrellato, una engreída, mira que hacerse esperar dos semanas para presentarse en los ensayos, pero él no pensaba lo mismo, no era nadie para juzgar a las personas, además no la conocía así que ni tenia derecho, ni le correspondía juzgarla, él solo era el mensajero y conserje del lugar, nada mas.

Se encontraba justo en frente a la puerta del camerino de la joven, tocó la puerta —Adelante —escuchó decir desde adentro, entró y quedo anonadado ante tanta belleza contenida en una sola mujer, en la chica que se encontraba justo enfrente de él. Facciones finas, un tono de piel claro, cabello largo, y sus ojos, que ojos no podía definir el color exacto, ¿Gris? No… ¿Lilas? Tampoco, el verlos le recordaba mucho a la luna.

—Que hermosa eres —Pronuncio sin darse cuenta, sintiéndose un poco avergonzado al decirlo de una manera tan franca, ya que no era su estilo, ni su forma de ser.

—Gra…gracias —expreso tímidamente la chica, a la vez que bajaba la mirada y jugaba con sus dedos.

—Su café, señorita —ella lo tomó de la bandeja —espero le guste —expresó con una de sus típicas sonrisas, a la vez que se retiraba.





Horas después comenzaría el ensayo si no ser por que nadie encontraba su libreto, y no todos se sabían todo lo que debían decir, en especial Hinata, ella apenas había leído unas cuantas líneas.

—Karin, yo te entregue mi libreto ayer antes de irme —aseguro Sakura, una actriz de cabello rosa y ojos verdes —es mas creo que todos nosotros te los entregamos a ti.

—Los guarde en una caja y se lo entregué al chico del café, el debe tenerlos guardados en algún lugar.

—yo…bueno…yo —el rubio no recordaba en que lugar los había colocado —cierto, los lleve a mi casa —expreso llevando una de sus manos a la nuca y sonriendo.

— ¿Dónde están ahora? —pregunto la joven Sakura, a lo que naruto no supo que responder, recordaba habérselos llevado a su casa pero no podía recordar si los había traído de vuelta —Los dejaste en tu casa ¿Cierto?, ve a buscarlos ahora mismo —expresó a la vez que le daba un golpe en el rostro, ella no era una chica violenta solo que no podía controlar sus emociones.
Naruto por su parte se apresuró, en busca de los libretos a la vez que sobaba su mejilla derecha, la cual estaba bastante roja.

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Espero les haya gustado el primer capitulo de esta historia.
nos vemos en la proxima.
bye, besos.