Aula 3-2

Tema en 'Tercera planta' iniciado por Yugen, 9 Abril 2020.

  1.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    Por la mañana cuando me desperté para prepararme noté que papá estaba sentado en la mesa y parecía llevar rato allí solo con una taza de café y sus pensamientos. Pasaba de día, por la tarde o por las noches, a veces sólo se quedaba allí en los espacios, pensando o quizás tratando de no pensar en lo absoluto. Lucía particularmente cansado y una parte de mí quiso preguntarle por el incidente en casa de las Minami, pero al final no abrí la boca.

    Cuando estaba por irme me ofreció ir a dejarme porque su turno de hoy empezaba más tarde, así que acabó trayéndome a la escuela y dejamos a mamá descansando, pues todavía le quedaban al menos una hora de sueño. Llegó, aparcó no muy lejos de otros dos autos y afuera noté a Shimizu con un hombre desconocido, Verónica y la que no podía ser otra que su hermana mayor.

    Tenía que estar loca para acercarme con Shimizu presente, además tampoco sabía quién era el otro random, y por tanto me limité a despedirme de papá para entrar a la escuela. A pesar de todo no pasé por alto que papá no se fue de inmediato, se había quedado estacionado y los nervios me lamieron la nuca, a sabiendas de que andaba siguiendo los pasos de Shimizu. Igual lo mejor era que yo notara lo menos posible.

    Por otro lado, Kakeru había dicho que me pasaría la llave hoy y suponía que sería cuando llegáramos a clase, ¡y yo era una mujer de palabra! Tonterías a un lado, el intercambio de mensajes de la tarde me había sentado bien y así también supe que podía quedarme tranquila respecto a él. Se habría quedado tarde con sus amigos o lo que fuera, lo hacía todo el mundo.

    Iba pensando en eso cuando llegué a la clase, por poco di un respingo al ver al chico apostado junto a la puerta y lo señalé, acusadora.

    —¿Ahora me esperas en la puerta? ¡Yo venía a esperarte a ti!

    no worries <3 sabes que no pasa nada
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    No le estaba prestando especial atención al pasillo, en sí era innecesario e incluso podría acabar siendo contraproducente si topaba con Kou o con mini Ishi. El pensamiento quiso pesarme por un breve instante, pero lo bateé lejos sin mucho esfuerzo y me vacié los pulmones, relajando la espalda. Ilana, así, apareció de un momento al otro. Lo primero que detecté fue el color de su cabello y, cuando giré el rostro para mirarla, ella me notó. Alcé las cejas ante su dedo acusador, sin mover un músculo.

    No tenía idea el motivo de su reacción hasta que abrió la boca y yo sonreí, inevitablemente divertido.

    —¿Que me atreví a ganarte, dices? ¿Cómo se me pudo haber ocurrido? —dramaticé, y separé la espalda de la pared—. Hay que corregir esto.

    Salí al pasillo y me alejé un poco, cosa de darle tiempo a asimilar la situación y actuar acorde... o no. Cuando volví a ingresar a la clase, sin haber quitado las manos de los bolsillos en ningún momento, fingí una buena cuota de demencia y, entonces, que la veía de repente. Imité su reacción al dedillo.

    —¿Ahora me esperas en la puerta? ¡Yo venía a esperarte a ti!
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  3.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    Ni se me había ocurrido que mi reclamo salido de la nada podía entenderse como que me había ganado, pero entonces lo dijo y me subí al tren sin pensarlo. Asentí con algo de rapidez, bajando el brazo y llevándolo a la cintura, imprimiéndole cierto aire indignado al movimiento. Me le quedé mirando, ligeramente enfurruñada, pero alcé las cejas cuando dijo que había que corregir el asunto.

    Total, salió del pasillo y entendí lo que pretendía mientras se alejaba un poco, así que por la pura tontería ocupé el lugar que había tenido él junto a la puerta. La demencia que fingió quiso darme risa incluso antes de que pasara nada, pero el teatro se me cayó cuando imitó mi reacción y no pude contener la risa que me provocó. Me despegué de la pared entonces, como había hecho él, y todavía con el pecho algo sacudido por la gracia hice una reverencia un poco exagerada.

    —¡Disculpe usted, mi estimadísimo señor... Señorito Fujiwara! —Me disculpé como si lo hubiese ofendido terriblemente—. ¿Cómo podrías perdonarme?
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Dios sabría, o ni siquiera él, de dónde había sacado la fuerza de voluntad para no echarme a reír apenas lo hizo Ilana. El teatro me quedó impecable y mantuve la fachada de indignación incluso al verla ejecutar su reverencia; aún así, no desatendí el movimiento de su cabello al deslizarse hacia el suelo.

    —¡Señor para ti! —insistí, ofendido, y crucé los brazos bajo mi pecho, relajando la actitud poco a poco—. ¿Perdonar esto? Cielos, tendré que pensarlo largo y tendido, consultarlo con la almohada, con mi abuela y hasta con el terapeuta. Me temo que no tendrás una respuesta ni en quince días hábiles.

    Meneé la cabeza lentamente, resignado, y tras soltar un hondo suspiro declaré el teatro por finalizado. Sonreí, se me aflojó una risilla breve y miré a la chica, sin modificar mi postura previa.

    —Buen día, Lana —la saludé, tranquilo—. Lo siento, creo que al salir al pasillo me golpeé la cabeza con algo, ¿tú sabes qué hacemos aquí?

    Bueno, finalizar el teatro, lo que se dice finalizado no tanto. Más bien había cambiado de escena.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    A una parte de mí le habría gustado poder seguirle el teatro, pero es que tampoco podían culparme por la gracia que me hacía el asunto. Para terminar de hacerla él se mantuvo en personaje y cuando me corrigió el "señorito" a "señor" me erguí de forma un poco abrupta pues había mantenido la reverencia. Parte del cabello me golpeó el rostro y me lo saqué de la cara con un movimiento de mano algo atropellado.

    —¿Hace como... catorce horas no eras muy joven? —señalé, arrugando los gestos con fingida molestia—. ¡Piénsalo entonces y consúltalo con quien haga falta! ¡Con el ministro, si quieres, y luego hablamos!

    Por su lenguaje corporal me dio la sensación de que el teatro se iba terminando, pero de repente el muchacho se me puso amnésico y lo miré entre confundida y divertida. ¿No había seguido yo su trayecto con la vista y todo? ¿Con qué decía que se había golpeado, con el aire?

    —Buen día —le dije con calma a pesar de todo y mi sonrisa, hasta entonces mezclada con las risas, se tornó más suave—. ¿Qué te golpeaste, dices? Alright, let me check.

    Lo solté así como si nada y estiré el cuerpo los centímetros que pude para pretender mirarle mejor la cabeza, como si de verdad se hubiese dado un golpe que justificara el olvido. Me puse seria, mirándolo como si tuviera lupas en los ojos, y al final estiré la mano y le di un toque en el costado de la cabeza con el índice, entre el cabello oscuro.

    —¿Te habrás golpeado con una pared de aire? O tal vez el aire te dio un besito y te dejó sin recuerdos —solté con cierta diversión en la voz y le regresé su espacio, sonriéndole de nuevas cuentas—. Mira, mi recuerdo es el siguiente. Sé que lo que yo hago aquí: darte los buenos días porque me gusta hablar contigo. ¿Había otra cosa? Ah, ¡sí, sí! Una misión importantísima, Kakeru, tenías que entregarme algo, ¿de verdad olvidaste algo como eso? Poor little thing, it's okay.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Ilana se incorporó con tanta energía que una sonrisa permaneció revoloteando en mis labios, a la espera de la próxima cosa que dijera. Se colgó de mis declaraciones de ayer, a lo cual respondí sin un segundo de demora. Era fácil mantener el ritmo cuando lo que soltábamos eran puras tonterías.

    —La edad es relativa, pequeña —afirmé, como si le compartiera sabiduría ancestral, y respecto al ministro arrugué el ceño, pensativo—. El ministro no creo que tenga tiempo, a menos que no te moleste esperar hasta después del receso de verano...

    Cacé sus intenciones al vuelo y me agaché ligeramente, brindándole una mejor visión de mi cabeza. Al principio había dejado la vista suspendida en cualquier punto de la clase, pero al mirarla sonreí, entretenido. Era gracioso verla tan concentrada.

    —Pareces el restaurador de Toy Story, la segunda. El anciano —murmuré, soltando la información un poco desordenada—. ¿El que arregla a Woody? Tiene unas gafas raras que apilan lente sobre lente para hacer zoom, así.

    Alcé la mano y le di una serie de golpecitos suaves en la sien con la punta del dedo índice, como si llevara puestos los dichosos anteojos y les estuviera agregando el aumento. Regresé la mano a mi espacio más o menos al mismo tiempo que sentía sus dedos en el cabello, y entonces me erguí poco a poco. Solté una risa nasal. ¿Un besito del aire? Se me ocurrió la tontería de que, si así fuera, al menos podría consolarme con la idea de que con un elemento de la naturaleza sí me iba bien, pero obviamente me la tragué. Sonaba demasiado patético y auto compasivo.

    Y cercano a la realidad.

    La escuché decir tan tranquila que le gustaba hablar conmigo y mis labios se curvaron en una sonrisa suave, algo involuntaria, que tampoco me molesté en disimular. Alcé las cejas, sorprendido, ante la misión importantísima, y luego arrugué el ceño. Misión, misión, misión... ¿Qué podía ser? Lancé la vista al techo y hundí las manos en los bolsillos con cierta fuerza, topando de golpe contra el metal frío. Di un leve respingo y extraje las llaves, suspendiéndolas a un lado.

    —Ah, ¿será... esto? —murmuré, confundido, y la miré.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    —¿Y el ministro va a tener tiempo para nosotros aunque me espere a mi siguiente vida? —reboté, ya venía frunciendo el ceño desde que me llamó pequeña como si fuese un monje viejísimo transmitiéndome conocimiento ancestral—. Habrá que resolverlo por otros medios.

    A este paso deberíamos contemplar la posibilidad de participar en un concurso de estupideces, si es que existía tal cosa, pero incluso entre la verborrea de tonterías cuando lo vi agachar la cabeza para dejarme revisarlo sentí algo parecido a la ternura. Se me ocurrió que aunque era cierto que mis aproximaciones no eran particularmente invasivas, él no me rechazaba en su espacio ni nada.

    —Imagina lo que sería yo aquí mirándote con el zoom más grande en la historia del cine —apañé algo entretenida y se me escapó una risa suave ante los toquecitos en la cabeza—. Con ojos así de grandes.

    Después de haberle tocado la cabeza también entonces me llevé las manos al rostro, formando con cada una suerte de media luna que sugería un círculo grandote en representación de cada ojo. Fue después que dije lo del besito del aire y eso, a él le sacó una risa nasal y dejamos el asunto morir allí. La sonrisa que le alcanzó el rostro después, cuando le dije que me gustaba hablar con él, fue suave y me guardé las ganas de decirle que si sonreí tan bonito entonces molestarlo parloteando como loro valía la pena.

    Ante el recordatorio de la misión súper importante seguí el cambio en sus expresiones, aguantándome una risa, y al verlo hundir las manos en los bolsillos ladeé un poco la cabeza. Cuando sacó las llaves di un ligero respingo y estiré la mano en su dirección.

    —¡Es eso! —respondí con energías renovadas—. De ti depende el éxito de la misión de dos pobres damas, ¿eso también lo olvidaste?
     
    Última edición: 10 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 1
  8.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    —Pues debería, ¿no crees? —nos defendí, totalmente convencido de mis argumentos—. Somos ciudadanos justos y leales, después de todo.

    Obviando el detalle de que ella ni siquiera era ciudadana de este país, claro. Al darle los golpecitos en la sien, Ilana se rió y trazó círculos alrededor de sus ojos. La gracia se me contagió levemente y asentí, decidiendo no verbalizar mis pensamientos. Me parecía excesivo decirle, por ejemplo, que no veía el problema en poder apreciar mejor el color de sus ojos. La idea se enlazaba en mi mente con implicancias que ya estaban lejos, muy lejos de mi alcance, y por eso callé. Por ambos.

    Al sacar las llaves, Ilana me acercó la mano y me hice el loco un rato más, hasta que me aburrí de actuar y, también, noté que el volumen de estudiantes aumentaba, anunciando el inicio de las clases. Cedí y apoyé las llaves en la palma de su mano. No tenía idea qué planeaba hacer ni con quién, pero suponía que le podía preguntar otro día cómo le había ido.

    —¿Cocinarán algo rico? —pregunté medio porque sí, y tras echar un vistazo al resto del aula le sonreí—. Creo que deberíamos ir sentándonos.


    Cierro por acá <3
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  9.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    No pude evitar soltar la risa al escucharlo decir que sí, que el ministro debía escucharnos por ser buenos ciudadanos cuando yo ni siquiera lo era, decía, ciudadana. Quería pensar que buena sí era, pero como fuese, que la estupidez fue simpática y entre la risa lo que hice fue darle la razón, repentinamente convencida.

    A él la gracia de lo de los ojos se le contagió un poco y notarlo me estiró una nueva sonrisa. Continuamos con el show de las famosas llaves y la verdad no estuve tan atenta a que iban llegando más personas, así que le agradecía a él la awareness espacial. Recibí las llaves entonces, la sonrisa se me ensanchó y las guardé con cuidado en el bolsillo de la falda, asegurándome de que no fueran a salirse por nada del mundo.

    —Pues yo espero que sí —respondí con una cuota de diversión en el tono, quise decirle que se enteraría de ello pronto, pero mi sorpresa no podía echarse tanto a perder y me aguanté las ganas de anunciarlo con bombos y platillos. Cuando dijo que debíamos irnos sentando ojeé la clase antes de asentir—. Vamos. Ah, al final del día te puedo dejar mis apuntes de ayer. ¡Todavía planeo redimirme!

    Ya cuando a cada uno nos tocó quedarnos en nuestro lugar correspondiente le di las gracias por la llave, por supuesto.

    por acá cierro también uwu
     
    Última edición: 10 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 1
  10.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    La respuesta de Kakeru a la invitación consiguió sacarme una risa a pesar de que pretendí que fuese un intercambio rápido, lo que hice fue encogerme de hombros y ampliar la sonrisa. Quise decirle que me había dicho que le gustaba que lo arrastrara en mis planes repentinos, pero me pareció un poco fuera de lugar en vistas de que estaba acompañado y me guardé la tontería, despidiéndome de él y disculpándome con la rubia por la intromisión.

    ¿Me pude concentrar en clase? Ni un poco, pero nadie podía culparme. Entre que había preparado las cosas yo misma gracias a la ayuda de Sasha y el hecho de que, dejando de lado el evento del patio norte el día de mi llegada, era la primera actividad en la que estaba participando y porque de hecho tenía cómo hacerlo. Me estaba acercando a nuevas personas y me sentía bien.

    El punto era que apenas sonó la campana guardé mis cosas y pesqué el bolso con fondo térmico que le había robado a mamá, donde se llevaba los almuerzos. Alguien debía reconocer la fuerza de voluntad que me había significado no arruinar mi propia sorpresa como le había dicho a Sasha, entre el pedido de las llaves, la conversación del viernes y toda la cosa. No era buena guardando el misterio de los regalos, no mucho tiempo quería decir.

    Con todo listo, navegué el espacio hacia el asiento de Kakeru y me incliné para colar el rostro en su campo de visión, dedicándole una sonrisa amplia.

    —¿Tuviste de tiempo para pensar en lo bien que vamos a pasarla en esta nueva edición de "Ilana arrastrando a Kakeru"? —bromeé ahora sí—. ¿Te gustaría estar al aire libre o nos quedamos adentro? También podríamos estar adentro estando afuera si vamos al observatorio.


    Gigi Blanche el sol brilla, las aves cantan e Ilana no suelta a este pobre hombre

    Cayden2A.png

    Tenía la mente en todo menos en las clases, pero era culpa mía por venirme encima como siempre y no había mucho que hacer al respecto, tampoco es que me estuviera arrepintiendo ni nada, era más bien que el tiempo estaba moviéndose a la velocidad del alquitrán y yo no era un iluminado de la paciencia. De todas maneras, mientras veía la vida pasar y trataba de usar la neurona en tomar apuntes, mapeé la clase un momento, apenas lo suficiente para ubicar a Craig.

    Le había dejado el cuaderno prestado en la mesa hace varios días, como quien no quiere la cosa, y yo que estaba ocupado con doscientos embrollos diferentes siquiera me molesté en preguntarle si necesitaba algo más. Luego había estado la conversación con Paimon y recién ahora Craig reaparecía, así que... Suponía que todo el valor de un hombre estaba en su palabra, si no podía cumplir con mis propias promesas hacia mí mismo, ¿valía algo siquiera? Quizás fuese mejor fingir demencia, pero la verdad ya no quería pensar más en esto.

    Luego de que la campana sonó me levanté del pupitre después de guardar mis cosas y saqué una pequeña bolsa de papel que había dejado en la lonchera donde traía los chocolates que le había regalado a Vero. La verdad es que era para comer yo, pero digamos que podía usarlo para otros fines de ser necesario. Al avanzar hacia el escritorio del albino noté a Ilana con Fujiwara y lo dejé correr, porque la verdad ignorando mi cagada y el rechazo de la disculpa no creía que el chico fuese repelente ni nada, más bien lo contrario.

    —¿Al final te sirvieron los apuntes? —le pregunté a Suiren apenas estuve frente a él y le dediqué una sonrisa.

    El imbécil me había encontrado drogado que te cagas discutiendo con Liam, no era ejemplar en lo más mínimo y de cierta manera quería redimir un poco eso también.


    Insane hellow
     
    Última edición: 3 Julio 2025
    • Fangirl Fangirl x 2
  11.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    4,191
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Había estado varios días ausente, más de lo que quisiera. El estar encerrado en casa en contra de mi voluntad se setía bastante mal, pero al menos ya parecía tener el alta definitiva, mientras siguiera el tratamiento y los controles todo podría estar bien, eso esperaba, al menos por mi madre la cual había pedido permiso para estarme cuidando, pese a su cansancio... Paimon también procuró estar, de una u otra forma, ya fuese visitándome luego de clase o llamándome al teléfono, aunque el tipo no hablaba mucho pero una que otra cosa resolvía. Cuando le apetecía brindaba atención sin darse cuenta.

    Llegué más temprano de lo que estimaba, hice el cambio de calzado y al caminar hacia las escaleras noté un grupo de chicas cuchicheando frente al tablón de anuncios, una de ellas me miró y me dió el espacio para echar un vistazo, le sonreí con la amabilidad usual y logré leer tras los lentes negros. Un par de rostros pasaron por mi cabeza.

    —¿Por eso es el alboroto?

    Giré el mentón.

    —Bueno, podrías regalar un par.

    Soltó el aire por la nariz con incredulidad, se dió vuelta y lo seguí hacia el ascensor hasta el salón de clase. Ya dando inicio tomé apuntes de... casi todo, un poco desorientado, a la final estaba retomando y faltar pesaría en el momento de que hubiese algún tipo de evaluación. Tenía en mente pedirle un espacio a la profesora de ser posible, pero la intención murió cuando estaba guardando el bolígrafo; noté a Ilana acercarse a otro chico de la clase, miré a Paimon de reojo y murmuré solo porque sí.

    —¿Crees que almuerce hoy con nosotros?

    —No, últimamente parece demasiado ocupada.

    El fastidio se le coló en la voz pese al importaculismo que se cargaba siempre, iba a decir algo más pero guardé silencio cuando Cayden se detuvo frente a mi pupitre, recordé entonces sus apuntes y asentí, los había usado esa misma noche que llegué a casa en realidad, y no había logrado regresárselos, lo cual no tenía carta de presentación.

    —Y parece que estás igual —murmuró el moreno, enterrando las manos en los bolsillos y saliendo del salón.

    Andaba de mal humor, aunque no era raro en él. Regresé mi atención al chico y busqué en mi mochila, regresándole la libreta.

    —Bastante, gracias, y antes disculpa, demoré en devolverte algo que debiste necesitar —, en realidad Orn no me había dicho directamente que él había sido quien me había ayudado en su momento, pero sí lo dió a entender de una manera u otra. Miré entonces la bolsa de papel que traía y regresé a sus ojos—. ¿Tienes planes para este receso? No quisiera almorzar solo.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  12.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Fragmentos de la conversación con Alisha me habían quedado rebotando en la mente durante el transcurso de las clases. No lo pretendía, sólo ocurrió, y eran tan insistentes que eventualmente me resigné a prestarles atención. Tenía que hablar con Kou, ¿cierto? Juntar el coraje que había reunido él mismo y poner toda la mierda sobre la mesa. Había un límite para fingir demencia y temía excederme, estirar demasiado la banda y que ésta se rompiera, devolviéndome el latigazo. Ya no quería arrepentirme de mis decisiones ni de los resultados, y Kou había dejado en mis manos un peso enorme, pero también la posibilidad de hacer las cosas bien. Quería hacer las cosas bien.

    Con él, con Kohaku, con Anna.

    Para cuando sonó la campana había trazado un plan relativamente decente en mi cabeza, lo cual me confirió algo de calma. No había olvidado la promesa con Ilana, pero al haberme distraído tanto, el receso me pilló terminando de copiar algunas cosas de la pizarra. Estaba en eso, metiéndole turbo a mi mano, cuando unos mechones de cabello rubio aparecieron en mi campo de visión y, al alzar el rostro, topé con los ojos de la chica. Su sonrisa fue amplia y le correspondí con una algo más modesta, desconectando mentalmente del hilo de mi escritura para volcar mi atención en ella.

    —Tuve todo el tiempo del mundo —murmuré; responderle con la verdad habría sido bastante estúpido e incluso grosero de mi parte—. ¿Adentro estando afuera? ¿En el observatorio?

    Lo cuestioné con el ceño ligeramente fruncido y desvié la mirada a las ventanas, repasando el azul del cielo.

    —No sé si lo sabías, pero tengo un cuestionable hábito de quemarme las ideas al sol —bromeé, mi sonrisa se amplió y regresé los ojos a ella—. Parece agradable hoy, ¿qué dices si probamos suerte en la azotea?

     
    • Fangirl Fangirl x 1
  13.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Ilana3.png

    Pobre criatura, ¿no estaba en modo Fast and Furious tratando de terminar de copiar lo de la pizarra? Verlo me quiso hacer reír, pero no dije nada al respecto y en su lugar me acerqué para llamar su atención y decir la tontería correspondiente. El reflejo de mi sonrisa fue más recatada y en el momento en que me habló fui enderezando la espalda.

    La verdad no creía que hubiese mucho que pensar al respecto, pero me hizo gracia que me diera cuerda como siempre y luego se me escapó una risa por sus dudas, que de hecho eran bastante razonables. Asentí de lo más convencida, sin aclarar mi razonamiento, y seguía su mirada cuando la desvió a la ventana.

    —Oh sí, creo guardar el recuerdo de haberte encontrado en medio de una de esas sesiones —apañé a su broma y sostuve el bolso con una sola mano para estirarla hacia él, posándola en su cabeza—. Y con este pelo tan oscuro créeme que las ideas se tuestan mucho.

    Pensé en los chocolates, que esperaba no acabaran vueltos una plasta, pero ya vería qué pasaba con eso. De momento me limité a asentir para hacerle saber que me parecía bien que subiéramos, retiré la mano de su cabello y husmeé sus apuntes, que se habían quedado a medio palo. Me lo pensé un momento, pero tomé el bolígrafo, giré el cuaderno y doblé la espalda para poder escribir por él al menos un cachito de lo que se le había quedado a medias. Acto seguido le dibujé una flor en una esquina, si le ponías imaginación era una margarita.

    Temí haberme pasado de confianza apenas solté el lapicero, así que al alzar la vista le dediqué una sonrisa que fue más una disculpa y esperé a que se levantara para poder ir avanzando.

    —Señor Ideas Tostadas, espero que uses bloqueador solar si tienes este hábito —dije de repente, cayendo en cuenta de que no sólo las neuronas se le quemaban bajo el sol.
     
    Última edición: 3 Julio 2025
    • Adorable Adorable x 1
  14.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Maze.png

    Por la mañana me tuve que regresar cuando llevaba medio camino a la estación porque se me había olvidado traer la bolsa con los chocolates de Sasha y la gracia hizo que llegara tarde, para variar, pero al menos con lo importante. La mañana se me había pasado entre tratar de mantenerme despierto y tomar apuntes, y como era medio puesto al camino ni se me ocurrió avisarle a Sasha si tendría el receso libre o algo. En mi mente iría a buscarla y ya.

    No hizo falta, cuando estaba desperezándome en el pupitre cuando sentí la vibración del móvil en el bolsillo y lo saqué para ver los mensajes. Le reaccioné a los dos con un corazón con una velocidad que seguro me dejaría en vergüenza y como era un muchacho tan obediente, solo alcancé mi almuerzo y me quedé esperando, con los ojos puestos en el teléfono.

    Un par de veces miré a la puerta, esperando verla aparecer, pero luego me llegaron unos mensajes de mamá y me puse a contestarle. Estaba en eso cuando me cayó otro mensaje de Sasha, que me había dicho que la esperara, y me quedé mirando la pantalla entre indignado y extrañado. Busqué verla en la puerta, como si me hubiese estado vigilando, pero no estaba y me puse a contestarle en modo flash.

    Te estoy esperando!
    No te acuerdas de lo obediente que soy? Me ofendes
    Ven a buscarme o me moriré de tristeza aquí solo!!


    Dejé el teléfono en la mesa, rodeé la bolsa con los brazos y me quedé en mi lugar, entre divertido y enfurruñado. Había que ver nada más, lo que hacía uno por esta mujer.
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  15.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    8,495
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Me quedé oculta tras la pared, y la respuesta de Maze no se hizo esperar. Me reí mientras leía sus mensajes, que cayeron uno detrás del otro, y la sonrisa me quedó pegada al rostro. ¿Morirse de tristeza? ¿No era eso un poquito extremo? Solté otra risilla y subí ambas manos al móvil, dispuesta a escribir, pero por el bien de la broma lo dejé en visto unos cuantos segundos más. Después redacté mi mensaje, tranquila, y esperé otra tanda a enviarlo.

    No sé de qué me hablas, sigo sin verte

    Apenas lo recibió, bajé el aparato y me quedé mirando hacia la puerta, muy sonriente, por si se cansaba de mantener esta contienda y se rendía.


    Técnicamente Sasha está en el pasillo pero bueno, para que no quede raro respondo acá JAJAJA
     
    • Gracioso Gracioso x 1
  16.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    CayBW.png

    Esta tenía que ser la semana más larga de la historia, ¿cómo era que no se acababa? ¿Y en qué momento a algún idiota se le había ocurrido pegar ese jodido cartel en el tablón y a mí se me había ocurrido darle bola? De repente me estaba sacando de quicio todo el asunto, incluso si nada se hubiese ido a la mierda era posible que hubiese quedado drenado. Estaba habituado a cierto grado de sobrecarga, pero con lo de repartir obsequios, hablar con la gente y toda la parafernalia estaba quemando energías que no tenía. Era cierto que eran muestras de afecto que quería permitirme, pero entre todo... Digamos que era un poco receloso de mis espacios de soledad y silencio, por más que nunca fuese silencio absoluto.

    Por el bien de la poca cordura que conservaba decidí no pensar de más en lo de Ilana, aunque salí de la piscina masajeándome la sien y al volver al edificio pasé a la cafetería. Miré un rato qué podía pedir y también pensé si no estaría yo haciendo suposiciones de un obsequio que bien podría haber venido de otro lado, ¿pero de dónde? Ya las opciones se descartaban. Por estar pensando se me ocurrió que Vero no me había dado nada y conociéndola habría preparado algo y entonces empecé a angustiarme porque habíamos quedado para hoy y ahora todo podía quedar revuelto. Otra vez.

    No podía quejarme, yo me había metido de cabeza en el barro y había pretendido parchar mis heridas allí.

    Al final luego de mirar largo y tendido las cosas en la cafetería, disociado que daba gusto y aburriendo a muerte a las pobres mujeres, pedí cuatro galletas de chispas de chocolate y le señalé las que se veían mejor. A ella no le vino en especial gracia, pero le puse ojos de cachorro mojado y le conté, suavizando la voz a posta, que no me había dado tiempo de desayunar esa mañana y tenía un antojo muy fuerte de galletas frescas. ¿Se le pasó el disgusto? Sí y yo le dediqué una sonrisa inocentona de agradecimiento que deshice apenas giré el cuerpo para irme luego de haber pagado.

    Mientras subía saqué el teléfono, pues había vibrado, y alcé las cejas al ver los mensajes de Anna agradeciéndome los bombones. Me hizo gracia el último mensaje, la verdad, porque me imaginé a la niña atiborrándose con los chocolates aunque no fuesen muchos y la imagen bastó para sacarme un risa genuina. Seguí caminando, procuré no tropezarme en las escaleras y le fui respondiendo.

    Me alegra que te gustaran!! Si estaban extra-dulces es culpa de mi paladar, upss
    Aunque no creo que para ti sea un problema
    Coma diabético for the win


    Regresé el teléfono al bolsillo, al llegar al tercer piso ni siquiera volteé el rostro en otra dirección que no fuese el frente y me metí a la clase. Suspiré al ver que Craig ya había llegado, aunque era lo normal, y tuve que ordenar neuronas sobre si arriesgar con mi apuesta o fingir demencia. Al final pensé que, de hecho, no tenía absolutamente nada que perder sin importar desde dónde mirara mis problemas ahora mismo, por lo que avancé en su dirección y me planté a un costado de su escritorio, dedicándole una sonrisa. Así como con Bea ayer, no lució diferente a ninguna de las otras sonrisas de mi vida, pero fue automatizada y me alivió saber que mis baterías seguían funcionando.

    —Los chocolates de ayer en mi casillero —empecé—, ¿fuiste tú?

    Lo pregunté, sí, y hubo una pizca de curiosidad en mi tono respecto al asunto, pero no le di mucho tiempo a contestar, murmuré un "Nevermind" que fue más para mí mismo que para él y estiré la bolsa con las cuatro galletas de chispas de chocolate frente a él. No me quedaban energías para pensar en preparar un batch más de bombones, tampoco me quedaba mucho buen humor y tenía la cantidad exacta de cero ganas de pasar el fin de semana en casa así que las fichas para "Chocolates caseros para Suiren" se agotaban a una velocidad exagerada, pero no quería desestimar el gesto de este chico si es que era suyo. Y si no lo era pues bien por él, galletas gratis.

    —Para ti.
     
    Última edición: 21 Septiembre 2025
    • Adorable Adorable x 1
  17.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    4,191
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Al abrir mi casillero con la intención de hacer el cambio de calzado me encontré con el detalle que le había dejado a Sasha, leí la nota que había escrito y me pregunté si el contenido no se había estropeado. Desconocía si se los había llevado a casa o los había dejado en el casillero hasta el día siguiente; sería decepcionante si el chocolate se derritiese y no pudiese apreciar las fresas bien cubiertas. Me lo guardé en la mochila, hice lo que debía y continué hasta el ascensor.

    No faltaba mucho para las vacaciones de verano, y recordaba que Paimon me había comentado que su hermana vendría por lo del nuevo restaurante que estaban por inaugurar. Imaginaba que sería algo que debengaría tiempo, planeación e invitaciones con cierto deje de altivez, bueno, aunque ya me había invitado su padre y él directamente.

    Tendría que ir alquilando un traje.

    Al llegar al tercer piso pensé en detenerme en el salón de Pierce, pero antes miré mi reloj de mano. Sería descortés solo pasar y dárselos, a la final ya había transcurrido tiempo desde la última vez que teníamos una conversación. En su liugar saqué el móvil en lo que entraba a mi aula, busqué su contacto y le escribí con calma:

    Buen día, Sash, espero estés bien.
    Quería validar si tienes planes este receso, ya que me gustaría compartirlo contigo.


    Aún no había llegado mucha gente, pese a que no faltaba mucho para el sonar del timbre. Me senté en mi puesto, recostando totalmente la espalda en el respaldar y manteniendo las piernas medianamente estiradas, mirando instagram en lo que deslizaba los dedos de la mano libre por mi cabello, aún estaba algo húmedo. Fue entonces que el chispazo rojo entró por la puerta, lo noté al elevar las pupilas tras el cristal negro, se acercó, me sonrió y con educación le sonreí de regreso, enderezándome para abandonar el móvil sobre la madera y descansar el antebrazo en la misma. Estaba por responder pero me detuve al ver que estiraba una bolsa, diciendo que eran para mí.

    —Creí que no tendrías personas que te obsequiaran chocolates esta semana —murmuré, debido a que la posibilidad de que él hubiese recibido varios detalles aumentó por su incertidumbre de si había sido yo o no, aunque igual, podía él no parecerlo pero quizá tendría varias amistades que lo apreciaban lo suficiente. Las sujeté por fin, echando un vistazo para notar que eran galletas, hace bastante no me comía unas. —. Gracias, las comeré en la noche con mi madre.

    Aprovechando que era vienes y ella estaba en su día de descanso; sus galletas serían el postre luego de la cena. Regresé mi atención visual a él, y sonreí con liviandad, respondiendo su pregunta inicial con otra:

    >>¿Y te gustaron o aún no los has probado?

    Gigi Blanche le dejaron mensaje a Sash

     
    • Fangirl Fangirl x 1
  18.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    En mi mente solo pretendía corroborar la sospecha, entregar las galletas e irme por donde había venido, pues porque no creí que hubiese necesidad de más. El asunto fue que lo que dijo Craig cuando le pregunté si había sido él me hizo alzar las cejas, incrédulo, y cuestionarme en silencio si se habría escuchado a sí mismo. ¿De verdad tenía tanta cara de no tener amigos o algo? Estaba peor que mamá diciéndome que le mencionara una amiga que no fuese Yuzu cuando le dije que iba a salir con Vero.

    El recuerdo me supo un poco amargo, no por nada que tuviera que ver con Craig obviamente, era el desastre en el que yo solo me había metido y con el que tenía que lidiar ahora. En todo caso, solté el aire por la nariz y desvié la vista al lado de las ventanas, porque sí.

    —Tengo amigos y tal, por increíble que parezca —respondí en voz baja, no soné ofendido ni nada, si acaso ligeramente divertido—, pero no se me ocurrió que tú fueras a darme algo hasta que abrí el casillero y no me salieron las cuentas. Tampoco me salieron las matemáticas para prepararte algo casero, perdona.

    Al decirle eso había vuelto a mirarlo, así que luego me alcanzó su pregunta y me puse a pensar que, bueno, pasado de hierba todo sabía a gloria. La selección personal de chocolatitos que tenía me había dejado el apetito a gusto, al menos, y los de su caja también estaban buenos. Igual no era concurso entre ninguno de ellos y no era eso lo que él había querido saber, pero puestos en el asunto era el primero que hacía la pregunta y me dio algo de vergüenza, a saber por qué. Entre el obsequio, el hecho de que me había quedado con él post numerito del patio norte y medio que sabíamos cosas un poco escabrosas del otro, aunque fuese de manera abstracta, me sentía algo expuesto y no era fanático de la sensación.

    Allí de pie donde estaba bajé la vista, que quedó suspendida en algún punto de su escritorio, y asentí suavemente con la cabeza. Como él había aceptado las galletas, no supe muy bien qué hacer con las manos, así que las enlacé detrás de mí.

    —Están ricos, todavía me quedan algunos. Gracias —murmuré—. Me gustan los dulces, pero eso ya lo sabías del otro día.


    one eternity later
     
    Última edición: 29 Septiembre 2025 a las 3:25 PM
    • Fangirl Fangirl x 1
  19.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    4,191
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    [​IMG]

    Mencionó que tenía varias amistades y me pregunté cuántas tenía yo. Las suficiente, creía. Paimon, Ilana, Sasha... y creía que la pequeña lista se iba cerrando ahí, no porque fuese antipático ni nada, sino porque al parecer no había dedicado o interesado un poco en los vínculos, y también quizá mucha gente no se había interesado en forjarlos conmigo, como fuese.

    Asintió ante la cuestión de si habían estado buenos, por lo que mi sonrisa se acentuó ligeramente. Me era importante -al menos en estos casos- que lo que se obsequiara fuese bien recibido. Ladeé ligeramente el rostro por lo que las pupilas se despejaron un poco del lente oscuro.

    —Es algo que tenemos en común —murmuré referente a que le gustaban los dulces. Pensé en mencionarle un lugar que había cerca a mi casa, pero me limité lo suficiente como para evitar hacerlo.

    Me enderecé de regreso en lo que echaba un vistazo a la puerta, por la cual el flujo de estudiantes aumentaba, así que no faltaba mucho por el sonar del timbre para dar inicio a las clases. Al menos, ya se acercaba el fin de semana, quería descansar y dormir más de lo que legalmente se consideraba correcto, el verano en sí me fatigaba demasiado.

    >>La próxima semana te contaré qué dice mi madre de las galletas, de seguro le gustarán, ah, y mi opinión también, si la quieres —suavicé la expresión, guardándolas en la mochila sin peso real en lo que estaba diciendo.

    Por aquí cierro :D
     
    • Adorable Adorable x 1
  20.  
    Zireael

    Zireael kingslayer Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    11,208
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    CayBW.png

    El error de cálculo se debía a que no llamaría a este chico mi amigo, no todavía al menos, nuestros intercambios ocurrían en situaciones poco convencionales o con alguna estupidez ocurriendo de por medio. Lo que sí cambiaba un poco el panorama de simples conocidos era el tema de que hubiese sido comprensivo con la información que, pensando en su propio estado, me había reservado. Era una forma liviana de llamar a la mentira, pero creía que este escenario era distinto al... Bueno, al resto de ellos. Igual debía empezar a reflexionar si era mentiroso patológico, ni idea llegados este punto.

    Igual no me había detenido a pensar en que este chico parecía tener menos amistades que yo, lo que era un poco irónico teniendo en cuenta el hecho de que mis ojos funcionaban perfectamente y podía ver que era atractivo y a eso le sumábamos la personalidad aparentemente llevadera. A pesar de eso, creía detectar una distancia particular, una que existía por la manera en que se encerraba a sangrar en la torreja del observatorio y luego aparecía con chocolates.

    Si sacábamos de la ecuación mi propia intensidad y mal carácter, ¿éramos en verdad tan diferentes?

    Asentí a lo de que el gusto por los dulces era algo que teníamos en común, guardando el dato en la memoria, y seguí un poco perdido sobre qué hacer con el cuerpo o las manos, y me descubrí a mí mismo intercambiando el peso de los talones a las puntas de los pies. El gesto tenía pinta de ser ansioso, no tanto por Craig, quizás por mi desastre generalizado y lo detuve apenas lo noté.
    El flujo de estudiantes delataba que tocaría sentarme y fingir tomar notas por horas pronto, pero más que eso me hizo sentir el peso de la inminente reunión con Verónica encima y por un instante pensé en cancelar todo. Quería escapar de un nuevo encontronazo, de una nueva charla incómoda, de una nueva verdad que no suplía a ningún propósito... Quería seguir corriendo, ¿pero de qué me había servido? Lo dicho, puestos a elegir quizás lo mejor fuese que todo colapsara al mismo tiempo.

    La próxima semana, decía este chico, y yo apenas podía pensar en el día de hoy y en que se acabara pronto. Estaba sobrecargado, agotado y me sentía horrible de mil maneras distintas. Ni siquiera tenía ganas de pensar en si querría venir a la escuela el lunes. Una parte de mí incluso había llegado a pensar que tal vez tendría que haberme quedado en el otro instituto, incluso con los comentarios que escuchaba a mi espalda.

    —Son de la cafetería, no creo que hayan grandes opiniones al respecto —reparé sobre las galletas, bateando los pensamientos anteriores—, aunque le puse ojos de cachorro a la señora para que me diera las que lucían más frescas. Ojalá le gusten a tu madre y si quieres darme tu opinión, pues no seré yo quién te detenga.

    Con eso dicho le dediqué una sonrisa ligera y me despedí de él para irme a mi asiento.

    por acá cierro también uwu
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso