One-shot de Pokémon - Más allá del tiempo y del espacio

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Fuzz, 29 Agosto 2025.

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    Fuzz

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    Escritora
    Título:
    Más allá del tiempo y del espacio
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1266

    Más allá del tiempo y del espacio.


    El viento frío de Sinnoh barría suavemente las hojas doradas que cubrían los senderos traseros de Villa Jubileo. El día se apagaba en tonos anaranjados, y el horizonte parecía fundirse con el cielo de otoño.

    Dawn estaba allí, de pie junto a Rei, justo en la entrada posterior de la villa Jubilife. El silencio pesaba entre ellos, como una barrera invisible que ninguno de los dos se atrevía a romper.

    —Así que… —susurró Rei, su voz apenas un hilo— tienes que volver a tu época…

    Dawn apretó los labios y mantuvo la mirada clavada en el suelo. No se atrevía a mirarlo. Sabía que si lo hacía, bastaría un instante para que su corazón cediera y las lágrimas le ganaran.

    No era su elección.

    Arceus, junto a Dialga y Palkia, le habían concedido un solo día. Un día para despedirse. Desde aquel instante en que apareció confundida y asustada en la playa cercana a Villa Jubileo, había soñado con volver a casa. Y ahora… ahora que todo había terminado, ya no quería regresar.

    Era irónico. Y doloroso.

    Inhaló profundamente y levantó la mirada. Sus ojos azules se encontraron con los de Rei, y en ese momento, su corazón se encogió con fuerza. Había tanto en esa mirada… tanta tristeza contenida, tanto cariño callado.

    Nunca se lo había dicho.

    Nunca se lo había aceptado a sí misma.

    Pero Rei no era solo un amigo para ella.

    Había algo más. Algo que desconocía cómo nombrar, pero que sentía en lo más profundo de su pecho. Una conexión especial. Única. Y no estaba lista para enfrentar esa despedida definitiva.

    Rei desvió la vista hacia el camino.

    —Acompáñame —le pidió con suavidad.

    Caminaron en silencio, uno al lado del otro. El aire se llenaba de los sonidos lejanos de la villa, de las ramas crujiendo bajo sus pasos. Y en un momento, Dawn sintió su mano tomar la suya. No lo miró. No dijo nada. Solo permitió que sus dedos se entrelazaran y siguió caminando con él.


    Llegaron a las afueras de Villa Jubileo, a un terreno cerca de la playa donde ella había llegado por primera vez.

    —Es aquí —dijo Rei, deteniéndose.

    En el suelo se alzaban los cimientos de algo. Una estructura apenas delineada, pero que ya mostraba la intención de lo que sería.

    —¿Qué es esto? —preguntó Dawn, confundida.

    Rei respiró hondo, como si llevara mucho tiempo esperando ese momento.

    —Estoy construyendo una capilla —explicó—. No solo de Dialga ni de Palkia… sino de ellos… y de Arceus. Porque tu llegada no solo nos salvó a todos… sino que unió los corazones de dos villas que antes se miraban como enemigas.

    Dawn sintió un nudo en la garganta.

    Rei sonrió con melancolía y se agachó junto a una pequeña maceta. En ella crecían unas prímulas rosas, delicadas y vivas, como un pequeño milagro.

    —Pero esto… —añadió, tomando la planta— es para ti.

    La llevó a las orillas de la capilla en construcción y, con cuidado, plantó las prímulas junta a las piedras, mientras ella lo observaba en silencio, sin entender aún de qué se trataba todo.

    Rei se sacudió la tierra de las manos y volvió a ponerse de pie, frente a la mirada aun confusa de Dawn.

    —Para que cuando regreses a tu época… —Rei la miró a los ojos— puedas venir a este lugar, y recuerdes que lo que hemos construido… supera el tiempo y el espacio.

    Dawn sintió que el aire le faltaba.

    —Rei… —susurró, su voz temblando.

    Él se acercó y tomó una de las flores. La colocó con delicadeza en la palma de su mano, sus dedos rozando los de ella.

    Y entonces, sin aviso, un destello de luz comenzó a envolverla.

    Dawn se estremeció. Podía sentir cómo se desvanecía poco a poco, como si su cuerpo ya no le perteneciera.


    —No… aún no… —susurró, desesperada.

    Rei sonrió, su expresión triste pero firme. Se acercó y la abrazó con fuerza, con una calidez que ella deseó poder guardar para siempre.

    Y, junto a su oído, le susurró con voz entrecortada, apenas un soplo de aire, pero lo bastante claro como para estremecerle el alma.

    —Te amo.

    Dawn ahogó un sollozo, las lágrimas cayendo libres.

    —¡Rei! —gritó, su voz quebrada.

    La desesperación de la separación la inundó, y se aferró a él, intentando luchar contra lo inevitable.

    —Nos veremos… —alcanzó a decir él, cerrando los ojos.

    La luz la envolvió por completo. Y en un último segundo, antes de desaparecer, Dawn llevó la flor a su pecho.

    Y entonces… se desvaneció entre sus brazos.

    Rei se quedó de pie, con los brazos vacíos, sosteniendo solo el recuerdo del abrazo.

    El viento sopló suave, moviendo las prímulas recién plantadas. Y en algún lugar, más allá del tiempo y el espacio, el eco de sus nombres seguiría cruzando las eras.


    ---

    El sonido de las olas chocando contra la orilla la sacó de su aturdimiento.

    Dawn abrió los ojos de golpe, jadeando, y lo primero que percibió fue el aroma a sal marina y la tibieza de la brisa costera. Se incorporó de golpe y miró a su alrededor.

    Estaba de vuelta.

    Sinnoh. Villa Jubilife. Su época.

    Todo parecía igual… y al mismo tiempo, todo era diferente.


    Aún vestía las ropas de la división de investigación del Equipo Galaxia, pero su teléfono ya no tenía la extraña apariencia de Arceus que tenía hace unos momentos atrás. Era sólo su teléfono.

    El reloj en la pantalla marcaba la misma hora… el mismo día en que había desaparecido, arrastrada por aquel extraño portal hacia el cielo de Hisui.

    Su corazón latía con fuerza.

    Entonces lo sintió.

    La flor.

    Abrió la mano con cuidado y lentitud. Ahí estaba. Una prímula rosa, intacta, como si acabara de arrancarla de la planta. El mismo pétalo suave. El mismo aroma tenue.

    Las lágrimas comenzaron a empañar su visión.

    —Rei… —susurró, temblorosa.

    Sin pensarlo dos veces, echó a correr.

    Sus piernas apenas tocaban el suelo, como si algo la guiara. La gente de la ciudad apenas notó su paso. Dawn atravesó las calles, los árboles, los senderos que tan bien conocía, hasta que la playa apareció frente a ella.

    Y entonces lo vio.

    Cubierta por los años, por la maleza y las enredaderas, se alzaba una antigua construcción de piedra. Desgastada, con los grabados casi borrados por el tiempo… pero seguía allí. El contorno de la pequeña capilla, la que Rei había prometido construir para Dialga, Palkia y Arceus.

    Caminó despacio, con la respiración entrecortada, y entonces sus ojos se abrieron aún más.

    Afuera de la capilla… decenas, cientos de prímulas rosas danzaban con el viento.

    Habían crecido libres, salvajes, como si hubieran custodiado ese lugar desde siempre.

    Dawn cayó de rodillas entre las flores, con la prímula de Rei aún en su mano, incapaz de contener las lágrimas.

    El viento sopló con suavidad, y por un instante, juraría haber escuchado su voz.

    "Nos veremos…"

    Dawn cerró los ojos, sonriendo entre lágrimas, y abrazó la flor contra su pecho.

    Quizás el tiempo y el espacio habían separado sus caminos… pero en ese pequeño rincón de Sinnoh, su promesa seguía viva.

    Y lo estaría… por siempre. Aun más allá del tiempo y del espacio.

    ---------

    Basado en videojuego Pokémon: Legends Arceus. (Headcanon: "Akari" es Dawn arrastrada al pasado.)
    Uso moderado de IA para gramática.
     
    Última edición: 30 Agosto 2025
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    J.Nathan Spears

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    Está bien bomnito (sí, idioma Cheems xD) el one-shot. Si bien no soy de romance y esas cosas... me gustó cómo lo expresaste. Cómo el lazo entre Dawn y Rei trasciende tiempo y espacio

    Me pregunto cómo decidieron Dialga y Palkia el darle EXACTAMENTE 1 día a Dawn para que se despidiera. Me recordó a Dragon Ball Z (sí, irónico, la cosa MENOS romántica que existe) y el poder de Kaiosama para hacer que Goku pudiera materializarse por 1 día, pensando en el torneo de artes marciales... aunque luego eso se va un poco al garete por lo del Super Saiyan 3 y...

    Perdón, que desvarío xD. Me pasa seguido.

    En fin, no tengo nada qué criticar realmente... y hasta la elección de la flor está bien OwO. La Prímula simboliza Renovación, lo que yo puedo interpretar como la formación de un lazo imperecedero. Dawn y Rei se volverán a ver. De eso estoy seguro.

    Ahora bien, la única crítica es... el color de la letra. Lo pusiste en "negro" cuando debiste ponerlo en "ninguno", porque leer esto con el fondo "oscuro" fuerza demasiado la vista. Ojo ahí.

    En fin, espero todo te salga bien de aquí en más -w-
     
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    Fuzz

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    Excelente, voy a tomar eso en cuenta, el tema de la letra.

    Sobre como el mismo Arceus le dio un día... ¡BUENA PREGUNTA!
    A versh...
    ¿Cómo podría ser?
    Lo más que se me ocurre es que le hubiera escrito en el teléfono, como ocurre en el juego.

    Así como pana, le escribe un wasap.
    Arceus: Te queda un día. Lol. Despídete. (Arceus insertando un meme).

    Pero sí. Te prometo que ni se me había ocurrido la verdad.

    Quedará a libre interpretación ~♡
     
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