En prueba Entrada principal [Summer Camp Roleplay]

Tema en '¡Más partidas en curso!' iniciado por Andysaster, 20 Junio 2025.

  1.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,561
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora

    c4c4363524163eb1a60558b4310f2e1d-1.png

    Era un día soleado de julio, de esos donde la brisa fresca paliaba la inclemencia del sol y mecía los árboles, haciéndolos suspirar. El murmullo de las cigarras y el canto de las aves dio la bienvenida a los primeros grupos de personas que fueron congregándose en la entrada, en una amplia explanada de tierra que posibilitaba el aparcamiento de numerosos vehículos, sin molestarse unos a otros.

    Las emociones de los diversos campistas y familiares o allegados eran... variopintas. En general se respiraba una mezcla de emoción, nostalgia e incertidumbre, si bien se podía divisar en algunos rostros cierto hastío o recelo, como si hubiesen sido obligados a estar allí. Cada situación y cada hogar era un mundo, pero era evidente que el revuelo que había causado la noticia del cierre del longevo Whispering Pines había atraído a más campistas que nunca.

    Con el pasar de los minutos, entre la marabunta de alumnos reunidos en la entrada fueron distinguiéndose unas llamativas camisetas verdes. No necesitaron razonar mucho para conectar los puntos: llevar una puesta debía indicar el rango de monitor. Ubicaron a una mujer castaña que debía rondar la treintena, con el cabello recogido y una profunda mirada azul, saludando a algunos de los adultos, probablemente conocidos. Otra mujer algo más joven, de largo cabello rubio y sonrisa brillante se incorporó al poco tiempo, charlando con un chico de cabello oscuro y ademanes algo ansiosos, probablemente de su misma edad.

    —¿No crees que este año hay, no sé, demasiada cantidad de alumnos? —El chico repasó a los campistas que iban llegando con la mirada y se ajustó con un dedo el cuello de la camiseta, tragando saliva con esfuerzo. Su acompañante hizo una mueca, divertida, y enarcó una ceja ante la imagen—. ¿Qué?

    —Nada. Nunca creí que te vería siendo monitor, eso es todo —La rubia saludó con la mirada a algún que otro conocido, también adultos en su mayoría, volviendo sus ojos a los de su acompañante al poco tiempo—. No sé, Yule. Eras una bolita de nervios tan adorable cuando llegaste aquí... ¡Y mírate ahora!

    —Te recuerdo que no fue idea mía aceptar este puesto —El tal Yule notó sus mejillas adquirir cierto color, asaltado por la vergüenza y los recuerdos—. ¿Me vas a decir que no estás nada nerviosa por ser monitora este año, Rach?

    La mujer sonrió en respuesta, de lo más encantada, y negó con la cabeza con simpleza.

    —Ni un poquito —Yule tuvo que aguantar la molestia y la resignación que le burbujeó en el pecho al recibir su suave codazo, pasando por su lado para ir al encuentro de la castaña. Le dirigió una última mirada, coqueta—. Más te vale que te pongas las pilas. Mi cabaña no se va a achantar por más tiernos que sean los monitores rivales~.

    El cuarto monitor llegó no mucho después. De aspecto tosco y complexión atlética, el castaño se incorporó apagando un cigarrillo con la suela del zapato, y buscó con la mirada una papelera donde tirar la colilla. A falta de una, dudó por unos instantes qué tan mala influencia debía ser tirándolo al suelo nada más llegar. Como si le leyese el pensamiento, un albino de mirada astuta y sonrisa pícara le pasó el brazo por el hombro, tomándolo por sorpresa.

    —Yo digo que lo hagas, pero tendrás que pagar mi silencio con los cigarrillos sobrantes de la cajetilla.

    —¿Tan temprano en la mañana y ya estás con tus chantajes? —suspiró el hombre. Contra todo pronóstico, parecía acostumbrado a ese comportamiento lo suficiente como para no concederle importancia

    El chico soltó una risa nasal, dejándolo ir al poco tiempo. Portaba su misma camiseta, de modo que eso hacía el quinto integrante.

    —Siempre hay tiempo para los negocios de este tipo, mi buen amigo —Hizo un gesto con su cabeza, despreocupado—. Andando, Hunty. Antes de que miss White nos eche la broncar por llegar tarde.

    Los cinco se reunieron frente al grupo en el momento en el que la gran mayoría de alumnos ya habían llegado. Fue la castaña, de mirada firme e intransigente la que dio un paso al frente, haciendo de portavoz del grupo de monitores.

    Parecía que era la que más en serio se tomaba su trabajo de los cinco, desde luego.

    —Sed bienvenidos un año más al campamento Whispering Pines —El murmullo general se fue apagando a medida que su voz, o la noticia de que alguien estaba hablando se esparció entre los presentes—. Como sabréis, este año es especialmente importante para nosotros. Se cumplen veinte años desde la germinación de lo que alguna vez fue la idea de un simple soñador que fue escuchado a tiempo. Muchos de los aquí presentes hemos crecido bajo la protección de estos arboles, y compartido experiencias que nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Nosotros, sin ir más lejos, alguna vez estuvimos en vuestro lugar —La mujer suavizó sus facciones, por espacio de unos segundos, señalando a sus compañeros con un movimiento de su brazo—. Hemos sido campistas jóvenes e inexpertos, con cientos de dudas, sueños y esperanzas dentro.

    >>Ahora que nos encontramos del otro lado, espero que nos permitáis acompañaros y mostraros todo lo que este campamento tiene para ofreceros. Deseo que vuestra estadía sea igual de plena y estimulante de lo que alguna vez fue para nosotros. Oficialmente, ya sois uno más de Whispering Pines.

    La ronda de aplausos se sucedió así. Los monitores concedieron un tiempo para las despedidas de los acompañantes, aguardando en la entrada entre charlas varias. El albino de mirada despierta llamó la atención de los chicos al poco tiempo.

    —Cuando vayáis acabando id colocándoos a mi vera, que os vaya viendo las caras. Quizás no tengamos un sombrero seleccionador, pero espero que no pretendáis entrar al campamento sin tener asignada una cabaña y un monitor primero —Su sonrisa se tornó ladina entonces—. Una lástima que no todos puedan estar en el equipo ganador, pero es lo que hay, je.


    ¡Vamos empezando por aquí! Dejo este post introductorio para que vayáis dejando vuestras primeras impresiones, la llegada y despedida con quién sea que habéis venido y demás. La asignación de los grupos vendrá en el siguiente post, pero probablemente postee antes con mis propios campistas, según vaya viendo los posts que van saliendo.

    Dejo imagen de los cinco monitores, cuyas cabañas aún son secretas:

    IMG-20250620-WA0093.jpg Yule

    IMG-20250620-WA0094.jpg
    Zuko

    IMG-20250620-WA0095.jpg Rachel

    IMG-20250620-WA0041.jpg
    Liza

    1d656cfda1d618c761d62f53aa5471fe (1).jpg
    Hunter

    Bruno TDF Santygrass zanzavader Yugen KingBishoujo (a los demás no los etiqueto aún pa no ponerlos ansiosos)
     
    • Fangirl Fangirl x 6
  2.  
    zanzavader

    zanzavader Dark Master

    Leo
    Miembro desde:
    17 Febrero 2025
    Mensajes:
    68

    [​IMG]
    Whispering Pines Camp - Entrada - un día soleado de Junio
    [​IMG]
    Uhm, no lo entiendo, ¿por qué no hay nadie? Este tiene que ser el lugar, el letrero es inconfundible.
    ...Si no me he equivocado de lugar, entonces.......


    Albus saca su boleto ganador. Lo lee en voz alta confirmando palabra a palabra hasta que...




    [​IMG]
    ¡¿Julio?! ¡¿Cómo que Julio?! ¡No, no, no, no! ¡Estoy absolutamente seguro de que ponía Junio, me cercioré! ¡Yo no cometo estos errores! ¡Al menos no tres años seguidos! ¿De quién fue la idea de llamar prácticamente igual a dos meses del año que además van uno seguido del otro? El tipo que lo propusiera estaba más loco que yo.
    Ya me parecía sospechoso que el autobús estuviera tan vacío. Encima me hicieron pagar un extra para que el viaje compensara a la empresa transportista.
    ¿Y ahora qué hago durante todo un mes?

    ....

    ....

    ....

    ....



    [​IMG]
    Whispering Pines Camp - Entrada - un día soleado de Julio

    El gran momento había llegado: el aniversario final del campamento de verano de Pinos Susurrantes, o algo así.
    Un gran grupo se empezaba a acercar a la entrada, donde cinco monitores, claramente identificados por sus camisetas verdes, los esperaban para darles la bienvenida y guiarlos hacia sus cabañas.
    Algunos llegaban en autobús, otros en coche particular acompañados de sus familias, a las que perderían de vista de una vez por 15 días.
    Pero una persona salió de donde nadie lo esperaría: del interior del campamento.

    [​IMG]
    ...
    ...
    ...
    ¡Hey! ¿Qué tal?​
     
    • Ganador Ganador x 2
    • Adorable Adorable x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
  3.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,045
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hazel Bell.

    Soren Kierkegaard dijo que la vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a experimentar.

    Lamentablemente el existencialismo filosófico me miraría observándome en silencio desde la distancia con sus ojos despiertos y atentos y negaría con la cabeza. Desde prácticamente mi más tierna infancia jamás me había permitido experimentar la vida como tal. Vivía encerrada en un mundo rígido donde cada cosa debía hacerse de una forma determinada o no era correcta. No había espacio para la imaginación, los errores ni los desvíos en el camino.

    Todo lo que se salía del plan trazado estaba mal.

    Por eso cuando les hablé a mis padres de Whispering Pines, Edgar Bell no pareció especialmente ilusionado. Si no fuera un neurocirujano tan competente, probablemente hubiera pensado que había sufrido un accidente cerebrovascular isquémico. No me molestaba la rigidez ni la sobreprotección de mis padres, pero era ya una adulta y quería disfrutar de la libertad que me había sido negada, aunque fuera por unos pocos días.

    Necesitaba experimentar la vida de la que hablaba Kriekegaard. Necesitaba abrir las alas y descubrir un mundo que me había sido vetado o severamente coartado desde hacía años.

    Me había esforzado en sacar unas notas perfectas, estudiado sin descanso hasta que mis ojos se secaron y mi cuerpo, exhausto, se vio obligado a tener micro-sueños de apenas treinta segundos para recuperarse. Como futura doctora e hija de padres médicos, sabía perfectamente que ese modo de vida no era sostenible a largo plazo. Necesitaba un descanso, unas vacaciones, un poco de libertad de mis propias cadenas autoimpuestas.

    Algo que no iba a conseguir en la residencia de los Bell.

    La respuesta fue Whispering Pines. Sonaba romántico, como un escenario sacado de esas novelas que de vez en cuando disfrutaba leer. De ese tipo de historias dulces ante las que alguien como Enya rodaría los ojos.

    El pensamiento me arrancó una pequeña sonrisa de los labios ciertamente indulgente.

    Antes de salir del coche mis padres me recordaron que tuviera cuidado, que no me acercara a los chicos—¿Por qué iba a acercarme a ellos?—, que tuviera cuidado con la hierba venenosa, con las setas del bosque, que no comiera nada extraño ni tomara alcohol. Que me mantuviera alejada del fuego, especialmente de las hogueras en lugares cerrados por la intoxicación con monóxido de carbono y un largo etcétera de directrices a las que asentí en silencio, pero mi mirada y mi mente, sin embargo, se habían perdido más allá de la ventanilla del coche, más allá del letrero y de las copas de los pinos que se mecían con la brisa del verano.

    Más allá de mi mundo rígido y monocromático. Con el corazón acelerado por una intensa tormenta de adrenalina, solo podía pensar en algo:

    Que allí empezaba mi libertad.
     
    Última edición: 21 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 3
    • Adorable Adorable x 1
  4.  
    KingBishoujo

    KingBishoujo Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    1 Abril 2025
    Mensajes:
    15
    Pluma de
    Escritor
    TomitakeSteamMilitary_29.png

    Llego al campamento en un taxi polvoriento. El conductor resopla con hastío al ver lo apartado del lugar, y masculla que así no se gana la vida.
    Le doy la propina que pide sin protestar y bajo con mis cosas: mi bolsa de ropa, con mi chaqueta del ejército, y una bolsa alargada con una forma... sospechosa.

    El calor me da una bofetada apenas pongo pie fuera. El zumbido de las cigarras es constante, casi molesto.



    —Maldito calor... y malditas cigarras —murmuro, llevándome la gorra a la frente para taparme del sol.

    TomitakeSteam_29.png

    Me quito la chaqueta y la echo al hombro. Saco la cámara, le echo un vistazo al campamento desde la sombra de un árbol cercano, y enciendo un cigarro. Respiro hondo. La nicotina ayuda a calmar el mal presentimiento que siempre arrastro.

    Pasados unos minutos, algo cambia.
    Una sombra se mueve entre los árboles, al otro lado del camino.



    Mis instintos se activan y me preparo para el combate y espeto.
    — ¿Quién anda ahí? —

    Pasan varios minutos nadie responde y la sombra desaparece.
    — No sé que era o quien pero ya se fue y gracias —

    Vuelvo a seguir con el cigarro y el sonido de las cigarras vuelve.



    — Siento que mi mente me la está jugando después de todo lo vivido — digo en bajo para mí mismo mientras vuelvo a dar otra calada.
     
    Última edición: 22 Junio 2025
    • Adorable Adorable x 2
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Santygrass

    Santygrass Pelotudo de oro

    Piscis
    Miembro desde:
    21 Marzo 2019
    Mensajes:
    6,362
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor


    Junna Giri



    — ¡¡Aahhhhhhhh!! ¡Estoy llegando tarde , mira mira mira, ese flaco salió desde ahí salió de dentro del campamento! Y ese grupo de ahí se conocen entre ellos, estoy seguro que ya conocen el campamento, se los veo en la mirada. ¿Había una entrada anticipada y no la vi? Maldita sea... ¡¿Y si el campamento empezaba en Junio y estoy llegando un mes tarde!? Sabes que siempre confundo Junio con Julio, es un error bastante común, ¿estas seguro que era hoy el día Ron? Me perdí el campamento nopueeedeeeeseeeer. ¿Qué hacemos? ¿Crees que haya algún otro campamento o hagan otra actividad? — Con ambas manos pegadas a la ventanilla del coche me estaba balanceando en el asiento iba observando al campamento por primera vez, esperando que en algún momento estacione para poder salir y con suerte llegar a hacer *algo* antes que todos se fueran. Manejando iba Aaron, el que se supone que es nuestro chófer, pero siendo que papá casi nunca viaja es prácticamente mi compañero de viaje personal, el que le da la seguridad de que no termine perdido por ahí.

    — Junna... Tranquilízate. Estoy seguro que hoy es el primer día, mira a la mayoría de gente que también esta ingresando por primera vez. Seguramente sea la gente a cargo solamente la que estaba desde antes, después de todo tienen que organizar todo el evento con anticipación. Procura hacerles caso y no tendré que venir a buscarte porque te expulsen ¿Sí? — Sin inmutarse, Aaron respondió con la voz de la experiencia, y finalmente estacionó. Lo que dijo tenía sentido, y si algo sabía, es que por lo general entre lo que yo pensaba y lo que pensaba Aaron, solía tener la razón él. Bien, bien... asentí a su recomendación antes de salir como un resorte del coche y por fin estirar mis piernas y hacer que la sangre empiece a circular.

    —Bueno, entonces no pierdo más el tiempo, los Pinos Susurrantes me esperan. ¿Crees que hayan árboles que susurren? Hmmm ¡Mejor no me digas, que tú seguro si leíste que había en el campamento, yo confío en que me sorprenda no quiero spoilers!
    Por cierto, avísale a papá que llegué bien y eso. Y que no traje el celular. Porque.... ya sabes, ¡Así son menos distracciones y puedo conectar más con la naturaleza! Sí, eso es. — Aaron solo me miró a los ojos por unos momentos. Y sentí que me observó el alma directamente.

    —¿Volviste a romper tu celular Junna, de verdad? ¿Cuántos van ya este año? — Mierda. Había sonado bastante convincente en mi cabeza, pero no había colado, Me leyó como a uno de sus libros. Por suerte, pude pensar rápido: Este problema podía quedar para después. Para dentro de 15 días para ser más especifico.

    —¿Qué dijiste Ron? No llegué a escuchar... Bueno , no importa, me lo dices luego cuando me vengas a buscar. ¡Aprovecha las vacaciones y pásala bien tú tambieeen!— Sin que tenga tiempo a reaccionar empecé a correr dentro del campamento, y vi desde la distancia como suspiraba y se llevaba la palma de su mano, pero luego de unos momentos volvía a arrancar el coche y se volvía. Y yo ya estaba dentro de Whispering Pines. Mi plan había funcionado a la perfección~



    Fui directo hacia donde vi a un grupo de gente reunida, creo que llegué en el momento justo pues estaban aplaudiendo en señal de que el discurso aburrido había acabado. Perfecto. Por lo que llegué a escuchar esperaban asignarnos un monitor antes de entrar a la cabaña, y algo de un sombrero. Espero que no sea algo que estuviera entre el equipamiento obligatorio, porque no recuerdo haber puesto alguno en el bolso. Y no tenía forma de avisarle a Ron que compre uno.

    —Bueno, entonces dónde esta esa vera, que luego de pensar que me había perdido el campamento quiero entrar lo antes posible — Pasé al frente para, con suerte ingresar más rápido. Sonreí mientras aproveche para observar con cuidado a los... seis? monitores. Iba a tener que esforzarme para recordar sus rostros, y saber que ellos eran los que tendría que hacer caso (o intentarlo). Espera... ¿Acaso aquel chico tenía un ojo rojo? Se veía bastante facha , hizo que me detenga quizás un poco más en sus ojos. Iba a ser fácil reconocer a ese monitor al menos, con suerte era el que me tocaba. Si no tampoco me importaría con alguna de las chicas, no se veían nada mal~
     
    • Fangirl Fangirl x 5
  6.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,561
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora

    El discurso terminó así, y los monitores hicieron algo de tiempo, aguardando a que la entrada se despejase un poco de amigos y familiares de los campistas. Tener que organizar los grupos iba a ser un dolor de cabeza con esa cantidad de gente, pero más aún si la marabunta de participantes se entremezclaba con personas que no venían al caso.

    El monitor albino fue saludando a los campistas que ya se encontraban solos, agrupándose a su lado en lo que aguardaban a que pasase lista, cuando un muchacho de aspecto despreocupado se reunió junto al grupo, apareciendo desde un lugar que nadie esperaba: el interior del campamento.

    —¿De dónde se supone que has salido tú? —Zuko soltó una risa incrédula, frenando su tranquila caminata con su cuerpo—. ¿Te ha podido la impaciencia y has ido a explorar tú solo?

    —¿Todo bien? —La castaña, quien se encontraba charlando con el resto de monitores cerca de ellos, intercambió una mirada suspicaz entre Zuko y el otro chico. El monitor le pasó el brazo por el hombro al campista con naturalidad, arrastrando al pobre Junna también, quien pasaba en ese momento por el costado del chico, tratando de ubicar la supuesta vera que mencionaban.

    —La envidia es mala, Liza. Corrompe el alma y la envenena. Si quieres campistas tan cool como los míos, vas a tener que labrarte el camino tú sola —El monitor se alejó de allí, pescando a ambos de la nuca, y la mujer le observó marcharse sin comprender, acostumbrada ya a sus excentricidades como para no indagar de más. Nunca merecía la pena.

    Cuando estuvieron lo suficientemente alejados, Zuko se volvió primero hacia Albus, sin dejar el corrillo de lado.

    —Vas a tener que explicarme mejor qué hacías ahí dentro. Y créeme: no querrás que esa mujer se entere de ninguna travesura tuya —Miró entonces a Junna, claramente divertido con el desconcierto en sus gestos. Le dirigió una sonrisa ladina—. Y tú no has hecho nada, realmente. Solo tener mala suerte. Así que te quedas un rato aquí de chill con nosotros, en la sombra. Que no se diga que no cuido a mis campistas, heh.



    Skylar Gray

    Bueno, hoy era el gran día.

    O así llevaban nombrándolo mis padres desde hacía un par de semanas. Se encontraban más emocionados que yo por ese campamento. Quiero decir, sonaba bien. Pero no sé, con el Animal Crossing: Pocket Camp ya tenía campamento de verano de sobra. Y encima con animales adorables. Aún así, no quería encontrarme furros en este.

    El gran día inició con numerosos contratiempos. La alarma sonó tarde (o la apagué en sueños), tuvimos que volver a casa porque había olvidado mi mochila, el coche de papá se quedó sin gasolina y un largo etcétera. Lo usual. Pero nada de eso se comparaba con la desolación que me invadió cuando, tras despedir a mis padres y dirigirme hacia los otros campistas, Switch en mano, comprendí que la mala suerte no remitiría, ni siquiera en aquel destino ubicado en el culo del mundo:

    No había traído el cargador.

    Me arrastré como un zombie cuando los aplausos se sucedieron, como una completa alma en pena. Dejé la mochila en el suelo, colocándome al lado de una chica albina que al menos sí parecía atender a los adultos, pero mi corazón se encontraba destrozado y mi mente lejos de allí. En casa. En el cajón. Con mi pobre y solitario cargador.

    El grupo se movilizó hacia la entrada al poco tiempo, reduciendo considerablemente el número de personas agrupadas en el lugar. Tardé un rato en reaccionar, pero terminé tomando mi mochila y avanzando hacia donde iban los demás. Solo que no era mi mochila, si no la de la albina que estaba a mi lado previamente.

    No parecía que fuera un detalle que yo misma fuese a notar en mucho tiempo, desde luego. Había cosas más importantes de las que lamentarse en ese momento.


    El monitor Hunter notó, alejado del círculo que charlaba animosamente (o de Zuko y sus extravagancias varias) que había un alumno fumando cerca de allí. Reparó en el resto, concentrados en sus propias cosas, y se masajeó el cuello con un ademán perezoso. Le iba a tocar a él hacerlo, ¿verdad?

    Irónico cuanto menos.

    —Yo que tú apagaba eso lo antes posible —La sombra que Itsuki mencionaba resultó ser el propio hombre. A pesar de su entrenamiento, quizás lo suficientemente distraído, su aparición le tomó por sorpresa. Echó un vistazo al frente, manos en los bolsillos del pantalón. A pesar de la severidad en su tono, no se mostraba molesto en apariencia—. A no ser que tu plan sea ganarte la expulsión lo antes posible y volver así a casa. Si ese es el caso, vas por buen camino.
     
    Última edición: 23 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 5
  7.  
    KingBishoujo

    KingBishoujo Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    1 Abril 2025
    Mensajes:
    15
    Pluma de
    Escritor
    Miro al hombre con calma, exhalando un suspiro antes de soltar el cigarro y apagarlo bajo la suela.
    — Está bien… — murmuro con resignación — Pero no te creas que no voy a escabullirme de vez en cuando para fumar. Nunca dentro de las cabañas, por supuesto. Tengo mis límites. Las adicciones son terribles… — añado, esbozando una media sonrisa—. Y esta… es terca como yo.
    Lo miro de nuevo con algo más de atención —Supongo que eres un monitor. ¿Podrías decirme tu nombre?
     
    • Adorable Adorable x 3
  8.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP

    Libra
    Miembro desde:
    9 Octubre 2012
    Mensajes:
    5,974
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor

    Sophia Abernathy


    Debido a los intereses que comencé a mostrar luego de la tragedia de Siofra, mis padres se habían mantenido apartados de la puerta cerrada de mi habitación, como si temieran que una maldición se les pegara en la piel ante el más mínimo contacto con el picaporte. Nunca me habían manifestado abiertamente cuánto les incomodaba verme leyendo libros sobre artes ocultas, grimorios o derivados; tampoco me confesaron todas esas veces que me escucharon murmurando hacia la nada; ni admitieron la honda preocupación que les aplastaba el corazón cada vez que yo observaba repentinamente mis pies, segura de que algo invisible me rozaba los tobillos. Sus voces callaban, pero en sus ojos lo encontraba todo: esa incomodidad, la misma que veía en los rostros de mis compañeros de escuela, y por la que me había ganado ciertos apodos.

    Cazafantasmas. Chamana. Hechicera.

    Tituba.


    Mis padres nunca entraron a mi habitación. No por respeto a mi privacidad, sino por temor a lo que pudiesen encontrar allí dentro. Pero cierto día ocurrió, y un silencio de cementerio reinó por largos días en nuestra casa. A mí, si debía ser honesta, no me importaba demasiado que hubiesen visto mi colección de libros, las velas en el escritorio, los papeles con anotaciones, los amuletos y demás. No veía nada de malo en esto. El ocultismo, con su infinidad de ramas, me parecía un mundo fascinante, enriquecedor… Pero ellos no compartían mi opinión, y hablarles sobre los virtudes de la astrología, la magia y alquimia no ayudó demasiado. Sólo supe que llegamos a un punto de no retorno cuando les mencioné la nigromancia.

    Sí, definitivamente eso último fue una pésima idea.

    Por eso estábamos aquí, a las puertas de Whispering Pines, tras haber recorrido más de setecientos kilómetros, con paradas esporádicas en pequeños poblados. Mis padres insistieron con que eran una suerte de vacaciones que los tres estábamos necesitando, y que el campamento me vendría bien para “ampliar mis horizontes y hacer amigos”... Lo cual era lo mismo que llamarme “rarita” y pedirme que dejara de hacer estas cosas que ellos consideraban extrañas o hasta peligrosas. En sí, todo este viaje me lo tomé con tranquilidad, porque al fin y al cabo no me desagradaba compartir tiempo con ellos.

    Pero la molestia me picaba dentro del pecho, como un molesto bicho que me clavaba su aguijón.

    Una y otra vez. Y otra.

    Quizá por eso tuvimos un intercambio de palabras bastante escueto cuando me bajé del coche, pero aún así les correspondí sus abrazos de despedida. Les prometí que tomaría algo de sol y que les traería recuerdos, cosa que por los menos los hizo sonreír con sinceridad. Los saludé con la mano en alto, hasta que el coche desapareció de mi vista.

    Escuché el discurso de los monitores un poco apartada del grupo, aplaudí por pura cortesía y observé mis alrededores, reparando con agrado en la increíble cantidad de naturaleza que nos rodeaba. Eso sí, también me fue imposible ignorar a las personas albinas presentes en el lugar, pues sus cabellos llamaban mucho la atención con este sol (sobre todo el sujeto del ojo carmesí, cuya presencia me resultó ciertamente fascinante). Fue así que noté cierta incidencia no muy lejos de donde me encontraba parada; que involucraba a una de las mencionadas personas, precisamente.

    Pero para cuando me acerqué a ella, la otra chica ya se había alejado con esa mochila que no le pertenecía. La observé unos instantes, notando su pesado caminar, como si el alma se le hubiese caído al suelo.

    —Emh… Disculpa —dije entonces, llamando la atención de la albina con unos toques leves en su hombro.

    Lo común habría sido recibir sus ojos con una sonrisa, pero supuse que la situación no lo ameritaba ahora mismo. Aún así, me permití un mínimo de educación al hablarle. Antes que nada, carraspeé ligeramente.

    —Buen día —saludé, antes de proceder con la revelación directa—. Verás… Alguien se está marchando con tu mochila y dejó la suya aquí.

    :shark:
     
    Última edición: 23 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Ganador Ganador x 1
    • Adorable Adorable x 1
    • Espeluznante Espeluznante x 1
  9.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,045
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hazel Bell

    Se respiraba un ambiente agradable. Mi piel agradeció inmediatamente la vitamina D que empezó a producir al recibir los rayos del sol. Como apenas salía de mi habitación y me pasaba los días entre la residencia de los Bell y la facultad de medicina, últimamente había sido consciente de que mi sistema inmune estaba débil. Tenía suplementos de colecalciferol, pero no era lo mismo que recibir la luz directa del sol. Solo debía cuidarme de no quemarme.

    Atendí al discurso de aquella joven monitora con ilusión en el corazón; el latido intenso y constante me daba la pista necesaria para saber qué estaba exultante y hacía mucho tiempo que no me sentía así. De vez en cuando intercambiaba miradas con mi alrededor, dirigía vistazos disimulados a quienes serían mis compañeros de campamento. ¿Qué tipo de personas serían? ¿Y sus intereses? ¿Congeniaríamos?

    El trabajo de mis padres, aunque inmensamente gratificante, había ocasionado más de una mudanza a lo largo de mi vida, pero ninguna me afectó tanto como la de mis catorce. Cuando mis padres decidían, yo aceptaba tácitamente porque eso es lo que una buena hija debía hacer. Sin embargo, ese verano me rebelé contra ellos impulsada por el temor más visceral y la idea de que estaba traicionando a mi mejor amiga.

    Era apenas una adolescente que no sabía lo que quería en la vida, no tenía derecho a decidir ni la capacidad para negarme, por mucho que lo intenté. Perdí a una persona demasiado importante para mí como para ponerlo en palabras.

    Recordaba, como un destello fugaz y una puntada en el pecho, su cabello rojo, siempre tan vivo como el fuego, empapado por la lluvia cuando dejó caer el paraguas al ver el coche de mis padres alejarse.

    Unos leves toquecitos en el hombro me regresaron a la realidad.

    —¿Hm?—murmuré volteándome. La persona en cuestión era una chica de cabello oscuro y ojos cansados. Mi primera impresión de ella, aunque la lamenté inmediatamente, es que le faltaba tanta vitamina D como a mí.

    Mi cuerpo se relajó y le dirigí una sonrisa deferente.

    —Buenos días—sin embargo, el intercambio no quedó ahí. Aquella chica no me había llamado solo para saludarme... ¿las personas de usual llamaban a otras solo para saludarlas? Parpadeé, contrariada— ¿Perdón?

    Dirigí mi mirada al suelo y me di cuenta de que esa no era mi mochila. Busqué rápidamente con la mirada la propia y la encontré en una figura femenina que empezaba a alejarse con el grupo.

    ¡Ah!

    >>Muchas gracias por el aviso—agradecí apresuramente antes de recoger la mochila y salir en dirección a la otra joven. No iba a llamar su atención desde lejos, eso sería grosero. Probablemente estaba tan emocionada como yo y no se había percatado del cambio.

    Cuando la alcancé me di cuenta de que no era solo una clara deficiencia de vitamina D mi mayor problema. Aunque caminaba y no tenía una vida sedentaria, no estaba acostumbrada a tener que correr detrás de la gente.

    —Disculpa—la llamé al alcanzarla, jadeante, tomándome unos segundos para recuperar el aliento—. Probablemente esto te suene extraño, pero tu mochila es la mía.
     
    • Fangirl Fangirl x 4
  10.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,561
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hunter enarcó una ceja. Aquel muchacho le echaba huevos, diciéndole que lo seguiría haciendo a pesar de todo. Si se iba a escabullir, qué menos que mantener la información para sí mismo, ¿no? Lo había descubierto probablemente el monitor que menos importancia le daba al asunto, pero le causaba cierta gracia su osadía en el fondo.

    —No sé si llamarte valiente o idiota. Probablemente me incline más por lo segundo —Lo observó de soslayo durante un instante, volviendo la vista al frente al poco tiempo. Los alumnos iban congregándose junto al resto de monitores con el paso de los minutos, y notó la explanada cada vez más despejada de vehículos a lo lejos. Menos mal. Los inicios siempre eran un dolor de cabeza—. Eres demasiado joven como para tener ese tipo de adicciones, chico. Pero en el caso de que te superen en algún momento, puede que haya un área para fumadores en la terraza del comedor. Si te preguntan, la descubriste tú solo.

    ¿Le... estaba dando información a pesar de todo? A pesar de su aspecto, no parecía un monitor desagradable ni mucho menos.

    >>Puedes llamarme Hunter. Te preguntaría por tu nombre, pero no te garantizo que lo recuerde —Soltó el aire por la nariz, en una risa baja y ronca—. Con suerte recordaré el 10% de los nombres cuando finalice el campamento.



    Skylar Gray

    Seguí al resto de alumnos como una oveja más del rebaño. Mis pies se sentían pesados, el alma directamente se me había caído al suelo y la pateaba con cada paso, haciéndome especialmente consciente de mi mísera existencia. En todos mis escenarios mentales acerca de ese viaje, la Switch formaba parte de cada uno de ellos. Me había hecho un planning y todo, donde iba a optimizar mi tiempo para farmear en Stardew Valley, aprovechar la llegada del verano para recolectar criaturas para el museo de Sócrates, pasarme finalmente el Palacio Blanco del Hollow Knight y ahora... Ahora ya no me quedaba nada.

    Socializar, suponía. No era algo que me desagradase, pero se podía compaginar fácil con la vida digital. Me sentía más cómoda de esa forma, recargando mi batería social siempre que lo necesitase.

    Mejor iba cavando una zanja donde tirarme el resto de los días.

    En esas estaba, pensando si llevar una manta a la zanja sería apropiado para las noches de relente, cuando una voz me alcanzó, haciendo que me volviese con pesadez hacia ella. Reconocí a la albina que había estado a mi lado durante el discurso, pero no comprendí por qué me seguía. ¿Y por qué estaba tan cansada? ¿Me había perdido ya el primer minijuego, metida en mi espiral de autocompadecimiento? Entonces apuntó que mi mochila era la suya, y eché un vistazo por primera vez al equipaje que cargaba, confusa. ¿Era una nueva moda social, como compartir el Instagram y esas cosas? Qué gente más rara.

    ...No, definitivamente esa maleta tan sobria y sin accesorios de ningún tipo no era la mía.

    ¡Casi perdía mis pines de edición limitada!

    —Ah, mea culpa. Estaba en mi mundo y no me di cuenta —Le dirigí una sonrisa apenada, llevándome una mano al cabello. Le tendí la mochila que le pertenecía con la mano libre—. Toma. Prometo que no me comí más de uno de tus chicles. Bueno, puede que fueran dos. O algo así.

    Wet puppy

    9a2054fd55c1cb260ff3faf5c94e7bdc.jpg

    Mis ojos se abrieron como platos cuando, al tenderle la mochila, reparé en el cargador que llevaba recogido en uno de los compartimentos visibles. ¿Cómo había sido tan tonta de no recordarlo? ¡El cargador del móvil también cargaba la Switch! No era como si me hubiese traído ese cargador tampoco... ¡Pero la gente solía llevarlo siempre consigo! ¡Había encontrado a mi salvadora! Ignoremos la parte del robo por cuestiones del plot.

    Dejé la mochila con cuidado en el suelo y tomé sus manos entre las mias. Mi mirada era determinada... y patéticamente suplicante también.

    >>Oye, ¿crees que podrías dejarme tu cargador luego? Te lo compensaré. Mi familia tiene tierras. O algo así les escuché decir en alguna cena de Navidad.
     
    • Gracioso Gracioso x 3
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  11.  
    Kcalbdelaperdicion

    Kcalbdelaperdicion MFL Refugee XIII

    Acuario
    Miembro desde:
    10 Diciembre 2019
    Mensajes:
    2,231
    Momo Miller

    Los rayos de sol se filtraban por la ventana del autobús, no estaba segura cuantas horas había viajado, pero el largo recorrido estaba llegando a su fin. No que haya sido extenso, si había dormido el 90% del camino. Sin señal ni nada que me distrajera, no había nada mejor que una bella siesta, aunque con el sol dándome a los ojos no había podido culminarla, Ugh, las cortinas no servían para nada.

    Me bajé en la parada designada con mi mochila, cargaba a penas lo esencial, si eso se sentía un poco más liviana que loqje deberiía. Huh, no es mi problema ahora.

    Camine varios metros entre la parada de autobús y la entrada, el sol y el calor se hacían presentes. Ganas no me faltaban de encontrar un lugar a la sombra para continuar la siesta interrumpida...

    Me había perdido el discurso inicial por mis desvaríos, oh well, nada que no me enterara después. Observé el grupo con curiosidad, habían 6 monitores, uno de ellos secuestrando a los albinos, unas chicas corriendo con una mochila. Este lugar era prometedor.

    Con paso despreocupado me acerqué al encargado pelinegro, a simple vista era el mas joven de ahí, de no ser por el uniforme hasta diría que era parte de los campistas. ¿Será su primer campamento como monitor?

    — Heeeeeey ~ ¿Eres uno de los encargados verdad? — Ladee la cabeza mientras esbozaba una sonrisa — Tuve que caminar desde la parada del autobús y no llegué a escuchar las indicaciones iniciales ¿Qué tengo que hacer?

    Lo miré directamente a los ojos con picardía. Hehehe ~
     
    Última edición: 24 Junio 2025
    • Fangirl Fangirl x 5
  12.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,045
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hazel Bell

    La joven pareció contrariada. Bueno, no podía culparla en realidad. Si había estado despistada cuando la tomó, lo más probable era que no se hubiese dado cuenta.

    Aunque nuestras mochilas eran diametralmente opuestas. La suya estaba llena de pines y chapas de cosas que no había visto nunca. Algunos parecían simpáticos animalitos, otras eran frases del estilo "100% actitud, 0% ganas." Me parecía... una frase algo contradictoria.

    Mi mochila por otra parte no tenía nada. Ni pines, ni chapas, ni ninguna frase ingeniosa. Era una mochila marrón de cuero sintético.

    Ni siquiera los colores se parecían. Debía haber estado bastante distraída. Recuperé la mía y le devolví la suya, atendiendo a su pequeña disculpa. ¿Chicles? No llevaba chicles. Mascar chicles podía provocar problemas en la articulación temporomandibular, desgaste del esmalte dental y problemas digestivos como la acidez. Se había tomado... ¿dos de mis cápsulas de colecalciferol?

    Le resté importancia con un movimiento de cabeza.

    Al menos era una dosis pequeña, no debía preocuparme porque sufriera una hipervitaminosis.

    Lo que sí que no esperé fue que tomara mis manos entre las suyas y me mirara suplicante. Su cabello gris y sus ojos dorados, en conjunto con su expresión la hacían... parecer un perrito.

    Parpadeé, contrariada.


    Descuida, no necesitas darme nada a cambio—esbocé una pequeña sonrisa—. Solo devuélvelo cuando hayas terminado.
     
    Última edición: 25 Junio 2025 a las 10:40 AM
    • Fangirl Fangirl x 2
  13.  
    KingBishoujo

    KingBishoujo Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    1 Abril 2025
    Mensajes:
    15
    Pluma de
    Escritor
    Me mantengo en silencio unos segundos, observándolo con cierta curiosidad. No me esperaba que alguien como él, con esa presencia áspera, tuviera esa manera tan... peculiar de soltar consejos útiles disfrazados de burla.

    — ¿Valiente o idiota? Supongo que ambas cosas me han mantenido vivo hasta ahora.

    Digo sin tono desafiante, solo con una media sonrisa cansada. Levanto una ceja cuando menciona lo de la terraza del comedor.

    —Qué casualidad que justo acabo de ver que hay una área para fumadores. Gracias, Hunter. — Le digo en tono burlón siguiendo la broma que me dijo sobre que lo descubrí por mi mismo

    Le hago un leve gesto con dos dedos en la sien, como si fuera un saludo militar informal. Después, echo un vistazo a los demás alumnos reunidos.

    —Yo soy Itsuki. No te preocupes si no lo recuerdas. No suelo ser fácil de olvidar… aunque no siempre por las razones correctas.

    Le tiendo la mano para un apretón. Saco mi cámara y me pongo a fotografiar el paisaje y las distintas personas que hay en el lugar
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  14.  
    Andysaster

    Andysaster Game Master

    Acuario
    Miembro desde:
    17 Junio 2013
    Mensajes:
    14,561
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Yule Shirai, tal y como Momo sospechaba, era el monitor más joven del campamento. No obstante, a pesar de su evidente juventud, también era un chico de notable inteligencia. Había crecido siendo uno de esos portentos de carácter retraído, de esos niños que difícilmente lograban destacar por su personalidad, o más bien ni siquiera deseaban hacerlo en primer lugar.

    Esas cosas, a pesar de no conocerlo aún, se notaban. A pesar de haber crecido y ser una versión más madura de aquel niño tímido e introvertido del inicio, cuando Momo lo llamó particularmente a él sus músculos se tensaron por un instante. La monitora rubia soltó una risita baja, casi cómplice, y se marchó con la castaña dejando a Yule encargarse de su primera campista.

    Ni qué decir tiene que el muchacho les siguió con la mirada, maldiciendo su estampa.

    —Oh, eh... Sí, hola —El chico escuchó a la castaña soltar sus dudas, y asintió cuando preguntó si él también era un monitor. El hecho de que le estuviese mirando con tanta intensidad le estaba haciendo sentir algo inquieto. Momo podía jurar haber notado cierto color en sus mejillas por un instante, mientras la rascaba con el dedo—. De momento estamos agrupando a los alumnos en esa área de allá, y comenzaremos en unos instantes a dividirlos en varios subgrupos, con un monitor al mando de cada uno de ellos. Cuando se despeje un poco la zona de familiares, claro.

    Tragó saliva. ¿Sería grosero despedirla allí, sin más? La teoría la sabía de memoria, se había aprendido el manual del curso de monitor de campamento del derecho y del revés, así como los diversos protocolos de acción en caso de numerosas adversidades.

    Pero a la hora de socializar... oh man. Estaba completamente perdido ahí.

    >>¿Cual es tu nombre? —cuestionó entonces, por añadir algo más. Rachel y Liza cuchicheaban algo al fondo, y no necesitaba tener poderes para saber con certeza que hablaban de él.

    Tsk. Serían...


    Skylar Gray

    La chica, en lugar de pedirme nada a cambio, se limitó a prestármelo con la condición de que se lo devolviese más tarde. La miré, con una mezcla de incredulidad y emoción. Mis orbes se tornaron acuosos.

    —Eres mi ángel de la guarda —declaré entonces con tono solemne, dándole un ligero apretón a sus manos. Cualquiera que estuviese observando la escena debía estar flipando—. Tienes hasta el cabello de color blanco. Solo te faltaba que te llamasen Ángela Heaven o algo así —Entrecerré los ojos—. Porque no te llamas así... ¿Verdad?

    Liberé sus manos entonces, recuperando mi querida mochila. De repente el mundo había recuperado sus colores, y el cuerpo no me pesaba tanto como hacía unos instantes. Me llegaron risas, conversaciones alegres aquí y allá, y decidí que igual la zanja y la manta ya no eran una necesidad, después de todo.

    >>Mi nombre es Skylar —Me presenté mientras me tendía el cargador amablemente. Lo observé como si tuviera oro entre mis dedos. Para mí valía más que eso—. Me quedaré contigo hasta saber tu cabaña. No creo que ir una por una preguntando por una tal Ángela sea muy efectivo. Mucho menos cuando me lo acabo de inventar.


    Hunter observó al chico con una media sonrisa. Parecía tener siempre una respuesta para todo, ¿huh? No le desagradaba, ciertamente. Por más irreverente que estuviese siendo en realidad.

    —Habrá tiempo para comprobar qué tan cierto es eso —Sacó su mano del bolsillo con movimientos lentos, estrechándosela con un apretón ligero. No era muy de formalidades, pero suponía que tendría que esforzarse un mínimo allí dentro. Prefería eso a escuchar reclamos más tarde—. Procura pasar desapercibido al menos el primer día. No quieras que te enfilen desde el minuto uno, muchacho.

    Palmeó su hombro al pasar por su lado, despidiéndose así, sin mayores florituras. Itsuki sacó su cámara entonces, entretenido con el paisaje que lo rodeaba, y Hunter se dirigió hacia el grupo de campistas que se suponía que debían estar con Zuko en ese instante.

    ¿Qué demonios hacía ese idiota raptando a dos chiquillos nada más empezar? Ya estaba empezando a sentir los inicios de una migraña.
     
    Última edición: 25 Junio 2025 a las 5:54 PM
    • Gracioso Gracioso x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  15.  
    zanzavader

    zanzavader Dark Master

    Leo
    Miembro desde:
    17 Febrero 2025
    Mensajes:
    68
    Albus

    Tras salir a la entrada del campamento, tal y como Albus temía, le empezaron a llover preguntas. Principalmente de los que pudo identificar como monitores, gracias a las camisetas verdes, iguales a las que había visto en un almacén del campamento.
    Primero se le acercó un tipo que claramente no respetaba el espacio personal de las personas. Empezábamos mal. Apenas estaba saliendo se interpuso en su camino. "¿De dónde se supone que has salido tú? ¿Te ha podido la impaciencia y has ido a explorar tú solo?"


    [​IMG]
    Eh, no exactamente, jaja; es una historia curiosa.

    Al mismo tiempo, un chico se acercaba a nuestra posición. Me miraba y miraba a los monitores.
    ¿Me habrá confundido con uno de ellos por salir del campamento? En algún momento debería deshacer el malentendido. O no.
    Otra de las monitoras, una castaña que no estaba nada mal, nos increpó. Entonces, en una acción que creo que sólo puede deberse a un fuerte abuso de las drogas, el monitor que me había detenido realizó contacto físico conmigo, pasando el brazo por mi hombro y arrastrando en el proceso al campista libre que pasaba por nuestra vera.
    Manteniendo el agarre, el monitor nos alejó un poco del resto. Socorro.
    El monitor volvió a cuestionar mi inusual presencia en el campamento, mientras el otro chico parecía divertirse, o ahogarse, no sé.

    [​IMG]

    Tranquilidad. No he causado ninguna travesura. No te preocupes, no he tocado nada de las cabañas, más que nada porque estaban cerradas. He sobrevivido casi un mes a base del musgo de las piedras y lo que podía gorronear del campamento vecino a 12km de aquí; ya sabes, el de Abetos Alborotadores, que celebraba su décimo aniversario en Junio.
    Y esa es la cosa, que me confundí con la fecha y llegué en Junio, llevo un mes esperándoos.

    Cuando expliqué mi situación, el campista que habíamos arrastrado me miraba con una cara de comprensión total.
    Por desgracia, parece que este monitor nos había pillado por banda y no tenía intención de dejarnos ir muy lejos. Ya éramos sus campistas. Qué rabia, esperaba que mi monitora fuera alguna tía buena.
    Entretanto, el resto de campistas y monitores se estaban presentando en la entrada principal. Sí, definitivamente no íbamos a tener oportunidad de elegir otro monitor. Bueno, una cabaña de bros tampoco estaba mal. Viviríamos grandes aventuras y descubriríamos el cadáver enterrado de un asesinato ocurrido hace 20 años. O tal vez no.
    Entre los asistentes al aniversario, había una gran variedad de seres nada neurotípicos. Al menos no nos aburriríamos.
    Por fin parece que otro de los monitores iba a rescatarnos. Uno de los monitores se había dado cuenta del rapto al que habíamos sido sometidos. ("Señor, por favor, estamos aquí") Pero era inútil, por más que pensara gritando esas palabras, no podía oírme. Quizás debía recurrir a abrir la boca. ...Nah, prefiero morir.
     
    Última edición: 26 Junio 2025 a las 4:55 AM
    • Gracioso Gracioso x 3
    • Fangirl Fangirl x 1
  16.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

    Piscis
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
    6,045
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Hazel Bell

    Sentía que su reacción era... ciertamente exagerada, pero me causaba ternura. O al menos una ternura a la que no estaba acostumbrada. Quizás no debía pensar en ella como un perrito perdido bajo la lluvia pero era justo la impresión que me causaba. Una actitud afectuosa, ojos implorantes y cargados de una súplica tácita...

    Estaba segura de que si tuviera una cola estaría moviéndola. Ah, ¿en qué estaba pensando? ¿Quién te ha educado, Haze?

    Sacudí la cabeza tratando de apartar esa imagen de mi mente. Qué pensamiento tan poco apropiado.

    —No puedes estar más equivocada—torcí con cierta gracia.

    Angela Heaven... Oh, Dios.

    Apreté los labios.

    Calma. No te rías de eso. Puede que no se lo tome bien. No has estado ante esta situación con anterioridad y es la primera vez que conoces a una persona como ella. Seguro hay formas más correctas de encauzar esta conversación.

    Carraspeé para aclarar tanto mi garganta como mis ideas y me llevé un mechón de cabello albino tras la oreja antes de extenderle el cargador de mi móvil. Lo tomó, mirándolo con ojos brillantes de emoción. Difícilmente pude contenerla en ese entonces.

    >>Bueno, tal vez no te responda por Ángela—resolví, soltando el amago de una risa—. Pero si preguntas por Hazel obtendrás la respuesta que buscas. Es un placer, Skylar.
     
    Última edición: 26 Junio 2025 a las 8:09 PM
    • Adorable Adorable x 1
  17.  
    KingBishoujo

    KingBishoujo Iniciado

    Aries
    Miembro desde:
    1 Abril 2025
    Mensajes:
    15
    Pluma de
    Escritor
    Me aparté un poco del grupo mientras ajustaba el enfoque de mi cámara. Click. Click. Click. Dos alumnos hablando. Un monitor bostezando. Una nube con forma de pájaro… ¿o es un cigarro?

    Me agaché junto a una piedra plana, saqué de mi bolsillo una pequeña libreta negra y un bolígrafo con el logo medio borrado del ejército. Miré a mi alrededor, suspiré profundamente y escribí:

    "Diario de misión. Día 1.

    He aterrizado en lo que llaman campamento. Temperatura: infierno. Ruidos: cigarras armadas hasta los dientes. Adolescentes rodeándome. No sé si es peor que la jungla.

    Objetivos:
    1. Sobrevivir a la actividad física obligatoria.
    2. Evitar a los que gritan, ¡hacemos juegos de bienvenida!.
    3. Encontrar café. O al menos algo que se le parezca.
    4. Debo de revisar la zona que me dijo Hunter, allí podré fumar tranquilo.
    Estado emocional: tolerable.
    Estado físico: fundido como queso en microondas.
    Estado mental: neutral, con tendencia a sarcasmo."

    Guardo la libreta en un pequeño bolsillo trasero de mi pantalón, saco un cigarro imaginario (porque Hunter ya me había avisado) y lo sostuve entre los labios solo por la costumbre.
    —Si no muero por insolación, será por drama adolescente — murmuré, mirando al cielo como si esperara refuerzos desde un helicóptero que nunca llegaría.
     
    Última edición: 1 Julio 2025 a las 6:07 AM
    • Gracioso Gracioso x 2
    • Ganador Ganador x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso