Contenido oculto: Recuerdos Cainan no conocía un lugar mas seguro que su Taller, amaba ese lugar. Solía incluso quedarse a dormir ahí, el dueño no se molestaba y le trataba como a un hijo. De igual manera así lo prefería, no le gustaba darle disgustos a su madre y, las noches que se emborrachaba hasta perderse -cinco de siete días de la semana, normalmente-, solía ir al lugar de su trabajo para dormir. Así que ahí fue donde decidió que Erick podía pasar un tiempo hasta recuperarse. Él era el único herrero por el momento en aquel taller y los pedidos de armas solía hacerlas un paje cualquiera que venía con las órdenes y, después del debido tiempo, se llevaba las armas. Así que era seguro. Durante todos esos días, había usado sus pocos conocimientos en primeros auxilios -aprendidos en altamar- para cuidar de aquel hombre extraño. No tenía mucha información, pero el sujeto le agradaba y parecía importante e imponente. Sabía que su reino estaba en peligro y, de ser posible, Cainan preferiría estar del lado ganador al final de todo el caos, junto a sus padres, claramente. Ackerley... era otra historia. Lo amaba mucho, era su pequeño hermano, pero sentía que se ponía en riesgo al ser guerrero y que jamás traicionaría a su reino, ni siquiera al este ir perdiendo. Y, a lo largo de esos días de convivencia, Cainan terminó por realmente sentir lo más cercano a una amistad con Erick. El chico era de pocos amigos, no sentía nada especial por sus "amigos" de apuestas y tampoco por las personas con las que solía pasar la noche. Sus únicos amigos, a los que le era leal, se encontraban viajando en barco y, desde que había vuelto a su reino, no sabía de gran cosa de ellos mas que lo que le escribían en sus cartas. Así que, al estar tan cerca de alguien por tanto tiempo, el sentir ese lazo especial se había hecho casi imposible. A parte, Erick era un tanto divertido. Sacarlo de quicio le encantaba y escucharlo gruñir por cada tontería que Cainan decía, se había convertido en una de sus cosas favoritas. Y, lo que mas le llamaba la atención, todo lo que rodeaba al sujeto era un misterio que en verdad deseaba descubrir.
El cuerpo aún me dolía, la herida era como tener una braza ardiendo sobre mi hombro y pecho, apenas tenía fuerza para moverme y mi ánimo no era mejor, aunque debía agradecerle a ese herrero sus cuidados y que pese a todo podía decir estaba mucho mejor. Al verlo llegar de nuevo, sentí como un nudo se formaba en mu garganta y pecho, no necesitaba ser un genio para saber o al menos imaginar lo que podría estar pasando con mis amigos. "-Van a ejecutar a cinco rebeldes....-" Esos chicos eran casi unos niños, y ahora serían ejecutados por que yo les falle al cuidarlos en esta misión. Cerré los ojos intentando controlarle y solo pude girar para ver a Cainan y clavar mis ojos en los de él. —¿Puedes llevarme con ellos....Cuando todo pase?— sabía mis limitaciones en este momento, pero al menos quería despedirme de mis amigos donde sea que dejaran sus cuerpos.
No era un total idiota, pero aún así... lo era un poco. Miró al hombre frente a él con una ceja levantada y una mueca en el rostro; de que podía hacerlo, podía. No era muy normal, hacia tiempo que no se ejecutaba a nadie, pero Cainan tenía el vago recuerdo de su padre siendo voluntario en levantar los cuerpos de los cadáveres para llevarlos a la fosa junto a otros hombres. Podría ser voluntario, llevar a Erick con él y que ayude, pero eso solo haría que la gente hiciera preguntas, que su propio hermano las hiciera. Llevarlo a la fosa en la noche... ¿Eso si quiera era algo que un ser humano con moral haría? Ver a esos cinco chicos entre tantos otros cadáveres no era una vista que deseara para nadie. —Eres consiente ¿Verdad? Lo que me pides es peligroso... no se si debas arriesgarte... Ya era muy obvio que Erick no era un forastero cualquiera, y con lo que acababa de pasar en la plaza central, estaba en riesgo. Y no solo Erick, él también, por esconderlo y su familia... por el simple hecho de ser su familia. Se paso la mano por la nuca y suspiro. —Podemos ir a ayudar a recoger los... los cuerpos. Pero tenemos que inventar una historia falsa para ti, inventar que no tienes nada que ver con los rebeldes, que no sabes nada. No deberíamos ponerte en riesgo, pero te ayudaré si lo que quieres es verlos...
Con todas las fuerzas que mi cuerpo aún tenía me puse de pie para poder acércame a ese herrero. —No quiero te pongas en riesgo, solo llévame con ellos…Cuanto todo pase— Baje la mirada para evitar verme más vulnerable de lo que estaba —No pido lo hagas ahora mismo, puede ser antes de que me marche— Con una sonrisa forzada en mis labios alce la mirada a ese chico —Te debo más que mi vida ahora— Por desgracia para Cainan, mi vida era lo único que tenía, así que sería difícil pagarle todo lo que había hecho por mí.
—Oh... ¿Te irás? Incluso la preguntaba sonaba estúpida; claro que debía irse, simplemente... Cainan sentía que era muy pronto, que sus heridas aún no estaban del todo curadas y que, después de todo el caos que se genero en los últimos días, era demasiado peligroso. —Es decir, claro que te iras... pero ¿Así? Todavía estas herido.
Solo pude darle como respuesta a ese chico una afirmación con la cabeza, entre más lo pensaba más me daba cuenta del peligro en que ese herrero estaba por mi culpa y al mismo tiempo el peligro en el que yo estaba. —Pronto el reino estará más protegido que antes, no creo que su rey deje pasar tantas muertes..— Camine hasta la salida y solo me quede observando el movimiento del exterior sin atreverme a salir o exponerme a que alguien me viera. —...Si no me alejo ahora de este reino, será muy complicado hacerlo después. Después de la ejecución, cada día que este aquí es peligroso para ambos— Gire un poco para poder ver a ese chico —Solo ayúdame una última vez con algo de comida y poder despedirme de mis amigos y me iré de inmediato— Sonreí con la confianza de un viejo que no era la primera vez que sobrevivía en las peores condiciones. Contenido oculto Temarii Juuzou ahora si avanzaré un poco más rápido la trama X_X [prometo no tardar tanto desde ahora.] Cainan debe elegir.... Darle comida a Erick, indicarle el camino y dejarlo ir solo mientras él se queda en la herrería. Darle comida a Erick y acompañarlo hasta donde sus compañeros estaban siendo expuestos...
Cainan hizo una pequeña mueca con sus labios. Le asustaba, pero eso era normal en él, siempre tenía miedo y, aún con todo eso, jamás huyó de nada. Era cuando tenía miedo que más valiente era. Se acercó a su pequeña alacena. Tenía mucho, ya que no acostumbraba a comer ahí, pero una de sus tantas conquistas siempre procuraba llenarle de víveres. Tomo pan fresco y una botella de leche que coloco en una canasta junto a frutas, verduras y un poco de queso. Se giró para entregársela a Erick, pero antes de dársela, la alejo un poco y soltó un suspiro. —Yo te acompaño. No puedo permitir que mueras, cuidare de ti ahí fuera y te llevaré hasta el bosque sin que nadie sospeche. Cainan dejo la canasta en la mesa del comedor provisional en su taller y salió de este mismo, jalando del brazo al contrario. Los músculos de este eran tantos que su mano ni siquiera alcanzaba a cerrarse alrededor de este. O quiza tenía manos muy pequeñas. Lo llevo hasta donde, por lo que sabía, estarían los cuerpos de sus compañeros caídos. Ya era un poco tarde y en verdad dudaba que siguieran colgados. Contenido oculto Elijo la 2 (?)
—Gracias...— Fue lo único que pude decirle a ese chico antes de seguirlo obedientemente hasta donde él me llevaba. El reino parecía más agitado que cuando había llegado, era claro que después de lo sucedido no podían estar tranquilos, pero algo era diferente, parecían más emocionados de lo normal. No pasó mucho antes de que llegáramos a las afueras del reino, el rastro de sangre que los soldados habían dejado al arrastrar el cuerpo de mis amigos por el suelo era claro, ni siquiera un poco de respeto habían tenido por el cuerpo de un chico muerto. Sus cabezas cercenadas, la expresión de sus rostros inertes.... Eran solo unos niños. Sin darme cuenta, me alejé un poco de Cainan para acercarme a uno de esos chicos y poder verlo mejor. —Perdónenme, ustedes no deberían de estar aqui...— Contuve las ganas de llorar por esos chicos y solo pude tocar la madera sobre la que estaban atados para dejar una oración por ellos. —Hey tú...— Uno de los soldados llamo a Erick mientras se acercaba a él —...¿Por qué rezas por esos idiotas?— Empujo el cuerpo del hombre para apartarlo y ver su rostro —¿Quién eres? No parecer ser de Ogunros— Mirandolo de arriba abajo el soldado se acercó lentamente a Erick Contenido oculto Temarii Juuzou , Cainan puede "alejarse en silencio" y dejar a Erick solo, o "intervenir para ayudarlo" e inventarse que es un comerciante que le vende algunas cosas a él...
