Aula 2-1

Cuando la voz desenfadada de Koizumi-kun, energica y podría decir que con un deje de alegría innata, me llegó a los oídos fue casi como una reacción a un estímulo exacto. ¿Simpatía, tal vez? Debía ser eso lo que provocó que le sostuviera la mirada con calma, junto a una sonrisa apacible mientras hablaba.

—Si, así es —respondí sencillo a la duda de mi apellido, sonriendo a ojos cerrados ante su disculpa; calmado y sin busca de mofa—; tal cual, así que no hay nada de que disculparse en este caso.

Saqué mi propio teléfono para revisar el número, me sabía el de mis padres, pero como casi nunca dependía del mío, pues tampoco me había molestado en aprenderlo.
—¿Prefieres verlo o que te lo dicte? —cuestioné con calma, manteniendo una sutil curvatura en mis labios que reflejaba algo de buen ánimo, a pesar de mis ojos cansados. Hice lo que prefirió, una vez intercambiado los números le envié por mensaje un pulgar hacia arriba, para después guardar el teléfono en el bolsillo con cierre de mi sudadera.
>>Tengo cosas que hacer ahora —informé volviendo a la seriedad, aunque en este caso apacible en vez de hastiada. También aproveché de brindarle una última sonrisa a ojos cerrados, penoso—. Así que lo siento, tendremos que organizarnos luego para lo del trabajo.

Tras eso, me dí media vuelta y lo miré por sobre mi hombro antes de marcharme.
>>Ten un buen almuerzo, Koizumi-kun —dije en modo de despedida, direccionando luego mis pasos hacia el exterior...


Era hora de hablar con Amery Shawn... ahhh.

 

Contenido oculto: Etiquetas

Kuno Vizard y Juniper Pienso enviar a Numéria luego a dónde sea que esté Génesis, para rolear con Insane un rato uwu

Pero quería hacer esto y siempre podemos hacer al menos un par de post sí se animan. Sino, pues nada, dejarles claro que la niña interactuó con sus chicos uwu

Llegó el turno de que recibiéramos los proyectos, yo me encontraba aburrida trazando líneas en las hojas traseras del cuaderno, ya tenía avanzadas un par, nada muy relevante. Entonces no demoraron en pronunciar el apellido de uno de mis compañeros de grupo, miré de inmediato al profesor, saliendo del trance entre ignorar todo y fijarme en lo que dibujaba. Paré cualquier movimiento e incluso separé mi palma de la mejilla que sostenía.

—¡Yo voy! —exclamé sin gritar en realidad, más bien soné firme y mi voz, siempre algo desinteresada o perezosa, agarró un tono de expectativa algo aguda. Yo me había levantado junto a mi voz reposando las manos con firmeza sobre mi pupitre. Miré de reojo a dónde deberían estar Koizumi y Tojo-kun, los miré de manera fija a ambos, aunque no me retuve mucho en ellos, tan solo quería cerciorarme de que no parecieran desagradados ante mi precipitación.

Caminé entonces hacia el profesor, primero un poco cabizbaja, debía admitir que estaba algo atemorizada, pero de cualquier forma no demoré en alzar el mentón para erguir bien la espalda y luego colocar la vista como correspondía. Sin altanería, porque iba a recoger una evaluación y ni siquiera estaba en posición de pavonearme por eso, no cuando era esta una segunda oportunidad que de cualquier forma podría haber salido mal. Y aun con esa presión encima pude brindarle una sonrisa sobria y elegante al profesor, mirarle a los ojos y hablarle con gravedad clama.

—Gracias, sensei— Mi mirada se fijaba en la suya, pero aunque pudiera parecer incluso un poco sugerente, lo dicho, solo era mi forma de ser y en verdad no estaba interesada en involucrarme con personas mayores y trabajadores de algún tipo... Me gustaba la igualdad de condiciones.

Por lo que tomé con ligereza y fluidez el informe, lo observé y... ¿Me había felicitado? Mis ojos quedaron estáticos sobre las notas y por un momento parecía haberme quedado sin aliento... Hasta que inhalé hondo y con ello un leve sonido de "Uhmmm" se esparció con sutileza, enderezando otra vez la espalda y en esta ocasión me aferré con fuerza a los bordes de la hoja.

Quería reír, porque la situación no pudo haber terminado mejor, pero antes que nada tenía claro que tenía qué hacer.

Habiéndome dado una media vuelta en dirección a mi par compañeros de equipo, elevé el conjunto de papeles a la altura de mi hombro exponiendo así la nota a un costado de la hoja, aunque talvez por la lejanía no se notaría bien.

—¡Hemos sacado un diez! —exclamé alegre, tal vez era de las pocas veces en este lugar que usaba un tono tan risueño y alegre, sonriendo por un momento radiante a ojos cerrados y mostrando la hilera de dientes que sí buscaba cuidar al menos en limpieza—. Jejeje— Sostuve la mirada de mis compañeros entornando la mirada por mero placer, antes de acercarme al dudo me permití brindarle una sonrisita a ojos cerrados al pelo-cielo que estaba en el otro extremo de la sala—. Jijiji~

¡Nos había ido fenomenal!
—Miren, miren— Mis pasos resonaron por el salón, directo hacia el par de ahora más que conocidos, llevaba el informe pegado a mi pecho como un cría pequeña y cuando se lo iba a extender a cualquiera de los dos el profesor no demoró en llamarme la atención pidiendo que me sentara. Volteé a verle por sobre el hombro con una mezcla de extrañeza, pero más que nada desagrado— ¡Uhmpf! —solté inflando las mejillas sin pudor alguno, sin temor a enfrentar la mirada del decente, pero niñata como podía llegar a ser, pues no demoré en girar la cabeza en dirección contraría a él con cierto dramatismo. Mi pelo se movió con cierta gracia y todo.

Afortunados eran de que no aumentara el teatro cruzándome de brazos o algo similar. Aunque, de cualquier forma, no valía la pena amargarse por esas pequeñeces.

>>Tomen, véanlo ustedes —hablé tranquila y le ofrecí el trabajo a Koizumi-kun...


Una vez en mi puesto, sigilosa, alcancé a enviarle un mensaje a la linda de Génesis Génesis antes de que el profe otra vez me regañara sin mayores adornos por andar distraída o saltándome una que otra norma. Yo solo le miré con otra mueca en los labios y una cara de hastío.
>>Uhmpf —solté a labios cerrados, pero aun más bajo que antes. Tecleé un par de veces y con voz plana, pero clara, contesté—. Un último mensaje y lo apago para no ocuparlo más.

Dicho y hecho, claro, me aseguré que al menos los mensajes le hubieran llegado a la chica.
"¡Hola, hola, Gén-chan! ¿Adivinaaaa?"
"1..."
"2.."
"Espero tengas tu respuesta~"
"¡3!"
"¡Nos fue fenomenal en el proyecto, Génesis! :'-)"
"¿Quieres vernos en el receso? ¡En verdad que esto me entusiasma! Jejeje"
"Aunque seguro exagero un poco"

Esos mensajes y el par de stickers de celebración caótica y un "¡Lo logramos, chicos!" más algún "Toca comer para celebrar, ¿no?" "¡Pero afuera, que acá dentro es muy aburrido!"

—Jejeje —reí en mi mundo, despacio, mientras me respaldaba en la silla y acomodaba mi pierna sobre la otra y estiraba mis brazos de manera que estuviera más cómoda... no era una posición muy señorita de mi parte, claro. Igual no demoré en volver a mi posición inicial, manos en la mejilla, pero ahora con una leve sonrisa en paz...

Los... los intento de algo estaban ahí... Había... había logrado hacer un buen trabajo con geografía... ¿Sería... un buen momento para pensar en el futuro?

En las callejuelas, en lo que quiero y lo que anhelaba... la verdad... no tenía mucho qué perseguir. Miré con el ceño fruncido mis papeles, con cierta pena en las cejas, pero la sonrisa seguía siendo más bien sosegada y mantenía cierta alegría. ¡Ya podría pensar en esa cosas después! Pasé la hoja y decidí seguir scarabocchiare.


Por suerte no estuvimos todo el tiempo entregando, recibiendo y repasando los proyectos, porque me habría aburrido un montón y detestaba esa sensación, pero por suerte sí pasamos materia nueva y puede entretenerme intentando anotar todas las cosas que entendía de manera pulcra y colorida. En esta ocasión usé marcadores durazno, rosa y verde pastel. El receso llegó y yo me aseguré de guardar bien todas mis pertenencias antes de dignarme a salir a cualquier lado. Saqué mi almuerzo de paso tras acomodarme la carterita que llevaba. Esta semana había intentado prepararle a mi padre y a mí una que otra comida más nutritiva, ¡nos haría mal depender de los pre-cocinados o la comida rápida...! Y, aunque fuera un placer, no siempre podíamos ir a almorzar a un buen restaurante fuera, ¡aunque siempre había un puesto de comida muy casera y barata por ahí!

"¿Dónde estás, Génesis? Para ir, claro, siempre que no incordie~" Mandé el mensaje y luego me acerqué al par de chicos antes de que se marcharan por su cuenta. Me senté en el borde de una de las mesas desocupadas ya por la ausencia de su portador y apoyé las manos sobre la misma, para luego pasar una pierna por sobre la otra por mera comodidad, nada relevante en cualquier caso.

—¿Y? ¿Qué tal les pareció? —hablé con tranquilidad con una mirada sosegada que, bueno, era difícil toparse con ella teniendo en cuenta lo expresiva que era y siempre andaba o aburrida, desagradada o reaccionando a quién sabe que tontería—. Jeje —concluí relajada, mostrando con fineza mi línea superior de dientes mientras cerraba los ojos.

Era... raro, por qué no admitirlo. Siempre a mi ritmo sin tomar muy en serio al resto, para disfrutar las cosas que quería como yo quería... sí que debía ser sorprendente notar de pronto que cosas como formar un buen equipo de trabajo y disfrutar de la buena organización y resultado de este me interesara.

Pues... siempre me agradó conversar y pasar tiempo con otros, el problema era querer esforzarme para lograrlo. Viajando de acá para allá, con la incertidumbre de que me iría en cualquier momento y que, tal vez, jamás volvería... Había cosas que prefería evitar, pero a la vez, supongo, ya era algo fuerte al respecto. Aparte, era buen método acércame a otros a través de los proyectos escolares, porque sí funcionábamos podríamos repetir grupo para otros trabajos, siempre que no nos mezclaran de manera aleatoria, y bueno: ¡Disfrutar una victoria en conjunto siempre era buen paso para seguir fortaleciendo...! Cuál fuera el lazo que surgiera, jejeje~

Contenido oculto

De momento pienso que esto podría se una interacción pequeña, pero sí cositas surgen no tengo ningún problema en rolearlo con alguno de los dos uwu

Y bueno, Insane, ahí puedes responder dónde quieras y cuándo quieras los mensajes de Numéria <3

 

Hana Nishijima

Mi esfuerzo había sido lo bastante satisfactorio según por lo visto, como la hija de un representante de la cámara baja del parlamento, siempre se vio mi óptima educación como una gran prioridad, desde pequeña me fue inculcada la idea de liderazgo...tomar las riendas al maximo, aunque muchos en la sociedad lo tomaran como algo...raro para una japonesa estándar, aplique todo aquello que implicará orden y disciplina en mis primeros años de escuela. Con el pasar del tiempo no solo fui una estudiante intelectual modelo para el resto de la clase y otras más de la primaria; también llegue a ser el "faro del orden" en los pasillos...había decidido proteger una buena imagen así fuera por la fuerza.

Con el pasar del tiempo dicho rol abrio mis puertas a las mejores escuelas en el país, una de ellas estaba por recibirme con una cálida bienvenida, la academia Sakura.

El tiempo había pasado y ya no era una niña entrometida cuya estatura era motivo de atención a su vez que de cierto temor, debía saber que estaba en un recinto nuevo y solo me quedaría ver qué tan a la altura de buenas costumbres podrían estar los alumnos de la academia.

Luego de terminar de revisar una lista de los útiles bien organizados en mi casillero, acomode mi diadema revise unos últimos toques detalles en mi rostro, al caminar pude dar fe de los pulcros uniformes de los demás estudiantes, nada mal, las faldas de las chicas parecían ir bien a medida, por mi parte la falda tableada poseía un poco más de longitud para ocultar mis rodillas.

Como era de esperar varios de los estudiantes no disimularon mucho al observar directamente a mi persona...no tenía que ser adivina para saber que era lo que les inquietaba, si no fuera por mí buen humor ya habrían perdido puntos de estima sin siquiera haber cruzado palabra alguna.

Al llegar finalmente al aula saludé al docente a cargo de la clase, un hombre de una aparente capacidad para llevar un adecuado control de su clase...bien por mi.

—Buenos días a todos, mi nombre es Nishijima Hana, mi tierra natal es Osaka, amo todo lo que tenga que ver con ciencias pero sobre todo poder cuidar de la naturaleza, seamos buenos amigos—me incliné y luego de una cálida sonrisa, sabía que más de uno debía estar cuchicheando sobre mi pues lo había notado en sus miradas, pues bien...como siempre pensé, esperaba crear un buen nicho donde el respeto siempre este presente.

—Estoy de verdad muy ansiosa por conocer todos los alrededores, apenas ver los cerezos en su esplendor a sido toda una experiencia.

Decidi ayudar al docente quien no parecía muy presto a gastar tiempo en presentaciones, asignó entonces una de mis nuevas compañeras a ser de guía...Russo era su apellido, una extranjera ¿Eh? Supuse lo interesante que sería iniciar amistad con alguien del viejo continente ¿Cual seria su opinión de Sakura ¿Que tanto estaríamos en sintonía si Sakura llegase a necesitar mi ayuda? Mejor era no pensar en eso, la escuela mostraba señales de ser un lindo lugar tal como en aquellos mangas dibujados por una vieja compañera en una secundaria en Kioto. Muy idealizados pero con ciertas verdades que no podía ignorar.

—Un placer Russo-san ¡agradezco de antemano que guíes mi recorrido por la academia!—salude sin mucha formalidad, de hecho era algo empalagoso al juntar amabas manos como si fuera una niña rogando por dulces, me parecía algo un poco tonto pero si quería llegar a alguien la sencillez era una regla fundamental.

Contenido oculto

Mori Hana Chan lista para el paseo(?

 

Las clases iban yendo sin mayores altibajo, de a poco me había empezado a saltar reglas sutiles como el largo de la falta o la cantidad de botones abotonados, aunque en este último el tope eran dos botones. También terminé por agarrarme la mata de pelo en una cola alta, dejando caer mis rizos por mi espalda sin demorar en ordenarlos un poco. El calor había incrementado desde y esos cambios de clima no parecían tener freno, pero lo cierto es que en cada día soleado el sol parecía pegar más fuerte que antes. Pero bueno, mientras aprobara las materias y pudiera encontrar algo para no quedarme hastiada en casa las cosas irían bien.

Volví mi atención a clases tras comprobar con mi espejo de mano que el peinado quedó como esperaba, firme y con cierta naturalidad, para percatarme así de la nueva estudiante que parecía haber llegado al Sakura. Era increíble, por más tiempo que pasara no dejaban de caer a goteo en la academia, ¿reflejaría eso su renombre? Tras hacer un leve gesto de sorpresa por su altura, alzando las cejas sin quitar la expresión neutra de mis labios, escuché con cierta atención su presentación mientras apoyaba sin dificultad la mejilla en mi palma abierta.

Tenía buen porte, un cabello blanquísimo que a estas alturas no tenía por qué sorprenderme, siendo que en el Sakura parecía haber una peste de albinos, pero aún así el tema no dejaba de ser sorprendente. Por un momento pensé que sería una rígida, tal vez eso me hubiera echado un poco para atrás haciéndome perder el interés en su persona, pero en vez de eso parecía hablar con mucho corazón y qué decir. Cuidar de la naturaleza, venía también de Osaka, lo que quedaba legisimos...

"Estoy ansiosa por ver todos los alrededores" Algo en sus palabras casi me saca una sutil sonrisa, puede que fuera debido al entusiasmo que emanaba. A mi me había tocado estar en esa posición su buen par de veces, comprendía los nervios, aunque no estoy segura de si compartía el entusiasmo. Y aún cuando estaba atenta dea situación, que el profesor mencionara mi nombre tras alcanzar a fijarme con la mirada me agarró con sorpresa y se reflejó sin exageración en mi rostro.

—Claro —respondí con una ligera sonrisa y una voz calmada que estaba lejos de reflejar un exsorvitante entusiasmos. Cuando la chica pasó a mí costado y me agradeció la disposición con ese tono amable acabe por sonreír amplio, pero tranquila—. Espero nos divirtamos —respondí escueta esperando no robarle mucho tiempo, para que pudiera ganarse en su pupitre. Miré de reojo al otro lado del salón, por mera curiosidad, y al parecer Nakagawa estaba en su mundo, como siempre, recostado contra la pared de manera bastante perezosa, al menos se había dignado a desabrochar la cremallera de su sudadera... pero el gorro lo seguía teniendo a pesar de estar bajo techo. En fin, no le di más importancia y empecé a acomodar mis lápices para los apuntes.

Cuando se dio paso al receso no demore en guardar mis cosas y junto a mi cartera me dirigí hacia la nueva estudiante. Los nombres japoneses eran algo raros, así que me había tomado las molestias de anotar el suyo un par de veces en mi libreta para no olvidarme.

—Hola, Nishijima-chan —preferí acortar distancias esta vez utilizando el chan, éramos compañeras de curso después de todo y creo que el sufijo no estaba más implementado—. Te gustaban los cerezos en flor, ¿no? ¡Creo que tengo un buen lugar que presentarte, entonces! —exclamé con cierto entusiasmos y alegría, sin llegar a ser ruidosa, ampliando mi sonrisa mientras unía mis manos en una palmada, a ojos cerrados— ¿Tienes que comprar tú almuerzo o trajiste uno? Porque hay una buena cafetería en la academia —procuré asegurarme, para luego esperar sin prisas su respuesta.

Debía estar atenta de todas formas, para traducir sus palabras, por eso mismo motivo tendía a hablar con ciertas pausas entre frases, pero ocultaba el detalle mostrándome como alguien más bien pensativa que dudosa.

Contenido oculto

hola Kuno Vizard , me alegra poder rolear contigo uwu

Bueno, puedes responder acá, en un pasillo donde estimes más conveniente. Cualquier detallito siempre podemos comentarlo en algún perfil o mensaje privado <3

 

Hana Nishijima

Las clases fueron impartidas por gran entusiasmo por el docente ganándose así mi aprobación, no era nadie para decidir la calidad de un profesor pero aquello formó parte de mi desde muy pequeña.

Apenas todo termino guarde todo lo concerniente a mis apuntes, sería muy problemático ponerme al día pero nada fuera de mi alcance. Escuche la voz de Russo-chan, tenía un marcado acento europeo difícil de ocultar, mis oídos estaban acostumbrados a escuchar los acentos del mundo todo por mi curiosidad por lo mejor del extranjero.

—Te doy mi permiso para que me guíes a tu gusto—respondi con un guiño a la chica europea—Aspiro ser la guía de nuevos estudiantes y enseñarles lo mejor de la academia.

Lo mejor, eso me recordó que...¿Que podría estar mal con la academia Sakura? Habían estudiantes reconocidos por ser de familias importantes, como los Crimson, una familia británica de una particular empresa de tecnología y seguridad, no dejaba de inquietarme que alguno tome provecho de su linaje para hacer y deshacer a su antojo...pero era muy temprano por preocuparme por los corruptos de Sakura, la institución destilaba belleza y debía admirarla sin desperdicio.

—oh no te preocupes Russo-chan, he traído un saludable platillo de verduras para el almuerzo, uno de gran calidad por cierto—señale con cierto orgullo, entonces en uno de los pupitres note a un rubio quien parecía olfatear a mi dirección, el pobre parecía sufrir un micro infarto apenas me enfoque en sus ojos naranja, le sonreí aunque le reprendí por tener una barra de dulce a centímetros de su boca aún dentro del aula. Suerte que no era una prefecta como lo fui en mi anterior escuela ¿Existirían los prefectos en Sakura?

>>perfecto si no hay problema podemos almorzar bajo un cerezo, toda cuestión sobre mi la responderé, que para eso soy tu nueva compañera ¿Qué tal?

 

Oreki Tojo

Ah vaya que era muy interesante ver el ir y venir de diferentes clases, tan interesante como disgustar un sabor de un platillo y evaluar si vale o no un día de penurias.

El profesor parecía algo descolocado por el extraño hecho que alguien más se integrará a nuestra clase ¡Perfecto! Aunque...en serio era extraño como aveces parecian ser problemático el hecho de recibir estudiantes a mitad de curso era casi como un capricho...pero de solo analizar solo aumentaría mi apetito por un pan Yakisoba y si comía uno justo en la clase estaría acabado.

—Eh...¡Por supuesto que sí profesor!—acepte con una sonrisa y saludo militar—solo déjelo en mis manos.

El tiempo tomo su curso hasta que por fin podía tomar un merecido receso y por supuesto disfrutar del almuerzo, antes de guardar todo note a la chica de cabello corto, esperando por nuestro tour.

—¡Brown-san! Es hora de mostrarte la academia, espero no te pierdas por algún lugar llamativo que puedas encontrar—bromee un poco con la nueva estudiante sin saber si podía ser muy suspicaz o algo distraída.

>> Podemos ir a la cafetería si deseas, hay un amplio menú digno de probar...

Contenido oculto

quem

 

¡Buenos días mundo cruel!.

¿Mundo cruel? si mundo cruel, en eso es lo que se ha convertido este planeta desde que fui dejada por mi propia madre en manos de unos extraños, y no podía aumentar más a decir que la ha hecho más miserable de lo que ya lo era. Sonreí sin ganas al salir de mi casa para caminar a la limosina, que mi propio padre había contratado para que me dejara personalmente en las puertas de la academia, era un exagerado pero no podía hacer nada contra las jodidas reglas de mi padre. Absolutamente nada.

Ya afuera de mi casa me adentre al coche y puse mi mirada al frente para ordenarle al chofer que arrancara, que no se notara la necesidad que tenia de llegar rápido a la famosa academia donde mis padres me habían ingresado, y pensándolo bien ser nueva en lugares como esos no era que me apasionaba realmente, y tampoco necesitaba tener amigas si me hablaban bien o sino pues me valía.

Ya al frente de la academia me baje del coche sin despedirme del chofer, camine directo por los pasillos para subir a la segunda planta sin ningún problema, tampoco me iba a perder no era como si este mundo era nuevo para mí. Al ya encontrar mi curso entre sin ningún problema al mismo tiempo que encontraba un asiento vacío. A lo que me sentaba un profesor entro solo me levante cuando escuche mi apellido murmure: un mucho gusto a secas pero antes de volver a mi asiento alcance a escuchar algo sobre algun tour pero para ser sincera no le preste mucha atención.

Escuche la campana para el receso pero no me moví de mi pupitre, para nada, solo me tense cuando escuche la voz de alguien cerca y sonreí pero más bien fue una mueca para ser sincera no esperaba que nadie se me acercara. Levante mi ojos para mirar fijo a la persona que me hablo.

─Si me pierdo para eso te tengo a ti ¿no?, después de todo me enseñaras la academia ─mi voz salió áspera y sin ningún tono de diversión.

No quería ser cruel, pero...

Esa ya era mi personalidad.

─Claro sin problema, te sigo.

Contenido oculto

Ikoma-kun por aquí te dejo a la niña, solo dijo que tiene una personalidad no muy peculiar.

 

Hana Nishijima

Tojo-kun se había marchado con la nueva chica, eepseraba que el pequeño glotón lograse algo con una chica en esta academia....aunque tampoco deseaba que olvidase su deuda con mi persona, la verdad no sabría si de verdad poseia un fino paladar como tanto suele pregonar. Su recomendación me costó un tratamiento corto pero molesto, iba a acusarlo pero mis padres prefirieron dejar el agravio en un simple accidente. Nunca estuve muy de acuerdo pero al menos logré que fuese de mi "servidumbre" por una semana nada más, debería agradecer mi buena voluntad.

—Tojo esta en medio de un tour con su nueva amiguita, esperemos no se extienda en un largo almuerzo como siempre o estara en lios—dije acercándome a la chica de cabello azabache y mechón azul apenas la conocía pero sentía que podíamos coexistir...esperaba.


— Según esta agendado el proyecto tratará de música—observe al ojear algo de mis apuntes, el tema es de diversos géneros de música y la influencia en las diversas sociedades—Podemos hacer uso de mi conocimiento en música tradicional tengo una muy linda colección en mi haber.

 

Contenido oculto

Allá en los casilleros, la estimadísima Baby Abby se fue con la misma rapidez con que se apareció ante nosotros. Pero no sin antes mostrarme todo el swing del que su cuerpo era capaz. Fue la primera vez que escuchó este estilo musical y, sin embargo, el movimiento de su cuerpo, sobre todo las caderas, estuvo completamente sincronizado. ¡Como si hubiera nacido para esto, vaya! Fue una lástima no llegar a responderle qué instrumento tocaba: iban a ser toda una sorpresa las maracas que traía en la mochila. ¡Pero en fin! Ser adoptado por esa chica no sonaba mal.

Me despedí del señor Flowcito luego de vaciarle la botella y me fui derechito para mi aula del segundo piso. Una vez allí, parte de mis nuevos y flamantes compañeros no paraban de lanzarme miradas, y aquellos a los que pillaba in fraganti les dedicaba una sonrisa divertida. Pero no hubo mucho espacio para la charla ni para ver quién tenía swing en sus carnes. Cuando el profe me presentó, no dudé en ponerme de pie para hacer una reverencia a todo el mundo, como quien saluda a un público al que ofreciste un buen espectáculo. A la señorita Brown le dediqué un saludo con la mano antes de volver a sentarme y esperar que comenzara el recreo.

Y cuando la dichosa hora llegó en medio de un calor demasiado hot, me levanté de un salto de la silla. En cuestión de un segundo o menos, me aparecí frente a su pupitre con una gran sonrisa.

—¡Hola, señorita Brown! —saludé con la mano extendida— ¡Me llamo Markus Atticus Ferrari! Me puedes decir Mark, o Attis, o Ticus, ¡O Maractus, como el pokémon! ¿Me vas a cuidar bien?

Contenido oculto

quem uvu

 

Hoy era el día mas normal de mi vida, aunque siempre lo era, así que no buscaba nada mas lo único que pedía era poder pasar el día tranquilo tal y como lo había iniciado.

Vivir con mis padres adoptivos no era algo que me molestaba, había sido dejada a ellos por mi madre así que no tenia esperanzas quisiera de volverla a ver y de mi padre verdadero pues ya estaba todo por perdido con el. Lo poco que supe de el fue que dejo a mi madre antes de que yo naciera como fuese había llegado a la escuela con ánimos que para ser sincera no sabia de donde venían.

Por lo poco que logre prestarle atención a las clases fue por que ni escuche que había llegado alguien nuevo, solo alce la mirada cuando escuche mi apellido y mi mirada paso a la persona que me tocaba darle el tour, asentí en poco mientras mi vista aun seguí en el chico alce una ceja cuando me saludo con la mano, no le devolví el saludo ni nada.

No paso hasta que la campana del receso sonó, de por si como siempre me levante de mi puesto antes de empezar a recoger mis cosas para poder encontrarme con el chico que me tocaba hacerle el tour, pero no contaba que el se acercaría solo mire lentamente a lo que llegaba a sus ojos. Deje que me saludara tranquilamente y para ser sincera este chico se lo miraba algo energético.

—Hello —lo había saludo en ingles se me salió sin previo aviso, mientras le aceptaba la mano que me había extendido—. Puedes llamarme Sophie, señorita Brown es como muy formal —sonreí de manera ligera, cuando me dio algunos nombres de como lo podía llamar—. Entonces te llamare Mark.

Lo mire brevemente cuando me hizo la pregunta la cual me cogió algo desprevenida, solo me quedo reír.

—Tranquilo estas en buenas manos —no era alguien paciente ni con un carácter manejable pero hoy haría lo que podría después de todo estaba de buen humor ¿no?—. ¿Entonces a que lugar gustaría ir? o Puedo enseñarte los mas importante si quieres claro —al decir eso una sonrisa apareció en mis labios.

 

Ya que la podía ver de cerca, pude darme cuenta de que la señorita Brown era bastante más chiquita que Abigail. Debía medio pegar mi mandíbula al pecho para poder mirarla a los ojos. ¡Si se llegaba a cruzar con el señor Flowcito, seguro le daba un síncope! Me saludó en un inglés perfecto y natural, que por ninguna razón en particular elevó bastante más mis elevados ánimos. Parecía ser alguien tranquililla, pero no tuvo ningún reparo en sonreír y dejar escapar alguna risita. Se me hizo muy adorable.

—Si hay algún lugar con mucha agua, me gustaría empezar por ahí y estar el mayor tiempo posible —respondí sin ningún tipo de reparo, ni de vergüenza—. Hoy el calor está intratable, ¡uf! Si ese lugar tan maravilloso existe, ¡no me sorprendería que esté lleno de gente!

Me fui derechito para la puerta del aula haciendo un giro de buen bailongo y, mirando hacia la chica, la invité al pasillo con un movimiento de la cabeza. Era gracioso porque de repente parecía ser yo el guía, no el turista.

—¿Me llevas, mi magnífica guía? —pregunté con una sonrisa animada, con uno de mis pies haciendo movimientos rítmicos contra el suelo— Por cierto, ¿también vienes del extranjero? Digo, por tu inglés tan perfecto y bonito —mi sonrisa se ensanchó—. Yo soy italiano, piacere di conoscerti!

 

Hoy estaba un poco contenta y a veces era raro ya que siempre andaba de mal humor, osea yo era una bipolar, como tal ingrese tranquila y recibí las clases con normalidad claro no sin antes distraerme dibujando una que otra cosa en el mi cuaderno, alce mis ojos del objeto cuando busque con la mirada a Markus había quedado con el de que la próxima vez visitaríamos la piscina con Fiorella después de todo se la presentaría.

Entonces espere hasta que sonara la campana para el receso, para poder acercarme a el y eso hice, no sin antes guardar todo y coger lo que había traído de mi casa para compartir con ellos, Fiorella me había dicho que también traería así que el no tenia que preocuparse de nada, fui silenciosa en poco y me pare tras suyo para inclinarme lentamente para susurrarle a lo oído.

—Hola Mark —sonreí—. Espero que no interrumpir nada.

Contenido oculto

Holis, Bruno TDF por aquí te dejo a la niña uwu.