Tokorozawa Bosques de Totoro [Bosque]

Tema en 'Ciudad' iniciado por Gigi Blanche, 31 Enero 2023.

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    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

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    Jez.png

    Obviamente noté que había interrumpido una conversación al acercarme a Altan cuando lo encontré entre el grupo de estudiantes junto al salpicón de sangre que recordaba el cabello de Dunn. Sentí la tensión de Al, se proyectó y me alcanzó, alertándome, pero seguí a lo mío porque no me gustaba forzarlo y cuando el pelirrojo mencionó a Shimizu, al que no ubicaba de nada, pareció relajarse y yo me di por servida.

    Claro que me caracterizaba por ser tonta.

    Al final secundé a Cayden sobre la dirección, Altan seguía sin meterse en eso y yo me quedé sujeta a su brazo un poco por inercia, consciente de que nunca me apartaba. Suponía que ya no esperaba nada diferente.

    —¿Tampoco te va mucho el rollo del exterior, Vólkov?

    —No hace falta decirlo —reclamé en un murmuro.

    Estaba por decirle algo más cuando una voz conocida se anunció y giré el cuerpo para recibir a Adara dedicándole una sonrisa. En el movimiento me arrastré a Altan y Cayden medio volteó el rostro mientras escarbaba entre sus cosas.

    —Hola —dijo el pelirrojo, le sonrió de forma bastante suave y Al, bueno, se quedó callado.

    —Hola, Adara —dije repentinamente enérgica—. Bueno este es oficialmente el grupo de la 3-2, eres nuestra nueva integrante. ¿Te gusta acampar o es tu primera vez?
     
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    Fiorella 2.png

    Seguí avanzando después que seguimos por el camino que nos direccionaba hacia el oeste, después de que Adara se fuera pues solo me quedo observar todo el lugar consuma confianza y alegría hasta que llegamos aun Totoro, que realmente me parecía una estatua bien bonita y por lo que notaba pues una de las profesoras estaba alegre de explicarnos de que se trataba. Solo sonreí y me acerque un poco a ella, ya que estaba invadida por estudiantes que se tomaban fotos, mire a mi alrededor y a lo lejos pude distinguir a Adara acercándose a un grupo y realmente me alegraba por ella pues tenia, con quien charlar y no pasar aburrida al contrario de mi.

    Aunque sabia que lograría despintarme con cualquier cosa.

    La cosa fue escuche la voz de una chica y gire mi vista hacia ella, y sonreí cuando note sus facciones al mirarla fijamente, pero mi sonrisa fue realmente alegre al escuchar su voz se notaba su ligero acento Italiano.

    Ciao, claro —murmure al coger la cámara y, esperar a que todos se acomodaran para poder tomarla—. Todo listo —murmure al ver la fotografía y reír al recordar como la chica me había dicho que la cuidara, solo asentí y note como uno de los chicos se me acercaba, lo escuche agradecerme sonreí un poco, al entregársela—. No hay de que.

    Mis ojos pasaron a los de la chica, que de lejos se notaba que talvez era Italiana, si es que mi yo interno no se equivocaba.


    Adara.png

    Note que Jez me recibió con una sonrisa, cosa que talvez devolví y mire como arrastraba a uno de los chicos con ella, y aquí era donde pensaba que ella realmente era energética, me hacia recordar un poco a Fiore. Fije mi vista en algún lugar en concreto y la note de lejos estaba tomándole algunas fotos a un grupo, solo la mire un poco para volver mi mirada a Jez y a sus amigos, primero mire al chico que conocía por "Al" y después al otro pelirrojo.

    Asentí ante el saludo del chico pelirrojo con una sonrisa a boca cerrada, y toda mi atención se fijo en la chica cuando murmuro que ese era oficialmente el grupo de la 3-2.

    —Supongo que me da mucho gusto de conocerlos —inquirí sacando una botella de agua de mi bolso—. ¿Entonces puedo saber sus nombre? —mire al chico que conocía con el diminutivo de su nombre y lo señale con la barbilla ante de tomar un poco de agua, había venido preparada por si me daba el jodido dolor de cabeza, mas conocido como migraña.

    —De ti solo se, el que se supone que seria el diminutivo de tu nombre Al ¿no? —yo aquí siendo confianzuda ¿no? Fije mi vista en el chico que contesto mi saludo—. Y de ti pues creo que nunca te vi en el salón, o talvez no me fije mucho.

    Después me fije en Jez para responderle la pregunta que había escuchado.

    —En parte, realmente no es que me guste —murmure recordando la ultima vez que había ido a un acampamento—. No, se puede decir que es como la tercera vez y ¿tu?.
     
    Última edición: 3 Febrero 2023
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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Parecía haber un consenso bastante marcado esta vez, por lo cual los profesores sonrieron y se adentraron en el bosque que los recibía luego, obviando el camino que giraba hacia la izquierda para seguir en línea recta. Los alumnos pudieron notar cómo la vegetación era más y más densa, hasta convertirse en un paisaje verde esmeralda. El colchón de helechos los obligaba a fijarse bien por dónde caminaban y los árboles perennes filtraban la luz solar de a ratos. Se oían las cigarras y algunas aves, pero la visibilidad allí dentro era casi nula.

    —Este es el Bosque Tres —comentó Sachi, liderando la marcha—, uno de los más densos de toda la reserva. Tengan mucho cuidado aquí dentro, en especial de noche, ya que es muy fácil perderse.


    Bosque 3.png

    Pasados unos quince minutos de caminata, los estudiantes volvieron a identificar un camino por el cual andar. Llegaron, así, a una tercera bifurcación, donde podían seguir en línea recta o doblar hacia la derecha.

    —Lo han estado haciendo muy bien, chicos —los felicitó Kanade—. Pero tendrán que seguir esforzándose~

    >> Hacia el Norte (Bosque 2).

    >> Hacia el Sur.
    >> Hacia el Oeste (Bosque 4).
     
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    Kaisa Morinachi

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    [​IMG]

    La diferencia de alturas nos había librado de sufrir un cabezazo, ¡Aquello era bueno! Aparte, la chica no sabía para nada enojada.

    —Uhm —solté el aire por mi nariz al momento de sonreír ante lo de que ambos éramos bastante distraídos, eso sí que no lo podría negar~—. Horiazana Vite, un gusto —acentué mi sonrisa mostrando mis dientes en esta ocasión y a ojos cerrados le ofrecí mi mano, como se saludan los hombres de negocio y toda la cosa—. Siento que tienes un acento muy especial, ¿De casualidad no eres de por acá? —pregunté con una ligera curiosidad en mi rostro, mi acento también delataba que mi tierra oriunda no era Tokyo, pero seguía siendo bastante japonés. Nunca en mi vida había pisado un lugar fuera de Japón, la verdad, aunque ya me gustaría.

    Fue entonces que los profesores decidieron ir al sur, ¡Me venía de perlas! Era la opción que me hubiera gustado elegir, siendo sincero.

    —Dejame prestarte los binoculares como disculpa —ofrecí a la chica sacándome el aparato del cuello y tendiendolo hacia ella—, seguro te encuentras algún pajarito o algo, jijiji —finalicé con aquella sonrisita que presumía mis dientes al cerrar los ojos, bastante risueña, la verdad.

    [​IMG]

    Todos parecieron estar de acuerdo con lo que había ofrecido, aunque Zold fue quien lo verbalizó, aquello no podía ser más que satisfactorio por lo que la sonrisa discreta, plagada de orgullo, no se hizo de esperar. Había que ver las cosas mínimas que podían llegar a alegrarme, cuando con otras era de lo más exigente.

    Que guapos~ —halagué una vez le saqué una foto al trio dinámico, dudaba que hubiera mentira alguna en mis palabras, les había tocado una muy buena genética a mi parecer. Guardé las fotitos en mi cartera para que pudiéramos verlas todos a la vez junto con Génesis.

    Fue cuando le hablé a la pelirroja que pude confirmar un poco mis sospechas, aquel Ciao la delataba por completo y dudaba que fuera simples ganas de presumir con alguna extranjera, ni que tuviera mi nombre o algo.

    —¡Of course! —respondí a Zold cuando me pidió sacarme la foto con ellos, esa había sido la intención de pedírselo a la chica para empezar. Me acomodé entre Zeld y Génesis para no interrumpir la cercanía de Gen con Zold, para luego proceder a dar mi mejor sonrisa y, por qué no, me hice con el brazo de Zeld como si nada, tratando de dar mi mejor imagen.

    Fuimos Zold y yo quienes nos volvimos a acercar a la chica, aunque Zold se me adelantó en recibir la cámara, no había drama en ello.

    Grazie, pretty —agradecí mientras veía con la sonrisa suave cómo Zold conservaba la foto para verla con Gen—. ¿Di che parte d'Italia sei?— El otro par no demoró en alcanzarnos y pronto tuvimos que retomar la marcha, saqué las fotos que había sacado para entregársela a Génesis—, muy bonita tu cámara, Gen —halagué en inglés con la sonrisa suave en mi rostro.
     
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    Zireael

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    Altan 3.png

    ¿Qué si podía culpar a Adara Makris por no tener ni puta idea de quiénes eran sus compañeros de clase? En lo más mínimo, mucho menos si se trataba de nosotros. Cayden hablaba entre poco y nada en clase, quizás no fuese un estudiante ejemplar pero intentaba no bajar del promedio aunque se le frieran las neuronas. Luego estaba yo que literalmente era una mancha oscura cualquiera en el salón, me la pasaba mirando moscas o durmiendo.

    —De Altan, sí —respondí a la pregunta de la chica con el tono plano de siempre.

    En algún punto Jez me soltó el brazo para disponerse a caminar junto a Adara, a quien supuse ya veía como una amiga pues porque era así de sencilla con muchas cosas. Se le veía contenta de que Makris se hubiese acercado.

    —No hablo mucho ni nada, pero solo falté un día recientemente —atajó el pelirrojo que había conseguido lo que buscaba en su mochila: un puñado de dulces—. Cayden.

    Lo dijo en un tono suave que contrastó con mi aparente falta de expresividad, me di cuenta y no me importó en lo más mínimo. Observé sus movimientos, se hizo con un caramelo sin molestarse en elegir el sabor y extendió la mano con los restantes hacia nosotros, ofreciéndonos.

    —Primera vez —respondió Jez a la pregunta que le regresó la muchacha y aceptó un caramelo del perrito con calma y yo lo rechacé—. Vas a tener que ayudarme a adaptarme a esto, te lo advierto. Bueno puede que a los tres.

    —A Sonnen le falta medio litro de repelente —dijo Dunn aunque no me estaba mirando—. Se lo están comiendo los insectos desde que llegó.

    Total que el grupo terminó por seguir el Sur como había sugerido Cayden y cuando llegamos a la siguiente zona, archivé la información que nos seguían soltando encima. Si nos perdíamos, bueno, era por imbéciles.

    Puppy —llamé a Dunn cuando llegamos a la siguiente bifurcación—. ¿Quieres seguir hacia el Sur o seguir la puesta de sol?

    —Sol —respondió de inmediato mirando el camino antes de volver la vista a Adara y Jez, sonriéndoles—. Al Oeste. Si el grupo 3-2 y su nueva integrante están de acuerdo, claro.

    Era mucho más dócil si tenía público, el jodido idiota.

    —Por mí está bien —dijo Jez sin mayor problema.

    —Yo realmente solo te estoy haciendo decidir por mí —secundé con menos tacto y el otro suspiró sin perder la compostura.
     
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    Las fotografías habían salido mejor de lo que en algún momento me imaginé. La imagen era clara, captaba la luminosidad del paisaje y aunque no tenía interés en la fotografía me parecían muy bonitas, lo suficiente para el querer seguir usándola.

    —Gracias, fue un obsequio —comenté en lo que la recibía de regreso, siguiendo luego la orientación sobre el nuevo sitio para dirigirnos.

    Denoté en algún momento a Zeld alejarse de nosotros, levantando la mano como si hubiese identificado a alguien conocido por él, fue entonces que reconocí la cabellera albina de Craig y su hermana. El chico vestía con una pantaloneta y una camiseta blanca, y su hermana con un vestido -blanco igual-, medianamente holgado y la mochila decorando la espalda del más alto.

    —Me imagino que está en nosotros ahora —comentó Zold, incluyendo a Bianchi en el grupo—. ¿Oeste o sur, chicas?

    Lo pensé por un momento.

    —Oeste.

    Mori quem las etiquetó porque no me dejó citar
     
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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Otra vez, los alumnos se pusieron de acuerdo casi en su totalidad para definir el camino. Doblaron hacia la derecha, así, por el sendero hundido dentro de los bosques, y siguieron caminando; la vegetación no parecía ir a despejarse. Por ello fue que, un poco de repente, toparon con una pequeña casa del árbol. Estaba construida sobre un cedro japonés enano, tenía una escalera algo desvencijada y, a un costado, una hamaca bastante rudimentaria colgando de una rama. Las paredes, pintadas de blanco, llevaban escritos algunos garabatos y dibujos infantiles erosionados por el tiempo. Bajo la casilla, sobre el tronco, había otro cartel en madera.

    Estaban en el Bosque Cuatro.

    —Aquí, si siguen esa dirección, alcanzarán una pequeña zona residencial. —Sachi indicó más allá de la casa del árbol—. Es donde viven algunos guardabosques de la reserva, tienen sus casas, granjas y animales. De momento mejor no los molestemos, pero si a alguno le gustaría conversar con ellos puede acercarse luego del almuerzo.

    Bosque 4.png

    Mientras hablaba, tres gatos fueron apareciendo y bajándose gradualmente de la casa del árbol, desperezándose y bostezando. La mujer no los había visto y dio un respingo en cuanto uno de ellos, el color anaranjado, se frotó contra su pierna con mimo. Kanade soltó una risa suave y observó a los felinos con los brazos en jarra, quienes no encontraron problema alguno en acercarse a los alumnos. El segundo era negro y el tercero, de un gris atigrado.

    —Si no serán los gatos más perro que vi nunca —murmuró, meneando la cabeza—. Muy bien, chicos, hasta aquí podemos llegar, así que hora de otra votación.

    >> Hacia el Este (Bosque 3).
    >> Hacia el Sudeste.
    >> Hacia el Sur (Bosque 5).


    ¡Bosque #4 descubierto! Les agregué en este y los posts anteriores la opción del camino por el cual vinieron, que ya saben hacia dónde lleva y también pueden tomarlo siempre que lo deseen.

    Al ser caminos descubiertos, además, pueden hacer todas las conexiones rápidas que quieran (por ejemplo: Hacia el Este (Bosque 3) >> Hacia el Norte (Bosque 2)).
     
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    quem

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    Sophie.png

    Sonreí un poco cuando escuche la presentación del chico, asentí al saber su nombre y baje mi cámara ya que aun la tenia alzada y acepte su mano cuando me la estiro, era la primera vez que lo veía por aquí, o tan solo creí que el estuvo primero que yo en la academia y no era tan nuevo, como yo lo era para ser una chica que pasaba alejada de todos pues ahora me sentía con ganas de conocer mas personas. Mi sonrisa se acentuó mas cuando me pregunto si no era de por acá.

    —No, no lo soy —sonreí un poco—. Soy estadounidense supongo que tu si eres de aquí ¿no? —pregunte al mirar que ya iban caminando, ya que se había decidió de ir por el Sur, cosa que hice igual al escuchar que el chico me en prestaría sus binoculares, solo asentí y los cogí después que me los extendiera.

    Thank you, de seguro que será muy bonito mirar alguno —murmure al empezar a ver por ellos cuando nos fuimos acercando a la siguiente zona, y ahora debíamos de escoger entre Sur y el Oeste, entonces mi vista la fije en el chico al quitarme de los ojos por un momento los binoculares—. ¿Qué camino elijarías tu? Supongo que estaría bien el Oeste.

    Después de murmurar eso, seguimos caminando hasta llegar a otra zona y escuche algo sobre quedarnos hasta aqui, a decir verdad no pare mucha atención ya que mi vista se fue a los gatitos, estaban muy bonitos.

    Fiorella 2.png

    La cosa fue después que después que uno de los chicos se acercara, la chica pelirroja se acerco y la mire detenidamente pero sin ser indiscreta. Entonces lo que pensaba me lo confirmo cuando me hizo una pregunta en Italiano, sonreí un poco antes de responderla.

    Io sono di Roma e tu? —le pregunte antes de empezar a caminar cuando lo demás lo hicieron, note la interacción de las dos chicas hasta que unos de los chicos se acerco ya que el que se supone creo yo que eran hermanos pues se alejo.

    No tanto después escuche que debíamos elegir por otro camino ir ahora, pues realmente parecía que los profesores no, no lo iban a dejar tan fácil pero resultaba divertido adivinar por cual camino ir. Mire al chico cuando pregunto si ir por el Sur o Oeste, no estaba tan segura por cual pero así respondí.

    —Creo seguir la puesta del Sol estaría bien, así que Oeste —murmure al tonar minutos después que nos íbamos por ese camino, y llegamos a otra zona, que al igual a las otras nos tocaba votar por cual ir.


    Adara.png

    Entonces el chico me dijo su nombre completo y me afirmo que el diminutivo provenía de Altan, solo asentí sin hacer mucho, pues realmente no tenia nada mas que decirle no lo conocía. Y realmente tampoco quería hacerlo, por lo poco que pude leer en su mirada se tonaba que era alguien difícil, o bueno no podía decir nada con apenas conocerlo, pero de algo si sabia era que no quería chocar con nadie, estaba disfrutando mucho mi tranquilidad.

    La cosa fue que note que Jez se despejo de su amigo y empezó a caminar a mi lado, solo le di una sonrisa de boca cerrada. Entonces escuche la presentación del chico pelirrojo y me explico un poco del por que no lo había visto, supongo que era por eso además yo tampoco no era tan observadora.

    Escuche lo que Jez me respondía para mirar como el chico por nombre Cayden, sacaba unos caramelos y los extendía después de que el cogió uno, solo agradecí y tome uno.

    —Claro les puedo dar algunos concejos —murmure al escuchar la voz del pelirrojo y alce una ceja ante lo que dijo después, y mas al escuchar el apellido que se supone que seria del otro chico—. Lo primero seria no olvidarse de tener suficiente repelente, y mas bien en lugares como estos —murmure.

    A decir verdad, lo había dicho como si nada.

    Adara no puedes tentar el fuego sin quisiera quemarte.

    No murmure nada mas hasta escuche un poco la interacción de ellos, y solo asentí cuando el pelirrojo pregunto si estábamos de acuerdo.

    —¿Hace cuanto que los tres se conocen? —pregunte al mirar como llegamos a otra zona y que como iba notando también tendríamos que votar.
     
    Última edición: 4 Febrero 2023
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    Gigi Blanche

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    Sasha 4.png

    El campamento no me entusiasmaba particularmente este año, la verdad, y en parte era culpa de la locación; pero también era cierto que, a grandes rasgos, era una criatura de hábitos, y en un repentino ataque de nostalgia me dio mucha pena perdérmelo siendo que sería el último. Tampoco me molestaba eso de no tener un grupo de amigos, las veces anteriores había sabido amoldarme y pasarla bien sin el prerrequisito. Así, pues, cumplí con el horario como siempre y me presenté puntual en el patio frontal, habiendo dormido lo que el Paraja me permitió dormir la noche anterior.

    No quise hundirme demasiado en ninguna espiral de autocompasión, así que me adelanté y, apenas vi la oportunidad, me ofrecí para sacar las fotos con el Totoro. Vi a Emily con sus amigos, la saludé y me concentré en mi tarea hasta que tocó seguir camino. El próximo bosque se veía muy denso y acabamos girando hacia el Oeste. Una voz apareció a mi lado de improviso, durante la caminata, y el cuerpo se me tensó ligeramente.

    —Tic, tac, tic, tac. —Joey se sonrió, divertido, y me miró apenas de soslayo—. El tiempo se acaba, Sasha.

    —¿Y ganas algo diciéndomelo precisamente aquí?

    —Hombre, encima que te lo recuerdo. —Suspiró, decepcionado, e insistió en permanecer a mi lado—. ¿Y bien? ¿Te las ingeniaste? Debo confesar que me genera mucha curiosidad cómo conseguiste el dinero, porque que lo hiciste y que no-

    —Oh, ¿confías tanto en mí? How sweet. —Le concedí una sonrisa llena de sarcasmo y regresé la vista al frente—. Tendrás tu dinero, Wickham, así que ahora déjame en paz y vete a joder a otra parte.

    Toda la conversación se había mantenido a un volumen bajo, y aproveché la llegada a una nueva parada para despegarme de su compañía mientras la profesora daba las explicaciones pertinentes. Me ubiqué a un costado del grupo, abrazándome un poco a mí misma, y me distraje con los gatitos. A ver, pero si eran adorables. No pensé en acercarme a ellos, sin embargo, no lo consideré ni un segundo y tampoco reparé en la razón. Esperando allí fue que di, también, con la imagen de Suiren y su hermana. Hacía mucho que no hablábamos, ¿cierto?

    —Hola~ —Me acerqué a ellos por un costado y les concedí una sonrisa cálida—. Estas criaturas se la ponen difícil a la eterna batalla entre los team gatos y los team perros, ¿no? Son como lo mejor de dos mundos.
     
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    Kaisa Morinachi

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    [​IMG]

    Cuando aceptó mis manos las agité como solo sabría hacerlo un gran hombre de negocios, cuando me confirmó lo de que era estadounidense no pude evitar mostrar mi real sorpresa.

    —Wow, pues si que queda lejos, ¿No? ¡Y si, soy de Japón! Pero hace poco fue que me vine a vivir a Tokyo, antes era de un pueblito isleño... Aunque ahora solo me cambié a vivir a la isla más grande, nijiji —tenía una risa de ardilla que seguro reconocias a treinta cuadras de distancia, la cosa es que iba caminando con las manos hundidas en los bolsillos de mi short en cuanto Sophie me aceptó los binoculares.

    >>Ten cuidado de no tropezar —solté con una voz tan suave como la sonrisa que se me quedó en el rostro, a pesar de la precaución en mis palabras no me mostraba en verdad nervioso, pero sentía que era necesario decirlo si llegaba a avanzar con las vista puesta en aquellos binoculares, ¡Nadie quería ver alguien comerse el piso! No si ese alguien era una dama, sobre todo—, hay muchos tíos extranjeros y tal en esta escuela, pero creo que eres con la primera que hablo que lo sea. Aunque, bueno, tampoco es que haya hablado con tantas personas como me gustaría —admití al final manteniendo una actitud más relajada sin la sonrisa rebosante de energía. Cuando me preguntó por la dirección a tomar respondí de inmediato—, cualquiera de las dos me aparece bien, la verdad, mientras no perdamos el oeste~— en esta ocasión si volví a sonreír y, antes que emprendiéramos la marcha quise deshacerme de mis interrogativas.

    >>¡Hey! ¿Y qué tal estados unidos? ¡Debe ser una pasada! ¿No? Has cruzado tooodo un mar y... y...— Mis brazos se habías extendido había el cielo haciendo una figura circulas con su trayectoria cuando mencioné "todo", reanimando mi entusiasmos, porque en verdad envidiaba a cualquier que haya podido colocar un pie fuera de Japón, ¡Cómo amaría poder viajar yo también!— Y nada, que también cada quién es un mundo, así queee... ¿Cómo sientes que te has adaptado? —volví a la sonrisa suave—, ¿Más alegre? ¿Monótono? ¿Qué opinas?

    Estaba en verdad interesado, por lo que no me di mucha cuenta cuando llegamos a la siguiente zona. El bosque cuatro no demoró en presentar una casa del árbol que me dejó sorprendidísimo y al final una sonrisa enorme me cubrió el rostro.

    —¡Qué genial!— No demoró en ser reemplazada por una más nostálgica, recordaba perfectamente la casa del árbol que compartía con mis amigos de hace unos cinco o seis años. Fue entonces que unos gatitos bajaron y la sorpresa seguía sin apartarse de mi rostro, no demoré en colocarme de cuclillas y llamarlos con unos soniditos bastante convincentes, cuando se me acercó uno que se restregó contra mis piernas no demoré en acariciarle en las zonas que, sabía, le darían más satisfacción.

    —Que bonicos que son —musité, adoraba a los animales, ¿cuáles más llegarían a ver en la reserva? En un abrir y cerrar de ojos ya tenía al gato en brazos de lo más cómodo, no paraba de ronronear al mimoso. Miré a mi compañera de viaje con curiosidad—. ¿Cuál crees que debería ser el siguiente camino a tomar? ¡Yo digo que el sur podría estar bien! —agregué con una sonrisa de oreja a oreja a ojos cerrados, mostrando toda mi dentadura casi bien alineada.

    [​IMG]

    Con que Roma, eh, nada mal~

    Ooh, magnanima Roma —respondí en italiano—, io sono di Brindisi, ma di posti ne ho visti tanti, ognuno con il suo fascino —poder hablar en mi lengua natal si ningún impedimento para que otro me respondiera de igual manera emocionó a mi corazón más de la cuenta, por lo que no pude evitar verbalizar mi sentimiento—, ¿No es genial poder compartir una conversación en italiano? ¡Seguro lo extrañabas! yo lo hacía —continué sin dejar de lado mi cada vez más entusiasta italiano, no hasta que Génesis me respondí y apacigüé un poco el carro de energía que estaba siendo.

    Una sonrisa suave surcó mis labios al oír que era un obsequio, podía ver en cada uno de sus gestos cómo lo atesoraba y aquello me parecía muy bonico.

    >>Pues a sido un regalo hermoso —dije en inglés con el toque de energía que me trasmitía el bienestar que tenía, con sonrisa y todo. Fue entonces que Zeld se alejó sonriendo como despedida par acercarse a un par de personas a lo lejos, el temita me mosqueó un poco, pues quería quedarme un rato más con él y tal, pero bueno, no iba a ser yo que anduviera exigiendo cosas acá por más caprichosa que fuera. Al menos tuvimos unas lindas fotos, así que mi rostro disconforme muto con la mayor de las doble caras a una sonrisa y alcé la mano para despedirme de él— Bye~

    Parecía un alma libre y no había mayor sentido en recluir aquella característica, por lo que de inmediato volqué mi atención en lo del camino y tal. Habían elegido el Oeste y no podía estar más de acuerdo. La casita en el árbol me pareció bastante genial, aunque las casitas a lo lejos llamaron aún más mi atención.

    —¿Mencioné alguna vez que me gusta la arquitectura? —dije con calma mientras mi vista quedaba fija a lo lejos, atenta a cada detalle que pudiera observar de esas contrucciones, ¡La distribución de las casas también era un tema! Aunque pronto mi vista fue requerida por unos adorables gatitos—, oh, que monos...— Y una sonrisa surcó mis labios y cerré mis ojos—. El naranja soy yo —parecía comentario de una cría de primaria, la verdad es que quería asignarle uno a cada uno de los presentes, pero no habían otros que me encajaran con las características. Gen seguro sería unos de esos super elegantes, pero con bastante pelaje, y los hermanos Kasun podrían ser gatos siameses, muy poco original, o esos que era bastante enérgicos y salvajes~ Y... ¡Dios, se me había olvidado!

    —Oye, ¿Cuál es tu nombre? —pregunté con curiosidad posando con suavidad mis manos sobre el brazo de la italiana, luego le sonreí con más perspicacia—, ¿En cuál curso vas?
     
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    Amane

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    Yendo un poco en contra de lo que era mi personalidad habitual, decidí quedarme algo atrás mientras avanzábamos por los diferentes bosquecillos que conformaban toda aquella reserva. Había tantos alumnos reunidos para el campamento que parecía prácticamente un delito no pretender molestar a alguno con mi presencia, pero ni idea, estaba de bastante buen humor y de momento prefería dejarlos tranquilitos; además, tampoco había nada que llamase especialmente mi atención.

    Había visto a Jez por ahí, acercándose a su perrito que, por algún motivo, estaba haciendo la caminata junto a Cayden. Eh, suponía que Dios los criaba y ellos se juntaba, porque el pelirrojo también tenía cierta tendencia a mover la colita por el tipito aquel teñido de azul. No en aquella ocasión, curiosamente, que lo pude ver junto a las dos chiquillas de segundo siendo arrastrado de aquí para allá por las mismas para obligarlo a sacarse fotos con ambas en cada parada que hacíamos; la escenita me sacó una risa nasal bastante enternecida, para qué mentir.

    La cuestión es que, para colmo, al grupo de antes se le unió... ¿cómo era que se llamaba? Bueno, la tipa con la que nos había tocado hacer el proyecto de mayo, por lo que me dieron menos ganas de pretender acercarme a ellos por el momento. También distinguí a los gemelos en algún punto de la ruta, siendo bastante difícil ignorar a dos muchachos casi idénticos y mucho más difícil no sentir mi vista atraída por los tatuajes del bad twin, pero parecían estar haciendo las veces de guardaespaldas, o algo por el estilo, de otra rubia y pues qué pereza, especialmente cuando a ello también se les acabó uniendo más gente después.

    A Sasha la vi cuando se acercó a la estatua de Totoro para tomar el puesto de la profesora tomando fotos a quiénes se acercasen. Mentiría si dijese que no me tentó ponerme a la fila solo para ver cómo reaccionaba si tenía que sacarle una foto a alguien que seguramente odiaba, pero al final desistí de la idea porque... bueno, lo dicho, estaba de buen humor o algo. Aun así, mi atención volvió a centrarse en ella no mucho después, pues siguiendo esa especie de instinto absurdo que tenía con Joey, me dio por buscarlo con la mirada justo cuando se había acercado a la chica. Y, de nuevo, por esa misma conexión extraña fui capaz de imaginarme el motivo por el que lo había hecho, también.

    En ese mimo instante, uno de los gatos de la zona se había acercado a mis piernas para comenzar a restregarse sobre las mismas, y bajé la vista hasta dar con el felino de color negro. No lo pensé demasiado, pues prefería no tener que sopesar los motivos por los que había decidido hacerlo, pero me agaché para cogerlo en brazos, con todo el cuidado del mundo por si le daba por arañarme, y me acerqué a Joey mientras el bicho empezaba a lamerme la cara como si nada.

    Look! —exclamé, girándolo entre mis brazos para que el chico pudiese verle bien la cara, y ladeé la cabeza con una sonrisa—. Aren't we alike~? —cuestioné, siendo seguida inmediatamente después por un maullido del gato que, juraría, tuvo un tono de interrogación también, como si se estuviese preguntando a qué venía esa comparación.

    no tienes que responderme, dw, pero me apetecía rolear con ella and he decidido no ir en contra de mis deseos (?) also, im sorry for her being so bitchy over everyone, i cannot control her (????
     
    Última edición: 4 Febrero 2023
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  12.  
    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    Tras la respuesta de Aoyama no demoramos en emprender camino al Oeste, los seguí en silencio a excepción de que Aoyama comentara algo digno de respuesta o me hiciera una pregunta directa, cosa que respondía con palabras sencilla. Al llegar donde una estatua de Totoro la chiquilla se encontró con su amiga, aquella que era un torrente de energía, Sabaku de primer año. Se entusiasmaron con tomarse una foto, pero yo me negué a salir, pero al menos me tomé las molestias de sacarle las fotos que quisieran, si de esa forma me libraba de que insistieran con una foto mía de manera escandalosa, pues mejor. Antes de seguir avanzando, y procurando con exactitud que ninguno de mis profesores me viera, desprendí la cuchilla que escondía mi pendiente, una muy pequeña, más bien era una sencilla punta de corta cartón, pero bastante filosa. Con ello saque unas tres ramas, pequeñas, que contenían esas flores amarillas. Con velocidad, pero cuidado, las guardé en mi cartera, habiendo procurado al inicio y final que ninguno de los docentes me viera. Sin nada más y con la cara de póker común continué mi camino junto a Aoyama y el otro culo inquieto.

    Observé con fascinación las plantas del siguiente bosque, cómo sus hojas brindaban unas atmósfera verde bastante mística, en mi cara inexpresiva había un toque de inmersión en la fantasía que era aquel lugar, luego llegamos cerca de una zona residencial y unos gatos bajaron de una tradicional casa del árbol. No sentí nada en especial, solo enarqué una ceja, pero cuando uno se refregó contra mi pierna el rechazo se reflejó en toda mi expresión. No era muy dada a las muestras de afecto, incluso cuando venían de animales, pero no era la ocasión para reaccionar con un excesivo desagrado, tenía mucha gente al rededor y podía ser incómodo para todos, así que simplemente me alejé para colocarme al otro lado de Aoyama, mirando con seriedad los alrededores.

    —Uhmmm... puede que seguir al sur no haga daño, el sureste sería medio regresar sobre nuestros pasos —hablé con un tono plano, una cara de pocos amigos y el volumen bastante moderado.

    No estaba segura si quería llegar para acomodar de una buena vez mi carpa para descansar o seguir viendo las cosas del bosque, pero lo que si sabía es que un poco ya me estaba aburriendo esto de dejar todo en gran parte a la suerte. Sería un fiasco si solo encontrábamos el campamento al final.

    Sigo arrastrando a las chicas de Ikoma-kun uwu
     
    Última edición: 4 Febrero 2023
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  13.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

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    Podría decirse que el escoger algún tipo de camino cada que veíamos un nuevo lugar, resultaba ameno, a fin de cuentas el número de estudiantes se movía en conjunto y no por separado. Escuché las respuestas del camino elegido y me adapté a ello, ya que no le veía ciencia el ir contra la corriente. Mi hermano no demoró en alejarse en cuanto vió a Craig, aunque por cuenta propia sabía que el segundo no lo recibiría con la misma emoción con la que Zeld había ido hacia él.

    Llegamos a lo que parecían un par de viviendas. Estaban habitadas, y se ecuchaban un par de sonidos de animales, en lo que Gen abría ligeramente los ojos con los felinos, denotando el como se quedaba fija viéndolos.

    —¿Quieres acariciarlos?

    Dudó un poco, murmurando.

    —Sí...

    Me sonreí en lo que me dejaba caer en cuclillas para musitar el: miss, miss~, obteniendo que uno de ellos se acercara con la cola levantana, mirando a Allen desde abajo, mostrándole la hilera de dientes al sonreírle para darla la confianza suficiente de ella me imitara, estirando ésta la mano para que el minino la oliese y se retregase contra el dorso de su mano. La sonrisa dulce que evocó en ella me hizo pensar en que a diferencia nuestra, nunca le habían dejado tener una mascota en casa.

    —Parece bastante amistoso —le murmuré, escuchando el maullido de regreso.

    [​IMG]
    Desde que se comunicó la actividad del campamento escolar, sabía que iría, más por mi hermana en realidad, aunque en parte el salir de la ciudad para adentrarse en un bosque no sonaba mal tampoco, lo que conllevaba de respirar un aire más puro al estar rodeados de vejetación, el sonido de los insectos y eso. Aunque el sol no me hacía espacialmente bien -lo de siempre-. Por lo que los lentes negros continuaban puestos en mis ojos, descartando el uso de un sombrero porque... no me gustaban en realidad.

    En la caminata nos mantuvimos en la parte de atrás, Ilustrando verbalmente a Violet sobre los espacios, y ayudándole a palpar algunas flores que resaltaban en el camino, hasta que llegamoss a las viviendas, comentándole sobre el color de los gatos en lo que los orbes miel de Zeldryck se colaron por el vidrio oscuro de los lentes.

    —Ey~ Que gusto tener por acá al hombre de hielo —lo jocoso de su voz no me tomaba imprevisto, por lo que ladeé apenas la cabeza.

    —Y yo que creía que los diablos no salían de sus patios de juego.

    —Pero bueno, que vengo en paz —se rió entre dientes, saludando a mi hermana, la cual le sonrió con la amabilidad de siempre. Noté la intenció de parte de Kasun de continuar la conversación, sin embargo se calló, deslizando sus pupilas como si escanera algo, o a alguien.

    Fue entonces que la voz de Pierce a mi costado me hizo entenderlo. Él estaba mirándola a ella.

    —Hola, Sash —le saludé, regresando la atención a los gatos, escuchándola.

    Por un momento pensé en responder su observación, pero era obvio... que Zeldryck no desaprovecharía el conocerla; no demoró en ello realmente, recostando su codo en mi hombro, hablando él:

    —¿Y tú, por cuál mundo te inclinarías más?~
     
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  14.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Joey 4.png

    ¡Un campamento tenía que llevar mi nombre! ¡Sí, señor! O sea, no literalmente, aunque tampoco sonaba nada mal... Pero me refería a la actividad en sí. Césped, animalillos, agua, viento, ¡insectos! Ah, mi alma de peasant boy por fin se alineaba con el universo luego de vivir entre tanto concreto. Uno muchas veces no extrañaba lo que echaba en falta hasta que lo recuperaba, ¡y este era un ejemplo perfecto!

    La tontería me tenía muy emocionado y lleno de energía, aunque de la puerta para afuera realmente lucía tranquilo. Iba caminando, abstraído en el paisaje, los sonidos que me rodeaban y demás, y si interrumpí el momento de calidad para hablar con Sasha fue sólo porque también era un hombre de negocios. O algo así. Además, sólo había sido un recordatorio inofensivo. No le hacía daño a nadie, ¿verdad~?

    El caso fue que la cabreé, como había estimado, y la dejé irse pues tampoco me apetecía insistir tanto en un lugar tan bonito y precisamente allí, rodeados de gente. Me importó poco y nada hacia dónde se fue, aboqué mi atención al frente y me distraje con la casita del árbol cuando Ali reapareció a mi lado. Giré el torso en su dirección y sonreí al ver cómo el gatito le lamía la cara.

    —¿Hmm? —Me tomé la pregunta muy a pecho, arrugué el ceño y me incliné hacia ellos, observándolos una y otra vez aunque ya tuviera mi respuesta desde el inicio—. Con alguna Ali emo del pasado, sure.

    Estiré los brazos y, con todo el cuidado del mundo, me hice con el gatito como si fuese un bebé. Imité lo que hizo ella, entonces, girándolo para presentar al minino junto a mi rostro, y puse cara de cordero degollado.

    Now, we're alike —repliqué, haciendo énfasis en la segunda palabra, y ladeé la cabeza para que mi cabello negro se revolviera con el animalito—. ¿Deberíamos llamarle Joey Junior?


    Sasha 4.png

    No fue hasta haberme acercado y soltado la tontería que reparé en la presencia del otro chico, lo cual me hizo preguntarme si no habría interrumpido algo. Tampoco le di demasiada importancia, Suiren me saludó con la calma usual y el muchacho de los tatuajes se sumó a la conversación, lo cual apartó las dudas iniciales por completo. Lo tenía de vista, claro, resaltaba bastante con la tinta en el rostro y demás, pero hasta ahora no había tenido oportunidad de conocerlo. ¿Creía que tenía un hermano gemelo? Ninguno iba a mi clase, de todos modos.

    —Perros —respondí en automático, con la sonrisa y el tono relajados de antes—. No tengo nada contra los gatos, pero siempre hubo perros en casa y me gustan más. Son muy divertidos para ir a la playa.

    Como solía ocurrirme, quizá, no recordaba con especial tristeza ni añoranza a la labradora con la cual había crecido y que había fallecido antes de mudarnos a Japón, sólo la recordaba de vez en cuando y con mucho cariño; eso era todo.

    —¿Y tú? —le regresé la pregunta al muchacho y a medio camino alcé las cejas, usando un tono de voz entre retador y jocoso—. Ah, ¿me dejas intentar adivinar?

    Sur: 2 (Vite, Gianna)

    Porfis, especifiquen la dirección en negrita o incluso fuera de sus posts como hizo Mori, que si no por ahí se me pasan los votos adjsjakda
     
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  15.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

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    Altan 3.png
    Quizás Makris y yo acabáramos de llegar a una suerte de trato silencioso en el que luego de entender que el carácter difícil nos venía por defecto solo nos desentendíamos del otro. Para mí esa clase de acuerdos eran funcionales, rápidos y sencillos, así que lo agradecía, para qué mentir.

    Retrocedí un par de pasos, caminando detrás de las chicas mientras Cayden se acompasaba a su ritmo al lado de Jez después de que Adara le aceptara el caramelo. El perrito guardó los dulces, escarbó sus cosas una segunda vez y retrocedió un paso para dejarme ir una nube de repelente encima que me hizo comprimir los gestos justo después del comentario de Makris, que dejé correr sin más.

    Done —dijo como si hubiese cumplido su misión y volvió junto a las chicas.

    —Bien, entonces Adara es nuestra consejera oficial de acampadas —añadió Jez poniendo los brazos en jarra un segundo—. Cay es el líder técnico y Al es el guardaespaldas.

    —¿Líder técnico? —preguntó el otro casi asustado—. No creo que sea la mejor idea.

    —Conozco a Al desde que teníamos diez años —dijo Jez pasando por completo de la queja de Cayden, aunque luego se refirió a él—. A Cay lo conocí este año que entró a la Academia. Me prestó sus apuntes hace poco que tuve que faltar unos días a la escuela, es muy ordenado.

    —Y yo conozco a Cayden de vista hace un par de años, más o menos—completé detrás de Jez—. De noche brilla como antorcha.

    Al seguir andando dimos con una casa del árbol medio de repente, el cartel indicaba el bosque cuatro y dejé de prestarle el mínimo de atención a la profesora en cuanto se le acercaron los gatos. Me acordé de Anna botándose los ahorros en la casita para Berta y sonreí ligeramente para mí mismo; Jez por su parte volvió a mirar a Adara.

    —¿Te gustan los animales, Adara? —preguntó Jez con suavidad, mirando a los gatos de refilón.

    —¿Deberíamos seguir hacia el Sur? —preguntó Cayden en voz baja.

    —Lo que diga el jefe –dije medio en broma medio en serio.


    Perdón por andar narrando con Altan JAJSJAJ me es más fácil y como tengo poquito tiempo para responder es un poco más ágil
     
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  16.  
    quem

    quem Orientador ejemplar Orientador

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    Sophie.png

    Pude notar su palpable sorpresa al escucharme decir que era estadounidense, era lo que siempre notaba cuando decía de donde venía, pues era un lugar muy lejos, pero las obligaciones de mi padres como empresarios nos llevaron a llegar hasta este país.

    —Si muy lejos —murmure, asentí ante la información que me dio, y sonreí un poco notando su risa, realmente este chico era mucho más energético y diferente a mí, pues yo no reía siempre y si lo hacía pues era porque tenía ganas de hacerlo.

    Entonces escuche su voz un poco preocupada diciéndome que tuviera cuidado, en el momento que mis manos subieron a los binoculares para ver, solo moví un poco mi cabeza dándole entender que no se preocupara, sabia caminar muy bien por estos lugares, además agradecía su preocupación. Escuche atenta a lo que me decía sobre, las personas extranjeras de la escuela, no lo mire pero igualmente conteste.

    —Pues creo que estamos iguales, no he hablado mucho con las personas de la escuela, para decir verdad serias el tercero.

    Para ser sincera no era que me importaba hablar con bastantes gente, con algunos cuantos ya era suficiente para mí, la cosa fue que escuche sus preguntas en lo que íbamos llegando a la otra zona que para decir verdad me parecía muy bonita por todos los árboles.

    —Muy genial, nunca me aburriría de mi país natal ya que más bien, todo lo que esta hay es muy entretenido —murmure tranquila, entonces baje lo binoculares y alce mi cámara para tomar algunas fotos más—. Si me he adaptado perfectamente y ¿tu? ¿Te costó mucho adaptarte o poco aquí en Tokio?

    Aun seguí tomando fotos cuando seguimos avanzando y note unos gatitos que bonitos estaban realmente, amaba los animales todos en particular. Entonces uno se acercó y empezó a restregarse contra sus piernas y el no demoro mucho en acariciarle, para decir verdad me dio las terribles ganas de tomarle una foto.

    Sonreí un poco.

    Yes, son muy bonitos —afirme mirando como el gato ya estaba entre sus brazos, y escuche su pregunta sobre cual dirección ir—. Creo que Sur estaría bien.



    Fiorella 2.png

    Sonreí un poco al escuchar hablar en Italiano, realmente me emocionaba conocer a una Italiana, pues con Adara era diferente ella sabía hablar Italiano, pero no era Italiana, si no Griega. Pero escuchar a alguien que provenía de haya y era de Brindisi me ponía sumamente contenta, no lo podía negar por nada del mundo.

    Mi assomigli molto allora, ho visitato alcune città in Italia —murmure en Italiano sonriendo ante su pregunta de si no era genial poder compartir una conversación en italiano, solo sonreí en modo de respuesta.

    La cosa fue que ella dejo de hablar en Italiano, y yo hice igual solo mire un poco la interacción de ella con la otra chica. Hasta que llegamos a la otra zona y ella murmuro algo que no preste mucha atención ya que mis ojos se fueron a los gatitos eran realmente hermosos amaba los gatos, los conejos todo animal que pudiera existir.

    Reí un poco ante su comentario que ella era el naranja, solo asentí y mire todo a mí alrededor hasta que escuche su pregunta.

    —Mi nombre es Fiorella Bianchi, mucho gusto y los ¿suyos? —pregunte y más bien la pregunta iba para los tres, pero no sé si los otros dos me habrán escuchados ya que estaban entretenidos con un gatito, en cambio de mí solo los mire de lejos —. Voy a la 3-3 y ¿ustedes?.

    No murmure nada más, y solo escuche lo que iban diciendo los demás alumnos sobre qué camino ir.




    Adara.png

    Después de haber aceptado los caramelos de Cayden, solo tome un poco de agua ya que sentía un leve dolor de cabeza, y realmente esperaba que el dolor no se acentuará mas por que la migraña ahora no era para nada bueno, ya lo había pasado una vez de acampamento y para ser sincera no lo que quiera volver a sentir.

    Solo seguí con mí vista al frente así que después de dar mi primer consejo sobre acampar, no quise decir nada más, pues mi silencio era mejor para estos momentos que mis palabras, porque si de mí no salía algo sin expresividad pues no era yo.

    Y para ser sincera mire por encima de mis hombros para ver qué mismo hacia Cayden al otro y pude ver que le tiro un poco de repelente y solo mire como Altan contuvo los gestos, tal vez porque eran conocidos después de todo por eso se tenían esas confianzas.

    Porque para mis sabiendas y mi carácter que me tiraba, no sé cómo hubiera reaccionado, si me hacían algo como eso.

    Tal vez lo fuera mandado al demonio.

    Entonces escuche la voz de Jez, y solo acepte en un movimiento de cabeza cuando dijo que sería su a concejera de acampada, y que Cayden seria el líder técnico y Altan el guardaespaldas, hasta llegue a pensar que le quedaba de maravilla antes de murmurar.

    — ¿Seguros que me quieren soportar en todo el viaje? Puedo llegar hacer un dolor de cabeza —murmure Escuchando como Jez me respondía la pregunta y después le siguió Altan asentí un poco ante la información.

    Hasta que mi vista se fue a unos gatos, cuando ya habían llegado a la otra zona y note una casa de árbol de pasada. Note la mirada de Jez y solo se la devolví escuchando su pregunta.

    —Puedo decir que si, más los gatos, después de todo entre ellos y yo existen muchas similitud —respondí y mi ojos se pasearon por ellos —. ¿Y a ustedes le gustan los animales?.

    La cosa fue que me calle cuando escuche la pregunta Altan le hizo a Cayden, sin llegar a decir nada.
     
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  17.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    [Bosque 3]

    El almuerzo acabó sin novedades, all in all no había estado mal. Nos despedimos de Fujiwara y Fujioka y medio acabé junto a Kenneth sin un motivo particular. Me propuso recorrer un poco el lugar ahora que nos habían dado vía libre y acepté, tranquilo. Eché un vistazo alrededor y empecé a caminar, aunque el escaneo no me había servido de nada realmente.

    —¿Alguna preferencia o sólo nos metemos donde nos diga el corazón~?

    En nuestro camino llegué a identificar a Blee y se me dibujó una sonrisilla en los labios, entre traviesa y malévola. Nos estaba dando la espalda, le lancé un vistazo a Kenneth en un pedido silencioso de que aguardara y me desvié. Enganché a la chica del cuello a traición, no fue brusco y empecé a arrastrarla hacia Thornton sin decir una palabra. Más allá había reconocido a Jez con otra chica y supuse, por mis amplias habilidades de deducción, que eran el objetivo original de Bleke. Bueno, daba igual. No podía decirse que estaba resistiéndose con uñas y dientes al secuestro, aunque tampoco luciera convencida.

    —Joey —fue todo lo que dijo, pero claramente sonó a queja y cargó cierto apremio consigo.

    —Íbamos a dar un paseo por ahí, ¿no quieres acompañarnos? —No le di tiempo a responder—. Mira, él es Kenneth. Kenny, para los amigos. Es muy majo.

    Nos detuvimos frente al chico y finalmente la dejé ir; bueno, más bien ella se soltó. Botó el aire un poco de golpe y, ya recompuesta, depositó sus ojos en él.

    —Sí, lo conozco —murmuró.

    Ah, right! Por Kashya, ¿cierto? —Me sentía el jodido Sherlock Holmes por haber hecho la asociación y sonreí, muy contento—. Bueno, aún mejor, todos amigos. Será menos incómodo.

    Bleke no dijo nada. Eso de "todos amigos" era una exageración y se sabía, pero igual valía, ¿no?
     
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  18.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    Kenneth 2.png
    [Bosque 3]

    Lo cierto era que había pillado a Joey para que me hiciese compañía un poco por banda, simplemente queriendo aprovechar que era una cara conocida y, ni idea, ¿para conocerlo un poco más, también? Se veía como un buen tipo, o por lo menos alguien con quien podría llevarme bien, y ya que no parecía tener ningún problema por seguir pasando el rato conmigo, ¿por qué no aprovechar el impulso?

    Let's follow our hearts~ Dudo que haya mucho riesgo de perdernos por aquí, de todas formas —propuse al oír su pregunta, con un ligero tono risueño, y le dediqué una sonrisa ligera mientras emprendíamos la marcha.

    Por el camino, sin embargo, noté como el muchacho se desviaba para acercarse a otra persona, y no pude evitar quedarme mirando la escena con una expresión divertida en el rostro; especialmente al darme cuenta de que la persona en cuestión era alguien a quien sí conocía. Joey arrastró a Bleke hasta nuestro lado y, a pesar de que ya la había conocido, levanté el brazo a modo de saludo cuando el chico me presentó.

    >>Sí, por Kashya —acabé confirmándole a Joey, asintiendo con la cabeza en el proceso, y después viré mi atención de nuevo hacia la chica—. Supongo que ya sabes que no ha venido; no le gusta mucho el campo —dejé salir una risilla ligera al decir aquello e inmediatamente después intercalé un par de miradas entre ambos, claramente intrigado—. ¿Así que vosotros dos os conocéis? Qué... curioso.
     
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  19.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Bleke 2.png
    [Bosque 3]

    Joey tenía esas cosas. No terminaban de molestarme ni de gustarme, pertenecían a un terreno gris donde, si debía ser honesta, acababa catalogada la mayoría de cosas de la vida. Había almorzado sola, lo había decidido tras reparar en varios grupos y descartar la idea de unirme a ellos. No me molestaba. Últimamente casi siempre ponían un único plato en el comedor, de todos modos. Papá solía confinarse en su estudio y Jenkin rara vez aparecía a horarios decentes por casa.

    Tras el almuerzo había visto a Jez y supuse que sería una buena idea acercarme a ella, considerando que Kashya no había venido; pero Joey apareció de la nada, básicamente me secuestró y me arrastró hasta Kenneth. ¿Eran amigos? Bueno, no me extrañaría. Joey era lo suficientemente extrovertido y Kenneth parecía muy relajado. Nos presentó, reparé en el mayor de los Thornton y luego regresé a Joey. Qué más daba.

    No eran una mala compañía.

    Asentí con tranquilidad cuando Kenneth destacó que Kashya había decidido no venir y su curiosidad subsecuente fue, bueno, comprensible. Compartí una mirada con Joey y parpadeé despacio, una sonrisa arqueando levemente mis labios. Tenía cierto tinte de... complicidad, si se quiere.

    —¿Sorprendido? —indagué, deslizando la mirada a Kenneth, y Joey se subió al carro.

    —¿Qué te parece? Somos una caja de sorpresas —acordó, volviendo a cazarme de los hombros; su cercanía no me molestó. Nunca lo había hecho, a decir verdad—. Pero la historia... es un secreto, ¿no~?

    Aquello último lo agregó mirándome a mí. Le correspondí el gesto y asentí, divertida. Él regresó a Kenneth con una sonrisa brillante, incluso inocentona, y yo lo imité, sólo que sin modificar mi expresión.

    —¿Y ustedes cómo se conocieron? —Alcé ligeramente las cejas—. A menos que también sea un secreto, claro.


    Haru.png
    [Bosque 4]

    Decir que ese almuerzo había sido agotador era un eufemismo. Podría sonar a que me estaba quejando por la cara, si apenas me habían llevado el apunte y, antes que ofenderme, eso me aliviaba. Daba igual. Me sentía cómodo con poca gente, punto, y había cosas que no me apetecía soportar. Sabía que eran los amigos de Kohaku y de ahí el esfuerzo extra, suponía, pero nadie me convencería de que no habría preferido comer solo, con él o con Aya. En especial si aparecía el pelirrojo.

    Dunn era, ¿cierto?

    Tuve que comer bastante mierda hasta que Kohaku se apiadó y nos retiramos de la mesa. Me cargué los pulmones de aire, caminando, y lo fui soltando de a poco como un globo pinchado. En otra nota, había conseguido información sobre Pierce. No tenía idea si me serviría de algo, al menos me ayudaba a formarme una imagen más clara de su verdadera personalidad. En el Paraja era reservada y distante, más allá de la fachada amigable y las bromas de turno. En la superficie quizá fueran la misma persona, sólo que en un escenario debía forzarlo y en el otro, fluía.

    Al menos hacía las cosas más fáciles.

    —Perdón, Haru. —Miré a Kohaku cuando habló, estábamos lavando los platos en bachas contiguas—. ¿La pasaste muy mal?

    Él, sin embargo, en ningún momento buscó mis ojos. Repasé su perfil un par de segundos más y regresé a mi tarea. La voz, como siempre, me salió plana.

    —No fue para tanto, no te preocupes.

    El cabrón era avispado que te cagas, pero yo también lo era y, a diferencia de Kohaku, me había preocupado por pulir y conceptualizar la habilidad. Creía ver más allá, quería decir; con eso, estaba bastante seguro de que la criatura no tenía idea. ¿Para qué decirle la verdad, entonces?

    Aya apareció cuando estábamos terminando nuestra tarea. La miré de soslayo y luego repasé el espacio de pura manía al ser consciente de que no la había buscado antes. ¿Con quiénes había almorzado? ¿Se había divertido? No tenía idea. Era impropio de mí.

    —Sugawara-chan —la saludó Kohaku, con una sonrisa amplia que le cerró los ojos, y se agachó ligeramente en su dirección—. No te preocupes, me encargué de que Haru hiciera muuuchos amigos.

    Esta era una mala dupla para mi salud mental. Suspiré, le quité el plato de las manos y apilé ambos junto a las bachas, donde estaban dejando las cosas limpias.

    —Dice la verdad —agregué al girarme hacia ellos de nuevo, señalando a Ishikawa—. Almorcé con sus amigos, éramos cuatro. Bueno, luego cinco. ¿Tu almuerzo cómo estuvo, Aya?
     
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  20.  
    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    [Bosque 3 > ¿? (1)]

    Me pareció ver que Bleke ponía algo de resistencia al repentino ataque de Joey, pero viendo que luego no hizo ningún otro amago por irse y que se acopló a la conversación con bastante facilidad, supuse que en realidad no le desagradaba tanto la idea de pasar un rato con nosotros. Dicho eso, genuinamente tenía mucha curiosidad por saber el origen de aquella... ¿amistad? por lo que recibir una respuesta tan ambigua por parte de ambos me provocó un ligero deje de decepción.

    No me molestó dejar que esa misma decepción fuese visible en mi rostro, al menos durante un par de segundos, pero finalmente acepté que no tenía caso darle más importancia de la necesaria; al fin y al cabo, realmente solo estaba fingiendo por la gracia de hacerlo. Aun así, cuando Bleke me presentó después con la posibilidad de seguir con el teatro, lo cierto es que dudé bastante poco a la hora de hacerlo.

    —Efectivamente, Blee, resulta que también es un secreto —sentencié, con un tono serio completamente impostado—. Y seguro vuestra historia no está a la altura de las nuestras —añadí, en una especie de queja caprichosa que nada tenía que ver con la diversión que realmente estaba sintiendo.

    Clara muestra de que no me lo estaba tomando para nada en serio fue el hecho de que, inmediatamente después de soltar aquello, alcé las comisuras de los labios en una sonrisa animada. Habíamos avanzado un buen trecho desde la zona de acampada y, tras un par de segundos mirando alrededor para sopesar las opciones, hice una señal con la cabeza en dirección a un punto por el que, estaba bastante convencido, no habíamos pasado antes.

    >>¿Vamos por ahí? —cuestioné, recuperando la expresión suavizada de siempre, y volví a intercalar un par de miradas entre ambos—. ¿Qué tal os está pareciendo el campamento, entonces? ¿Os han tocado buenos compañeros de tienda?
     
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