Mirador [Akihito] Ella se giró con las últimas palabras hacia ella y le sonrió —Será un placer —su voz y movimientos no eran amenazantes, eran un tanto maternales —Cuida de ti y los tuyos—y de ese modo desapareció por completo en las escaleras, no corrió, no buscó escabullirse; simplemente avanzó, perdiéndose por completo. Cuando Akihito se asomó, Rengo lo miró nuevamente, esperando que le dijera que todo volvía a ser seguro; pero no fue así, le preguntó si necesitaba ayuda a lo cual afirmó; intentando volver a desenredar su listón de las ramas. Contenido oculto: Etiqueta Nekita Puedes bajar directamente del balcón por los árboles, para ello deberás tirar un dado de 20 (escalar) y obtener 15 o superior para un descenso exitoso. También posees sigilo podrás usarlo para no ser notado, tirando adicionalmente un dado de 20 y obteniendo 10 o superior es suficiente. También puedes evitar usar ambos dados y bajar por las escaleras Sala común [Seikanji] Matahachi miró a Seikanji mientras se disculpaba —Entonces ha sido mi error —dijo buscando en el interior de sus ropas para sacar un mon, limpiarlo y colocarlo en la solapa; era la mariposa roja, el mon Taira. —No es inteligente beber té con tranquilidad sin saber que hay personas que cuidan mi espalda —Matahachi volvió a acomodar el cuello de su ropa, notando las permanentes arrugas que Gendo había creado en ellas, haciendo que el mon no se viera de la mejor manera, se ladeaba ligeramente — Y el que debe disculparse soy yo. Creo que le he heredado un enemigo. Pero fue usted quien ha decidido ser depredador, y eso es algo que admiro. Miró hacia el jardín que conectaba diferentes sitios del oyaji —Descansaré hoy en este sitio —mencionó dándole el último trago a su té — No quiero encontrarme con el general Mori de nuevo hacia Kioto —concluyo para levantarse, hacer una leve reverencia y avanzar hacia el comedor. Contenido oculto: Etiqueta rapuma Comedor [Dozan] Rei le gruñó a Dozan —Yo no planeo escapar; no viviré mi vida en constante miedo de ser eliminado; si ese hombre quiere regresar a terminar su trabajo, puede hacerlo — clavó su mirada en Dozan — Así que esfúmate, sé cobarde y huye. O seré yo quien empiece el río de sangre. Dozan dio un paso atrás elevando las manos, un claro movimiento defensivo de alguien desarmado. Fue entonces que Gendo volvió a la habitación, esta vez acompañado de otro hombre. Rei los miró angustiado. —No puedo eliminar a tu amo —mencionó Gendo ante Rei — pero si puedo dejar en claro quién manda, puedo eliminar a su perro; a su maldito animal — después desvió la mirada a Dozan —¿Y tú? ¿Por qué no has escapado? —sonrió Gendo — Ojos valientes que se quedan a observar un asesinato sólo me dice que eres una clase de informante, eres un estorbo, un hilo suelto...— volvió a desenvainar su katana avanzando hacia Dozan, mientras tanto Rei se separaba de ambos para observar a una distancia prudente. —¡Hey!— Era la voz de Ryoshi quien entraba para detener el ataque; Dozan sólo extendió su brazo indicándole que se alejara; y Gendo simplemente ignoró el grito aproximándose a Dozan. Fue entonces que Ryoshi tuvo que interponerse nuevamente frente a Gendo, deteniendo con su muñeca la de Gendo. Ambos se quedaron en esa posición unos momentos, la fuerza entre ambos se mantenía, a pesar de que la ventaja la tenía Gendo al estar armado. —Tienes la mala costumbre de interponerte en mis ataques —mencionó Gendo volviendo a enfundar —¿Acaso alguna vez responderás con el filo? —Me responsabilizo por las vidas que he salvado, así también como de las que he tomado —mencionó Ryoshi sacudiendo su muñeca —No planeo desperdiciar sangre en algo que se puede detener sin gastar esfuerzo ni palabras. En ese instante, Matahachi entró a la habitación mirando a los presentes a detenimiento —Rei, vámonos —dijo sin más, haciendo que Rei lo acompañara. Saliendo del comedor al unísono. Gendo ignoraba los movimientos de Matahachi y Rei, dejando su mirada en Ryoshi, aquién le sonrió — Eres más conocido de lo que crees; y lo serás aun más cuando tomes mi escuela. —El fuego no va conmigo — Ryoshi se mantenía serio, a pesar de su personalidad indiferente; sabía que no quería molestar a ese hombre —El guerrero del silencio...—mencionó Gendo buscando un arma en su vestimenta, sin éxito alguno. Sonrió — Esta es tu decisión —dijo mirando a Dozan —Sacrificas mucho por poco; conozco a alguien que podría liberarlos de su deuda... Ryoshi trató de no mostrar sorpresa; pero le fue inútil, no tenía esa habilidad como Aoi, él era más transparente con sus emociones. —Estás errado si crees que no investigo en quienes estoy interesado; si vienes conmigo, te liberaré de esa maldición —señaló a Dozan —Y también la de tu amigo. Estanque de peces [Aoi] Aoi se despidió de la mujer en los balnearios para dirigirse al estanque de peces; se dirigió directamente al estanque, un sitio no muy lejos de los balnearios; sólo que a diferencia de estos, el ambiente era mucho más frío. Allí se encontraba un hombre mirando a las carpas nadar; fumaba nerviosamente cuando observó a Aoi. Contenido oculto Su indumentaria destacaba de la yukata que se daba a los visitantes, ostentaba opulencia. Al ver que Aoi se acercaba, apagó su pipa, y dejó que el restante del humo con un delicioso aroma se disipara lentamente. Contenido oculto: Etiqueta Ayeah Puedes intentar convencerlo de que les devuelvan las monedas. No posees la habilidad de galantería o comercio; así que tendrás que tirar un d20 y obtener 15 o más para tener resultados.
Aoi Nobunaga Se acercó a aquel hombre con paso lento pero seguro. Se movía con gracia dentro de su yukata y, a pesar de la poca costumbre que tenía con ropas tan lujosas, su excelente sentido del equilibrio le permitió contonearse con un caminar sinuoso, casi sensual, en contraste con una expresión altiva. —¿Es usted el dueño de éste gallinero? — Inquirió, con fingida indignación. — Pagamos por un sitio seguro y tranquilo. ¡Aquí debe de haber por lo menos una batalla campal en marcha! Frunció el ceño para fulminarlo con la mirada y depositó sus manos en las caderas. — ¡Es lamentable!— Exclamó.
Akihito Shishio Contempló los árboles frente a él cuando estaba frente al barandal nuevamente, revisando con la mirada como bajar de la mejor manera hacia donde estaba Rengo y aquel listón desde donde estaba pese a no tener un buen historial de escalada, todavía se sentía algo inseguro sobre la sospechosa situación como para decidir arriesgarse a hacer el ridículo y caer por todas las ramas si lo hacía mal. Para su suerte, las ramas que pareció pisar con su debido cuidado para no hacer demasiado ruido en su bajada fueron lo suficientemente fuertes para sostenerlo sin mucho problema, bajó sin mucha prisa hasta que alcanzó la rama donde aquel listón se había enredado y lo desató antes de bajar un par de ramas más y estar en el mismo nivel de Rengo. —¿La operación de ver chicas en los balnearios falló? —Preguntó en un tono bromista mientras le entregaba aquel listón.
Seikanji Yamagawa —Mi rostro es fácil de olvidar. —dijo con misterio, sonriendo a ojos cerrados. Dedicó una larga reverencia a Matahachi y sólo levantó la cabeza cuando percibió que se encontraba solo en la sala. Se quedó en silencio, oyendo la quietud con alarma; esperaba oír un ruido que le pudiera dar un panorama de lo que ocurría a su alrededor. Pensó que quizá era mejor irse del oyaji ahora que podían; el escándalo general provocado por el terrible general Mori había finalizado la misión. O al menos es lo que el joven Seikanji pensaba, escrutando las sombras alargadas de los pasillos que conectaban con el resto de habitaciones. Se puso en pie y giró sobre sus talones; describiendo un círculo perfecto con sus pies y salió de la sala, dirigiéndose a las habitaciones.
Sección de las habitaciones/Árboles del exterior [Akihito] Akihito se deslizaba entre las ramas con tal perfección que ni una sola hoja cayó del árbol; y fue con esta misma delicadeza que logró desatar el listón para entregárselo a Rengo. Rengo tomó el listón entre sus manos con el cuidado que alguien le tendría a un pequeño pájaro herido. En el momento de que el listón reposó por completo en sus manos, revisó si este se había dañado, tenía un pequeño tirón y esto hizo que el rostro de Rengo cambiara de preocupación a tristeza; volvió a amarrarlo a su cabello que estaba alborotado por los tirones que la rama le causó; después miró a Akihito, parecía que iba a decir algo pero no encontraba la manera de hacerlo. —Gracias —logró decir con voz baja para después mirar hacia las habitaciones con el mismo terror de hace unos momentos; pero allí no había nadie —No fueron los balnearios, me hicieron una advertencia... debía correr, y eso hice... debemos ir con Hoshi. En ese instante pudieron ver a Seikanji caminando fuera de las habitaciones. Contenido oculto: Etiqueta Nekita rapuma Comedor [Dozan] Ryoshi miró hacia Gendo y afirmó —Es un trato; iré contigo, aprenderé tu escuela y tú nos liberarás de esa maldición. Dozan jaló el brazo de Ryoshi —Esto no es lo mejor, lo sabes; este trato no tiene sentido. Busca hacer algo más teniéndote como alumno, Ryoshi... Gendo empujó a Dozan con fuerza, haciéndolo caer de espaldas. —Si no vas a escucharme a mi, al menos escucha primero a...— y antes de que Dozan pudiera terminar su oración; Ryoshi fulminó a Dozan con la mirada. Y con ello entendió todo. No se trataba de la maldición. Sabía que aquel hombre iba a obtener lo que este quisiera. Gendo no mostraba desesperación; parecía que sabía que contaba con el tiempo necesario para obtener lo que él deseara, por eso mostró tan poco interés en matar a Rei o a Dozan; que Ryoshi se interpusiera sólo había sido un retraso, más no un impedimento. Gendo sonreía, pues sabía que aquellos muchachos lo entendían. Ryoshi sabía que Gendo había visto a Aoi. —Bien —mencionó Gendo — Sígueme. Y de esa manera, Ryoshi siguió a Gendo. Dozan se quedó en el suelo; apretando los puños, mientras observaba a su mejor amigo irse... nuevamente. Estanque de peces [Aoi] El hombre afirmó —Estoy completamente de acuerdo con usted, señorita —dijo con amabilidad — Pero créame que este incidente se ha escapado de nuestras manos; aquel hombre entró sin arma alguna... y seguramente la guardia de Ritto investigará este caso. Yo no he huido, asumiré las consecuencias si es debido; pero antes quiero que la justicia se encargue. Tendrá que esperar para saber la conclusión de estos eventos, así, seguramente el verdadero culpable pagará por todo lo que ha hecho —su voz amable cambió, estaba molesto, no con ella, sino con lo sucedido en su local. Era una víctima más. —Pero compensaré lo sucedido a mis clientes —dijo ante Aoi — Les daré una invitación a cualquiera de las ciudades dónde tengo diferentes Oyaji —sonrió — ¿Le parece justo? Contenido oculto: Etiqueta Ayeah puedes intentar negociar. o aceptar el trato. Si negocias tendrás que tirar un d20 y obtener 15 o superior. Si no lo logras, no sólo perderás la oportunidad de recuperar el dinero, sino también la invitación.
Aoi Nobunaga Sostuvo la mirada de aquel hombre durante unos segundos de silencio y, tras dedicarle una mueca de fingida indignación, dejó escapar un suspiro exasperado. — Está bien.— Respondió, aceptando el trato. — De todos modos estamos demasiado ocupados como para esperar a la resolución de la justicia. Con un ademán desdeñó aquella opción, supuso que algo de dinero podría sacar por las invitaciones y, de no ser así, al menos una estancia gratuita era mejor que nada. Seguro que Ryoshi opinaba lo mismo. Sonrió para sí al pensar en él y decidió que ya habían pasado más tiempo separados del que estaba dispuesta a aceptar por lo que con una inclinación de cabeza se despidió del dueño tras ajustar los términos del trato y puso ritmo a sus habitaciones no sin cierta inquietud. Seguro que Ryoshi se había asustado al ver que no salía del balneario. "Quizá debería haberlo esperado". Pensó para sí, sintiendo una punzada de culpabilidad, lo que hizo que apretara el paso para reunirse con él cuanto antes.
Akihito Shishio Su gesto cambió a algo más preocupado cuando vio que tampoco su comentario había aligerado un poco el sentir de Rengo aunque suponía que era normal por el apego que mostraba por aquel listón como le había mencionado aquella mujer pero no mencionó nada sobre su apego, no creía que fuera un tema muy cómodo de hablar para el chico, pero cuando agradeció sonrió algo mas tranquilo y dio unas cuantas palmaditas suaves en su hombro para que no se preocupara mucho por decir más. —No hay de que, en serio —Detener esa desesperación por alcanzarlo había sido su prioridad, evitar cualquier clase de exposición extra pese a su muy mal escondite; siguió su mirada hacia las habitaciones un tanto confundido por no ver nada realmente peligroso, pero preocupado por su reacción hasta que habló y comenzó a entender que aquella mujer realmente había visto muchas cosas de todo ese suceso —¿Estás bien? —Rápido comenzó a pasear su mirada sobre él, si lo había asustado tanto temía que hubiera sido acompañado con algo físico para motivarlo a simplemente lanzarse a los arboles, al tan siquiera no parecer encontrar nada preocupante, finalmente preguntó otra cosa—¿Te advirtieron, quién? ¿O para qué? ¿Llevárselo por como había llegado a Kyoto? —Hoshi, sí, es lo mejor ir con él...solo...—Miró de nuevo hacia las habitaciones, tratando de pensar si lo dejaba allí esperando, recogía todo, veía a quien se topaba e irse pero ver de pronto a Seikanji lo tranquilizó un poco y aprovechando su posición llamó su atención con un par de silbidos para que mirara en su dirección y se acercara al barandal de aquel pasillo y no tener que hablar tan alto—, tenemos que irnos ya, podemos estar algo comprometidos, dile a los demás por favor con precaución, tenemos que ir con Hoshi. —Y tú tienes que llegar primero —dijo en dirección a Rengo, de todos, él era el que menos debía quedarse en el Oyaji aparentemente —, vamos, te ayudo. —Añadió bajando primero del arbol, en caso de que volviera a atorarse o algo similar.
Seikanji Yamagawa Se acercó al barandal que lo separaba de los árboles y de sus compañeros, se inclinó un poco en dirección a Akihito y Rengo, y les sonrió. —¡De acuerdo! —convino con emoción, retratando aquél papel infantil que lo mantenía dentro de su burbuja de seguridad. —¡Avisaré al resto! Silbó al aire, esperando atraer la atención de Reiko. La loba se mantenía en el exterior, de seguro oiría su llamado. Rebuscó entre las habitaciones, esperando no dejar huellas de que habían estado por allí. Lo mejor sería desaparecer, como la niebla antes del primer rayo de sol por la mañana. Se dirigió a los balnearios con sigilo; tanto Ryoshi como Aoi se encontraban alli. Buenos aliados por si la situación se saliera de control. Moviéndose entre las sombras, pensaba en la imponente silueta del general Mori. ¿Quién o quiénes eran los que se interponían en sus intereses? ¿Quién era el responsable de que el general no se cobrara su venganza? Recordó de pronto a Dozan; ¿estaría vivo? Escuchó unos pasos a la distancia y afiló la mirada.
Sección de las habitaciones/Árboles del exterior [Akihito] Rengo afirmó a la pregunta de Akihito sobre su estado mientras él siguió movilizando sus pensamientos; cuando Seikanji se acercó y decidió seguir el consejo de Akihito con su tranquilidad usual, Rengo sintió un poco de alivio; y aquello lo hizo cuestionarse si estaba empezando a confiar en aquel grupo. Akihito lo ayudó a bajar del árbol; algo que lo avergonzó profundamente, él era hábil escalando; pero el haber perdido aquel listón lo dejó vulnerable; nuevamente revisó que llevara puesto el listón, no pensaba perderlo. —Quién me alertó fue... —mencionó Rengo mirando a Akihito, deteniéndose antes de completar la frase —... un amigo — Miró hacia los árboles y señaló la barda que cubría el recinto —Por allí podemos escapar, empujar una tabla y correr —dijo sugiriendo que lo acompañara Contenido oculto: Etiqueta Nekita puedes ir con Rengo o decirle que se adelante. Comedor [Dozan] Seikanji había pasado primero por los balnearios; pero estaban vacíos; fue entonces que el sonido de unos pasos lo llevó hacia el pasilla, dónde Reiko lo terminó guiando hasta el comedor, dónde encontraron a Dozan en el suelo, no estaba herido; pero se encontraba en shock, mirando hacia una de las puertas. Al sentir que era observado se volteó para encontrarse con la mirada de Seikanji. —Ryoshi... —logró articular, su voz no era de miedo; era un enojo contenido —Se ha ido con Gendo; el líder del clan Mori; el General a cargo del ejército imperial; uno de los hombres más poderosos y temibles de Japón. Contenido oculto rapuma Habitaciones [Aoi] El hombre le entregó a Aoi su invitación para dejarla ir hacia las habitaciones. Al entrar a su habitación se encontró en soledad absoluta; ni un ruido. Contenido oculto: Etiqueta Ayeah Has obtenido *Invitación a un Oyaji, ya sea en: Niigata/Niigata; Ritto/Shiga; Wakayama/Wakayama; Mito/Ibaraki; Uji/Kioto Puedes observar por una de las ventanas y ver a Akihito y Rengo para llamar su atención; o dirigirte a otro lado del lugar. Si decides esto último, podrás tirar un dado de veinte caras; si obtienes 15 o superior podrás ver a Ryoshi.
Aoi Nobunaga Registró las habitaciones con un ligero sentimiento de inquietud que fue creciendo poco a poco a medida que encontró la estancia completamente vacía. Un presentimiento horrible se apoderó de Aoi cuando recordó el alboroto que había escuchado en el balneario pero trató de ignorarlo. Seguramente Ryoshi de había preocupado al ver que no salía y también la estaba buscando... ¿Verdad? Se asomó a la ventana y vio a Rengo y Akihito, pero los ignoró. Encontrar a su otra mitad era más apremiante a pesar de lo estúpidamente dependiente que aquello la hiciera sentir. Salió al pasillo con decisión y puso rumbo al comedor, el origen de aquel jaleo, dejándose guiar por aquella terrible sensación.
Seikanji Yamagawa —Nosotros también debemos irnos, Dozan-sensei. —dijo con suavidad mientras daba unos cuantos pasos antes de detenerse junto al pirata. Reiko le seguía de cerca, mirando con sus ojos ámbar a Dozan. —Sabes tan bien como yo que nada podemos hacer. Vamos, antes de que todo esto se salga de control. Le tendió una mano mientras cerraba sus ojos y sonreía; no pensaba perder otro aliado aquella jornada, y aunque mucho le costaba admitir, perder a Ryoshi era perder una fuerza de choque muy poderosa. No podía permitir que Dozan se inmolara en vano. Gendo Mori era intocable. —¿La señorita Yuki-Onna también partió con él?
Akihito Shishio Saber que había sido un amigo no explicaba qué parte de todo eso era lo que lo había espantado tanto, o había sido una advertencia bastante preocupante para su seguridad o similar o bien Rengo tenía algunas amistades que podían intimidarlo un poco pero, de igual manera solo se limitó a asentir con su cabeza mientras se asegurara que bajara completo del árbol y no dejara nada atrás otra vez. —¿Eso fue lo que te preocupó? —Preguntó mientras se dirigía con él a la parte de la barda a la cual lo dirigía y una parte de su cabeza no pudo evitar visualizar al joven Ikeda desaprobando su decisión de acompañarlo con Hoshi porque todo podía ser un intento de llevarlo a su "madriguera" en medio de todo eso. Cuando finalmente estuvieron en la barda, empujó una de las tablas como había dicho Rengo y darle oportunidad de salir primero, cuidar que no perdiera nada —Te lo sostengo y vamos corriendo con Hoshi, y si ellos no han salido para cuando estemos con él, quizás pueda regresar por aquí después.
Sección de las habitaciones/Árboles del exterior [Akihito; Rengo] Ambos se dirigieron a la salida por los tablones —¿Preocuparme? —negó — Sólo me aterra; a veces desearía ser valiente, tal vez al ser valiente mi vida sería más corta, tal vez sería mejor así. Lo he pensado. Pero no puedo enfrentarme a morir, me da miedo morir —se adentró por el espacio que Akihito le había levantado por la barda y agradeció con un gesto, en sus ojos se acumulaban lágrimas que no caían —Me gusta estar vivo ¿Eso es tan malo? Rengo corrió con gran velocidad hacia dónde se encontraba Hoshi; al llegar allí lo encontraron de cuclillas, se veía agotado. Rengo se acercó y Hoshi apretó sus puños. —Se han llevado a uno de los nuestros —dijo con voz baja, más que nada por agotamiento —El joven Ryoshi —miró detrás de Akihito y Rengo — ¿Dónde está el resto? Contenido oculto: Etiqueta Nekita Comedor [Dozan] Dozan negó; y justo al hacerlo, fue Aoi quién ingresó al comedor. Dozan avanzó hacia ella —Se han llevado a Ryoshi — dijo sin obedecer a Seikanji, a pesar de saber que estaba en lo correcto; pero no estaba pensando con claridad, Ryoshi era su mejor amigo, no podía perderlo, no nuevamente — Se lo ha llevado Gendo Mori con la promesa de curar nuestra maldición... —sujetó a Aoi de los hombros, allí mismo iba a decirle que lo acompañara a buscarlo; pero se dio cuenta de su comportamiento errático — Ryoshi prefiere actuar por su cuenta, lo ha hecho para protegernos de ese hombre —miró hacia la mujer asesinada en el suelo, luego al hombre que quedó arrinconado en la pared, cubierto de sangre — Si queremos recuperarlo, debemos ser inteligentes —miró a Seikanji —Tienes razón, salgamos de aquí; reorganicémonos, actuemos con calma antes de crear un desastre mayor. Contenido oculto rapuma Ayeah
Aoi Nobunaga Las palabras de Dozan cayeron sobre ella como pesadas losas, dejándola inmóvil durante unos instantes sin capacidad de reacción. No podía ser, sencillamente no lo creía. Ryoshi no la abandonaría así, no se iría sin despedirse... ¿No? Miró de forma errática a su alrededor y, finalmente, fijó sus ojos en los de Dozan. Y tuvo la certeza de que no mentía. Tragó saliva de forma audible y parpadeó con fuerza tratando de poner sus ideas en orden. — Iré a buscarlo. — Sentenció finalmente. — No hay tiempo que perder, recuperaré mis armas y partiré. Su resolución era firme, no admitía réplica. Dio media vuelta y abandonó la estancia para reunirse con Hoshi a paso ligero y recuperar tanto lo que era suyo como las pertenencias de su amado. Más le valía a Ryoshi estar muy, muy lejos; pues cuando lo encontrara iba a degollarlo con su propia katana.
Akihito Shishio Había algo en el asunto que simplemente no terminaba de entender, sobre el cómo y quién podría haberle dado esa información a ese grado pero trataba de no darle más vueltas de las necesarias y solo podía tratar de responder con una sonrisa consoladora cuando terminó de cruzar por los tablones—Si no es lo que deseas, nunca será mejor así, Rengo.—Se acercó un poco para poder dar un par de caricias a su hombro, dudaba que no existiera nadie que en algún punto no tuviera miedo de la muerte o como el, pensara que era mejor vivir en ese perpetuo estado de valor aceptando lo que sea que te lleve. —El miedo es un arma de defensa que va acompañado del valor, en exceso ambas cosas son malas como lo pueden ser muchas cosas, pero juntas no esta tan mal, una te permitirá irte de algo que puede ser peligroso y mantenerte con vida y la otra saldrá cuando necesites defenderte o a alguien más; la advertencia de tu amigo probablemente impidió que te vieras envuelto en lo que fuera que pasó, no sabemos, pero estas bien y hay valor en confiar en decírmelo e ir a hacia Hoshi. —Alborotó su cabello solo un momento para no sentir que estaba siendo demasiado serio y cuando terminó por correr, lo siguió de la misma manera. Llegar y ser recibidos con malas noticias tampoco lo consoló demasiado, ¿qué había pasado en ese lugar? Mordió el interior de su mejilla y suspiró en cierta forma frustrado, girando un poco su cabeza para ver el Oyaji —...Eso no es muy bueno —murmuró antes de volver a mirar a Hoshi y atender su pregunta —, Seikanji los está reuniendo, no deben tardar. Salimos antes porque alguien alertó a Rengo y tenía que llegar a usted.
Seikanji Yamagawa Parpadeó curioso ante el intercambio de palabras entre Dozan y la discípula de Wu; Seikanji no entendía la reacción de Aoi, el cómo se negaba a una decisión que el propio Ryoshi había decidido para sí. Intentó ponerse en su situación pero aún así no comprendía lo esencial; no lograba empatizar con los sentimientos que albergaban tanto la asesina como el pirata de Sakata. Entendía el respeto, uno que él mismo sentía por Murai, pero no lograba descifrar las emociones que sentía Aoi por la repentina desaparición del asesino del silencio. Salió del Oyaji con rapidez, intentando mantenerse entre las sombras para que nadie pudiera dar con ellos y el resto del equipo. Se acercó con una sonrisa dibujada en su rostro, feliz de ver a Rengo y a Akihito junto a Hoshi, quién parecía en tensión. —El general Mori irrumpió en el Oyaji, se dirige al norte y un informante le detuvo de asesinar a un noble de los Taira; Matahachi. Éste último se dirige a la capital. —dio un reporte rápido para que todos pudieran estar al tanto de las noticias que ocurrieron cuando se encontraban dispersos dentro de la estancia. Se quedó en silencio unos pocos segundos, como si le estuviera faltando algo. —El señor Ryoshi partió junto al general. —agregó como último, aún con la sonrisa afable en su rostro. Reiko le empujó levemente, como si el animal supiera que le estaba fallando algo a sus palabras. Seikanji borró la sonrisa por completo. —Gendo Mori me vio directamente a los ojos. —dijo sin emoción, sabiendo que el general no olvidaría su rostro tan fácilmente.
Calles de Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Akihito; Seikanji; Aoi] Rengo había escuchado a Akihito y guardar silencio hasta llegar con Hoshi; quién decidió esperar a que todos se reunieran. Hoshi se encontraba debilitado, herido. Aun así escuchó el informe de Seikanji —La presencia de Gendo me ha tomado por sorpresa; se mencionaba que este se encontraba en Wakayama; al parecer el ejército no se ha movilizado; y viendo que ha venido a reclutar guerreros, me hace creer que el clan Mori está planeando un ataque adicional a Wakayama —les entregó sus armas; y a Aoi le entregó una adicional, la katana de bambú de Ryoshi — Uno de los hombres de Gendo quiso robarme esta arma; no lo logró, y gracias a ello puedo rastrarlos; ha tomado a uno de los nuestros, sabe que con ese movimiento, puede tenernos al margen de sus movimientos—Observó a Seikanji —Matahachi; si este también te ha visto, has ganado a dos enemigos, los cuales esperemos se estén atacando uno al otro en lugar de prestarte atención. Enemigos poderosos... han fallado. Cabe mencionar. Ninguno encontró al monje... —El monje los encontró a ustedes... Interrumpió una presencia que no pudieron sentir. Demostrando un gran nivel de sigilo. Pero la voz era femenina. —He venido a entregarles un mensaje; escuchen, que sólo lo repetiré una vez —dijo con una voz áspera, lastimada —El clan de los cuatro rombos está en movimiento, espere a que la templanza del líder caiga, así ni la avalancha de la montaña más alta podrá frenarlos en su ascenso Y con ello, se giró con velocidad para salir corriendo. Contenido oculto Pueden intentar atraparla; pero para ello deben sacar un dado de 20
Seikanji Yamagawa Observó los movimientos de Hoshi; al parecer el herrero, el que parecía un gran erudito, no era un simple hombre que perdía el tiempo en una armería, sabía pelear. No dijo más sobre Matahachi, ni del intercambio de palabras junto al té antes que la presencia de Gendo irrumpiera, simplemente recogió sus armas e hizo un mohín encantador por su primer misión fallada. Pero antes de que pudiera si quiera responder a las palabras del herrero de Koga, el monje los alertó apareciendo por detrás de ellos, como si siempre hubiera estado allí, como una sombra del atardecer. Seikanji no reaccionó a las palabras, pero si Reiko, quién intentó cortarle el paso mientras gruñía pero aquella mujer era demasiado rápida, incluso para su loba. —El clan de los cuatro rombos... —repitió, mirando a cada uno de sus compañeros para ver quién podía arrojar luz al asunto.
Aoi Nobunaga Abrazó la katana de Ryoshi contra su pecho con fuerza y asintió en dirección a Hoshi, agradecería cualquier pista sobre su paradero. Pero cuando iba a preguntar al respecto fueron interrumpidos por una mujer. Poco le importaron sus palabras, pues Aoi ya sabía cual era su próximo movimiento y poco o nada podría hacerla cambiar de opinión. Aun así extendió lánguidamente un brazo por inercia tratando de detener sin demasiado entusiasmo la fuga de aquella mujer.
Akihito Shishio Escuchar la anécdota de Seikanji lo sorprendió, una parte de él agradecía no habérselo topado por las razones que mencionaba Hoshi, no creía que a nadie le hiciera mucha ilusión ser enemigo de esa persona y atraerse problemas innecesarios para un futuro o un giro inesperado como lo era la partida de Ryoshi que ya era obvio que era bastante duro para Dozan y la aprendiz de Wu. No dijo nada ante su claro fracaso de no toparse con el monje pero, si lo sorprendió la repentina aparición de su objetivo con información que no sabía interpretar del todo, pero en efecto reconocía pero lamentablemente la sorpresa fue mucha como para siquiera intentar atraparlo. Suspiró y se acercó a Hoshi un poco —Debemos ir a la clínica, hay que tratar sus heridas