Shibuya Apartamento Miller [Casa]

Siendo plenamente honesta, en ningún momento me había detenido a pensar si se me estaba yendo la mano con el tonteo o si existía la posibilidad de cruzar algún límite con Riri. No era mi estilo, for fuck's sake, no me preocupaba por nada en la puta vida y el alcohol no ayudaba en absoluto a ponerme la consciencia en funcionamiento. Me había convencido de que Riri sabía divertirse, que podíamos pasarla bien juntas y eso era todo, el resto fluía con la situación y mi falta de... self introspection? Y era probable que, más temprano que tarde, se diera cuenta que tonteaba con Dios y con el diablo sin importarme mucho nada.

Se le coló una especie de ilusión en la voz, así hubiera sido sutil, y solté una risilla antes de afirmar. No era nada muy loco pero eh, lo había planeado con mucho amor y eso era lo importante, ¿cierto? Bueno, planear lo que uno dice planear... quizá no. ¡Pero daba igual! Había pensado en ella al proponerlo, period.

Su propuesta me pareció más que acertada, volví a asentir animada y sostuve su rostro con la mano libre para inclinarme y encargarme de pintar sus labios. Una sonrisa liviana se mantuvo en mi rostro y le dediqué un único vistazo fugaz en medio de mi tarea. Cuando hube acabado regresé a mi lugar, la observé y me quedé satisfecha con mi trabajo. ¡Se veía super linda! Con ambas manos me quité el cabello de los hombros.

—Alright, my turn! Get wild, baby. Puedes dibujarme lo que quieras donde quieras, ¡confío plenamente en ti!

 

Abby concordó con mi idea de pintarme los labios y me quedé bien quieta, esperando a que terminase con la tarea para finalmente poder dar por concluido mi maquillaje con ello. Le correspondí a la sonrisa y me alcé un poco sobre la cama, estirando el cuello para mirarme brevemente en el espejo que la chica tenía colgado a un lado de la habitación y dándome por satisfecha con el resultado.

Repasé a la chica con la mirada cuando volví a mi posición original, sonriendo ampliamente con una nueva cuota de emoción al escuchar que me daba total libertad creativa, y asentí con la cabeza antes de coger un par de lápices, dándome ligeros golpecitos en la barbilla con ellos durante un par de segundos y sopesando mis posibilidades. Teniendo en cuenta su conjunto de ropa, quizás intentar ser discreta no era la mejor idea, pero en el fondo tampoco quería que ella se llevase toda posible atención... así que iba a tener que balancear.

Decidí, pues, hacerle el eyeliner y los labios de un color azul eléctrico, con el rosa dibujarle una fila de tres puntitos descendientes en tamaño debajo de los ojos y colocarle un par de piedritas preciosas transparentes en la sien así como en uno de sus hombros. Finalmente, cogí el lápiz amarillo y le dibujé numerosas estrellas dispersas a lo largo de sus brazos y piernas. Me sonreí más que satisfecha cuando dibujé el último trazo y busqué su mirada, dando una ligera palmada delante de mi rostro.

—¡Creo que ya! ¿Qué te parece? Dime si quieres algo más o si me he pasado~