Long-fic Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Gigi Blanche, 25 Junio 2022.

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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Título:
    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2405
    N/A: por razones de la vida totalmente impulsivas le hice un rewatch a la serie de Winx y ayer me la terminé, y por más razones totalmente incomprensibles de la vida hace un rato me dieron muchas ganas de escribir algo ambientado ahí. Por supuesto, iba a ser con la banda de pendejos de Gakkou.

    Tengo planeados like más personajes, así que si las razones de la vida siguen a mi favor, esto probablemente se convierta en una colección. I have no idea what im doin here but i lov it JAJSJA i vibed this so hard.

    Anyways, aparecen pendejos míos pero también tomé varios robados upsie y obviamente iban a ser de Amane HOLA te etiqueto cuz i have no sense of SHAME





    we're the kids in the corner
    wear our heroes on our clothes
    together, we feel a little warmer
    'cause we're the only ones who knows
    that we all cry from time to time
    in the dark, our eyes still shine


    .
    .
    .

    —Annie. Annie, vamos, despierta.

    Emily no quería hablar fuerte ni mucho menos gritar, siendo que sólo los de primer año debían asistir a la ceremonia de apertura y era… temprano. Jodidamente temprano. ¿El sol ya había salido? Por poco, pero sí. La castaña suspiró quedo tras echar un vistazo por la ventana y siguió insistiendo con su compañera de cuarto, arrodillada junto a su cama; bien, bien bajito.

    —¡Annie!

    La idea de compartir suite con otras cuatro hadas le parecía maravillosa, pero no iba a negar que en ese preciso instante era… bueno, era un dolor en el culo antes que nada. Pero ¡eh! Ella era una señorita, no debía pensar cosas así. De la forma que fuera, se distrajo de sus pensamientos cuando notó movimiento debajo de las sábanas. ¡Viva! ¡Estaba viva!

    —Annie —insistió, zamarreándola despacito.

    Sus ojos, de por sí morados, adquirieron un brillo particular y logró apartarse un segundo antes de que las sábanas salieran volando y su compañera de cuarto se medio incorporara tras ellas. Emily se la quedó mirando, expectante, pero la chica seguía super dormida. Al parecer había sido una reacción automática, aunque sí lo había sentido. Breve, pero intenso y ligeramente intimidante. Una molestia casi instintiva.

    Típica hada de fuego, ¿eh?

    Emily suspiró y se sentó al borde de la cama, picándole el hombro suavecito a la chica en modo zombie.

    —Vamos, Annie, se nos hará tarde para la ceremonia.

    Anna resopló, incluso ¿gruñó? y se rascó las raíces del cabello. El cual, cabía destacar, estaba hecho una completa maraña de pelos.

    —¿Qué hora es? —balbuceó, tras acomodarse la garganta.

    —Uh… Las seis y diez. La ceremonia empieza dentro de v-

    —En serio. —Anna habló encima de Emily, sacando las piernas del interior de la cama para apoyar los pies en el suelo; el contacto le generó un respingo y sus ojos se tornaron anaranjados—. No son horas para hacer nada.

    —Lo sé. —Emily sonrió, detallando el matiz tan cálido en la mirada de Anna, y le alcanzó su propia bata de cama para que no se congelara yendo al baño; total, ella ya estaba vestida—. Al menos las clases empiezan a un horario razonable.

    Hiradaira reparó en el abrigo y su semblante, por fin, se suavizó; sus ojos también regresaron al rosado usual. Lo aceptó, incorporándose, y le sonrió a Emily mientras se lo colocaba.

    —Gracias, Em.

    Una cuota de ilusión iluminó el semblante de Hodges, fue inevitable. Anna ya le había dado la espalda para salir de la habitación y sus ojos se apagaron, aunque aquella emoción tan cálida y agradable aún reverberaba al centro de su pecho. Había estado sumamente nerviosa al respecto, pero con aquellos breves días que llevaba conociéndola se había convencido a sí misma de que no había nada que temer. Anna podía ser algo impulsiva y temperamental, pero pocas veces había percibido una emoción tan… transparente como las que provenían de su compañera de cuarto cuando le sonreía.

    Anna, entre tanto, salió a la sala compartida de la suite. La luz apenas se iba colando por las ventanas, era de un amarillento blanquecino y, joder, cómo deseó volver a su cama. Tan cómoda y calentita. En serio, ¿por qué tenía que tener quince años y la obligaban a tomar clases? ¿Por qué no hacerlo era ilegal? ¡Estaban todos locos! ¿Y lo peor? No había escapatoria. Ya había oído que el mundo de los humanos era igual.

    Su intención había sido llegar al baño, claro, pero algo captó su atención a mitad de camino y se detuvo, volteando el rostro. La puerta de otra habitación, la de segundo, estaba medio abierta y se oían… cuchicheos de adentro, además de las sombras que se recortaban de forma bastante anárquica. ¿Tenían la luz encendida? ¿Qué hacían despiertas? Anna arrastró los pies, bostezando, y se asomó. No lo había pretendido, pero al parecer fue bastante silenciosa. Las chicas le estaban dando la espalda, encorvadas sobre… algo.

    —¿Qué coño hacen?

    Y sus compañeras soltaron un gritito, petrificadas. Tal fue el susto que la luz de Riamu se había extinguido y Anna tuvo que parpadear, adaptando la vista. Estaba segura, sin embargo. Era la habitación de las de segundo, pero junto a Riamu estaba Sasha.

    —Anna, cielo. —Quien habló, de hecho, fue ésta última—. No queríamos despertarlas…

    —No lo hicieron. —Hiradaira se rascó el ojo, adormilada que te cagas, y fue capaz de ir reconociendo siluetas—. Ya falta poco para la ceremonia.

    —¿Poco? —inquirió Riamu, entre asustada y sorprendida.

    —Sí, idiotas. —Una cuarta voz se oyó desde una de las camas, sonó suave como siempre pero claramente hastiada—. Les dije que estaban trabajando en vano.

    Riamu soltó una risilla y juntó las manos a su espalda.

    Sorry, Morguie~

    —¡Bueno, no importa! —Sasha se adelantó y cazó a Anna de los hombros, para darle la vuelta y guiarla al baño—. Igual aún no están listas, ¿no?

    —Bueno, yo no, Emi-

    Good enough! Go and pee!

    No tuvo opción. Anna oyó la puerta cerrándose a su espalda y suspiró, obedeciendo sin darle mucha cabeza a nada. ¿La verdad? Seguía dormida.

    Emily había oído el alboroto desde el interior de la habitación, pero aún no se sentía plenamente cómoda con sus otras compañeras de suite y en lo que se decidía, el tren pasó. Escuchó la puerta del baño, primero, la de segundo después, y suspiró bajito. Ah, tonta que era, ¿por qué dudaba tanto? Bueno, ya no importaba, ¿cierto? Comenzó a acomodar sus cosas despacio, total Anna seguía en pijama, y estaba revisando que no le faltara nada en la mochila cuando la susodicha regresó.

    —Las senpai están actuando raro —soltó de inmediato, yendo al clóset para buscar qué ponerse—. ¿No sentiste nada extraño?

    Emily ya se había acostumbrado a aquella palabra tan extraña que Anna utilizaba para referirse a sus demás compañeras de suite, aunque aún no había reunido el coraje para preguntarle qué significaba. Cosas de su tierra natal, suponía. Ya le había dicho que no había crecido en Alfea.

    —No… —Meneó la cabeza también, así la chica le diera la espalda, y repasó su falda con ambas manos—. Uhm, ¿quizás…?

    Aquello último lo había prácticamente balbuceado, fue más un pensamiento en voz alta y volcó toda su atención más allá de la puerta. Sus ojos, en el esfuerzo, se tornaron de un morado brillante y la habitación se fue a negro. Aparecieron voces, ecos erráticos, colores que nadie más podía ver y ráfagas de todas direcciones. No fue consciente de cuánto se había abstraído hasta que volvió de repente. Anna estaba frente a ella, envolviendo su muñeca con gentileza. Emily parpadeó. Ah, ahí estaba. Aquella emoción transparente.

    Sus ojos se apagaron.

    —Hey, no te preocupes. —Hiradaira la soltó suavemente y regresó sobre sus pasos—. Es una tontería, seguro están… seguro quieren prepararnos una sorpresa o algo. Son demasiado amables.

    Emily exhaló a consciencia, quitándose el cúmulo de emociones de encima, aunque dio un respingo y su rostro se puso como un bendito tomate apenas advirtió que su compañera de cuarto estaba en ropa interior. ¿Q-q-qué hacía? ¿N-no le daba vergüenza? ¡Ah, Dios!

    —Al menos deberían dar el desayuno antes de la ceremonia, ¿no crees? —se quejó Anna, abrochándose los jeans para empezar a colocarse la sudadera—. Yo es que no funciono sin comida en el estómago, si me desmayo ahí a mitad de salón va a ser su culpa.

    Emily murmuró varios sonidos afirmativos y con movimientos algo rígidos regresó la atención a su mochila, acomodándose un mechón tras la oreja. Al menos agradecía, y lo agradecía de veras, ser la única hada mental en la suite. No quería imaginar lo que serían sus emociones a ojos de alguien más.

    La atención de ambas viró hacia la puerta cerrada cuando oyeron ruido afuera, y esta vez del que no se pretendía disimular. Compartieron una mirada, extrañadas, y Anna soltó una risa nasal.

    —Te lo dije —murmuró, terminando de anudarse los sneakers, y se echó la chaqueta negra encima—. Son demasiado amables.

    Emily sonrió, asintiendo. Podía sentirlas, a su alrededor. Las emociones rebotaban, flotaban y le hacían cosquillas en el cuerpo. Las había más o menos transparentes, pero todas brillaban y aparecían en colores sumamente cálidos. Eso le dio un boost de confianza, renovó el aire de sus pulmones y se acomodó la mochila a la espalda, quitándose el cabello por encima. Fue donde su compañera de cuarto.

    —¿Vamos~?

    Anna asintió y estuvo a punto de abrir la puerta, pero al parecer tuvo una idea y miró a Emily, divertida.

    —¿Ya podemos salir? —exclamó, tragándose la risa.

    De afuera se escucharon cuchicheos y ambas rieron bajito.

    One second, please! —Aquella había sido Sasha, que al parecer siguió dando indicaciones hasta que algo la detuvo—. ¡No, espera, Morgan! ¿Qué ha-?

    Anna y Emily dieron un respingo hacia atrás cuando la puerta se les abrió de repente, casi golpeándolas. En línea recta, pero a varios metros de distancia, estaba Morgan sentada de costado en un sofá. Apenas llegaron a vislumbrar el tono blanquecino en sus ojos antes de que desapareciera. La chica les sonrió con pasmosa calma y bajó la mano, ignorando las quejas de Sasha, para indicarles que salieran.

    Ugh, anyway. —Sasha suspiró, exasperada, y consiguió cambiar sus ánimos a una velocidad casi aterradora—. Do it!

    Le había hablado a Riamu. Anna y Emily apenas tuvieron tiempo de repasar la habitación cuando Yumemi chasqueó los dedos y un montón de lucecitas flotantes se distribuyeron por doquier. Eran similares a pequeñas luciérnagas, sólo que de un blanco tan puro que sus haces se descomponían en diferentes colores conforme flotaban suavemente por el espacio. Las niñas observaron todo a su alrededor, maravilladas, y cuando las luces comenzaron a concentrarse hacia el pasillo de la entrada notaron que había un cartel colgado de pared a pared. No decía nada, pero en ese momento comenzaron a brotar flores que fueron escribiendo un mensaje.

    “¡Bienvenidas a Alfea!”

    Deslizaron la mirada a Sasha casi al mismo tiempo, quien estaba bajando las manos y las miró; sonreía como lo haría una madre, honestamente, y de repente les cayó un peso encima.

    —¡Tenían que despertarse más tarde! —se quejó Riamu, riendo, que se había colado entre ellas para echarles un brazo a los hombros a cada una y apretujarlas—. Nos hicieron trabajar a contrarreloj, ¿cómo se atreven?

    —Se nos cayó el pegamento en la alfombra. —Sasha suspiró, y por la forma en que se llevó una mano a la frente era evidente que debía tener las puntas de los dedos pegoteadas—. A saber cómo lo limpiamos.

    —Dónde están las hadas de agua cuando se las precisa, ¿no? —secundó Riamu.

    —No en esta suite, dichosas sean —murmuró Morgan, había echado la cabeza hacia atrás y ahora la tenía colgando.

    Yumemi se le quitó de encima a las de primero y le hizo burla a su compañera de habitación, reuniéndose junto a Sasha. Ambas compartieron una mirada cómplice y se fijaron en Anna y Emi.

    —Mucha suerte en la ceremonia, chicas~ —les deseó Riamu, animada.

    —¡Luego busquennos en la cafetería! Les estoy horneando otra sorpresa.

    For fuck’s fuckin’ sake. —La sexta voz, por fin, se hizo presente en la sala. Sonó adormilada, gruñona y sumamente enfadada—. ¿Se puede saber qué mierda están haciendo a las seis de la-?

    Ni siquiera pudo acabar el descargo. Una lucecita de Riamu pasó justo frente a sus ojos y le hizo gritar, lanzando una llamarada de puro instinto que, por suerte, se disolvió en el aire. Las demás rieron y Alisha bufó, meneando la cabeza.

    You’re fuckin’ crazy —fue lo último que dijo antes de volver a encerrarse en su habitación.

    Emily se había distraído un poco con una de las luces, que flotó muy cerca suyo y, casi sin darse cuenta, intentó tocar. No sintió nada, por supuesto, y la voz de Anna sonó a su lado.

    —Son… son increíbles, en serio. —Estaba sonriendo, probablemente más amplio de lo que le había visto hasta ahora, y esa alegría rebotó en todo su cuerpo—. Muchas gracias, chicas.

    —De nada~

    —¡Nadie te habla a ti, Morgan! —exclamó Riamu, y su ceño fruncido se relajó en una décima de segundo para sonreírle a las de primero—. De nada~

    —¿Vieron? Igualito.

    —¡Ah, ya cállate!

    Yumemi se fue a discutir con su compañera de cuarto y Sasha se acercó. Apoyó las manos en los hombros de ambas, les sonrió y, de un movimiento rápido, les revolvió el cabello. Su risa fue bastante animada.

    —¡Ya, váyanse! Que se les hace tarde. Luego nos vemos.

    Anna había intentado alejarse a tiempo pero falló, a Emily le causó gracia la facilidad con la cual podía enfurruñarse y la cazó de la muñeca para arrastrarla hacia la salida. A sus espaldas desaparecieron las luces y, tras la puerta, se mitigaron las voces de sus compañeras.

    —¡Vamos, Annie! ¡Prometo que te sostengo si te desmayas!

    Anna, un poco contra su voluntad, acabó sonriendo y le dio un golpecito con su hombro, apurando el paso por el pasillo. Vaya, vaya, primer año en Alfea.

    Definitivamente había empezado mucho mejor de lo que ambas podrían haber imaginado.
     
    • Ganador Ganador x 2
    • Adorable Adorable x 1
  2.  
    Gigi Blanche

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    N/A: ehe. Nada que decir, sólo que tenemos una nueva incorporación al cast (!!!) qué emoción

    Nekita te etiqueto también porque no conozco la vergüenza y porque tengo mis duditas de si lo manejé bien. Estuve un buen rato decidiéndome después de lo que hablamos así que espero estar a la altura uwu

    Sin más preámbulos, adentro segunda parte *c abren los telones*




    II

    .
    .
    .

    Hmm, tasty as always~

    Sasha justo llegó a alzar la mirada cuando Alisha la rodeó para alcanzar la caja de té y, en el proceso, robó una de las galletas recién horneadas. Sintió el impulso de regañarla, por supuesto, pero se resignó a mitad de camino y soltó una risa nasal, meneando la cabeza. En lo que seguía buscando un recipiente, Alisha se preparaba de qué beber.

    Well, that’s a good thing. —Claramente provenían de la misma región, siendo que se la pasaban hablando en un idioma extraño; tanto, de hecho, que se lo habían pegado a Riamu—. Aunque son para las niñas, así que una y ya.

    Yes, momma. —Welsh se giró para apoyar las caderas en la mesada y observó a su compañera de cuarto de reojo, con la taza entre ambas manos—. ¿Lista para comenzar nuestro último año de escuela, Sashie~?

    Pierce estaba de puntillas, prácticamente con medio cuerpo dentro de las alacenas superiores, cuando sintió que algo la despegaba del suelo. Al principio se sobresaltó, pero tardó medio segundo en comprender la situación y bajó la vista, hacia la sala principal. Morgan seguía en el sofá de hoy temprano, con un libro antiguo abierto contra el pecho y los ojos de un blanco grisáceo. La verdad, lucía casi fantasmal. Ideal para Halloween.

    Y la idea seguro le encantaba, ¿no?

    Sasha detalló la sonrisita de Morgan y suspiró, regresando a su tarea. La pequeña ayuda del hada de aire obviamente fue útil, pero eso no quitaba la razón principal detrás de todo.

    —¿Sabes? Al menos podrías avisar antes de poner a levitar a la gente.

    —Pero ¿dónde estaría la diversión en eso~?

    Alisha soltó una risa ligera en lo que Sasha volvía al suelo y la tontería pareció complacer a Morgan, quien relajó la mano y sus ojos regresaron al violeta oscuro de siempre.

    I swear to God. —Pierce suspiró, ubicando las galletas dentro del recipiente—. No tengo idea cómo llevo tanto tiempo sobreviviendo con todas ustedes. ¡Eh, dije que sólo una!

    —Y eso que este año apenas comienza —anotó Alisha quien, obviamente, le había robado otra galleta, y ahora apoyaba las caderas contra el espaldar del sofá de Morgan—. Me apuesto toda la maría debajo de la cama que la niña de fuego nueva va a ser un jodido desastre cuando pille confianza.

    —Bueno, es de fuego —murmuró Morgan, sedosa como siempre, pasando una página de su libro—. Es una característica compartida entre la mayoría de las de su clase, ¿no?

    Indeed. —Sasha sonrió, buscando ver a Alisha, quien ya estaba inflando las mejillas—. ¿Vas a ser su mentora o algo? Deberías portarte bien con ella, baby.

    —No tengo tiempo para esas cosas —se excusó Welsh, restándole importancia, y suavizó la voz en lo que giraba sobre sus talones para agregar—: Duty calls, ladies~

    Su cabello dorado dibujó un vaivén a su alrededor y se retiró hacia su habitación. Tocaba la hora de vestirse y tratándose del primer día, supuso Sasha, le invertiría especial cantidad de neuronas. En eso ella y Riamu se parecían. Morgan suspiró, alzó el brazo y con un movimiento rápido de muñeca, la puerta de tercero prácticamente se azotó contra el marco. De adentro se oyó otro gritito, similar al de hoy a la mañana, y O’Connor soltó una risa floja.

    Not funny, Morgan! —se quejó Alisha, aunque el reclamo cayó en saco roto.

    —Vivir contigo es como tener un fantasma metido en la suite —murmuró Sasha, tapando el recipiente y yendo a la sala para guardarlo en su mochila—. Aunque sé que lo tomarás como un cumplido.

    —Siempre tan avispada, Sasha.

    —¡Muy bien! —Riamu apareció de la habitación de segundo caminando con bastantes ganas y se detuvo frente a ellas, como una modelo. Giró sobre sí misma y llevó las manos a sus caderas—. ¿Cómo me veo~?

    Lo dicho: en eso, con Alisha se parecían; aunque sus estilos eran radicalmente diferentes. Riamu llevaba un mono blanco y negro de a cuadros, con falda tableada y una camiseta negra manga larga debajo. Sus calcetines eran rosas y los zapatos, también negros, le aumentaban algunos centímetros de estatura. Podría llegar a parecerse a Morgan ese día, siendo que el clóset de la chica se componía en un noventa y nueve por ciento de ropa oscura, pero la clave estaba en el cabello. Bueno, y en las vibes. Riamu era un rayo de sol andante, en cambio O’Connor…

    Había que insistir, le encantaba la idea de vivir eternamente fitting para Halloween.

    You look lovely, honey. —Sasha fue junto a ella y, risueña, buscó la mano de Yumemi para instarla a girar sobre sí misma; la muchacha soltó una risilla y Morgan regresó a su libro—. Hmm, me pregunto para quién te habrás puesto tan guapa~

    —¿Quizás empieza con A? —indagó Morgan, pasando de página.

    Bueno, eso de que había vuelto a su libro era mentira. O su multitasking daba envidia, una de dos.

    —Ya, ya, no la molestes —intervino Sasha, conciliadora, acariciando el cabello de Riamu. La chica miró a Pierce con alivio pero oh, boy, qué rápido cantó victoria—. Uhm, claramente combina con el uniforme de los especialistas, ¿no?

    —Yo diría que sí —acordó Morgan.

    Yumemi bufó y se alejó del tacto de Sasha, cazando su mochila a la pasada para retirarse de la suite por todo lo alto.

    —¡Envíale saludos a Arata de nuestra parte! —exclamó Sasha, tragándose la risa, y su respuesta fue el portazo de salida.

    —Si hoy no acabamos el día con una puerta rota será un milagro —se lamentó Morgan, suspirando.

    Look who’s talking.

    Alright, girls. —Los tacones de Alisha rebotaron por toda la sala, seguidos de cerca por la estela de su melena dorada y el perfume—. Shall we head out?

    Sasha y Morgan compartieron una mirada silenciosa tras repasar la falda y la blusa de Welsh; bueno, su escote, más bien. Como habían sospechado, por todo lo alto.

    —¿Y a quién crees que estábamos esperando? —replicó Pierce, colgándose la mochila al hombro, y al pasar junto a ella le lanzó un beso juguetón a su compañera de cuarto.

    Morgan cerró su libro y lo guardó donde pudiera alcanzarlo rápidamente, cerrando la marcha en dirección a la puerta de salida mientras las otras dos conversaban.

    —Ah, vamos, ¡esta vez fui super rápida! —se quejó Alisha, y Sasha rió sólo para hacerla enojar aún más.

    Yeah, yeah, sure.


    .
    .
    .

    La ceremonia de inauguración había sido… bueno, un coñazo. Esas mierdas nunca evolucionaban, ¿cierto? Las mismas disposiciones aburridas, los mismos discursos reciclados, un montón de adultos llenándose la boca sobre trayectoria, excelencia, disciplina, bla, bla, bla. Anna comprendía que instituciones tan grandes necesitaran una idea sólida de orden para no acabar cayendo en caos, además de que Alfea llevaba un par de siglos en pie y, vaya, imposible que titanes con tanta historia modificaran muchas de sus costumbres, ¿cierto? Al menos se mantenían arcaicos en las ceremonias y no en mierdas más relevantes, como la igualdad de género o la lucha contra el elitismo de la sangre azul. De lo contrario, ella jamás habría conseguido ser admitida proviniendo de los callejones que antes habitaba. ¡Pero bueno! Al menos el edificio de la escuela, tan clásico y ostentoso, era muy bonito. Se sentía como en una película.

    —Sasha había dicho que las buscáramos —recordó Emily, caminando a su lado en dirección a la cafetería—. Que tenía algo para nosotras.

    —¡Cierto! —Anna alzó las cejas, repentinamente emocionada, y miró a su compañera—. ¡Seguro es comida! Había un olor rico en la suite, ¿no? Como si estuviera horneando algo.

    Hodges asintió, aunque no quiso explayarse demasiado y temía hacerlo si abría la boca, así que decidió abstenerse. A ella le gustaba mucho cocinar así que había conseguido identificar el aroma con suma facilidad, pero si le dejaba la sorpresa a Anna sería mejor, ¿no? Al menos ahora la percibía mucho más animada y eso le aliviaba, ya que durante la ceremonia… bueno, no eran exactamente emociones negativas, pero sí la había notado hastiada y con ciertos ¿sentimientos encontrados? Esos eran difíciles de explicar por la pura naturaleza de la contradicción y aún le faltaba mucha práctica para descifrarlos. Como mínimo, una cosa ya le había quedado clara.

    Anna se veía muy alegre y enérgica, pero muchas veces sentía cosas diametralmente diferentes.

    El flujo de gente en la cafetería era, sorpresa, un puto caos. Anna se puso de puntillas y Emily medio la imitó, aunque no con tanto énfasis. Quizá su magia le habría servido para identificar a las demás, pero entre tanta gente habría sido muy difícil y vaya, de por sí era bastante agobiante. Al menos la mayoría estaba de buen ánimo, a excepción de los nervios usuales del primer día. Podía manejarlo, ¿cierto? Llevaba muchos años entrenando para momentos como este.

    —Huh, no las veo —murmuró Anna, regresando sobre sus talones.

    —¿Y si pedimos primero la comida? Total hay mucha fila, quizá mientras esperamos las encontremos.

    Y eso fue lo que hicieron. Ambas se posicionaron en la cola que avanzaba a paso de hormiga y permanecieron en silencio hasta que Anna volteó hacia Emily.

    —¿Qué te pareció la ceremonia, a todo esto?

    Hodges la miró, ligeramente precavida. Había sido una pregunta neutral, seguro para conversar y ya, sólo que… a veces era difícil actuar con naturalidad cuando ella ya sabía lo que sentía la gente de antemano. Era consciente de que lo “ideal” era ser honesta, sus padres siempre se lo habían dicho, pero cuando tenía tres años de escuela por delante con la misma compañera de cuarto… ¿debía decir la verdad? ¿O amoldarse un poco a la opinión que, sabía, Anna ya tenía?

    —Uhm, estuvo bien, ¿no? —sopesó, algo dubitativa, y se encogió de hombros—. Normal.

    También era muy probable que a Anna le importara una mierda su opinión de la ceremonia, pero no podía evitar darle vueltas en su mente.

    —Sí, aburrida —respondió Hiradaira, y se le coló una risa floja en la voz—. Me hace mucha gracia el acento de los directivos, es similar al nuestro pero ellos hablan más pomposo, ¿no crees? “Estudiantes, hadas, bienvenidos sean todos a la maravillosa, prestigiosa y antiquísima Alfea”. “Por favor, no nos den problemas o les meteremos una patada en el culo”.

    Emily rió por el tono estirado con el cual había dicho aquello último y sus ojos brillaron momentáneamente, alzando la mirada hacia el frente. Anna lo notó y la imitó, dando con el muchacho que estaba en la fila antes que ellas. Emily sólo podía ver su espalda, pero el ángulo de Anna le permitía un poquito más y se estiró hacia el costado lentamente, con una sonrisa divertida pegada en el rostro. El chico, más alto que ellas y de cabello castaño, notó a Hiradaira aparecer en su campo de visión y primero dudó, luego la miró apropiadamente. Tenía las cejas alzadas y un gesto, en general, amable. Anna detalló sus ojos verdes.

    —Lo siento… —tanteó la chica, invitando a Emily con un vistazo a unirse—, si te estabas riendo de mí, voy a tener que cobrarte regalías.

    El chico alternó su atención entre ambas y meneó la cabeza, sereno.

    —Perdónenme, no quise oírlas a escondidas. Sólo lo escuché y me causó gracia.

    —¿Estabas en la ceremonia también? —Él asintió y Anna alzó las cejas, regresando al tono pomposo—. Bueno, joven, bienvenido a Alfea, entonces. Tenemos gárgolas de quinientos años pero las filas de la cafetería siguen siendo eternas.

    —Entonces somos todos de primero —intervino Emily, mucho más suave que su amiga, y alzó la vista al muchacho—. ¿Cómo te llamas?

    —Dante, ¿ustedes?

    Siendo que el castaño aguardaba solo a su turno en la cafetería, lo más natural era que se integraran entre sí y eso hicieron. Luego de que las chicas se presentaran, Anna captó la atención de ambos.

    —Déjame adivinar, uhm… ¿hada de agua? —Se volteó inmediatamente hacia Emily, quien ya tenía los ojos brillantes, y la señaló—. ¡No vale hacer trampa!

    Hodges soltó una risa breve. No percibía enfado ni incomodidad real de ninguno de los dos, lo cual le permitía relajarse. Dante había alzado las cejas y la miró.

    —¿Hada de mente? —Emily asintió—. Vaya, es la primera vez que topo con una. No son muy comunes.

    —Sí, eso es cierto —concordó Anna—. Antes de Emi sólo conocí a una. ¡Pero no me cambies el tema, oye! Estábamos hablando de tus poderes.

    Dante se rió y alzó las manos, declarando inocencia, antes de menear la cabeza con una sonrisa de disculpa curvando sus labios.

    —No, error.

    Anna miró al muchacho, luego a Emily y de regreso, siempre con suma atención, como si pudiera encontrar la respuesta en ellos. Bueno, el razonamiento era técnicamente correcto, al menos en un cincuenta por ciento. No era de agua, vale, y si confiaba en esta creencia de que las hadas del mismo tipo se reconocían entre sí… entonces podría descartar fuego y quizá mente, asumiendo que habría notado cierta complicidad entre ellos en caso contrario.

    No que ella fuera el hada más avispada del continente, ¡pero quien no arriesga, no gana!

    Anna seguía pensando, y pensando con ganas; tanto, que Emily tuvo que arrastrarla cuando les tocó avanzar en la fila. A Dante se lo notaba claramente divertido con la situación y, al compartir un vistazo con Hodges, le indicó con un gesto casi subliminal que no lo delatara. Emily parpadeó, confundida, hasta que volteó hacia Anna y notó cómo al helecho junto a ellos empezaba a crecerle una rama lentamente, en su dirección.

    —Bueno, no me quedan muchas opciones —dijo Anna de repente, captando la atención de ambos—, así que únicamente por paleta de colores voy a decir…

    —¿Tierra? —la cortó Dante, y Anna frunció el ceño.

    —¡Oye, no me-!

    Esta vez fue ella quien se interrumpió a sí misma, pues notó el helecho muy, muy cerca de su rostro y se sobresaltó un poco. La planta extinguió la distancia hasta acariciarle la mejilla suavemente y Anna se rió, meneando la cabeza. Emily notó cómo su molestia inicial se evaporaba en el aire.

    —Vale, vale. Lo admito, fue buena —reconoció Hiradaira, aún entre un par de risas—. Por cierto, yo soy un hada de…

    —De fuego —volvió a cortarla Dante, y esta vez fue Emily quien rió suavemente—. Se nota, sí.

    Anna alternó su mirada entre ambos y suspiró, resignada. Ni modo, había topado con dos cerebritos. Lo asumiría como… karma. Karma por todas las cagadas que se había mandado a lo largo de su vida, sí, eso.

    —Pero míralos nada más, qué bien se llevan —murmuró, con una nota de suavidad impostada, y se le ocurrió una idea ligeramente malvada—. ¡Ya sé! Mejor los dejo haciendo la fila y yo busco a las chicas, ¿sí?

    Notó de inmediato cómo el gesto de Emily cambiaba, a la pobre niña le resultó inevitable, pero Anna se regodeó en ello y les sonrió. No quería estar a solas con el muchacho pero tampoco querría rechazarlo abiertamente, así que no tenía escapatoria. Dante, por su parte, escondió mejor la incomodidad.

    Qué mal, de repente a ninguno le convenía ser un cerebrito.

    —Muy bien, nos vemos luego~

    Y se abrió del grupo para escabullirse antes de que ninguno pudiera detenerla a tiempo. Emily siguió su silueta y un par de segundos después, cuando pudo lidiar mejor con sus emociones, por fin se dio cuenta del pequeño detalle descuidado. Ah, mierda.

    No tenía idea qué pedirle de comer a Anna.

     
    Última edición: 27 Junio 2022
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    AAAAAAAAAAAAA OMG OMG OMG wow si te digo que me sigue haciendo muchísima ilusión ver este fanfic y que ya me lo he leído como cinco veces cada capítulos, ¿me crees? es que encima despertarme con la alerta de la etiqueta y ver que usaste a, wow, now that i realize my tríada favorita IT JUST MADE ME SO HAPPY

    okey so tengo mucho que comentarte so of couRSE, VA A HABER MUCHAS CITAS, C'MON

    I

    Y empezamos de la mejor manera que puede empezar un fic, en mi opinión, and that is with las novias being the cutest beans alive- me gusta mucho como empiezas demostrando perfectamente sus personalidades tan distintas: emi ya está lista y ha dejado a anna dormir mientras ella se preparaba, pero sabe que no puede dejarla más y la levanta, cosa que por supuesto a annita no le gusta nada. ON POINT, MY SIS.

    Creo que también es un buen momento para confirmar, once again, lo mucho que le pega a emi ser un hada de mente istg es su destino (fate, ehe), cuz well she is an empathetic bitch and of course tiene que tener el poder que la haga sentir todo lo que los demás, y tanto en este capítulo como en el segundo creo que manejas super bien al personaje de emi teniendo ese poder y, como me dijiste por privado, igual me parece uno de lo más interesantes de todos los posibles. AND ADORO que annita sea tan cristalina con sus sentimientos, especialmente hacia emi, y que eso la tranquiliza un montón on a daily basis.

    Ya te lo dije por privado as well pero amo la dinámica de este grupo (i mean, de todo el grupo formado por nuestras pendejas, pero también este en concreto) porque es super accurate morgan siendo mildly tsundere de meterse con las demás por querer preparar lo que sea y tal, pero al final igual ayudándolas o participando en el asunto JAJAJA es que la amo, y weeee, creo que esto no te lo dije pero también veo a morgan a looot como Beatrix, la super veo siendo a hot nerd de la historia de la academia and im shiering (i saw the book 7u7)

    Y YA APROVECHO AQUÍ PARA DECIR LO MUCHO QUE ME GUSTA LA IDEA DE RIRI COMO HADA DE LUZ, te prometo que según va pasando el tiempo me gusta más la idea JAJAJA like me la super imagino entrando a algún sitio con una estela de lucas a su paso y cuando todo el mundo la mire que esté like: oh, no me di cuenta de que brillo, perdón uwu WHEN OBVIOUSLY SHE DID

    oh gosh she would have so much fun con las luces, i just know (? and for that, agradezco que hayas tenido la idea de ponerle ese poder YOU QUEEN

    JAJAJAJ no sé por qué pero me hizo gracia esto. and like, cuando luego pones lo de Sasha y Ali hablando en inglés e igual siendo un acento raro, me hace gracia pero me parece un detallazo enorme tbh, good for you uwu

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA que nunca piernas la esencia de anna siendo una descarada y emi siendo toda pudorosa por ello, por favor, es de lo mejorcito de su relación. me reí mucho leyendo esto, te lo prometo xDDD

    Ah, pervertida 7u7

    amo a morgan istg lo bien que tiene que pasárselo a costa de estas pendejas y no la culpo JAJAJJA

    y la sorpresa es super cute shut up aaaa ya hemos dicho varias veces que sasha y riamu se llevarían super bien, y verlas aquí siendo tan cutes me encanta y me confirma aun más la idea. riri is pure seven but she has a good soul y congeniaría muy bien con sashie, como se ve aquí estoy segura que se tiraría de cabeza a todas las ideas que se le ocurran a la pelirroja, maybe añadiéndole su toque de diversión, and i think that is so pretty u-uwu

    AH MY FUCKING BITCH YES YES HOW I LOVED YOUR ENTRANCE!!!!!

    SO ACCURATE I LOVE IT JAAJJAAJ

    THIS IS SO ACCURATE TOO OMG STOP IT IM IN LOVEEEE sé que no las roleamos mucho aun, lo cual me da mucha pena, pero estas pendejas serían muy divertidas juntas también y VERLAS AQUÍ OH GOD ME HACE TAN FELIZ. es que sé que morgan se burlaría un montón de riri porque riri reacciona super rápido y es muy fácil molestarla JAJAAJ y no me quejo nada, i love that dynamic aaa

    y omg super adoré este capítulo, es que aun estoy chillando de que hayas usado a mis niñas para montarte este au y te haya salido tan bonito y DIOS IM LOVING IT it's so cuteeeee i wanna so much more aaaa

    II

    Y el segundo capítulo, of course, tiene que empezar con LAS REINONAS. también lo dijimos pero es una necesidad hacer que estas dos pendejas sean amigas en todo universo posible, su enemistad solo puedo soportarla en un universo so thank you very much por esa ley no escrita JAJAJ y me hace mucha ilusión pensar que han estado dos años compartiendo habitación y todo, cuz sasha tiene que estar harta de recoger y estar detrás de ali todo el rato, but at the same time seguro ali hace que se lo pase super bien y en el fondo la quiere a lot uwu

    lo de ali robándole las galletas tiene que ser moneda común JAJAJA normal que sasha la deje ser y ali la IGNORE jsjsjsjs she is such a bitch

    morgan es la esencia de halloween, you can't change my mind

    ALSO ALSO

    si ali, riri y morgan no se unen para hacerle pranks a sasha constantemente yo me corto una mano JAJAJAJA quizás riri solo un poco porque le daría pena después de un rato, pero ali y morgan? son un dúo caótico and i just know they are two pranksters and i love it

    of course tiene que tener un armamento de maría la pendeja JAAJAJ imagino que sasha ya ha dejado de intentar convencerla de dejarlo (?)

    CUTEEEE y mantengo mi idea de que anna y ali van a acabar quemando el cuarto, sin querer o no JAJAJA but we love our intense fire fairies just like that uwu

    me parto en serio, they are so funny JAJAJAJ such a comedic trio, i STAN

    first of all, es una tontería pero tú me cotilleaste el tablero de pinterest 7u7 cuz reconocí ese outfit al instante y me parece un detalle super cute, btw uwu y mira, es otra tontería, pero que hayas puesto que riri es como un rayo de sol andante me llena el corazoncito de cosas bonitas lkjasnad she is really lovely, indeed u-uwu

    LO QUE HE DICHO, ES TAN FÁCIL MOLESTARLA JAJAAJ

    ALSO AAAAA mírala, haciéndose la super ofendida pero es OBVIO que sí se ha puesto a conjunto con el uniforme de su arata and you can't change my mind, she is so crushed (?) y wow, tengo muchas ganas de leer alguna interacción de ellos en este au, la verdad asan adoro mucho todas las ships de riri yes kouri im looking at you, y con arata es una de mis favs so seguro logras hacer algo great con ellos aquí y tengo ganas ehe

    mY QUEEN give the peoplewhat they want, BITCH

    quiero destacar esto un montón, aun ya te dije lo mucho que me gusta como estás manejando a emi, porque this right here is so accurate. estoy convencida de que tendría estos dilemas literalmente en todo momento, y que si de por sí se preocupa mucho por contentar a los demás, pues si tuviese la capacidad de saber lo que sienten el resto de personas... dios, eso la condicionaría un montón. y es jodido, porque creo que a casi nadie le gusta que le den todo el rato la razón y que sienta lo mismo que ella, pero a la vez, imagina lo arrepentida que se sentiría emi si dice algo que no debe y encima sabe que esa persona estaba sintiendo otra cosa.

    como dices, a anna seguro no le resulta tan relevante ese detalle, pero cuando tienes el poder de sentirlo todo a tu alrededor todo el rato, es imposible para emi que hasta algo como eso tenga más importancia de la que debería. además, la imagino preocupándose mucho por intentar encajar (no creo que sea fácil para las hadas mentales relacionarse, a la gente no debe gustarle que alguien sienta todo el rato lo que está sintiendo de verdad, i guess (?) so normal que se raye.

    el encuentro con dante fue super cute aaaaa y, así como en el rol, sé que estos tres tendrían una relación realmente adorable. ser un hada de tierra le pega un montón, la verdad, y BUENO, my demily heart can't take this moment between them aaaa like even sin ser pareja, la relación de ellos siempre me pareció muy bonita, y me alegra que lo hayas planteado aquí de esa manera, con ambos llevándose super bien y siendo cómplices desde el inicio. of course a emi le daría vergüenza, pero seguro se relajan pronto ambos, si están predestinados uwu

    UF LLEVO UN MONTÓN CON ESTO SO VOY A IR RESUMIENDO: LO AMO

    han sido dos capítulos cortitos pero dios los he disfrutado como una perra, y los he leído tantas veces que casi han sido larguísimos (?) me encanta la idea de este au, me encanta que hayan salido mis niñas, y mis niñas siendo besties con tus niñas, Y GOD tengo muchísimas ganas de ver más personajes apareciendo y sus relaciones en este contesto, IM THRIVING. so yes, estoy feliz de que planees hacer una colección, cuz me estoy muriendo de ganas por seguir leyendo de esto, really.

    TE ADORO *le da un besito* BAI
     
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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Título:
    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3770
    N/A: here i am, escupiendo capítulos como fábrica industrial. AND BOY, I AM VIBING. Mi idea era actually agregar una escena más, pero la interacción se me fue a los pastos y cuando quise acordar ya tenía 3,5k de chaos JAJAJA no regrets. In this chapter we have: a bunch of nuevos personajes (!!!) pero ya me cansé de ser attention whore así que fuck off etiquetas

    Eso, sin embargo, no va a detenerme de agradecerle a Neki y Gabi por leerme siempre <33 No les wa mentir, saber que ustedes están ahí y que van a leerme hace que disfrute mucho más y me sea mucho más entretenido escribir esta wea o cualquier wea que publique, porque siempre me leen y les estoy sumamente agradecida, really *les da un besito* gracias, bbys.

    Y GRACIAS A GABI POR ESE COMENTARIO TAN HERMOSO I ENJOYED IT SO MUCH NO PUDE PARAR DE SONREÍR EN NINGÚN MOMENTO i lov u con todo mi kokoro uwuwuwu

    Sin más cháchara, adentro tercer capi! *c abren los telones*




    III

    .
    .
    .

    La salvación de Anna acabó siendo la cabellera de Sasha, bastante reconocible gracias a su color y volumen. La distinguió sentada en una mesa alejada, de las que estaban divididas por columnas de piedra y lindaban con la pared de vitrales. Había esperado ver a todas sus compañeras de suite, sin embargo, pero allí sólo estaban ella y Morgan.

    —¡Anna! —Pierce la recibió con una amplia sonrisa, dejándole lugar para que se sentara a su lado—. ¿Qué tal estuvo la ceremonia, cielo? ¿Dónde está Emily?

    Hiradaira repasó a O’Connor con la mirada brevemente antes de responder. Estaba metida en su libro, parecía no haber siquiera advertido su presencia. Vaya, sí que era una chica bastante particular, ¿cierto?

    —Bien, normal. —Se encogió de hombros y una sonrisa divertida asomó en sus labios al señalar hacia la fila de la cafetería—. Ah, Emi se hizo amiga de un chico super majo, así que los dejé para que se conozcan mejor~

    Sasha alzó las cejas y luego afiló la mirada, acercándose a Anna. La chica, por supuesto, se sintió sumamente observada y soltó una risa incómoda, hasta que la mayor (al parecer) se dio por satisfecha y retrocedió; eso o se resignó, claro, a juzgar por su suspiro.

    —No voy a meterme —proclamó, en tono neutro, no severo—, pero…

    —Vas a hacerlo de todos modos.

    Ambas voltearon hacia Morgan, quien seguía exactamente en la misma posición que la habían dejado. A decir verdad, aquel comentario bien podría haber pasado por el de un fantasma de no ser porque conocían su voz. Sasha soltó el aire por la nariz y retomó su idea, sin detenerse en regañar a la morena.

    —Emi es una niña dulce, ¿o no? Algo tímida y… bueno, insegura. ¿No crees que puedes haberla dejado en una posición difícil con tu… broma?

    —No somos mocosas de nueve años —se defendió Anna, frunciendo el ceño, y su tono reflejó una cuota de verdadera molestia—. No es para tanto. Además estaba muy cómoda con él, riéndose y todo, dudo que vaya a generarle un trauma de por vida.

    Sasha la siguió mirando mientras la menor acomodaba su mochila entre sus piernas y repiqueteó apenas las uñas sobre la mesa, también de piedra, como las columnas. Se acomodó el cabello detrás de la oreja, alzó la vista hacia la muchedumbre y, pese a intentarlo, no logró identificar a Hodges. Anna la observó de soslayo cuando ya no sintió su atención encima y clavó los codos en la mesa, jugueteando con una liga de cabello entre sus dedos.

    —No te preocupes tanto —insistió, más reconciliadora que antes—. Emi va a estar bien. Tampoco podemos tratarla como una niña indefensa, ¿no? Así no crecerá nunca.

    —La nueva tiene un punto —murmuró Morgan, captando la atención de ambas, y alzó la vista de su libro para intercalarla entre ellas—. Relájate, Sasha. Apenas es el primer día.

    Para sorpresa de Anna, debía ser la primera vez que no oía a la morena haciendo bromas o jactándose de los demás, sino hablando en serio. Sasha suspiró y cedió, distrayéndose en los círculos que trazaban sus dedos sobre la piedra. Pocos segundos después, sin embargo, miró a la menor para sonreírle.

    —¿Qué tal te sientes para tu primer día? ¿Nerviosa?

    Anna soltó el aire medio de golpe, junto a una risita floja, y se rascó brevemente las raíces del cabello.

    —Un poco, sí. Quizá por eso… —Arrugó el ceño, algo contrariada, y su voz bajó de volumen—, perdón si respondo mal. Estoy un poco susceptible.

    Morgan había deslizado sutilmente la mirada hacia ella, y debido a que no emitió palabra ninguna de las dos lo notó. Sasha era un jodido libro abierto a veces, en especial si había niños involucrados. Había estado lista para seguir regañando a Anna y ahora se la quería comer a besos. Super blandita. Seguro decía algo del estilo “oh, cielo”.

    Oh, sweetie. —¿Vieron?—. It’s okay, todos nos ponemos nerviosos en nuestro primer día. Bueno, yo porque ya es mi tercer primer día y Morgan porque es rara, ¡pero es perfectamente normal! No te preocupes.

    Anna sonrió, bastante entretenida, y así no lo verbalizara, realmente agradeció haber topado con compañeras de suite y senpai tan agradables. Sasha, en particular, quizá le irritara un poquito porque a veces se comportaba como una madre justo en el lugar donde, por fin, podía estar lejos de la suya; pero en definitiva tenía buenas intenciones, ¿cierto? Se preocupaba por cuidarlas y por que se sintieran cómodas.

    —A todo esto, ¿dónde están Riamu y Alisha?

    Morgan esbozó una sonrisa suave sin dejar de leer y Sasha la miró un segundo antes de regresar a Anna.

    —Ah, eso… —Pierce estiró el brazo en dirección al tumulto de gente, hacia la izquierda, cerca de las escaleras—. ¿Ves a ese grupo grande donde son casi todos muchachos vestidos con un uniforme negro?

    Anna los identificó rápidamente, siendo que no estaban muy lejos y, bueno, destacaban del resto. Ahí dio, en efecto, con Alisha y Riamu, cada una conversando y tonteando con un muchacho diferente. Parecían el grupo de los populares y sintió… sintió algo extraño en el pecho. Una suerte de pinchazo.

    —Los especialistas —murmuró Hiradaira, aún observándolos.

    —Bueno, pasan mucho tiempo con ellos. Digamos que ahí tienen a sus… —Sasha frunció el ceño, volteando hacia Morgan—. ¿Caramelitos? ¿No-novios?

    —¿Ligues? —sugirió la morena.

    Pierce asintió y continuó la explicación.

    —El de cabello negro que está debajo de Alisha se llama Joey, es… bueno, no me gusta juzgar, but he’s kinda stupid.

    —Un imbécil total, pero que está bueno —agregó Morgan.

    —Exacto. Y el que tiene a Riri abrazada se llama Arata, digamos que ellos dos son las caras visibles del grupo. Ya sabes, los que creen que la preparatoria es la mejor época de la vida y se llevan el mundo por delante.

    —Y luego está el relleno.

    —O sea, los chicos más razonables. Y soportables.

    —Bueno, eso depende —replicó Morgan, y siguieron conversando al respecto.

    Anna había ido detallando a las personas que le mencionaban, bastante curiosa al respecto, pero cuando se aburrió de comerse el show exhibicionista de las dos parejitas pasó de página. En la misma mesa había cuatro chicos más que como tales no llamaban la atención, aunque…

    —¿Y ellos cómo se llaman? —inquirió, en un silencio momentáneo de la charla.

    —¿Hmm? —Sasha volteó a verla y siguió la dirección de sus ojos—. Ah, sólo conozco a dos, los morenos que están comiendo sin hablar mucho. El de la derecha es Haru, ¿creo que proviene de la misma región que tú? El otro se llama Altan.

    Anna parpadeó, un poco absorta en el grupo, pero cuando el famoso Altan alzó la mirada de repente y prácticamente topó con la suya, el cuerpo entero se le bañó en puros nervios y volvió el rostro hacia sus compañeras. Joder, la había visto mirando, ¿no? ¿O sólo le había parecido? Daba igual. Qué vergüenza.

    —¿Entonces siempre comen solas? —inquirió la menor, más por distraerse de sus cacaos mentales que por otra cosa.

    Por ello advirtió bastante tarde que la pregunta podía calificar de inapropiada. A las chicas, sin embargo, no pareció importarles. Morgan se había distraído lo suficiente de su libro como para apoyar la mano sobre él.

    —Bueno, algo así —respondió Sasha—. A veces están con nosotras, pero tienen mucha… vida social. Igual no siempre somos sólo nosotras dos.

    —Se nos suele unir un amigo mío y algunos de sus amigos —agregó Morgan, sonriendo suavemente, cuando sus ojos se tornaron blanquecinos y volteó hacia la cafetería—. Ah, hablando del diablo…

    A su manera, pero las tres se sorprendieron. Anna alzó las cejas al notar que hacia ellas se acercaba un grupo conformado por Emily, Dante, y dos muchachos más. ¿Los amigos de Morgan?

    Alright, what in the world is going on here? —reclamó Sasha, incrédula.

    Dos de los cuatro recién llegados se dispusieron en la mesa como, al parecer, lo hacían siempre, y todos fueron repartiendo bandejas con comida. Fue tal la ola de nuevas personas que incluso llegó a cohibir a Anna. Los muchachos arrastraron a Dante y Emily se acomodó junto a la chica, soltando una risilla bien bajita.

    —Pasó algo super gracioso —le comentó a Hiradaira, casi en un susurro.

    —Ah, el mundo es un pañuelo —exclamó el desconocido número uno, el moreno de ojos color bronce, y le revolvió el cabello a Dante en un gesto casi infantil—. Total que este muchachito de aquí es uno de nuestros nuevos compañeros de suite, y como salía de la ceremonia le pedimos que nos ahorrara trabajo en la fila.

    —Le costó despertarse, como siempre —agregó el desconocido número dos, de cabello turquesa y mirada ambarina, señalando al desconocido número uno con una mano y una botella de jugo en la otra—. Y se nos hizo tarde.

    —Discúlpame, habría podido dormir mucho mejor si no te hubieras quedado con la switch hasta cualquier hora.

    —¡Pero si estaba con los cascos!

    —¡Excusas!

    —Ko, ya sabemos todos que tienes un ligero problema con ese aparato —murmuró Morgan, divertida pero sin perder aquella suavidad que la caracterizaba. ¿En qué momento había robado una barra de cereal? ¿De qué bandeja? ¿Por qué nadie lo notó?—. No hace falta que pongas excusas.

    El famoso “Ko”, antes desconocido número dos, sonrió con semejante carita de ángel que Anna sólo pudo pensar que debía ser un puto cabrón en el fondo. Sus ojos dorados se habían estrechado y luego se desviaron hacia Emily, Dante y ella. Apenas en ese momento notó que los de primero habían permanecido de un lado de la mesa, casi como si temieran interrumpir. Bueno, normal.

    —Vamos, ¿haciéndome quedar mal frente a los nuevos? —se quejó, meneando la cabeza, y le sacó la barra de cereal a su amiga para darle sólo un mordisco—. Son super malvados.

    Sasha, que parecía ser la voz de la razón adonde sea que fuera, soltó una risa breve y se dispuso a explicarle la situación a las chicas, agradeciéndole al otro muchacho con una sonrisa silenciosa el que le alcanzara una botella de jugo.

    —Ellos son Kohaku y Kakeru, van a segundo. Ko es el amigo que justo había mencionado Morgan y al parecer, coincidentemente, son sus compañeros de suite.

    Aquello lo había agregado mirando a Dante, a quien le cayó encima un brazo de Kakeru.

    —Y ellas son Sasha y Morgan —dijo el moreno, deslizando la vista por la mesa. El menor asintió dos veces, saludándolas—. A Emily ya la conocemos y…

    El bronce de sus ojos se detuvo en Anna, a quien tenía enfrente; fue, quizás, un extraño segundo donde el ruido del mundo se redujo apenas un poco, hasta que Sasha le acarició el cabello a Hiradaira y provocó que se rompiera el contacto visual.

    —Anna —aclaró Pierce, y estiró el brazo para picarle también la mejilla a Emily—. Son nuestras nuevas niñas.

    —Ya las adoptó, ¿no? —le preguntó Kohaku a Morgan, fingiendo confidencia así pudieran oírlos todos.

    —Absolutamente.

    —Bueno, bienvenidas a Alfea —le dijo Kakeru a las chicas de primero, con una sonrisa de lo más liviana plantada en su rostro—. Ya verán que es un grupo extraño este, pero les aseguro que no se aburrirán. —Miró a Dante—. Y tú tampoco, tierrita.

    Kakeru parecía un muchacho con mucha energía, aunque al mismo tiempo su tono de voz era moderado y agradable al oído, y se movía sin torpeza ni atropellos. Una combinación extraña, quizá, no tan comparable con el sol sino…

    —Hada de agua, ¿no? —arriesgó Anna.

    Dante y Emily los miraron mientras el resto del grupo conversaba por su lado, y los ojos de ésta última brillaron momentáneamente. Al parecer a su compañera de cuarto le gustaba esto de adivinar los poderes de la gente; y al parecer, también, Kakeru estaba más que encantado con la intervención.

    —En efecto —concedió, risueño—. ¿Puedo preguntar qué me delató?

    —Bueno, no fue enteramente tu culpa. —Una sonrisa nueva, quizá desafiante, curvó los labios de Anna—. Descarté que fueras de fuego y las suite suelen armarlas intentando respetar lo más posible la diversidad de elementos, así que supuse que tierra tampoco. Además, Dante mencionó hoy temprano que nunca antes había topado con hadas de mente. Eso me dejaba… agua, aire, luz. —Le concedió un vistazo rápido a Kohaku—. Y si tuviera que arriesgar, diría que el de allá es aire. Luego, pues, tu presencia es notoria pero no invasiva, así que simplemente arriesgué una vez más.

    A Emily aún le costaba un poco comprender a Anna y sus espectros tan dispares. A veces se enfadaba, al instante te sonreía con la más pura de las intenciones y luego se enfadaba de vuelta. Le gustaba mofarse de la gente y se quejaba sin problema, pero también llegaba a cohibirse y en un segundo eso se había evaporado para regresar a lo primero. Era… Cielos, era una montaña rusa y sus poderes no daban abasto. Por ello intentó aplacarlos, de hecho, o más bien enfocarlos lejos de la chica, aunque le resultara difícil considerando que estaba literalmente hablando a su lado. Dante la había observado por un momento pero no dijo nada.

    Kakeru, por su parte, atendió a toda la explicación de Anna y al final estiró su sonrisa, sin disimular cuán satisfecho parecía estar. Asintió un par de veces y relajó un antebrazo al borde de la mesa, sin tocar aún su desayuno.

    —Vaya, gracias —murmuró, pestañeando suavemente—. Hadas de fuego, siempre tan impredecibles, ¿cierto?

    Y Dante alzó la voz, cambiando el curso de la charla.

    —No sabíamos qué pedirte para desayunar. —Le habló a Anna pero miró a Emily, quien había regresado su atención al grupo gracias a él, y sonrió gentilmente—. Lo estuvimos debatiendo un rato, así que ojalá sea de su agrado, Su Majestad.

    Anna soltó una risa floja, aunque divertida, y bajó la mirada a la bandeja que Hodges estaba deslizado a mitad de camino entre las dos.

    —Son cereales, nada muy loco —murmuró la castaña—. A quién no le gustan los cereales, ¿no?

    —A mí. —La intervención había provenido de Kohaku, desde la otra punta de la mesa, y los demás (excepto Morgan) se preguntaron cómo rayos la había oído. El muchacho lucía muy sonriente hasta que notó la atención de todos sobre él y frunció el ceño, consternado—. No me digan que soy el único anti cereales.

    Emily, en ese breve instante de silencio general, fue capaz de percibir con mayor claridad las emociones del muchacho; y lo que encontró, ciertamente, despertó su curiosidad. Anna le había sabido transmitir un color bastante transparente en determinadas ocasiones, pero había algo en Kohaku que… no lograba describir. Una ausencia, quizá, desligada de la soledad o el vacío. Una ausencia pura. Completa.

    Orgánica.

    —Lo siento, Ko —se lamentó Morgan, suspirando, así fuera puro teatro—. Ojalá no te hayamos roto el corazón.

    —Cereales están bien. —Anna había retomado la conversación inicial para sonreírle a Emily y, cuando alzó la vista hacia Dante, empleó el tono pomposo que, según ella, tenían los directivos—. Muchas gracias, Sir Dante. Muy atento de su parte.

    Ah, right! —Sasha había recordado las galletas de repente, así que las buscó de su mochila y dejó el recipiente frente a las niñas de primero—. Un poco tarde, ¡pero no demasiado! Ali dijo que estaban buenas, así que tienen el certificado de la más glotona de la suite.

    —En tanto no las haya horneado ella… —soltó Kakeru al aire, junto a un suspiro.

    —O quemadas o puestísimas, no habría punto medio —agregó Kohaku, provocando que Morgan lo mirara.

    —Ah, ¿y te quejas, Mr. Weed?

    Ahí iba de nuevo, la sonrisa de angelito. Entre tanto, Anna destapó el recipiente y sonrió con una gran cuota de emoción sincera, agradeciéndole a Sasha de inmediato. Kakeru observó el intercambio y Emily se sumó rápidamente a su compañera de cuarto, así sus ojos hubieran destellado de manera involuntaria. Era una información a la cual, de momento, no le concedería mucha atención.

    —¿Puedo comer también, Sa-chan~? —inquirió Kakeru, poniendo carita de borrego.

    Pierce suspiró y se encogió de hombros.

    —Las galletas son de ellas, así que no me mires a mí.

    —A todo esto, ¿ya llegó su nuevo compañero de suite? —preguntó Morgan al aire, siendo que cualquiera de los muchachos podía responderle—. El famoso transferido.

    Entre tanto, Kakeru había redirigido su carita de borrego hacia Emily y Anna, quienes se miraron entre sí y rieron, alcanzándole las galletas.

    —Aún no, de hecho. —Kohaku se golpeteó la barbilla con el tenedor, pensativo, y estiró el torso hacia adelante para dar con los demás—. ¿No tenía que llegar hoy?

    —Sip, pero está atrasado —respondió Kakeru, contento como un niño en Navidad intentando decidir qué galleta comería.

    —¿Atrasado en su primer día? —Sasha enarcó una ceja. Y había dicho que no le gustaba juzgar, ¿eh?—. Qué bonito.

    —Es un super niño genio que entró por carta de recomendación, obviamente puede hacer lo que quiera —murmuró Morgan, divertida—. Aunque vete a saber por qué el interés repentino por completar sus estudios en Alfea.

    —Bueno, vienen él y su hermana, así que dudo que sea por pretender quitárselo de encima o algo.

    O’Connor asintió sin mayor énfasis a las palabras de la pelirroja y de repente alzó las cejas, suavizando toda su expresión. Deslizó la mirada a su izquierda, donde estaba Kakeru saboreando su preciada galleta, y le tocó el hombro.

    —Y hablando de privilegiados, ¿tu amigo, el principito, ya está aquí~?

    El moreno asintió; en lo que tragaba para responder, Anna ya tenía el recipiente en su poder y sonrió, alcanzándole una galleta a Emily y ofreciéndole a Dante, quien negó con modestia.

    —Seguro que sí, vi algunos guardias de la Casa Real y los coches en la entrada. Pero él vete a saber dónde está.

    —Otro gran misterio de Alfea —suspiró Morgan—. Qué cosa que, casualmente, tengamos acceso a ambos, ¿no?

    Wow, so many people! —Alisha había aparecido junto a Riamu de repente, muy animada—. ¡Casi creí que eran ustedes los populares!

    A Riamu le dio un poquito de vergüenza que la rubia soltara semejante comentario, pero tampoco tenía potestad sobre ella así que la dejó ser. A veces… se sentía algo dividida entre los diferentes grupos que frecuentaba, casi como si unos le anularan el derecho (o el deber moral) de pertenecer a otros. ¡Pero era muy difícil cuando todos le caían bien!

    Emily estaba mordisqueando una galleta y de repente tuvo que forzarse a pasar el bocado. La aparición de las chicas había generado una especie de… impulso emocional, de esos breves pero intensos que la gente tendía a suprimir a consciencia. Le costó definir el origen preciso, aunque a juzgar por su tiempo en la suite pudo adivinar que se trataba de los chicos. Ahora, ¿eran ambos? ¿La causa recaía en las dos o sólo en Alisha? No estaba segura. Welsh, por su parte, rodeó la mesa con su desfachatez usual y se coló en el asiento para acomodarse sobre el regazo de Sasha, cruzándose de piernas. La movida obligó a Anna a correrse un poco, quien tuvo cuidado de no chocar con Emily.

    Bueno, eso sí era una entrada.

    I missed you, Sashie~ —se quejó la rubia, rodeando el cuello de su amiga con ambos brazos para apretujarla.

    Pierce soltó una carcajada y la separó un poco de su cuerpo buscando sus ojos, aunque mantuvo una mano en su cintura.

    —¿Los especialistas ya tenían que irse o sólo querías robarme más galletas, cariño?

    Alisha fingió inocencia, aunque sus encantos no sirvieron de mucho.

    —Pues demasiado tarde —proclamó Anna, deslizando el recipiente hacia Emily para que lo protegiera—. Ahora las galletas pertenecen a los de primer año y tenemos que decidir por votación a quién le donamos.

    —Y el resultado tiene que ser unánime.

    —¿Y a ti quién te pidió opinión, Fujiwara?

    Alisha había fruncido el ceño y no reparó en sutilezas al bramarle a Kakeru, pero el chico parecía a prueba de balas y conservó su sonrisa de niño a todo momento. Gracias daría a ser de los que comían lento, pues pudo refregarle su preciosísima galleta en toda la cara y Welsh bufó, molesta. ¿Se llevaban… mal? ¿Bien? Era difícil definirlo.

    —Ya, déjalo —murmuró Riamu, conciliadora, y apoyó sus manos en los hombros de Morgan para captar su atención; la morena alzó la cabeza—. Morguie, ¿vamos yendo a clases~? Ya quedan cinco minutos.

    Sasha comprobó la hora en su móvil, algo sorprendida. Vaya, el tiempo había volado.

    —Y eso aplica también para nosotros —declaró Kakeru, risueño, comenzando a incorporarse; Kohaku lo imitó—. Señoritas, fue un gusto volver a verlas. Señoritas más pequeñas, un placer conocerlas. Y tú, tierrita, ¿te vas con ellas?

    En buena teoría las aulas estaban repartidas según el año, así que parecía el mejor plan de acción. Dante asintió, sereno, y los muchachos de segundo recogieron sus bandejas luego de echarse las mochilas a la espalda. Kohaku ya se estaba yendo, pero Morgan lo detuvo para robarle la ensalada de frutas a medio comer.

    —Morguie, está prohibido comer en clases —le recordó Riamu.

    Anna y Emily compartieron una mirada y así todos, más o menos al mismo tiempo, fueron levantando campamento. Los saludos cruzados duraron un par de segundos, aunque algunos, quizá, cargaron con un énfasis un poquito especial. Nada que nadie pudiera notar, claro.

    A menos, claro, que fueran hadas de la mente y se llamaran Emily.
     
    Última edición: 29 Junio 2022
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado

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    oh vaya, no me habrá despertado mi novia con un nuevo capítulo de mi late obssession like the good girl she is 7u7

    III

    increíble pero cierto, cada vez amo más la sassiness de esta morgan y sus comentarios salidos de la nada JAJAJA y encima la tiene caladísima a sashie cuz of course iba a meterse, si es la madre autoimpuesta de la habitación (?

    me parece super cute que sasha se preocupe tanto por emi, además de que, como bien dice ella, la niña es super tímida e insegura so eso le tiene que haber despertado los instintos maternales a sasha even more than usual. aun así, concuerdo con morgan y anna de que la tienen que dejar ser para crecer, BUT STILL, QUIERO QUE SASHA LA MIME COMO A UNA NIÑA PEQUEÑA PLS

    me reí mucho JAJAJA

    IM SO READY MA'AM

    CARAMELITOS JAJAJAJAJ que me ha hecho mucha gracia, YO ME QUEDO CON ESO! ¿cómo que no-novio o ligue? ahora ali tiene que presentar a joey como su caramelito, NO ACEPTO OTRA REALIDAD JAJAJAJAJA

    Y AHÍ ESTÁN AAAAAAAAA tía of course im exicted about eerything, pero las GANAS que tenía yo de que JOEY ESPECIALISTA APARECIESE Y ESTUVIESE CON ALI HADA DE FUEGO NO TE EXPLICO YO SISTER !!!!!! y ha sido una aparición super breve pero you know how simple i AM AND HOW MUCH I LOVE THEM AAA also, no sé si planeas hacerlo, pero recuerdo que una de las cosas que más me gustó de la serie fue cuando juntaron a las hadas para practicar con los especialistas y tal (no recuerdo si fue especialmente por lo de burned one o si era cosa común, a decir verdad) pero adoraría ver eso en algún momento (?)

    anyways, acertaron con la descripción de joey y me meo porque sé que si lo supiese se jactaría de la parte de estar bueno JAJAJAJ

    sabía que ibas a meter a altan, pero me sorprendió ver a haru y tenía que decirlo JAJAJ of course, it makes me happy uwu

    por qué esta gilipollez es la cosa más accurate del mundo JAJAJAJ ko enganchado a la switch, es que literal lo veo kjnsasda

    TE JURO POR DIOS SIGO SIN HABERME ESPERADO QUE METIESES A KAKERU JAAJAJJA y me encanta, of course, cuz sabes que this bitch has grown on me TOO MUCH desde la primera vez que lo leí y, así sea en un au, tengo muchas ganas de leer cosas de él SO YOU GO QUEEN

    CUTE TE DIGO

    AH BITCH tenía unas ganas enormes de que llegase a esto y tú sabes que me muero por ver cómo desarrollas esto, cuz listen to me, el bien que le va a hacer a emi y su mente kohaku no es ni medio normal, ESPECIALMENTE después de compartir cuarto con anna que, como bien dices anteriormente, es una jodida montaña rusa. Y VA A SER TAN ADORABLE, IM READY.

    QUE ME MEO ENTERA SISTER JAAJAJAJAJ ali es genial para probar comida pero cocinarla, boy oh boy. se ofendería un montón de escuchar esto, PERO IT IS RIGHT. y mira, me alegra que hayas mantenido el rollo de la maría cuz es demasiado funny. Y AHORA PODEMOS DECIR QUE ALI LE COMPRA A KO FINALLY (???

    *kombucha girl*

    OKEY I DON'T WANT TO PERO ESTOY PENSANDO PENSAMIENTOS PENSAMIENTOSOS

    ESTOY PENSANDO AUN MÁS PENSAMIENTOS PENSAMIENTOSOSOSOSOSSO

    this bitch, siempre tiene que hacer estas entradas, la amo JAJAJAAJ

    y la tontería de los populares, no puedo, she is so stupid JAJAJA es una tontería pero me hace como mucha ilusión que lo hayas puesto así porque, como ya te habré dado el coñazo mil veces, siempre imaginé a ali como la típica mean girl super popular en la high school, y de hecho lo puse también en uno de los fics de su background, so yeah, me alegra que lo hayas tenido en cuenta aquí as well. also, siento que, contrario a lo que pueda parecer, el comentario de "casi creí que eran ustedes los populares" no ha sido a malas ni nada. she is a bitch y obvio disfruta de la atención de ser popular, pero no creo que fuese especialmente propensa a restregarlo, idk, menos en este au que parece algo más chill (???

    y eso, essay that no one asked for (?

    Y ESTO ME PARECE SUPER ACCURATE TAMBIÉN OMG es que es muy riri esto, istg. aparte de que quiere encajar en todos lados, siento que genuinamente se encariña de todos los grupos que frecuenta y que quizás se sentiría mal por ir de un lado a otro sin acabar de definirse but, well, she is that social y sé que en realidad no creo que a los demás les importe (?)

    seguro por ali, no me engañan (????)

    PERO BUENO QUE LO IMPORTANTE ES OTRA COSA AQUÍ MA'AM

    CÓMO QUE LA PENDEJA SE SIENTA EN EL REGAZO DE SASHA COMO SI NADA, PERO CÓMO SE PUEDE SER TAN ZORRA, Y DELANTE DE TANTOS ONVRES, OH SHE IS A LESBIAN.

    LESBIANS SU SEÑORÍA!

    this right here, sister, me ha causado muchísima curiosidad te lo prometo JAJAJAJA i honestly don't KNOW si estos dos podrían llevarse bien???? no veo motivo para que no, porque whatever, pero a la vez si es que sí quiero saber el por qué and bitch ya me tienes enganchada, no hace falta que me enganches más (???? okno pero que el enfado de ali puede ser de los suyos típicos sin tener más motivo, buT TAMBIÉN PODRÍA SER QUE NO

    oh god

    OTRAS LESBIANS SU SEÑORÍA

    this is terribly adorable, shut uP

    oh bitch, vas a tener que hacerte un cuaderno para apuntar todos los rollos de esta gente porque sister you are feeling everything and you are gonna need it JAJAAJ y yo feliz de que la pendeja se entere de todo (???

    ANYWAYS, como siempre adoré este cap, realmente me ha hecho ilusión verlo publicado esta mañana y tendría cero queja de seguir despertándome con capítulos everytime *wink wink* of course sin presiones, pero me alegra que estés disfrutando tanto el proyecto como para escribir tanto Y like se nota que lo estás disfrutando en la lectura as well, y yo lo disfruto contigo OF COURSIES

    LOVE YOU AGAIN
     
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  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
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    7
     
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    3070
    N/A: and here we are again, qué emoción. No tengo mucho para decir, como siempre me divertí un montón escribiendo esto. De hecho me lo aventé como en dos horas y media lmao, pedazo de viaje.

    En el capítulo de hoy tenemos: más personajes (!!!) y un easter egg que se me ocurrió sobre la marcha y que me pareció maravilloso (???

    Como siempre, gracias a Gabi y Neki por leerme Y A GABI POR COMENTARME OHGOD I LOV U SO MUCH <333




    IV

    .
    .
    .

    Pese a compartir algunos espacios, en buena medida era difícil que las hadas y los especialistas se cruzaran. Las aulas y habitaciones estaban repartidas en edificios completamente independientes y así los segundos hicieran uso frecuente de los campos de entrenamiento, con las primeras no ocurría igual. Eran tiempos de paz en Alfea y, por ende, la educación se había volcado hacia aspectos mucho más técnicos y, si se quiere, de escritorio. Las prácticas conjuntas clásicas de la escuela ya no eran necesarias y, de hecho, se habían convertido en una suerte de evento mensual. Los estudiantes lo tomaban más como una oportunidad de socializar antes de lo que le dio origen a la costumbre.

    Auténticos entrenamientos de guerra.

    Por ello, al sonar la campana en la cafetería se produjo el típico flujo doble de estudiantes: los especialistas por la puerta Oeste, y las hadas por la Este. Alisha y Riamu se habían ido hace cinco minutos, cosa que no produjo mayor cambio en el grupo aparte de algunas miradas cruzadas.

    —¿Hmm? ¿No vas a comerte eso, Suga-chan~?

    Haru no se molestó en abrir la boca y simplemente meneó la cabeza, recogiendo su mochila para incorporarse. Altan lo imitó casi al mismo tiempo y Arata sonrió entre contento y triunfante, robándose el pedazo de sándwich que había quedado en su bandeja. No llegó a erguirse del todo, sin embargo, cuando la mirada gélida de Haru cayó sobre él.

    —Al menos encárgate de llevar todo.

    No era que estuviera enfadado, claro, sólo era su cara usual: de puto perro. Altan bordeó la mesa sin prestarle mayor atención al asunto y se unió a Haru, quienes comenzaron a irse; puede que recién entonces Sonnen se haya permitido una media sonrisa, en especial cuando oyó a Arata arrastrando a Joey en su destino inevitable.

    —¿Eh? —se quejó Wickham, estirando la sílaba, como un puto crío—. ¡Pero si yo no comí nada!

    —¿Y eso te parece bien? —El rubio se echó encima una preocupación absolutamente impostada y repasó la mesa con la vista, cazando de un manotazo y arrojándole a Joey una manzana mordida—. Ahí, comida. Ahora recoges conmigo.

    A decir verdad estaban haciendo escándalo por nada, siendo que las únicas bandejas restantes eran dos: la de Arata y la de Haru. Joey refunfuñó, masculló algo por lo bajo y apoyó la manzana sobre uno de los plásticos con fuerza.

    Fine, but you owe me this one!

    —Sí, sí.

    ¿Siquiera le había entendido? Quién sabe, a él claramente tampoco le importaba. Cada uno se encargó de una bandeja y las descargaron donde correspondía, apresurándose por la puerta Oeste. No es que les preocupara demasiado llegar tarde a clases, por supuesto, ni siquiera tratándose del primer día, sino porque compartían neurona y eran, sin lugar a dudas, bastante predecibles. Recorrieron los pasillos hasta identificar al resto del grupo en la distancia, sólo estaban Haru y Altan pero les bastaba. Intercambiaron una mirada. Fue, digamos, la marca de salida. Joey le tiró un manotazo a Arata en la cabeza, el muchacho se lo intentó quitar de encima y en el proceso se le alborotó el cabello. Casi al mismo tiempo cazó a Wickham de la chaqueta y lo desaceleró lo suficiente para ganarle algo de ventaja. Tras eso finalmente echaron a correr sin preocuparse por arruinar la carrera ajena, lo hicieron con todas sus fuerzas y los demás, obviamente, los escucharon llegar.

    Haru y Altan suspiraron, se miraron y dieron un paso al costado con una precisión aterradora, la que hizo falta para que los imbéciles se pasaran de largo y, en el intento por frenar, casi se fueran de cara al suelo.

    —Son unos putos críos —bufó Altan, meneando la cabeza sobre las risas de fondo.

    —¿En serio no van a rendirse? —inquirió Haru, y en cuestión de pocos segundos todos se pusieron al corte.

    —¡Persevera y triunfarás! —declaró Joey a todo pulmón, aún agitado, alzando el puño en alto.

    —Además no tienen por qué hacerse los tan grandiosos —argumentó Arata, en el mismo estado del otro idiota y con una sonrisa socarrona—. ¿Cómo vamos? ¿Tres a dos?

    —Cuatro a dos, creo —sopesó Wickham.

    Altan soltó una risa por la nariz y meneó la cabeza, resignado. Fue Haru quien tomó la palabra, digamos, prácticamente como si le hubiera cedido el placer de hacerlo.

    —Siete a uno, ¿y ese uno? —Los miró—. Sólo la primera.

    —Pff, ¿pero desde dónde estás contando, hombre? —se quejó Joey, frunciendo el ceño—. ¿Primer año?

    —¿En serio quieres saberlo? —replicó Altan, con aquel tono soberbio que, sabía, rayaba muchísimo a Wickham.

    Hey, that’s rude!

    Not really.

    Arata y Haru compartieron una mirada, más que nada porque a veces le perdían pista a los intercambios en otro idioma y de esa forma, quizá, podían comprobar rápidamente si ambos estaban en la misma página. Era la última medida de defensa que les quedaba, luego de haberles pedido repetidas veces que sólo utilizaran la lengua común y ellos, por supuesto, se lo pasaran por el culo.

    Ya de paso, los idiotas habían seguido discutiendo hasta que Altan se apiadó y cambió su chip de un segundo para el otro.

    —No lo sé, quizá si no estuvieras obsesionado con estar follándote gente te quedarían más neuronas en funcionamiento.

    Bueno, eso sí que valía la pena haberlo entendido. Su relación era bastante… dinámica, digamos, pero se había excedido un poco; incluso para los estándares que manejaban. Joey guardó silencio y ese silencio se prolongó hasta que Arata le echó un brazo por los hombros a Sonnen, abordando el pasillo exterior que conectaba los edificios. El sol brillaba sobre el Este, aunque no con gran intensidad.

    —Mira esa tensión, guapo, luego no te quejes de la migraña —le habló cerca de su oído y el moreno se lo quitó de encima de un manotazo—. ¿Por qué tan gruñón? Pensé que te entusiasmaban las clases, como buen niño genio~

    As if —masculló, frunciendo el ceño, y Haru se inclinó un poco hacia adelante para echarle un vistazo antes de hablar.

    —Será por el chico nuevo —adivinó, bastante monocorde, y su expresión no cambió demasiado cuando Altan demostró que estaba en lo cierto—. ¿Ya se instaló?

    Arata y Joey, por su parte, festejaron… ¿que Haru le hubiera dado en el clavo? Quizá, quién sabe, a nadie le importaba. Sonnen los ignoró e ingresaron al edificio de las aulas de los especialistas, tomando de inmediato las escaleras.

    —Sí, esta mañana. Primero apareció Andrea como a las, ¿a las cinco de la mañana? No sé, hombre, pero qué puto coñazo. —Bufó, claramente exasperado—. Me hizo levantarme y ducharme para “recibir a Su Alteza en condiciones”. Al final el jodido crío apareció a las siete.

    —Qué divertido~ —soltó Arata, y Joey lo acompañó con una risilla—. Pero bueno, ni modo, es lo que toca siendo el favorito de Andrea.

    —Andrea habrá creído que de príncipe a hijo de Emperador se llevarían bien —bromeó Wickham, junto a una carcajada fresca.

    —De todos modos no creo que a Andrea le haga gracia —analizó Haru, serio. ¿Alguien iba a dejar de decir Andrea?—. Nunca pareció simpatizar con la monarquía, seguro estaba siguiendo órdenes de arriba.

    —O tendrá un kink reprimido —agregó Wickham, estirando el brazo por detrás de Shimizu para alcanzar a hacerle cosquillas a Altan en la nuca—, y por eso le chupa la polla a la monarquía falsa como tú, pretty boy.

    Sonnen se revolvió con ganas y lo fulminó con la mirada, pero con la movida casi se comió el último peldaño y Joey no hizo más que seguir riéndose. Ah, qué ganas de tentar a la suerte.

    Y a la paciencia del armario empotrado.

    —Y bueno, ¿entonces qué pasó con el principito? —preguntó Arata, logrando (incluso sin pretenderlo) calmar la tensión en el ambiente—. ¿Por qué no apareció en la formación matutina?

    —Ni puta idea. A las siete aparecieron él y algunos de sus guardias, otro montón de imbéciles con sus cosas, Andrea medió entre nosotros para saludarnos y a los cinco minutos ya me había ido. Nunca había visto tanta gente apiñatada en nuestros cuartos, casi me da dolor de cabeza.

    —Es un coñazo —acordó Haru, captando la atención del resto, aunque él tuviera la vista al frente—. Ni siquiera me queda claro qué hace aquí, hasta donde sé no tiene entrenamiento militar.

    —¿Habrá causado problemas en casa y lo metieron aquí para enderezarlo, quizá~? —sopesó Joey, risueño.

    —Hombre, ¿eso es un castigo para él o para nosotros?

    —No sé, pero deberían haberlo visto —suspiró Altan justo cuando Shimizu cerró la boca—. Es la imagen viviente de un muñequito de torta, parece tan inofensivo como asqueado del mundo.

    —Y encima ahora Andrea pretenderá que “lo tratemos como a uno de nosotros”. —Joey se había encargado de imitar la voz del instructor que, para la gracia, era bastante bueno. Apenas captó la reacción de los demás, prosiguió—: “Miren, ragazzi, no me interesa lo que hagan a puertas cerradas, pero frente a mí y la directora le lustran los zapatos, le extienden la alfombra y le lamen el culo de ser necesario”.

    —A puertas cerradas, dice —soltó Arata al aire, su sonrisa y el silencio momentáneo delataron sus intenciones de rematar la frase de la peor forma posible. Todos aminoraron el ritmo—. Yo la verdad que me preocuparía de lo que pase ahí, sí.

    Y en efecto, miró a Altan de soslayo al agregar:

    —En especial con la de acumulación que debes tener.

    Fue como lanzar una bomba en medio del pasillo. Haru y Joey se abrieron hacia los costados y Arata intentó evadir el envión de Sonnen, sin éxito. Logró cazarlo del cuello y engancharlo bajo su axila mientras el rubio luchaba por zafarse. Empezaron a balancearse por el espacio sin mucho orden, hasta que chocaron contra el marco de la puerta abierta de un aula y, desde adentro, el profesor suspiró.

    —Muy bien, ya basta. Compórtense, muchachos.

    Hicieron caso, milagrosamente. Altan aflojó el agarre y Shimizu se irguió, colorado como un tomate por el esfuerzo. Estaba despeinado y respirando agitado, pero una sonrisa enorme decoraba su rostro.

    —Que te diviertas, niño bonito. —Le guiñó un ojo, juguetón, y Haru le palmeó el hombro a la pasada.

    —Ya, vamos.

    See you later!

    Altan bufó para renovar el aire de sus pulmones y observó a los tres alejarse por el pasillo antes de entrar a su aula, la de segundo año, hundiendo las manos en los bolsillos. Su actitud, incluso su postura cambiaron de forma bastante radical, y no observó a nadie en particular hasta sentarse en un pupitre cerca de la ventana. La clase se llenó en cuestión de pocos segundos y reconoció, en las filas de adelante, la cabeza castaña del famoso principito. El profesor llamó la atención de todos, entonces, acomodando unos documentos sobre su escritorio con un par de golpecitos.

    —Muy bien, muchachos, bienvenidos a segundo. ¿Qué tal estuvieron las vacaciones? No es algo frecuente, lo sé, así que supongo ya notaron que tenemos un compañero nuevo. ¿Por qué no te presentas, chico?

    Toda la clase se había sumido en silencio. La estrella del momento se incorporó de su asiento, fue al centro de la pizarra y volteó, concediéndoles una sonrisa gentil. Su rostro era de facciones delicadas y sus ojos miel, a decir verdad, desbordaban suavidad. Parecía un montón de dulzura, una quizás algo soberbia, pero Altan no terminaba de tragarse el cuento. Había algo que realizaba interferencia a su alrededor cuando el principito estaba presente y sabía que no se trataba de una sensación mala per se, pero siempre había hecho bien prestándole atención. Como hoy en la mañana, en la cafetería, cuando los hilos se crisparon alrededor de su cuerpo, de la mesa que ocupaban.

    Había sentido ojos encima, ¿cierto?

    —Es un gusto conocerlos a todos —saludó Su Alteza, cordial a cagar; incluso inclinó ligeramente la cabeza—. Mi nombre es Kou Shinomiya y de veras me gustaría que me traten como a uno de ustedes, estoy entusiasmado por asistir aquí.

    Altan se cubrió con el dorso de la mano la sonrisa que quiso asomar, y casi como si hubiera presionado un botón en el principito, sus ojos miel se posaron sobre él. Fue un breve instante, uno algo extraño, hasta que Kou regresó a su pupitre y Sonnen desvió la mirada a la ventana. Le habría venido bien sacudirse como un perro para quitarse la sensación de encima, pero claramente no era posible. El imbécil de Wickham había dado en el clavo, ¿eh?

    Bueno, eso debería reconocérselo.

    Para sus adentros, claro.

    .
    .
    .

    El primer día iba llegando a su fin, al menos en lo que a clases respectaba. Por tratarse de puras introducciones, a decir verdad, era la única vez que acababan justo antes del almuerzo y le dejaban la tarde libre a los estudiantes para hacer lo que quisieran. Apenas la campana sonaba, la cafetería volvía a atestarse y el resto de espacios recibían gente poco a poco. Los patios, fueran del Norte o el Sur, el invernadero, la biblioteca; los límites de la barrera, también, allí donde lindaba con el bosque, a la rivera del río o alrededor de los edificios que, con el tiempo, habían caído en desuso.

    Lo más probable era que todo el grupo se reuniera en la cafetería, pero Morgan estaba demasiado enganchada al libro que había empezado la semana pasada como para seguir prestándose a distracciones. Decidió, pues, volver a poner pie en uno de sus lugares favoritos de Alfea. La biblioteca institucional era jodidamente grande, con sus dos pisos abarrotados de libros, las columnas de mármol, los candelabros dorados y las mesas infinitas. Sus preferencias, sin embargo, eran un poco menos… convencionales.

    Tras saludar a la bibliotecaria con una sonrisa modesta, echó un vistazo alrededor y comprobó que, efectivamente, había poca gente. El silencio era casi absoluto y le resultaba bastante curioso; en especial en aquellos espacios tan grandes, de techos tan altos, donde hasta el más sutil murmullo rebotaba entre las paredes. Las pisadas de sus zapatos fueron repiqueteando entre las estanterías, se asomó entre dos en concreto y, confirmando que el espacio estaba vacío, fue hasta el extremo opuesto. Era prácticamente una esquina y de la sección antigua, ni más ni menos, así que, desde su experiencia, era muy probable que siquiera un alma se acercara. Llegó a la pared, se deslizó hasta el suelo y estiró las piernas, cruzando un tobillo sobre el otro. Morgan era, en general, una chica bastante extraña y misteriosa, pero había pequeños momentos donde su sonrisa reflejaba algo más que diversión o suficiencia; eran los momentos que, coincidentemente, creía propios y se relajaba. Cuando se suponía que nadie pudiera verla.

    Pero los planes se le iban a estropear un poquito.

    No estaba segura cuánto tiempo había transcurrido ni si primero percibió algo o sus poderes se activaron, pero el resultado era el mismo: intensificó los sonidos a su alrededor, confirmó sus sospechas y alzó la mirada. Cuando lo hizo, ya tenía encima la expresión usual. Allí, en el otro extremo de las estanterías, había un muchacho con la espalda apoyada en una de ellas, leyendo. La cosa fue bidireccional, se ve, ya que él también despegó los ojos de su libro y volteó el rostro. Morgan detalló su cabello grisáceo, casi albino, y la sonrisa liviana.

    —Ah, lo siento, ¿te interrumpí? —le preguntó, su tono de voz era suave pero sin perder la masculinidad y rebotó sobre el vacío—. La verdad, no pensé que podría haber alguien más aquí. En especial el primer día.

    —Se ve que pecamos de lo mismo —bromeó, sutil y sin la necesidad de alzar la voz. Ladeó ligeramente la cabeza—. No pasa nada, será una curiosa casualidad.

    —En efecto. —El muchacho deslizó los dedos de su mano libre por la textura de las páginas, lo hizo sin quitar sus ojos de O’Connor—. Una rareza estadística, también.

    Morgan se permitió repasar su silueta con mayor detenimiento. No cargaba intenciones demasiado extrañas, sólo la movió el hecho de que la luz se recortara a su alrededor como un velo pálido, un manto atípico que opacaba su cabello pero le lanzaba un chispazo metálico a su mirada. Por lo demás, era alto y lucía… ¿elegante? No llevaba el uniforme de los especialistas, además.

    —Y ahora, ¿estamos hablando de cumplidos o mero juicio? —replicó, divertida.

    La sonrisa del chico se ensanchó.

    —Bueno, eso depende del interlocutor, ¿verdad? Los datos no son nada por sí mismos, necesitan de alguien que los analice e interprete.

    —Hmm. —Asintió, convenciéndose de la idea por puro teatro, y regresó a sus ojos—. ¿Y tu interpretación cuál sería?

    —¿La mía? —Fue una suerte de exhalación aquella pregunta, le bastó soltarla para renovar su sonrisa y, de un movimiento limpio, cerrar su libro—. Afortunada, claro.

    Morgan pestañeó sin mutar su expresión y deslizó la mirada a aquello que llevaba en la mano.

    —¿Sacando conclusiones tan rápido? —lo molestó prácticamente en un murmullo y relajó las manos sobre su propio libro—. ¿Qué estás leyendo?

    —¿Segura quieres saber? —La precaución en el tono del muchacho le arrancó una risa de nada y asintió—. Bueno, recuerda que fue tu idea.

    Y aquello, al parecer, le bastó para recortar una buena parte de la distancia. Morgan lo siguió con la mirada, su silueta bloqueando la luz cada vez más, hasta que se acomodó en el suelo, frente a ella y contra la estantería. Cuando volvió a topar con sus ojos, encontró de regreso aquel chispazo metálico y se le ocurrió una idea loca, vete a saber salida de dónde.

    De casualidad no sería un hada de la mente, ¿o sí?

    Bueno, la historia antigua podía esperar.
     
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  7.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

    Leo
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    Okay here i come, tengo pendiente un capítulo de tu colección de Gakkou si no me falla la neurona, como tres informes y los trastes por lavar PERO ESTO NO PUEDE ESPERAR???? En plan, podría, pero no quiero que me pase como con la colección de Gakkou que cuando me vine a dar cuenta tenía un montón de capis, había llorado como con dos y no supe por dónde empezar a comentar entonces entré en overdrive

    ESO DICHO *c arremanga* No lo voy a dividir por capis ordenado como de costumbre ni a citar mucho (o nada) cuz time y porque me leí todo de zopetón, así que se me pasó ir sumando las quotes. Igual quiero empezar diciendo que estuvo super worth y omg i loved it so much ;; *rueda por todo el suelo* en general, ya no solo por lo rápido que has actualizado y tal, se nota mucho que estás disfrutando escribirlo y me alegra un montón <3 que ya lo dijo gabi arriba, creo, pero quiero reafirmar el punto. Encima te está quedando hermoso, like me encanta la narración, cómo vas sumando a más niños y todo aaaa.

    De paso me recordaste cuando me comí esta serie en una noche y pues me ahogo. Tal vez la rewatchee, porque recuerdo que me gustó mucho y pues para refrescar la memoria u know. ¿Que si es para imaginarme a todos los niños en Alfea? N-no, quién dice

    Para empezar por el principio (????) la softness que me mete en el cuerpo el primer capi??? Ilega, eso te lo digo. Annita, Emi, Sasha y Ri like wft so wholesome memuero. Las intervenciones de Morgan a lo largo de los capis, no solo en este, son gold además JAJAJA pero aaaaaa de verdad, es que me imagino a Sasha con los dedos pegoteados, el pegamento de la alfombra y las lucecitas de Ri y se me derrite el corazón. Qué te digo, amo a todas estas niñas y verlas juntas fue lo mejor que pudo pasarme esta semana, that's for sure

    Mención estelar a Anna dormídisima porque qué pedazo de mood, además CONFIRMO que nadie debería levantarse a esas horas
    —Paula, 23 años, se levanta a esas horas

    Pero eso, que fue the softest shit y lo amé uwu la mejor manera de empezar el pedazo de trip por el que continué después

    LUEGO HOLD UP CUZ IM LOSING IT cae el segundo capi y quiero señalar la manera en que chillé cuando sale Ri de la habitación en plan modelo preguntando cómo se ve y la empiezan a picar con Arata??? Perdona, im an attention whore and that my signal *avienta el escritorio por la ventana* Que creo que se lo dije a Gabi hace un montón, cuando ella misma puso en el tema de ships que Ri estaba crusheada con él, que ni el mismo imbécil sabe que está crusheado con ella like deeply y mira, se revolcaría en la gracia como un hijo de puta (?) Ngl, im weak y sí me lo imaginé diciéndole cumplidos y todo ya cuando se encuentre con ella. Que a ver, sí los veo viviendo su mejor vida de pendejos populares y todo, pero I know for sure lo mucho que Riamu me suaviza a Arata y es algo que nunca esperé pero me encanta

    I miss them excuse me

    Y permiso, pero se me olvidó antes, pero quiero señalar que Emi como hada de mente??? A fucking jam, me parece tan acertado y pobrecita ella con la montaña rusa de Anna JAJAJA pero igual, las niñas siempre se han complementado así que eso. Su dinámica es preciosa como siempre uwu

    Después metes a Dante and im here crying, porque qué es esto? REUNIÓN DE BEBÉS??? Diez para llevar, gracias. Toda la interacción de estos tres fue super cute, la verdad. Me reí fuerte cuando Anna los dejó en la fila, eso sí JAHSJE Annita why, te amo pero me dio amsiedad a mí como si me hubieras dejado allí solita con el bebé que no conozco de nada o algo

    Bueno, agárrate porque a partir de aquí sE VIENE, avisada quedas porque el tercero y el cuarto capi me tienen muriéndome, lo admito sin ninguna vergüenza. Soy así de simple? Lo soy *c arremanga x2* no me alcanzan tanto las mangas pero whatever

    Sasha siendo la mamá del grupo es solo el orden natural de las cosas, eso también se me pasó decirlo arriba (?) pero cuando empieza con el speech porque Anna dejó a Emi en la fila con Dante, por favor JSHAJE me la como. Ya sabes, le pillé mucho cariño a Sasha así que todo esto aaa me encanta leerlo, la verdad, porque así como la iba a seguir regañando se pone toda suavecita después and that's my queen. Además también quiero squishear a Anna, my baby *la squishea*

    Dije que no iba a quotear pERO me regreso pa quotear

    El he's kinda stupid me ganó, lo siento JAJAJAJAJA pueden respetarme al niño por favor??? He is, in fact, kinda stupid pero no hace falta que lo digamos, hay obviedades que no deben ser señaladas

    Crying, sobbing, absolutely dying

    Te juro que volví a chillar cuando leí esto, pues porque así soy JAHSJE pero aaaaa i love them so much

    okay sis de esto voy a hablar mejor luego, pero chillé más cuando leí a Altan colado por fin aunque se veía venir (???) encima con Haru, que nada que ver pero i clearly have a type sabes, y fucking shit *ruega again*

    Que encima el otro levantA LA VISTA??? Anna look at him, LOOK AT HIM *c lo avienta encima* me calmo, perdón pero aaa estoy deseando que interactúen, no me escondo MAH BBYS

    Siguiendo con el capi, que no se me acaba el material

    Ko quedándose con la switch hasta horas que no son de dios es la cosa más canon que pude leer para meter al niño al saco con los demás JAJASHJE i love him, pero sí tienes un problema, hijo de mi vida. Kakeru y yo, yo y Kakeru (?) pero entre todo he llegado a tomarle cariño porque es inevitable y disfruté mucho esta interacción en particular, con el rollo de Anna de andar adivinando y que le atinara al par omg idk I REALLY LIKED THIS

    ah soy team cereales *saca la banderita*

    Girl lo de las galletas quemadas o puestísimas de Ali??? Me partí el culo, no sabía lo accurate que era hasta que lo leí. Gracias por tanto y perdón por tan poco, porque también nos serviste un montón de lesbianism, thanks for the foo-

    Ahora sí, se vienen mis chillidos incomprensibles porque CAPÍTULO 4!!!11!!1 De nuevo, soy una attention whore y pues aquí me tienes, revolcándome en la aparición de este par de pendejos y todo el capi porque me encantó like woah thank u

    Esta interacción fue pure gold JAJAJAJA dumb and dumber energy, let me tell u. El fact de que alcanza una manzana mordida y se la arroja a Joey???? Totalmente in character, para qué te miento, encima nada más para no recoger dos (2) bandejas él solo, es que cómo se puede ser tan vago por a amor a todo lo que es bueno *lo patea*

    Que también te digo, no sabía lo mucho que necesitaba a estos cuatro interactuando??? Así Al sea un dolor en el culo con Joey y todo, pero es que lo disfruté un montón.

    Sí llevan con las carreras desde primer año, i just know, y los otros de verdad las cuentan (?)

    La secuencia fue una joya en sí misma, pero es el paso hacia el costado de los dos cara de moco lo que me condena (?) En plan, Al ha interactuado con bastantes personas en Gakkou y ha salido bien y mal en diferentes ocasiones, pero una interacción que todavía no había pensado y de hecho solo le empecé a dar vueltas cuando vi los grupos para el segundo proyecto, es aventarlo con Haru.

    Hasta cierta medida siento que son muy parecidos, en el sentido de que hablan entre poco y nada, y de ahí me venía la duda de si simplemente se aceptarían sin más o acabarían por arrojarse a extremos de una habitación, como acercar los polos iguales de un imán. Eso porque ahora Al anda mucho más calmado y ya no rechaza tanto a la gente a su alrededor, pero era una incertidumbre que me quedaba (? y pues leyéndolos aquí Im kinda excited por juntarlos ya inrol de forma algo más directa, más allá de cuando roleamos un poco a los Sugatwins en el pasillo hace tiempo, cuando el pollo de Ko desaparecido, que se le acercó Aya a Anna para ver si estaba bien y Haru estaba en el paquete.

    AND SO que quiero aprovechar el bug igual, porque he interactuado de forma errática con Haru y aún así su personaje en general me interesa mucho, porque como te digo i clearly have a type (?) al menos en la ficción

    This is way too funny JAJAJA porque es que me imagino a Al hasta la polla, dormidísimo bañándose a las jodidas cinco y cagándose hasta en los muertos de Kou sin haberlo conocido? También en los muertos de Andrea, seamos honestas, es que estaría tan done con la vida y me puede

    Te digo, si alguien no murió esa mañana es por pura obra divina (?) Encima el otro par de idiotas riéndose de su miseria es que no JASHAJHE pure gold. Por estas cosas te digo, de verdad me gustó mucho este capi y toda esta escena de estos cuatro que no esperaba para nada

    the man was too stunned to speak-

    A veces pienso que Arata en el fondo sí deber ser suicida, sabes? porque si no no me explico estas mierdas, porque las ha hecho muchas veces y las va a seguir haciendo porque he's so stupid istg. Pero lo más gracioso es el fact de que todos se vieron venir la bomba, porque hasta bajan el ritmo en plan: oh boy now wHAT

    The devil is in the details okno oksi pero dios, es que me parto JAJAJA

    El cierre de capítulo con Morgan y Kenny boy??? Guilty pleasure, me gustó muchísimo también. De por sí de Morgan siempre me ha gustado este aire de misterio que carga consigo, así que disfruto leerla en sí uwu

    Como dije, de verdad disfruté mucho leer los cuatro capis, pero el tercero y el cuarto aaa me divertí muchísimo leyéndolos, really. Obvio te quiero agradecer por meter a mis pendejos y pues nada, que ya te los tienes conocidos y a la larga es como si fuesen tuyos uwu <3 pero siempre me pone contenta cuando los metes en algún lado, así que again muchas gracias aaaa this made my day, la verdad

    Ya para ir cerrando, insisto en que te está quedando maravilloso y pues aquí quedo a la espera de más cONTENIDO DE CALIDAD *le aparta el pelito de la cara para pegarle los cuatro ganadores* Gracias por blessearnos la vida de esta manera
     
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  8.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
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    7
     
    Palabras:
    4274
    N/A: los capítulos me empiezan a quedar más largos y: no me sorprende. Más pollos, más palabras, es una ley universal.

    Bueno, bueno, en el capítulo de hoy tenemos: cosas que no puedo decir porque serían spoiler (!!!) Ah, qué cosa, van a tener que leerlo para DESCUBRIRLO. Gracias a Neki, Gabi y Pau por leerme, como siempre, a Tom que sé que me espió pero no me dejó rating hmpf, y a Pau again por su comentario <3 No me lo esperaba para nada, so it made me really happy. Me pone muy contenta que se estén leyendo esta cosa rara cuz la disfruto un montón aaaa

    Sin más cháchara, adentro quinto capi *c abren los telones*




    V

    .
    .
    .

    Fuck, he sure is hot.

    A Morgan no le sorprendió entrar a la suite y que la recibiera aquella frase concreta de Alisha. Poco lo hacía, a decir verdad, pero esa definitivamente no entraba en ninguna lista de prioridad de… cosas potencialmente sorprendentes. Cerró la puerta a sus espaldas y avanzó con el andar liviano que la caracterizaba hasta la sala principal, donde la rubia, Riamu y las niñas de primero estaban conversando. Ya sabía que vivía con un montón de gente dispar, pero disfrutaba mucho de observar aquellos pequeños detalles que, quizá, pasaban desapercibidos; en este caso, sus formas de sentarse. Riamu y Alisha ocupaban dos sofá individuales, la primera abrazando sus piernas recogidas y sin los zapatos puestos, mientras que Welsh, echada a sus anchas, tenía las piernas cruzadas y jugaba con parte de su cabello, aquel que se derramaba sobre uno de los laterales. En cuanto a las niñas, ellas compartían el sofá de dos cuerpos. Emily era la única sentada como Dios manda, con la espalda recta, los tobillos pegados y las manos recogidas sobre su regazo; o, bueno, algo así, pues Anna se había acostado y tenía allí sus piernas. No le estaba prestando mucha atención a la charla, de paso, hundida en su móvil.

    —Tienen tanta suerte —se lamentó Riamu, suspirando, y comenzó a balancearse suavemente de lado a lado—. En nuestra clase no hay nada interesante.

    —Tendrías que haber nacido un año antes, Riri, si te gustan todos los mayores.

    Morgan se detuvo detrás del sofá de Yumemi y apoyó allí la mano, aunque se estiró un poco más y le acarició el cabello rosado. No pudo verla, pero no hizo falta para saber que habría cerrado los ojos como un cachorrito.

    —¿Hablaban del chico nuevo? —arriesgó O’Connor, mirando a Alisha.

    —Sip, el transferido. Está en nuestra clase y joder, por poco no estaban todas salivando. Aunque bueno, no era para menos~

    Morgan recorrió la suite con la vista, notando que la puerta de la habitación de tercero estaba cerrada. Una sonrisa burlona danzó en sus labios.

    —Oye —llamó la atención de Alisha en voz más baja, quien la miró de soslayo, y señaló la puerta con un movimiento de cabeza—, no me digas que ya está estudiando.

    La rubia estiró el cuello para chequear aquello y soltó una risa nasal, volviendo a hundirse en su sofá.

    —Lo que se ve, no se pregunta.

    —¿Cómo habías dicho que se llamaba? —inquirió Anna de repente, y cuando se dio cuenta que no recibía respuesta, apoyó el móvil sobre su pecho para mirar a Alisha—. El transferido, digo.

    —Ah, Kenneth. —La rubia sonrió, sedosa, y siguió enroscando un mechón de cabello en su dedo—. Kenneth Thornton. Hada de la mente, apparently. —Deslizó la mirada a Emily—. Ahora tienes competencia, precious~

    —¿No venían de un linaje antiguo de hadas de la mente? —destacó Hiradaira—. Es probable que su hermana también lo sea.

    —Ah, sí. —Riamu despegó la mejilla de sus rodillas para hablar—. Ella está en nuestra clase y sip. Tiene su edad, por cierto, pero la admitieron en segundo. De repente nos llenamos de niños genios.

    Aquella aclaración la había hecho mirando a Emily y Anna, mientras Morgan se mantenía en silencio. Había estado observando el panorama desde su posición, totalmente ajena al pequeño detalle de que el muchacho misterioso de la biblioteca era, en efecto, el famoso transferido. Se habían distraído hablando de sus libros, fueron algo de quince minutos hasta que el chico revisó la hora y se despidió.

    —¿Cómo era? —Anna frunció el ceño, relajando el cuello sobre el almohadón y viendo al techo—. ¿Anya?

    —Kashya.

    —Oye, ¿y es cierto que parece un fantasma? —encuestó, mirando a Riamu—. O un autómata, o una mezcla de ambos.

    Para esa altura, ya las mayores habían comenzado a sospechar algo. Alisha había alternado su atención entre ella y Emily, como si en su compañera de cuarto pudiera encontrar algún tipo de respuesta anticipada, mientras que Yumemi contestó con una sonrisa incipiente en sus labios. ¿Cómo era que… sabía tanto~?

    —Un poquito meanie, pero sí, es una chica bastante particular.

    Emily por poco estaba sudando frío, dándose cuenta que ya las tres habían pillado a su amiga mientras que ella, la muy tonta, había pasado de todo. Volteó el rostro en dirección a Anna, quien había regresado a su móvil tras soltar un “ah” muy vago, y suspiró bajito. Tres, dos, uno…

    —Pero bueno, kiddo. —Alisha se incorporó de un salto y rodeó la mesa central hasta acuclillarse junto a Hiradaira—. No nos vas a dejar así, ¿no?

    Anna la miró de costado, frunciendo el ceño.

    —¿Así cómo?

    —Hmm~ —Welsh buscó a Riamu con la mirada, quien hizo caso al llamado de guerra y se acercó—. ¿Piensas que somos tontas, acaso?

    —Esa es retórica, ¿cierto?

    No hacía falta especificar de quién provino ese comentario, ¿verdad? Alisha siquiera se dio la vuelta aunque, de haberlo hecho, habría podido comprobar que Morgan había aprovechado el bug en silencio para robarle el sofá. Riamu, por su parte, se acomodó detrás de las chicas de primero: se inclinó hasta descansar los antebrazos sobre el espaldar y desde allí las miró, risueña.

    —Anda, Annie, ya dinos~

    Anna buscó apoyo en Emily, pero la chica se encogió de hombros con una sonrisilla algo nerviosa.

    —Ahora que lo pienso, no vino a almorzar con nosotras, ¿verdad? —recordó Welsh.

    —Oye, no. Tienes razón. —Yumemi estiró el brazo para picárselo a Anna—. ¿Qué se supone que estuvo haciendo una niña de primero en vez de compartir tiempo de calidad con sus maravillosas compañeras de suite?

    Hiradaira bufó, molesta, aunque Emily hubiera notado que realmente sólo estaba sintiendo vergüenza y un ligero agobio. De a poco la iba comprendiendo más y más, y cuando la acorralaban tendía a comportarse como un animal silvestre.

    —¿Les importa? —replicó, tajante, alternando su mirada entre ambas—. ¿O ustedes acaso desayunaron con nosotras?

    Eh, eh, calm down, kiddo. No hace falta lanzarnos mordiscos.

    Y allí hubo un cambio algo brusco en sus emociones. La vergüenza seguía allí, pero parecía haber cambiado de naturaleza y se mezcló con… era oscuro, vaya. Grande y oscuro. Emily lo asoció con arrepentimiento, aunque parecía tomar raíces más profundas. No era una emoción que surgiera únicamente de esa conversación tan inofensiva. Ya lo había pensado antes, pero cada vez se lo preguntaba más y más.

    ¿Le habría ocurrido algo a Anna antes de entrar a Alfea?

    La morena volvió a bufar, aunque no fue hostil y volvió a su móvil. Incluso antes de hablar, sus mejillas ya se habían pintado suavemente, y lo que soltó fue a tropel y casi un balbuceo.

    —Almorcé con Kakeru.

    Alisha y Riamu se miraron, sorprendidas, mientras Anna pretendía disimular su incomodidad hasta donde le fuera posible. No le estaba saliendo bien, por cierto.

    Holy shit, baby, that was fast. ¡Creo que hasta me ganaste!

    Hodges, por su parte, parpadeó y mantuvo su atención en la escena, aunque se hubiera distraído con sus propios pensamientos. Bueno… tenía algo de sentido. Lo había percibido con bastante claridad durante el desayuno.

    —Fue una coincidencia, vamos —intentó defenderse Anna, aunque se hubiera convertido en un tomate viviente—. Me atrasé por ir al baño y al salir topé con él, que iba en otra dirección y me preguntó si quería acompañarlo. Y es un senpai, así que le dije que sí.

    —Ah. Culpa de Fujiwara, entonces —definió Alisha.

    —El cabrón sí que es sneaky cuando quiere. —Riamu suspiró y se incorporó, regresando a su sofá. No le gustaba la idea de torturar a Anna y creía que ya había tenido suficiente—. ¿La pasaste bien, al menos?

    —¡No se aprovechó de ti, ¿verdad?!

    Anna fulminó a Alisha con la mirada y bufó, irguiéndose de un movimiento tan repentino que obligó a Welsh a retroceder un poco. Recién entonces notó a Morgan ocupando su sofá, quien le sonrió muy victoriosa y la saludó con la mano.

    —Fue sólo un almuerzo, conversamos y me contó cosas de la escuela —definió la menor, aunque ¿honestamente? Ya no le estaban prestando mucha atención.

    —¡Oye, yo estaba ahí! —se quejó Alisha, señalando a la ladrona.

    —Correcto: estabas.

    Riamu soltó una risilla al verlas discutiendo, y una risa más fuerte cuando la rubia fue hasta Morgan y se le tiró encima casi como un saco de papas. Le ganaba en estatura e incluso en contextura física, así que la pobre chica estaba ahí ahogándose e intentando quejarse. Era la primera vez que las niñas de primero veían a Morgan, bueno, demostrando apuro, sorpresa, o alguna clase de emoción fuerte.

    —¿Hmm? ¿Ustedes escuchan algo? —inquirió Alisha, alternando su mirada entre las demás, y se encogió de hombros—. Será el viento~

    Y eso era, de hecho, bastante apropiado. Welsh pegó un grito y dio un salto al mismo tiempo que Sasha abría la puerta de su habitación, frenándose en seco ante la escena. ¿Por qué Alisha se estaba masajeando… el trasero?

    Hey, that’s cheating!

    —Tiempos desesperados… —soltó Anna al aire, volviendo a echarse en el sofá mientras Emily se mantenía atenta a todo, divertida.

    —Ya deja de llorar. —Morgan la miró desde su posición, soltó el aire de golpe para ya volver a relajarse y esbozó una media sonrisa, moviendo los dedos de su mano suavemente—. Sólo fue un toquecito.

    Claro, de electricidad, ¿no?

    Alisha infló las mejillas y resopló, pasando junto a Sasha en dirección a su habitación. ¡Era total y absolutamente injusto! A ella le tenían prohibido usar magia dentro de la suite porque el fuego era peligroso, difícil de controlar, bla, bla, bla, ¿pero las demás sí? ¿Morgan podía electrocutarle el culo sin que nadie le dijera nada? ¡Ridículo!

    —Sashie~ —Riamu buscó verla por encima de su cabeza y estiró el brazo hacia arriba, a lo que Pierce tomó su mano y comenzó a dedicarle caricias livianas—. ¿Qué hacías?

    —Estaba organizando mi escritorio y unas cosas más.

    Anna y Emily repararon en la pelirroja, entonces, y fue la primera quien expresó la duda que ambas tenían; Hodges, por su parte, se mantuvo consciente de no mostrar cambios en su semblante. ¿Por qué… había percibido una ligera sensación de culpa cuando Sasha dio esa respuesta tan simple?

    —¿Y ese uniforme? ¿No es como el de los especialistas?

    —Ah, sí. —Se echó un vistazo a sí misma y sonrió—. Esta escuela tiene algunos programas internos para ganar experiencia en otras áreas, y desde el año pasado estoy participando en el de los especialistas.

    —Deberían ver a Sashie peleando, ¡se ve tan cool! —exclamó Riamu entusiasmada—. Ali también lo hizo el año pasado, pero este año… ¿qué había pasado?

    Sasha se encogió de hombros y alzó las cejas, esbozando una sonrisa divertida.

    —Eh, ¿qué dicen? ¿Quieren acompañarme a los training grounds y de paso le echamos un vistazo a los especialistas~?

    Anna y Riamu asintieron prácticamente al instante y arrastraron a sus respectivas compañeras de cuarto, mientras que Sasha se asomó dentro de su habitación y golpeó los nudillos contra el marco. Le sonrió a Alisha con calidez, quien se había echado sobre su cama y estaba con el móvil.

    —Ya, vamos, cielo. ¿O vas a decirme que no quieres ver a Joey entrenando? Si mal no me equivoco, hoy empezaban los de tercero~

    Welsh dudó, bufó y se incorporó. A regañadientes, pero lo hizo. Sasha se dio por satisfecha y enredó su brazo con el de ella para sumarse al resto. Emily, a la pasada, la observó con un vistazo rápido. ¿De dónde había venido aquella emoción?

    ¿Estaría relacionado al papelito que había encontrado dentro de su libro?

    .
    .
    .
    —¿Ese es el instructor de los especialistas? —preguntó Anna, haciéndose visera con una mano para bloquear el sol, y Alisha soltó una risilla.

    —En efecto~ El super fuerte, super huraño, super too hot to handle Andrea Dalcorvo~

    Tratándose de seis adolescentes conviviendo juntas, lo más natural del mundo sería que presenten cualquier cantidad de diferencias y discrepancias, desde asuntos tan mundanos como una película favorita hasta qué pensaban que era el amor; pero si en algo podían acordar, y acordar con ganas, era en una muy breve cuestión: el instructor de los especialistas estaba bueno.

    Sumamente bueno.

    —Madre de Dios —soltó Anna, bajando la mano, y recorrió la enorme extensión de parque con la vista—. De repente me dieron ganas de ser especialista.

    Los campos de entrenamiento se disponían todos los años al aire libre, cerca del Ala Oeste de la escuela. Había cualquier cantidad de secciones diferentes con su respectivo equipamiento: pruebas de resistencia, de velocidad, de fuerza, de reflejos. Podían saltar la soga, practicar puntería, luchar contra maniquíes, superar carreras de obstáculos, escalar, nadar, trepar. Pero la sección con más convocatoria por regla general era aquella para la cual había instalada una tarima negra, amplia y elevada, justo frente a una gran fuente de agua: la arena de combate. Si Andrea iba a estar en alguna parte, era conveniente apostar allí. Él se encargaba de coordinar los duelos, llevarlos a cabo y dar las indicaciones pertinentes.

    En pocas palabras, todos los especialistas querían llegar a pisar la arena de combate.

    Sasha las guió en dicha dirección. Su trabajo gracias al programa incluía entrenamiento físico, sí, pero también debía mantener algunas tareas administrativas; o, bueno, quizá fuera más correcto decir que su prolijidad y desempeño le habían ganado el honor. En cuanto alcanzaron el pie de la tarima, Pierce les sonrió y subió para encontrarse con Andrea. Las otras cinco se quedaron de espectadoras sin una pizca de disimulo.

    —Llegas tarde —espetó Dalcorvo, en su tono áspero y plano usual.

    —Lo siento, Andrea, les estábamos mostrando a las niñas de primero los training grounds.

    El hombre volteó de un movimiento de cuello bastante seco hacia el grupo de hadas, sobresaltándolas ligeramente. Alisha fue la única que agitó la mano y le sonrió, radiante, a lo que él suspiró apenas y le alcanzó una planilla a Sasha.

    —Ve llamándolos en órden.

    Roger that~

    Así, Sasha empezó a trabajar y las demás se alejaron unos pocos metros, buscando una sección de césped donde sentarse y charlar. Era un día bastante agradable, el sol brillaba y corría una brisa leve.

    —Se llevan bien, al parecer —comentó Emily, viendo a la lejanía cómo Sasha y Andrea hablaban en lo que los primeros especialistas se preparaban para pelear.

    —En sí, es un poco difícil llevarse mal con Sasha, así que sí —argumentó Welsh, abriendo su cartera entre ellas para vaciar su contenido: un montón de chupetines—. Suit yourself, ladies, los conseguí con trabajo y esfuerzo~

    La sonrisa que iluminó los rostros de Anna y Riamu fue prácticamente idéntica, Emily agradeció en un murmullo y Morgan… Morgan sólo estaba recostada sobre el brazo de Yumemi, metida en su libro. El pitido de un silbato se propagó por el aire y las cuatro volcaron su atención al duelo. Eran un muchacho y una chica, y utilizaban espadas de madera.

    —¿No es un poco extraño que mantengan este… entrenamiento militar? —sopesó Anna, distraída con los movimientos de los especialistas—. Digo, ya son muchos años desde el último conflicto y de todos modos, cada región posee su propio ejército.

    —¿Tradición, quizá? —Riamu se encogió de hombros—. Muchas tonterías se conservan aquí por tradición.

    —Alfea es prácticamente un centro de reclutamiento, en lo que a especialistas refiere —explicó Morgan con calma, sin despegar la vista de su libro—. Concentran aquí a las promesas de todo el continente y luego se los reparten según méritos. También hay excepciones, claro, como los que entran por contactos o a los que encierran aquí para que dejen de dar problemas.

    —Centro de reclutamiento y correccional. —Anna soltó el aire en una risa nasal, meneando la cabeza—. Bonito.

    —Bueno, Alfea tiene un respaldo histórico ridículamente poderoso. Aquí se han educado líderes y reyes durante decenas de generaciones, es lógico que se convierta en una suerte de región independiente.

    —Y por ende, con sus propias reglas.

    Morgan asintió y deslizó la mirada a Anna un par de segundos, casi como si… hubiera algo en la niña que hubiera captado su atención. ¿Una chispa, quizá?

    —Tampoco le des tanta importancia —resolvió, en tono suave—. Si te dedicas a ir a clases y estudiar para los exámenes, el resto pasa totalmente inadvertido. No es la gran cosa.

    El silbato volvió a sonar cuando uno de los especialistas, el muchacho, cayó al suelo. La chica le había ofrecido la mano para que se incorporara y estaban todas (bueno, casi todas) tan pendientes de la escena que no advirtieron a quienes se acercaban. Morgan era la excepción, claro, pero ¿le importaba? Absolutamente no.

    —Eh~ ¿Vinieron a alentarnos? Qué bonitas.

    Joey había aparecido detrás de Alisha y se acuclilló, recorriéndolas con la mirada y una sonrisa relajada plantada en el rostro.

    —¿Hoy les toca pelear, Joey? —le preguntó Riamu, curiosa, y él asintió.

    —Creo que estamos todos, sí. Andrea no nos dejó ni un día de descanso.

    Aw, poor baby. —Alisha se inclinó hacia atrás, hasta dar con el chico y poder acunar su mejilla con una mano—. Pero mira el lado positivo: si te lastimas, ¡puedes recibir el tratamiento especial de Ali!

    Joey había cerrado los ojos un instante y luego soltó una risa suave que le descubrió la dentadura.

    —Eso no suena mal, indeed. ¿Qué tal su mañana, señoritas?

    —Todo normal —respondió Welsh, volviendo a su posición original pero virando ligeramente para no darle la espalda al muchacho y, así, integrarlo a la reunión—. ¡Ah! ¿Recuerdas las hadas transferidas, el par de hermanitos? Turns out there’s a big bro, and he’s super hot!

    Joey volvió a reír y Anna intercambió una mirada con Emily, casi como si le hubiese preguntado “eh, ¿en serio no le molesta?” y Hodges hubiera meneado la cabeza.

    —Y la niña debería ir a primero, pero está con nosotras —agregó Riamu.

    —Al parecer, son un par de niños genios. —Alisha se encogió de hombros y muy oportuna fue la aparición de Altan para que lo señalara directamente—. ¡Eh, niño genio! Te cayó competencia.

    No hubo grandes cambios en la expresión de Sonnen, si acaso frunció ligeramente el ceño y cazó a Joey de la camiseta, forzándolo a incorporarse.

    —Vamos, Don Juan.

    —¡Pero si Andrea aún no nos llama!

    Como si lo hubiese invocado, el silbato pitó y la voz de Sasha proclamó su nombre y el de otro muchacho. Joey suspiró, derrotado, y decidió ignorar la media sonrisa que estaba decorando el rostro de Altan. Ignorarla, sí, pero nadie dijo nada de no vengarse.

    —Bueno, pretty boy, las chicas me estaban dando información super importante, ¡así que más te vale quedarte y recibirla!

    Era prácticamente una sentencia a muerte, no sólo por la poca experiencia de Altan lidiando con mujeres, sino porque tanto Alisha como Riamu cazaron sus intenciones al hilo y, por supuesto, se sumaron al plan malvado sin dudarlo un segundo.

    Right, right! —Welsh se movió a un costado y palmeó el césped, muy sonriente—. Please, have a seat, this is important!

    La mentira era obvia, burda, ridícula, pero quizás Altan tampoco quisiera ser tan amargado y simplemente irse por donde había venido. Eso… ¿Qué haría Haru en esa situación? La verdad, no estaba seguro. Al menos a aquellas dos ya las conocía; eran un puto torbellino de energía, pero las conocía. Morgan no hablaba, así que daba igual, y las otras dos… serían de primero, ¿no?

    ¿Qué podía salir mal?

    Suspiró, acomodándose en el césped, y recorrió al grupo con su cara de poker usual antes de regresar a Alisha.

    —¿Y bien?

    —Bueno, estábamos hablando de las hadas transferidas, que al parecer son super inteligentes y qué sé yo. —Se estiró hasta alcanzar un chupetín y se lo ofreció, radiante—. A lollipop~?

    Ah, esa cabrona. Tenía sus límites, sin embargo, así que lo aceptó pero ni de coña pretendió ponerse a comerlo. De todos modos el foco de tortura duró relativamente poco, ya que Joey ya estaba subiendo a la tarima y eso, por supuesto, era prioridad para Welsh.

    —¿A ti no te tocaba el especialista transferido, también, Altie? —le preguntó Riamu, a lo que Sonnen asintió.

    —El principito. —Flexionó una pierna y sobre su rodilla descansó el brazo, esbozando una sonrisa bastante irónica—. Dichoso yo.

    Para quejarse no le molestaba estar rodeado de mujeres, ¿eh?

    —¿Y qué tal? ¿Es majo?

    —No es desagradable —rumió unos segundos, y al final agregó—: Pero tampoco diría que es simpático. La verdad, no tiene pinta de querer estar aquí.

    —Será la correccional para Su Alteza, entonces —murmuró Morgan, sedosa, y miró a Anna de reojo—. ¿Cierto, Hiradaira?

    Anna no había pretendido ni esperado participar de la conversación, pero se las arregló para disimular la sorpresa; vete a saber si por orgullo o qué coño. Le cayó la atención de todos encima (bueno, todos menos Alisha) y se quitó el chupetín de la boca. Emily, entre tanto, volvió a sentir aquellas emociones extrañas que había percibido durante la ceremonia de ingreso, sólo que… más oscuras.

    —Dichoso él —soltó, reparando en Sonnen, quien no cambió su expresión ni un ápice—. Aún así, menudo coñazo, ¿no? Compartir habitación con la realeza. ¿No tiene guardaespaldas y todo el rollo?

    —Dos, aunque al menos se quedan afuera. El problema son las maletas.

    Riamu soltó una risa fresca y Emily respiró por la nariz, a consciencia, observando disimuladamente a Anna. ¿Se encontraba… bien? No estaba segura. ¿Qué había ocurrido?

    —Y bueno, es un príncipe, tiene que lucir bien a todas horas~

    —¿No puede lucir bien con la misma ropa?

    —Altie, nunca entenderías las exigencias de la moda.

    Altan soltó una risa floja y se encogió de hombros, desviando su atención al combate.

    My apologies~

    —A todo esto —intervino Alisha de repente—, ¿cómo es que se llama?

    Pero a nadie le dio tiempo de responder, pues Joey derribó a su oponente de un golpe limpio y Welsh aplaudió, emocionada. El muchacho miró en dirección al grupo y alzó un brazo, como si hubiera ganado la final mundial o algo.

    Well done, baby! —exclamó la rubia.

    —Es del clan Shinomiya, ¿no?

    Altan volvió la mirada a quien había hablado, la niña de primero con los aires de chica grande, y quizá fuera un simple especialista y no tuviera poderes, pero al menos le habían obsequiado un cerebro de máquina. Uno que analizaba, procesaba y archivaba a velocidades aterradoras; que amaba y odiaba a partes iguales.

    Y su cerebro, en ese momento, le arrojó lecturas algo extrañas.

    —Sí —respondió, monocorde—. Se llama Kou.

    Anna no mostró cambios evidentes en su expresión, se limitó a asentir y voltear el rostro hacia la arena de combate. El silbato volvió a sonar y, esta vez, uno de los convocados fue Altan. Se guardó el chupetín en el bolsillo tras incorporarse y no le dio mayores vueltas al asunto, no tenía sentido. Emily, por su parte, arrancó algunas briznas de hierba casi sin darse cuenta. La pregunta de Anna no había pretendido informar, sino buscar confirmación. Lo sintió en la incertidumbre inicial, en aquel instante de silencio y entonces, la explosión.

    Como una columna de fuego consumiendo su cuerpo.

    .
    .
    .

    Con la primavera, las noches cada vez se tornaban más y más frías; era innegable. Quizá faltaran algunos coletazos del verano, ocurría siempre, pero al menos esa vez la luna coronaba el cielo, las estrellas habían desaparecido y Alfea se recortaba entre tonos pálidos y sombras grisáceas. Mañana era el segundo día de clases y el movimiento ya había muerto, cada quien en su respectiva suite o habitación dispuesto a dormir; pero siempre debía haber una excepción que confirmara la regla, ¿verdad?

    Sasha alcanzó la entrada del Ala Este por el camino que ya perfectamente conocía, aquel que burlaba tanto a la vigilancia como a la luz ambiente, y la recibieron dos cosas: un chasquido metálico persistente y la sonrisa socarrona de Arata.

    —Y yo aquí ya me estaba haciendo musgo.

    —Eh, no me des ideas, guapo.

    Pierce se quitó la capucha de la cabeza un instante antes de atravesar la pared. Arata mantuvo la espalda apoyada allí, jugueteando con la tapa de su mechero, hasta que oyó un sonido metálico de adentro y el acceso cedió. Se volteó hacia Sasha, quien le sonrió envuelta en las penumbras de la torre abandonada y se hizo a un lado con movimientos principescos.

    Ladies first~

    Shimizu soltó una risa floja y le revolvió el cabello a la pasada. La oscuridad también se lo tragó a él y Pierce cerró la puerta luego de echar un vistazo general.

    Muy bien, nadie los había visto.
     
    Última edición: 6 Julio 2022
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    Amane

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    HOLA QUÉ TAL, ¿ECHABAS DE MENOS MIS GRITOS? YO SÉ QUE SÍ.

    como te dije por privado, me esperé a tener dos capítulos para comentar cuz no pensaba que tuviese mucho que decirte del de los especialistas (aparte de lo horny que me dejan) y ahora en este tengo too much SO THIS IS GOING TO BE A TRIP ALRIGHT

    IV

    pasé de :( a :D en un segundo con esta frase JAJAJA

    7U7

    DIOS TÍA ES QUE AMO A ESTE IMBÉCIL HASTA LA MUERTE, HE IS MY BOYFRIEND, MY HUSBAND, MY LOVER, I LOVE HIM y me hace gracia que sea tan crío a veces, ES QUE ES UN BEBÉ

    also, sí que te comiste a una rubia 7u7 okno

    AAJAJAJAJA qué desgraciado Arata, pero definitivamente lo veo pasando esto, y es que Joey y Arata for sure se llevarían bien en casi cualquier contexto, con lo imbéciles que son ambos y el poder de la seven eenrgy xDD igual que Altan y Haru, como se ve en este capítulo, comparten un montón de características (la cara de moco (???) so desde luego se juntarían y acabarían siendo amiwis and that's: cute

    típico de estos imbéciles (?)

    Haru y Altan mucho hacerse los dignos pero igual les dan bola y tienen la cuenta, así que no deberían hacerse así porque en el fondo son unos niños también JAJAJAJA y we, este cuarteto es dispar como él solo pero me gusta mucho, es una versión minimizada del sexteto de las hadas and i think that's so cool, cuz no son relaciones o grupos que vayamos a ver en el rol, seguramente, y es guay poder presencial cómo se desarrollaría en otro contexto uwu

    JAJAJAJAJ en el fondo son igual de imbéciles estos dos también, c'mon

    epa qué feo unu estás embidioso altan-kun :<

    ¿voy a citar cada cosa que Joey mencione o respire solo porque soy la mayor simp que existe de este hombre? pues posiblemente, who cares, i love him y me rio cada vez que abre la boca so EXCUSE ME

    esta cita voy a aprovecharla para decir que no me esperaba que metieses a kou de especialista JAJAJA no siento que le pegue mucho eso de hacer ejercicio físico y todo el rollo, even tho puede ser realmente agresivo cuando quiere, uhmmmm... weLL, no es que me vaya a quejar de ver a kouchii pegando hostias con el uniforme de especialista tampoco SABES

    mira, no estoy de acuerdo, pero a la vez kou es muy bullying material, y más en este contexto, so let's pray for him (?? and let's pray for the others porque no creo que acabe bien para nadie si le molestan (???

    AAAAAAAAAAAAAAA MÍRALO ES QUE ME LO COMO!!!!!!!! sis im so so so so excited por el kouri en este contexto, no te EXPLICO YO

    AND NOW OH NOW VIENE LA ESCENA, LA ESCENA!!!!

    sister, la tensión tan extraña que tienen estos dos desde el primer día es tan difícil de explicar y lo disfruto tanto y verlos juntos en el fic, teniendo una dinámica tan parecida ahí plasma ha sido tan maravilloso, god oh god tengo tantas tantas ganas de que se sigan encontrando, estoy segura que kenny boy disfrutará mucho de la presencia de morgan en este au as well and ALSO, seguro que le resulta un misterio para sus poderes hadiles mentales 7u7

    ugh es que look at them flirting in fool fiveish nerdy mode, no puedo más i love it

    and esto es una tontería, pero es una escena que he visto con mucha claridad en mi mente, que a veces la he visto en fanarts o series y es una tontería que me gusta mucho, y idk, me gusta imaginarlos uno enfrente el otro, escondidos del resto de posibles alumnos, hablando de mierdas de libros y, no sé, en su propia burbuja uwu

    son una plaga (?)

    V

    uf, menos mal que he dicho que en el anterior no tenía muchas cosas que comentar y tremendo tocho JAJAJA a ver qué me sale de aquí *se persigna*

    lo digo y lo vuelvo a repetir, las intervenciones tan random de esta estúpida me hacen muchísima gracia, especialmente cuando es en inglés cuz idk lo ves salido de la nada y sabes que solo puede ser esta pendeja interrumpiendo, y es demasiado gracioso JAJAJA

    me meo, me encanta como morgan se fija en eso cuz la verdad, sí que es un detalle que es curioso y digno de analizar, y encima es todo muy accurate JAJAJAJ emily siendo la única sentándose normal (o incluso demasiado bien) es super acorde y todas sentándose bastante mal porque son más gays que nada PUES AGREE

    JAJAJAJAJ completamente cierto, cuz her daddy issues 7u7 (??? AH BUT DW RIRI QUE KOUCHII ESTÁ EN SEGUNDO AND YOU'RE GONNA LIKE HIM TOO ehe

    these bitches so kinky 7u7

    venga tía, no te hagas, si seguro que tú te lo tiras, THAT'S YOUR THING (????

    also qué gracia que hayas puesto que kenny boy es hot cuz i mean, of course he is porque no sabemos elegir físicos sin estar pinches buenos, pero también siento que es porque es medio husbando material y bueno, ni de coña me voy a quejar ehe también yo he puesto que es medio fuckboy so ni modo, la cosa influye (???) es un HOT NERD, COMO BEATRIX (???

    pobrecita la niña, she doesn't want competiton unu pero seguro se hacen amiwis por eso!!

    otra plaga (?)

    aaaaa look at them, el cliché de estar gustándose sin saber que uno de ellos es super famoso y alguien a quien todo el mundo quiere hincarle el diente, lo que hace que a esta persona le guste even more porque es super sincero OOOOOH i love it(???

    y encima, fue justo como me había imaginado, los pendejos poniéndose a hablar de libros y yéndoseles el santo al cielo por ello, cuz el tiempo no pasa cuando están juntos uwu okno oksí

    BUAJAJAJAJAJA ANYA DICE LA TONTA

    any-taylor joy 7u7

    ANNA YOU ARE SO DUMB, SO DUMBBBB de verdad que no podías haber disimulado un poquito mejor?? no cuz she is dumb and that's why we love her JAJAJA and of course las pendejas estas se tirarían de cabeza a cuestionarle al respecto porque le gusta un cotilleo más que un lápiz a un tonto. annita cavó su propia tumba unu

    so mEAN pero she is not wrong unu

    che, maybe esto es una tontería que solo yo me fijé, idk, pero me resulta muy interesante la manera tan diferente de reaccionar de sashie y ali a anna siendo medio borde, cuz justamente le pasó con ellas dos y bueno, es curioso: cuando annie se puso medio borde con sashie cuando lo de emi en la cafetería, sasha no se enfadó y como que no le dijo nada, pero se le notaba mucho que estaba muriendo por intervenir en el asunto y, si lo hubiese hecho, im pretty sure le hubiese dicho a anna que se relajase pero super maternal como es sashie; ali, por otro lado JAJAJ tampoco se enfada, of course, no se ofenden fácilmente estas pendejas, pero ella no se calla y no tiene ningún reparo en soltarle a anna que se relaje dos tonos cuz she is like that, very direct, and of course es sin malas intenciones pero you know, la diferencia está ahí y NO SÉ me llamó mucho la atención y de ahí este mini essay (?)

    me pregunto lo mismo emi-chan, solo que yo tengo la certeza de que sí porque conozco lo mucho que le gusta el drama a mi novia and well, cosas del rol so im excited to see como se va descubriendo el background de annichan here uwuw

    SE GUSTAN AAAA AND IM ROOTING FOR THEM IM SORRY MOM BUT I AM

    recalco esto bc yes, kakeru es un sneaky and i kinda like him for that 7u7 and also bc ya pusiste que a riri se le pegó parte del inglés de ali y sasha y me parece SUPER ACCURATE, sabes??? y que metas palabras random en inglés aquí y allá en sus diálogos me gusta mucho

    si la pendeja in rol sabe el suficiente inglés como para entender a quienes lo hablan, y sabría hablar mejor si no le diese pinche pereza ponerse a ello JAJAJA pero si conviviese con gente que lo habla constantemente pues sería inevitable que no se le pegase indeed

    JAJAJAJAJAJA ES QUE AMO ESTA PENDEJA, LA AMOOOO

    normal que luego haya tensión entre ella y kakeru, CÓMO VAS A ASUMIR ESO DEL POBRE CHICO, PENDEJA??? JAAJAJ es que me encanta, and honestly? kinda que me encanta la idea de una posible relación de bickering entre ambos just because sus personalidades medio chocan (but en el fondo, fondo, fondito, que se lleven bien y si se ayuden si alguna vez lo necesitan) so ehe

    JAJAJAJAJAJ pendeja ali y pendeja morgan, me meo. es tan accurate que la tonta se tire en plancha sobre morgan y aproveche que es más fuertota y grande para molestarla, es que es muy ella. y mira, pago lo que sea por ver a morgan reaccionando de alguna manera solo porque la otra está encima de ella so 10/10 JAJAJA enciMA kinda que se lo merece morgan, por andar de fantasma en la suite (????

    JAJAJAAJAJAJAJ sister, yo te quiero, pero estoy 100% convencida de que quemaste algo de la suite so no las culpo por prohibirte usar magia en espacios cerrados POR LA SEGURIDAD DE TODOS, EL FUEGO NO ES INESTABLE, TÚ LO ERES (??

    igual me hace gracia que les haga caso. es una tontería pero en cualquier contexto pasaría de sus prohibiciones y usaría la magia sin importarle nada, pero efectivamente creo que no lo haría si las otras se lo piden y well, it is not much, pero es su manera de demostrar el aprecio que le tiene a las chicas uwu

    omg seguro que sashie se ve bien cool indeed 7u7 im pretty sure ali se veía bien cool peleando as well (QUE LE PEGA MUCHO TAMBIÉN THANK YOU POR PONERLO IM LESBIAN!) 7u7 IM PRETTY SURE LAS DOS SE VEÍAN DEMASIADO COOL AND HOT PELEANDO Y LOS MEN SE DISTRAÍAN 7U7U7U7

    ah, me pregunto qué habrá pasado este año para que ali no siguiese, cuz siendo ella sé que habrá disfrutado mucho de poder hacer toda esa parte física de los especialistas (es el único motivo por el que la pendeja se metería a algo extracurricular, de hecho) so algo tiene que haber pasado, hmmm

    JAJAJAJ las horny bitches, of course (?)

    SHE IS SO WEAK YOUR HONOR, SO WEAK IT'S OBVIOUS!!! and sashie sabe exactamente de qué tirar para llevársela, si es que they are so in love uwu

    JAJAJAAJ and mira, cuando vi que pusiste andrea en el capítulo anterior sabía que iba a ser el pendejo de tom cuz you are so weak for him and honestly??? no dudo que todas las pendejas tendrían un super crush en él, ali la primera indeed (me recuerda a un profesor de zodiac academy que también es super hot y el crush de media escuela ehe) so accurate

    ay esta pendeja JAJAJA es que mira que puede estar super crusheada con él, como todo el mundo, y aun así no intimidarse nada y saludarlo así, tan tranquila y sonriente JJAJA que encima lo tiene que conocer después de tres años (+haber entrenado con él el año anterior) so más motivo para importarle todo una mierda y ser así, y yo la amo (? seguro que le ha tirado la caña de manera muy desvergonzada todos estos años (?)

    TITA ALI SACANDO DULCES DE SU BOLSO PARA LAS NIÑAS ES LO MÁS ACCURATE DEL MUNDO AAA y encima dulces que seguro consiguió de manera bastante dubious JAJAAJJA la adoro, so sevenish

    AAAAAAAAA aún no me creo que hayas metido esta escena solo porque te la pedí JAJAAJ me mimas tanto, te adoro *c la come a besotes*

    el tratamiento especial de ali, eh 7u7u7u7 yo de él me dañaba a posta para llevármelo, no sé unu

    y mira, la escena no es larga PERO ES QUE IDC?? son ellos y literalmente intercambian dos frases y yo ya estoy perdiendo las bragas, cuz los amo tanto juntos omg encima los otros tienen que estar tan acostumbrados a verlos tan lovey doveys todo el rato delante de sus caras, es tope funny (?

    JAJAAJAJAJAJAJ mis queridas niñas, venid a aprender sobre el poliamor de mano de la pareja no pareja más promiscua existente: el jolisha

    nada, me hizo mucha gracia porque ciertamente a ojos de alguien nuevo tiene que ser super raro verlos por la mañana acarameladitos y que le digan que están liados y esa misma tarde ver que ali le suelta por toda la cara que hay un tío super bueno en su clase JAJAJAAJ pero bueno, así son ellos uwu

    JAJAJAJ of course en este universo también tiene que meterse con él, ni modo, así son ellos uwu

    OH ALL THE SEVEN ENERGY TOGETHER OF COURSE THAT'S NOT GONNA END GOOD FOR ALTAN AJAJAJA y el pobre tiene que aceptar (para impresionar a anna? 7u7) which means que se van a aprovechar para reírse de él a lot hehe

    JAJAAJAJ SÍ QUE ES UNA CABRONA DE VERDAD, but we love her uwu y of course luego su atención se tuvo que focusear en joey, we know how much she loves him y lo mucho que antepone cualquier cosa que tenga que ver con él a lo que sea, so ON POINT

    JJAAJAJ pillín 7u7

    AH MISS, OF COURSE YOU GET HIM, BECAUSE OH GIRL CUANDO OS VEÁIS, VAN A SALTAR CHISPAS DE AMOR !!!!!

    sorry, se me nota excited? that's cuz I AM y nada, que me hizo gracia e ilusión ver que riri era justamente quien lo defendía en ese aspecto porque: sí, and they are fated uwu

    nada que comentar, solo el jolisha existiendo y yo living por ello

    uuUUUUUH THINGS ARE ABOUT TO HAPPEN!!!!!! OH YEAH1!!!

    tengo curiosidad la verdad JAAJAJAJ que bueno que emi-chan está ahí enterándose de todos los pollos de manera indirecta ehe good girl *le pone una medallita*

    PERO BUENO WHAT IS GOING ON HERE????? SASHIE SALTÁNDOSE LAS REGLAS???? WHY MY GIRL, WHAT ARE YOU DOING, I MUST KNOW !!!!!

    wow, THIS WAS A TRIP SISTER uf estoy segura que podía haberte citado más cosas pero prefería centrarme en cosillas de mis personajes cuz you know, the seflishness ansa pero uf que estoy super excited por todas las tramas y ya quiero saber qué trama aquí TODO EL MUNDO THIS IS TOO MUCH!!! y ya lo sabes, lo estoy disfrutando un montón aaaaa ya quiero el siguiente cap *le da con el látigo* okno

    love u uwu
     
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    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master

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    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    7
     
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    2288
    N/A: capítulo cortito this time, pero me parecía apropiado para ya cerrar el primer día de clases. ONCE AGAIN gracias a todas por leerme y a Gabi por su super comentario AJDSKJA AAAA THANK U MY LOV ya te lo chillé por wha pero te lo digo otra vez: aprecio un montón que se tomen el tiempo de leerme, ya de comentarme ni hablar, im up in the clouds so *la llena de besitos* thank u uwu

    En el capítulo de hoy tenemos un disclaimer: niños, no hagan esto en sus casas (!!!)




    VI

    .
    .
    .

    El Ala Este era el único edificio en desuso de toda la academia. Mucha gente se preguntaba por qué, luego de tantos años, aún nadie presentaba un proyecto para reutilizarlo. Podría adaptarse para construir más aulas, incluso un nuevo comedor, dormitorios, lo que fuera. Y ante el silencio de los directivos, los rumores corrían. Los había increíblemente disparatados, por supuesto, pero la gran mayoría concordaban en un punto sencillo: duelo de intereses. Cuando una propiedad permanecía estancada en el tiempo tantos años, lo más probable era que las partes no lograran alcanzar un acuerdo; en este caso, la junta directiva de Alfea. De allí que, luego de casi dos décadas, el Ala Este siguiera siendo el depósito polvoriento de archivos viejos donde los estudiantes se escabullían a fumar u organizar fiestas.

    También los había más astutos, claro.

    Y todo lo anteriormente mencionado seguían siendo rumores, por supuesto.

    —No creí que fueras a llamarme ya desde el primer día —comentó Sasha, iluminando el camino con la linterna de su móvil—. ¿Te corre algún diablo, cielo~?

    Arata se mofó y sus voces siguieron rebotando sobre las penumbras, las paredes de piedra y las motas de polvo suspendidas en el aire. Estaban atravesando el costado de un amplio salón de archivos.

    —Los demonios no son lo importante esta noche, Rojita. Es la tradición, sólo que tú no lo sabías. —La miró de costado, indicándole que tuviera cuidado en el suelo con unos libros que había tirados—. La clave de cada año está en la fiesta de bienvenida de los especialistas. Con las ventas de esa noche tiramos un par de meses y definimos el mercado.

    Ah, right. Es este viernes, ¿no?

    —Como siempre. No me digas, ¿ya te olvidaste~?

    Sasha repasó de soslayo la media sonrisa del rubio y soltó una risa nasal, meneando la cabeza. Sabía perfectamente a lo que se refería y ¿la verdad? Considerando lo toca huevos que era, cualquier otra cosa le habría decepcionado. Había sabido irritarla al principio, pero luego de tanto tiempo ya se había adaptado. Todo estaba en el balance de beneficios y perjuicios, al fin y al cabo.

    —¿Olvidarme? —murmuró, deteniéndose un instante, y bajó el brazo donde llevaba el móvil; la luz blanquecina se desvió y trazó sombras afiladas en las facciones del muchacho—. Mi primera vez vomitando en el piso del baño, ¿cómo podría olvidar semejante maravilla?

    Una risa baja vibró en el pecho de Arata y se acercó lo suficiente para hacerse con la linterna.

    —Ya, una noche desastrosa. Por supuesto.

    Sasha lo dejó hacer, sin prestarle demasiada atención a la ligera tensión que le agarrotó los músculos del cuerpo. No pasaba nada, era la primera vez que quedaban luego de los tres meses de vacaciones. Sólo debía volver a ajustarse. Le sostuvo la mirada hasta que retomaron el camino y, pese a que algunas respuestas acudieron a su mente, prefirió descartarlas. No le apetecía revolver el pasado, era… incómodo.

    —Asumo que Kohaku fue la mano negra en todo esto —sopesó al aire, observando los alrededores, y rió en voz baja. Se habían adentrado en un pasillo lleno de puertas a los costados—. Aunque, Dios, qué cabrón. ¿En qué momento se supone que pudo colar el papel entre mis libros? ¿Durante el desayuno? Ni siquiera estaba al lado mío.

    —El niño tiene un talento bastante extraño. —Se encogió de hombros, compartiendo la gracia—. Así que ya no me cuestiono sus métodos.

    —A todo esto, ¿sí te dio las semillas?

    Arata palmeó los bolsillos de su chaqueta en respuesta y le sonrió.

    —Tranquila, está todo bajo control. Llevamos más tiempo que tú en esto, recuerda. —Y tras una breve pausa, agregó—: Aunque sé que no puedes evitarlo.

    Soltó una risilla incluso antes de que Sasha pudiera reaccionar, plenamente consciente de que su única misión era molestarla. La chica meneó la cabeza y pensó en cambiar de tema, que reaccionar sólo lo incentivaría, pero se le ocurrió un comeback a medio camino y bueno. No le gustaba perder.

    Lo odiaba, de hecho.

    —También llevas más tiempo que yo siendo especialista, pero ¿y ese combate de hoy? Was summer too hard on you, baby~?

    —No exactamente, digamos que… me distraje con otras cosas~ —Su sonrisa fue absolutamente delatora y Sasha soltó una risa floja, bastante irónica—. Eh, eh, ¿acaso percibo una leve sensación de crítica?

    —Será porque, en efecto, te estaba juzgando.

    —Qué mala~ —Su voz se diluyó sobre el silencio y aminoró el ritmo poco a poco, buscándola con la mirada—. No me haces caso, pero te lo digo de corazón: te vendría bien distraerte un rato, linda.

    Se detuvieron, habiendo alcanzado su destino, y Sasha se volteó para enfrentarlo. Su voz no sobrepasó el volumen de un murmullo.

    —Nada que vayas a ofrecerme, ¿cierto? None of your business, then.

    Y sin esperar respuesta, lo rebasó. Se encontraban en un punto inespecífico de uno de los muchos pasillos que recorrían y serpenteaban el Ala Este, no había nada que lo distinguiera; o eso parecía, claro, pues las densas enredaderas prendidas a la pared no eran simple obra de la naturaleza. Sasha se posicionó justo frente a ellas, sus ojos destellaron de un verde opaco y, junto al movimiento de sus manos, la vegetación se separó en dos. Detrás había una puerta metálica, desvencijada y llena de herrumbre. La muchacha echó un vistazo hacia los costados de pura manía y, otra vez, atravesó la pared. El proceso fue casi idéntico: Arata esperó, oyó un chasquido y la entrada cedió, con la única diferencia de que allí no había penumbra. Un halo blanquecino rodeaba la silueta de Sasha, quien seguía observando alrededor.

    —Está todo super limpio y ordenado —destacó la muchacha, regresando las enredaderas a su lugar y cerrando la puerta para darse la vuelta—. ¿Cómo hicieron para entrar sin mí?

    —La clave de un negocio exitoso es proteger la identidad de tus socios, ¿cierto? Al menos de los fraudulentos. Así que lo siento, bonita, tendré que dejarte con la duda.

    De todos modos, la incorporación de Sasha a las movidas había sido, en retrospectiva, una de sus mejores decisiones desde que comenzó la mierda dentro de Alfea. Contaba con un equipo de trabajo más que competente, pero la colaboración de un hada de la tierra hacía una diferencia abismal; en especial una talentosa como Sasha. La siguió con la mirada un par de segundos en lo que se echaba sobre el único sofá de la habitación y se tragó la sonrisa, buscando las semillas de su bolsillo para desviarse a la izquierda.

    Quién habría dicho que la brillante alumna de desempeño perfecto y conducta intachable estaría ahí, ¿eh?

    Lo que tenían montado dentro del Ala Este era, básicamente, un cultivo interno de marihuana. Estaban los tubos fluorescentes que aportaban la luz necesaria y las macetas distribuidas debajo, perfiladas en torno a la habitación sobre papel aluminio. Luego estaba el sofá de gomaespuma, un escritorio con una silla y un deshumidificador de ambientes. Era un espacio reducido, pero cumplía a los propósitos y además, mientras más pequeño, más desapercibido. Sasha observó el panorama con aire distraído, enroscándose un mechón de cabello; la intensidad de las luces ya había sido regulada y las macetas ya habían sido provistas de tierra. Luego volteó hacia Arata, quien le daba la espalda.

    —¿Te ayudo con eso? —le preguntó al muchacho, sentado al escritorio. No podía verlo, pero sí oyó la sonrisa en su tono de voz.

    —Si quieres.

    Era eso o quedarse sentada haciendo nada, y ya estaba visto que no le salía muy bien lo segundo. Cuando se estaba incorporando y yendo junto a él, Arata medio volvió el rostro en su dirección y pudo verle la sonrisa idiota; comprendió, digamos, por qué la había oído en su voz antes.

    Era la sonrisa de “sí, estoy a punto de tocarte los ovarios”.

    —Aunque no hay más sillas. ¿Vas a venir encima mío~?

    Sasha lo ignoró, por supuesto, apoyó una mano en su espaldar y el otro brazo lo extendió hasta alcanzar la mesa, inclinándose junto a él. El cabello trazó una cortina carmesí al otro lado. Allí había varios recipientes de plástico con servilletas de papel dentro; lucían húmedas. Arata se dispuso a explicarle antes de que pudiera preguntar.

    —El primer paso es mantener las semillas durante uno o dos días entre papel húmedo, para que la raíz salga. —Lo que había en los recipientes era una doble capa de papel y alzó la primera, mostrándole las semillas—. ¿Ves? Así ya están listas para plantarlas en tierra.

    Sasha se inclinó un poco más. Eran muy pequeñitas, pero podía ver claramente cómo la cáscara se había roto y por un extremo había comenzado a brotar.

    —¿Usan jiffys?

    Arata abrió el primer cajón del escritorio y sacó una caja de ellos. La pregunta tan específica no le sorprendió, la verdad, siendo que Sasha era un hada de la tierra y, además, era ella. Debía estar bien instruida.

    —De aquí se van a los jiffys, y ahí es donde entras tú~

    —Ah, y yo pensé que sólo ibas a tenerme para abrir y cerrar enredaderas.

    —¿Qué te digo? Hay que ganarse el pan.

    Arata extrajo un jiffy de la caja y lo metió en un recipiente vacío, echándole agua después. Se trataba básicamente de discos compactos de tierra y turba prensada, que se ponían en agua hasta alcanzar cierto diámetro, se escurrían y servían para proteger la raíz de la semilla dentro de las macetas. Como tal no había mucho que se pudiera hacer de a dos, era importante sacar los jiffys a tiempo para que no se hincharan demasiado y, de ahí, que lo ideal fuera trabajarlos de uno en uno. Sasha lo sabía y Arata no abrió la boca, repentinamente concentrado en lo que había frente a él, así que la chica suspiró y recargó parte de su peso en el muchacho, cruzando los brazos sobre la línea de sus hombros.

    —¿Cansada? —inquirió Shimizu en voz baja, sacando las semillas que estuvieran listas y alineándolas sobre papel limpio.

    Sasha soltó un sonido afirmativo, uno que se mezcló a medio camino con un gruñido, y acomodó la barbilla a un costado de su rostro.

    —Qué gracia, le dije a una de las niñas de primero que no estuviera nerviosa por el primer día, que a mí ya me daba igual, y ni siquiera dormí muy bien ayer. —Arata no respondió y ella sonrió, siguiendo sus movimientos—. También puede ser porque nos despertamos como a las cinco de la mañana.

    Aquello le arrancó una risa floja al muchacho.

    —¿Para?

    —Queríamos prepararle una sorpresa a las de primero. Con Riri, I mean. Y ya sabes lo estúpidamente temprano que es la ceremonia, así que no tuvimos opción. Al final igual anduvimos a contrarreloj.

    Arata volvió a reírse con la misma liviandad de antes y meneó la cabeza, preparando la primera semilla dentro del jiffy. No le extrañaba, en verdad, de ninguna de las dos.

    —¿Pero les quedó bien?

    Notó que la muchacha le dejaba ir un poco más de peso encima, aunque no le molestó ni tampoco le sorprendió. Sasha disfrutaba del contacto físico, era algo que al principio lo había confundido un poco pero sólo porque no había prestado la atención suficiente. A decir verdad, era un hecho que se le filtraba en cualquier cantidad de pequeños actos. Cada vez que le acariciaba el cabello a alguna de sus amigas, o las sostenía de la mano, o les daba un apretón en el hombro o directamente las abrazaba. Era, si se quiere, una entrega de cariño pero también de confianza. No había en la intención más allá de lo evidente.

    Tampoco estaba seguro de merecerlo, pero apenas pensaba al respecto.

    —Sip~ Y a las niñas les gustó mucho, que es lo importante.

    No conversaron demasiado luego de eso, pasaron un par de minutos hasta que Sasha se separó de su espalda y Arata le fue dando los jiffys ya con las semillas dentro para que los ubicara en las macetas. Como tal haría falta un paso intermedio, pero los poderes de la chica podrían encargarse de eso. Una vez acabaron, Sasha se arrodilló frente a la primera semilla, bajo las luces fluorescentes, y acomodó las manos como si pretendiera envolverla o crear un domo. Cerró los ojos, sintió el flujo de energía en su cuerpo y la planta comenzó a crecer. Arata estaba a su lado, en silencio, hasta que el tallo adquirió la altura que buscaba.

    —Listo —le indicó en voz baja y ella abrió los ojos, sonriendo al instante—. Así tienen que quedar todos.

    Aye, sir~

    Decidió dejarla sola, total tenía que encargarse de otras minucias, y regresó al escritorio. No pasó mucho tiempo hasta que los tarareos de la chica llenaron la habitación. Bajos, suaves, aparecían en un idioma que Arata no reconocía del todo y tampoco le había preguntado nunca; no importaba, de todos modos.

    Para él, si se quiere, se había convertido en el idioma de su propia magia.
     
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  11.  
    Amane

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    why hello :D seguro que no te esperabas que apareciese a dejarte un comentario para este capítulo, ¿verdad? normal, porque la verdad no planeaba hacerlo (?) PERO BUENO, al final me apeteció y he pensado que igual mejor aprovechar y dejarte uno, aunque sea cortito, para no volver a agobiarme cuando se me junten SO HERE IT GOES

    VI

    bueno, no creo que vaya a quotear mucho de este capítulo cuz, como te dije por privado, soy una selfish bitch y no tengo tanto que chillar aquí, even tho arata y sasha me gustan mucho, ya sea por separado como juntos uwu

    SO UN COMENTARIO GENERAL IT IS

    debo decir que me ha gustado mucho este capítulo por todo el misterio del asunto, que no me di cuenta ni de coña de lo que podía ser que estaban tramando estos hasta, bueno, un poquito antes de que pusieses lo de la maría JAJAJA no sé, no esperaba que plantasen ahí NADAMÁS, que locuelos (?) me hace gracia la imagen, los alumnos se ríen en cara de la directora aquí y en gakkou de igual manera, que en el canon estamos a nadita de montarnos una plantación real en el invernadero as well AAJAJAAJ

    so anyways, luego también me costó entender qué vergas hacía sasha ahí hasta que, bueno, i realized que podía ayudar con el asunto con sus poderes JAJAJAJ sometimes im so dumb, dumb, i cannot with myself (?) pero hey, look at her, toda ilegal, estoy segura que ali estaría muy orgullosa de ella si lo supiese uwu (aparte de pedirle que le trajese un poco de hierba de contrabando gratis, así sin que nadie se entere oye (????)

    me resulta muy curiosa la relación de estos dos aquí, porque se ve que se llevan bien but also hay alguna especie de tensión??? well, supongo que simplemente es lo normal por aquello de que sashie es muy rigid y arata... pues no (?) y que seguro le tira la caña constantemente, cosa que a ella no debe molarle (SHE IS A LESBIAN ARATA!! okno oksí), especialmente con riri ahí de por medio (??) even tho, ya le están engañando con este rollo (</3) qué más da (??

    si te soy sincera, creo que sashie también me da vibes de que o deben hacerle mucha gracia los especialistas, como a kakeru, y eso que está entrenando con ellos y, bueno, todo este rollo con arata (even tho también está metido ko en este asunto so medio es una unión hadas-especialistas). IDK, it's just a feeling, cuz ella es muy correcta y, no sé, todo este rollo de los populares y que debe ser muy obvio que algunos son bully en potencia pues, eso, creo que no le gustaría (?) ¿por qué te cuento este rollo? idk, por rellenar (?) y porque sé que te gustan mis teorías locas (??????)

    y pues bueno, que me hace mucha gracia leerlos medio bickering mientras trabajan JAAJAJ pero al final se ponen serios y eso es lo importante uwu sí que me parece un buen capítulo, así cortito, para cerrar el primer día como debe ser, plantando droga (???) AND ALSO, I SEE THAT PARTY *ojitos* I REALLY EXPECT THAT YOU'RE GONNA WRITE THAT ON *ojitos x2*

    dos solecitos uwu
     
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  12. Threadmarks: Seileach Dubh . I
     
    Gigi Blanche

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    Título:
    Kids in the corner [Gakkou Roleplay | AU]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    4691
    N/A: la verdad que no sabía si publicarlo acá o aparte, pero si lo pensaba como una suerte de capítulo especial pegaba el palo. Ya saben, de esos spinoff que pasan en Halloween o Navidad (? Dicho eso, y como siempre me pasa lo mismo, idealmente va a tener dos capítulos... creo. We'll see.

    Al final del capi van a encontrar un GLOSARIO porque me mamé y me monté un montón de lore del puro humo. Usé algunas cositas que salen en la S2 de Winx, pero la verdad son mínimas. El resto es delirio absoluto y ohgod, lo que lo disfruté yo no tiene nombre. Hacía mucho que no escribía este tipo de cosas, desde que acabé una novela medieval que tengo poray, AND I LOVED IT.

    Como venía siendo costumbre, salen muchos personajes so no etiqueto a nadie.

    HEY, THE FATE AU IS BACK :D


    pd: uff, almost forgot. Esto lo escribí para la actividad Fanficsween de Gabichuela <33





    Once upon a dark autumn night,
    I was so very far from sleep.
    I longed to walk beneath the stars
    into the wood, so dark and deep.

    Neither myth nor fairy tale
    could keep me from the path to the maze.
    But eyes upon me I could feel,
    hidden in the shadows watching always.


    .

    .

    .


    Seileach Dubh
    El sauce negro

    I

    .

    .

    .



    Los ríos de sangre herían la tierra con su ponzoña, la danza del acero opacaba el trinar de los pinzones. ¡Oh, Sìoda, de la dulzura y el canto! ¿Adónde se han ido tus pies de pluma, la voz dorada, el cabello de obsidiana y luz plateada? ¿Dónde depositaré yo mis penas, oh, tu eterno resplandor? Lloraré los ríos de sangre que hieren nuestra tierra, danzaré al filo del acero, rasgaré mi pecho y me arrancaré las costillas. Lo juro, lo juro profundamente. Oh, dulce Sìoda, si tan sólo regresaras a mi lado.

    Quizá no tendría que destruir el mundo.

    Cantos del pesar: El llanto de Darach
    Capítulo IV


    .


    La brisa agitó las copas de los árboles con un murmullo profuso, haciendo que el sol serpenteara entre las hojas y se filtrara hasta alcanzar la tierra. Era cálido, pero el aire soplaba frío desde el Sur y ambas fuerzas antagónicas danzaron en torno al cuerpo de Anna con un compás que sólo ella comprendía. El viento alzó su brazo derecho, el brazo derecho coronó su cabeza y la cascada de cabello se precipitó hacia el suelo. La falda, acampanada, siguió el ondulado vaivén que fue trazando entre las hojas ocre que decoraban la tierra; los pies, descalzos, encontraron la textura seca, crujiente y ligeramente fría de los resquicios otoñales. Cerró los ojos, rasgó cuerdas de laúd en el aire y siguió la coreografía tradicional de la Oda a Sìoda, una de las composiciones más populares de la época. Era otoño, los espíritus del Sur comenzaban a despertarse y era hora de despedir, una vez más, a la dama primordial: el primer hada que conoció el mundo.

    Se encontraban en las afueras de Alfea, más allá de la antigua barrera. Anna llevaba un vestido blanco de algodón, liviano y vaporoso, que le permitiera habituarse. Muchas veces había ejecutado las danzas tradicionales en casa, pero era su primera vez ante la población de Alfea y… estaba nerviosa.

    Cuando la música acabó, la brisa se llevó consigo los retazos de colores, los hilos que Anna seguía, y abrió los ojos. Le tomó un segundo enfocar el mundo y regresó sobre sus pasos, entre ilusionada y algo ansiosa.

    —¿Y? ¿Qué tal estuvo?

    Altan le sonrió y esperó a tenerla frente a sí para buscar sus hombros, inclinarse y dejarle un beso encima del flequillo.

    —Hermosa, por supuesto.

    —¿Dices que sí la hice bien? —Anna no pareció inmutarse por aquel gesto de cariño—. ¿No sientes que me queda un poco extraña la parte donde habla de las hiedras? Ya sabes, el giro que acaba con mi brazo así-

    —An. —El muchacho afirmó la presión en sus hombros, pretendiendo captar su atención, y suavizó aún más la sonrisa—. Créeme, de verdad. Fue hermosa. Además te lo digo yo, que vengo de tragarme las obras de Seileach Dubh desde el inicio de los tiempos, más o menos.

    Anna soltó una risilla.

    —¿Mandato familiar?

    —Algo así, sí. —Reajustó la posición, para pasar un brazo sobre sus hombros y comenzar a caminar—. Eso, y que mamá siempre tocaba en la orquesta como violín solista.

    —Mandato familiar en todas las de la ley, entonces.

    Anna había enganchado sus dedos a los de Altan, de la mano que pendía a su lado. A la pasada pilló sus zapatos, unas sandalias muy sencillas, y siguieron recorriendo el bosque que rodeaba la escuela. La brisa volvió a soplar y Anna cerró los ojos, llenándose los pulmones de aquel aroma un poco frío, bastante terroso. Lo suyo siempre había sido el calor y el verano, coincidía con su magia y casi su personalidad entera, pero existía algo nostálgico, indudablemente hermoso, en los paisajes otoñales. Además, la leyenda de Sìoda siempre había sido de sus favoritas, desde que su padre acomodaba la guitarra sobre su pierna derecha, a la luz de las fogatas, y comenzaba a cantar.

    Por Buairtach, los extrañaba tanto.

    ¿Estarían orgullosos de ella si supieran que representaría la Oda en Alfea?

    El susurro del agua la distrajo de repente, estaban alcanzando un arroyo bastante pequeño; bajo la luz del sol se asemejaba a delgadas cintas que serpenteaban entre las rocas y la tierra. Doradas de a ratos, blanquecinas o verdosas luego.

    —¿Hmm? —Altan se detuvo y echó el cuello hacia atrás para observarla—. Tienes algo en el cabello.

    Al tiempo que lo decía, despegó el brazo de sus hombros y buscó remover lo que parecían ser varios pedacitos de hojas secas; estaban enredadas, particularmente, alrededor del listón blanco con el cual se había hecho una media coleta. Altan se rió en voz baja, imaginándose el escenario. Le sorprendía un poco no haberlas visto antes, pero con Anna solía relajarse más de la cuenta. Perdía el recuento exhaustivo, constante que mantenía sobre el mundo; más bien lo ponía en pausa.

    —¿En dónde estabas metida antes de que me llamaras?

    El muchacho se había situado detrás de ella, una vez asumió que no sería un trabajo breve. Anna mantuvo sus ojos puestos en el curso de agua y soltó una risilla culpable.

    —Al principio estaba ensayando, como te dije, pero en un momento me cansé y me lancé sobre el colchón de hojas, ¡estaban muy mulliditas! Total que me pareció escuchar un chirp, chirp, y cuando abro los ojos ¡había una ardilla! Muy confianzuda, la pequeña. Se acercó y tenía los mofletes todos regordetes, yo me quedé muy quieta. Hizo chirp, chirp de vuelta, me olisqueó el pelo y después de eso se fue. Me llamó la atención, ¿sabes? Yo pensé que eran más ariscas, porque el año pasado estaba hablando con Sasha y…

    Altan se desinfló los pulmones sin prisa y siguió removiendo pedacitos de hojas de su cabello; y cuando se quedó sin, replicó la mímica varios segundos extra, y luego le acomodó el moño blanco, y luego le cepilló el pelo entre sus dedos. Cualquier cosa le venía bien, en tanto Anna siguiera contándole historias inconexas en aquel tono de voz tan reconfortante. Allí, junto al arrullo del agua y el susurro de los árboles.

    —O sea que te tiraste a descansar —intervino en un momento dado, tragándose la diversión—, y por eso la suciedad.

    —Sí, básicamente. —Anna se rió y palpó su cabello con la mano libre antes de girar sobre sus talones, sonriéndole—. ¿Ya volví a ser una señorita?

    —Hecha y derecha.

    —¡Oh, mi valiente Darach! ¿Qué haría sin ti?

    Altan alzó las cejas, aunque se amoldó rápidamente al teatro que Anna había levantado de la nada. Su dinámica mantenía un ritmo similar desde hacía meses ya, con la niña arrastrándolo en todas direcciones y él disfrutando el simple hecho de pasar tiempo juntos.

    —¿Eso te convierte en Sìoda, la dama primordial? —arriesgó, bajando el tono de voz, y su mano encontró la cintura femenina—. ¿No te parece un poquito osado, cariño?

    —Voy a llorar su locura y despedida frente a un montón de gente, mínimo me merezco meterme en el personaje, ¿no? —murmuró, a un volumen similar, distrayendo sus dedos entre los botones de la camisa que Altan llevaba debajo de la chaqueta negra.

    —Hmm… —Se separó un poco, instándola a darse otra vez la vuelta, y volvió a enredarse en torno a su cintura; se acercó a su oído—. ¿La joven y dulce artista, la humana entre los dioses, que sucumbió a sus cantos antiguos y enloqueció? Puede ser que te quede.

    —Evítame la parte de la locura, por favor —pidió Anna, apoyando su mano libre sobre las de Altan. Le había echado algo de su peso encima y estaba tibio—. Sería bastante desafortunado.

    —¿No te gustaría conocer el lugar al que Sìoda fue?

    Estaban hablando principalmente en broma, pero hubo algo en aquella pregunta que la dejó pensando. Rumió algunos segundos, en silencio, trazando caricias livianas entre sus dedos. El agua fluía y seguía fluyendo.

    —¿Crees que sabía lo que hacía? —Altan no intervino y Anna sintió la presión de su mejilla sobre el cabello—. Cuando fue al bosque de sauces, cuando se enterró ese cuchillo, ¿piensas que lo hizo por… esperanza? ¿O desesperación? ¿Realmente enloqueció o se dejó enloquecer? Adorada por todos, por su querido Darrach. ¿Por qué se fue, entonces?

    —No tenemos forma de saberlo. —El muchacho, incluso si no perdía la suavidad, había regresado a aquella monotonía que lo caracterizaba cuando el cerebro primaba por sobre el corazón—. Lo que ha llegado a nosotros siguen siendo leyendas, historias de boca en boca, deformadas y exageradas por generaciones.

    Anna se sonrió. Ya sabía eso, vaya, también sabía que sus preguntas no tenían sentido; pero para eso estaba allí, junto a él. Para sacudir la razón tan rígida de los engranajes, suyos y del mundo, y rellenar los silencios. A veces con música, a veces con puro cariño. Y a veces, con preguntas sin sentido.

    —Cuando la bailo, la siento cerca, ¿sabes? —murmuró, en una suerte de confesión—. Fue el primer hada de la tierra, la madre de las otras primordiales, y la siento cerca en todos los elementos, como si tú, yo, todos siguiéramos conectados a ella. A su sangre que nutrió la tierra y la embebió de magia.

    El viento sopló y Anna alzó el rostro hacia el cielo. En su campo de visión apareció Altan, quien le sonrió y se inclinó para dejarle un beso en los labios. Ella removió apenas los pies y las hojas secas le hicieron cosquillas.

    —Entonces eres Sìoda y yo soy Darrach —concluyó el muchacho, divertido—. ¿Deberíamos separarnos trágicamente y convertirnos en una canción que canten nuestros tatara-tataranietos?

    —Eh, no suena mal.

    Ambos rieron y Altan volvió a besarla. Anna se giró entre sus brazos, le echó los propios al cuello y se estiró bien, bien de puntitas, para alcanzar sus labios y silenciar el fluir del agua un rato.

    Ya faltaba muy poco para el Seileach Dubh.

    .

    .


    Habíamos recorrido valles, montañas y espesuras por más tiempo del que podía contar. Las tormentas no amainaban, recrudecían; el agua no era dulce, quemaba, ardía y se asemejaba a la mordida salvaje de una taipán. Ya habíamos perdido madres, padres, hijos y hermanos. Estábamos pereciendo, a merced de un enemigo mucho más cruel que la guerra de la cual huíamos. Hasta que, una noche, los cielos se despejaron, la brisa susurró melodías de paz y nos condujo al bosque sagrado.

    El bosque de los sauces negros.

    Cantos del pesar: El milagro de los forasteros
    Capítulo II


    .


    —¿Ahí lo ves bien? —exclamó Riamu, desde lo alto de la escalera que, al parecer, había comenzado a dudar si conservarle la vida o no.

    Aunque la pregunta más importante era por qué un hada de la luz se encargaba de colgar una guirnalda de muérdago estando rodeada, pero rodeada de hadas de aire y tierra, ¿verdad? Misterios sin respuesta.

    —Hmm, bájalo un poco —indicó Morgan, muy concentrada en su tarea.

    —¿Así?

    —No, no, mejor súbelo.

    —¡Morgan!

    Vete a saber si fueron los nervios, el arrebato o simple obra del destino, pero la escalera se tambaleó con más ganas que antes. Dos chicos que iban pasando con una caja encima la soltaron de repente, sonó a que algo se rompió adentro y alzaron los brazos, estabilizando la escalera con sus poderes; o sea, una pared de aire de cada lado, dicho mal y pronto. Morgan aplaudió con calma.

    —Mírenlos nada más, qué héroes~

    Riamu bufó desde allá arriba una vez se sintió a salvo y comenzó a bajar, dejando la guirnalda como quisiera quedarse. Uno de los muchachos, el menor de ellos, bajó los brazos para ponerlos en jarra.

    —¡No ha sido nada! —exclamó, enérgico.

    —¿Estás bien, Ri-chan? —inquirió Kohaku, aún preocupado y con su atención puesta en la chica.

    —Eh, Mr. Blue Sky, creo que nos mandamos una cagada.

    Kohaku miró a Aleck, confundido, y al comprobar que Graham tenía los ojos clavados en la caja entendió. Compartieron una mirada cuando tanto Morgan como Riamu se reunían junto a ellos.

    —¿Eres un hada del aire y tuvieron que venir dos hadas más del aire para ayudarme? —le reclamó Yumemi a O’Connor en un siseo.

    —No sé si quiero abrirla —confesó Kohaku, hablando en paralelo.

    —Yo tampoco, hombre —contestó Aleck.

    Y Morgan, por supuesto, ignoró a Riamu.

    —¿Quieren que la abra yo~? —ofreció, risueña. Aleck la miró como si le dijera que iba a salvar a su madre.

    —¡Sí, por favor!

    Riamu estaba lo suficientemente molesta con Morgan como para irse, pero muy a su pesar se sentía un poquito responsable por aquella caja ¡y mira si se había roto lo que llevaban!

    —¿Qué traían ahí dentro? —preguntó, temerosa, en lo que la pelinegra se agachaba.

    —Pues…

    La voz de Aleck se diluyó en el vórtice de atención que se los tragó a todos. Morgan estiró el suspenso, justo como le gustaba, hasta que finalmente separó las solapas de cartón y los otros tres metieron la cabeza para ver mejor.

    —Están a salvo —anunció en tono sedoso, sacando una decoración en cerámica para exhibirla sobre su palma; era una calabaza de lo más adorable—. No hay nada que temer.

    El suspiro de alivio que soltó el resto fue casi exagerado. Aleck lo acompañó de una risa y le palmeó el hombro a Kohaku.

    —Cielos, ya nos había visto encerrados en la oficina de Farah durante todo el Seileach Dubh, ¡o peor! ¡En un calabozo!

    ¿Calabozo? ¿Había calabozos en Alfea, siquiera? Kohaku y Riamu compartieron un vistazo confundido y Morgan, que no sabían cuándo se había erguido y situado detrás de Aleck, habló.

    —¿Qué? ¿Nunca oyeron hablar de los calabozos de Alfea? —inquirió, en aquel tono que le gustaba usar para sonar más misteriosa y asustar a los niños. Aleck se había erguido como granadero al sentir la voz de Morgan sobre su oído y la chica se sonrió, apoyando las manos en sus hombros—. The lad is right. Supuestamente los hay, debajo del Ala Este. Datan de épocas pasadas, cuando el mundo estaba en guerra contra los Brujos de sangre y Alfea, antes que escuela, era una base militar. ¿Cómo eran, en la lengua antigua? Coigrich, creo. Un término bastante peyorativo, si me preguntan. Los forasteros fueron parte de las hadas primordiales, después de todo~

    El escalofrío que Aleck había sentido se replicó en los demás, en mayor o menor medida. Los Brujos de sangre eran ya una suerte de leyenda, un cuento de terror para que los niños no se alejaran demasiado de casa, pero habían existido. Su historia, de hecho, era tan o más larga que la de las hadas. Quizá provinieran de un origen común, como rezaban algunas escrituras antiguas. Algunos, incluso, decían que todas las hadas descendían de Brujos de sangre, que eso habían sido los forasteros que arribaron al bosque de Sìoda, de los sauces negros. Pero vaya, seguían siendo rumores. Mitos del folclore local.

    Eso no quitaba, claro, que asustara un poco.

    —Dicen, incluso, que si prestas atención, se oyen cosas extrañas de noche en el Ala Este —prosiguió la muchacha, deslizando los brazos hasta engancharse al cuello de Aleck—. Quejidos, alaridos, sollozos de dolor. Quizá sean malas jugadas de la mente, o el ruido del viento entre los árboles, o alguna rata escurridiza correteando por los archivos. Pero se han escuchado más cosas.

    —¿Más? —casi balbuceó Aleck, quien no se decidía muy bien sobre si incomodarse con la cercanía de Morgan o seguir absorto en el relato.

    —Mhm. —La muchacha murmuró un sonido afirmativo y apoyó la barbilla en su propio brazo, para hablar cerca de su oído—. Palabras, oraciones, incluso canciones en un idioma extraño, que hablan de la luna, ríos de sangre ponzoñosa y el sacrificio de la Bean Dorch.

    —La dama oscura —tradujo Kohaku, tranquilo, y deslizó su mirada a Aleck—. Sí sabes que si le das cuerda puede estar así todo el día, ¿verdad?

    —Especialmente en estas épocas —agregó Riamu, quien le dio unos golpecitos en el brazo a Morgan—. Ya, deja al chico. Vas a asustarlo y ni siquiera ha iniciado el Seileach Dubh.

    O’Connor soltó una risilla de nada y obedeció, desenredándose de Graham. Podía pecar de delirio, pero el castaño sintió como si una serpiente acabara de… perdonarle la vida, o algo así. Movió el cuello y se alejó un par de pasos, disimulando su muy evidente huida con la bendita caja.

    —Bueno, Blue Sky, tenemos que seguir viaje antes de que los graduados nos regañen.

    —¡Ah! ¿Van a ver a los graduados? —preguntó Riamu, claramente ilusionada.

    Los muchachos se coordinaron y alzaron la caja del suelo; recién con la cosa estabilizada, Kohaku la miró y le sonrió.

    —Sí, están las chicas, de hecho. ¿Quieren venir a saludarlas?

    —¡Eso no se pregunta! ¡Vamos, Morguie!

    Riamu ya la estaba jalando del brazo, pero Morgan a veces parecía dueña de una fuerza sobrehumana que le permitía resistirse incluso a Superman; eso, o que hiciera algo raro con sus poderes, claro, y a juzgar por el tono blanquecino de sus ojos…

    —¿Oh? ¿Olvidé mencionarlo? —agregó Kohaku, coordinándose con Aleck para pasar junto a ellas. Su sonrisa se torció apenas—. También está el hermano de Kashya.

    No hace falta especificar cuán rápido surtieron efecto los tirones de Riamu, ¿verdad?

    .

    .


    Desde que Sìoda nos dejó, mis sueños se poblaron de paisajes inmensos y profecías invisibles. Conocí montañas de oro y hierba, sucesivas lunas moradas y riquezas de proporciones incalculables. Allí estaba ella, dorada y eterna, danzando entre los árboles que rozaban el cielo; allí estaba mi amada Sìoda. Quise alcanzarla, me creí capaz de hacerlo. Busqué sus huesos y su cabello en el bosque de los sauces negros, los adornamos con las joyas más preciosas y alzamos antorchas en torno a ella, la tierra oscura y los ríos de sangre. Danzamos, bebimos y cantamos, nos quebramos el pecho y amoratamos los pies. El mundo estaba ardiendo, pero no nos importaba si la encontrábamos.

    Sólo queríamos ir hacia ella.

    Cantos del pesar: El llanto de Darach
    Capítulo VIII


    .


    La oscuridad iba ganando terreno, y con ella, el último día de preparaciones para el Seileach Dubh llegaba a su fin. El transcurso de las generaciones le había brindado a la tradición una impronta algo extraña, si se lo analizaba en retrospectiva. Los elementos originales se revolvían con símbolos de otras culturas, incluso del mundo mortal, y así llegaban a haber gatos negros y calabazas talladas junto a los muérdagos y las druidas recortadas en papel. A los jóvenes no les molestaba, de todos modos. Muy pocos se cuestionaban las raíces de la celebración y lo veían como una excusa para beber y pasar un buen rato. A ver, ¿quién podía culparlos? Alfea como institución sostenía firmemente la creencia en el Seileach Dubh, y así, se había convertido en una tradición interna de la escuela. Los alumnos se peleaban siempre sobre qué fiesta era mejor, si esta o la de los Especialistas.

    Aunque, al final, los organizadores fueran casi los mismos.

    Ahora tocaba descansar. Muchos se estaban reuniendo en el comedor para cenar, otros disfrutaban los últimos coletazos del verano en los jardines y otros ya estaban en sus habitaciones. Anna chocó su botellín con el de Kakeru y le dieron un sorbo, situados estratégicamente en los límites del bosque para que ningún profesor los pillara; desde allí tenían una visión envidiable de toda la escuela. La verdad, era una postal preciosa.

    —¿Cómo van los ensayos? —indagó el muchacho, tranquilo.

    Había mucho silencio, si acaso se oían algunos grillos alrededor. Anna sonrió y volvió a beber de su cerveza.

    —Muy bien, estoy muy contenta… y bastante nerviosa, la verdad. Espero que vaya bien.

    —Verás que sí —intervino Dante, quien había acabado siendo arrastrado a la juntada ilícita pero no tenía interés en beber alcohol—. Estuvieron trabajando muy duro, después de todo.

    —Oye, tú eres un hada de la tierra —se dirigió la chica a Miles, cambiando abruptamente de tema; el castaño asintió y le sonrió con calma, aunque también algo curioso—. ¿Crees en la historia de Sìoda? Vendría a ser como… tu ascendiente original, ¿no? ¿Alguna vez sentiste una conexión con ella, o con estas fechas?

    Dante analizó el asunto unos cuantos segundos, hasta que se llenó los pulmones de aire y lo liberó poco a poco.

    —¿Creer? Supongo que sí, honestamente nunca me lo he planteado con mucha seriedad. —Le concedió una sonrisa a modo de disculpa, y siguió hablando—. Y una conexión… puede ser, sí. Una vez.

    Aquello captó toda la atención de Anna, quien abrió grandes los ojos y se empinó el botellín, girando el torso en su dirección; tanto, que el pobre Kakeru tuvo que reubicarse un poco para no quedar fuera de la ronda.

    —Fue hace tres o cuatro años —prosiguió Dante, un poquito cohibido por la repentina atención; el relato, sin embargo, le ayudó a relajarse—. Somos hadas de la tierra, todos en mi familia, así que organizamos un viaje cerca de estas fechas a Samhain. Había miles de recorridos turísticos, los hicimos todos y se sintió… bastante monótono, la verdad. Mucha gente, también. La visita al bosque de los sauces negros se suponía que fuera lo más interesante, pero claro, no había nada. ¿Qué podría haber quedado de una mujer que supuestamente vivió hace dos mil años? Aún así, nos dijeron que podíamos llevarnos un poco de tierra; que incluso con el correr de los años, esa tierra negra sigue poseyendo rastros de la magia primordial. No les creí, pero la llevamos de todos modos. En casa, la vertimos en el cantero que da a mi ventana y se entremezcló con el resto hasta desaparecer. Yo me olvidé por completo del asunto. Pero al año siguiente ocurrió algo.

    Anna volvió a removerse, tan absorta en el relato que era casi ridículo; qué va, hasta Kakeru se había enganchado. Dante había suspendido una muy conveniente pausa justo ahí, como si hubiera pillado confianza y se estuviera mofando de ellos. Anna resopló y lo zarandeó del brazo.

    —¡Venga, ya habla, hombre! —se quejó, arrancándole una risa al chico—. ¿No ves que me muero de la intriga?

    —Imagino que sí. —La voz de Farah apareció repentinamente tras ellos, dieron un respingo que casi les hizo escupir el corazón y la mujer avanzó—. Comprendo que les emocionen las festividades, pero también es importante respetar las reglas de la escuela.

    Los chicos se miraron entre ellos, silenciosos, hasta que Farah suspiró y les señaló el edificio principal con un movimiento de barbilla.

    —A sus suites, hadas, andando. Que no los vea aquí otra vez.

    No les había quitado las cervezas, así que Anna no supo si debía seguir bebiendo o no. No quería desperdiciar el botellín, pero al mismo tiempo se sentía mal. Se apresuraron hasta los corredores principales y allí, entre el ir y venir de estudiantes, Kakeru le dio un trago a la suya. Bueno, no todos se andaban con dilemas morales.

    —¡Me debes el plot twist de esa historia, Dante! —lo amenazó Anna, señalándolo con el dedo.

    Kakeru intervino, haciéndola bajar el brazo antes de que Miles pudiera responder.

    —Calma, fiera, mañana te enterarás. —Una sonrisa asomó en sus labios—. Después de mí, claro~

    Fujiwara le echó un brazo a los hombros a la chica, quizá para mantenerla contenida o para seguir molestándola, vete a saber. Anna resopló y los tres siguieron el camino que los llevaba hasta las puertas del comedor, donde debían separarse para ir a sus respectivas suites. Ese era el plan, claro, pero algo captó su atención.

    —¿Hmm? —tanteó Kakeru, estirando el cuello por encima del mar de gente—. ¿Esos no son…?

    —¿Eh? —Pobre Anna, su estatura la dejaba absolutamente enterrada.

    —Sí, son —concedió Dante, sobre sus puntillas—. Vaya, ¿están solos?

    —Así parece~

    —¿De quiénes hablan? —insistió Hiradaira.

    Dante tenía el lugar VIP para husmear en el comedor, así que se hizo a un lado y Kakeru la arrastró hasta que pudo compartir la gracia del chisme. Anna alzó las cejas y abrió bien grande la boca.

    —¡Sí son!

    —Pero míralos, nada más. ¿De qué estarán hablando tan cerquita~?

    —Igual no sé si deberíamos estar espiándolos así… —dudó Dante, algo incómodo.

    —No es espionaje si el objetivo se revela a plena luz del día —afirmó Anna, muy segura.

    Nadie creía que esa idea tuviera alguna clase de fundamento, pero lo dejaron pasar. Kakeru suspiró, muy dramático, y se los arrastró a ambos lejos de la escena. Vaya, ¿el llamado a la moralidad de Dante había surtido efecto?

    —Esperémoslo en la suite, Miichan, así le exprimimos la información.

    Claramente no.

    Había soltado a Anna, quien ya estaba a punto de inflar las mejillas por quedar fuera del chisme. Kakeru, como si hubiera predicho que se pondría así, volteó hacia ella y apoyó la mano en su cabeza.

    —No te preocupes, An-chan, te mantengo informada de todo~

    —¡Más les vale!

    Kakeru se rió, Dante la despidió con la mano y Anna comenzó a retroceder sin darles la espalda, señalando sus propios ojos y luego a ellos repetidas veces, hasta que se cansó y sí se fue. Una vez sola, sintió algo bastante extraño en el pecho que… no le gustó del todo, no realmente. Suspiró.

    Ah, serían los nervios del Seileach Dubh, ¿no? Sí, tenía que ser eso.




    Sìoda: la dama primordial, significa ‘seda’.

    Darach: el amante humano de Sìoda, significa ‘roble’.

    Fearann Sìthe: el nombre antiguo del Reino de la Oscuridad, puede traducirse a ‘tierra de hadas’ o ‘tierra de paz’.

    Seileach Dubh: nombre que recibe la noche que celebra a Sìoda, significa ‘sauce negro’.

    Buairtach: nombre popular con el que se conoce a una entidad perteneciente al Fearann Sìthe, se cree que fue la responsable de seducir a Sìoda. La teoría más difundida es que su nombre es una contracción de buaireadh y deatach; respectivamente, ‘tempestad’ y ‘humo’.

    Bean Dorch: nombre que recibe la dama primordial por parte de los Brujos de sangre, significa ‘dama oscura’.
     
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