Era lo que se dice un dolor en el culo, cuando no buscaba joder de forma consciente entonces volcaba las frustraciones en el primer desgraciado que se me cruzara por delante lo que, a la larga, venía a ser más o menos lo mismo. Que ni se dijera de cuando me interrumpía los cinco minutos en el paraíso, ya eso era para repartir hostias, por mucho que no fuese un loco de los espacios ni nada. Digamos que era una reacción automática. En la sonrisa de Sasha encontré un remedo de consuelo o más bien su intención, porque ya había fruncido el ceño de lo lindo. Reconocí la voz de Yume no mucho después, para variar, el chico ya había demostrado ser más denso que una cucharada de mierda la vez de lo de Allen, así que no me sorprendió nada de lo que pasó después, pero ni un poco. ¿La chica? Ah, la nueva de nuestra clase. Su nombre sonaba extranjero, su forma de decirlo de hecho me recordaba a las maldiciones en italiano de Sonnen, por poco que se las escuchara, y pensé que la pobre tonta había sido traída al lugar incorrecto, con las personas incorrectas, en un momento incorrecto también. Aunque en defensa de Yume y su cerebro con complejo de agujero negro, era posible que para la extranjera esta tan bonita toparse conmigo a cualquier hora hubiese sido igual de desafortunado. A ver, las verdades había que decirlas. Igual no explicaba por qué la estaba dejando como paquete en el correo. Había medio girado el cuerpo en dirección al espectáculo, así que pude ver la interacción entre Sasha y el Míster Simpatía sin demasiado problema. Lo conocía, no me interesaba de dónde, pero lo hacía y así como los torbellinos me habían susurrado mierdas incomprensibles en el cerezo de Ueno con Kohaku, la brisa arrastró algo consigo. Información que se me escapaba, pero que estaba allí. La pregunta me sonó un poco más ácida de lo que fue en realidad, tal vez. Su respuesta fue una cagada de proporciones astronómicas, me hizo soltar una risa sardónica. Escapaba a mi comprensión lo que sea que pasara con este chico, tampoco me interesaba, pero suponía que siempre podía superar mis expectativas y es que aunque yo no tenía dos neuronas en fila, bueno, se veía que a Yume nadie le había enseñado muy bien a relacionarse con nadie. Tampoco parecía haber aprendido nada de sus juntas. Además, responderle mal a Sasha no parecía ser una buena idea ni aquí ni al otro lado del mar, simplemente la empujó y lo trató como a un crío. Le soltó el puto discurso, la sonrisa de mierda se me ensanchó y me seguí comiendo el show, porque no conocía la vergüenza. Ya de pasó se disculpó con la otra pobre que no tenía vela en el entierro, que no pareció llevarle mucho el apunte. Tampoco se le podía culpar, seguro quería que la tierra se partiera y la escupiera en Canadá. Como fuese, Sasha regresó a mi lado y esta vez fui yo el que echó la espalda hacia atrás, encontrando el suelo. Dejé el bento a un lado, la caja de jugo vacía también y giré apenas el rostro para encontrar al silueta de la pelirroja, lo que el otro par hiciera me la traía bastante floja. Tuve que hacer un esfuerzo consciente para relajar las facciones. —Bueno, al menos fue rápido y efectivo —murmuré junto a una risa floja y estiré la mano para alcanzar a darle un toquecito en la cintura, que terminó por convertirse en una caricia liviana. Lo otro ni idea de por qué lo solté—. ¿Estás bien, linda?
La verdad, Aaron y la chica no tardaron en irse por donde habían venido. En lo que se retiraban, movimiento que seguí de reojo, me pregunté si igual había hecho bien. Quería decir, con la muchacha. Quizá haberle tocado el hombro no fue la mejor idea del mundo, tenía pinta de que estaba más incómoda que la mierda y mira, normal. No sabía qué habría ocurrido si no intervenía, ¿habría sido mejor? ¿Lo habrían resuelto entre ellos? Aún así, no pude estarme quieta. Nunca podía estarme quieta cuando veía amenazados mis espacios, o a mis personas, o lo que sea que considerara parte de mis responsabilidades. Lo cierto era que, lisa y llanamente, no quise dejarlo a la suerte. Que Aaron se fuera y la chica, por alguna razón cósmica, le hubiera hecho caso. No fue hasta que Arata habló que conecté los cables; él y Aaron eran compañeros de curso, así que también debía ser con la chica. Noté que se echó en el suelo y lo miré de soslayo, deslizando la vista hasta alcanzar su rostro. Había estado frunciendo el ceño que daba gusto, se me había asemejado a uno de estos ancianos cascarrabias y sonreí, la tontería me suavizó el semblante. Él también lo intentó, supuse que podría volver a relajarse ahora que se habían ido y regresé la vista al agua. Solté el aire lentamente cuando sentí su caricia en mi cintura, fue casi automático. ¿Estás bien, linda? Era una pregunta extraña, ¿verdad? Estas cosas no me afectaban, tenía que lidiar con situaciones de similares a peores a diario. Aún así, sentí que no fue meramente de manual, que cargó una cuota de entendimiento, quizás uno inconsciente, y me forzó a repensar la situación. La reproduje en mi memoria, busqué las grietas, las señales de alarma, pero no saqué nada en concreto. ¿Estaba bien? ¿Tenía razones para no estarlo? Fue una mierda rarísima, la torre me arrojó los resultados del análisis frente a la cara y seguí con la mirada clavada en el agua, moviendo las piernas suavemente. Fui incapaz de reconocer mis propias emociones. —¿Supongo que... sí? —sopesé, la duda me dio genuina vergüenza y solté una risa floja, pasándome la mano por el rostro—. Digamos que Aaron no es precisamente mi persona favorita, pero tampoco es un problema con él. Es una historia un poco más larga. Era, después de todo, la cuota de resentimiento que albergaba en el pecho, y eso no era responsabilidad de Yume en absoluto. Suspiré, vaciarme los pulmones me quitó tensión de encima y me recosté a su lado tras echarle un vistazo, entrelazando las manos sobre mis costillas. Me distraje en las texturas del cielo. Lo siguiente que dije fue el resultado, otra vez, de un breve proceso de análisis; pero los resultados se demoraron y decidí mandarlo un poco a la mierda. Daba igual, ¿no? A Arata no iba a importarle, daba igual. —Para hacer el cuento corto, es un amigo de mi ex.
A mí me era indiferente el pollo que los otros dos vinieran arrastrando, la intervención de Sasha me hizo gracia porque me pareció bien merecida, peo de allí en más como si se querían matar entre ellos o lo que fuera, pues no era mi asunto. Además, ¿no se lo habían buscado? Buscado sonaba a manada, pero me refería a Yume, el crío era denso a cagar pero se había buscado la mierda a posta por mucho que pareciera no entenderlo, tan sencillo como eso. Pero de nuevo, no era mi asunto en tanto me liberaran el espacio. Mi esfuerzo por relajar las facciones fue consciente como pocas veces, un intento bastante torpe de regresar a la calma que habíamos conseguido antes, y ni siquiera se me ocurrió lo extrañaba que debía ser mi pregunta en sí misma, tampoco sabía por qué la había hecho. Si me tomara la molesta de sobrepensar las cosas tal vez habría retrocedido, había volcado las angustias sobre el hecho de haber preguntado, pero habían tan pocas cosas que me generaran un conflicto moral que solo lo dejé correr, esperando por una respuesta. La que fuese, así fuese de cajón. Su respuesta, sin embargo, fue una pregunta e incluso yo me di cuenta que había incomprensión, que no había encontrado una respuesta concreta en sus propias emociones. Algo había chocado con cerca, ni idea del qué, pero había pasado y allí estaba, dudando de su propia respuesta. Me admitió que Yume no era su persona favorita, lo que podía ser entendible por demás porque parecía que había que tenerle demasiada paciencia. Incluso así lo que no esperaba era la mierda que había soltado después de recostarse a mi lado. ¿Su ex? ¿Quién cojones era su ex para empezar? Vete a saber si había llegado a la escuela para entonces, para tener la información y tal, en cualquier caso escapaba a mi reducida base de datos y solo suspiré con pesadez. Estiré la mano para alcanzar las suyas, las tenía entrelazadas así que intenté deshacer eso con relativo cuidado, para hacerme con una de sus manos y ponerme a jugar con sus dedos primero, antes de atraer el dorso y dejarle un beso encima. No había mucho razonamiento en la movida como siempre, solo lo había hecho. No era que yo supiera nada de tener ex y esas estupideces. —Debe ser una cagada, sí —resolví a milímetros del dorso de su mano—. Aunque eso explica por qué parecías tan hasta los huevos de su existencia, de alguna manera. Quiero decir, supongo que tiene sentido, no estoy seguro realmente. Contenido oculto responder roles dizzy es mi pasión
No estaba muy segura de las fechas, realmente, no tenía idea cuándo había ingresado Arata a la institución ni si habría llegado a compartir aula con Daute, pero a juzgar por la brevedad de los tiempos dudaba que, de una u otra forma, hubiera llegado a memorizarlo. Por eso se lo había soltado, también, ni siquiera había necesidad de concederle un nombre, una cara que lo volviera más real en su mente. Si mis cálculos eran correctos, la información se iría por donde había venido. No preguntó nada en absoluto, lo oí suspirar y pensé que íbamos a quedarnos en silencio sin más. Noté su movimiento de reojo, sin embargo, bajé la vista ligeramente a mis manos y le permití desenredármelas, a decir verdad siquiera me lo cuestioné. Regresé los ojos al cielo, sentí cómo jugaba entre mis dedos y me agarró en curva cuando se marcó la próxima estupidez. Tuve que parpadear antes de girar el rostro en su dirección, confundida, y lo observé mientras hablaba. Esos segundos me sirvieron para procesar la situación, por extraña que aún me pareciera, y esbozar una sonrisa liviana. A ver, ¿y estos tratos? —El chico no tiene la culpa de nada, realmente, y no es por él en sí que no me apetezca tratarlo. Sólo son los recuerdos, supongo. Ni siquiera me arrepentía de la decisión que había tomado y, de hecho, había empezado a creer que estaba mejor sin él. Las cosas se habían decantado de una forma extraña, apresurada, y si así tenía que ser... pues así sería. A una parte de mí aún le dolía, otra parte de mí, de a ratos, aún lo extrañaba, pero era lo mejor. Realmente... si había sido capaz de irse y no volver a contactarme nunca, entonces estaba bien así. Esas cosas se aceptaban y punto. —Igual es una cagada, sí —le concedí, una risa floja me desinfló los pulmones—. Pero son cosas que pasan. Claro, y eso porque no me sabía ni la mitad de la verdadera historia. Tampoco pretendía hundirme en ese momento ni estropear el mood general, así que decidí tirar de otro hilo. Renové el aire y con ello mutó mi sonrisa, adquirió una suavidad casi burlona y deslicé la mano fuera de su agarre para medio incorporarme sobre mi codo, girando el torso en su dirección. Las piernas me quedaban bastante incómodas en esa posición, así que simplemente las recogí fuera del agua. —Aunque... ¿y estas atenciones tan bonitas? —lo molesté en un murmullo, jalando sin fuerza alguna de la manga de su camisa; fue más bien pellizcar el dobladillo de la tela—. No me digas que la cara de perro mojado sólo es una fachada~ Contenido oculto cheers, ma'am *sigue vibeando el saxo de into it*
Suponía que una parte de ella había soltado la información siendo plenamente consciente de que era poco probable que yo hubiese memorizado al tipo, porque de por sí se notaba que vivía en mi bola una mayoría importante del tiempo. Chacales, el imbécil de Sonnen, Riamu, Alisha y poco más, digamos que la escuela para mí era un cuadrado donde metía unas cuantas banderitas, nombres de las personas de las que conseguía algo o con las que tan siquiera me divertía, de la forma que fuese. Noté que había volteado para mirarme, pero no le presté mayor atención al asunto y me importó bastante poco qué tanto la hubiese confundido la movida. No pretendí encontrarle sentido ni mucho menos, debía insistir en que era bastante simple para todo y pues allí estábamos. Igual ella ni había pretendido rechazar mi tacto, así que daba lo mismo. ¿Lo había hecho por ella? Quién sabe. Era yo el que vivía buscando contacto incluso en sombras, ¿qué más daba? Su respuesta era comprensible por demás, al menos para mí tenía el suficiente sentido, incluso si no me detenía a pensar demasiado en nada sabía que había personas que arrastraban recuerdos consigo. Habían personas que aparecían, podían provocarnos rechazo o consuelo solo basadas en un tercero al que nos recordaban. Valía para ex, amistades y quién sabe cuántas mierdas más. No podía juzgar al otro imbécil por haberse ido sin mediar una sola palabra, porque más de una vez yo había hecho cosas parecidas, era posible que no dejara de hacerlas de hecho, pero entendía que era una patada en los huevos. Quería decir, para chicas como Sasha suponía, no la había incapaz de hacer el imbécil de tanto en tanto, pero la cuestión estaba en que claramente no había pretendido que fuese cosa de hoy te vi y mañana no me acuerdo. Eso siempre salía mal. —Supongo que sí, no tenemos control sobre nada al final del día —comenté con cierto aire distraído y sin darme cuenta fruncí un poco al ceño cuando se deslizó de mi agarre. La miré mientras se acomodaba y apenas darme cuenta que iba a soltar alguna estupidez me descomprimí el pecho de una risa floja, me sirvió también para relajar las facciones de nuevas cuentas. Me hizo gracia que me tirara de la camisa o algo así, un poco me recordó a una mocosa. De cualquier forma, medio me encogí de hombros y repasé sus facciones. —Ah, no la cara de perro mojado la tengo así desde hace mucho y no es adorno —resolví luego de permitirme otra risa—. Supongo que no puedo dejar las manos quietas, es defecto de nacimiento~ Qué sé yo, contacto y eso. No lo pienso mucho a decir verdad, pero si tanto te sorprende puedo regresar las manos a dónde estaban. No me lo creía ni yo, obvio. Contenido oculto i'M GETTING WAY TOO DEEP, I'M FUCKING INTO IT-
No dije nada, también sabía a respuesta de manual y de ahí que no le diera mucha importancia, al menos en apariencia, pero la cuestión fue que provenía de Arata; y como provenía de él, la idea sonaba más fidedigna. Pretender control sobre el mundo era un delirio de fiebre, y había una parte de mí que lo sabía y otra que se empeñaba en, aún así, intentarlo. Nada extraño, lo hacía en todos los jodidos ámbitos de la vida y si desistía, si bajaba los brazos, sería porque el asunto había sido trasladado a un archivo diferente. Y esa era la forma bonita de llamarle al cesto de basura, claro. Me quedaba quieta cuando no me interesaba. Aunque eso tampoco era del todo cierto, ¿verdad? En definitiva era cierto, ni los cables ni las piedras nos alcanzarían nunca para controlar todo lo que ocurriera a nuestro alrededor. Al minuto que atabas una cosa, se te aflojaba otra y así. La única solución parecía ser relajar el culo y dejarlo fluir, y me gustaba creer que había empezado a aprender cómo hacerlo. Quería decir, ni siquiera me acercaba al señor I don't give a fuck de aquí al lado, pero baby steps, ¿no? Noté que repasaba mis facciones, o al menos que sus ojos se iban brevemente de los míos, y digamos que me revolqué en la mierda porque también podía ser esa estúpida bastante simple. Que no, la cara de perro no era fachada, y mantuve la sonrisa en lo que terminaba de hablar. —¿Y ahora también vamos a fingir que eres considerado? —murmuré, sonó terriblemente tranquilo y volví a reírme, estirando el brazo para tocar apenas la punta de su nariz. La tontería me ensanchó la sonrisa—. No way in hell, baby. Se notaba que no era una persona que se hiciera grandes dramas con todo el rollo del espacio personal, y pensé que quizá podría aprovecharme del bug para, al menos, hacer lo que me diera la gana. No era ninguna cosa extraña o compleja, apenas se despegaba de hacer el tonto sin más. De adjudicarlo a algo, tendría que ser al hecho de que estaba muy relajada. Mi dedo se despegó de su nariz y repasé sus facciones, como si buscara con qué más molestarlo. Dejé ir algo de peso extra sobre mi otro brazo, también, acabé anclando mi nuca en mi mano, el cabello se derramó hacia el suelo y le piqué la mejilla, deslicé el dedo hasta su mandíbula y lo separé antes de alcanzar su cuello. —I kinda get it, tho —acordé, fue casi un susurro y me seguí distrayendo, trazando la costura sobre su hombro—. Supongo que no soy tan pesada como tú, aunque ahora parezca lo contrario, pero también busco contacto. Me gusta mucho... no lo sé, con los niños y eso. Abrazarlos, llevarlos de la mano, alzarlos del suelo y zarandearlos. Solté una risa liviana y me desinflé los pulmones por la nariz, alzando la mano para, ahora, acariciar su cabello sin más. —Y sí, hay algo especial ahí. Algo... que reconforta, supongo. Me conecta, también. A través de los muros de piedra. Contenido oculto responder roles dizzy es mi pasión x666
Suponía que saber que tener control sobre el mundo no cambiaba nada, que muchos lo deseaban de todas formas y conocía a más de uno. A algunos los movía la soberbia pura, los aires de grandeza, a otros el miedo absoluto y quién sabe si a otros los moverían ambos. Eran esfuerzos un poco al aire, pero de alguna manera lograban, por lo menos, administrar los elementos que poseían y reducir el margen de error. Nos criaba a los demás como arañas también si no producíamos los hilos podíamos sentirlos. Como corrientes de aire, advertían anomalías, peligros y quién sabe qué más mierdas. A pesar de todo era consciente de la tranquilidad que estaba atada al hecho de desentenderse de una mayoría importante de cosas, por egoísta que fuese la idea en realidad lo cierto es que todo era más sencillo así. Fluir sin más en un mundo donde de por sí nunca había sido bien recibido aliviaba muchas cargas, las suficientes para seguir funcionando sin importar qué sucediera, cuándo ni donde. ¿Mecanismo de defensa? Qué importaba. Había elegido el papel del bufón en las vidas de todos, la propia incluida. Su pregunta me sacó una risa, solté el aire por la nariz y volví a medio encogerme de hombros. La dejé hacer lo que le diese la gana, nada nuevo, el toque en la nariz y todo el tema. Me quedé quieto, cerré los ojos unos segundos incluso y cuando los abrí la vi repasar mis facciones, seguro buscando con qué más molestarme y la dejé elegir a su antojo en resumidas cuentas. Si acaso me distrajo del numerito el movimiento de su cabello y poco más. —No creo que se me dé el teatro como para fingir tantas cosas a la vez, ¿sabes? —dije con algo de diversión impresa en el tono. La explicación alcanzó algo, ni idea del qué, fue como si por un segundo cable hubiese hecho contacto con el enchufe antes de volver a caerse al suelo y me pregunté si a la larga en eso se resumía todo. En el confort que encontraba uno en el tacto, de la clase que fuese, en la mera cercanía de un cuerpo que no fuese propio para recordarnos los límites desdibujados de nosotros mismos. Conexión a través de los muros de la torre. Estabilidad para los montones de aire. —Rojita —La llamé con la vista puesta perdida en algún punto del cielo donde el sol no me dejara ciego, aunque al final giré el rostro en su dirección otra vez. Ni idea de dónde coño salió la pregunta otra vez—. ¿Te sientes desconectada? Contenido oculto CHEERS, SUNSHINE post de medianoche eN EL QUE NO SÉ QUÉ PASA porque seguro mañana no puedo contestar pero no puedo dejar la date quieta, clearly
Pretender un control sobre el mundo que nos rodeaba podía ser un latido que repercutiera sobre diferentes emociones, ideas y proyectos de base. Aunque, siendo francos, era muy probable que simplemente se resumiera al primer espectro. Miedo, ira, dolor, verguenza. ¿Felicidad? Era difícil imaginarlo. Incluso si se pretendía protegerla, si ese era todo el propósito de los cables, en éstos vibraba y circulaba un miedo crudo, lacerante. De no temer, comprenderíamos que la alegría existía por sí sola y que poner otras emociones a su servicio era, cuanto menos, ridículo. Pero vaya, también existía el equilibrio. Ni apretar hasta reventar ni liberar hasta desdidbujar. ¿Cómo se mantenía una torre en pie? Con equilibrio. Aún así, y debía insistir, jamás me interesaría lo suficiente juzgar a este chico ni a nadie como para gastar neuronas en eso. Quizás opinara sin saber, quizá tuviera actitudes y tomara decisiones que sí consideraría incorrectas, pero ¿qué más daba? Era su puta vida y, por muy extraño que llegara a parecer, no era de andar imponiendo mis términos de moralidad sobre otros. Sólo me interesaba cuando la onda de impacto me alcanzaba. Y se metían conmigo. Lo había predicho, que me dejaría hacer lo que me diera la gana, pero digamos que aún así no perdió el encanto. Lo vi cerrar los ojos y todo, cuando volvió a mirarme la sonrisa se me ensanchó brevemente pues justo me había pillado rastreando con qué otra cosa molestarlo. —Es verdad, no pareces tan inteligente —bromeé casi en un susurro, realmente sin preocuparme en absoluto de que la mierda fuera a ofenderlo. Era lo que tenía, ¿no? Ser a prueba de balas. Aunque no estaba segura de que fuera justo para él verlo así. Murmuré un leve "¿hmm?" en cuanto lo oí llamarme, había perdido la vista en el cielo y mis dedos en su cabello, ante la pregunta, se detuvieron. Ni siquiera me molesté en disimularlo. Me reseteé de a poco, suspiré y alcé la mano hasta regresarla a su hombro. Distraje mis ojos aquí y allá; su perfil, la nuez de Adán, el vaivén suave de su pecho al respirar. La pregunta, pese a las diferencias, me resultaba prácticamente un calco de aquella que le había soltado a Maze en la mascarada. Do you feel lonely, honey? Con la respuesta ocurrió lo mismo. —Sí. —Ni siquiera me molestó ya asumirlo, solté el aire de golpe y rocé la piel de su brazo en un camino descendente. ¿Estaban ahí? ¿Los puntos de enlace?—. Soy bastante consciente de todo, de lo que pasó y lo que hice para sobrellevarlo. Quizá no supe medir las consecuencias en su momento, pero ahora que ya estamos aquí... Tampoco lo habría hecho diferente, la verdad. Así que es... ¿inevitable? Llegué a su mano, navegué su piel sin un sentido concreto y tracé el largo de sus dedos en caricias leves. —Igual supongo que no es tan malo, sólo... sólo me cuesta encontrar puntos de conexión. Me cuesta darle a los demás algo que se puedan quedar. De hecho, creo que no lo hago en absoluto. Esbocé una sonrisa entre amarga y avergonzada, volví a vaciarme los pulmones y apoyé la mano en su pecho. Me aferré ligeramente a la tela luego, la arrugué un poco y me arrimé a su cuerpo. Suavicé el semblante, ya de paso, y estiré el cuello para darle un toquecito a su nariz con la mía. —Pero no tiene sentido ponernos así de gloomy, ¿verdad? Con el día tan lindo que hace y el super almuerzo que preparé~ ¿Sin ganas de seguir removiendo la mierda? Bastante, sí. Contenido oculto esta date es casi una tesis universitaria and honestly i stan
Quizás la pregunta fue un reflejo o una manera de afirmar algo que daba por sentado, que no solo los estúpidos que conocía y yo mismo estábamos desconectados del mundo, a la fuerza y a voluntad. En realidad no tenía idea, independientemente de la función que cumpliera el caso era que ya la había hecho y no importaba mucho más, como siempre. Haberla hecho tampoco me creaba especial conflicto moral, no porque fuese una pregunta vacía o la respuesta que fuese a darme resultara indiferente, era solo mi naturaleza. Estaba desensibilizado si lo veía de cierta forma. Porque ya había pasado por dónde asustaban más de una vez. Así como Sasha no iría a forzar su visión de mundo sobre nadie, la verdad era que yo tampoco pretendía hacer eso, en gran parte porque no me interesaba y de hacerlo implicaba demasiado trabajo que no significaba nada al final del día, no cuando carecía de anhelos de poder y esas mierdas que movían el mundo. Era un amuleto en manos de reyes, poco más, no aspiraba a otra función que la que sabía que poseía y que me brindaba cierta ilusión de libertad. Su broma me hizo soltar el aire por la nariz, resignado, y aunque era estúpido no significó que pasara por alto que al soltarle la pregunta sus dedos se detuvieron. No implicó nada desde mi percepción, quería decir, de arrepentirme o retroceder sobre lo que ya había hecho. Sentí sus ojos encima, ni idea si fue por distraerse con algo, y me quedé esperando. No me corría ningún diablo en ese momento. Además de los que me habían perseguido por diecinueve años. La respuesta llegó, también el descenso de su tacto y cuando alcanzó mi mano aflojé algo de tensión inconsciente del cuerpo mientras la seguía escuchando. Habló de la consciencia de lo que había pasado, de la contra-movida y su inevitabilidad. Digamos que resumió el asunto en sus partes esenciales, como un pequeño dibujo, y me lo dejó frente a la cara. ¿Algo que los demás se pudiesen quedar? ¿Era lo bastante tonta para no verlo? Me desinflé los pulmones sin prisa, su mano encontró mi pecho y su cercanía siguió resultándome la mierda más normal del mundo, como la cercanía en general realmente. El toque con la nariz me hizo entrecerrar los ojos y me permití una risa incluso más baja que cualquiera anterior, lo mismo con su comentario. Entendía que no quería revolver la mierda, tampoco pretendía escarbar con cuchara ni nada. —Algo desconsiderado de mi parte, tienes razón —dije en un murmuro, tragándome un poco la gracia—. ¿Me perdonas~? Vete a saber si se alegraría de haber desviado los tiros, estaba por averiguarlo de cualquier forma, porque estiré la mano para anclarla en su nuca y el resto de la movida se hizo más o menos sola. Me las arreglé para ajustar la posición y como de por sí no quedaba mucha distancia que matar, encontré sus labios por fin. El beso no cargó la maña que le imprimía con otras personas, no estaba tan puto salido, y aunque desde el inicio había pretendido acentuar el contacto lo cierto es que mantuve el agarre de la mano bastante flojo, por si me quería mandar a la mierda. ¿Me había tardado por la pura gracia? Qué más daba. Contenido oculto uPS es lo que tiene postear absolutely sleep deprived *c va seguir con el rant antes de morirse*
Contenido oculto: ups aaaaah los baiteé JA sólo era para decir que this is the perfect INTO IT MOMENT Si lo pensaba con detenimiento, no me había molestado en regresarle la pregunta. Tampoco era necesario, ¿verdad? La cuestión se reflejaba con una facilidad absurda, y si de por sí se le había ocurrido soltármela asumí que, sencillamente, era un trozo de él que había puesto sobre la mesa sin complicaciones. Lo tenía escrito en toda la cara, el cuerpo entero: no se complicaba y ya. No sabía decir si era una filosofía de vida sabia o conveniente, si de haber tenido opciones se habría convertido en otra persona o desconectarse del mundo era literalmente lo único que le permitía sobrevivir. Puesto así, sonaba bastante doloroso. No era la persona tipo que te encontrarías en esta Academia, eso seguro, y si conseguía no sentirse como pez fuera del agua sería gracias a todo lo anterior. Digamos que yo lo disimulaba mejor pero tampoco me había creído nunca parte de la institución, de los niños pijos y sus autos caros. La beca hablaba por sí sola, y desde ya la había conseguido gracias a que Eloise trabajaba aquí. Mis notas tampoco habían sido siempre tan maravillosas, en Sydney no había destacado nunca de la media. Sólo me rompía el culo para aferrarme al privilegio que había adquirido. La verdad, me rompía el culo para aferrarme a muchas cosas. La casa era una de ellas. Mi broma no lo hizo reaccionar, justo como había predicho, y me dejó soltarle el mini discurso de gratis. Otra vez, no había esperado ningún tipo de respuesta o compasión, ni siquiera simpatía; además la sentía, ¿no? Aunque no abriera la boca, quería decir, era un mensaje que me transmitía por otra vía. No estaba segura cuál, pero lo hacía. Y sentía que entendía. Además me encargué yo solita de forzar el cauce en otra dirección, la tontería de tocarle la nariz le hizo entrecerrar los ojos y pensé que igual estaba un poco pesada, pero irónicamente podía llegar a ser así cuando sentía la confianza de hacerlo. Sólo necesitaba eso, la tranquilidad de saber que la fortaleza no se me iría a la mierda; que no había amenazas latentes, en pocas palabras. Y siempre me salía mejor dejando el corazón en la puerta de entrada. Su risa fue baja, medio la imité y asentí con la cabeza a lo de que era un desconsiderado. Estuve por hacerme la difícil, dudar sobre si perdonarlo o no, pero noté el movimiento de su brazo por el rabillo del ojo y me quedé quieta, fui estúpidamente consciente de mi mano sobre su pecho. La suya en mi nuca. ¿Lo predije? Not really. Y eso, en líneas generales, siempre me estropeaba los circuitos así fuera un segundo. Bajé la vista a sus labios hasta que se convirtió en una imagen borrosa, cerré los ojos por inercia y exhalé por la nariz, inclinándome un poco más sobre él para que pudiera regresar la cabeza al suelo. Para cuando mis sistemas se reiniciaron, mi mano ya estaba subiendo, rozó su cuello, y se deslizó hasta acunar su mejilla. Prácticamente al mismo tiempo me presioné contra su boca, afianzando el contacto. Fue una epifanía, si se quiere, pero me di cuenta que la mierda no era como la había temido. No tuve que tildar nada de mi checklist, no encontré ninguna clase de satisfacción surgida del puro ego. No había cumplido un objetivo ni descartado un juguete. Mi pulgar se abrió hasta encontrar su barbilla, el resto de mis dedos se hundieron en su cabello, tras su oreja, y presioné las yemas con una cuota añadida de insistencia. Pude entenderlo mejor, lo que era hacer algo por el puro placer de hacerlo. Y la mierda, honestamente, me sosegó el corazón. Contenido oculto debería haberlo cerrado yes pERO NO TUVE EL CORAZÓN anyways fue gracioso, leí esto a media mañana tope dormida y escupí el tecito, después cuando me desperté for real me acordé de esto y no supe si era real o lo había soñado JASJASJ anécdota off
Ni siquiera me había detenido a pensar que ella no me había regresado la pregunta, pero tenía razón en una cosa y era que no había hecho falta, era una mierda que se me notaba en la forma de hablar, las relaciones que establecía y seguro hasta en la última hebra de cabello. Como el mundo cancelaba a mi familia, como me había cancelado a mí, yo lo había cancelado de vuelta y punto. ¿Sabio? ¿Prudente? Lo ponía en duda, pero sí era fácil, de hecho reducía las angustias a las esenciales y más básicas. Quizás así vivían los animales, ni puta idea. Si estaba metido aquí había sido por el pánico que había activado la cascada de sangre en la visión de Sonnen, ni más ni menos, así la Hiena hubiese aparecido entrada por salida había presionado tanto botones que al hijo de puta casi le provoca una apoplejía. El resto de piezas habían caído detrás, Dunn y yo incluidos, y ahora este era el escenario. Un chivo expiatorio en una academia de jodidos estirados. Si Sasha no conectaba al menos se camuflaba, no quería decir con la academia de niños pijos, me refería a que se camuflaba en el mundo en sí mismo. Su forma de ser, sus rasgos y todo se lo permitía, no que significara ningún consuelo, pero al menos podía moverse bajo el ojo de los demás de forma más o menos discreta y normal. Incluso si un buen día se despertaba con la pinza ida y se robaba unos móviles. Ni siquiera yo entendía por cuál vía le estaba trasmitiendo la compresión o lo que fuese que sentía, sabía que la estaba alcanzando, pero no supe definir por dónde. Imaginé que al final del día sería otra cuestión de que algo de brisa se hubiese colado en su torre, poco más, porque no le estaba poniendo esfuerzo consciente ni nada. Igual y tenía que ver con que me había acompañado la mañana que había llegado con la cara desgraciada. De cualquier forma, ya había girado la palanca de la conversación y no había mucho que señalar. Si me predijo o no era indiferente, de hecho tampoco me revolqué tanto como habría podido en la gracia de que hubiese bajado la vista a mis labios, y simplemente relajé la cabeza en el suelo apenas su movimiento me lo permitió. Fue solo hasta que se presionó contra mi boca que afiancé el agarre de mi mano en su nuca, siendo que ya estaba claro que no iba a retroceder, y su cabello me hizo cosquillas en los dedos. Su mano había rozado mi cuello, alcanzado mi mejilla y siguió haciéndose camino, de forma que me empujé un poco en su dirección, profundizando algo más el contacto. Me permití una sonrisa floja contra sus labios, cosa de nada. Apenas un chispazo de la electricidad que se acumulaba arriba, en mis eternas nubes. Contenido oculto im vibing into it sO HARD RN OH GOD *c muere* me encanta que la wea parecía tanto sueño de fiebre que se confundió con un sueño for real JAHASJDHE been there tho huh weno no podía cerrar el día sin responder una vez más, tAMPOCO LA PUDE CERRAR pero es que no me dio el corason para ello im sorry im weak pero ya con esto obvi doy por terminada la interacción <3 la disfruté un montón ;; gracias por traerte al pendejo crying all over my golden girl and the thunderstorm-
No presté demasiada atención a sus reacciones a decir verdad, pero cabía resaltar que si acababa por meterse algún día a la sala de arte era muy posible que tuviese que lidiar con Akaisa directamente y viendo el carácter de esta mocosa eso iba a ser para mearse de risa. Katrina no era de tocarle tanto los huevos a la gente de gratis, pero su paciencia era inexistente y así de enana como la veías, cualquier día se levantaba habiendo besado al diablo. Al llegar abajo me distraje al verla acomodarse el cabello en lo que yo hacía toda la movida de la soda y tal. La siguiente gracia vino después, cuando me soltó tan pancha que la llamara por su nombre y pensé que la jodida iba a pasar más de un mal trago en Japón entonces, donde todos éramos apellidos y más de uno iba a seguir usándolo por mucho que le pidiera que no lo hiciera. Igual no había pillado nada del griego, pero la historia se contaba sola. —No hablo griego, Adara —le dije despegando el cuerpo de la máquina—, pero supongo que será algo de sentido común~ No que usara eso con frecuencia. Había dicho que le llamaba la atención la piscina y pues con eso me valía. Por mucho que fuese una insoportable, por ahora solo andaba tanteando el terreno o los límites de esta chica. Me faltaba encontrar algo de lo que tirar todavía, pero no dudaba de mi capacidad para encontrarlo cualquier otro día sin problema. Mi trabajo era uno de perseverancia, sin dudas. La guié a la piscina entonces, ni siquiera le había preguntado si quería tomar algo pero di por asumido que no, y en poco tiempo estuvimos allí. Con el calor que hacía los últimos días, la verdad es que solo ver el agua cristalina te metía la idea de darte un chapuzón con todo y uniforme. O empujar a alguien directamente, claro. —Bien, pues aquí está~ —comenté mientras me acercaba al borde para comenzar a caminar alrededor—. Supongo que es una de las joyas reales de la escuela, más allá del montón de actividades extracurriculares que saca hasta de debajo de las piedras. A veces la gente viene a almorzar aquí y tal, no suele haber muchas personas.
Repase brevemente a Eris, para desviar mi mirada a otro lugar que estuviera muchísimo mas entretenido, me aburría mirar a las personas tanto tiempo y lo que mas detestaba era pasar un tiempo largo con alguien que no fuera Fiorella. Ya era raro que estuviera tan calmada y no decidiera mandar todo al demonio ahora mismo después de todo estaba haciendo un mínimo esfuerzo para comportarme ¿no? y si no lo estaba haciendo, pues me importaba muy poco. Pase una mano por mi cabello recogido para echarle una ultima mirada a la sala de arte, entraría cuando no hubiera nadie a mi lado jodiendome la existencia y la poca paciencia que ahora me cargara no estuviera apunto de explotar. Sonreí de lado ladeando la cabeza por su respuesta, ¿pero si mi sonrisa había sido sincera? pues no mas bien era sarcástica. Me importa un bledo que no hables griego Eris. Mire que se alejo de la maquina para guiarme creo hacia la piscina, después de todo había dicho que ese lugar era el único que me interesaba por ahora después miraría a donde quería ir, y claro todo estaba en si esta chica quería seguir soportándome. Cuando llegamos a la piscina mire todo de reojo, no estaba impresionada ni nada por el estilo, pero el color del agua llamo mi atención era demasiado cristalina, y hermosa. La mire por inercia cuando se acerco por el borde la piscina, en cambio yo por mi parte me mantuve a mi mismo lugar solo aparte mis ojos por un buen rato de ella y mire el agua cristalina. Asentí ante su información para dejarme llevar por el descarado impulso segundos después de ha cercarme a la piscina y arrodillarme un poco para tocarla, estaba un poco fría pero fresca y tampoco tenia bastante calor pero daban ganas de meterse. Alce mi mirada hacia su dirección después de entretenerme con el agua, hasta estaba olvidando que ella estaba aquí, ¿talvez estaba aburrida? o ¿cansada? o que se yo, ¿ya no quería soportarme mas? alce mis hombros sin contestar mis propias preguntas. ─¿Aburrida?, si es así podemos terminar este tour ahora mismo, tan solo que haiga otro lugar con urgencia que debería conocer, no se dime tu ─. Indague al pararme y mirar a su dirección. Contenido oculto Esta niña al tiempo me volverá loca, uwu.
Ya habría que hacerle una entrevista a profundidad a esta chica para explicar el mal genio que parecía poder contener a duras penas, porque puesto sobre la mesa y tomándola de ejemplo no solo a ella, si no a otro montón de desgraciados, vivir así debía ser una mierda en resumidas cuentas. No me refería a que esperara que todos anduvieran saltando entre un campo de flores imaginario, pero ciertas personalidades en esta puta escuela de niños pijos eran directamente patológicas, porque no funcionaban en su entorno y si lo hacían era a duras penas. De nuevo, que lo dijera yo de todos los hijos de puta posible decía mucho de la situación en sí misma. Su sonrisa decía de forma bastante transparente que se la traía floja que yo o cualquier otro hablara su lengua materna o no, lo que era gracioso en sí mismo también. Para colmarme la paciencia tenía que seguir intentando, porque realmente lo único que podría alcanzar en algún punto era aburrimiento y si me aburría dejaba de fastidiar, tan sencillo como eso. El tema estaba, claro, en que la jodida estaba por ahora en un punto muerto. Digamos que sus ocurrencias de gato huraño me entretenían lo suficiente. Apenas alcanzaba el mínimo, claro. No le presté mayor atención a sus movimientos, a decir verdad, así que cuando la escuché hablar seguí a mi bola unos cuantos segundos. Me quité los zapatos, también los calcetines y me senté al borde de la piscina para meter las piernas en el agua, revolviéndola apenas. Estaba bastante fresca. —¿Yo? A mí me da igual —respondí por fin y me desinflé el pecho con una risa floja antes de mirarla de costado—. El provecho que puedas sacarle a las paredes de esta escuela ya depende de ti. Si quieres irte hazlo, porque de por sí tienes pinta de haber querido hacerlo desde el inicio, ¿o no, Ada~?
Repase sus movimientos sin gran interés para ser sincera, me importaba muy poco lo que esta chica hiciera o dejara de hacer y así mismo era con los demás yo era yo, y no necesitaba fijarme en nadie mas que no fuera en mi, aparte en las gente que conocía y llegue a estimar mucho como en mi abuela y Fiorella, a veces hasta nos encontrábamos con personas que no les interesaba en lo mínimo el bienestar de los demás, tenia un gran ejemplo y ese era mi queridísima y famosa madre que nunca conocí y tampoco planeaba hacerlo. Arquee una ceja ante el jodido diminutivo de mi nombre, reí negando unas cuantas veces antes sus palabras creo que había acertado, realmente hace mucho que quería dejar este grandioso tour. Me arrodille para quedar justamente a lado de su oído. ─ Si y ¿sabes? tienes razón, gracias por la gran idea me quitaste un gran peso de encima, hace mucho que quería irme ─Susurre.─ Y otra cosa mi nombre es Adara, no Ada no te eh dado el jodido derecho para llamarme así ─Murmure al pararme y alejarme un poco de ella. Theós esta chica hacia que mis emociones se desequilibraran en segundos, y después de todo creo el significado de su nombre le caí de maravilla. Contenido oculto Bueno esto se puso de color de la hormiga, pero bien roja uwu. Puedes terminar todo <3, creo que no tendré tiempo estos dos días de receso que quedan, a postear algo mas.
Su cercanía para soltarme la mierda había sido innecesaria, pero era de hecho ese detalle lo que lo había convertido en la puta cereza del pastel, su reprimenda me arrancó una risa que me surgió del centro del pecho y acabó por convertirse en una carcajada apenas se alejó de mí. No había una sola célula del cuerpo que se me molestara en disimular la diversión que encontraba en estas cosas. ¿Y qué pensaba? ¿Qué por decírmelo iba a implicar algo? Reí hasta quedarme satisfecha en resumidas cuentas y acabé por echar la espalda hacia atrás, recostándome en el suelo todavía con las piernas metidas en el agua. El sonido de la campana no tardó en hacerse oír a través del aire y me quedé allí, sin demasiado interés en levantarme para acudir a clases. El día no pintaba ser mucho más interesante que eso, una griega mecha corta que parecía querer meterle un mordisco al mundo y escupirlo. Con estos resultados estaba comenzado a pensar que Patterson debía simplemente ver a sus alumnos como un montón de conejillos de indias y, la verdad, si seguía alcanzándomelos para que murieran en el laboratorio era problema suyo. Contenido oculto relleno puro y duro porque Eris me habló (??
Era un poco gracioso que Sasha hubiese huido de esa manera del club en cuanto me aparecí en el mismo, porque la verdad es que molestarla de alguna manera había sido la última de mis intenciones con aquella visita, pero tampoco negaría que tener esa clase de poder sobre ella era un tanto satisfactorio; casi intoxicante, si la sensación acababa alargándose más de la cuenta. Sea como fuere, no mucho después de que los muchachos me contasen un poco sobre su proyecto sonó la campana, y los tres salimos del club para dirigirnos a nuestras respectivas aulas. Las clases de la tarde pasaron sin pena ni gloria y, tal y como había prometido, el recorrido hacia casa lo hice junto a Joey. El chico me explicó por encima las ideas que tenía en mente para un plan de lo más interesante y yo no pude evitar reaccionar con más interés a medida que hablaba, sabiendo que todo aquello iba a ser muy divertido. Solo para nosotros, claro. El tiempo se despertó un poco moody a la mañana siguiente, al parecer, pero no fue nada demasiado grave y aquella lluvia ligera era hasta de agradecer después del calor que estaba empezando a hacer. Las gotas no me impidieron seguir llevando el uniforme como siempre lo llevaba, así como tampoco consiguieron meterme en el edificio tras ver la amalgama de alumnos que había reunidos en la entrada. Ni idea de por qué me dio la sensación de que había demasiado alumnos cuando seguían asistiendo los mismos, uno más o uno menos, but bite me if I cared about it; solo lo sentí y ya. Acabé en la piscina, de nuevo sin ningún motivo aparente, y cómo siempre hacía lo que me daba la gana sin importar el lugar ni el momento, no tuve mayor problema en quitarme las zapatillas y sentarme en el borde de la misma, metiendo las piernas en el agua en el proceso. Podía haberme encendido un cigarro, quizás, pero en ese instante no me apeteció demasiado, y en su lugar eché la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y permitiéndome sentir las gotas intermitentes sobre mi piel. Not a bad day to be outside~ Contenido oculto entiendo que probablemente nadie pase por aquí pero bueno, tenía demasiada gente en los casilleros y me apetecía que se viniese aquí so eso, está disponible para quien la quiera (?)
Le dejé un mensaje a Kasun, ya que en el receso estaría fuera del instituto por un permiso que había solicitado mi madre a rectoría, así que a la final tendría que desatraserme con él en algún momento, aunque esperaba y me diese el tiempo para al menos intercambiar ideas de lo que me surgió luego de dejar la sala de arte. No sabría si la señorita nos seguiría dando algún apoyo, por lo que actualmente asumía y seguíamos en el barco solos con Mason, y ni modo. Caminé por la entrada con mi hermana, la cual me estaba comentando lo animada que se encontraba por tener un grupo de trabajo, y más que todo por el que se hubiesen tomado el tiempo de buscarla. Le acaricié la cabeza con mimo en lo que se sumergía a los casilleros, denotando por el rabillo del ojo el cabello color sol perderse hacia el área de la piscina. Miré entonces la hora en el móvil, aún con los audifonos colgando por mis hombros. Y bueno, a la final lo que para los demás era un día nublado y aburrido, personalmente lo consideraba cómodo, fresco, recordando el pedido de mi hermana la mañana pasada, y bueno, sino era ahora no sería otro día, por lo que cambié de rumbo en lo que realizaba una llamada, con la mochila aún colgando en mi hombro izquierdo. —Un contrato estaría bien, así sea medio tiempo mientras cubra las prestaciones sociales —mantuve el paso ligero, asintiendo con una monosílaba, a un par de cosas que me mencionaban al otro lado de la línea, quedándome quieto por un rato hasta que finalizamos la conversación. Ya cuando retomé el paso y centré la mirada al frente Alisha estaba dándome la espalda, con los pies en la piscina y la cabeza echada hacia atrás. Hace rato que no cruzaba palabra con ella; y a la final terminé acercándome e inclinándome para alcanzar su costado de su cabeza. —¿Pensando en el proyecto, Welsh? Me enderecé luego sin complicaciones, con la mirada tras los lentes sobre el agua, sintiendo al igual que ella la pequeña brisa sobre el uniforme.
Era bastante probable que uno de los motivos por los que había elegido pasar la mañana en la piscina fuese el hecho de que, con casi completa seguridad, nadie más decidiría hacer lo mismo y estar por ahí. Por eso mismo, desconecté prácticamente de todo lo que me rodeaba a excepción de la lluvia y el agua de la piscina, lo que hizo que no notase la presencia de Suiren hasta que escuché su voz, lo suficientemente cerca de mí como para que fuese misión imposible ignorarlo. Supe que existía la posibilidad de que alguien me viese y quisiese aprovechar la soledad del lugar para acercarse a mí, pero asumí que algo así pasaría con el buen número de personas que solo querrían una cosa que me implicase a mí y una espacio sin nadie más, y dadas las circunstancias, dudaba enormemente que esa cosa en cuestión fuese lo que este muchacho buscaba al aparecerse por ahí. Así pues, acabé relajando el cuerpo a consciencia y solté una carcajada ligera al escuchar su pregunta, abriendo finalmente los ojos para repasarlo con la vista desde abajo. —Not a chance~ —contesté, negando con la cabeza en el proceso, y volví la vista al frente al mismo tiempo que movía las piernas dentro del agua—. ¿Y tú? ¿Estás aquí para inspirarte o acaso me echabas de menos~?
No me generaba sorpresa su respuesta, pero como siempre, nada se perdía preguntando, por lo que ya la idea de ayer además de la conversación escuchada en mi clase de que el grupo de Welsh terminarían siendo solo las dos de mi clase y Violet era una realidad. Aún así no me apetecía contárselo a mi hermana, un poco porque luego creería que ella o el grupo no le agradaba a la cuarta. Su risa me relajó los hombros. —Un poco las dos —murmuré sin tono particular, enterrando las manos en las bolsas del pantalón—. ¿Y tú, señorita? ¿Disfrutando de la temperatura del agua? Giré el mentón ligeramente en su dirección, mirándola desde arriba.