Imperio de Elérea Elérea, capital del Imperio

KEIN
El chico no reaccionó como esperaba, sinó que empezó a gemir asustado y pese a que me preguntó si necesitaba ayuda parecía que lo decía más por miedo que por honestidad, suspiré relajando mis facciones para parecer más amable y calmar al asustadizo chico. Mantuve las distancias y no busqué sonar agresivo en ningún momento, al fin y al cabo solo quería información y no dinero ni tampoco quería hacerle daño en absoluto, así que esperé a que acabara de hablar, simplemente el chico parecía educado pero no era el que bucaba en lo absoluto así que me arrodillé y le sonreí educadamente.

— Disculpa, me equivoqué y tranquilo no busco hacerte nada, solo busco información—. Dije con amabilidad para empezar a retirarme mirando a Orion— No es aquí, o al menos no parece que este sea el lugar, pero en fin...

Conversar con:
>> Niña tranquila

 

... ¿tal vez esa niña...?

No, no. No era una niña. Era un niño. No era ella, sin duda.

Tendría que buscar mejor.

Contenido oculto

Lee bien Fer, mira lo que te he puesto, que anda que no te he dejado claro que era un niño:

"El enfoque estaba bien, sí... sería alguien del barrio bajo, o al menos alguien muy pobre. Y era un niño con ese perfil, pero... a este se le veía educado, pero no necesariamente era el chico tranquilo que buscaba. El chico en cuestión era más tímido, este, pese a los nervios, tenía una buena capacidad de dialogar, sí. Tenía que buscar a un niño tranquilo y responsable en el barrio bajo. Si no estaba por ahí... estaría en otra zona".

Conversar: Barrio bajo (zona oeste)
>> Hombre cansado
>> Hombre extranjero
>> Hombre avaro
>> Hombre lascivo
>> Mujer joven
>> Mujer emprendedora
>> Mujer entristecida
>> Mujer extraña
>> Niño malcriado
>> Niña traviesa

Desplazarse a:
>> Ir a buscar en el barrio bajo (zona este)
>> Ir a buscar en la zona residencial (zona este)
>> Ir a buscar en la zona residencial (zona oeste)
>> Ir a buscar en los alrededores del Palacio (zona oeste)
>> Ir a buscar en los alrededores del Palacio (zona este)

 

KEIN
Niña no era... ugh ¡Esto es difícil! pero parece ser que aquí no iba a estar mi chico, ugh... era hora de cambiar de área ¿Por qué mi habilidad esa rara no me permite ver donde está el chico? Ugh, vaya habilidad de mierda, de nada me sirve escuchar a alguien si no sé donde está, así que opté por salir de ahí dándole vueltas a la cabeza ¿Estaría lejos o cerca? Un niño educado y algo tímido. Agh, me iré al barrio más cercano a ver si puedo encontrar al dichoso crío.


Desplazarse a:
>> Ir a buscar en el barrio bajo (zona este)

 

Kein se desplazó en busca del "contacto" al que quería encontrar tan fervientemente. Esta vez se dirigió a otra zona del barrio bajo... ¿estaría ahí el niño al que buscaba? Sabía que era pobre, y eso hacía que fuese probable que se encontrase en el barrio bajo, claro, pero... ¿habría suerte esta vez?


Conversar: Barrio bajo (zona este)
>> Hombre patriota
>> Hombre generoso
>> Hombre romántico
>> Hombre sabio
>> Mujer anciana
>> Mujer inquisitiva
>> Mujer sensible
>> Niño miedoso
>> Niño responsable
>> Niña adorable
>> Niña inteligente

Desplazarse a:
>> Ir a buscar en el barrio bajo (zona oeste)
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>> Ir a buscar en la zona residencial (zona oeste)
>> Ir a buscar en los alrededores del Palacio (zona oeste)
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KEIN
Otra zona otro contactito de marras, hay que fastidiarse, que ciudad tan grande y con tantos humanos, por favor dime que andas aquí humanito de marras.

Eché un rápido vistazo a la gente que ahí estaban, al.menos hasta que logré vislumbrar a un humano de pequeña estatura, un "niño" a quién iba a preguntar.

>> Niño responsable

 

Kein por fin encontró al niño al que buscaba: solo con acercarse a él, en su cabeza empezó a notar con fuerza que ese niño sabía algo. Que debía saber algo. El niño, conforme Kein se acercó, forzó su mayor sonrisa, le hizo una pequeña reverencia, y le dijo:

—E-Ehm... hola. ¿Puedo... ayudarle en algo?

Qué niño más formal... pero sabía algo. Un secreto sobre la biblioteca que descubrió gracias a su padre, y que temía que otros descubriesen. Debía intentar que se lo dijese, pero el niño era demasiado responsable... no sería fácil.

>> Preguntarle directamente por el secreto.
>> Chantajearle diciendo que si no te dice el secreto, le contarías todo a los guardias.
>> Decirle que si te contaba los detalles del secreto, ayudarías a su padre y te asegurarías de que no le pasase nada.

 

KEIN
un vistazo rápido al niño me hizo darme cuenta que, efectivamente era el chico que buscaba, y a medida que me acercaba empezó a sonreir, buscando quizás ¿Agradarme de alguna manera? lo poco que sabía de relaciones humanas era que una sonrisa acercaba a las personas ¿no? entonces quizás si le sonreía y le decía algo que quisiera oir... ¿me ayudaría? bueno... estaba solo en esto así que creo que no podía dar una respuesta al azar, debía pensalo bien...

Pero ¿En que podía ayudarle a él y a su padre? digo, con Orion aquí... incluso yo podía estar más en peligro que su padre, pero claro, si no accedía a la biblioteca tampoco sería capaz de lograr la información que yo mismo quería conseguir ¡¡ARGH!! ¡¿QUE HARÍAN RIGEL, WEDGE O BIGGS EN ESTA SITUACIÓN?! aunque lo que me dijo Boko de ayudar.... vale, creo que ya sabía que decir.

A medida que me agachaba iba esbozando una sonrisa que a diferencia de la suya, busqué que fuera lo más auténtica posible, logrando que para cuando llegué a la altura del chaval le negara con la cabeza.

— Calma, no quiero hacerte nada, y mira, haremos un trato ¿si?—. Comenté con amabilidad

>> Decirle que si te contaba los detalles del secreto, ayudarías a su padre y te asegurarías de que no le pasase nada.

 

El niño, poco a poco, empezó a cambiar su expresión, pasando de una asustada, a una de incredulidad. Luego, se empezó poco a poco a alegrar.

—P-Pero... ¿cómo sabes que tiene un secreto? ¿Eres una especie de... mago? ... v-vale, está bien, ¡te lo diré, pero prométeme que no lo contarás por ahí, o mi papá se meterá en un lío! Y si puedes ayudar a mi padre, mejor...

>> El otro día me enteré por casualidad escuchando una conversación de mi papi con unos señores. M-Mi padre trabaja en la gran biblioteca... consiguió el trabajo hace poquito y estamos intentando salir de este barrio, a ver si podemos pagar todas las deudas con su trabajo, ¡estoy muy orgulloso de él! P-Pera resulta que allí tienen como un sitio secreto o algo así. G-Guardan libros y cosas prohibidas que el Imperio no permite que nadie lea. Y solo quienes forman parte de un grupo secreto tienen acceso. Tienen una contraseña que, si la dicen a los encargados del lugar, les permitirán entrar en la zona secreta.

>> A-A mi padre le dieron de trabajo encargarse de cuidar de ese sitio secreto, y... al parecer, desapareció un libro. Los señores que le hablaron estaban muy enfadados. Dicen que l-le matarán si no encuentra el libro pronto. Son esos del grupo secreto. Y mi papá no puede decírselo a nadie porque como es clandestino, si el Imperio se entera también estará en problemas. P-Pero, ¿cómo encuentras un libro que ha desaparecido? Jo... mi padre está en problemas... ¿podrías ayudarlo, señor mago, a encontrar ese libro? M-Mi padre habló de la contraseña con esos señores... aparentemente era "Eldrick el Carnicero". N-no sé qué significa, pero si dices eso y-ya podrás entrar... o eso dicen.

Uh. Era verdad que había una zona secreta y clandestina, ¿eh? Y los bibliotecarios lo sabían y solo dejaban entrar a quienes usaban una contraseña. Ya era suficiente información con eso, sí, sin duda. Si iba a la biblioteca y decía esas palabras, "Eldrick el Carnicero" le darían acceso al lugar, ¿huh? Excelente. El libro perdido del chico era otro problema, sin duda, pero su objetivo estaba cumplido. Si podía ayudar al chaval, lo haría, claro, pero las prioridades eran otras, ¿eh?

Nuevo encargo disponible (lo verás en la sección de "encargos del barrio bajo" del primer post del tema). Esto es meramente opcional, pero puedes hacerlo si lo deseas.

Cuando quieras, puedes dirigirte a la Biblioteca y rolear que le dices la contraseña a un bibliotecario.

 

KEIN
Vaya... así que era eso, su padre definitivamente estaba metido en graves problemas de ser ese el caso, pero ¿como era posible que se perdiera un libro así como así en una sección que su padre ya sabía que era peligrosa? el chico me parecía que tenía un sentido de la responsabilidad y unos modales muy refinados como para que su padre fuera una persona que cometía ese tipo de errores pero comprendía su preocupación pues sabía lo cruel que podía ser el imperio, al fin y al cabo... fue el imperio quien destruyó su hogar, no los había perdonado, pero lo hacía simplemente por sus amigos y su hermano. Le asentí para levantarme.

— Comprendo, descuida volveré con información y con el libro, tu padre no tendrá problemas, mantendré mi palabra. Si puedo lograr averigüar la verdad, lo haré pequeño, no te preocupes—. Sonreí acariciándole con complicidad la cabeza un instante— Iré ahora e iré en tu busa cuando haya logrado averigüar la verdad, yo también tengo ciertas cuentas pendientes con el imperio ¿Tu padre está bien?

Cuando acabé esas palabras empecé a levantarme para simplemente dirigirme a la biblioteca con la contraseña en mi mente "Eldrick el carnicero" pese a mi prioridad, buscar la forma de regresar al cielo en busca de mi orígen y los motivos por los que acabé en este mundo y si era verdad que mi propósito era lograr otorgar respuestas al por qué de la lluvia carmesí y el como detenerla, se lo debía a todos los mios.

Con la idea de primero ayudar al chico y luego poder hallar el libro que pudiera ayudarme con la información que debía proporcionarme pero antes, quiero obtener información sobre ese peculiar libro, por lo que, una vez llegué a la biblioteca decidí simplemnte poner atención a cualquier conversación que pudieran tener los demás al respecto.

Una vez dentro de la misma, me acabé presentando frente a una persona que estaba tras una mesa ¿le tendría que decir a él la contraseña? de perdidos al río...


— Buenos dias, disculpe, ando buscando a "Eldrick el carnicero"—. Susurré, supe que si era secreta era por algo y tampoco quería sonar demasiado evidente ante los demás
Acepto la misión:Niño responsable: "El libro perdido" [solo para Kein]

 

Kein se acercó a la mujer que estaba encargándose de la biblioteca al entrar, y alzó esta la mirada con enorme sorpresa al escuchar las palabras del muchacho. Tragó saliva, y le analizó de arriba abajo.

—Eres... ¿eres nuevo, acaso? No recuerdo tu cara, y esas palabras que has dicho... ah, d-disculpe, señor —vaya, de pronto cambiaba el tono, ¿eh? En cuanto existió la más remota posibilidad de que Kein fuese parte del grupo de pseudo rebeldes que iban a la zona secreta de la biblioteca, empezó a tratarlo con un respeto exagerado, casi con miedo. Esa gente debía ser influyente—. N-No quería ofenderle, es solo que no me constaba que hubiese un nuevo miembro. Pero si conoce esa contraseña, adelante. Es su primera vez, asumo... sígame.

La señora caminó, y Kein la siguió. Ahora que lo pensaba, la contraseña era... rara. ¿"Eldrick el Carnicero"? Debía ser algo que nadie en su sano juicio diría nunca, porque de ser algo común de oír, no valdría como contraseña, ¿no? Ella supo inmediatamente que si decía esas palabras tenía que ser porque Kein era alguien de la organización de "rebeldes". Eldrick... y Carnicero. ¿Qué tendrían que ver esas dos cosas, qué significarían?

De uno u otro modo, y con total discreción, Kein caminó tras la señora hasta el final de un pasillo, donde había una estantería llena de libros. La señora se aseguró de que nadie les veía, y, luego, introdujo una llave en una parte bastante bien camuflada del mueble, tras unos libros. Al hacerlo, pudo empujar con sus propias manos la estantería, revelando una sala detrás. Con una ligera reverencia y tono cordial, le dijo:

—Ahí tiene, señor... disfrute de la lectura.

Y le dejó pasar.

***

Kein entró en la sala secreta. No había nadie allí, estaba... completamente solo. Mejor, así podría indagar sin problemas. Tenía dos cosas que hacer: uno, buscar información sobre cómo subir a lo alto de Yggdrassil, al cielo. Dos, hallar el paradero de ese libro del pobre padre del niño que le ayudó. Se lo debía, después de todo.

Ante él, algo a lo que no estaba nada acostumbrado se alzó: libros. No había demasiado: solo había una mesa con un par de sillones y cinco estanterías colocadas en hilera frente a esta, las dos primeras dejando un hueco entre sí y las otras tres pegadas a la pared, una al lado de la otra.

Vale, vale... sobre cada una de las estarías había una indicación clara: cartelitos con palabras que se deducía que serían los temas de los que trataban los libros. Igual, ehm... podía intentarlo así. Ugh, ¡Kein no había leído tanto nunca! Esto iba a ser difícil...

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KEIN
¿Por qué la mujer se tensó tanto de repente? Eso ya si que no lo entendía, su voz había cambiado ¿es que me tenía miedo? quizás si pero... no podía titubear, me mantuve firme en lo que me decía por lo que asentí a su pregunta con calma pero con más que evidente firmeza. Al final, resultaba más que evidente que creía que era uno de ellos, así que mision completa, saltaría ahora mismo a gritar pero no, debía mantener la fachada, así que en el momento que la mujer acabó por decidir que la siguiera no dudé, empezando a caminar tras ella en silencio hasta que me abrió una especie de puerta que daba a otra sección, esta vez una que parecía vacía y bastante bonita en mi opinión pese a que seguía sin entender que clase de conocimiento quería el gobierno que no pudiéramos saber, ugh... me cansaba que hubieran restricciones si es que el gobierno abogaba por la confianza ciudadana peeero, esa no era mi misión. Debía cumplir mi palabra para con el niño y por otro lado, estaría encantado de la vida de hacerlo si con ello perjudico también a los soldaditos de plomo esos.

Empecé a caminar alrededor para ver si había algun libro que pudiera serme de utilidad, que a decir verdad no sabía por donde empezar. UGH, DEMASIADOS LIBROOOOS


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Kein empezó a rebuscar entre aquellos libros, sin tener muy claro qué buscar. Después de todo, era la primera vez que se ponía a "leer libros".

Por eso fue cogiendo un poco al azar, mirando lo que ponían solo por encima. Sonaban muy aburridos: "Los secretos del gobierno", "Crítica política al gobierno de Zael", "La verdad del Imperio"... vaya, gran parte de las cosas que había allí parecían ser críticas y comentarios que hacían los escritores al Imperio, ¿eh? Y esos eran "libros prohibidos". Libros que no podían leerse y a los que nadie podía acceder si no era a espaldas del Emperador. Vaya, al Emperador no le gustaba que le criticasen, por lo visto.

Pero entre todos aquellos libros que parecían ser críticas y comentarios políticos, había uno que llamó la atención de Kein. Y es que su título se parecía mucho a la contraseña: "Eldrick, ¿héroe o carnicero?". Curioso, lo abrió y empezó a hojear un poco el mismo. Algunas frases eran interesantes, desde luego:

"Mucho se habla del Rey Elroy que provocó la Carnicería, enloqueciendo y provocando la muerte de tantos. Todo porque pudo acceder abrir las Puertas del Cielo, según cuentan, y eso le terminó haciendo perder la cabeza, y de paso buscando la cabeza de todo el que le llevase la contraria. Pero, ¿qué hay de verdad en esto?"

"El Carnicero, y con eso el nombre de los Elroy, quedó manchado de por vida, y fue Eldrick el héroe salvador que, junto con Zénit y Abdhel, lograron parar sus fechorías. Eso se cuenta y eso creen todos... pero el ganador de una guerra siempre tiene la posibilidad de moldear las mentes de quienes quedan bajo su mando. Los héroes escriben la historia. ¿Y si el Carnicero no fue tan Carnicero? ¿Y si el Héroe no fue tan Héroe?"

"Lo único sobre lo que tenemos certeza es que el Rey Elroy abrió las Puertas del Cielo: tenía en su poder la posibilidad de hacerlo, poseyendo los dos Ojos de Shinryu y el acceso a Yggdrassil, que era la propia "Puerta". Pero custodió esta llave y puerta por años y años sin caer en la supuesta tentación, por lo que uno se pregunta... ¿qué le motivó a acceder a tal poder pronto, sin ton ni son, de repente? Está claro que algo que se nos escapa debió suceder".

"Los registros antiguos, la mayoría misteriosamente desaparecidos desde la guerra de la "liberación", muestran datos que son sorprendentes, y que se nos ocultaron a todos los civiles por muchos años. Y es que las muertes que se atribuyeron sin pensar al Carnicero no fueron provocadas por este directamente: sucedieron bajo su mandato, sí, pero se creó el rumor y se hizo la invención, moldeada con las guerras y el paso de los años, de que el Carnicero emitía sentencias falsas y ejecutaba a civiles. Cuando la verdad es que se sucedieron una serie de muertes que no constan en los registros como producto de sentencias ni de ejecuciones, sino, más bien, como asesinatos, surgiendo de una fuente que nada hace pensar que fuese el Rey".

"Qué casual que el Rey Elroy accediese a las Puertas del Cielo en torno a las mismas fechas en que constan todas esas muertes inexplicables y que luego se le atribuyeron a él. Casi parece que realmente no obtuvo el poder y luego enloqueció y empezó a masacrar a su gente, sino que empezaron a masacrar a su gente y él, en respuesta, buscó el poder del Cielo. Esta explicación, si bien prohibida y contraria a toda creencia popular que se han encargado de implantarnos al milímetro, es mucho más coherente con los datos objetivos prohibidos que se han recopilado y se han intentado hacer desaparecer. Y si razonamos que el Rey Elroy no era un Carnicero, pero fue asesinado y arrancado del poder por Eldrick, ¿en qué posición queda nuestro "héroe"? ¿Por qué lo hizo? ¿Quién fue realmente... el verdadero Carnicero?"

Soltó el libro. Hmmm. Muchas cosas interesantes se decían ahí, sí. Al parecer, había un Rey, Elroy, que fue tachado de asesino de muchísimas personas, a consecuencia de que accedió al poder del Cielo por tener las dos llaves y el acceso a Yggdrassil, que era las propias Puertas del Cielo. Accedió a ese poder, se volvió loco y mató a mucha gente en su posición de dominación: por eso le llamaron el Carnicero. Y unos héroes, entre ellos ese tal Eldrick, le pararon en una guerra. Sin embargo... el autor decía que había muchos datos perdidos y prohibidos que hacían pensar que Elroy no provocó ninguna muerte injusta, y que aquellas "ejecuciones" fueron realmente asesinatos. Y que no enloqueció. Entonces... Eldrick, que le derrocó, se quedó con el poder y ocultó toda esa información, ¿en qué posición quedaba...?

Bueno, muy interesante y tal, pero no era lo que buscaba. Aunque, ¡un momento! ¡P-Parte de lo que decía ahí sí era interesante! Hablaba de las Puertas del Cielo, como decía Orion, ¡y esas eran el propio Yggdrassil! Y comentaba algo sobre que había dos llaves, ¿no? Llaves para poder entrar... ¡eso era una pista, sí! Ah, había que seguir mirando. Seguramente allí encontraría algo, ¡estaba claro!

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KEIN
A ver a ver a veeeer~ empecé simplemente a mirar los libros uno a uno con suma atención solo para darme verídica cuenta que al mismo imperio no le hace ni la más remota gracia que se hablara mal de ellos y pese a que comprendía que a nadie le gustara que se les criticara, sin embargo, por otro lado todo el mundo debería saber que clase de gente era la que los gobernaba, pese a todo, ése no era mi cometido, así que simplemente opté por dirigir mi atención al resto de libros, al menos hasta que de entre todos los libros me llamó uno en particular la atención "Eldrick ¿Héroe o carnicero?" así que lo saqué del estante para examinarlo detenidamente empezando a leer en silencio tratando de mantener las cosas importantes en la cabeza.

A medida que pasaba las páginas empecé a ir pensando en ciertas cosas como ¿Las puertas del cielo? admito que eso si que me había llamado la atención ¿Tendría algo que ver con lo que tenía que hacer para subir al cielo e Yggdrassil? eso ya me interesaba incluso más, pero su sanguinaria historia me estaba resultando tan interesante que sinceramente acabé leyendo más de su historia que por un rato me acabé olvidando completamente de lo que estaba buscando. Página tras página me estaba imbuyendo mas en las palabras y mi mente parecía poco a poco convertir la lectura en imágenes en movimiento en mi cabeza, aunque de entre todas, le empecé a prestar toda mi atención al párrafo del poder del cielo. Así que en apariencia el rey Elroy, tratado como asesino que pudo obtener gracias a dos llaves y el acceso a Yggdrassil.

Ahora mi idea era saber ¡¿COMO NARICES OBTENGO LAS DICHOSAS LLAVES?!.

De momento voy a ver si puedo ver como lograr hacer esas llavecitas.

>> Buscar en la sección "Mitología".

 

Kein pasó a otra sección, la de "mitología". E inmediatamente se dio cuenta de algo muy flagrante: había un hueco muy claro, un hueco vacío entre dos de los libros. Faltaba un libro. ¿Podía ser ese el libro del que hablaba el muchachito que le dio la contraseña, ese que, según decía, le había buscado algún problema al padre del muchacho? Veamos... no era difícil darse cuenta de que los libros que había alrededor del hueco eran todos iguales: libros gruesos con una cubierta como de cuero, algo rojiza, y donde ponía, en todos ellos, "Compendio de seres mitológicos paganos", y en cada uno venían varias letras y un número. Por ejemplo, el primero ponía "1, A-D", el segundo "2, D-F", y así hasta el último, donde ponía "7, V-Z". Sin embargo, había solo seis libros, pues uno de ellos faltaba: no era difícil deducir que era otro libro similar que completaba la secuencia, ¿no? Si estaba entre el libro "4, N-P" y el libro marcado como "6, T-V", entonces el que faltaba era...

"Compendio de seres mitológicos paganos: 5, P-T".

Ese debía ser, sí... podría preguntar sobre este libro a la encargada de la biblioteca, quizá, ¿no? Tal vez ella supiese qué ha sucedido. El padre del muchacho estaba en problemas porque habían desaparecido un libro, que seguramente fuese ese, y le culpaban a él. Pero si él no había sido, otro tuvo que ser el culpable, ¿huh?

En fin, al margen de eso, Kein siguió buscando y revisando los distintos libros. Uno, por supuesto, llamó su atención en cuanto lo vio, pues su título gritaba importancia. Si iba a encontrar alguna pista, seguramente la encontraría ahí: en el libro titulado "La verdad de los cinco árboles sagrados". Kein empezó a echarle un ojo. Era un libro sorprendentemente modesto en diseño, escrito con borrones por todas partes e incluso con alguna mancha rojiza en sus hojas carcomidas, señal de que sangre se había derramado sobre él. Algunas hojas estaban hasta parcialmente quemadas por los bordes. Alguien intentó desesperadamente deshacerse de ese libro, ¿eh?

Miró algunos pasajes esporádicos entre página y página, a ver de qué trataba el libro. La introducción ya era arriesgada; lógicamente, la propia Iglesia de los Cinco iba a intentar deshacerse de ese libro en cuanto tuviese oportunidad...

"Desde que los humanos tenemos memoria, se han venerado como una suerte de dioses a los cinco árboles sagrados: Yggdrassil, Baobab, Takhian, Edén e Iifa. Desde que tenemos conocimiento, hemos estado bajo su sombra y los hemos venerado a través de la Iglesia y de sus devotos como entes superiores y magnánimos. Los consideramos nuestros creadores y salvadores: los seres que crearon a ángeles para moldear el mundo, y que luego fueron atacados por demonios. Aquellos que hicieron caer la lluvia carmesí usando la energía de los ángeles difuntos para aplacar el poder de los demonios. Aquellos que, piadosos, dieron una segunda oportunidad a los malévolos demonios reanimándolos como humanos. Pero, ¿tienen tanto poder los árboles? ¿Nos hemos cuestionado alguna vez qué son, de dónde vienen o quién los puso ahí?"

"No existe un solo registro que muestre un mundo sin la existencia de árboles, y, sin embargo, tampoco existe un solo registro que muestre lo contrario, que muestre que siempre existieron. La ausencia casi completa de información específica a partir de una época antigua debería generar dudas en toda persona que tenga un mínimo de escepticismo y curiosidad; ¿por qué creemos las leyendas que nos cuentan? ¿Por qué pensamos que los árboles son nuestros creadores? En estas páginas quiero desmontar ese mito, del que realmente no hay evidencia alguna, y, por tanto, es solo eso: un mito"

"Está claro que los árboles sagrados cumplen dos funciones, lo cual sí está constatado y acreditado, al menos en base a nuestro entendimiento: primero, sirven como canalizadores del flujo de magia de nuestro mundo; segundo, guardan el acceso al famoso "Cielo", que se ha pensado siempre como una metáfora para el acceso a una enorme fuente de poder infinito, aparentemente en manos de la nobleza de hace años. Estas dos funciones, sin embargo, nada dicen en torno a la "divinidad" de los árboles: de ser así, de solo cumplir esas dos tareas, los árboles, más bien, serían objetos inanimados que se limitan a actuar pasivamente como custodios de la magia".

"Otros libros prohibidos que se han ido censurando por el poder han hablado de dos términos que me resultan interesantísimos, términos que hoy en día no conocemos y que solo los demonios, quienes muchos piensan aún con vida y viviendo como tales entre nosotros, y los ángeles, manejaban: "esencia" y "antiesencia". El conocimiento específico de estos dos términos escapa a la información que los humanos tenemos disponible, faltándonos demasiados detalles como para saber cuál es la verdadera importancia de estos términos, pero recopilando la poca información que tenemos, toda por supuesto vetada y prohibida, podemos extraer una serie de conclusiones claras: número uno, esencia y antiesencia son energías, y además, energías opuestas; número dos, el "flujo de magia" que los árboles manejan es en realidad el flujo de estas dos energías, de esencia y antiesencia, por lo que los árboles son canalizadores de las mismas, de alguna u otra manera; número tres, alrededor de los árboles siempre se concentra una enorme cantidad de magia, que en realidad son estas energías, lo que hace pensar que la absorben y procesan en cantidades ingentes; y número cuatro, estas energías parecen, sin embargo y pese a su relación con los árboles, ser naturales en nuestro ambiente y no depender de ellos para existir".

"Sin mucha más información al respecto, yo no puedo sino concluir que, si bien falta aún encontrar más evidencia al respecto, hay más razones para pensar que los árboles son una suerte de entes parasitarios que seres divinos. Si la esencia y antiesencia, sean lo que sean, rigen nuestro mundo y son las energías primordiales de Ilumbra, y estas existen al margen de los árboles, eso quiere decir que no necesitan de ser absorbidas y procesadas por estos. Pero, aun así, lo son. Por eso, solo puedo concluir que los árboles no existieron desde un inicio en nuestro mundo, y que lo aparecieron no porque sean entidades divinas, sino porque buscan absorber y drenar la energía de nuestro mundo. Lo que existió desde un inicio fue la esencia y la antiesencia, y los árboles interfieren en su flujo de alguna manera, quizá puramente negativa, quizá simbiótica con el mundo, no puedo saberlo. Pero es mi teoría que intervinieron de forma forzada y que no son seres divinos; que están ahí para apartarnos del poder del Cielo, que son meras barreras, y, por tanto, antes de su llegada el Cielo estaba al alcance de cualquiera. Y si quien lea estas líneas no me cree, hace bien, pues tengo pocas pruebas reales para sustentar este alegato. Pero, ¿qué pruebas tiene la Iglesia, a la que sí creéis...?"

Cerró el libro. A-Aquello era... muy controversial, sin duda. Hasta Kein, criado entre chocobos, fue siempre educado en la idea de que los árboles eran seres sagrados, los creadores. Que Yggdrassil, concretamente, era el árbol que había dado la vida a todos los que vivían en sus tierras. ¿Y el tipo que escribió eso decía ahora que no? ¿Que no habían dado vida alguna a nada...? ¿Y que solo estaban para "bloquear el acceso al Cielo"?

Según su teoría, no era difícil alcanzar el cielo. No era una tarea imposible, y su poder estaba siempre al alcance de todos... hasta que los árboles llegaron y apartaron a los humanos de él. En ese caso, Yggdrassil era las Puertas al Cielo, sí, pero... más bien era el candado que las mantenía cerradas, ¿no? El candado que cerraba puertas que antes estuvieron siempre abiertas.

Kein había obtenido dos datos interesantes: primero, que parecía existir unas "llaves" que permitían acceder a Yggdrassil y subir a través de él al Cielo. Y segundo... que realmente eso solo era así porque Yggdrassil bloqueaba el acceso al cielo. Si no estuviese ahí, si el árbol fuese eliminado... podrían acceder sin problemas.

Un momento. Si no estuviese ahí... e-el Imperio, ¿no intentó cortar el árbol? ¿Quizá pretendía eso, quizá pretendía eliminar Yggdrassil por ese motivo? Pero, de ser así, ¿por qué libros como aquel estaban prohibidos y ocultos a los ojos del Emperador? Agh, menuda cantidad de preguntas, y qué pocas respuestas. Además, tampoco tenía garantía de que nada de aquello fuese realmente verdadero, pero...

¡Ugh! Habría que seguir mirando...


>> Seguir mirando en la sección "Política e historia".
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>> Para la misión: preguntar a la encargada por el libro perdido.

 

KEIN
Meh... acabé cerrando el libro después de ojear otras páginas sin hallar lo que encontraba, lo puse de nuevo en el estante para continuar con la búsqueda ahora en la parte de "Mitología", ciertamente, si mi posibilidad de encontrar algo sobre dichas llaves es fructífera, resulta evidente que no iba a estar en historia ¿por qué? porque recordando las palabras de Wedge, las cosas del cielo, iglesias y así eran mitológicas y era algo en lo que él no creía ni en lo más remoto.

Fue así como caminé con calma a la dirección de "mitología" para empezar a revisar los libros en cuestión, buscando alguno que me pudiera servir en lo que entraba en "seres mitológicos paganos" revisando poco a poco cada libro con su correspondiente letra hasta que efectivamente noté la ausencia de uno de ello, entre "4,N-P" y "6,T-V", así que éste es el libro perdido ¿eh? el "5, lo-que-sea", así que si éste era el libro robado y el padre de aquél chico era inocente... tenía claro que debía encontrar al ladrón de cualquier forma y por otro lado... ¿Que tendrá ese libro de importante en sus páginas para que alguien quisiera sacarlo de este lugar? fuera lo que fuera, debía encontrar....¡WOJOJOJOJO! exclamé mentalmente al ver la portada de otro de los libros ¿Pero que tenemos aquí? la verdad de los cinco árboles sagrados, Yggdrassil era uno de ellos así que... saqué el libro del estante y empecé a revisarlo con total tranquilidad, sentándome en una de las sillas.

Cada párrafo empezaba a inquietarme más y más, los árboles cerraban las puertas al cielo, peroperopero ¿entonces no estaban desde el principio como pensé? pero aún me faltaba lo de las llaves ¿sería una entrada alternativa a la de los árboles? si... tenía que ser eso, si... debe ser eso antes de incluso creer que también todo lo que había creído era falso, no tenía identidad, SOLO ME QUEDABAN MIS MALDITAS CREENCIAS. A qué mentir, era evidente que mis creencias eran falsas, sí, todo lo que ponía este libro era auténtico, de lo contrario ¿por qué el imperio lo censuraría? simplemente me quedaba buscar mi verdadero orígen y por lo tanto respuestas, pero tener que destruir los árboles para poder acceder ¿como se lo tomaría mi padre y los otros chocobos? ¿y los otros habitantes de los sitios con los otros árboles? no van a aceptar que se destruyan los árboles para acceder al cielo entonces quizás la muerte de Wezen no habría servido para nada, seguramente él lo sabía más, también lo sabía el imperio y arrasó demasiadas vidas de los míos, al menos por eso su muerte había merecido la pena, claro que tampoco podía preguntar al imperio directamente, solo a Wedge o Rigel, pero tampoco parecía que supieran nada al respecto ¡MIERDA! ¿¡Y ahora como prosigo?! ni siquiera creo que Orion sepa algo.

Luego me centré en la terminología, leyendo que habían términos que se escaparan de nuestra comprensión y que solo quizás demonios supervivientes y ángeles podían entender. Jé, seguramente si es que aún existían demonios esos eran los imperiales que impiden el conocimiento a la gente de a pie, anda que si se enteran de ésto fijo que se cagan en los calzones. Aún así memoricé lo de "esencia" y "antiesencia" en mi mente para poder recordarlo si me llegaba el momento. Definitivamente esto ¡¡ERA DEMASIADO!! ¿¡POR QUÉ CADA VEZ QUE QUIERO RESPUESTAS SOLO OBTENGO MÁS PREGUNTAS?! ¿Por qué Wezen quería acceder al cielo de forma tan desesperada? Quizás... ¿realmente quería detener la lluvia? ¿Quizás al leer sobre esto quiso ir a acceder a Yggdrassil? UGh... Si al menos pudiera encontrar UNA MALDITA PISTA sobre dichas llaves, pues....

Pero primero...

Peguntar a la encargada por el libro perdido

 

Kein se dirigió a la bibliotecaria, que miró a ambas direcciones en cuanto le vio acercarse, como queriendo asegurarse de que nadie les veía o escuchaba. Hablaron en voz baja, la bibliotecaria teniendo que chistar a Kein en más de una ocasión para que bajase más la voz, ¡y mira que era difícil bajarla tanto! Pero, al final, ella tragó saliva y frunció el ceño al saber cuál era su consulta.

—... ah —susurró, tensa—. Sí, lo sabemos. Debe ser nuevo en esto, porque es sabido por todos los del... club de la sala secreta. Ese libro lleva un tiempo desaparecido, pero parece que todo apunta a que fue uno de nuestros nuevos trabajadores. Sabía que nunca debimos contratar a aquel pobretón. En fin. Como habrá visto, es una colección de enciclopedias prohibidas sobre mitología, y habla de seres paganos. Ahí hay de todo, desde los dioses mitológicos de Fayar de los que ya no se habla tanto, como de otra serie de criaturas extrañas de las que se cuentan leyendas que por uno u otro motivo el Imperio tradicionalmente ha censurado. El que se llevaron creo que fue el que va desde la letra "P" hasta la letra "T". P, Q, R, S, T. Es extraño que se llevasen ese volumen en específico... y esto puede ser terrible si no lo encontramos pronto. Al encargado al que acusan se le caerá el pelo, eso desde luego.

P-Pobre hombre, ¡Kein sabía que él no había sido!

—No hay muchas opciones, después de todo —explicó ella después—. A la sala secreta solo entran los cinco encargados de esta biblioteca y los que conocen la contraseña. Es un grupo reducido de personas. Y el sospechoso principal es el que más entró en aquellas ocasiones, así que... ¡blanco y en botella!

Tsk. Él no era, y Kein tenía que encontrar la verdad. Pero claro, ¿cómo? Tenía algunos datos, eso sí... buscaba un libro con información sobre seres mitológicos que empezaban por P, Q, R, S y T; y los sospechosos eran o bien personal de la biblioteca, o bien gente de fuera, de los del "club", como ella lo llamaba. A los de ahí fuera no podía alcanzarles fácilmente, pero Kein podía ver a varios bibliotecarios rondando por la zona. Preguntarles no daría resultados, pero... a lo mejor no le hacía falta preguntar a nadie, ¿eh?

Bueno, podía ocuparse de eso, pero tenía cosas que hacer, también. Había muchos más libros que mirar.

... yay.

Debes usar la habilidad de senda para progresar en la misión secundaria, pero recuerda que consumiría uno de los usos de este capítulo. Si decides seguir con la historia, te repito las opciones aquí:

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KEIN
UGH! pensar en dos cosas a la vez era demasiado, en especial cuando tenían tanto que ver y a la vez tan poco... aparentemente la misma bibliotecaria también empezaba a creer que, a raíz de las pocas personas que entran a ese sitio, el padre del niño que me dio la contraseña robó el dichoso libro ¡¡PERO ES QUE NO LO HIZO!! Al menos eso creía ese pequeño y al mismo tiempo, eso creía yo también, y aún pese a todo yo creía lo contrario, no se debe culpar a nadie sin pruebas de que realmente ha sido él ¿y si hubiera sido otro? ugh... mira, de momento que le den a mi pasado, pienso centrar todos mis esfuerzos en llegar al fondo de este maldito asunto, luego ya me centraré en averigüar las cosas de mi pasado.

Me mantuve unos segundos titubeando mientras, en mi cabeza resonaba la voz de esa mujer, sus palabras una a una, cinco encargados y el grupo selecto de imperiales que conocen la contraseña y el tiempo que lleva el libro desaparecido y, dado que los datos que tenía no eran suficientes para llegar al fondo del asunto se me acababan las opciones ¿o no? espera... aun me quedaba una, si lograba saber quienes entraron a la sala y quien se llevó el libro y por qué, entonces tendré la salida y creo que tenía la habilidad perfecta para ello, sin embargo, no era algo que pudiera decirle ni dejar entrever a la mujer, por lo que, cuando acabó de hablar, le dirigí una sonrisa.

— Gracias, disculpe si la he molestado de más, me sorprendió que faltara un libro, no la molesto más, seguiré con mi lectura y, ojala el culpable logre recibir el castigo que merece. Esta información está vetada por el imperio y por ende, cualquier ladrón merece un castigo acorde a tal delito. Una vez más, disculpe y gracias por la información.

Volví en dirección al interior para dirigirme a uno de los estantes para fingir que buscaba libros, pese a que mis intenciones eran completamente distintas. Como previamente había pensado, mi intención radicaba en ir a llegar al fondo del asunto del libro.

>> Activar habilidad de senda, voy a buscar el dichoso libro

 

Kein se alejó de la señora y, cuando estuvo en privado, intentó concentrarse para activar esos extraños poderes suyos. Según había descubierto, era posible que uno de los bibliotecarios fuese el culpable, ¿no? Y robó un libro específico...

Había cinco personas encargadas de la biblioteca, uno de ellos siendo el padre del chico responsable al que Kein quería ayudar, y otra la propia bibliotecaria principal, ¿no? Si los otros tres estaban por allí, quizá... pudiese leer sus pensamientos, o lo que sea que era lo que Kein era capaz de escuchar en su cabeza cuando se concentraba.

Se concentró, pues, en la información que tenía, y, después de escuchar muchas voces en su cabeza, llegó a algunas más claras y específicas. Justo las que buscaba.

Visualizó a un hombre mayor, con ojos cansados, que pensaba que aquel trabajo de bibliotecario era horrible y que odiaba los libros. Vaya... al escuchar lo que se le pasaba por la cabeza, oyó algo...

"Esos de la sala secreta son los peores. ¡Se creen superiores solo porque saben cosas que el Imperio prohíbe! Ojalá los pillen a todos... debería contarle al imperio la verdad. P-Pero no puedo hacerlo, porque entonces me echarían. Pff, este trabajo de mierda solo me da problemas. Al menos con el libro ese desaparecido, se joderán. Si llevasen el libro ante el Imperio se les acabaría el chiringuito... y todo sin mancharme las manos. Je."

Luego, visualizó a la bibliotecaria principal, a la que ya conocía...

"Ese chico es extraño. ¿De veras es del club? Hmm, no lo he visto jamás por aquí, pero... conocía la contraseña. Aunque es muy raro que preguntase tanto por el libro robado... me pregunto para qué querría nadie robar ese libro. Es absurdo, y un suicidio, la verdad. Como se entere alguien, se nos cae el pelo a todos... más vale que el libro aparezca".

Después, visualizó a un hombre joven, que limpiaba las estanterías con trapo de tela en mano y cierto mal humor.

"El libro desaparecido está dando que hablar, ya lo creo. Pero bueno, seguramente nunca lleguen a averiguar lo que pasó con él. Mejor. Así nadie sabrá los secretos del gran Shinryu".

Y por último, una mujer joven que, ilusionada, colocaba libros en su sitio, recogiéndolos de las mesas.

"¿Me descubrirán? Ay, no debí llevarme aquel libro... con lo que me gusta este trabajo, ¡no quiero que me echen! No debí cogerlo, no debí cogerlo... pero es que, ¿cómo resistirse? N-No pasa nada, solo lo leeré y luego lo repondré, nadie tendrá por qué darse cuenta. ¡P-Pero es que necesito saber sobre la leyenda de Ivory! A mi padre le encantará que le cuente cosas sobre él...".

Ah... ahí estaban sus cuatro sospechosos, ¿eh? Había oído muchas cosas, pero solo una era sospechosa de verdad, ¿no? Solo uno de los cuatro pudo ser el que robó el libro...

>> Confrontar sobre el robo al hombre mayor
>> Confrontar sobre el robo a la bibliotecaria principal
>> Confrontar sobre el robo al hombre limpiador
>> Confrontar sobre el robo a la mujer entusiasmada

 

KEIN
De nuevo las voces regresaban a mi cabeza, seguida del dolor que me provocaba esa extraña habilidad, y ¡JOJOJOJO! menuda idea más buena acababa de tener y, quizás, solo quizás, así pudiera descubrir pronto al culpable, era un grupo pequeño, ¡no podía ser tan difícil! ¿no? evidentemente no, solo tenía que cnetrarme en escuchar lo que pensaban y quizás ahí hallaría una pista.

Lo que realmente no acabé de comprender fueron las sospechas hacia mi por parte de la bibliotecaria principal, que parecía simplemente dudar de mi pertenencia al club, en parte me parecía normal, pero por otro lado ¿que narices quería de mi? ¡¿Me sabía la contraseña?! ¿Que más buscaba a parte de saber la dichosa contraeña? ahora para que encima fuera ella quien me culpara del robo, por fortuna no lo hizo y porque era la primera vez que vine.

Luego, el segundo pensamiento... la gente odiaba parece ser, o al menos una parte a aquellos que estábamos en la sala secreta, o al menos en su mayor parte, de todos modos y pese a que me hizo cierta gracia lo del libro y que se les caería el pelo, me mantuve serio y concentrado en escuchar más.

Finalmente, tras otro pensamiento que parecía fútil, acabé por encontrar lo que quería, uno de los pensamientos era desde luego, el de la joven mujer entusiasta con el trabajo, el cual ahora, gracias al otro pensamiento sabía que el libro tenía relación con "el gran Shinryu". Por ende entre eso y la revelación de la mujer entusiasta... estaba más que claro todo lo que ocurría aquí y, era hora de acabar con esto.

>> Confrontar sobre el robo a la mujer entusiasmada

 

Kein estuvo a punto de confrontar a aquella mujer empleada por el robo, pero se detuvo en el último momento. Un segundo, ¿ella era la persona a la que buscaba, realmente? Sí, en su mente vio que se había llevado un libro, pero... ¿cómo dijo que era el tema del mismo?

"¡P-Pero es que necesito saber sobre la leyenda de Ivory!"

La leyenda de "Ivory". Con "I". Y el libro que buscaba, el desaparecido de la sala oculta, era un compendio de seres mitológicos que iban de la P a la T; P, Q, R, S y T. La I no estaba entre esas letras. Por tanto, el libro que esa mujer se llevó no era el que buscaba... seguramente ni siquiera sería del ala secreta.

No, no, ella era inocente. Buscaba a alguien que sabía del libro desaparecido muy bien. Y el propio Kein ya lo había pensado, ¿no? Alguien, en su mente, tenía... información interesante sobre lo que había en ese libro, ¿verdad? Y encajaba a la perfección con una de las letras. La criatura mitológica de la que no quería que nada se supiera... empezaba por una de esas letras.

Respuesta incorrecta.

>> Confrontar sobre el robo al hombre mayor
>> Confrontar sobre el robo a la bibliotecaria principal
>> Confrontar sobre el robo al hombre limpiador