Patio frontal

Para la gracia cada uno manejaba cantidades de información importantes por decir algo, al menos más de la que cada uno creía o algo así. Un poco sin querer me había dado cuenta que Ishikawa había perdido a su hermana, luego que era amigo de Dunn desde quién sabe cuándo mierdas, luego que había estado revuelto con Arata y el resto de chacales; la cuestión era que apilaba y apilaba datos.

Como siempre, vaya.

De poco o nada me servía ya lo de los Jackals, siendo muy honesto, ya esa bronca era de ellos y de Shiori si acaso, pero no le quitaba encanto al montón de cosas que había almacenado por rebote. Podía hacer un mapeo a partir de ellos, de los que había visto, e intuir la forma de pensar que había tenido el mayor de los Kurosawa. El hijo de puta, como mínimo, había tenido la mente afilada que daba gusto y sabía jugar, al menos por las piezas que había podido ver por encima.

Era para reírse y todo.

Lo que acabó pasando con el tiro de Anna me distrajo de mis propias cavilaciones sucediendo en paralelo a la conversación con Morgan. Arrugué los gestos casi al mismo tiempo que la morena a mi lado reaccionaba y la vista se me quedó prendada en el crío, un poco para ver qué tan grave era la cagada para imaginar las proporciones de la que le seguía.

Qué pedazo de hostia le había dejado ir, joder.

Era el incendio, ¿no?
​

La voz de Morgan me llegó un poco de la nada a pesar de que había mantenido más o menos la atención en ella, conecté un par de cables para poder recuperar el foco y entonces pude formular palabras.

—Supongo que podría decir lo mismo —respondí sin cambios reales en el tono ni nada respecto a lo de que le gustaba conocer amigos de Ishikawa—. El placer es mío.

Educación otorgaba, aunque no era mentira que me alegraba conocer a otras amistades del crío y tal (sobre todo si no eran fantasmas del pasado de gang, para qué engañarnos). El caso fue que la voz de Yoshida llamando al apellido de Anna me hizo volver el rostro, temiendo topar directo con el desastre pero si acaso alcancé a verla antes de desaparecerse en dirección al edificio.

—For fucks sake —mascullé y solté el aire por la nariz un poco de golpe, poco me faltó para bufar como hacía Akaisa.

Contenido oculto

alto relleno pero qUIÉN ME DETIENE A MÍ DE REACCIONAR A ANNA CON ESTE PENDEJO? NI ME MADRE

[Partido II]

No que conociera lo suficiente a Hiradaira para intuir que fuese a irse a la mierda luego de ver lo que había pasado con su tiro, pero es que qué otra cosa iba a ser si debíamos ser honestos. Yo mismo habría quedado inútil si mi tiro hubiese resultado de esa manera, ni los mejores regaños de Yoshida me hubiesen hecho regresar y me habría ido a meter a quién sabe qué rincón de la escuela.

Con el rabillo del ojo noté movimiento por parte de Kurosawa, como si hubiese dado un paso que al final acabó por retroceder vete a saber por qué. Fue un poco como un perro que arrastra la corre y al final se obliga a caminar más despacio para no ir a ahorcarse, una cosa de rechazar un movimiento más o menos natural o algo así.

¿Había pretendido acercarse al que se llevó el balonazo?

¿O seguir a Hiradaira?​

—Yoshida-sensei —Llamó entonces a la profesora—. Que alguien lleve al chico a la enfermería.

No pude seguir poniéndole demasiada atención a la movida tampoco, porque cuando quise darme darme cuenta el balón regresaba hacia mí y si no me cuidaba me llevaba el golpe como los grandes.

Logré esquivar el tiro no sé ni cómo, siendo que lo vi cuando ya parecía muy tarde para intentarlo siquiera y tomé el balón de nuevo después. Ahora menos que nunca deseaba lanzarle un balón a nadie, pero la neurona no me alcanzó para pensar en pasársela a otro y un poco por descarte elegí al único muchacho del equipo contrario.

No le puse fuerza al tiro, pero me di cuenta demasiado tarde que sí lo había soltado más alto de lo que habría querido y una chispazo de miedo debió atravesarme los ojos al solo pensar que podía llegar a darle en la cara.

Contenido oculto: Equipos y a quién le cae el balonazo (?

Edit: los dados se crushearon en neki y salió Dante, pERDONA MI NIÑO NOOOo ESQUIVA PLS

Equipo A
1. Dante Miles
2. Catherine Whitman
3. Liza White
4. Lynn Ayala
5. Kashya Thornton

Equipo B
1. Hiroshi Koizumi
2. Oreki Tojo
3. Marie Rose La Pointe
4. Bleke Middel
5. Shiori Kurosawa
6. Aleck Graham

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón.

 

Si tenía que ser sincera, no sabría decir si en esos momentos era más divertido andar molestando a Emi-chan porque era una ternurita o ver el teatro de niño inocente que se estaba montando Joey porque sí, como si tuviese todas las pruebas de que era un cabrón en el fondo de mi memoria impidiéndome creerle el cuento en algún momento. De todas formas, tampoco iba a ser yo la que le fuese a romper la ilusión por amor al arte ni nada~

Alcé un poco las cejas cuando Emily dijo que Kurosawa era su amiga, porque a decir verdad yo tampoco me había esperado esa información. Que vaya, tampoco era como si estuviese completamente invested en los líos y amistades de segundo, pero tampoco mentiría diciendo que me era completamente indiferente cuando era una jodida chusma con ganas.

—Síp. Bueno, no somos super cercanas tampoco, pero nos conocemos del club de cocina y nos llevamos bastante bien~ —contestó, sin poder esconder cierta emoción en su tono de voz, como si realmente estuviese contenta de poder considerar a Kurosawa su amiga o algo así.

Luego Joey se levantó para mostrarle a la niña que estaba bien y se le notó genuinamente aliviada al poder comprobarlo de primera mano, asunto que me sacó una sonrisa suave. Si es que era demasiado buena, hasta vergüenza debería darnos estar ahí aprovechándonos de ella para divertirnos un buen rato. Aunque, venga, tampoco le íbamos a hacer nada malo, ¿verdad~?

—Well, I don't mind a little pain~ —sentencié, encogiéndome de hombros y con una risilla.

Hombre, prefería que no me rompiesen la cara como parecía haber hecho Anna con el otro tipo, pero en definitiva ya había asumido que no saldría completamente indemne y tampoco era algo que me quitase el sueño, vaya. Hablando de eso, Joey aprovechó para echarle un vistazo a la escena en lo que yo me entretenía con Emily y, como cabía esperar, volvió a la conversación como si nada.

A ver, que seguro al pobre diablo le había dolido el balonazo, y aun sin tener ni idea de porque Hiradaira de repente le había pegado con tanta fuerza, no era tampoco muy difícil imaginar que el hecho de que estuviésemos ahí con su amiguita había influido un poco en el ataque. De ahí a que nos importase algo o nos sintiésemos mínimamente culpable había todo un camino, claro.

>>Shut up! That is so not true! —me quejé, repentinamente indignada por su afirmación, y me erguí lo suficiente para darle un par de golpes en el brazo.

Igual no fueron para nada fuertes, como cabía esperar, aunque seguí refunfuñando un buen rato para dejar bien claro que me había ofendido. Iba a cortar el teatro de todas formas, eso seguro, pero dio la casualidad de que lo hice justamente cuando la voz de Yohsida-sensei se alzó en el patio, llamando a Anna. Noté apenas de reojo que la niña había salido a mitad del partido para ir hacia el interior del edificio, quizás no le había sentado tan bien darse cuenta que le había destrozado la nariz a alguien, y fue cuestión de segundos darme cuenta del apuro que se le cruzó a Emi por el rostro.

Esta chiquilla parecía estar hecha para preocuparse por los demás y era obvio que no iba a quedarse quieta si escuchaba que estaban llamando a su amiga, pero de repente no me apetecía mucho que se fuese cuando nos lo estábamos pasando tan bien, así que en un movimiento rápido me coloqué a sus espaldas y le pasé los brazos por encima de los hombros, en una especie de abrazo improvisado que le impidió moverse del lugar.

>>Tú no le haga caso a Joey, ¿sí~? —murmuré, haciendo un puchero al recibir su mirada.

Parecía estar en mitad de un debate interno, la pobrecilla, de si debía rechazarnos e ir a buscar a su amiga o mejor quedarse quietecita donde estaba. Ni idea de lo que le hizo tomar la decisión, al final tampoco era como si la estuviese sujetando con tanta fuerza como para retenerla contra su voluntad, pero pareció decantarse por la segunda opción y yo no podía estar más contenta.

—¿Os conocéis de hace mucho, senpai? —acabó por preguntar, recuperando la suavidad de antes, y dirigió la vista hacia el moreno—. Porque si hablas desde experiencia propia, no puedo dejar pasar la advertencia~

Eh, qué mala~

 

—Eh~ —solté al aire, ensanchando la sonrisa, y luego imposté un tono de queja casi infantil en mi voz—. So boooring.

Me daba totalmente lo mismo, claro, no había que ser un genio para adivinar que el chico, por las razones que fueran, prefería no hablar al respecto. Y mira, no disfrutaba yo de imponerle mierdas a nadie, así que podía hacer lo que quisiera. Al final me tomaría su sugerencia bien a pecho y le plantaría encima los peores escenarios posibles. Ni idea, para sacarle algo de diversión a la situación. ¿Siempre me movía por los mismos motivos o algo?

Kinda~

Luego me le eché encima, confianzuda como yo sola, y que no me rechazara ni nada me siguió dejando el espacio para tomarme esas libertades. No sólo eso, sino que alcanzó un mechón rosado para repasarlo entre sus dedos y sonreí con suavidad, pestañeando tranquila.

—Espero estar a la altura~ Oye, ¿dices que queda bien? —le solté de repente, refiriéndome a las puntas celestes que se degradaban hasta perderse entre el rosa coral—. El otro día estaba kinda high, creo, y me lo hice sin pensarlo mucho. Pero ahora que lo veo... No sé, ¿no es algo cliché?

Se me coló una risa.

—¿Alguna vez pensaste en hacerte algo? Teñirte el cabello, tatuarte, horadarte.

Contenido oculto

dios perdona Neki, el otro día se me traspapeló por completo la respuesta de Sean adkjsadklsa ;;

No estaba al tanto de una mierda, a Hiradaira la conocía superficialmente y de verla saltando encima de Ko con su estatura de ardilla y las mechas rosadas, bueno, no esperaría que fuera capaz de lanzar así. Por otro lado, también sabía de dónde se conocían y el mundo que frecuentaba, las juntas que tenía. Así que me sorprendía y al mismo tiempo no, digamos, que hiciera cosas por fuera del esquema. Bah, siendo justos, tampoco parecía que lo hubiera hecho a propósito y qué pereza, de verdad, lastimar a alguien y sentirte tan mal al respecto.

Altan respondió a mis palabras con mera cortesía e imaginé que estaría aún menos de ánimos para charlar, entre su reacción al espectáculo y eso. Repasé sus facciones de soslayo, lo oí casi bufar y deslicé la vista suavemente de regreso a las canchas. No planeaba tocarle tanto los cojones a nadie, de modo que suspiré y comencé a alejarme.

—Bueno, suerte~

Un poco sí que le deseaba suerte, no parecía tener entre manos nada sencillo, pero es que a mí me daba igual.

En lo que caminaba repasé un par de rostros. El Kasun tatuado allá, Cathy por aquí, Alisha con Joey en el césped. También detecté a Vólkov pero mira, ni que pretendiera iniciar un auténtico incendio. No tenía mucha idea qué hacer, hasta que topé con la muchacha que había sido eliminada después de Altan, con la que Kasun se había ceñido. Ese balonazo al pecho tenía que haber dolido, ¿verdad? Además, que me disculparan por lo mucho que a veces me fallaba la memoria, ¿pero no que con esta tía habíamos jugado unos lanzamientos en el gimnasio? Con el amiguito tatuado de Kohaku.

Me detuve junto a ella como quien no quiere la cosa, manos entrelazadas a la espalda. Vaya, si no parecería una niña buena y todo.

—¿Te imaginas que deje un moretón? —solté al aire, y recién entonces deslicé la mirada hacia ella, de soslayo. Detallé su mechón albino y los ojos verdes, como de serpiente—. Sería una lástima~

Sólo me quedaba imaginar la satisfacción estúpida, ni hablar la diversión que debía generarle a Alisha enterarse que Emi-chan venía siendo amiguita de la mocosa a la que le había comido el coño en la fiesta. Ni idea, como para querer marcarse un pleno o algo, ¿verdad? Con lo competitiva que podía llegar a ser~ A mí no es que me interesaran por alguna razón particular las niñas de segundo, me daba que la mayoría seguían bien verdes, pero Alisha tendía a ser menos nitpicky.

Me tomé un segundo para sonreírle a Welsh antes de regresar al tono animado que empleaba con Emily.

—Ah, ¿del club de cocina? So nice~ ¿Eso significa que te gusta cocinar, Emi-chan? ¿Cuál es tu especialidad?

Luego del espectáculo con Hiradaira y demás, Alisha se ofendió por mi tontería y recibí sus golpes con una risa floja, ni siquiera me molesté en quitármela de encima. Si acaso aproveché el espacio una vez se retiró para acomodarme tantito el cabello y suspirar. Noté la misma mierda, dicho sea de paso, así pareciera muy distraído con mi pelo. Que la mocosa había huido al edificio y el dilema que le atravesó el rostro a Emily. Como tal no había tenido intenciones de retenerla, pero le eché un vistazo a Ali para comprobar la situación, si prefería que la detuviéramos y tal, y al final se encargó ella misma de la tarea. Ah, pero qué diligente~

Apoyé las palmas detrás de mi espalda, para que me sirvieran de apoyo, y me comí el teatro que se montó con la eterna soberbia impresa en la sonrisa. Aguardamos, los dos aguardamos como putos buitres a que la chiquilla tomara su decisión, y apenas decidió quedarse con nosotros me eché encima una inocencia de exposición. De cualquier forma no se me pasó inadvertida la ligera chispa de sarcasmo que cargó su último comentario, así me hubiera hecho el imbécil.

¿Entrando en confianza, Emi-chan~?

—Hmm, dos años o así, quizás un poco más. —Miré a Alisha—. Fue en esta fiesta para los freshman, right? La que hubo en Bunkyō, ¿en mayo? Kind of.

Me encogí de hombros, suponiendo que era información más que suficiente, y así por la pura gracia le sonreí a Emily con una suavidad absurda.

—Ah, no creas que lo he olvidado, ¿eh? —murmuré, sabiendo que captaría la atención de Ali, y totalmente adrede agregué—: La invitación formal al club~

 

Un poco gracioso sí que era que Emily aquí presente considerase a Kurosawa su amiga, porque si tenía que ser sincera no las veía yo mucho siéndolo. Pero ahora que lo pensaba, me pregunté qué pensaría la chiquilla si se enteraba que le había comido el coño a su amiga durante la fiesta. ¿Se escandalizaría o le daría igual? ¿Querría probar ella también, quizás? Si me esforzaba un poquito, seguro que lo hacía mejor que Kitty Kat.

Ah, qué emoción~

—¡Sí! —le respondió a Joey, asintiendo con la cabeza con cierta energía—. Lo que más preparo son almuerzos para mi familia, pero cuando tengo tiempo y puedo elegir, prefiero cocinar postres.

Alcé la cejas, ciertamente divertida ante la revelación, y le dirigí una mirada a Joey antes de continuar con la conversación y todo el rollo. Mira que hasta mal tendría que sentirme por estar rodeada de dos personas que se las apañaban cocinando (¡una menor que yo!) cuando yo era un jodido desastre en ello, pero al final solo me hizo gracia la coincidencia de ellos y obvié por completo todo lo relacionado a mí.

Luego vino todo el rollo de Anna y, de nuevo, gracia me hizo notar la mirada del chico sobre la mía segundos antes de que me decidiese a parar a la morena de sus intenciones. Qué decir, sabía que, aun si a él le daba igual, si yo le hubiese hecho saber que quería que la chiquilla se quedase, hubiese intervenido por ello. Y eso era porque, si la situación hubiese sido al revés, yo también intervendría por él.

Let's say we looked after each other~

Joey le contestó a la pregunta y yo aproveché para apoyar la barbilla sobre el hombro de la chica, mirando al moreno con una sonrisa revoloteándome en los labios. Asentí a su explicación un par de veces, confirmando la información que le estaba otorgando, y eso pareció ser suficiente para saciar la curiosidad de la niña. Y si la pobre intentó añadir algo al respecto después, realmente le fue imposible cuando Joey volvió a hablar y le cayó con otra de sus cabronadas.

—¿Mhm~? —murmuré, ladeando apenas la cabeza e intercalando miradas entre ambos—. ¿Invitación formal al club? What about that~?

—¡No es nada! —interrumpió rápidamente Emi, llamando por completo mi atención—. Solo que el otro día le dije a senpai que no quería ir sin estar invitada y se lo tomó como una excusa para hacerlo formal. P-pero no hace falta que te tomes esas molestias, senpai... —en última instancia dirigió la mirada hacia el chico de nuevo, algo avergonzada, pero yo ya tenía una sonrisa de mierda desde más o menos la mitad de su explicación.

Asumiendo que ya la chiquilla no se iría de ahí, la liberé de mis brazos, y gateé hasta volver a colocarme cerca del chico. Le dejé ver durante un segundo la expresión de diversión, justo antes de echarme encima una indignación de lo más creíble, y le di un empujoncito suave donde el hombro.

—¿Es eso verdad? ¿Andas invitando a otras chicas aparte de mí al club? —le cuestioné en un murmullo, haciendo un ligero puchero—. ¿Acaso juegas conmigo, Wickham~?

Le eché un vistazo rápido a Emily, de reojo, y no pude evitar volver a sonreírme divertida cuando vi su expresión. Era como si quisiese dejar de mirarnos y a la vez no pudiese, como si quisiese especificar que no era en absoluto lo que parecía y a la vez no se viese capaz de hablar por si nos interrumpía.

Y era una expresión de lo más linda~

 

Me había quedado a un costado de la cancha, pues porque el espectáculo lo veía sí o sí y ya de paso me tiraba también el show de los de segundos. ¿Que si vi la hostia que se comió el crío aquel en toda la cara? Hombre sí, fue lo mejor de todo el jodido partido. El pobre imbécil tendría la cara amoratada unos días y la enana, bueno, parecía que tendría un viajecito a las Islas de la Culpa o algo.

Mira que ir a meterle esa fuerza a un golpe y luego ir a sentirse mal al respecto.

De pura manía repasé el espacio con la vista y cuando encontré la silueta de Sonnen ya estaba solo de nuevo, luego de haberse quedado charlando con la morena que se estaba acercando a mi posición. El idiota repasó a la gente, antes de apartar a varios de su camino con intenciones de perderse dentro del edificio también. Si encontraba a la enana iba a ser un milagro, que seguro había ido a esconderse a quién sabe qué agujero.

Con su fuego.

Total que la morena esta tan bonita se detuvo a mi lado, manos entrelazadas en la espalda y toda la cosa, como si no matara una mosca. Su comentario me arrancó una risa sin gracia y tiré del cuello de mi camiseta para poder echarle un vistazo a mi pecho. La verdad es que escocía de lo lindo, quién sabe si me dejaría una galaxia estilo Sonnen, pero que iba quedarme resentida la zona no lo negaba nadie.

¿Tenía que recordar a esta chica? Ni idea, daba lo mismo de por sí.

—Sería bastante triste, no te voy a mentir~ —respondí regresando la ropa a su lugar y giré el rostro hacia ella, dedicándole una sonrisa—. Ah, ¿te imaginas ponerte un escote con un moretón en todo el pecho? Voy a tener que cobrarle por daños a Kasun. Como sea, tú no te llevaste ningún golpe serio, ¿cierto?

 

La emoción de Emily era palpable, se notaba que le gustaba cocinar y probablemente eso incluyera casi por obligación al paquete familiar. En plan, de esas personas que disfrutan mucho atiborrando de comida a los demás y tal. Yo no entraba en la categoría de cajón, a ver, si horneaba algo para el té tenía en cuenta a Matty por obvias razones, lo mismo si me tocaba la cena o venía Ali a casa, pero de ahí a dedicarme a ello, para ellos... pues no. No recordaba una sola cosa que hubiera hecho donde no estuviera incluido por default.

Qué va, como si fuera un tipo generoso.

—¿Qué postre es el que te sale mejor~? —canturreé, de lo más interesado en la conversación.

Había notado la mirada que me lanzó Alisha mientras Emily hablaba y me pregunté si sería lo que pensaba, que sus skills culinarias nulas estaban comenzando a pesarle un poquito de repente. Lo dejé pasar, de cualquier forma, y luego vino el espectáculo y la casi lectura mental. A ver, no era nada que me detuviera a pensar on a daily basis, pero sí que llegaba a dar algo de miedo, ¿verdad? Lo mucho que éramos capaces de entendernos con una simple mirada y la falta de escrúpulos con la que podíamos llegar a movernos si el otro nos lo pedía.

Otra vez, sólo con los ojos.

Una sonrisa, a lo sumo.​

Detallé la movida de Ali, cómo se recostó en el hombro de la morena y tal, y me tragué las ganas de soltar una risa irónica. Qué cabrona, eh, ni cinco minutos de conocerla y ya le andaba poniendo las manos encima. De la forma que fuera, Hodges pasó de ello como una campeona y se concentró en mi breve relato. Aproveché, claro, la atención absurda que me estaba prestando para soltarle la bomba y sólo me quedé allí, apreciando el desastre. Alisha no perdió oportunidad para molestarla y yo ensanché la sonrisa. Pobre Emi-chan, en serio, no le daba la lengua para explicarse~

—¿Molestia? Qué va.

Iba a seguir hablando, pero Alisha se acercó a mí y seguí sus movimientos de lo más divertido, asumiendo que no venía sólo para regresar a su posición original. Recibí su empujón sin la menor resistencia, haciendo que mi torso se balanceara apenas, y la tontería me aflojó una risa baja. Repasé el azul de sus ojos, la mueca con los labios y decidí, al menos de momento, hacer de cuenta que Emi-chan no estaba ahí.

A ver si le iba el voyeurismo o algo~

—Sorry, sorry —murmuré, suavizando el tono, y alcé un brazo para correrle el cabello tras la oreja. Mi mano rozó su cuello al regresar, su brazo después, hasta darle un apretón en la mano—. Don't you trust me, baby?

Dios, era para descojonarse, en serio. No sé qué hacía sin irme a Hollywood todavía, porque la expresión de cordero degollado que me había clavado en cinco segundos era de antología.

En lo que la chica desviaba su atención para revisar su pecho aproveché para recorrerla mejor con la vista. Digamos, nada que no hiciera aún con ojos encima, pero quizá tendía a contenerme un poquito para no ir a espantar a nadie de buenas a primeras. Se jaló de la camiseta, echando un vistazo dentro, y fui de sus piernas hasta regresar a su rostro, mechón albino incluido. ¿Sería un defecto genético? De pigmentación y tal, como la hermanita de Kohaku.

Ah, pobre niña.

Fruncí apenas el ceño en el mero esfuerzo de imaginar un escote que luciera un moretón del tamaño de un balón, y la imagen fue ciertamente perturbadora. Bah, también tenía lo suyo si lo torcía un poco.

—Bonito de ver probablemente no sería, a menos que te esfuerces tantito. —Soltó lo de cobrarle a Kasun, cosa a la cual no reaccioné y sacudí suavemente la cabeza, ampliando apenas los brazos para echarme un vistazo—. Nada de nada~ El balón me dio en las piernas pero no venía muy rápido.

Qué va, podría haberlo esquivado perfectamente, el caso fue que no me daba la puta gana.

—Y bueno, ¿qué queda ahora? ¿Morirnos de aburrimiento hasta que juegue toda la escuela?

 

La sentí recorrerme con la vista, no que me interesara, por mí que mirara todo lo que quisiera y tal. ¿Te imaginas tener ojos y no usarlos? Había que esta imbécil pero con ganas. Así, hice todo con la misma naturalidad de siempre, como si no me costara una mierda hacer conversación del propio aire y expandir mis ramificaciones por todo el espacio. Lo hacía con una facilidad que rozada lo estúpido a pesar de no tener ni una pizca de aire en mi personalidad.

Por otro lado, no era que la gente con la que me revolvía se interesara si aparecía con un moretón del tamaño de la luna y a mí me interesaba mucho menos, si también había comenzado a tirar a matar por puro amor al arte.

Seguí los movimientos de la morena aquí presente con la vista cuando se echó el vistazo, para terminar de confirmar que no tenía ni el mínimo rasguño. No que necesitara comprobación, pero por hacer conversación pues servía. Igual intuía que no había esquivado el tiro tan sin gracia que había recibido porque, no sé, le era indiferente o lo que fuese.

Se me escapó una risa cuando preguntó que qué nos quedaba y cambié el peso de un pie al otro, enlazando las manos tras la espalda como ella.

—Posiblemente, es decir, seguro es lo que quiere Yoshida. —Giré el rostro para alcanzar a ver la fachada de la academia—. Pero podríamos ir adentro para no cocinarnos bajo el sol tan siquiera~ o comprarnos algo de tomar.

 

—Ahora que lo pienso, ¿cuentan las galletas como postre? —soltó Emily en respuesta, llevándose un índice a la comisura de los labios, aunque no mucho después dejó salir una risilla—. Es lo que más hago~ Pero si no... ¡diría que la tarta de queso!

No parecía del tipo de chica de presumir de sus habilidades, que me llamasen loca por darme cuenta sin ninguna pista demasiado obvia de ello, pero aun así no pude evitar notar cómo se le colaba algo de orgullo en el tono de voz al hablar. Me sonreí un poco ante la idea porque... ¿no estaría intentando impresionar a sus senpais o algo, la muy tonta? Puede que lo estuviese haciendo de manera involuntaria, ni idea, pero tenía toda la pinta de ser el caso y, venga, ¿no era gracioso?

Como para comérsela~

Dentro de todos los nervios que parecieron caerle encima por la revelación de Joey con respecto al club y tal, me dio la sensación de que sí logró relajarse un poco cuando el chico negó que fuese una molestia para él, como si genuinamente le hubiese aliviado tal información. Desde mi punto de vista era de lo más divertido, de verdad; ¿Joey montándose un teatro para impresionar a una chica? No solo no le resultaba ninguna molestia, es que estaría en su jodida salsa, el cabrón. Encima ni siquiera tendría porque querer nada con la chiquilla, era capaz de hacerlo solo por amor al arte.

Casi me ronroneé al escuchar su tono de voz suavizado, sobre todo después de haber recibido su mirada, y, sin poder evitarlo demasiado, ladeé un poquito la cabeza hacia la dirección de su mano cuando la acercó para pasarme el pelo. Me lanzó un escalofrío directo a la espalda al rozarme el cuello, pero logré disimularlo de manera más o menos eficiente para cuando terminó su recorrido en mi mano, sonriéndole con una suavidad absurda antes de darle un apretón ligero en la misma.

—Of course I do, honey~ —murmuré, habiéndome inclinado lo suficiente como para hablar rozándole los labios, y estuve a medio segundo de darle un beso de no ser porque a último momento me separé para volver a reparar en la presencia de la morena—. Ah, pero Emi-chan es tan linda, no puedo evitar preocuparme~

Por supuesto que había captado las intenciones de Joey al vuelo, de ahí que le hubiese seguido el rollo sin ninguna clase de pudor y sin tener en cuenta la presencia de la chiquilla, pero como el objetivo estaba siendo divertirnos un poco a su costa, volver a hacerle caso justo en ese punto me pareció la opción más entretenida.

Y vaya que había tenido razón al elegir~

La pobrecita se nos había quedado mirando prácticamente embobada, se le notaban las mejillas algo ruborizadas, y necesitó un buen par de segundos para darse cuenta de que había vuelto a hablar en su dirección. Pestañeó varias veces, volviendo en sí, y su expresión de pura vergüenza al percatarse de cómo se había quedado mirándonos fue pura crema.

—¿E-eh? —dijo, intercalando miradas entre ambos—. N-no es nada de eso, senpai...

¿Nada de eso, decía? Ah, poor thingie~

Contenido oculto

Im just gonna say it, im having the time of my life

 

[Partido III]

El partido había empezado siendo bastante más intenso de lo esperado, tenía que admitir, pero al final pareció que el mismo se fue tranquilizando y, bueno, a decir verdad también estancando un poquito. Por algún motivo todos los estudiantes se habían vuelto más sagaces y nos manteníamos en el mismo número de miembros por equipo que desde hacía un buen rato.

Eh, qué poco emocionante~

Después de un buen rato el balón volvió hacia mi dirección, aunque en aquella ocasión pude esquivarlo de manera mucho más eficiente, y como las posibilidades tampoco eran elevadas, acabé devolviéndole el golpe a la chica rubia que me lo había lanzad a mí.

Contenido oculto

Los dados están enamorados del tres lmao so si no me eliminan, te va de vuelta, Neki uwu

Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal

Equipo B
1. Eun-Bi Hwang
2. Lena Sallow
3. Anna White

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón

 

[Partido III]

Después de despedirme de Satoko me dirigí hacia el patio frontal para esperar a la profesora y que esta diese comienzo a las pruebas físicas. Aunque no lo pareciese, tenía bastante más afinidad con la gimnasia que con el resto de asignaturas que eran más de estudiar, ¡me gustaba moverme! Eso no significaba que no estuviese un poco preocupada por todo el asunto de los quemados, sobre todo viendo la de chispas que parecían saltar entre algunos participantes del juego, pero tampoco era algo de lo que pudiese enterarme así que solo me quedaba concentrarme en la pelota y ya.

Me libré durante un buen rato de ser el objetivo de los golpes, pero eventualmente fuimos quedando cada vez menos en mi equipo, y se volvió especialmente difícil pasar desapercibida cuando acabamos siendo solo dos chicas.

Intenté esquivarlo, de verdad que sí, sobre todo cuando vi que la parábola del lanzamiento tenía como objetivo mi cara... pero al parecer eso mismo logró paralizarme en el sitio o algo parecido, y el golpe me dio de lleno.

El chico podía no haber lanzado con fuerzas el balón, eso no lo negaba, pero un balonazo en la cara era doloroso sin importar la situación.

Vi de reojo que el balón rebotaba hasta alcanzar a la otra chica de nuestro equipo que, por desgracia, se había quedado sola, pero no me dieron las fuerzas para mucho más antes de dirigirme hacia el interior del edificio.

Al menos Satoko me había localizado la enfermería al principio y había guardado bien su localización en mi cabeza.

Contenido oculto

Insane, la mitad del equipo a eres tú así que las probabilidades eran altas (?) So anyways, va a Génesis si no me eliminan uwu
EDIT: nevermind (?

Equipo A
1. Bellamy Dubois
2. Zeldryck Kasun
3. Génesis Allen
4. Alethea Ethans
5. Aleksander Hal

Equipo B
1. Lena Sallow

Dado de tirador: dado de siete caras.
1. Canillas
2. Muslos
3. Estómago
4. Brazo derecho
5. Brazo izquierdo
6. Cara
7. Pecho

Dado de recibidor: dado de tres caras.
1. Te impacta de lleno y quedas fuera de juego.
2. Logras esquivarlo sin problemas.
3. Lo esquivas con dificultad y tropiezas, haciéndote algún que otro raspón